Pocos días después, James recibió una muy deseada carta de color rojo carmesí. La letra inconfundible de su querida pelirroja le dio un vuelco el corazón y se sintió el hombre más feliz del mundo. Fue corriendo a su dormitorio, cerró la puerta, la aseguró con un hechizo y entonces abrió la carta...
Sr. Potter,
la verdad es que nunca he enviado una howler... me parece perfecto hacerlo ahora, ya que si no me equivoco la carta se hace mil pedazos tras leerse una sola vez, así no habrá constancia de lo que diré (que no sé qué será).
Creo que lo de que estoy encantada de no verte ha quedado claro en la otra carta... ¡aunque es que me sigo alegrando!
{James ha quedado en estado de shock. Ese tono tan alegre, modo superlativo, le ha dejado sin defensas posibles, solo se recupera para no perderse el resto de la carta, porque ésta no ha dejado de hablar}
Pero que tu familia sea taan falsa, o tú lo creas, es horrible, ¿son así de superficiales siempre o solo en Navidades? porque eso explicaría muchas cosas de ti (víctima de la perfección o algo así como luchar por sobrevivir, así estás que no sigues ninguna norma)
Podrías pasar las Navidades en Hogwarts si tanto te desagradan... aunque es muy triste no aguantar a tu familia, ni siquiera a tus padres... ¿tan pesados son? espero que no. Otra opción es ser tu mismo, con tus defectos y virtudes, que para algo es Navidad, y si no aguantas la perfección que te rodea... ¡pues no seas perfecto, que se aguanten ellos! Puede que si me calmo un poco no opine así, pero mi hermana acaba de gritarle a mis primos que dejen de cantar Noche de paz ...¡porque desafinan! estoy harta de que se dé aires porque es la mayor... ahora vuelvo.
La carta terminó ahí. Un poco de sopetón... sin siquiera despedirse, nada propio de Lily. James pasó de sentirse en el paraíso a caer en un agujero de confusión, desesperación y algo parecido a un sentimiento de abandono (dramático) Repasó mentalmente la carta: el tono alegre del principio, simpatía por él, bromeó sobre su familia, ¿no?. Luego empezó a ser la Lily mosqueada que conocía, hablando deprisa sobre temas que considera importante, pero no sobre él, toda una novedad, sino a sus primos. . . y termina la carta. Seguía sin entender nada, ¿por qué se tenía que romper en mil pedazos la dichosa carta? ¿y si había algo que no había escuchado bien? tiene que ser eso ¿no? ¿qué otra cosa hay?... empezó a lanzar hipótesis sin más hasta encontrar una que le gustase: ¿Se olvidó de terminarla y luego la envió sin más?, ¿alguién la envió por ella? tenía primos bromistas, ¿no?, puede que la enviasen ellos... pero son muggles ¿saben hacerlo? no es complicado, pero puede que sean cortos para esas cosas... ¿o tal vez...?
Una lechuza en la ventana interrumpió sus pensamientos. James se levantó de la cama y abrió la ventana para ver cómo ésta le entregaba una carta antes de irse con aparente prisa.
Era otro sobre rojo con la elegante y cuidada caligrafía de Lily, dirigida a él... sin saber qué pensar, sin querer imaginarse lo que no era, como que Lily fuese a desvelarle algo importante, o que de repente le guste escribirle, o le vaya a hacer alguna confesión familiar, o vaya a retractarse de sus palabras... espera, no desvaríes James, abre la carta.
Hola James,
¿qué tal te van las vacaciones? (Ya sé que mal, es por cortesía) A mí me van muy bien.
...
Ha sucedido algo muy extraño: te estaba escribiendo una howler, me levanté un momento y al volver no estaba... así que se me hace raro escribirte otra, ya no sé qué te dije en la primera carta y qué iba en la howler... mmm... Para mí que había empezado bien... Como solo te tenía que escribir por tu obsesión conmigo, porque te apetece oir mi voz, hablaré de cualquier cosa y ya está (eso espero, que lío).
{James no se lo puede creer. Está encantado con recibir dos howler de Lily, sobre todo porque su tono dudoso es superadorable. Nunca antes había escuchado a Lily dudando y le gusta mucho ese tono alegre que pone al intentar resolver un problema, más aún que el tono desenfadado de la primera carta, que ya es decir}
1. A ver . . . si tanto te aburres en tu casa y no sientes afecto por tu familia, vete con Sirius Black, que va de visita. Seguro que cabes en su cuarto y os apañáis en liarla de una forma u otra, normalmente eso te divierte... me suena haber dicho algo así antes. Si es así, perdona por repetirme. Lo importante es disfrutar de las Navidades, busca una forma, da igual donde estés, de tener las cosas que te gustan de estas fechas. Por ejemplo, los dulces, sé que eres algo goloso aunque no se cuánto, los regalos, batallas de nieve y cosas así. Busca lo que te guste y rodéate de ello. Así la perfección no dominará estas fechas.
2. Por otro lado, ya que estamos cerca de año nuevo te haré un resumen del año: no me hables, no me silves, no ligues conmigo ni me llames preciosa... No me mires cuando crees que no te veo porque sí se nota y es inquietante. Recuerdo un día que me estuviste mirando... ¡más de media hora! ... ¡Y era en clase! ¿te enteraste de algo o tuviste que acudir a Remus?
3. Para acabar, te recomiendo que: te centres, estudies más, atiendas más en clase, dejes de hacer explotar cosas y tirar a la gente por la pendiente dirección el Bosque Prohibido, que dejes de atormentar a Snape y a los que son más débiles que tú, lo ideal sería hacer lo contrario: ayudarles. Y si te puedes fijar en otra chica nos harías un favor a los dos.
Creo que ya he pedido todo lo que quería, (casi parece una carta a Papá Noel) y me estoy quedando sin papel y sin tiempo.
Adiós Potter, esto es todo. Felices Fiestas y próspero año nuevo. Esta nota se autodestruirá en 5 segundos, 4, 3... es un chiste muggle.
Feliz Navidad.
Lily Evans.
Sí, estaba en el paraíso. Aunque la carta se hubiese autodestruido, aunque su primo apareciese de repente y le dijese que se quedaba a pasar las vacaciones y que dormiría en su cuarto, le daba igual: era feliz. Se tumbó boca arriba en su cama con los brazos cruzados sobre su cabeza y pensó en las dos cartas que acababa de recibir. Lily se había portado muy bien con él... quisiese o no le había escrito 2 howler, y en ninguna le había insultado, bueno, no mucho.
