Feliz navidad, feliz año nuevo, feliz día de reyes, feliz lo que sea. Año nuevo historia nueva, y pese a que soy más partidario de las historias de los Caballeros del Zodiaco, este año he decidido comenzar con algo diferente y que de seguro muchos ya han hecho anteriormente, y eso es llevar mi propio diario Pokémon. Verán, soy un veterano, he jugado todos los juegos de Pokémon (bueno menos blanco y negro porque… la verdad, no me llamaron mucho la atención), pero regresé para X y Y, en especial cuando me enteré del remake de mis juegos favoritos, Ruby y Zafiro, y tal parece que regresé para quedarme.
En fin, a mi esposa le encanta Pokémon también, y en repetidas ocasiones hemos especulado de los viajes de nuestros respectivos personajes, tanto hemos especulado que decidí ya por fin plasmarlo en una historia con ella como mi compañera y así es como nació esta historia.
La historia se centra estrictamente en los videojuegos, así que ni existe Ash, ni ninguno de los personajes exclusivos del anime, pero sí pretendo utilizar algunas de las situaciones de los mangas a mi conveniencia sin que eso signifique que está basado en el universo del manga. Lo que sí puedo decir es que estará ambientado 15 años después de los sucesos de los juegos X y Y, esto para darle un poco más de concordancia con la existencia de las megaevoluciones y cosas así. Además de que notarán que algunos personajes de los juegos salen, pero con edades superiores, además de que hay mayor flexibilidad en las Pokédex regionales porque vamos, como es eso de que no hay un solo tipo siniestro en Kanto pero existen movimientos de ese tipo, no tiene lógica.
Por último, esta historia se centra casi exclusivamente en los personajes OC de mi esposa y yo, pero hay un par de personajes que siempre han sido de mi agrado, además de que salen en varias regiones y pueden contribuir al desarrollo de la historia, y esos son Anabelle (O Destra, o Lila), y Looker (O Handsome). Estos personajes serán muy recurrentes a partir del próximo capítulo, pero la historia no trata sobre ellos. Adicional a esto, el nombre de Destra, me parece más apropiado para alguien que se supone que tiene amnesia, por ello la llamo como tal, espero eso no sea molestia.
Sin más que agregar por el momento, si desean acompañarnos en este viaje están cordialmente invitados, y les puedo asegurar que independientemente de la cantidad de reviews (aún si no hay reviews), esta historia se actualizará continuamente ya que es más un capricho personal, que una idea para ganar reviews. En fin, muchas gracias por leer y quien quiera leerlo que lo disfrute mucho.
Créditos correspondientes: La portada de esta historia llegó a ustedes gracias a Joy por su juego en fanfreegames "Pokémon trainer creator".
EDITADO: 18/12/2021.
Prólogo:
Región Alola. Pico Hokulani. Afueras del Observatorio de Hokulani.
-¡Muy buenas noches! ¡Bienvenidos sean todos ustedes a la increíble región Alola y al campamento de verano Pokémon! ¡Soy el Profesor Samson Oak y estoy muy feliz de por fin conocerlos! -todos los años durante la semana dorada, en la región Alola se celebra un campamento de verano a las afueras del observatorio Hokulani para los niños menores a los diez años, quienes aspiran a convertirse en entrenadores Pokémon. A este campamento, dirigido por una de las principales autoridades del estudio Pokémon, el Profesor Samson Oak, llegan niños de todas las regiones acompañados de aquellos Pokémon quienes algún día podrían llegar a convertirse en su Pokémon inicial- Vaya, tenemos muchos Pokémon interesantes este año- prosiguió viendo entre la gran variedad de criaturas. Sin embargo, uno en especial llamó su atención-. Este es un Torchic, originalmente descubierto en la región Hoenn -tomó en sus manos el Profesor a un Torchic que acompañaba a un niño de cabellera negra y ligeramente larga, vestido en ropa de playa para la ocasión, y con un paliacate rojo atado a la cabeza. Un distintivo algo peculiar era que sus ojos brillaban de un carmín intenso-. ¿Quieres contarnos un poco de ti y de tu compañero? Seguro que a los presentes les gustaría conocerlos -le pidió el Profesor animosamente.
-Mi nombre es Yuuji y vengo de Pueblo Lavacalda en la Región Hoenn, y este es mi compañero Torchic -presentó el niño a su pequeño Pokémon-. No ha cumplido su primer año todavía. Eclosionó el mismo día de mi cumpleaños, y desde entonces se ha convertido en mi mejor amigo. Algún día los dos defenderemos el gimnasio de mi familia, pero sólo cuando me retire de ser un Campeón Pokémon -finalizó el niño, y Samson Oak le regresó a su Torchic.
-Muy ambicioso al parecer, jovencito -le sacudió la cabellera el Profesor-. Uno puede aprender mucho de las personas que conoce por los Pokémon que viajan con ellos. Los Torchic únicamente habitan de forma silvestre en la región Hoenn, así que lo más probable era que Yuuji viniera de Hoenn. También pueden conocer mucho de los gustos de la persona por los Pokémon con los que viajan. Seguramente al pequeño Yuuji le gustan los tipo Fuego y tal vez los tipo Lucha por su compañero Pokémon -Yuuji asintió ante la deducción-. Aunque claro, en ocasiones no es tan sencillo hacer este tipo de deducciones, como por ejemplo con esta niña de aquí -apuntó a una pequeña niña tímida al final del grupo, de larga cabellera negro-azulada, un poco ondulada, y ojos azules profundo, llevaba un vestido rosa, un sombrerito de playa con un gran moño en el costado, y cargaba en sus brazos a un Eevee con collar dorado-. Eevee… ahora, ese es un Pokémon difícil de descifrar. Eevee es un Pokémon tan adaptable que los hay en Kanto, en Johto, en Sinnoh y hasta en Kalos, Alola y Galar. A simple vista no se puede deducir de dónde eres pequeña, ¿podrías iluminarnos? -le preguntó mientras se arrodillaba frente a ella.
-Mi nombre es Zawako, honorable Profesor -reverenció la niña, y el Eevee en sus brazos agachó un poco la cabeza en forma respetuosa de igual manera-. Venimos de Ciudad Romantis, donde nació mi Eevee, su nombre es Eevoli -el Eevee enunció su nombre de Pokémon, presentándose ante el Profesor.
-Tan viejo no soy… bueno sí, pero de todas formas no son necesarios tantos modales -se rascó la nuca el Profesor, incomodado, mientras los niños reían-. Y dime, Zawako. ¿También es tu sueño convertirte en una Campeona Pokémon? -le preguntó.
-Mi sueño es cuidar muchos Pokémon y ayudarlos a crecer grandes y fuertes -le confesó la niña-. Las batallas son divertidas, pero la verdad yo sería más feliz haciendo felices a los Pokémon y ayudándolos a ser fuertes -sonrió.
-Eso se llama criar Pokémon. Entonces quieres convertirte en una criadora. ¿Es eso? -la niña asintió con felicidad, y el Profesor se sintió satisfecho- Una muy noble tarea, en verdad muy noble -concluyó el Profesor mientras aplaudía-. Así como hay una gran variedad de Pokémon, hay una amplia gama de personas y personalidades, casi tantas como Minior hay en el cielo, y de verdad que hoy hay muchos de ellos, sólo basta con alzar la mirada y los verán -apuntó el Profesor al cielo despejado que los acompañaba en esa noche de fogatas, y el profundo negro del cielo comenzó a iluminarse con destellos de aquellos Pokémon que se lanzaban desde el espacio rumbo a la tierra, maravillando a los niños y a sus Pokémon, quienes eran testigos de tan mágico momento-. Es un viejo dicho de Alola el que los Minior cumplen los deseos de las personas de corazones más puros, sólo basta con elegir uno de los que caen, apuntarlo, y decir en voz alta el color de su estela.
Y así los niños emocionados por ver sus sueños convertidos en realidad, comenzaron a apuntar a los Minior que elegían y a decir sus colores en voz alta, guiados por la estela de colores que liberaban en su trayectoria a tierra. En su mayoría, los niños enunciaban el color del Minior cuyo color alcanzaban a ver, o esperaban a que pasara el Minior de su color favorito. Otros, como Zawako y Yuuji, buscaban al más único que sus ojos pudieran encontrar, y sorpresivamente, los ojos de ambos se cruzaron en el mismo Minior.
-¡Un Minior negro! -gritaron los dos mientras apuntaban al Minior peculiar que habían visto, aunque aquel no fuera un color que un Minior tuviera- ¡Yo lo vi primero! ¡Es mi Minior de la suerte! -gritaron los dos, pegando las frentes en señal de desafío y aplastando a los Pokémon que tenían en brazos el uno contra el otro.
-Esperen niños, no hay razón para pelear -intentó separarlos el Profesor-. De todas formas, los Minior negros no existen. Seguro lo confundieron con un Minior morado o algo así-. Insistió el Profesor, pero solo terminó con los dos niños quejándose y afirmando que habían visto a un Minior negro y que era su Minior de la suerte. En ese momento ellos no lo sabían, pero aquel Minior negro los había unido aquella noche.
Crónicas de un viaje Pokémon.
Temporada 1: Kanto.
Capítulo 1: Reencuentro.
Región Kanto. Pueblo Paleta. Laboratorio del Profesor Oak. (Seis años más tarde).
-Un Minior negro, ¿verdad? -seis años habían pasado desde aquel día de abril en que Zawako y Yuuji habían visto a aquel Minior negro que los había hecho amigos. Debido a que el Profesor Samson en ese tiempo no creyó en la existencia de un Minior negro, y a que los otros niños comenzaron a llamarlos mentirosos, ambos, convencidos de lo que habían visto, comenzaron a forjar una gran amistad, misma que culminó con ellos intercambiando correos electrónicos años después de dejar el campamento- Umm… mi primo es estudioso de las variantes regionales de los Pokémon en Alola, pero supongo que lo que vieron ese día era un Pokémon varicolor, y la verdad, muy pocos son los estudios al respecto -hoy en día Zawako era aprendiz del Profesor Samuel Oak, el primo de Samson Oak en la región Kanto. Al cumplir la edad adecuada, en lugar de iniciar su viaje Pokémon, le pidió a su familia el que le permitieran aprender del Profesor Oak sobre los Pokémon, y ellos, gustosos la enviaron a Kanto a convertirse en su aprendiz. Como aprendiz del Profesor Oak, usaba una bata de laboratorio en todo momento, aunque la vestía a su propio estilo, llevando un vestido azul debajo de la misma.
-¿Entonces es posible que exista un Minior negro? -se emocionó Zawako, quien en esos momentos ayudaba al Profesor Oak a reorganizar su estudio y cargaba una caja llena con varios libros. El profesor Oak le asintió en esos momentos- Puede que yo me convierta en la primera investigadora de los Pokémon varicolor entonces. Siempre ha sido sueño de Yuuji y mío el poder reencontrarnos con ese Minior negro, aunque no hemos regresado jamás a Alola -le confesó Zawako, y el Profesor Oak se mostró algo confundido por el ímpetu de Zawako-. Yuuji ya inició su viaje Pokémon, tal vez hubiera sido mejor que lo iniciara en Alola y buscara a ese Minior negro… -se frotó la barbilla confundida, y Eevoli, su Eevee que aún se mantenía a su lado después de todos estos años, suspiró en señal de preocupación por la emoción que su entrenadora parecía reflejar.
-Presiento al igual que tu Eevee, que no me contaste la historia del Minior negro por mi opinión sobre la existencia de uno con núcleo diferente a los demás, sino más bien porque tiene que ver con este niño Yuuji de quien hablas -dedujo el Profesor, y Zawako en ese momento sonrió un tanto apenada al tiempo que se ruborizaba-. Pero hasta donde me has dicho, nunca se han vuelto a ver desde aquel campamento, ¿o me equivoco? -preguntó el Profesor.
-Bueno, de hecho, de eso quería hablar con usted -dijo Zawako jugando con su larga cabellera, y haciéndose remolinos con los dedos intranquilamente-. Ya sé que se supone que soy becaria en su laboratorio porque mi padre le pidió el favor… y que me adelanté a las cosas y no le pedí permiso, pero… -se preocupó un poco, y su Eevee comenzó a hablarle en su particular idioma Pokémon-. Eso estoy intentando hacer… -le respondió, sorprendiendo un poco al Profesor-. Lo que intento decirle es… -en ese momento, Zawako juntó las palmas a manera de plegaria, cerró los ojos, y agachó la cabeza-. Por favor deme la tarde libre, se lo compensaré… -suplicó ella, y el Profesor hizo una mueca mientras miraba a todas las cajas a su alrededor, y recordando todo el trabajo de reubicación que había que hacer-. Yuuji llegó ayer a Kanto… no me sé los detalles del porqué, ya que ayer me desvelé estudiando, y cuando me dio la noticia, estaba tan emocionada que no le pregunté, pero… dijo que vendría a verme y yo le dije que no había problema… pero, no se lo consulté a usted… -se apenó aún más.
-Siempre es lo mismo con todos los becarios… primera semana y ya quieren permisos… -se cruzó de brazos el Profesor Oak. Zawako por su parte, miró al suelo en señal de nerviosismo-. Pero… supongo que no tengo el corazón para decirte que no -tras su respuesta, Zawako se emocionó y saltó de alegría-. Pero regresa antes de la hora de la comida de los Pokémon, son demasiados y ya estoy muy viejo para alimentarlos a todos -le pidió mientras la niña corría fuera del laboratorio antes de que el Profesor pudiera arrepentirse.
-¡Así será, Profesor! ¡Gracias, gracias, gracias, gracias! -corrió Zawako a la salida, cerrando la puerta fuertemente tras de ella- No puedo creer que vayamos a volver a ver a Yuuji, Eevoli. Ha pasado mucho tiempo desde la última vez, estoy tan nerviosa y a la vez emocionada -sonrió ella, mientras su Eevee corría detrás de ella, igualmente feliz.
Ruta 01.
-¡Cuando los ojos de los entrenadores se encuentran es momento de la batalla! -en la Ruta 01, un entrenador vistiendo unos shorts azules, camisa amarilla, y gorra morada, sacaba una Pokébola de su bolsillo y apuntaba con ella a otro entrenador vistiendo pantalones negros, camisa roja, y una gorra negra con contornos rojos, retándolo a una batalla Pokémon- Es tu obligación como entrenador Pokémon el aceptar mi reto -sentenciaba el entrenador.
-Es verdad que es mi obligación como entrenador Pokémon -le respondía el de rojo-. Pero no estoy inscrito en la Liga Kanto, y mi Pokémon legalmente no puede competir en esta región. Así que, de nada te sirve retarme a una batalla, lo siento, pero tengo a alguien a quien ver -le respondió y comenzó a retirarse en dirección a Pueblo Paleta, molestando al entrenador de los shorts, quien se puso en su camino.
-¡Espera, espera! Si no estás inscrito en la Liga Kanto es una oportunidad perfecta para una batalla sin perder mi dinero. Será sólo una batalla de entrenamiento, anda, ayuda a un entrenador a subir de nivel a su Rattata de alto rendimiento -le suplicó el entrenador.
-Lo siento, de verdad tengo prisa. Hay alguien que me espera -continuó el de rojo, e intentó seguir con su camino, pero el entrenador de los shorts continuaba suplicándole-. ¿Un Rattata de alto rendimiento dijiste? Supongo que tengo algo de curiosidad sobre ese alto rendimiento al que te refieres. Está bien, combatiré contigo en un combate de entrenamiento -desprendió de su cinturón una Gloria Bola, y el entrenador, emocionado, tomó su lugar para la batalla.
-¡Gracias! ¡Gracias! ¡Te prometo que no te arrepentirás! -se alegró el entrenador- ¡Soy Joey de Pueblo Paleta! ¡El aplasta novatos del Rattata de alto rendimiento! ¡Ve Rattata! -lanzó su Pokébola, y de esta salió el Pokémon mencionado.
-Técnicamente sí soy un novato… pero te aseguro que no me gusta ser aplastado. ¡Ve, Torchic! -lanzó su Gloria Bola el entrenador- Soy Yuuji de pueblo Lavacalda de la Región Hoenn. Puede que no estemos inscritos en la competencia de la Liga Kanto, pero me es difícil negarme a un reto. ¡Anda aplasta novatos! ¡Has el primer movimiento! -pidió Yuuji, y la batalla dio inicio.
Mientras la batalla comenzaba, Zawako y su Eevee salían de Pueblo Paleta y se adentraban a la Ruta 01, justo a tiempo para presenciar el inicio de la primera batalla en Kanto de su amigo de la infancia.
-¡Es él! -se alegró Zawako- No se parece mucho al niño que conocimos en Alola, pero el Torchic lo delata, ¡de verdad es él! -más en lugar de interrumpir, Zawako tuvo que esperar a que Yuuji terminara con su batalla para que la reunión pudiera ocurrir.
-¡Te demostraré el poder de mi Rattata! ¡Ten una prueba de su velocidad! ¡Rattata, Ataque Rápido! -el Pokémon obedeció la orden, e impresionantemente sorprendió a Torchic de un embiste rápido que lo aturdió momentáneamente.
-Eso estuvo bien… para ser un Rattata. ¡Torchic, Foco Energía! -ordenó Yuuji, por lo que Torchic comenzó a brillar de un rojo intenso mientras concentraba su energía.
-¡Ataque Rápido, Rattata! -prosiguió Joey, y su Rattata comenzó a moverse rápidamente en dirección a Torchic.
-¡Ahora Torchic! ¡Demuéstrale un verdadero Ataque Rápido! -ordenó Yuuji, y su Torchic desapareció en ese momento, a una velocidad muy superior a la de Rattata, quien confundido se paró en seco antes de ser envestido a gran velocidad por Torchic, cuyo cuerpo brillaba aún con la fuerza de la Foco Energía- Golpe crítico y eso es todo -finalizó Yuuji, dejando a un más que sorprendido Joey, quien fue testigo de que la velocidad de su Rattata había sido superada.
-¡Pe-pe-pero! ¿Cómo? Mi Rattata es el Rattata más veloz que existe -más aceptando su derrota, llamó a su Rattata de regreso, aunque la incertidumbre inundaba su mente.
-Tu Rattata es más veloz que Torchic en estos momentos, eso es más que evidente… -escucharon tanto Joey como Yuuji, y viraron sus atenciones hasta posarlas en Zawako, quien llegaba con Eevee como siempre a su lado-. La razón por la que Torchic se movió más rápido es porque su habilidad no es Mar Llamas como la de la mayoría de los Torchic, sino Impulso, la cual aumenta la velocidad de un Pokémon mientras más tiempo se encuentra en combate. Tu Rattata no tuvo oportunidad aun teniendo un ataque de prioridad como lo es Ataque Rápido porque Torchic tenía un aumento de velocidad sumado a Foco Energía que le dio un daño crítico al impactar a tu Pokémon. Es algo así como el truco más viejo del libro de novatos Pokémon -se burló Zawako.
-Truco más viejo del… ven y dímelo a la cara, cerebrito -se fastidió Yuuji, quien entonces notó al Eevee con el collar dorado, por lo que descubrió la identidad de la niña-. ¿Zawako? -se sorprendió Yuuji, y la chica asintió con alegría.
-No pongas esa cara, yo tampoco te reconocí a la primera. Hola Yuuji -saludó Zawako de manera tímida mientras se acariciaba el cabello con nerviosismo. Yuuji se acercó a ella y le ofreció su mano, la chica en su lugar, lo abrazó con fuerza y lo saludó con un par de besos en las mejillas, lo cual sobresaltó a Yuuji y ruborizó al entrenador del Rattata-. ¡Ah! ¡Olvidaba que en Hoenn las personas no se saludan así! -se apenó Zawako.
-¡Seguro que en Kalos tampoco se saludan así! -se fastidió Yuuji, lo que le arrebató una ligera sonrisa a Zawako, quien se encontraba agradecida de volver a ver a su amigo de la infancia. Torchic e Eevee se saludaron también.
-Que rápido pasé a segundo plano… primero me derrotan, y después me presumen sus cariños… tantos años siendo Joey el entrenador del Rattata de alto rendimiento y aun así no me respetan -se quejaba el entrenador derrotado, mientras Yuuji y Zawako recordaban aquel día hace ya seis años en que ambos se hicieron amigos.
Pueblo Paleta. Puesto de Takoyaki.
-A decir verdad, la comida de Kanto es más casera, no una explosión culinaria como la comida de Kalos, pero al menos es más accesible para el bolsillo de una becaria -comentaba Zawako mientras disfrutaba de una bola de Takoyaki en un puesto al aire libre junto a Yuuji, quien al parecer disfrutaba y hasta devoraba las bolas de un sólo mordisco-. Ah… pero no es por falta de dinero que te invito a comer en un puestecito… la verdad Pueblo Paleta es muy pequeño, ni siquiera tiene un Centro Pokémon -le explicó.
-Lo que significa que no podré registrarme a la Liga Kanto hasta llegar al siguiente pueblo -se frotó la barbilla Yuuji, y Zawako parpadeó un par de veces y entonces sonrió ante la noticia-. ¿Qué hay con esa cara tan rara? -le preguntó a manera de burla.
-¡No me dijiste que entrarías a la Liga Kanto! En realidad, nunca me dijiste la razón de que vinieras aquí en primer lugar. ¿Por qué comenzar tu viaje aquí y no en Hoenn? -le preguntó, notando entonces que Yuuji al parecer no quería hablar de ello, razón por la que decidió no indagar en aquel tema.
-Solo puedo decir que es una cuestión familiar… -le respondió tranquilamente Yuuji-. La verdad, hubiera preferido comenzar mi viaje en Hoenn. Torchic y yo habíamos esperado el día con ansias, pero… pasaron algunas cosas, y decidimos dejar nuestro viaje pendiente en Hoenn. Eso también significa que Torchic no combatirá, lo de hoy fue una excepción a la regla. Una vez inscrito a la Liga Kanto, solo usaré a Torchic una vez más para capturar un Pokémon regional. De allí en fuera, Torchic tendrá que seguir esperando -le acarició Yuuji la cabeza a su Torchic, quien disfrutó de la caricia y se frotó contra su brazo-. Perdona si no te digo mis razones aún. No es algo que me haga sentirme cómodo. Pero necesito dinero, y tener batallas es la única manera en que sé ganarlo. Así que estoy obligado a entrar a esta liga -terminó.
-Suena a que es algo serio, pero… prometo no indagar al respecto -le aseguró Zawako. Curiosidad o no, la verdad era que ella tenía mucho respeto por el espacio personal-. Pero sea cual sea la razón, estás aquí en Kanto. Así que es mi deber como la buena amiga que soy, el ayudarte en todo lo que pueda. Y da la casualidad de que no necesitas llegar a la siguiente ciudad para registrarte -Yuuji la miró curioso, pero ella no tardó en darle la respuesta que estaba buscando-. Como becaria del Profesor Oak, puedo realizar tu registro yo misma.
Laboratorio del Profesor Oak.
-Pues a mí me parece que ya son demasiados favores -tristemente para Zawako, tras llevar a Yuuji a donde el Profesor Oak, encontró al anciano ya muy malhumorado tras haber alimentado él mismo a todos los Pokémon sin la ayuda de su becaria, quien estaba sumamente apenada por llegar tarde-. Es verdad que podemos hacer el registro aquí en el laboratorio, pero ya tengo 63 años, y necesito mucha ayuda. Doy permisos fácilmente, pero debías llegar también a la hora de la comida de los Pokémon -explicó.
-Se me fue un poco el tiempo por la emoción. Pero le prometo que no volverá a pasar, por favor Profesor Oak -insistía Zawako, apenada. Yuuji por su parte, decidió no meterse en la discusión-. Le compensaré el favor de alguna manera -le pidió nuevamente.
-No es problema de verdad, Zawako… -interrumpió Yuuji-. Me queda suficiente dinero para llegar al siguiente pueblo. Solo tengo que evitar batallas innecesarias, y todo estará bien -ofreció Yuuji a la joven.
-Pero ya gastaste todo lo que tenías por viajar desde Hoenn hasta Kanto, además de que no tienes otro Pokémon que no sea Torchic para combatir -intentó razonar Zawako-. ¿De verdad no hay nada que pueda hacer para convencerlo, Profesor? -insistió.
-Bueno… hay algo que en verdad me ayudaría, pero… es algo que deseaba discutir contigo en privado -comentó el Profesor mientras miraba a Yuuji, quien notó que no se requería su presencia en esos momentos y salió de la oficina del Profesor junto a su Torchic-. Zawako… no solo te acepté como mi becaria y discípula porque tu padre me lo pidiera en aquella carta. A decir verdad, yo requería de alguien joven para ayudarme con algo importante -le confesó el Profesor Oak mientras se sentaba con cierta dificultad-. Ow, mi lumbago… -se quejó tras sentarse-. La verdad es que ya estoy viejo… y a pesar de que no pretendo retirarme todavía, la verdad es que hay cosas que mi edad ya me impide hacer. Aprovechándome de que tu padre es también una autoridad en el campo de la investigación Pokémon, deduje que tendrías la experiencia y la sed de conocimientos pertinentes para ayudarme con esta tarea. Pero ha pasado muy poco tiempo desde que trabajas conmigo, y no sé si estás lista para mi encargo. Pretendía mantenerte en mi laboratorio al menos un par de meses más, pero… es probable que las cosas se estén acomodando solas. Dime algo: ¿confías en este chico Yuuji? -preguntó sin rodeos.
-Es mi amigo de la infancia, pero no sé si puedo decir que confío en él -confesó ella, lo que fue una sorpresa para el Profesor-. Salvo la semana que duró el campamento de verano hace ya seis años, mi única interacción con Yuuji ha sido mediante correo electrónico hasta ahora. ¿Por qué lo pregunta, Profesor? -preguntó ella.
-Porqué él va a inscribirse a la Liga Kanto, y pensé en enviarte con él a hacer mi encargo ya que confío en tus habilidades de investigadora más no en tus habilidades como entrenadora -miró el Profesor al Eevee de Zawako, sabiendo que, si Zawako fuera una buena entrenadora, ese Eevee ya habría evolucionado a una de sus tantas formas-. Pero… si no puedo confiar en tus habilidades de entrenadora… ni puedo enviarte con un entrenador de guardaespaldas, tal vez sea muy temprano para encargarte algo tan importante -terminó el Profesor.
-Bueno… si le sirve de algo… no sé de verdad si puedo confiar en Yuuji o no porque apenas y lo conozco, pero… sí le puedo decir que es una persona en quien quiero confiar. Después de todo, la confianza se gana con el tiempo, ¿no es así? -concluyó Zawako, y el Profesor lo pensó detenidamente.
Afueras del Laboratorio del Profesor Oak.
-¡Tu registro ha finalizado! -agregó Zawako con alegría momentos más tarde al encontrarse con Yuuji, quien en esos momentos estaba sentado en el suelo jugando con su Torchic y se puso de pie para recibirla- Estas son tus Pokébolas y tu licencia de entrenador actualizada- Comentó al entregarle una credencial electrónica con su foto y las mencionadas Pokébolas, mismas que Yuuji miró con detenimiento, forzando una sonrisa de satisfacción-. Bienvenido seas a la Región Kanto -finalizó Zawako, sonriendo ampliamente.
-Muchas gracias por tu ayuda, Zawako -le devolvió la sonrisa Yuuji mientras acomodaba sus Pokébolas en su cinturón y guardaba su identificación en el bolsillo de su camisa-. Bueno, fue un placer verte de nuevo. Supongo que procederé con mi camino. Espero nos veamos en otra ocasión -terminó haciendo un saludo con su mano a la altura de la gorra.
-En realidad… -comenzó apenas en un murmullo Zawako, deteniendo el andar del chico que ya estaba de espaldas a ella-. Necesitaba pedirte un pequeño favor… -continúo la pelinegra con su hilito de voz sintiéndose muy avergonzada. Yuuji la miraba atentamente, esperando que se decidiera a terminar la frase-. Más bien es un favor del Profesor… y en parte te involucra a ti… y bueno, yo sé que no te pregunté antes, pero… me ayudaría mucho si tú… -le dio rodeos al asunto. Eevoli por otra parte, comenzó a fastidiarse con la falta de decisión de su entrenadora, y le mordió el tobillo con fuerza-. ¡Aw! -se quejó Zawako- Ya sé, ya sé… es que me da pena… -se avergonzó todavía más Zawako, y entonces miró a Yuuji mientras ocultaba sus ojos detrás de su copete-. ¿Puedo ir contigo? -preguntó.
-¿En mi viaje Pokémon? -preguntó Yuuji sorprendido, y Zawako asintió. Él la miró fijamente, y ella bailoteó por la vergüenza de la petición. Los momentos fueron tensos mientras sus miradas se conectaban, hasta que, finalmente, Yuuji habló- Está bien -fue su seca respuesta, Zawako suspiró aliviada-. Mientras más, mejor, ¿verdad Torchic? -su Pokémon graznó con alegría- Sólo una cosa -Zawako volvió a tensarse-. Este viaje es serio y no necesito distracciones, ¿de acuerdo? ¿Pasaremos por tus cosas? -le preguntó. Zawako estaba tan paralizada por la dominante personalidad de su amigo, que sólo atinó a asentir.
-¿De verdad puedo ir contigo? -inquirió insegura una vez salió del pasmo, Yuuji asintió con la cabeza- ¡Gracias! ¡Gracias! ¡Gracias! -saltó emocionada, más no tardó en tranquilizarse, sintiéndose un poco tonta- La verdad no tengo muchas pertenencias. Sólo un par de cambios de ropa que llevo siempre en mi mochila, una libreta, y muchas plumas de colores, además de los juguetes de Eevoli y su alimento Pokémon -mencionó mientras metía sus manos en la bata de laboratorio y extraía de su interior una tarjeta de crédito-. Mi padre me dio una tarjeta para pagar mis cosas, pero la verdad he estado tan envuelta en las investigaciones del Profesor Oak, y en Pueblo Paleta no hay tiendas, así que sólo la he usado para comprar comida. Estaré lista para irnos en unos minutos. ¡Espera aquí! -se apresuró a entrar por sus cosas.
Su Eevee sintió una gota de sudor recorrerle el rostro mientras escuchaba correr a Zawako por dentro del laboratorio buscando sus cosas que se encontraban regadas por todo el lugar. Su entrenadora no era exactamente la persona más ordenada del mundo. Zawako tardó alrededor de media hora en salir del laboratorio, exhalando aire por el cansancio y el esfuerzo, y con una mochila morada en su espalda.
-Ya estoy lista -agregó con cansancio, y tras haberlo hecho, ambos se dispusieron a seguir con su camino-. Oh… casi lo olvido… -interrumpió Zawako, sacó un pequeño brazalete de su bolsillo, y se agachó frente a Torchic-. Como Torchic no es un Pokémon autorizado en la Liga Kanto, no puede formar parte de tu equipo de seis Pokémon. Torchic sólo puede acompañarte si tiene un permiso especial. Afortunadamente, el Profesor Oak es quien concede estos permisos -sonrió mientras le colocaba el brazalete alrededor de su pata derecha a Torchic-. Mientras use este brazalete, podrás cargar a seis Pokémon contigo sin que Torchic sea transportado -terminó.
-Eres una persona bastante conveniente de llevar en un viaje, ¿lo sabías? -Zawako tan sólo sonrió ante la mención- En fin, ¿se puede saber por qué el Profesor Oak te envió conmigo? -preguntó.
-El Profesor ya está muy viejo para realizar estudios de campo. Por ello me ha pedido que realice una actualización del sistema Pokédex en su lugar. La idea es que realice un viaje completo por toda la región recabando información que pueda complementar la que se encuentre en las páginas del Pokédex y se las envíe para que él la avale y la publique en la próxima actualización. Es una tarea muy importante, y por ello quería mandarme con un entrenador experimentado para completarla.
-¿Experimentado? -se preguntó Yuuji arqueando una ceja- Si le dijiste que soy un novato, ¿verdad? Mi victoria más sobresaliente fue contra un Rattata esta mañana -le explicó Yuuji.
-Por algo se empieza -fue la respuesta orgullosa de Zawako-. Si algo no ha cambiado en ti son esos ojos que parecen de fuego -Yuuji sonrió ante la mención que el Profesor Samson Oak hizo en el campamento de Alola hacía seis años, no esperaba que Zawako lo recordara tan bien como él-. Además, me tienes a mí para ayudarte a criar a tus Pokémon. Sé que apenas voy empezado, pero seguramente con todo lo que he estudiado puedo mantener a tus Pokémon en forma para que sean competitivos. Este también es mi inicio como criadora Pókemon -sonrío con decisión.
-En otras palabras, mis Pokémon serán tus sujetos de experimentación -se preocupó Yuuji-. Supongo que no puede evitarse, pero lo primero es conseguir un Pokémon que pueda usarse en batallas. De lo contrario, ni podré lograr mi objetivo, ni ayudarte con el tuyo.
-¡Entonces capturemos a nuestros primeros Pokémon juntos! -sugirió Zawako- Teóricamente, Eevee y Torchic son nuestros primeros Pokémon, pero nos los regalaron cuando teníamos ocho y nueva años, así que no cuentan como nuestras primeras capturas. Yo digo que comencemos ambos con Pokémon especiales -sugirió ella.
-Suena a que tienes algo en mente -dedujo Yuuji, y ella asintió sintiéndose orgullosa-. Entonces, señorita experta en la Región Kanto. ¿Qué Pokémon sugiere que capturemos?
-En la Ruta 01 no hay más que Pidgey y Rattata, pero si tomamos un ligero desvío a la Ruta 22 antes de llegar a Ciudad Verde, te aseguro que encontraremos una mayor variedad de Pokémon, uno de los cuales quiero capturar para mí misma -agregó sintiéndose entusiasmada.
-Entonces supongo que estaré bajo tu guía -agregó Yuuji. Zawako, emocionada, tomó de la mano de Yuuji y tiró de ella en la intersección del camino, llevándolo a la Ruta 22.
Ciudad Verde.
-Así que… Yuuji logró escaparse de su custodia en Hoenn y me siguió hasta Kanto… -una figura femenina envuelta en una capucha roja observaba desde la cima de uno de los edificios más altos de Ciudad Verde usando unos visores de alta tecnología en dirección a los caminos de la Ruta 01. Con los visores, logró identificar a Yuuji, quien en esos momentos era tirado de la mano en dirección a la Ruta 22 a las afueras de la ciudad, lo que hizo que la mujer en la cima del edificio suspirara de alivio-. De haber continuado directo a Ciudad Verde nos habríamos topado, mi querido Yuuji, y habríamos tenido aquella confrontación familiar que tú tanto deseas. Sin embargo, la fortuna quiso que tu atención virara en otra dirección, y no pretendo desaprovechar esta suerte -prosiguió al momento que preparaba una Pokébola negra con un logotipo algo peculiar parecido al de un volcán-. ¡Es hora! -corrió por los tejados de la ciudad, saltando de edificio en edificio, hasta llegar a una estructura imponente en medio de la ciudad: el Gimnasio de Ciudad Verde- ¡Ve Camerupt! ¡Ya sabes qué hacer! -lanzó su extraña Pokébola frente a las puertas del gimnasio, donde un par de guardias se sorprendieron de ver al Pokémon caer del cielo.
-¿Qué pasa? -se quejó uno de los guardias mientras tomaba su Pokébola, el otro se preparó a hacer lo mismo, cuando el Camerupt lanzó su Lanzallamas y comenzó a derretir las puertas doradas de la entrada del gimnasio. Mientras los asustados guardias observaban, la mujer en capucha roja saltó del techo cayendo sobre uno de los sorprendidos guardias, noqueándolo, e inmediatamente después, de una patada aérea noqueó al segundo de ellos.
-Andando -ordenó la figura-. Este gimnasio es solo la fachada de una organización perversa, la policía no vendrá a investigar hasta que todo lo que pueda inculparlos sea retirado… si es que queda algo que no hayamos quemado aún -sonrió con malicia la mujer, mientras varios guardias se hacían paso a la arena de batalla en la cual se llevaban a cabo los encuentros de gimnasio-. ¿Qué pasa, chicos? ¿Giovanni ya está muy viejo para salir a jugar? -se burló la mujer mientras varios guardias vestidos de negro hacían acto de presencia.
-¡Alto! -escucharon los guardias, quienes reverenciaron al dueño de la voz y se mantuvieron al margen- Es muy osado de tu parte venir a mi puerta, incinerarla, noquear a mis guardias, y pedirme salir a jugar de esa forma -se presentó ante ella Giovanni, el Líder de Gimnasio de Ciudad Verde-. Tienes escasos dos minutos para decirme quien eres y qué quieres, antes de que mi gente esté autorizada a usar métodos muy poco placenteros para echarte de aquí y asegurarse de que no vuelvas a molestarme -sentenció.
-Dos minutos es suficiente para destruir tu organización. Giovanni, líder del Equipo Rocket -anunció la mujer, extendiendo su mano, revelando un guante con una piedra extraña incrustada en el dorso del mismo, y que comenzó a brillar con fuerza-. ¡Mega Evoluciona! -ordenó, y el collar de su Camerupt comenzó a despedir una luz intensa mientras el Pokémon se transformaba- ¡Ahora destruyamos este lugar y enterremos a Giovanni en sus ruinas! ¡Erupción! -la misteriosa entrenadora no se hizo esperar, y con la tremenda fuerza de la Mega Evolución sumada al poderoso ataque, este se elevó con una intensa luz de fuego y magma, que comenzó a derrumbar el gimnasio y a llamar la atención de los pueblerinos cercanos.
Ruta 22.
-¡Bienvenido a la Ruta 22! -anunció Zawako, y Yuuji comenzó a mirar por los alrededores- Esta ruta está repleta de árboles de bayas que son muy ricas y nutritivas para una gran variedad de Pokémon, además de que está muy cerca de la Meseta Añil -apuntó Zawako en dirección a una montaña, en la cima de la cual era visible un edificio similar a un castillo con cinco arenas de batalla en forma de escaleras-. Allí es donde tiene a lugar la competencia de la Liga Pokémon de Kanto y de Johto. Yo nunca estaré allí porque no me gustan mucho las batallas, pero tal vez algún día tú sí -comentó ella.
-No estaría tan seguro -confesó Yuuji-. Pero no estaría mal intentarlo tampoco… cuando termine con lo que tengo que hacer en Kanto… -se susurró a sí mismo-. En fin. No me trajiste a la Ruta 22 solo para presumirme la vista de la Meseta Añil. ¿Qué Pokémon se encuentran en la Ruta 22? -preguntó Yuuji.
-Le preguntas a la persona correcta, joven Yuuji -mencionó mientras pasaba las hojas digitales de la Pokédex, la misma que el Profesor Oak le acababa de brindar para realizar las actualizaciones que le había pedido-. En la Ruta 22 habitan algunos Rattata, Spearow y Mankey, además de Nidoran hembra y macho. Y a eso es a lo que quería llegar, creo que un Nidoran es un excelente Pókemon para iniciar.
-Siéndote sincero, no conozco a ningún Pokémon de la región y no tengo idea de con quien empezar -le respondió Yuuji-. ¿Qué tipo de Pokémon son? -se mostró curioso.
-Perdona, había olvidado que es tu segunda vez fuera de Hoenn -se apenó un poco Zawako-. Rattata es un tipo Normal, Spearow es Normal y Volador, Mankey es de tipo Lucha, y Nidoran tanto hembra como macho son de tipo Veneno.
-¿Hembra y macho están clasificados como Pokémon diferentes? -Zawako asintió ante el comentario- Ese Pokémon me da algo de curiosidad. Si el macho y la hembra son tan distintos como para tener una clasificación diferente, entonces con ese prefiero empezar.
-¡Perfecto! -sonrió Zawako con alegría- Porque yo también quiero un Nidoran, podemos capturarlos como nuestros primeros Pókemon -señaló ella, y comenzó a buscar en los alrededores mientras hacía anotaciones con su pluma digital sobre la pantalla táctil de su Pokédex-. Entonces comenzaré la actualización del Pokédex utilizando la información de los Nidoran hembra y macho. A los Nidoran les agradan las planicies con mucho pastizal, así que el mejor lugar para encontrar Nidoran será lo más alejado de los arbustos que nos sea posible. Los Nidoran macho son los guardianes de las madrigueras, han desarrollado músculos poderosos en sus orejas que les permiten moverlas en todas direcciones y así escuchar a grandes distancias en diferentes ángulos sin moverse de su puesto de vigilancia. Eso quiere decir que encontrar uno será fácil, pero, si te escucha venir, alertará a su madriguera y huirá antes de que puedas siquiera acercárteles.
-Si puedes ayudarme a encontrar a un Nidoran, yo haré el resto -le pidió Yuuji. Zawako asintió y comenzó a buscar por la planicie, sacando inclusive unos binoculares de su mochila para así realizar una inspección a mayor distancia sin alertar a las criaturas.
-Allí derecho por esas rocas… -apuntó Zawako y le entregó a Yuuji los binoculares para que pudiera observar a un Nidoran en su puesto de vigilancia mientras movía sus orejas en todas direcciones-. Los Nidoran vigilantes están dentro del grupo más fuerte de Nidoran de una manada, ya que ellos se quedan atrás a combatir para darles la oportunidad a sus colegas de escapar en caso de que haya un depredador. Pero también son los Pokémon más difíciles de atrapar porque además de rápidos son los más fuertes -le explicó emocionada, cosa que agradó a su amigo. Ambos se miraron con decisión.
-Pero no superará en rapidez a un Torchic con Impulso -aclaró Yuuji mientras miraba a su Torchic, que lo seguía a pie tras no poder entrar en su Gloria Bola por el brazalete en su pata derecha-. ¿Si tenemos una batalla crees que Nidoran nos escuche a esta distancia? -preguntó Yuuji, y Zawako lo negó con la cabeza- Torchic no puede activar su habilidad Impulso si no está en batalla, necesito que combatas conmigo lo suficiente para que Torchic pueda aumentar su velocidad y sorprender a ese Nidoran antes de que huya.
-¿Eh? ¿Yo? ¿En una batalla? -se asustó Zawako, su Eevee se mostró impaciente, y sin esperar a las órdenes de Zawako, se preparó para la batalla- Pero yo soy investigadora, no combatiente. Eevoli tampoco ha estado nunca en una batalla -aclaró.
-No te preocupes, sólo requiero de unos cuantos golpes para activar la habilidad Impulso. ¡Torchic, Foco Energía! -ordenó sin esperar a que Zawako estuviera lista para la batalla. Su Eevee por otra parte, estaba más que ansiosa.
-En vista de que no tengo otra opción… ¡Eevoli, Ataque Rápido! -ordenó a su Eevee, quien impactó a Torchic y lo envió volando hacia atrás algunos metros- Perdona Torchic -se disculpó Zawako.
-Ese ataque fue muy bueno, has criado bien a ese Eevee, Zawako -elogió Yuuji al notar la fortaleza física de Eevee-. Lástima que no sea una batalla formal. ¡Torchic, Ataque Rápido! -ordenó, y el pequeño Pokémon se lanzó contra el Eevee.
-¡Embestida! -ordenó Zawako, y ambos ataques colisionaron, aunque el Eevee de Zawako parecía haber recibido menor daño- ¿Estás bien, Eevoli? -preguntó Zawako, pero su Eevee no estaba lastimado y quería ir por más.
-Tendremos que dejar la batalla pendiente, Eevoli. Torchic ya adquirió suficiente velocidad -dedujo Yuuji, y Torchic asintió en ese momento-. Ahora ve a campo abierto y embiste a Nidoran con tu Ataque Rápido recargado -Torchic obedeció las ordenes de Yuuji, y salió a campo abierto a toda velocidad, para descontento de Eevee, quien estaba deseoso de seguir con el combate.
Recién sobresalió Torchic del pastizal, los oídos de Nidoran lo alertaron del peligro. Viró y detectó a Torchic corriendo en su dirección y dio la alarma para que el resto de su manada pudiera huir. El Nidoran intentó huir de igual manera, pero gracias a la velocidad del Pókemon tipo Fuego, Torchic llegó primero, y lo embistió con fuerza, agregando al ataque un daño crítico gracias a Foco Energía.
-¡Lo alcanzaste Torchic! -se alegró Yuuji tras salir a campo abierto, sabiendo que el Nidoran se encontraría demasiado aturdido como para escaparse- Ahora Torchic, antes de que se recupere, ¡utiliza tu ataque Brasas! -Torchic obedeció y lanzó el ataque, que impactó a Nidoran de lleno, pero no había sido un golpe crítico esta vez, por lo que lo Nidoran resistió y pateó un par de veces con fuerza- ¿Ese fue un ataque de Doble Patada? Fue demasiado fuerte -se emocionó Yuuji tras notar el inmenso daño que había ocasionado aquel ataque.
-Te dije que podía ayudarte a encontrar a los mejores ejemplares de Pokémon -interrumpió Zawako-. Ese Nidoran posee la habilidad Entusiasmo. Sus ataques son más fuertes que los de los Nidoran promedio que tienen las habilidades Punto Venenoso o Rivalidad. Pero como efecto secundario, sus ataques no son tan certeros.
-Entonces con mayor razón debemos atraparlo. ¡Torchic, usa Brasas! -enunció nuevamente Yuuji, y Torchic lanzó unas potentes llamas que dejaron a Nidoran chamuscado y débil- Es nuestra oportunidad -tomó una Pokébola de su cinturón y la apuntó al Nidoran, acto seguido la lanzó y ésta golpeó al débil Pokémon, el cual entró a la Pokébola, aunque no sin dar lucha. Uno, dos, tres movimientos, y entonces la Pokébola se cerró por completo-. ¡Captura perfecta! -se alegró Yuuji, y Zawako celebró también la captura.
-¡Felicidades Yuuji! ¡Atrapaste a tu primer Pokémon! -se alegró Zawako, más entonces notó la tristeza en el rostro de Torchic- Aw, aunque el pobre Torchic sabe que eso significa que no podrá pelear más -le acarició la cabeza.
-Lo siento Torchic, pero sabes que tenemos que estar aquí de momento -le recordó Yuuji, y su Torchic asintió con algo de tristeza-. Zawako, también querías capturar a un Nidoran, ¿verdad? -preguntó Yuuji.
-A riesgo de sonar cursi… sí, quería a la hembra -sonrió ella-. Aunque puede que sean un poco difíciles de rastrear ya que tu Nidoran las ahuyentó, pero ellas son más dóciles que los machos, con un poco de alimento Pokémon es seguro que se unirá a mi equipo voluntariamente -concluyó ella, aunque su Eevee hizo una mueca de descontento-. No digas esas cosas, Eevoli, no somos partidarios de la violencia -le respondió Zawako.
-No creo que Eevoli piense lo mismo -concluyó Yuuji, y entonces divisó a un Nidoran hembra que miraba horrorizada a la Pokébola en las manos de Yuuji-. Parece que mi Nidoran tenía una amiga. ¡Ve, Nidoran! -sacó a su recién capturado Pokémon de su Pokébola, y el aturdido Pokémon movió su cabeza varias veces en todas direcciones para despertar sus sentidos- ¿Es amiga tuya? -preguntó Yuuji, y entonces notó a la Nidoran hembra correr en dirección a su amigo e intentar jalarle la oreja en dirección a las madrigueras, pero el Nidoran macho se rehusó a seguirla.
-Ese es un comportamiento que jamás había observado. Tal parece que tu Nidoran acepta voluntariamente que ha sido derrotado y capturado -comenzó con sus apuntes Zawako-. Al parecer la domesticación Pokémon se ha transmitido genéticamente a los Pokémon incluso en estado silvestre. Es como si estuviesen programados de forma natural a obedecer tras ser derrotados. Otros investigadores Pokémon ya lo habían mencionado antes, pero es la primera vez que veo a un Pokémon renunciar voluntariamente a su manada tras ser capturado.
-Eso es si Nidoran quiere venir conmigo, aquí no obligamos a nadie -mencionó Yuuji, y el Nidoran viró para prestarle su atención-. Soy Yuuji, y este es mi Torchic. Combatimos contigo con el objetivo de que te unieras a nuestro equipo. Vencimos y ganamos el derecho, pero quiero saber si estás de acuerdo. ¿Quieres venir con nosotros, Nidoran? -preguntó Yuuji, y el Nidoran miró a su amiga Nidoran, y lo pensó con detenimiento,
-Parece ser que tu Nidoran tiene un cariño muy profundo por esa Nidoran… -concluyó Zawako-. Pero yo también quiero una. Si vienes conmigo, pueden seguir estando juntos. Soy Zawako, y quiero ser una criadora Pokémon reconocida. No soy fanática de las batallas a nivel competitivo, pero estoy viajando con el entrenador que capturó a tu amigo. Así que, si quieres podemos viajar juntas con ellos -ofreció Zawako, y Yuuji la miró con incredulidad-. ¿Qué? Este es el método de captura Pokémon de la no violencia de Zawako.
-Que no creo que funcione -le respondió Yuuji. Pero se sorprendió al ver a los Nidoran charlando y evaluando la oferta, hasta que el Nidoran hembra asintió y se acercó a Zawako-. ¿El método de la no violencia en verdad funciona? -se sorprendió pensando en lo ridículo de la situación.
-Ser linda tiene sus ventajas -sonrió Zawako, y tocó gentilmente con su Pokébola la cabeza de la Nidoran hembra, esta entró en la Pokébola, y con un clic fue capturada-. ¡Bienvenida, Nidoran! -abrió la Pokébola Zawako, y el Nidoran salió con alegría- Esta es Eevoli- la pequeña Eevee saludó, aún defraudada por la falta de pelea. Zawako por su parte, pareció recordar algo-. Lo que me recuerda que debo ponerte un lindo nombre -Yuuji rodó los ojos no comprendiendo las prioridades de la niña-. De ahora en adelante, tu nombre es Needle, ¡que linda eres, Needle! -la nombró Zawako, y tanto Yuuji como su Nidoran, hicieron una mueca ante el extraño nombre- ¿Qué? Es un nombre de buen gusto.
-Yo por eso no les pongo nombres -mencionó Yuuji-. Bien, si hay otros Pokémon interesantes en esta área yo quiero… -pero las palabras de Yuuji fueron interrumpidas, cuando una tremenda explosión proveniente de Ciudad Verde se escuchó y se dejó ver a la distancia-. ¡Algo pasó en Ciudad Verde! -se horrorizó Yuuji mientras veía las columnas de humo, y Zawako tomó a su Nidoran en brazos como intentando protegerla del peligro lejano- ¡Hay que ir a investigar! ¡Nidoran, regresa! ¡Vamos, Torchic! -Zawako también llamó a su Nidoran y a su Eevee y metió a ambos a sus Pokébolas, y de inmediato salió tras Yuuji en dirección a Ciudad Verde.
Esta historia continuará…
