Scorpius bajó a las mazmorras para conversar a solas con su primo. No había necesidad de pedir privacidad o preocuparse de que alguien los escuche, pues las únicas personas que los escucharían terminarían muertas.

Al llegar allí, se encontró con Garrick quien disfrutaba de utilizar los distintos instrumentos de tortura contra los sirvientes que tuvieron acceso a la vajilla de la reina Astoria.

- ¿Cómo pretendes sacar una confesión si le cortaste la lengua? - Preguntó Scorpius al ver que su primo ahora solo perforaba los huesos del brazo de una persona que no podía más que berrear e intentar no ahogarse con la sangre de su boca.

- Ya confesó, solo me divierto un poco… A tu padre le agradará saber que uno de los sirvientes no volvió a aparecer. Los hombres del pueblo le dijeron a Rose que encontraron un par de cadáveres a las afueras de una taberna a los pocos días de que tu madre muriera. Traerán los cuerpos y alguien los identificará.

- Dudo mucho que a mi padre le importe. El cadáver de mi madre sigue tibio y él se revuelca con la maldita Potter.

- Cuidado con cómo te diriges a tu reina - Se burló Garrick dejando por fin de torturar al pobre hombre y enfocando toda su atención en el príncipe - Dudo que a tu padre le agrade oír como hablas de su esposa.

Decidió dejar de hablar de aquel tema. Odiaba a su padre por casarse con Potter a causa de que Scorpius quedó herido. Y odiaba a Potter por alejarlo de Atenea y por recordarle su problema de esterilidad. Sí, sería rey una vez que su padre falleciera, pero esa perra tenía razón: el futuro de la familia Malfoy dependía completamente de Draco y los bebés que pusiera en el vientre de la zorra.

- Me sorprende verte tan contento. Pensé que estarías furioso porque no te enviaron a reclamar las tierras de la zorra Weasley - Cambió de tema. Claro, él no había podido ir porque su padre ya no confiaba en que pudiese dar una batalla luego de su última "derrota" (a pesar de que habían ganado).

- Allá no habrá una batalla - Contradijo su primo - Puedo ver más sangre interrogando a los sirvientes, que escuchando los llantos de esa gente patética.

- Supongo que Dolohov también está contento de quedarse en la Capital…

- Scorpius, por mucho que me agrade platicar contigo, tengo que preguntar ¿Qué demonios quieres? Dudo que estés interesado en el regodeo de mi guarda personal.

Dibujó una sonrisa y se animó a hablar con honestidad. Conocía a su primo y sabía que podía confiar plenamente en él.

- Quiero ver a Atenea - Confesó Scorpius - Está embarazada de la bestia del Bosque, pero ella sigue siendo mía. Sé que no los podemos atacar por la estúpida alianza de mi padre, pero… necesito verla de nuevo. Necesito saber que ella está bien o traerla de regreso.

- Entonces ve. Eres el príncipe y son aliados, no corres peligro.

- Solo si intento sacarla de allí.

Garrick lo miró en silencio, viendo realmente la determinación que tenía Scorpius de recuperar a la mujer que amaba.

- Supongo que quieres usar a mi esposa para llegar hasta el Bosque, y salir de allí con vida y con tu amante.

- Eres realmente listo - Se burló Scorpius - La vida de tu mujer es lo que garantiza la vida de Atenea, y viceversa. Solamente necesito que esos salvajes lo recuerden, y si solamente tu esposa puede comunicarse con ellos, resulta un poco difícil amenazarlos.

- Scorpius, escucha - Dijo Garrick intentando consolarlo - No tiene caso, Atenea ya se fue y Lily está casada con tu padre. Busca otras mujeres, cásate con alguna noble y prepárate para ser el rey que estás destinado a ser.

Por supuesto, Garrick jamás entendería lo que significaba aquello si no era completamente honesto.

- El doctor de la corte dice que… ya no puedo tener hijos. La flecha de Roxane Weasley… Puedo casarme y consumar un matrimonio, pero jamás tendré descendencia. Prácticamente el futuro de mi familia depende de los hijos que Potter tenga con mi padre. Por una vez soy… casi libre. Solo… necesito a Atenea ¿entiendes?

Su primo lo miró completamente sorprendido. Había un poco de lástima en la mirada, algo que lo irritaba, aunque sabía que sucedería. Sin embargo, valió la pena.

- Estoy de tu lado - Aceptó Garrick - Y si mi esposa quiere mantenerme feliz, también lo estará.

Quedó satisfecho con ello. Se marchó de las mazmorras para dejar a Garrick con su trabajo, y estuvo de buen humor hasta que llegó la hora de la cena.

Se encontraba comiendo con su padre y la nueva reina, cuando un mensajero del valle llegó con excelentes noticias.

- Su Majestad - Se inclinó el hombre - Tengo noticias del valle… Louis Weasley intentó reclamar el feudo con un ejército. Sin embargo, los hombres lo detuvieron y lograron capturarlo. El valle de Gryffindor es completamente leal a la familia Potter, y ahora que Lady Lily está casada… La lealtad también está con su esposo.

El rey lanzó una carcajada, encantando ante la noticia, y ordenó que trajeran a Louis Weasley a la Capital. Una vez que quedaron a solas nuevamente, Draco poseía un semblante de victoria absoluta.

- Una vez que regrese Karkarov de su viaje, podremos presentar el ultimátum a las familias que aún no reconocen mi reinado. Quienes lo rechacen tendrán guerra.

- Me preguntó qué opina mi nueva madre al respecto - Escupió Scorpius mirando molesto a Lily, quien no despegaba su mirada del plato de comida.

- Los Scamander no serán problema, pero dudo que mi tío Bill se rinda fácilmente, y veo aún más difícil que Victoire quiera someterse con aquellos que asesinaron a su esposo - Dijo ella con tono inseguro, como si no supiera si su opinión era aceptada o no.

Draco asintió con una sonrisa, dejando a Scorpius aún más molesto pensando que su padre ya tenía sentimientos por la zorra.

- En ese caso, los únicos Weasley que quedarán serán los del Bosque - Dijo su padre, logrando sacar esta vez una sonrisa en Scorpius.

Al día siguiente, su padre lo mandó a llamar en la tarde. Scorpius fue con molestia hasta los aposentos del rey, e ingresó esperando que la bendita reunión terminara lo antes posible.

- Llegó una carta - Indicó su padre señalando el escritorio y, sin añadir más, se sirvió una copa de vino y sentó en un sillón, esperando que su hijo terminase de leer.

A su majestad Draco Malfoy, autonombrado e ilegitimo rey de Hogwarts:

Pongo a su conocimiento los últimos detalles del reclamo de las tierras de lady Roxane Weasley, última heredera de George y Angelina Weasley, bajo su nombre y autoridad.

El enfrentamiento producido en campo dejó serias repercusiones para con sus fuerzas. Temo comentarle la defunción de su más grande amigo y mayor aliado, lord Blaise Zabini, también conocido como el orquestador del asesinato del legítimo rey James Potter. Empero me alegra informar que su muerte fue honorable y pudo estar de pie casi dos minutos antes de ser derrotado.

En cuanto a su otro amigo e importante aliado, el heroico rey de Dumstrang, Igor Karkarov; se encuentra prisionero siendo tratado, por supuesto, con las mejores atenciones. No se le priva de las comidas y tiene un urinal propio, comodidad no otorgada a los demás prisioneros de la batalla.

Desde luego entiendo que, en tiempos de tensión, los rehenes políticos son casi inevitables; tanto para garantizar paz y seguridad, como para negociar posibles intercambios. Lamentaría bastante que no compartiera mi visión, puesto que pienso ofrecer una tregua pacífica por el intercambio de mí hermano, lord Louis Weasley, heredero de la Madriguera, y todos sus hombres; por el amado hijo del fallecido Blaise, lord Artemis Zabini, de quién se sabe guarda gran cariño, y por supuesto, de sus soldados supervivientes del ataque.

Espero una pronta respuesta, dado que mis sumisitos se terminan y me veré en la necesidad y obligación de dejar de alimentar algunos prisioneros.

Sinceramente,

Dominique Weasley.