Capitulo-1: Nacimiento.

Venelana, una mujer hermosa de cabellera castaña no muy larga. Hermosos ojos morados llorosos en ese momento, su vientre aburtado resaltando los seis meses de embarazo. A su lado su esposo Zeoticus le daba consuelo. Acababan de recibir una triste noticia, la peor que se le podria dar a una pareja, más si se trataba de una de demonios. Su bebe no podria llegar a nacer, en resumidas cuentas: No se había desarrollado lo vastante rapido como para tener fuerzas para nacer, incluso ahora su latido era debil.

Por lo que les habían dicho se necesitaria un milagro para salvar al bebe. Que ironico, demonios necesitando de un milagro.

–Dejame sola–pidio cubriendo su cara con sus manos–por favor.

Zeoticus tuvo que sacar fuezas de la nada para asentirle y poder salir de la habitación.

Venelana queria estar sola, no era posible que fuera a perder a su bebe, su niña, su primera niña. A los demonios les cuesta demasiado tener hijos, por lo que estas situaciones son más dolorosas para ellos que para los humanos.

Si tan solo este bebe naciera tan sano como el primero. Sirzechs, nacido varios siglos atras, fue un embarazo de lo más sano, incluso ahora se consideraba el demonio más poderoso de todos. Llevandose el titulo de Lucifer.

Queria ser fuerte, queria ser lo vastante fuerte como para sobrellevar esta tragedia. Lo peor era que ni siquiera las lagrimas del fenix serviria para ayudarla.

(Puerta abriendose)

–Dije que queria estar sola–volvio a decir Venelana sin mirar a quien entraba.

–Eso seria contraprodusente, Venelana-sama–esa voz femenina pertenecia a su yerna.

Pero aun que se tratara de Grayfia ella estaba demasiado dolida como para querer ver a la peliplata.

–Llorar no servira de nada–le dijo la peliplata hacercandose un poco.

–No me digas que hacer. ¿Que harias tú si estuvieras en mi posición?–pregunto en tono cortante volteando a mirarla con lagrimas en los ojos– ¿Que harias sabiendo que tú bebe morira sin poder hacer nada para evitarlo?

La peliplata desvio la mirada, sabía que esto le dolia a la mujer. Pero sabía que estar sola no le ayudaria en nada.

–Provablemente lo que usted esta haciendo–le respondio y añadio:–Pero con la diferencia de que yo no me desaogaria sola. En los momentos más dificiles es cuando se debe buscar a la familia, no hundirse en la soledad–el selmón de Grayfia era cierto.

–El momento más feliz de mi vida fue cuando me dieron la noticia de que iba a ser madre de una niña. Una bebita de la cual criar, mi princesa... snif–las lagrimas volvieron a salir de sus ojos sin freno que las detuviera–Una niña la cual cargar en mis brazos y que me dijera mama. Ese era mi sueño...snif... volver a sentir a una pequeña criaturiata en mis brazos...snif... si yo pudiera dar mi vida por la de ella, lo haria sin dudarlo un solo segundo.

Grayfia no soportaba ver a su suegra de esa forma, no podia saber que era lo que estaba sintiendo. Una pizca de bondad calento su corazón, apiadarse de una madre en agonía no necesitaba razón. Solo esperaba que en el futuro no se arrepintiera de esta desición.

–No hace falta llegar a tal extremo–inquirio Grayfia.

– ¿A que te refieres?–cuestiono la castaña intentando, inutilmente, parar sus lagrimas.

–A dar su vida. No hace falta que llegue a tanto–respondío la mujer secandole las lagrimas–Si le dijera que hay una forma de salvarle la vida a su bebe, pero que si decidiera tomarla el destino del mundo estaria en peligro. ¿Aun así la tomaria?

No entendia ha lo que se referia Grayfia. Pero sin dudarlo un segundo le contesto.

–Contar de salvar a mi hija... yo entregaria el mundo entero–la convicción en sus palabras era indestructible, no cambiaria la respuesta por nada.

Grayfia se levanto al tiempo que un circulo magíco se abria a sus pies.

–No se diga más–diciendo esto el circulo las transporto a otro lugar.

En algun lugar del inframundo.

Ambas mujeres aparecieron en un lugar sombrío, la neblina en el suelo y los arboles secos daban una apariencia tenebrosa.

– ¿Donde estamos?–pregunto Venelana.

–Usted solamente sigame–le pidio Grayfia comenzando a caminal.

Venelana la siguio sin protestar. Caminaron durante varios metros hasta llegar a un claro donde pudieron ver a un sujeto de cabello largo y plateado sentado (Más bien pegado) en un trono hecho de un tronco muerto que aun estaba pegado al suelo. Su apariencia era la de un anciano en sus ultimas, piel palida y gris. Ojos calculadores y siniestros de color amarillo, uñas largas como as de una arpia y vestia una tunica antigua bien carcomia. Sus labios se curvaron en una sonrisa siniestra y con su mano diestra las señalo.

–Este anciano es...

Sin embargo los labios le temblaban evitando que completara la frase.

–Sí, el principe demonio original... Lucifer–conplemento Grayfia.

–Tiempo... sin verte... Grayfia–hablo el anciano con una voz ronca y decrepita–Veo...que has traido... a una amiga.

Algo en Lucifer le crispaba los pelos, le daba miedo. Cuando lo conocio de niña no lo sentía de esta forma. Venelana no entendia como era que estaba vivo.

–Sí lo que me dijiste esa ocasión era cierto... esta será la última vez que nos veamos–hablo Grayfia y la mirada del ancino se dirigio al vientre de Venelana.

La castaña se sintio perturbada, Lucifer le miraba el vientre con una sonrisa que le probocaba nerviosismo. Y como si el leyera su mente le hablo.

–No tienes... por que estar... nerviosa, pequeña–le dijo el ancino indicandoles que se acercaran.

Venelana se reusaba, no quería estar serca de ese anciano. Sin embargo cuando intento dar un paso atras Grayfia no la dejo.

–Él puede ayudarte con tú problema–le dijo Grayfia, pero Venelana no queria hacercarsele–¿Creí que querias salvar a tú hija? si has cambiado de opinión vamonos. Pero si aun estas dispuesta ha salarle la vida: hacercate a su lado.

Con motivación de salvar a su hija, Venelana logro tomar valor para caminar hasta el anciano. Estando junto a él, le coloco su decrepita mano en el vientre.

–Veo con dolor... que tú hija... no sobrevivira–hablo Lucifer retirando su mano.

–Grayfia me dijo que usted mepuede ayudar–tragando saliva Venelana hablo–Sí eso es verdad entonces salve a mi hija.

Lucifer sonrio y comento.

–Grayfia ya te habla... dicho del peligro en el que... pondrás al mundo–Venelana asintio– Entonces... ¿estas dispuesta... a traer el infierno a la tierra... por salvar a tú hija?

–Estaria dispuesta a todo contar de salvarla–hablo Venelana con la misma determinasión de antes.

–Entonces salvare... a tú hija–Lucifer saco un pequeño cristal de un color tan negro como ninguno–Sí quieres salvar a tú hija... entonces traga este cristal–dijo entregandole el cristal.

Era del tamaño de una aspirina, no seria dificil tragarlo. Pero la oscuridad que sintia al tenerlo en su mano era inigualable, la repugno. Pero no lo pensó dos veces cuando se llevo el cristal a la boca.

– ¿Ahora que?–pregunto luego de hacer una expresión de asco que divirtio a Lucifer.

–Cuando lo active... tú te desmayaras... y no recordaras nada de esto... Pero tú hija será salvada... Ademas de un pequeño mal que vendra con ella.

Lucifer puso su mano en el vientre de la mujer. Un segundo depues tres digitos rojos se marcaron en forma circular en su pansa. Cuando Lucifer retiro su mano Venelana se desmayo. Antes de caer al suelo Grayfia la tomo.

–Te agradesco... que me liberaras–dijo Lucifer al tiempo que su cuepo se volvia gris como una piedra.

–Adios Lucifer-sama–se despidio la peliplata.

–Je... Las cosas que hacemos... por nuestros hijos–fue lo ultimo que dijo ates de que su cuerpo se convirtiera en polvo.

Grayfia miro a Venelana, toco su vientre con un circulo magico en su mano. Una sonrisa aparecio en su rostro.

Tres meses despues.

Venelana estaba en labor de parto, Zeoticus a su lado estaba sufriendo en gran manera, se le ocurrio la tonta idea de darle su mano mientras pujaba. La Dr estaba viendo salir al bebe. Increíblemente había sucedido un milagro. El bebe que se creía perdido, se había estado fortaleciendo cada vez más en los ultimos tres meses, varios lo considedaron un golpe de suerte. La unica que conocia la verdad era Grayfia, pero ella no diria nada sobre lo que paso.

La Dr le volvio a pedir que pujara. En estos siglos se le había olvidado el dolor del parto. Por fin la Dr le dijo que ya veía la cabeza del bebe, varios minutos despues Zeoticus estaba cortando el cordón ubilicar. Limpiaron a la criatura con una tualla de lana antes de entragarsela a Venelana. Teníendola en sus brazos solto unas cuantas lagrimas de alegria, sentir el llanto de su bebe en sus manos le causaba una gran alegría.

–Dr parece que tenemos una complicación–dijo uno de los medicos presentes.

La Dr miro el problema para ordenal.

–Biene un segundo bebe–anuncio la Dr sobresaltando a los padres.

El sobre salto no era por no quererlo. Simplemente era porque no se esperaron tener gemelos, ni siquiera en la ecografia había salido un segundo bebe, y hasta entonces ningún demonio había tenido gemelos, era demasiado dificil enjendrar a uno, tener gemelos ya era imposible. Pro ahora no era momento para pensar en eso, tenían a un bebe que atender.

Minutos despues la Dr ya tenía al bebe en sus manos cuando anuncio.

–Es un varon–la noticia no dejo de ser sorpresa.

La Dr le hiso entrega del bebe a Zeoticus, el hecho de que hayan sido dos los tenía conmocionados, y el llanto de ambos no dejaba pensar al patriarca Gremory. La sonrisa en la cara de Venelana era de total alegría, pidio que le dieron los bebes. Cuando los sostuvo en sus manos ambos dejaron de llorar. Dos lagrimas bajaron por el rostro de Venelana, estaba cansada queria dormir, Zeoticus le retiro los bebes para dejarla descansar. Pero antes de dormir la Dr pregunto.

– ¿Cuales serán su nombres?

El de la niña ya lo había pensado.

–Ella se llamara Rias, Rias Gremory–respondio para ponerse a pensar en el otro.

– ¿Y el varon?

No lo había pensado, pero no era de estrañar. A penas ahora se enteraban de su existencia, por lo que era complensibre. Entonces pensó que esta era la primera generación de gemelos. Por lo que se le ocurrio el nobre.

–Issei... él se llamara Issei Gremory

Zeoticus no protesto, entendia que ese nombre se traducia al ingles como primera generación. Por lo cual era apropiado para la primera generción de gemelos en el inframundo.

Sin que le prestaran atención el pequeño Issei entreabrio su ojo. Un orbe de color rojo intenso como la sangre en un palpado medio cerrado era una imagen aterradora, pero luego lo serro con peresa lanzando un bostezo.

Ambos bebes fueron llevados a maternidad para que durmieran, sin embargo los tuvieron que poner juntos porque cuando los separaban ambos comenzaban a llorar como si temieran que los sepadaran.

Fin capitulo.

Espero que aunque el capitulo sea corto les agrade. Los capitulos de esta historia tendran entre 3.000 a 9.000 palabras. Pero este como es el primer capitulo puede que tenga menos.

Sin más que decir me despido de la forma más humilde.