Era una noche tranquila en Konoha, todo el mundo parecía dormir, sin embargo, en una casa del complejo Hyuga, se encontró Neji Hyuga despierto y agarrándose la cabeza en el suelo de una habitación, como miembro de la rama secundaria del clan Hyuga, él portaba una marca que lo sometía, la marca del pájaro enjaulado.

Esa misma tarde había tenido que entrenar con Hinata, su prima y heredera del clan, pero debido al odio que sentía por la rama principal debido al asesinato de su padre, él fue con todo y estuvo a punto de matarla; como castigo, Hideki, abuelo de Neji y Hinata y antiguo líder del clan, había activado su marca, causándole un gran dolor, dolor que aún seguía persistiendo hasta ese momento.

La puerta de la habitación fue abierta y una preocupada Hinata se apresuró a agacharse a su lado.

-Neji-niisan, ¿te encuentras bien? - preguntó preocupada intentando revisarlo, pero lo único que consiguió fue que Neji la apartara de un empujón.

-Lárgate, no necesito tu ayuda - dijo Neji de forma cruel a pesar de dolerle mucho la cabeza.

-Por favor, Neji-niisan, déjame ayudarte - suplicó Hinata.

Neji siguió resistiéndose a su ayuda por un buen rato, hasta que finalmente su dolor le hizo perder el conocimiento. Cuando despertó un par de horas después, se encontró tumbado en su cama, su cabeza ya no dolía, se sobó la frente, dándose cuenta que la volvía a tener vendada, ya que su venda anterior se la había quitado en un intento para aminorar el dolor. Miró a su derecha y se dio cuenta que Hinata estaba durmiendo en una silla justo al lado de su cama.

No supo qué sentir en ese momento, quería odiarla, era una de las principales personas por las que había muerto su padre, pero a la vez no podía evitar pensar que su odio hacia ella era erróneo, Hinata solo tenía tres años en ese momento, si él en ese momento, con cuatro años, no habría podido enfrentarse al ninja de la nube, ella mucho menos, además, ella siempre había sido agradable con él, a pesar de la hostilidad que él había tenido hacia ella.

Suspiró derrotado, no podía odiarla, era definitivo, aunque odiase a la rama principal por lo que le hicieron a su padre, no podría odiarla a ella. Poco a poco, Hinata se fue despertando, y al ver a su primo despierto sonrió.

-Neji-niisan, ¿te encuentras mejor? - preguntó Hinata.

Él la miró pero no dijo nada, no sabía qué decir, era más de un año de hostilidad sin sentido en su contra, se sintió avergonzado.

-Neji-niisan - le llamó Hinata para volver a callarse por un momento - entiendo - dijo finalmente triste y decepcionada - ya no te molestaré más - dijo y se levantó de la silla con la cabeza baja.

En ese momento Neji se dio cuenta que al no hablar, le había dado la impresión de que no la quería cerca, así que rápidamente la agarró de la muñeca para que no se fuera, movimiento que sorprendió a Hinata.

-No te vayas - le dijo - yo… - Neji no supo qué más decir, en verdad no sabía cómo disculparse con ella, así que lo dijo sin más - lo siento - dijo tras un suspiro, la miró y se dio cuenta de que ella lo estaba mirando fijamente con la boca abierta - siento mucho haberte tratado así, tú solo querías ayudarme y yo te traté mal, en verdad lo siento.

Hinata se mantuvo callada por un momento, no se esperaba que su primo se disculpara con ella, si no fuera porque le dolía un poco el agarre que le estaba dando Neji en su muñeca, habría pensado que todo era un sueño.

-No pasa nada Neji-niisan, no tienes por qué disculparte, entiendo tu odio hacia mí - dijo Hinata algo triste lo último, se culpaba por la muerte de su tío Hizashi, si hubiera sido más fuerte, tal vez podría haber hecho algo y su tío no hubiera muerto, ese era su pensamiento.

Neji negó con la cabeza, imaginaba lo que estaba pensando Hinata, era lo mismo que él había estado pensando el último año.

-No fue tu culpa, fue culpa de la rama principal, pero no tuya, solo tenías tres años - le dijo Neji a su prima.

Ambos se quedaron en silencio por un rato, hasta entonces Neji no se dio cuenta que aún agarraba la muñeca de Hinata, por lo que se la soltó, y a pesar de la poca visibilidad del cuarto, pudo notar el ligero tono rojo que había en ella, por lo que se disculpó otra vez con Hinata, a lo cual ella le dijo que no era nada, que no debería preocuparse.

Después de eso siguieron hablando, ninguno de los dos parecía darse cuenta de la hora que era, por pedido de Hinata, ambos hablaron sobre los gustos y disgustos de cada uno con el fin de tener una relación más estrecha, así fue como ambos descubrieron que ninguno de los dos era realmente feliz en la aldea, Neji no tenía a nadie, tanto su padre como su madre estaban muertos, en cuanto a Hinata, su relación con su padre no era buena, tenía a su madre, pero tampoco podía pasar mucho tiempo con ella, y de su abuelo era mejor no hablar.

No sabían cómo, pero al final ambos pensaron en una misma cosa, salir de la aldea, huir, tener una vida normal lejos del clan Hyuga. Ya era bastante entrada en la noche, por lo que no había gente en la calle, y si su padre no había ido a por ella para ese momento, era claro que no la iría a buscar en toda la noche, por lo que ambos salieron de la casa de Neji rumbo a la puerta de la aldea.

A pesar de que nadie los perseguía, los niños Hyuga decidieron ir corriendo, al menos la primera parte del camino, cuanto más lejos del complejo Hyuga mejor. Fue así que ambos niños se chocaron con otro en su acelerada carrera, cayendo al suelo los tres.

Al levantar la cabeza, los primos pudieron apreciar a un niño de su edad con el cabello rubio y tres marcas como de bigotes en cada mejilla, rápidamente lo identificaron como Naruto Uzumaki, ya que todos los adultos les había dicho que debían mantenerse lejos de él .

Ay, mi cabeza, se quejó el rubio sobándose la cabeza. ¿Qué haces aquí ?, le preguntó Neji a Naruto, ¿nos estás siguiendo ?, cuestionó con los ojos entrecerrados. ¿Seguiros ?, preguntó Naruto confundido, ¿por qué debería seguiros?

-¿Qué haces aquí? - le preguntó Neji a Naruto - ¿nos estás siguiendo? - cuestionó con los ojos entrecerrados.

-¿Seguiros? - preguntó Naruto confundido - ¿por qué debería seguiros?

Neji siguió mirándolo con los ojos entrecerrados, si no los estaba siguiendo, ¿por qué estaba en la calle tan tarde ?, él no sabía que Naruto se había despertado en mitad de la noche con ganas de comer ramen, y que debido a eso había decidido salir a dar un paseo para bajar la comida antes de volver a ir a dormir; pero tampoco lo hubiera creído si Naruto se lo hubiera dicho.

-Neji-niisan - le llamó Hinata, a lo cual él dejó de mirar a Naruto y se centró en su prima - yo, creo que es mejor que continuemos, no debemos perder tiempo - dijo intentando que el par de ojos que la miraban no la hicieran tartamudear.

-¿A dónde vais? - preguntó Naruto curioso inclinando la cabeza ligeramente.

-No es asunto tuyo - respondió secamente Neji.

-Tal, tal vez podría venir con nosotros - dijo Hinata sin poder evitar tartamudear levemente.

-¿Qué? - preguntó Neji incrédulo.

-Tal, tal vez podría venir con nosotros - volvió a decir Hinata, ante la cara estupefacta de su primo, ella continuó - él no tiene a nadie tampoco, ya has visto cómo lo tratan todos en la aldea, tal vez esté mejor con nosotros.

Neji lo pensó, no le hacía muy feliz la posibilidad de que Naruto fuera con ellos, probablemente fuera más un incordio que una ayuda, pero comprendía el punto de su prima, además de conocer su gran corazón, por lo que al final suspiró y asintió .

-Eh, ¿qué?, ¿de qué habláis? - preguntó Naruto confundido.

-Naruto-kun, ¿te gustaría venir con nosotros? - preguntó Hinata con serenidad.

La voz de la razón en la cabeza de Naruto le decía que preguntase a dónde iban, pero su otra voz, aquella que solo deseaba reconocimiento y que alguien se diera cuenta de su existencia, le decía que no se preocupara por ello, que si esos niños le estaban ofreciendo ir con ellos, que aceptara sin dudar, que tal vez así obtendría dos amigos, sus dos primeros amigos.

-Claro, cuenten conmigo, dattebayo - dijo Naruto con su típica sonrisa.

Neji se quedó confundido por el tic verbal que dijo Naruto al final, mientras que Hinata se rió ligeramente de su ocurrencia. Así, sin decir una sola palabra más, los tres se fueron rumbo a las puertas de Konoha.

Al estar cerca, los tres se pararon y fue entonces que Naruto descubrió que ellos pensaban abandonar la aldea. Su primer pensamiento fue negarse a ir, jiji se molestaría con él si lo hiciera, pero luego lo pensó mejor, nadie a excepción de jiji lo quería, todos lo miraban como si fuera un demonio, y en más de una ocasión había sufrido agresiones verbales y hasta física, tal vez irse era lo mejor que podría hacer, ya no habría más sufrimiento.

Naruto, al ser el más intrépido y estúpido de los tres, no dudó en acercarse a la puerta. Cuando estuvo lo suficientemente cerca, pudo notar que los guardias estaban dormidos, por lo que hizo señas a los otros dos para que se acercaran, lo cual hicieron inseguros, pero al darse cuenta también de que los dos chunnin estaban completamente dormidos, demostraron más confianza y salieron de Konoha con Naruto a su lado.

A la mañana siguiente, Hiashi Hyuga se levantó y fue a buscar a su hija para el entrenamiento matutino, pero al entrar a la habitación de su hija, pudo notar que ella no estaba allí y que la cama estaba hecha. Extrañado, usó su byakugan para intentar localizar a Hinata en el complejo, sin embargo, no la vio por ningún lado.

Rápidamente llamó a varios miembros del clan para que la buscaran, y al no dar rastros de ella, se dirigió a la torre hokage para hablar con Sarutobi al respecto. Una vez allí, se encontró con el hokage hablando con un par de anbus, los despidió y se centró en el hombre que recién había entrado a su oficina.

-Hiashi, ¿qué puedo hacer por ti? - preguntó Sarutobi al ver el rostro preocupado del líder del clan Hyuga.

-Mi hija ha desaparecido, también mi sobrino, me gustaría solicitar que un grupo de anbus la buscara, temo que algún ninja los haya secuestrado, Kumogakure ya lo intentó antes - dijo el Hyuga preocupado.

Cuando descubrió que su hija había desaparecido junto a Neji, su primer pensamiento fue que él le había hecho algo a Hinata, pero luego lo pensó más fríamente y lo descartó, su sobrino no tenía tanto poder como para haber sacado a Hinata del complejo sin que nadie lo notara.

Sarutobi suspiró, esa mañana, el grupo de anbus que estaban encomendados a la protección de Naruto informaron de su desaparición, y aunque al principio pensó que solo era otra de sus bromas, no había rastro de él en toda la aldea, algo estaba pasando .

-No te preocupes Hiashi, encontraremos a tu hija y a tu sobrino, los guardias de esta noche no han marcado ningún movimiento extraño en la puerta, ambos tienen que estar en algún lugar de la aldea - dijo el hokage con la única certeza que creía tener, no podía imaginar que los dos chunnin que habían estado vigilando esa noche se habían quedado ambos dormidos y habían hecho un pacto entre ellos para no contárselo a nadie jamás.