Vale por fin lo pude actualizar, es estúpidamente largo así que todo lo que tengo que decir está al final del cap.

Ahora a leer.


Capítulo 7: La princesa y el pirata.

Se frotó sus ojos con su única mano libre, había dormido como nunca y se sentía totalmente descansado, estaba tratando de recordar qué pasó el día anterior cuando se dio cuenta de algo.

Su brazo derecho estaba carente de circulación y la culpable estaba descansado: se veía hermosa, su cabello pelirrojo suelto y despeinado dándole un toque tierno cayendo algunos mechones sobre su nariz, la cual en respuesta se preparaba para estornudar moviéndose de manera tierna, su tez blanca de porcelana la cual por lo que veía estaba bien cuidada e hidratada, en su viaje por Sinnoh escucho a Dawn decir eso algunas veces y le explicaba de qué trataba, pero solo hasta ahora entendía, la piel de su mejor amiga tenia un color simplemente hermoso, y sin pensarlo mucho paso su mano libre por su mejilla sintiendo esa grata suavidad digna de la lana de un mareep, estaba tan concentrado en esa escena y podía seguirla viendo por demasiado tiempo, pero, su brazo y cuello le exigen algo de circulación o movimiento.

-y luego que yo soy el dormilón-comentó de manera risueña, a lo cual Misty no soporto más haciéndola soltar una risita.

-¿Sabías que estaba despierta?-preguntó apoyándose en sus brazos para verle de más cerca.

-digamos que te conozco muy bien-se dio cuenta pues cuando le acaricio, ella se tensó de golpe y soltó un pequeño y lindo quejido de sorpresa.

Y ahí estuvieron sin saber cuanto tiempo paso, acortaron la distancia entre sus labios y cuando iban a retomar lo del día anterior.

-¡DESPIERTEN!-Daisy bajó apresuradamente gritando de manera autoritaria, casi podía jurar que se escuchó hasta el cabo celeste-no hay tiempo que perder, desde hoy empezamos la práctica de las escenas-Violet y Lily bajaron de manera apresurada hacia donde estaba su hermana ya listas para empezar el día-solo falta...-dirigió su mirada al sillón donde Ash se encontraba en el piso y Misty con pikachu en sus brazos viendo a sus hermanas de manera furiosa.

El susto que les metió Daisy causó que Misty empujara de una patada a Ash de manera accidental, sacándolo del sillón y a manera de protección agarró a Pikachu volteando a ver a su hermana mayor totalmente enojada.

-que bien que despertaron-termino comentando Daisy entre risas.

El día transcurrió tranquilo, ensayaron las escenas y luego se dieron el lujo de explicarle todo a Ash, este no entendía mucho, ya había actuado antes, pero las hermanas de Misty eran tan estrictas y apasionadas que hasta le cuestionaban la manera de respirar para luego dar paso a explicar el cómo hacerlo.

Había una semana para tener todo listo y lo aprovecharían al máximo. A petición de Misty. Ash se quedaría en la habitación de invitados pues era mejor que quedarse solo en el centro pokémon, aún así se ganó una amenaza de la mayor de las hermanas, que si llegaba a encontrarlo en la habitación de la menor este de lo último que debía preocuparse es que le reconocieran la cara.

Ash asintió frenéticamente ante aquello, y pensó que seguramente el temperamento de Misty era de herencia, rio para sus adentras causando cólera en Daisy al creer que se reía de ella.

Ahora Ash tenía un golpe de su "cuñada".

Todo lo demás sucedió de manera tranquila, se levantaban, comían, ensayaban y por último salían con Misty a dar una vuelta, habían pasado los años pero ellos seguían teniendo discusiones por cualquier estupidez (mayormente de Ash) para luego mirarse, sonreír y tomarse de las manos para volver al hogar de la pelirroja.

Al tercer día Brock volvió anunciando su fortuna para su puesto de trabajo, había sido aceptado para el puesto, pero aún había preparativos que hacer, por lo cual no entraría a trabajar sino hasta tres meses después. Aun así la noticia ocasionó una pequeña celebración entre ellos para celebrar, algo pequeño que se vio interrumpido cuando Lily y Violet llegaron con unas veinte personas más, a lo cual no quedo nada mas que disfrutar de la compañía de otras personas.

Esa noche pasó rápido y no se habló más de aquello, aun así Daisy y Brock lograron sacar algo de aquella noche que se lo guardarán hasta ser el momento adecuado.

Brock ayudaría en la obra pero no actuando, más bien ayudaría en los vestuarios y llevando algunas cosas pesadas a donde sean requeridas mientras se quedaba con Ash en la habitación de invitados.

Así una semana entre risas y situaciones incómodas (para desgracia de Ash y Misty) pasó volando.

Era el día de la obra y los dos adolescentes se sentían nerviosos, él porque era su primera obra donde todo un publico le estaría viendo directamente a el, además que las hermanas de Misty le amenazaron que si lo hacía mal no le reconocerían como digno, no sabia a que se referían pero igual tampoco es como que sonara bien, lo haría lo mejor que podía.

Y ella estaba mas nerviosa aun, ya había actuado en esa obra muchas veces, de hecho se conocía las líneas de memoria, aun así práctico con el fin de ayudar a Ash, pero lo que le tenía nerviosa era "esa" escena, siempre se había negado a hacerla, y sus hermanas respetaban aquella decisión, pero esta vez no fue así. Según ellas esta era una oportunidad de oro que no se podía desperdiciar y le consolaron diciendo que le gustaría, no lo negaba, pero aun así no dejaba de estar intranquila, pensar en aquello le llenaba de rubor y no negaba que muchas situaciones le hacían creer que el resultado de esa escena sería positiva.

En esa semana pasaron bastantes cosas que le traían recuerdos del pasado, ella junto con Ash salieron prácticamente todos los días a ver una película, comer o simplemente caminar.

Aunque aún peleaban por cosas tontas sentía que no era malo, de hecho le encantaba como luego de ganar la conversación el pelinegro volteaba a ver a otro lugar haciendo un puchero que a sus ojos era tierno. Y cada día por alguna razón Ash le tomaba de la mano camino de vuelta a su hogar; Eso hacía que se sonrojara de sobremanera y agradecía que solo regresaban de noche de lo contrario se daría cuenta de su sonrojo aunque conociendo a Ash pensaría que era por encontrarse enferma.

Soltó una pequeña risa apenas audible al pensar en la situación en la que se encontraría si él llegara a esa conclusión.

Lo extrañaba, de eso no había duda.

Ocho años esperando por el chico le mostró que eso era casi imposible que pasara algo entre los dos, se había resignado a que él nunca volvería a visitarla pues aunque le mandaba cartas ocasionales, ya prácticamente era imposible verlo.

El día que miro que Ash batallaba contra Brock y su hermano quedó estupefacta ante la escena, ahí está él de nuevo después de tanto tiempo, estaba sin palabras aun tenia unos leves recuerdos de como él mas de niño tenía problemas intentado ganar con su pikachu. y ahora estaba ahí con un imponente charizard que le acompañó por mucho tiempo y que ella conocía desde que lo capturó.

Sin duda alguna ambos cambiaron para bien o para mal, pensó que ya no sentía algo por él. Pero, cuando llegó al gimnasio y la abrazó de manera tan efusiva no podía dejar de sentir ese calor en su corazón que hace tantos años había dejado de sentir.

Había tenido algunos novios pues no era un misterio para nadie que siendo una fuerte líder de gimnasio y además parte de las hermanas de Celeste era obvio que tendría algunos seguidores y admiradores, ya se había acostumbrado a aquello y alguno que otro le dio la oportunidad de estar con ella, pero por alguna razón nunca dejó que la besaran ni que le tocaran, simplemente les daba más atención y hablaba con ellos pero ningún tipo de muestra de afecto más allá de caricias o simples besos en los cachetes.

Y cuando estaban en la sala de su casa totalmente solos y apunto de juntar sus labios simplemente no se lo podía creer, estaba feliz claramente. Pero, una parte de ella le gritaba que parara por… miedo, sí tenía miedo de que él; la persona que ama, en algún momento se canse de estar ahí y se fuera en otro de sus tan largos viajes que para ella parecían no tener fin y que sabía que aunque volviera, nunca era por ella.

Un ligero golpe a la puerta la sacó de sus pensamientos para ver de quién se trataba.

Brock le informo que salía en poco tiempo a escena a lo cual ella asintió y procedió a terminar de arreglarse, pase lo que pase esa noche algo era seguro, lo intentara pues siempre pensó que más valía intentarlo y fracasar que huir y lamentarse.

En otro de lo camerinos se encontraba Ash, estaba parado frente a un espejo analizando sus vestimentas, cabello suelto al frente y atrás una pequeña coleta que apenas y recogía cabello, en su cuello se encontraban collares que asemeja al oro y la plata, una camisa azul celeste rasgada en diagonal junto con una chaqueta negra rasgada en muchas partes y unos pantalones de mezclilla que tenían roturas.

Dio una vuelta sobre sí mismo para poder ver que tal le quedaba ese atuendo, sin dudarlo mucho parecía un pirata, mientras seguía mirando su atuendo alguien llamó a su puerta.

-siga-la puerta se abrió revelando a Brock con un pizarrón y un audífono en su oído derecho.

-te queda bien-le dijo levantando el pulgar en señal de aprobación-es el momento-cerró la puerta y se dirigió al escenario.

Ash suspiro, era el momento de salir a escena y estaba un poco nervioso, sintió un pequeño golpeteo en su pierna derecha donde está pikachu alentándole.

-gracias amigo-tomó al pokemon en brazos y le dio un abrazo en busca de confort-a la carga-ya con pikachu ambos salieron por la puerta.

El escenario era enorme y aun así estaba totalmente lleno, con el paso del tiempo las hermanas se habían labrado una gran reputación en lo que a espectáculos se trataba, muchos sabían que hacían cosas locas normal de su juventud pero en lo que a gimnasio y a teatro se trataba eran totalmente serias.

Hace ya dos años Daisy había tomado el puesto como actual líder de gimnasio y con ello el título de la reina del mar al que inicialmente fue dado a Misty. Ash claramente no lo sabía y se llevó una sorpresa la primera vez que la vio combatir.

Era fuerte y feroz, ataques rápidos y potentes que destruyen a cualquiera. Era increíble en el campo de batalla destrozando a todo aquel que se interpusiera en su camino, el título no le quedaba nada grande, de hecho llegó a pensar que derrotaría a Misty con algunos problemas pero igualmente sería capaz de lograrlo.

Mientras Daisy y Misty se concentraban en el trabajo que correspondía al gimnasio, Lily y Violet se encargaban más de la parte artística.

La fama era suficientemente grande para que incluso gente de otras regiones les fueran a ver el espectáculo y a enfrentar a la líder, sin duda consiguieron gran fama en ambos aspectos y con la menor ahora queriendo el lugar de un alto mando sin duda eso elevaría aún más el estatus que ya tenían.

Las luces se apagaron y fueron capaces de notar un cambio en el ambiente debido a una máquina de humo que le daba al lugar un aspecto místico.

-las sirenas-un reflector ilumino la mitad del escenario donde se encontraba Daisy vestida como pirata, tenia una blusa a rayas rojas y blancas rasgadas en los filos, una pañoleta roja atada en su cabeza, una chaqueta gris bastante desgatada y un short negro a media pierna con unas botas negras hasta la pantorrilla-seres míticos que son hermosos y caprichosos, solo piensan en el bienestar propio, capaces de hundir grandes navíos con tal de poder comer o simplemente por diversión. Seres que son capaces de las peores atrocidades-

-piratas-otro reflector mostró a Misty la cual tenía el cuerpo en su mayoría descubierto, su cabello suelto junto con un maquillaje sutil que la hacía irresistible, solo llevaba la parte superior del traje de baño y de su cintura para abajo algo que asemejaba una cola de sirena-personas ruines que saquean y asesinan a su antojo solamente en busca de algo para satisfacer sus deseos más banales. Aunque algunos no dejan de lado sus sentimientos-

Ambos reflectores se apagaron, dando paso a un sonido que no reconocían.

El suelo donde antes estaban las hermanas ya no estaba y ahora era un gran acuario que se iluminaba desde arriba y abajo dando visión de algo hermoso.

En el acuario se podía distinguir a varios pokémon acuáticos danzando y moviéndose de manera que hacían una coreografía, en el medio de todos ellos se encontraba la joven pelirroja que se movía junto a los pokémon siguiendo la coreografía.

Parecía una verdadera sirena, llevaba bajo el agua un buen rato y en un momento un gran Gyarados salió con ella montada en la cabeza del gran pokemon.

El Gyarados se zambulló en el agua rápidamente causando que algunos espectadores se mojaran pero no parecían disgustados si no más bien fascinados ante tal espectáculo.

Los pokemon dejaron de danzar y bailar huyendo de manera rápida para dar paso a una pequeña balsa donde se encontraban Ash y Lily haciendo de piratas.

-espero que no te equivoques con esto-la primera en hablar fue Lily la cual llevaba unos aretes en casi toda su oreja derecha y un piercing en su labio inferior, llevaba una blusa negra desgastada que tenía rotos algunos lugares y un pantalón desgastado sin la mitad de la pierna izquierda.

-te dije que la vi-contesto Ash.

-explícame de nuevo, ¿qué se supone que buscamos?-expresó Lily dejando de remar.

-a esa sirena que vi-Ash también paro de remar para ver directamente a su compañera.

-jajajaja-Lily empezó a reír sonoramente-¿como es posible que aun pienses que esas cosas existen?-seguía riendo mientras señalaba al pelinegro.

-yo se que la vi-expreso Ash levemente enojado-era una criatura que parecía una mujer pelirroja pero que perfectamente respiraba bajo el agua-

-mira Edward yo se que te sientes atraído por esas cosas, pero tu caso ya es una obsesión-le miró directamente haciendo que su compañero se sintiera ligeramente incomodado.

-lo sé Anne, pero es que si pudiera demostrar que sí existen y poder llevarle una a Mary me podría empezar a tomar un poco mas enserio y dejaría de molestarme con ser un inútil-se recostó sobre la balsa haciendo que esta se moviera un poco causando que su acompañante se agarrara de los bordes.

-también podrías empezar a cumplir con tus responsabilidades, mírate ya se supone que eres un hombre y aun así eres incapaz de elevar las velas cuando se te lo pide-le miraba con cierto recelo mientras él solamente miraba hacia arriba sin preocupaciones-también podrías dejar de ser un idiota y empezar a escuchar cuando te hablo-

-perdón ¿me decías?-volteo a ver a su compañera la cual solo atino a tomar un remo y golpear a su compañero hasta sacarlo de la balsa-¡maldita loca, ¿qué haces?!-Edward se encontraba en el agua mientras miraba molesto a la pelirrosa la cual solo atino a empezar a remar.

-dejarte tirado para que los Gyarados te coman-rápidamente desapareció de la vista del chico el cual se empezaba a preocupar por su desfavorable situación.

Solamente pudo observar como algo aparecía desde el fondo del mar dando vueltas como si lo acechara. Ash está totalmente asustado ante la situación y no solo por la actuación, no le habían dicho sobre esa parte para que su reacción fuera más creíble y si que demostraba miedo.

La amiga de Ash salió dejándose ver posada sobre la cabeza del pokémon el cual la elevaba.

-es hermosa-pensó Ash ante la aparición de su amiga por lo cual se sonrojo rápidamente.

-devóralo-la sirena hizo un ademán para que el "monstruo" se lo comiera.

-espera, podemos llegar a un trato, ¿eres una sirena no es así?-sintió como el pokemon le atrapaba con su cola y lo elevaba a la altura de su cabeza.

-así es humano, ahora habla o de lo contrario serás comida-le miraba totalmente seria y con un enojo que era indescriptible para el pelinegro.

-si que da miedo-fue lo que pasó por su cabeza ante tal escena-me llamo Edward, he buscado sirenas toda mi vida desde que vi a… una sirena pelirroja-delante de él estaba a quien posiblemente buscaba y estaba a punto de convertirlo en comida.

-eso no me interesa-respondía de manera seca y con una caricia causó que el pokemon acercara aun mas al chico-dime que me ofreces por tu vida-le tomó de la barbilla de forma seductora.

-yo…-lo pensó por un momento el que diría, si llego a escuchar su conversación con su compañera sabría que la busca para capturarla y lo mataría de cualquier forma y si lograba mentir a lo mejor podría salir de aquella situación-he escuchado algunas sirenas son capaces de cumplir deseos luego de ser esclavo de una, llevando de comer humanos o inundando navíos en su nombre-en parte lo que dijo era mentira y si no era convincente probablemente moriría.

-no digas estupideces-se relajo un poco ante la mirada incrédula de la sirena-no comemos humanos saben asqueroso y además nunca sabes qué tipo de enfermedades cargan consigo, son un total asco-le miraba con repudio a él mientras decía aquello-y sobre los deseos deberías dejar de ser tan ingenuo, no somos hadas-ante aquella afirmación el pelinegro soltó una pequeña carcajada que extraño a la pelirroja

-lo siento, te imagine con unas alas de butterfree-expresó el chico nervioso de que el pokémon se lo comiera por faltarle el respeto a su aparente dueña.

Se observaron un momento en silencio, no sabían el porqué pero se sentían extrañamente bien frente la presencia del otro, la sirena se extraño ante la risa y la afirmación del pirata, no parecía exactamente asustado y eso le causó desconcierto, desde que tiene conciencia le dijeron que se alejara de los humanos, que ellos solo sienten miedo o ira por su especie. Había acotado cada medida de precaución haciendo que su amigo se comiera a todos los humanos que solo le miraban con rabia o con miedo.

Mientras el chico ya un poco más aliviado guardaba en su mente cada centímetro de aquella hermosa sirena que le veía con una cara de confusión y desconcierto que a su parecer era tierna.

Así se quedaron unos cuantos segundos, hasta que el pokémon sobre el que estaba la sirena posó al pirata sobre sus fauces dispuesto a devorarlo.

-espera-con las palabras de parte de su dueña paro el acto volviendo a elevar un poco al chico-¿no tienes miedo o ira?-preguntó ciertamente desconcertada causando una leve confusión a la persona frente a ella.

-admito que estoy asustado-bajó la mirada ante aquel monstruo que le miraba con ira-supongo que me rio de nervios-comentó soltando una pequeña risa que volvió a confundir a la chica.

Otra vez estaba ahí ese sonido, lo único que era capaz de escuchar de los humanos que se acercaban a ella eran llanto, lamentos, súplicas e incluso algunos le insultaban sin piedad. Para ella ese muchacho era algo raro pues aun en su situación era capaz de soltar una leve risa.

-¿de dónde vienes?-atino a preguntar la pelirroja saliendo de su desconcierto.

-vengo de esa costa-señalo con su cabeza al estar incapacitado de sus brazos-solamente venia buscando a una sirena para saber sobre los deseos pero supongo que por lo que has dicho eso no es posible-sabia que estaba mintiendo pero debía sonar lo mas convincente posible.

-te tengo un pregunta, humano-esta vez ella se acercó para tener la cara de él a escasos centímetros de la de ella-¿que es ese sonido que hiciste?-la cercanía de ambos ocasionó que Ash se perdiera por un momento, sus ojos, su expresión y por sobre todo… sus labios, ligeramente retocados que le llamaban a probarlos-¡contesta!-se suponía que no había una parte como esa pero ante la pérdida de Ash había que improvisar.

-perdón me perdí en tu mirada-lo soltó sin pensar ni siquiera estaba en el guion lo que causo que ambos se sonrojaron.

-¿eso estaba en el guion?-pregunto Brock al lado de Daisy quienes dirigen todo.

-no, pero creo que quedó bien-respondió con una sonrisa llena de malicia.

-digo… es una risa-contesto intentando retomar la escena y calmando su respiración en el proceso.

-¿que es "risa"?-había recuperado la compostura pero antes de que algo más los desconcentrara le mostró a gyarados que alejara un poco a su "presa".

-es difícil explicarlo, es algo que sale de manera natural cuando estás feliz, o algo que te causa gracia o si estás extremadamente nervioso-se extraño ante la pregunta pues no era lo que esperaba.

-interesante-solo atino a responder mirando el lugar donde antes señalaba el pirata de donde provenía-enséñame a reír y no te comerá vivo-señaló con su dedo a la criatura bajo ella.

-es más fácil decirlo que hacerlo, ni siquiera te conozco-comentó aún levemente asustado.

-Es una pena-comentó bajando la mirada levemente-cómetelo-señaló ella mientras el pokemon acercaba sus fauces.

-espera, lo hare, ¡lo hare!-gritaba en desesperación, ya estaba prácticamente tocando los dientes de la criatura cuando esta se detuvo.

-empieza-le dijo de manera autoritaria.

-eh…-no sabia exactamente que hacer para que se riera, ni siquiera era bueno para contar chistes-¿que hace un magikarp en medio del mar?-preguntó de la manera más natural que pudo, y lo que ganó fue una mirada seria de la persona que tenía enfrente-¡nada!-lo dijo un poco más alto para intentar causar aunque sea un poco de sorpresa.

El silencio reinó en todo el teatro, incluso Ash se sentía un tanto avergonzado ante tal broma tan tonta.

-deja de hacer el idiota-le respondió de manera seca la pelirroja.

-mira no es sencillo, la risa nace de una situación graciosa o de la felicidad que sientes ante algo-se quedo en silencio unos momentos pensando en algo-aunque hay otra forma-sus ojos se encontraron con los de la pelirroja por un instante.

-¿cuál es?-preguntó con la misma expresión seria.

-déjame tocarte-la frase fue dicha aunque para aquellos en la conversación parecía más una petición del pelinegro que de su personaje.

-¿enloqueciste?-le dijo con desagrado alejándose aún más de él.

-déjame intentarlo, y si no funciona serás libre de hacer lo que quieras conmigo-su mirada era extraña de definir pues el mismo estaba confuso de sus palabras aunque sí eran parte del guion.

-bajalo-gyarados con recelo bajo a su prisionero sobre su cabeza aunque no mostraba ni un a pizca de gusto ante tener a esa persona sobre sí mismo.

-abre tus brazos-su voz sonaba autoritaria, se había perdido totalmente en sus pensamientos y sobre sus acciones.

Misty un poco dubitativa realizó la petición.

El pirata se acercó y con sus manos empezó a hacer leves cosquillas en las axilas y los costados de la chica la cual no pudo contener la risa y se liberó sin más de aquella situación tan tensa que vivían.

Era raro porque ya lo habían hecho antes acostumbrándose al contacto de ambos, ahora era diferente, un gran número de personas les veían en lo que se podría interpretar como su intimidad, lo cual les hacía sonrojar levemente y sentirse incómodos.

Gyarados en un movimiento rápido se metió bajo el agua desconcertando levemente a la pareja, agarró a su entrenadora y salió de escena de manera rápida.

-Me sorprende que sigas con vida-una pequeña balsa llegó donde estaban la pelirrosa junto con Daisy igualmente con el traje de pirata.

-¡Anne!¡Mary!-el chico nado rápidamente a la balsa donde estaban sus compañeras.

-tienes suerte de que aun necesito quien limpie el suelo-la aludida como Mary le miraba con desprecio mientras subía a la balsa-¿aun sigues con esa tontería de las sirenas?-lo último lo comento de una manera sarcástica pero igualmente denotaba cierto grado de ira.

-así que te lo contó esta traidora-comentó con rabia volteando a ver a la pelirrosa-¿no te puedes guardar un secreto?-le comento con ira.

-agradece que me comento sobre tu estúpida idea-la rubia se agacho un poco pues el pelinegro estaba de rodillas en la balsa-¡escúchame bien!-le tomó de la cara con una de sus manos y se acercó para que le viera sus ojos enojada-ahora serias comida de esas criaturas y ahora mismo nada me haría más feliz que dejarte tirado en medio del mar, pero aun así te necesito para limpiar el suelo de mi barco ya que eres el inútil que es capaz de hacerlo-le soltó la cara de manera brusca tirándolo hacia un lado.

-entonces tirame por la borda y déjame en paz-le comentó de manera brusca a lo que solo pudo escuchar una risa saliendo de Mary.

-no lo entiendes-en un movimiento brusco ahora se encontraba pisando el pecho del muchacho y le miraba de manera retadora-me perteneces, basura-con un simple ademán la pelirrosa empezó a remar sin reprochar nada.

El escenario se oscureció totalmente y solo se escuchaban algunas cosas moviéndose.

Cuando las luces revelaron el escenario ahora se encontraba una especie de roca en la mitad del escenario y en la otra mitad aún era el acuario.

De entre las aguas salía una mujer de cabello violeta para posarse sobre la roca artificial. Era Violet la cual al igual que Misty llevaba una cola de sirena pero esta era de color morado fuerte y su pieza del traje de baño era de igual color.

-¡Peisinoe!-La pelirroja salió del agua de manera exaltada con una gran sonrisa.

-¿qué quieres Teles?-le preguntó la aludida con Peisinoe de manera seca y desinteresada.

-conocí un humano que no sentía miedo u odio por mi-comento de manera alegre la chica llamada Teles.

La cara de Peisione fue de asombro y de terror puro a lo cual se acercó lo máximo que pudo a Teles.

-¿hablaste con ese humano?-le pregunto a lo cual Teles se extrañó ante el repentino interés de la chica.

-s-si, incluso… deje que me tocara-ante tal respuesta la peli violeta le tomó de los hombros y le sacudió repetidamente.

-¡¿ACASO ENLOQUECISTE?!-gritó de forma exagerada que incluso causó confusión en la pelirroja-¡papá te matara si se llega a enterar!-le recalcó preocupada dejándola de sacudir.

-no es necesario que se entere-le comento viéndola con ojos de cachorro como si suplicara por algo.

-ah no niña, ya le he mentido mucho por tus travesuras-le comentó de manera seria mientras Teles seguía con su mirada de cachorro-ni lo sueñes, si se entera que yo ya lo sabia también me mata-intentaba alejar la mirada de aquellos ojos de suplica pero era imposible resistirse-¡está bien!-gritó exaltada pues ya no era capaz de contenerse ante las súplicas.

-¡yei!-festejo la menor al saber que su capricho se cumplió-por cierto, ¿sabes que es la "risa"?-le preguntó ladeando un poco la cabeza.

-¿eso se come?-le respondió con otra pregunta de manera desconcertada.

-olvídalo-comentó la menor restándole importancia sabiendo que no tendría respuesta.

-debemos volver-se zambulló en el agua salpicando un poco de la misma-deberás contarme que paso y porque gyarados no se comió a ese humano, ¿entendido?-la pelirroja asintió bastante pues se sentía un poco intimidada.

De nuevo el teatro oscureció y se escuchaban ruidos raros como una maquinaria.

Cuando la luz volvió se apreciaba a Daisy en medio del teatro como normalmente estaba.

-este es el final del primer acto pueden retirarse por 10 minutos si desean o esperar a que empiece en sus asientos al siguiente acto-toda la habitación se iluminó dando paso a un leve descanso, mientras algunos se levantaban otros se quedaban en sus asientos hablando sobre la obra o sobre sus temas personales, la gente que anteriormente había resultado mojada se les dio una toalla para que pudieran secarse un poco.

Daisy se retiró a lo que sería el backstage donde se encontraba un montón de gente moviéndose de un lado a otro preparando todo para el siguiente acto.

-estuvieron genial-se acercó donde estaban Ash y Misty comiendo una pequeña merienda y conversando entre ellos-casi parecía que se gustan de verdad-comentó de manera natural mientras los dos jóvenes se asfixiaban con lo que comían ante tal comentario.

Los diez minutos de descanso pasaron con naturalidad mientras la gente volvía a sus asientos.

La habitación volvió a oscurecer.

Unos reflectores iluminaban una especie de cantina con una barra y decorados en todas partes usando la mitad del escenario donde antes estaban. El bar estaba repleto de gente que figuraban como extras y estos hablaban bajo para hacer un leve ruido mientras hacían cualquier cosa para dar más realismo.

-¡suéltame maldita loca!-un grito llamó la atención de todos que dirigieron su mirada a una especie de puerta por donde entró Edward totalmente atado y cayendo de cara contra el piso de madera.

-Alguien que me sirva un trago y arrastre esta basura hasta la barra-pasó al lado del chico como si no importase y se sentó en uno de los puestos de la barra mientras la cantinera le servía un vaso de con un líquido café que asemejaba ron o algo parecido.

-¿otra vez con la tontería de las sirenas?-pregunto la cantinera la cual era un joven de tez blanca, ojos negros, cabello castallo con unos toques oscuros, llevaba un overol café bastante desgasto, una blusa negra bajo este y se podían notar perforaciones en su labio superior y en la nariz.

-eso no te importa, bruja-le comento de mala manera Daisy la cual procedía a tomar un sorbo de su bebida.

-no deberías hablarme así-le comento la castaña apuntándole con un cuchillo directo al cuello amenazando con cortarle el cuello-te recuerdo que yo mando aquí-le comento con una sonrisa sádica acercando su cara a la de la rubia.

-inténtalo-amenazó Mary con una sonrisa cínica.

La situación estaba tensa y todos en la pequeña taberna estaban expectantes a la resolución de esa riña que no entendían del todo.

-casi juro que te orinaste encima-comentó riendo la castaña mientras retiraba el cuchillo del cuello de la rubia.

-debes hacer algo mejor que eso, Giselle-comentó la rubia probando por fin el contenido del vaso-tanto tiempo tras esa barra te ha vuelto blanda-comentó acabando con el contenido de un solo movimiento.

La situación en la taberna se tranquilizó, las demás personas siguieron con las cosas que hacían mientras que Edward era azotado contra la barra a lado de la rubia.

-¿y bien?-la castaña se dirigió al pelinegro el cual quedó aturdido por el golpe-¿que hiciste?-le pregunto un tanto risueña mirando al chico totalmente atado y sin capacidad para moverse.

-eso no te importa-intentaba zafarse del agarre de esa cuerda de manera frenética.

Sintió como alguien le tomaba de la cara de manera ruda obligándole a mirar a la responsable de aquel movimiento.

-claro que me importa-la castaña estaba sobre la barra y le apuntaba directo al ojo con el cuchillo de antes-pero si no vas a decírmelo seria mejor si desaparecieras-estaba a punto de enterrar el arma en la cara cuando otra mano le detuvo en el acto.

-puede que sea inútil e inservible-la rubia detuvo el acto con una de sus manos mientras que con la otra tomaba más de su vaso con otra ronda del licor-pero no deja de ser un producto, que me pertenece-volteo a ver a la castaña la cual solo chasqueo la lengua y se bajó de la barra-responde la pregunta, basura-volvió a su vaso mientras el chico simplemente le miraba con odio.

-buscaba a la sirena-respondió de manera áspera y cortante.

-pobre tonto-dijo la castaña-aun crees en esos cuentos de hadas-procedió a retirarse mientras soltaba un gran carcajada.

Las luces se volvieron a apagar para iluminar la otra mitad del escenario, el cual era una especie de estructura como un templo decorada con unos pilares y una especie de asiento con una curvatura, estaba totalmente bañada en oro. En el piso había un poco de agua que llegaba hasta unos diez centímetros.

Sobre esta se encontraba un hombre de aspecto mayor con una barba notable y el cabello un tanto largo, este tenía una cola estilo sirena de color azul oscuro y de la cadera para arriba no usaba ropa.

-padre-anunció su llegada Teles.

Teles y Peisinoe realizaron una ligera reverencia ante su padre el cual asintió devolviendo el saludo.

-¿Has cuidado de tu hermana Peisione?-tenía una voz grave y que denotaba autoridad, la peli violeta se estremeció un poco ante el tono de voz de su padre.

-sí padre, la vigilé para que no se metiera en problemas-no era la primera vez que le mentía por lo cual no se ponía del todo nerviosa y sonaba totalmente creíble.

-¿se encontraron con esas criaturas?-su expresión seria cambio por una con repudio.

-así es padre-contestó Teles, el padre de ambas se alteró y pensaba gritarles hasta que fue interrumpido-fue devorado por mi protector-contestó la pelirroja anticipando la cólera de su padre.

-¿es eso cierto?-su mirada se posó sobre Peisinoe la cual solo logro asentir ante la pregunta del hombre.

-si me disculpa, padre me gustaría retirarme-Teles anunció haciendo una ligera reverencia esperando la respuesta del hombre.

El hombre le miró extrañado, pero supuso que simplemente estaría cansada, a lo que asintió dándole el permiso de retirarse.

De nuevo la luz se apagó, algunos sonidos se escucharon y luego se mostró la taberna de nuevo, esta vez sin la presencia de Mery o Giselle, solamente estaba Edward aun atado sentado en una mesa, el establecimiento estaba cerrado siendo que todas la personas ya se habían ido.

Se escuchó como un juego de llaves detrás de la puerta, esta se abrió y dejó pasar a una mujer hermosa, era un poco pequeña, su cabello era de color negro y sus ojos de un color café claro, tenia la tez morena y algunas cicatrices falsas en su cara, vestía como un criada con la diferencia de que sus ropas estaban sucias.

-¡Jennifer!-exclamó Edward viendo como la chica se acercaba a él con una daga.

-no hagas ruido-le reclamó la mujer mientras liberaba al pelinegro de sus ataduras.

-perdón-se excusó el chico con una sonrisa-casi pensé que no vendrías-le dijo de manera risueña mientras reía ligeramente.

-pensaba no hacerlo-dicho eso terminó de liberar a Edward para soltar un largo suspiro-esta es la última vez que arriesgo mi cuello por ti, agradece que le caigo bien a Mary de lo contrario ya me hubiera lanzada a los gyarados-la chica se dispuso a retirarse cuando sintió que algo le frenó en seco y la atrajo en la dirección contraria a la que se dirigía.

-muchas gracias-Edward le tomó por sorpresa abrazándole, la acción tomó por sorpresa a la chica la cual se sonrojo.

Misty quien miraba todo desde la oscuridad de la otra mitad preparándose para su escena no pudo evitar sentir un poco de celos ante tal escena.

-su-suéltame-la pelinegra empujo a Edward sacando risas de este y procedió a retirarse riendo y diciéndole que se lo pagaría después-idiota-susurro Jennifer con una leve sonrisa procediendo a retirarse del establecimiento.

La luz se volvió a apagar para dar paso a la otra mitad del escenario que seguía con aquellos pilares y escenografía, con la diferencia que ahora se posaba una luz blanca bastante leve que se asemejaba a la luz que producía la luna.

-Teles-Peisinoe entró al lugar llamando por su hermana la cual estaba oculta tras el asiento donde antes estaba su padre-¿que se supone que haces aquí?-le pregunto a la menor de una forma un tanto enojada y preocupada.

-quería venir a recordar a mamá-la mirada de la pequeña se oscureció un poco y bajó la mirada de manera melancólica.

-se que la extrañas-Peisinoe se le acercó con una expresión de tristeza deshaciéndose de ese enojo que sentía.

-¿tu no?-los ojos azul marina de la pelirroja empezaron a llenarse de pequeñas lágrimas.

-claro que si-su hermana se le acercó rápidamente tomándola entre sus brazos-pero sabes que debemos seguir adelante-levantó un poco la cara de Teles limpiandole algunas lágrimas.

-es que no soy capaz de entenderlo-en un movimiento oculto el rostro el pecho de su hermana y le abrazaba fuertemente-¿cómo es que puede existir unos seres tan crueles y uno de ellos se notaba tan tranquilo ante su muerte?-Teles siguió sollozando un poco.

Ya le había contado todo lo pasada con Edward a su hermana, y esta también se notaba extrañada ante tal situación, siempre que se cruzan con un humano deben priorizar su seguridad pues su padre les dijo que eran seres peligrosos que solo piensan en ellos mismos, y tantos años en esos mares solo les confirmaban las palabras de su padre ante esos seres repulsivos.

-¿que pasa aquí?-su padre se acercó mirando tal escena donde la menor sollozaba en los brazos de su hermana.

-padre-Peisinoe estaba confundida, preocupada, y asustada, no sabía cómo explicar tal situación pues sabía que las regañaron al no tener permiso para poder estar ahí-yo…-

-extraño a mamá-Teles despegó la mirada de la seguridad que le daba su hermana para mirar a su padre.

Ante él estaba la pelirroja totalmente destrozada llorando y con una mirada de confusión. Él pensaba regañarlas pues no era permitido para nadie estar ahí más que él y su reina, pero tal escena le rompió el corazón, su hija menor estaba llorando en los brazos de su otra hija ante la pérdida de su madre, no la podía cuestionar ni juzgar pues él mismo había llorado varias veces en tal sala al recordar a su difunta esposa.

-Teles-dijo el nombre de la menor en un suspiro mientras se acercaba a ambas.

Los tres se abrazaron brevemente sintiéndose como una familia luego de tanto, él había cambiado desde aquel suceso y no sabia como volver a reunir a las personas mas importantes para él.

-les prometo que esas bestias pagarán por todo el dolor que nos han causado-su voz sonaba quebrada y enojada como si estuviera a punto de llorar.

La luz artificial se fue, dando paso a la oscuridad plena, solo se escuchan murmullos y pasos en el escenario.

La parte del escenario que se iluminó era nuevamente el bar, estaba vacío y con todas las luces apagadas y tampoco se escuchaba a alguien o algo cerca.

-te digo que ya no está-una voz se escuchó tras la puerta para luego mostrar a las personas tras esta.

Giselle y Mary entraron en el establecimiento fijando su vista donde antes estaba el pelinegro atado.

En el piso del bar se encontraba una pequeña daga y la cuerda que antes aprisionaba a Edward, totalmente cortada.

-no pudo haberlo hecho él solo-comentó Giselle tomando la daga del piso.

-ya me canse de ese compañerismo que cargan esos dos-comentó viendo la daga que antes le había entregado a su "criada".

-si siguen con esos juegos tontos la que más afectada saldrá serás tú si no eres capaz de demostrar que puedes mantener a tus súbditos-

-habrá que darles una reprimenda-comentó la rubia con una sonrisa que causó un escalofrío en la castaña.

Un telón se cerró tapando la vista de todos los espectadores del escenario.

Se escuchaba levemente como empezaban a desmantelar el lugar que antes era el bar y el trono del tritón, se tomaron unos cinco minutos hasta que el telón se abrió.

Ahora era una especie de playa artificial donde se apreciaba un bote.

-debo escapar antes de que se entere-Edward salió rápidamente en dirección al bote y lo desvinculó del borde de la playa donde estaba.

Se subió en él y estaba dispuesto a empezar a remar pero tampoco tenía un lugar donde ir.

-creo que será arriesgado, pero no encuentro una mejor opción-

El telón cerró por segunda vez y se tardó solo un minuto en revelar el acuario que solo reflejaba la luz de la luna artificial.

Edward con su balsa estaba remando hasta llegar al centro donde la luz de la luna pegaba de lleno.

-se que es por aquí-él miraba hacia abajo al mar esperando algo que él no sabía si resultara-¡sirena!-soltó un grito llamando a la pelirroja, era el mismo lugar donde se encontró con ella esa misma mañana.

Nadie respondía a su llamado pero él no desistía, cada segundo que pasaba le carcomía por dentro, era el único lugar donde estaría seguro o por lo menos eso quería creer él después de todo lo que pasó ese día.

Los minutos pasaban y no había respuesta alguna.

De repente empezó una pequeña lluvia que lo cubrió rápidamente.

-lo que me faltaba-suspiro pesadamente y empezó a remar de vuelta por donde vino resignado a que posiblemente no pasaría de esa noche.

Rápidamente lo que parecía una pequeña lluvia se convirtió en un fuerte huracán movía descontroladamente la balsa y amenazaba con tirarlo de esta.

Hacía su mejor esfuerzo por luchar contra la corriente pero era imposible.

-sirena-pronunció en un último aliento mientras una gran ola se dirigía hacia el.

La balsa quedó destrozada y él empezó a caer hasta el fondo del mar sin manera de siquiera ser consciente de lo que estaba pasando.

Una gran sombra bajo el agua atrapó al pelinegro y en un movimiento rápido se lo llevó dejando las aguas turbulentas totalmente solas.

El telón se cerró y apareció Daisy anunciando otro pequeño descanso de diez minutos.

-te encuentras bien-Misty sin su cola de sirena se acercó a Ash el cual está recostado sobre una silla recuperando el aliento luego de esa escena.

-si, solamente me tomó por sorpresa que fueran a ser capaces de crear una ola tan grande-para darles un poco de perspectiva, cuando Ash se vio envuelto en la ola era de aproximadamente cinco metros de altura y rápidamente lo cubrió.

-creo que nos excedimos un poco-Lily se acercó con un pelipper y un dragonair.

-yo digo que fue más realista-comentó Daisy viendo al pelinegro que apenas y podía levantarse luego del golpe de la ola.

-¡casi lo matas!-le gritó Misty un tanto furiosa ante la naturalidad que hablaba Daisy.

-tranquila salió bien y no parece tener ninguna consecuencia grave-termino de decir aquello y Ash se cayó de la silla donde estaba tras tratar de levantarse-esta bien, seré mas cuidadosa con tu novio-comentó retirándose.

-gra… ¡no es mi novio!-gritó sonrojada sacando la risa de algunos que pasaban por ahí cerca.

Los demás minutos estuvieron descansando y repasando las líneas que seguirán para el siguiente acto.

El telón se volvió a abrir y ahora estaba una roca de uno de los lados del escenario donde se encontraba la pelirroja mirando hacia la nada.

El lugar estaba en paz y en calma sin que algo perturbara eso, pero una sombra bajo el agua llamó la atención de la pelirroja.

Del agua salió un milotic llevando a Edward a rastras con su cola y cuando estuvo cerca lo lanzó hacia la roca cayendo encima de está totalmente noqueado.

-¿pero que…-antes de articular su pregunta el hermoso pokemon había salido de la escena nadando rápidamente para perderse en el horizonte.

Volvió su mirada al chico que había conocido un día antes el cual estaba totalmente dormido, se acercó cuidadosamente de no despertarlo mientras lo observaba de arriba hacia abajo, tenía un cuerpo tonificado causa de los años de viaje que tuvo, rápidamente se sonrojo al percatarse de los pensamientos que tenía sobre su mejor amigo.

-¡ah!-un grito proveniente del pelinegro la asustó y se lanzó rápidamente al agua, mientras Edward escupía grandes cantidades de agua y se sujetaba el pecho con cierto dolor.

Se sentó mirando hacia todos los lados encontrándose solo con un extenso mar vacío y desolado-¿donde estoy?-se lo preguntaba hacia sí mismo mirando a todos lados intentando recordar cómo había terminado en aquel lugar.

-eso me gustaría saberlo-Teles salió del agua totalmente seria encarando a Edward el cual simplemente retrocedió para alejarse de la pelirroja totalmente enojada.

-espera no se como llegue aquí, lo juro-llegó al borde de la roca sin más opciones para escapar.

-explícame como el guardián de mi madre te trajo hasta aquí-estaba un tanto confundida ante la situación en cuanto vio al hermoso pokemon lanzar al chico al lado de ella y necesitaba respuestas.

-¿el guardián de tu… madre?-Edward tampoco estaba en una mejor situación pues lo último que recordaba era ser arrastrado por la ola hasta el fondo del mar-mira, no se a que guardia te refieres ni el como llegue aquí, lo ultimo que recuerdo es estar en el mar y una gran ola me zambullo en el agua-

-no me estas dando respuestas-su mirada era amenazante y se acercaba un poco con cada palabra que era dicha por el chico.

-también estoy confundido-ella estaba tan cerca que instintivamente se hizo hacia atrás cayendo de espaldas al agua.

-pues no puedes estar aquí tampoco-Teles se quedó en la roca observando con Edward se mantenía a duras penas a flote.

-pero no tengo a un lugar donde regresar, y si lo tuviera no se como regresar-se miraron a los ojos por un instante que les parecía una eternidad, pero aunque quisieran seguir así debía continuar con la obra.

Teles desvió la mirada hacia un lugar recóndito del inmenso mar y sacó un pequeño caparazón con forma de silbato que al momento de soplarlo no se escuchaba.

Delante de ambos apareció gyarados saliendo del agua de manera brusca, observó a su dueña y luego al pelinegro que se veía aterrado ante la presencia de la serpiente marina, está interpretó que tenía que engullir al chico así que con un rápido movimiento se disponía a comer al humano.

-espera-la orden de su dueña lo frenó en seco y se la quedó mirando esperando por alguna orden de esta-llévanos a la cueva-la orden los desconcertó un poco y miraba a su dueña con notable confusión-tranquilo no es malo-esta le acarició la cabeza a lo cual a gyarados no le quedó más que seguir la indicación.

Se posó bajo Edward para levantarlo en su cabeza para luego agacharse por su dueña y rápidamente emprendió rumbo hacia el lugar de destino.

El telón se cerró y un minuto después apareció una especie de isla pequeña con una cueva en el medio de esta.

Gyarados apareció con ambos jóvenes sobre su cabeza llegando rápidamente a la pequeña isla.

-¿por qué haces esto?-Edward volteo a ver a la pelirroja y en un rápido movimiento gyarados lo arrojó hacia la isla.

-dijiste que no tenias algún lugar al que ir así que te encontré uno-gyarados con delicadeza dejó a la sirena al borde de la isla y se sumergió en el agua para darles un poco de espacio a ambos a regañadientes.

-¿sigo sin entender el por qué me ayudas?-le comentó levantándose y apreciando levemente el lugar en el que se encontraban.

-aun me debes enseñar sobre la risa-Teles se sentó al borde de la isla con su aleta en el agua observando a la nada.

-supongo que luego de salvarme sería lo justo-se dispuso a tomar unas ramas de unos árboles cercanos para hacer una fogata.

Se sentaron juntos para empezar a conversar de cosas sin importancia para acercarse más el uno al otro y así enseñarle a Teles sobre eso que se le hacía raro.

La obra hacia pequeños cortes que hacían parecer que pasaban varios días donde Teles y Edward convivían, en el hogar de Teles se encontraba el padre de esta totalmente extrañado ante la actitud de su hija menor la cual salía con comida bastante temprano y solo volvía en la noche, su hermana decía que le llevaba comida a su guardián y que se paseaba por ahí cerca pero él empezaba a dudar de aquello.

Por el lado de los piratas, Mary seguía pensando en cómo encontrar a Edward para castigarlo por hacerla parecer débil ante los demás, se confrontó contra Jennifer, la amordazo y la dejo en un lugar desolada para que le dijera donde estaba el pelinegro.

En uno de esos días artificiales con el cielo totalmente despejado nos encontramos en la isla donde ahora Edward descansaba tranquilamente en una hamaca.

-esto es la buena vida-comentó para sí mismo mirando al cielo.

Curiosamente vio algo que le llamo la atención y le extraño totalmente, era una silueta oscura y grande que volaba rondándolo como si lo acechara.

-¿que…-antes de poder terminar de articular su pregunta la figura bajo y se posó en una rama cercana.

Un honchkrow de un tamaño considerable le miraba atentamente como si lo identificara; luego de observar por un momento salió volando de manera rápida en dirección hacia la costa.

-esto es malo-Edward salió corriendo hacia el borde de la isla y empezó a gritar por su protectora de las últimas semanas-¡Teles!-sonaba desesperado, y lo estaba.

Lo habían encontrado y no se esperaba que pase, no había pensado en que pudiera pasar siendo que pensaba que estaba bastante lejos y no tuvo en consideración hacer una balsa o algo parecido pues siempre estaba acompañado por su pelirroja amiga.

Por su lado Teles se preparaba para salir de su hogar en dirección a la pequeña isla donde se encontraba el pelinegro.

-¿a dónde te diriges?-una voz gruesa habló a su espalda, tiró toda la comida que tenía en sus brazos por error a causa del susto que le metió.

-padre-se agacho un poco a recoger todo lo que se le había caído a causa de la intervención-voy con mi guardián y Peisinoe-estaba nerviosa pues no sabía si había sonado lo suficientemente convincente.

-¿y toda esa comida?-

-ehhh-estaba totalmente nerviosa y sudaba bastante ante las preguntas del hombre-es para… las criaturas del mar, ya ves que algunas no reciben suficiente comida por culpa de los humanos-soltó una pequeña risilla nerviosa.

-muy bien-Teles suspiro un poco en alivio pero suficientemente bajo para que el hombre no la alcanzara a escuchar-te acompaño-su alivio le duró poco pues la propuesta del hombre la volvió a poner tensa.

-¿eh?... no, no es necesario-tenía una sonrisa nerviosa y retrocedió por instinto.

-no seas modesta-tomo unas de las tantas frutas en el suelo y se adelantó a su hija.

Se sentía ansiosa y un tanto aterrada ante la situación pues no se esperaba que llegar a pasar eso pues en todo el tiempo que había ido con el chico nunca tuvo inconvenientes de ese tipo con su padre, ahora no sabía cómo salir de aquella situación tan mala en la que se encontraba y si por algún casual se llegaba a saber la verdad seria una situación muy mala para ella y su hermana, sin contar a Edward.

No pudo decir nada así que solamente le quedó alcanzar a su padre para decirle donde estaba su hermana y dirigirse hasta el lugar, guardaron la comida en unas bolsas de algas que simulaban mochilas y empezaron a nadar.

Por otro lado Edward estaba desesperado por encontrar una salida de aquella isla, la presencia del ave lo dejó intranquilo pues probablemente en poco tiempo podrían llegar a su escondite y no sabría decir qué pasaría en aquel caso y tampoco estaba dispuesto a averiguarlo.

Cómo podía reunía algas, lianas y una gran cantidad de madera para realizar una balsa improvisada y así intentar huir de aquel lugar, ya había estado un rato largo gritando el nombre de la pelirroja sin obtener respuesta, cosa que se le hacía raro pues hace ya un rato que acostumbraba llegar temprano para comer y charlar con el.

Esperaba que solo lo hayan encontrado a él y que no se hayan topado con la pelirroja.

Por otro lado Teles y su padre estaban cerca del lugar donde Peisinoe descansaba, el hombre se adelantó un poco dejando atrás a su hija menor.

-que raro, esperaba que estuvieras con el hu…-Peisinoe volteo su cara encontrándose directamente con el hombre que le miraba de manera seria.

-¿hu…?-el hombre retomó la palabra de su hija y le miraba tan serio que la peli violeta estaba intimidada por su padre.

-hu… mo, si el humo para hacernos señales sin que mi hermana tenga que venir-estaba nerviosa pero igualmente intentó inventar algo a último momento con tal de salir un tanto ilesa de la situación.

-pero ella me dijo que vendría contigo a darle de comer a las criaturas del mar-el hombre subió en la roca y bajo la bolsa llena con las frutas y bayas que llevaba.

-ah eso, eh yo-

-le dije que le avisará antes de venir-Teles apareció tras la roca nadando llegando donde su familia-con la noticia de que me acompañarías olvide totalmente mandar el mensaje-igual que su padre bajó la bolsa y tomo su silbato el cual uso para llamar a su pokemon.

El gran pokemon escuchó la orden de reunir a la mayoría de los pokémon que pudiera para poder alimentarlos a lo cual este asintió y desapareció.

Edward ya se encontraba en una balsa totalmente improvisada que parecería que en cualquier momento se destruiría, empezó a remar con afán en dirección hacia el lugar donde recordaba la pelirroja lo encontró.

La desesperación y angustia de que en cualquier momento llegarían los piratas lo tenía totalmente lleno de miedo e inmerso en remar a toda velocidad causando que en ningún momento se percatara de que el pokemon que horas antes se encontró de frente le seguía de cerca y detrás de él se encontraba la sombra de un gran barco que se acercaba peligrosamente al pelinegro con honchkrow como su guía.

Remo lo suficientemente rápido para llegar a su destino donde se encontró a la pelirroja con su familia.

El encuentro no fue agradable, el padre apenas lo vio gritó de manera fuerte algo apenas audible para él y con un simple ademán ya tenía a gyarados sobre él.

La gran serpiente se abalanzó sobre él causando una gran ola que lo elevó y le dio una vista rápida del panorama.

La pelirroja saltó al agua desesperada y asustada, la persona a su lado que asumió era su hermana miraba entre aterrada y preocupada, no sabía muy bien el porqué.

La gran altura lo obligó a voltear la mirada tras de él y ahí se encontraba un barco con la rubia de frente y a Jennifer amordazada y atada a su lado.

Antes de poder hacer algo sintió el golpe de chocar con el agua en su espalda, el golpe le sacó el aire y por un momento Ash salió de su papel hundiéndose de poco en poco.

Se sentía extraño, era un estado de relajación total donde ni siquiera era necesario respirar, se sentía uno con su entorno y se dejó llevar totalmente por el momento estando totalmente relajado, pero una parte de él estaba tensa y aterrada, intentando por todos los medio sobrevivir a aquello estando totalmente aterrado.

-Ash-

Una voz un tanto grueso sonó en su cabeza causando que abriera los ojos de golpe pero aún se encontraba bajo el agua.

-debes volverte más fuerte… hijo-

Antes de pensar en que había pasado vio como la pelirroja se acercó y lo tomó en brazos sacando a ambos a flote.

Lo que vio arriba lo dejó perplejo, en un momento todo se había llenado de gente vestida de pirata y otros más con cola de sirena, todos peleando con y sin pokémon en una gran coreografía.

-¡te encontré!-un grito llamó la atención de ambos mirando a la rubia que estaba sobre el gran barco.

Un gran sharpedo salió del agua frente a ellos dispuesto a atacarlos pero rápidamente el gyarados arremetió contra él llevándolo bajo el agua para pelear contra el pokemon tiburón.

-debemos salir de aquí-Teles tomó la mano de Edward y rápidamente se alejaron del fuego cruzado llegando a la orilla de una roca cercana.

-debemos escapar, este lugar no es seguro-el tomó la mano pero cuando intentó irse esta se paró firme y lo detuvo.

-no voy a abandonar a mi familia-contestó de manera firme y seria, entre preocupada por su familia y un tanto enojada por la propuesta de su compañero.

-¿no ves la batalla que está ocurriendo?-el lugar era un completo caos con ataques por doquier, algunas olas y gente cayendo al mar por todos lados.

-¡eso no significa que los deba abandonar!-estaba aterrada ante la situación e igualmente estaba furiosa, no se echaría atrás dejándolos a ellos, eran su única familia y ya perdió a alguien importante, no volvería a pasar.

-...-estaba callado simplemente viéndola, sabía que lo que decía era verdad pero estaba asustado ante las consecuencias del intento de intervenir, no temía por él, temía por la seguridad de la persona que miraba-esta bien, tengo un plan-la atrajo hacia él y le contó todo lo que tenía planeado, se separaron y asintieron.

Ambos se zambulleron y se dirigieron a lugares diferentes, mientras Teles nadaba hacia su gente le dio unas indicaciones a gyarados quien aun seguía luchando con unos cuantos sharpedo, mientras que Edward se acercaba por atrás del barco y subía por una liana.

Ya estando sobre el gran barco se enfrentó a algunos de los piratas que estaban ahí mientras se abría paso a Mary, en su trayecto se encontró con Anne la cual tenía una mirada de ira fija en Edward.

-Anne-pronunció su nombre y esta rápidamente se lanzó hacia él con un sable-no es necesario que hagas esto, si la derrotamos serás libre-esquivaba como bien podía retrocediendo y agachándose constantemente.

-cállate, si soy tan tonta de seguir tu idea sería capaz de matarme-sus cortes eran rápidos pero poco precisos, lo que la cansaba rápidamente.

En un mal movimiento el pelinegro terminó tomándola por el antebrazo, giró sobre sí mismo y la proyectó por encima de él haciendo que golpeara fuertemente contra el suelo.

-lo siento-fue lo único que atino a decir mientras se posiciona sobre ella y le tomaba de las manos, la acción causó un pequeño rubor en la peli rosada-pero debo salvarlos, no merecen sufrir por mi culpa-la soltó y salió corriendo rápidamente mientras la pelirrosa aun mantenía el sonrojo tan evidente.

Se siguió abriendo paso hasta llegar con la que antiguamente era su jefa y su amiga a los pies de esta.

-suéltala-se intento acercar un poco pero la rubia amenazaba tirar a la morena por la borda con su pie-ella no tiene nada que ver, a mi me quieres-dejo de avanzar mientras miraba disimuladamente todo lo que había a su alrededor.

-oh no ya no te quiero ni necesito-hizo un poco mas de fuerza con su pie causando que Jennifer estuviera al borde-eres lo suficientemente tonto para traernos a las sirenas-se rio sonoramente mientras apuntaba a Edward con su dedo para que lo atraparan-ya no los necesito-dicho eso termino de empujar a Jennifer la cual cayo por la borda sin nada que frenara su caída.

-¡noo!-en un vago intento Edward se estiró un poco pero rápidamente dos hombres lo tomaron de los brazos.

-jajajaja, eres patético-la rubia se mofaba del pelinegro mientras lo veía.

Una gran sombra la cubrió a lo cual simplemente volteo levemente asustada.

Gyarados estaba detrás de ella con la pelirroja y Jennifer sobre la cabeza de este, la mayoría de personas de parte de las sirenas se retiraba para que no hubiera bajas pero algunos se mantenían para cortar paso a los piratas.

-¡Ahhh!-Edward se liberó de ambos hombres y tacleó a la rubia lanzando a ambos por la borda.

En el aire con un rápido movimiento la rubia terminó enterrando una daga en el abdomen del chico al cual rápidamente empezaba a salir sangre.

Otra vez la sensación de ahogo le llegó pero esta vez era distinto pues era consciente de todo lo que pasaba alrededor, pudo ver como la rubia intentaba alcanzar la superficie pero una cola le agarró las piernas y rápidamente la llevó al fondo del mar.

Algo igualmente lo tomó a el pero del abdomen causándole un gran dolor que le causó una mueca.

Gyarados quien lo había tomado ahora se encontraba posicionándolo sobre una roca de una manera delicada, Teles bajo de la cabeza del pokémon junto con Jennifer la cual ya se encontraba desatada.

-¡Edward!-la pelirroja como pudo se acercó y se agacho para posar la cabeza del pelinegro entre sus brazos.

El barco se alejaba pues ahora sin su líder prefirieron evitar sus propias muertes y decidieron una retirada, pero alguien soltó un bote que se acercaba donde estaban las dos chicas con el pelinegro.

-Edward-Jennifer soltó un pequeño suspiro con el nombre del hombre que ya hacía herido delante de ella.

-debemos poder hacer algo-la pelirroja la volteo a ver entre sollozos, sus ojos agua marina ahora eran totalmente azules y estaban llenos de lágrimas.

-yo…-

-yo puedo ayudarlas-Anne se acercó a ellas con una pequeña caja en sus manos que está sucia y desgastada.

-Anne ni siquiera intentes acercarte-Jennifer se levantó y se interpuso en el camino de la pelirrosa hacia el pelinegro.

Teles le tomó la mano haciendo que girara a verla, estaba deshecha y se podía ver en su mirada que está totalmente opacada por las lágrimas.

.por favor… ayúdalo-se giró hacia Anne la cual simplemente estaba impresionada, pues la actuación de su hermana menor era tan genuina y significativa que se sentía aún más inmersa en la situación.

Asintió y se acercó causando que Jennifer a regañadientes le diera paso libre para acercarse a Edward.

Le cosió la herida y vertió un poco de ron en su herida esperando que con eso fuera suficiente.

El padre de Teles se acercó a los cuatro, las humanas dieron un paso hacia atrás mientras Teles aun mantenía a Edward en brazos.

-por favor-se acercó estando a escasos centímetros de la cara del chico-despierta-era apenas audible la petición y en un movimiento tímido y dudoso… le dio un pequeño beso en los labios.

Fue apenas un roce pero para ambos fue una gran descarga eléctrica que recorrió la espalda de ambos, se distribuyo por todo su cuerpo y sentían aquel calor del cariño que se tenían y el amor que aun no sabían como admitir frente al otro, fue tal la reacción que por un momento Ash casi sale de personaje buscando de nuevo esa sensación, pero por suerte recapacito a tiempo y solamente se limitó a mover un poco la nariz para mostrar que seguía "vivo".

-¡aún respira!-exclamó Teles totalmente alegre abrazando a su amigo y atrayéndolo a ella de manera desesperada.

-ejem-Teles levanto la mirada encontrándose con su padre-suéltalo-dijo de manera seria mirando al muchacho que seguía dormido.

-pe…-

-suéltalo, él es un humano-le recrimino pero esta vez un poco más enojado que serio.

-¡pero yo lo amo!-lo grito a todo pulmón causando la impresión de todos los presentes, incluyéndose a ella misma pues de todas las veces que había actuado esa escena ahora se sentía totalmente verdadera y una gran carga en el corazón era liberada.

-esta bien-el hombre le dio la espalda y se alejó lentamente-si cambias de opinión alcánzanos, de lo contrario… no te acerques a nuestra gente con el-rápidamente nadando se fue con las demás personas de su pueblo incluyendo a su hermana que le miraba con tristeza y preocupación de no poder hacer nada.

Estaban ellos cuatro solos, las dos chicas se miraron entre ellas y asintieron.

Tomaron las cosas que habían llevado y se fueron en la balsa dando espacio a la sirena y al pirata.

Estuvo sentada ahí esperando que su amado despertara pero no parecía ser el caso, pensaba usar a su guardián para que los llevara a un mejor lugar pero este se había ido por órdenes de su padre, no le quedaba nada más que el amor por aquel hombre y se preguntaba si de verdad valía la pena dejar todo por el.

Escuchó como algo salía del agua y ahí estaba Milotic, el guardián de su madre que con su cola atrapó al pelinegro y rápidamente se lo llevó entre el agua causando que la pelirroja le siguiera.

Le dolía el abdomen y la cabeza, solo recordaba haber saltado por la borda de un gran barco con una persona pero nada más, se despertó en la hamaca donde estaba descansando antes de todo el desastre y solo se preguntaba cómo se supone que había llegado hasta ahí.

-hasta que despiertas-una voz femenina lo obligó a voltear y ahí estaba la pelirroja, tan hermosa como siempre, se acercó a ella y se sentó a su lado a la orilla de la pequeña isla.

-¿qué pasó?¿cómo llegamos aquí?-le pregunto volteando a ver a la pelirroja y esta solo miraba el mar tan extenso.

-bueno… yo me quedé sin familia y tu casi mueres-la afirmación lo puso un poco tenso y no sabia que decir ante las palabras de Teles.

-¿pero que paso con tu familia, están bien?-sin darse cuenta había tomado la mano de su amiga causando un pequeño sonrojo en ella.

-si, pero…-dudo por un momento, aunque sabía que debía decirle la verdad-mi padre, al ver que te ayudaba y no me alejaba de ti me dijo que eran ellos o tu-apretó un poco la mano que la conectaba con el chico-y supongo que ya sabes que escogí-le sonrió pero en sus ojos brotaban unas pequeñas lágrimas.

-¿por qué lo hiciste?-las palabras la confundieron y vio en la cara de él un poco de angustia y terror-arriesgamos la vida para que pudieras saber que estaban bien y así te pagan-estaba mal pues pensaba que por su culpa ella se había quedado sin la familia que ella quería.

-Edward-sintió como las manos de ella apretaba levemente las suyas causando sonrojo en el-se que estan bien, y tambien que mi decisión ya la tome, si ellos me aceptan será contigo-también estaba un poco ruborizada pero con una sonrisa.

-¿estás segura de haber hecho la elección correcta?-seguía con dudas, gran parte de lo que pasó es su culpa y esta le carcomía por dentro.

-si, al inicio estaba dudosa, pero…-ambos voltearon a ver como del agua salía milotic y les miraba un tanto de lejos-ella me ayudó a saber donde quería estar-volvieron sus miradas el uno al otro y ambos podían ver el brillo de la mirada en cada uno.

-te… -tomándola por sorpresa el pelinegro agarró el cuello de su amiga y en un movimiento frenético y lleno de necesidad junto sus labios con los de ella.

Un choque eléctrico y un calor les envolvía más y más según pasaban los segundos estando conectados por sus labios, eran inexpertos pero rápidamente pasó de algo tímido y pequeño a algo repleto de necesidad y gusto por el otro como si desde hace mucho estuvieran esperando por aquel momento.

Los aplausos los sacó de su limbo, el telón estaba cerrando y la gente se organizaba junto con algunos pokémon para hacer la venia final, Daisy se llevó a Misty y Brock a Ash.

Cuando abrió el telón los aplausos se intensificaron y en el escenario había unas treinta personas que ayudaron en la obra y algunos pokemon, de los que destacaban alakazam, gardevoir y slowking en el medio flotando.

Terminó de salir la gente mientras ellos organizaban mientras que Ash y Misty se evitaban un poco y tenían pegados a la rubia y el moreno a sus espaldas molestándolos con la escena final que ni siquiera está incluida en la obra.

Tan rápido como terminaron se fueron a cenar y a descansar, fue un día pesado pero muy bueno para todos, especialmente para los dos despistados.


Y hasta aquí llega el capitulo, fue mas complicado de lo que esperaba y me tomó casi tres meses en tenerlo totalmente listo, me di el trabajo de hacer tres borradores para la historia y este es el que mas me gusto y espero que a ustedes también; debo admitir que fue complicado porque yo nunca he visto una obra de teatro y las veces que lo intente me quede dormido así que me puse a improvisar jeje.

Pues lo primero es que intentaré actualizar esto más seguido, 2021 fue caótico para mi entre muchas cosas personales haciendo que solo pudiera escribir en cortos periodos de tiempo. Pero yo creo que ya tengo un poco más controlada mi vida permitiéndome escribir más seguido.

Ahora este fic tendrá una especie de horario con fechas para publicar, no lo haré semanalmente porque pues ya ven que todo esto me tomo mucho tiempo, y ahora que lo miro bien soy incapaz de recordar que fue lo que hice la primera vez con la obra porque no creo que me haya tomado la misma cantidad de tiempo que ahora.

Tengo pensado crear otra historia, si casi no puedo con esta pero pues me entro la gana luego de releer un fanfic que a mi parecer es muy bueno y pues me inspire un poco. No será de pokemon, tiene que ver con otra serie y pues me da un poco de ilusión.

Con el tema del horario, esta historia será actualizada los días 20, pero eso no significa que lo haga mensual ya que en un capítulo me puedo llevar de dos a tres meses de escritura y revisión. Pero el 20 de cualquier mes se actualizará.

El prólogo de la historia nueva y el nuevo capítulo de este fic en un mes, más precisamente el 20 de febrero, así que espero que los lean.

Eso sería todo por mi parte, adiós.