15. Madre & hija.


Sakura arroja una rama de madera al fuego crepitante. A su lado, Rin intenta calentar unos pescados que lograron atrapar en el río.

Sakura coloca una mano en su pierna derecha cuando esta comienza a producir espasmos musculares, aplica Shōsen Jutsu. El verde jade que emana de su mano capta la atención de Rin, quien deja los pescados acomodados encima del fuego y observa con ojo clínico las contracciones.

– Es normal – asegura, dando vuelta el pescado –, gracias a tu control de chakra, excediste los límites físicos de tu cuerpo. Ahora que lo aprendiste, debes recordar la segunda lección: Solo debes usarlo cuando no tengas más opción. Tu cuerpo ahora resistirá, y poco a poco se acostumbrará a la canalización de chakra a distintas miembros, órganos y extremidades. Así como Tsunade utiliza esta técnica para romper innumerables cosas, también te puede ayudar para correr más rápido, saltar más alto, tirar shirukens de manera más fuerte, en fin, los límites los pones tú.

– ¡Sugoi! – Alaba Sakura, con una sonrisa – Arigato, Rin-san. Kakashi-san jamás me había enseñado sobre control el chakra de la forma en que me enseñas tú.

– ¡Já!, el control de Kakashi es pésimo – Ladra Rin, con una sonrisa burlona – Cuando éramos niños, siempre se caía de los árboles, solo logró dominarlo cuando yo le enseñé como.

Rin-san tiene una sonrisa innegable en el rostro, confianzuda. Sakura la mira curiosa.

– ¿Estudio junto a kakashi-san, Rin-san?

La sonrisa se disuelve.

– Lamentablemente, sí.

La alegría se esfumó.

Sakura se sorprende. Rin no elabora más allá de esa idea, y parece mal educado preguntar qué fue lo que pasó. Es difícil saber, de todas formas: Kakashi suele ser muy reservado con su información personal y forzar la conversación sería tan poco natural y juicioso con su mentora, no es un buen momento con ninguno de los dos involucrados en esta narrativa.

Decide cambiar el tema.

– Bueno, parece que su sensei era muy bueno, ambos son brillantes en lo que hacen.

Ahora, aparece la sonrisa nostálgica.

– Si, Yamato-Sensei era el mejor. Gracias a él logramos muchas cosas. Una vez, cuando éramos muy pequeños, nos dijo que teníamos que pasar la prueba del cascabel, así que nos obligó a trabajar en equipo, como en ese momento recién habíamos salidos de la academia, no se nos daba tan bien esa clase de trabajo, colaborar con un kakashi de 12 años es tan insufrible como uno de treinta y uno años y-

Sakura no sabe si Rin-san se da cuenta como su cara cambia cuando cuenta esas historias. Por un momento, esa sombra que siempre se observa en su mirada se difuma, y de hecho, parece más joven.

A pesar de lucir interesada en aquella historia, su mente no deja de cuestionar ¿Qué es lo que sucedió a ese grupo?

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Tsunade está en su escritorio firmando documentos cuando un ANBU se materializa en su ventana. Su información debe ser muy importante si ha decidido avisar a ella antes de pasar al hospital y tratar esa gigante herida en su brazo derecho del cual gotea sangre hasta la alfombra, tiñéndola de carmín.

– Habla – Ordena, levantándose de silla.

Saca el botiquín de emergencia que tiene en su oficina.

– Murieron todos los demás – Responde –. Hemos encontrado a Orochimaru en la frontera entre Suna y Konoha, utilizó a una kunoichi que resucitaba cada vez que la matábamos.

La gasa que sostiene en sus manos cae al suelo.

– ¿Quién era la kunoichi?

– No sabemos – Niega el ninja con la cabeza –, pero llevaba el cintillo de Sunagakure. No nos dijo su nombre.

– ¿Podía hablar?

– Si, pero no a voluntad. Orochimaru la controlaba.

La mano de Tsunade se ilumina verde claro. Pero tiembla.

– ¿Qué hicieron?

– Nos confiamos, la Kunoichi no representaba una amenaza, sus ataques era demasiados básicos, estaba sola contra un equipo de 4. Ni Orochimaru ni Kabuto ingresaron a la pelea. La matamos veinticinco veces, y en todas resucitó, y cada vez que resucitaba, sus habilidades…aumentaban.

La herida deja de sangrar. Tsunade envuelve el brazo del ANBU con un vendaje. Es primera vez que un ANBU ve a la Hokage… dudosa.

– Pensamos que… Orochimaru ha usado una técnica prohibida…

– Edo Tensei

El ANBU asiente.

La hokage corta un extremo de la cinta y lo apoya fuertemente contra el brazo del ninja, terminando.

– Ve inmediatamente al hospital, necesitas mayor intervención, que realicen un chequeo completo. Yo me encargaré del resto.

– Jai, Hokage-sama.

El Anbu aún no salta de la ventana cuando Tsunade grita el nombre de Shizune.

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Llevan bajando más de media hora por un túnel iluminado por las antorchas que Sasuke encendió con su Katon. Una persona con claustrofobia ya hubiese entrado en crisis de pánico.

– ¿En qué tiempo Orochimaru cavó tan profundo? – Pregunta Naruto, caminando detrás de Kakashi –, Esto debe haber tomado aaaaaaños por hacer.

– Las serpientes como él gustan de oscuridad, este debe ser el escondiste perfecto para él – Responde Temari – Eso, o es muy buen en gengutsu y hace tiempo hemos caminando cayendo en una trampa.

– Imposible – Responde Sasuke –. No es Genjutsu.

Temari pone los ojos en blanco.

– Por supuesto que tú te darías cuenta…

Todos notan la ironía en su tono de voz.

– ¿Cuál es tu problema con Sasuke? – Responde Naruto, con el ceño fruncido.

– No tengo ningún problema con él, en particular – Responde, caminando como si nada –, son los traidores con los que tengo problemas. Los traidores a la patria. Los traidores a su nación. Los considero escoria. – su ánimo no decae, de hecho, ahora observa atentamente a Sasuke – Si tu hubiese hecho a Suna lo que hiciste a Konoha, no estarías vivo, pero claro, como eres un Uchiha, te perdonan todo, tu papito mueve un par de sus influencias y estas fuera de peligro.

– Lo dice la hermana del Kazekage – Responde Sasuke, con voz fría –. Cuyo puesto fue inventado para controlar a los ninjas más calificados que ella misma en esta misión.

El ceño de Temari se frunce.

– No me compares contigo, yo jamás podría ser una paría del pueblo que me ha dado todo.

– Temari… – Advierte Kakashi.

– ¿Qué, te molesta que diga la verdad? – El ceño de Temari es notoriamente visible – ¿Cómo puedes seguir siendo amigo de él? Por culpa de esta escoria tu amiga está muerta.

Kakashi detiene a Naruto antes que toque un pelo de Temari.

– Sasuke no fue el culpable de la muerte de Ran, fui yo – Responde. Naruto deja de forcejar, mirando sorprendido a Kakashi – y si terminaron su discusión, ya hemos llegado.

A pesar del ambiente notoriamente tenso, todos miran hacia la dirección de kakashi. Efectivamente, han llegado al final del túnel donde los recibe una puerta de metal. Sasuke toma la manilla pero esta se pulveriza de lo oxidada que está, así que decide empujarla con su cuerpo. La puerta cede al tercer intento.

Pese a tener antorchas, no pueden iluminar el lugar completo. Kakashi tantea la pared hasta dar con un interruptor. Al apretar, comienzan a parpadear las luces fluorescentes del techo.

La antorcha de Temari toca el suelo. Su boca se abre en una gran O.

– ¿Qué…qué es este lugar?

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Los ojos escarlatas de Itachi escanean el lugar completo.

Shisui a su lado lleva un par de minutos sacando documentos de cajas de. Kankuro revisa el lugar quitando el polvo que inunda papeles, mesas, escritorios y hasta el mismo.

El olor es muy fuerte. Es algo químico, pero, además, putrefacción. Kankuro se ha colocado una prenda alrededor de su cuello que tapa boca y nariz, a modo de mascarilla. Itachi intenta seguir el olor.

Sus ojos lo guían a una puerta.

Shisui se coloca detrás de él, en posición de ataque.

Al abrir la puerta, Shisui salta inmediatamente para atrás, con ánimo de vomitar.

Itachi cierra fuertemente la puerta.

– Veinte cuerpos en total – Informa a Kankuro, de fondo Shisui está realizando arcadas en un basurero –. Reconozco seis ninjas de Konoha, y ocho de Suna. El resto solo son partes.

– ¿Partes? – Responde Kankuro – ¿A qué te refieres con partes?

– Descuartizados

Kankuro abre los ojos a mas no poder.

– ¿Estás seguro?

– ¿Quieres comprobar?

Shisui levanta la cabeza del basurero.

– ¡No abras la puerta!

Kankuro la abre.

Y después vomita.

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Temari analiza los papeles dispuestos encima de un escritorio viejo con Kakashi. Naruto toma unos tubos de ensayo, los lleva a su nariz y los devuelve a su lugar. Sasuke observa un disco Petri a través de un microscopio.

– Vaya que tenía tiempo libre… – Silva Temari, tomando otra hoja – Hasta donde entiendo, ha probado innumerables jutsus sin ningún éxito.

– Ha utilizado técnicas para el control masivo – Responde Kakashi –, Ha intentado replicar técnicas y crear las suyas propias. Orochimaru está obsesionado con el ciclo de la vida, y con la muerte y resurrección.

– No entiendo nada – Responde Naruto, sentándose en una silla de laboratorio – No hay personas, los papeles van a negro. Hubiese sido más fácil destruir este lugar…

– Huyó, por ende, no tuvo el tiempo para destruir todo, debe haber algo…

– Este papel de aquí dice que intento realizar una técnica llamada "Edo Tensei" y… – Lee Temari en voz alta – tal parece lo intentó… veinte veces

– ¿Qué? – Kakashi arrebata el papel que sostiente Temari. Naruto y Sasuke levantan sus cabezas – No puede ser verdad…

La rubia frunce el ceño y pregunta:

– ¿Qué hace Edo tensei?

Kakashi suspira.

– Es una técnica prohibida, creada por Tobirama Senju – Responde el ninja copia, observando atentamente el papel – Es un kinjutsu que permite revivir a los muertos.

Todos se congelan.

– Este documento dice que el sujeto veintiuno fue exitoso – Dice Temari

– ¿Quiere decir que mato a otras veinte personas para probar esta técnica? – Pregunta Naruto.

Kakashi asiente.

– ¿Y quién fue la persona número veintiuno? – Pregunta Sasuke.

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Cuando es la hora del crepúsculo, Rin permite a Sakura descansar. Han usado gran cantidad de chakra para lograr un buen tiempo, y ya casi logran llegar a la frontera de Konoha. Cerca de ellas hay un lugar propicio para descansar. Mientras Sakura reúne implementos para una fogata, Rin cree que es un buen momento para realizar preguntas.

– Sakura, ¿Qué tanto sabes sobre nacimientos?

A la chica se le resbala de las manos las ramas que alcanzó a recolectar

– ¿He? – La aludida se da media vuelta, observando a Rin con sorpresa –. Solo he asistido algunos y Tsunade-Sama me ha permitido tomar los signos vitales de algunos recién nacidos, pero nunca he realizado el procedimiento.

Rin asiente – ¿y no te gustaría practicar?

La sonrisa de Sakura es la respuesta más obvia.

– Me gustaría saber lo que más me pueda enseñar, Rin-san – Asiente, sin embargo, su sonrisa va bajando en felicidad – pero… Tsunade-sama me ha enseñado el jutsu médico utilizado en combate. Lamento informar que sobre nacimientos solo se lo teórico.

– ¡Entonces vamos aprender la practica!

Sakura abre la boca cuando observa como Rin comienza a quitarse la ropa.

– ¡Rin-Rin-San! – Exclama ella, alarmada – ¡Que-que es lo que está haciendo!

Sakura se da media vuelta muy avergonzada mientras escucha como Rin se despoja de su indumentaria ninja, desabrochándose los pantalones.

– Ahora, Sakura, vas a realizar una ecografía con tu Shōsen Jutsu y me vas a decir cuantas semanas de embarazo tengo.

Las palabras se alejan de su boca.

Abre los ojos como platos.

Lleva sus manos a su boca mientras gira para ver a Rin exhibiendo un estomago levemente abultado.

– ¡Felicidades, Rin-San! – Exclama Sakura, caminando hacia ella – ¡No tenía idea!, por un momento me asustó.

Rin sonríe.

– Dame tu mano – Sakura hace lo requerido, y Rin coloca la palma en el centro de su estómago – Activa tu red de chakra hasta que puedas sentir.

Sakura cierra los ojos y se concentra en los requerido. Ambas palmas se centran en el estómago de su tutora mientras canaliza chakra hacia sus manos.

– Esta es una técnica que permite envolver a los recién nacidos en chakra para sentirlos sin generar ningún daño, en realidad es una proyección del Shōsen Jutsu donde controlas tu Chakras extracoporalmente. Siente el niño y lentamente envuélvelo en un manto de chakra…esta conexión te va a decir todos los antecedentes de él o ella. Concéntrate.

Sakura sonríe cuando siente el fuerte latir del… ¿niño?

– ¿Cuatro meses?

Rin asiente.

– Con Obito no queremos saber aún el sexo, así que, si sabes, por favor, no me digas.

Ahora Sakura es quien asiente.

– Se siente… sano – Explica, moviendo lentamente su mano por el estómago de Rin –. Su corazón late un poco más rápido que el nuestro, pero eso es normal en los bebes. Su desarrollo va acorde a lo esperado a su edad gestacional.

– Cuando el feto permanece en esta red, no puede escapar, por eso, es necesario que tu desactives tu red de chakra para que pueda volver a mi red de chakra natural – Rin lleva su camiseta un poco más arriba para que Sakura tenga mayor alcance – Hay veces en que esta red la dejan activada, y el feto va perdiendo la conexión energética con su madre, provocando abortos. Se debe usar con precaución, así que lentamente, devuelve esta red de chakra a tus manos, tal como empezaste.

– Que momento más mágico – Sonríe Sakura – . No sabía que uno podía utilizar la palma mística para realizar este tipo de ecografía. Es realmente maravilloso ver el…. Milagro de la vida.

El semblante de Rin se suaviza.

– Esta pequeña persona se ha convertido en mi razón para luchar – Rin acaricia tiernamente su estomago, mirándolo con dulzura – Lo cuidare con mi propia vida, me ha entregado la esperanza que yo había perdido hace mucho tiempo…

Sakura, sentada al lado de Rin, descactiva la red y se acuclilla a su lado, sonriendo tambien con ternura. Ser madre es difícil. Ser madre ninja aún más. Aceptar misiones están embarazada debe ser todo un desafío para el cuerpo humano…

Y así y todo, Rin se lanzó con todo en plena tormenta de arena con un embarazado de 4 meses.

Sin miedo a nada.

– Sakura – Llama Rin, sacándola de su trance – necesito que me ayudes a tener este hijo con vida. Quiero que tú me asistas en mi parto.

Los ojos de Sakura no pueden abrirse más grande de lo que están.

– Rin-San, – Susurra ella, acomplejada – S-será un honor… ¿pero está segura?, yo no tengo ningún entrenamiento específico en obstetricia, me manejo en otras áreas. ¿está segura que no desea que el hospital la ayude…?

– No – Responde –. Necesito que seas tú.

La pelirosa suspira. ¿Qué será que todas las ninjas médico que conoce son tan obstinadas? Primero tsunade-sama, ahora Rin-san…

– ¿Puedo consultar la razón? – Ella mueve nerviosamente los dedos de sus manos, baja la mirada para verlos – No es que agradezca la oportunidad, Rin-san, pero sé que hay profesional médico mucho más especializado que una novata de solo siete meses de formación…

Rin suspira. Sabe que Sakura es inteligente, sin embargo, tenía la leve esperanza de no tener que explicar mas allá sus por qué de sus decisiones.

– No quiero que nazca en Konoha. No quiero que sea un ninja de la hoja – Rin lleva la cabeza hacia atrás, notoriamente cansada – No hablaré mal de mi aldea, es como si tu hablases mal de la tuya, pero ambas sabemos que los estados no son perfectos y muchas veces cometen errores.

"El problema de Konoha no es que cometa los errores, el problema de mi aldea está en que no hace nada para remediarlos… y no quiero que mi futuro hijo o hija esté ligado a ese sistema. Obito tampoco quiere ser parte de ese sistema, por eso es que vivimos afuera, en el bosque… queremos tener nuestro bebe en nuestro hogar, donde pertenece"

– No…no quiere…

– ¿Sakura?

– ¿Usted no quiere que su hija nazca en el hospital? ¿está usted loca?

Rin se sorprende.

– Sakura…. ¿me acabas de decir el sexo de mi hijo?

Ella empalidece y se tapa la boca con ambas manos, negando energéticamente con la cabeza.

Rin parece molesta, pero lentamente comienza a reir de buena gana.

– Sabía que iba a ser mujer, lo presentía… Obito apostó por un niño.

– ¡Apostaron por el sexo del bebe!

– Él deberá lavar los platos por lo que queda del embarazo, ¡Bien!

Sakura no sabe que decir.

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Cuando ambos equipos se reencuentras, el atardecer ya está perdiendo su color anaranjado. Es tarde, ambos parecen cansados, algunos incluso, se ven físicamente descompuestos – Kankuro y Shisui se ven extremadamente pálidos y agotados -, sin embargo, hay una tensión y un sentido de urgencia en el ambiente que todos pueden notar.

Temari es la primera en hablar.

– Hemos encontrado documentos que acreditan el uso de la técnica Edo Tensei que Orochimaru utilizó en veintiún personas.

– Hemos encontrado veinte cuerpos – Asiente Itachi

(atrás Kankuro y Shisui hacen arcadas)

Las cejas de Temari se alzan.

– Si Orochimaru efectivamente logró dominar esta ténica…

La chica deja la frase inconclusa, porque ante la sorpresa de todos, el Kazekage llega con un equipo de ninjas elite de la arena.

Gaara no pierde el tiempo en saludos, va directo al grano.

– Hemos recibido noticias de Hokage-Sama – Anuncia, mirando a todo el equipo –. Un grupo de ANBUS reportó un avistamiento de Orochimaru con su ayudante, Kabuto, en la frontera entre Konoha y Suna. Vamos.

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Sakura y Rin han reanudado viaje. La técnica que Rin ha enseñado ya se siente más natural en sus piernas, ahora no duelen, a veces provoca espasmos, pero reconoce el ritmo adecuado y el momento más conveniente para avanzar a mayor velocidad.

Sin embargo, Sakura detiene su andar cuando Rin frena de golpe.

Un segundo.

Dos segundos.

Tres segundos.

Se escucha el crujir de la madera, en la rama de los árboles, los grillos y cigarras cantar. Sakura coloca todos sus sentidos en alerta. Rin mira hacia los lados.

No sabe cómo describir, pero si siente que hay algo…extraño, en el ambiente.

– ¡Que hermosas kunoichis! – Grita alguien desde los árboles - ¡Y dos ninjas médicos, nada más, que maravilla!

Ambas miran hacia los arbustos. Rin saca un kunai y Sakura copia el movimiento.

– Es el momento perfecto para que ellas prueben nuestro nuevo proyecto, Orochimaru-sama.

Rin gruñe

– Kabuto… – Escupe Rin – Kabuto y Orochimaru.

Sakura queda congelada. ¿Orochimaru…como… el legendario sanin Orochimaru?

– Tanto tiempo, queridísima Rin – Kabuto comienza aparecer de entre los árboles, observando como la chica se coloca en posición de ataque – ¿Cómo esta tu hermana?

– ¡Calla, maldito! – Ladra ella, empuñando sus manos – ¿Qué crees que haces aquí?

– Necesito probar un experimento – Responde él, sonriendo irónicamente –, y nada mejor que presentarlo frente a dos jóvenes promesas: la joven Rin-san, la lozana promesa del ninjutsu médico y Haruno Sakura, quien actualmente trabaja con la promesa de revertir el daño óptico de los dojutsus de los clanes legendarios de Konoha. ¿Cómo va tu tesis, Sakura-chan?

Sakura intenta evitar la sorpresa en su rostro, pero no deja de sorprenderse con la información que acaba de dar el personaje que aparece frente a ella.

– ¿Te comió la lengua algún gato, Sakura-chan? – Kabuto acomoda sus lentes en el puente de su nariz –, creíamos que eras un poco más inteligente, después de todo eres la aprendiz de Tsunade-Sama… parece que no eres tan adecuada como candidata–

– Ya basta, Kabuto – Rin sujeta tan fuerte los kunai de sus manos que sus manos parecieran temblar – ¿Qué es lo que quieres?

– Ya te dije, vamos a probar un experimento con ustedes – Kabuto señala una figura que se acerca cada vez más, proveniente de las sombras –. Esperemos que ustedes duren un poco más que el escuadrón de ANBUS que vinieron el otro día a visitar.

Sakura se alarma.

¿ANBUS? ¿fueron capaz de eliminar la rama de ninjas más fuerte de la hoja? Ella frunce el ceño, tomando más fuerte sus abanicos desde la empuñadura ¿Qué clase de experimento es el que hizo?

Los pensamientos de Rin apuntan directamente a su estómago. No quiere mirar, si Kabuto la pilla sería una desventaja enorme saber que en su vientre posee un tierno bebe de apenas 4 meses, pero no deja de preocuparse. Hace mucho tiempo no realiza batalla de combate, y frente al secuaz de Orochimaru, nada más ni nada menos.

– ¡Con ustedes! – Brama Kabuto, haciéndose a un lado – ¡Les presento el experimento número veintiuno!

¿número veintiuno, que es lo que quiere decir…?

Los pensamientos de Rin paran cuando escucha los abanicos de Sakura chocar contra el suelo, mira a su compañera de combate y se sorprende de verla caer al piso al ver al… proyecto.

Es una kunoichi.

Tiene el cabello rubio opaco, seguramente por la suciedad. Sus vestimentas están desvalidas, su piel tiene ese color opaco, casi blanquecino, sus ojos no son ojos… son…distintos. No… no pareciera humana, parece más una especie de… muñeca de trapo.

La kunoichi trae unos abanicos muy parecidos a los que Sakura tiene en sus manos, sin embargo, ella los arrastra por el suelo realizando un sonido de metálico contra la tierra que la desconcierta. Sus pasos son lentos, pero fuertes… a veces torpes…

Rin nunca ha visto algo así antes.

- Má….– Escucha que Sakura murmulla, temblando en el piso – Ma….ma….ma…

– Sakura, párate – Sisea Rin, apuntando el Kunai a la Kunoichi – No es el tiempo de tirarse al suelo.

– Ma….ma….ma…

Sakura parece no escuchar, parece estar en un trance. ¿Genjutsu?, no, no podría ser, ella también habría caído en él…

Cuando la kunoichi está a una distancia de cinco metros, deja de caminar. No habla. No dice nada. Ni siquiera mira a Rin, solo está observando a Sakura.

– ¿Mamá? – Murmura Sakura, titubeante – ¿Eres tú?

A Rin se le cae la mandíbula.

– ¿Sakura? – Responde la voz de la kunoichi – ¿Hija, eres tú?

Rin no sabe que decir. Por primera vez en mucho tiempo, las palabras se han ido de su boca. El tiempo se detiene. Los sonidos se apagan. El corazón de Rin late con fuerza contra su pecho.

Comprende por qué ahora Sakura está así.

– ¡Pero que coincidencia más maravillosa! – Grita Kabuto, aplaudiendo y riendo de buena gana – ¡madre contra hija se baten a muerte! Sakura, te presento nuestro mejorado proyecto veintiuno: Tu madre – Kabuto ríe de buena gana una vez más, se ríe tanto que se debe secar las lágrimas de su rostro. Cuando acomoda nuevamente sus anteojos, su tono de voz cambia completamente – Veintiuno, ataca.

– Hija – Dice la kunoichi –, lo siento.

Ante la mirada atenta de Rin y Sakura, la kunoichi levanta sus abanicos y va contra Sakura a toda velocidad.


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