No entendía cómo, pero Duncan había permitido que Lily visitase a Rose a solas, mientras los amigos del príncipe seguían en el burdel. Si bien al principio Lily se encontraba desconfiada - y emocionada - de poder hablar y pedirle consejo a su prima, ahora se sentía hastiada.
- Y sé que no debería importarme, pero es mi esposo - Insistía Rose mientras caminaba de un lado al otro dentro de su habitación - Me parece una falta de respeto, solo eso. ¿Cómo puede faltarme el respeto de tal manera? ¡Visitar un burdel frente a los ojos de todo el reino! - Bufó exasperada y se pasó las manos por los rizos - Duncan asegura que puede protegerme, pero jamás podría protegerme de la vergüenza del reino. ¡Y de la humillación privada a la humillación pública hay un corto camino! Además, ¿puedo acaso confiar en Duncan? ¡Es hermano de Garrick, por el amor de Dios! Aunque claro, yo estoy casada con Garrick y eso no me hace menos confiable. Sin embargo…
¿Debería interrumpirla? Claro que sí, no tenían todo el tiempo del mundo. El hermano bastardo de Garrick les había permitido verse a solas hasta que los hombres llegaran de su visita a la casa del placer, y ya había pasado tiempo suficiente como para que anuncien su llegada en el castillo.
Rose tenía problemas de una dama de la corte: Un esposo infiel y un hombre interesado en hacerla romper la fidelidad que prometió ante Dios. ¡Que tragedia! En cambio Lily tenía el pequeñísimo problema llamado "escuche algo que no debía y ahora me casaré con un príncipe estéril que querrá volcar en mí su frustración… ¡Oh, y el verdugo guarda de tu homicida esposo asegura que quiere ser mi mejor amigo!"
- ¡Rose! - Exclamó Lily levantándose sin paciencia, mientras agitaba las manos para llamar la atención de su prima - Cállate y escúchame. Por error escuche al médico de la corte hablar con los reyes: Scorpius Malfoy no puede tener hijos por la herida que le causó Roxane.
Rose detuvo su andar y la miró con la boca abierta.
- ¿Y me dejaste hablar tanto tiempo? ¡Por Dios, Lily! ¡Esto es enorme!
- Lo sé, ¿Qué debo hacer?
- ¿Qué hacer? - Se burló su prima - ¡Absolutamente nada! No, mentira. Te diré que hacer: Visita la iglesia y agradece a Dios de rodillas por este regalo.
- Scorpius no estará contento…
- No volverá a tocarte - Aseguró Rose caminando hasta su prima y sentándose a su lado - Nadie volverá a tocarte. Una vez que te cases con el príncipe, tendrás que… - Por un segundo la rosa del bosque enmudeció y, con el ceño fruncido, realizó la pregunta más estúpida que Lily hubiera podido esperar - ¿El príncipe es estéril porque no puede… levantar la espada?
Por Dios, las prioridades de Rose habían cambiado mucho. Parecía que estaban cambiando papeles y que la niña ingenua se había apoderado de su prima, siendo ella la mujer preocupada por mantener su cabeza sobre los hombros.
- No lo sé, ¿Qué demonios viene eso al caso? - Preguntó Lily malhumorada.
- Si Scorpius no puede tener relaciones, no podrá consumar su matrimonio - Explicó Rose - Y si no llegan a consumarlo, todo el casorio será invalidado.
No había pensado en eso… ¿Qué pasaría si Scorpius no podía cumplir con su deber conyugal? ¿Qué harían con ella?
- ¿Y en caso de que pueda? - Preguntó Lily.
- En caso de que pueda, tendrás relaciones con él, a sabiendas de que jamás tendrán un hijo… Podrás embarazarte de otro hombre y los reyes nunca podrían decir nada en tu contra o confirmarían que el príncipe heredero no puede tener descendencia y debilitaría todo su reinado… ¿Acaso no lo ves, prima? Es lo mejor que podría haberte pasado. Tus hijos gobernaran Hogwarts y la dinastía Malfoy está condenada a extinguirse. ¡De una u otra forma, los Potter volverán al trono!
Miró sus manos con nerviosismo, su corazón comenzó a palpitar fuertemente de la emoción. ¿Acaso Dios había hecho justicia de manera tan poética? Lily Potter vengaría la muerte de su familia, sin hacer nada al respecto. Los Malfoy serían destruidos y todo a causa de Roxane Weasley.
Duncan tocó la puerta de la habitación e ingresó sin esperar respuesta.
- Volvieron. Es hora de que salgan - Le dijo a Rose, ignorando groseramente a Lily.
Rose asintió con la cabeza, y ambas pelirrojas se levantaron. Si bien tenían intenciones de pasear por los jardines (custodiadas por soldados, obviamente), una orden real cambió sus planes por completo.
- El rey Malfoy tiene noticias para todos los nobles de la corte - Anunció el mensajero de la corte.
Confundidas, se dirigieron al salón real, con Duncan resguardándolas. Una vez que llegaron, observaron a los visitantes del burdel en primera fila, con enormes sonrisas y grandes ojeras que delataban lo bien que habían pasado la noche.
- ¡Mis señores! ¡Dulces damas! - Exclamaba Draco Malfoy obteniendo la atención de los nobles convocados - Tengo que expresar que mi alma se llena de regocijo al saber que puedo ofrecerles dos nuevas noticias que fortalecerán nuestro reinado.
En ese momento Igor Karkarov se levantó y caminó de la mano de su hija Anya hacia el frente.
- Me complace informar que la princesa Anya de Dumstrang contraerá matrimonio con Sir Artemis, la lanza del sol - Unos aplausos siguieron sus palabras, pero por una vez, a Lily no le importó que más podría decir el rey. Había hablado con su prima y se sentía mucho más tranquila, estaba a salvo y los Malfoy condenados. No había nada que pudiese perturbar su paz - Es una muestra de la alianza que se presenta con la poderosa dinastía Karkarov ¡Porque nunca termine!
Nuevamente todos aplaudieron y vitorearon sus palabras, sobretodo Artemis Zabini quien se veía extasiado de saber quién sería su futura esposa.
- Hablé con ella - Le murmuró Rose mientras aplaudía - No le agrada la idea de quedarse en Hogwarts, estará desesperada por hacer nuevas amigas.
Asintió con la cabeza divertida, había entendido el significado detrás de las palabras de su prima.
- Sin embargo, no es la única noticia que me complace darles - Interrumpió el rey los aplausos, logrando el silencio nuevamente - Tras la muerte de mi amada Astoria, he decidido tomar una nueva esposa. Una que ayudará a mantener la frágil paz que logramos construir en el reino: Lily Potter.
