JUPITER SACRIFICE
Nota: Este one shot está participando en el ANGSTRUARY organizado por ES DE FANFICS. El día de hoy la temática es "I dit it for you", así que pasen a leer que hizo Makoto y por quien.
Cuando los ojos de la senshi de la naturaleza se abrieron, se percató de que estaba por anochecer, pues ya no era tanta la luz que entraba por la ventana desde la que se alcanzaba a ver a lo lejos lo imponente del palacio de Ciudad Esmeralda; así que intentó salir de la cama, pero los brazos de su amante la aprisionaron con fuerza; y aunque su cuerpo clamaba por seguir acurrucada junto al hombre que amaba, intentó soltarse en vano de su lado, pero al ver que utilizando la fuerza no obtenía resultados, decidió pedirlo de manera explícita.
—Andrew, suéltame por favor. Tengo que llegar al castillo antes de que anochezca.
—No te vayas— Susurró la voz ronca de su amado, y aunque sentir los labios de él deslizándose desde el lóbulo de su oreja hasta su mandíbula provocó que la electricidad recorriera su cuerpo; el miedo que tenía de que su marido los descubriera era mayor que la excitación.
—¡Basta, Andrew!— Exigió Makoto— Tu hija vuelve en media hora de sus clases de repostería.
Andrew sabía que en realidad lo que más le preocupaba a Makoto no era que la hija de él los descubriera, sino que el General Neflyte Sanjoi, gobernador de Ciudad Es esmeralda ubicada al Norte de Tokio de Cristal y marido de ella, se diera cuenta del amorío que tenían, así que sintiéndose frustrado, se apartó de su lado.
—¿Estás segura que lo que te preocupa es Sakura?— preguntó Andrew molesto.
—Creo que sería incómodo que sepa que me acuesto con su padre— Respondió Makoto al tiempo que se ponía de pie para vestirse con el vestido blanco de cuello top halter y voluminosa falda que yacía en el piso.
—Sakura lo sospecha
Makoto se sorprendió al escuchar las palabras de Andrew, y giró sobre su eje para encontrarse con él, que de nuevo estaba vestido con una camisa azul cielo que resaltaba el color de sus ojos y un pantalón negro.
—¿Cómo?— Cuestionó Makoto— ¿Le dijiste algo?— Preguntó alarmada.
—No es tonta, cariño— Le respondió Andrew— Has estado presente en nuestras vidas casi a diario desde que tenía pocas semanas de nacida. ¿No crees que es demasiado obvio?
Makoto miró el reloj digital que estaba sobre la pared. Debía darse prisa para volver al castillo antes de que saliera la primera estrella en el firmamento.¡Cómo odiaba las noches! Sobre todo cuando había muchas estrellas en el firmamento.
—Vendré mañana.
Makoto abrió la puerta para salir de la recámara, pero antes de que llegara a la salida de la casa de Andrew, él la tomó con fuerza del antebrazo y la recargó contra la pared.
—¡Estoy harto de vivir así!— Exclamó Andrew cerca de sus labios— ¡Vámonos! ¡Huyamos de aquí! Tú, Sakura y yo.
—No digas estupideces, Andrew— Contestó ella, aunque con toda su alma deseaba decirle que sí— Neflyte puede hablar con la estrellas y…
—Y yo ya te dije que podemos mantenerlo bloqueado como hasta ahora.
Andrew sabía que sus sentimientos por la senshi del trueno y la naturaleza eran correspondidos, pero también estaba harto de amarla en secreto. De pronto, una lágrima cristalina rodó por una de las mejillas de ella, y la estrechó entre sus brazos, aspirando su aroma a rosas y vainilla.
—Odio el anochecer—Susurró él
—Yo también—Susurró ella
Andrew se quedó pensativo un momento, perdido en los orbes esmeralda de la esposa del gobernador de Ciudad Esmeralda. No sabía desde cuando había empezado a amarla, pero si ella no estaba dispuesta a jugarse todo por ese amor, iba a ponerle un ultimátum.
—No vengas mañana— Dijo él, notando como los ojos de ella lo miraban sorprendido— Estoy harto de tener tus migajas y…
—Mi amor por ti no son migajas— Aclaró ella
—¡Cállate y no me interrumpa! —Exclamó él— No quiero seguir siendo tu amante. Si un día estás dispuesta a huir conmigo y mi hija entonces vienes y me buscas, sino quieres dejar tu castillo entonces no te quiero volver a ver en mi casa ni en mi consultorio.
Makoto comenzó a sollozar ante las palabras de su amante
—¡No dejo a Neflyte por ti! — Exclamó Makoto entre lágrimas— Porque me da miedo lo que pueda hacerte.
Andrew iba a responder algo, pero tuvieron que interrumpir su conversación cuando escucharon que alguien trataba de abrir la puerta desde afuera.
—¿Papá?
—¡Es Sakura!— Exclamó Makoto, y rápidamente se limpió las lágrimas, mientras que él se dirigió a la mesa del comedor donde por casualidad se encontraba uno de sus recetarios.
—¿Madrina?— Susurró la hija de Andrew sorprendida al verla en casa de su padre un jueves por la tarde; pues los días que la senshi del trueno los visitaba eran los lunes, miércoles, viernes, y si acaso alguno que otro domingo.
—¡Sakura!— La llamó Makoto tratando de controlar su nerviosismo al ver a aquella adolescente de cabellos rubio oscuro y ojos verdes— Estaba por irme. No me he sentido bien últimamente así que vine a ver a tu padre. ¿Qué tal las clases de repostería?
Sakura iba a responder algo, pero la chica se guardó sus palabras al escuchar a su padre dirigirse hacia la senshi de la naturaleza.
—Mako-chan, aquí tienes la receta— Dijo Andrew— Estás dada de alta, así que no necesitas venir más.
Tras darle las gracias a Andrew por la consulta médica y despedirse de Sakura, prometiéndole que el domingo la llevaría al cine a ver una comedia romántica que la adolescente estaba esperando con ansias, Makoto salió de aquel departamento; sin embargo, apenas había cruzado la avenida cuando escuchó la voz de su ahijada detrás de ella.
—¿Madrina?
Makoto se dio media vuelta, encontrándose con Sakura, quien a sus catorce años era tan alta como ella.
—¿Sucede algo, mi niña?— preguntó Makoto mirando enternecida a la hija de Andrew.
La adolescente lucía nerviosa, y tras unos segundos de silencio, se armó de valor para lo que quería preguntar.
—¿Por qué te tengo que llamar madrina si eres mi mamá?
Al escuchar la palabra "mamá", Makoto sintió que distintas emociones la embargaban: Miedo al saberse descubierta por su hija, tristeza al recordar que había tenido que renunciar al hombre que amaba y a su hija, pero también el corazón henchido de alegría al escuchar aquella palabra que siempre anheló escuchar de los labios de la ya no tan pequeña Sakura Furuhata; sin embargo, por el bien de todos, debía negarlo.
—Mi niña, yo te quiero como si fuera tu madre aunque…
Las palabras de Makoto se atoraron en su garganta, y las lágrimas se acumularon en sus orbes al ver que la hija de Andrew formaba un aro de electricidad entre sus manos.
—Y también puedo controlar la naturaleza— Contestó la chica provocando que en el jardín descuidado en la casa de al lado de la suya, la naturaleza muerta de nuevo floreciera.
—¡No vuelvas a hacer eso!— Exclamó Makoto utilizando su poder para hacer que el jardín volviera a lucir descuidado como estaba antes de que Sakura le mostrara su poder— ¿Lo sabe tu padre?— Preguntó asustada
—No— Respondió la joven dolida— Descubrí que tengo estos poderes hace poco menos de dos semanas, pero tenía miedo de preguntar y que no me gusten las respuestas.
—¡Prométeme que no le dirás nada, mi niña!— Suplicó Makoto—¡Prométeme que no le dirás a nadie que tienes poderes y que no los vas a utilizar!— Pidió Makoto desesperada mientras trataba de poner sus manos sobre los hombros de Sakura, sin embargo, la adolescente se apartó de ella para evitar todo contacto.
—¿Por qué la mentira?— Cuestionó la adolescente rompiendo en llanto— ¿Fui producto de un desliz entre mi padre y tú? ¿Por qué me mintieron?
—Tú padre no sabe que soy tu madre, y por favor no le digas nada. El de verdad cree que tu mamá era Reika, su ex novia— Suplicó Makoto
—¿Cómo que mi padre no sabe que eres mi madre?— Cuestionó la adolescente desconcertada.
Makoto comenzó a sollozar, recordando el amargo momento en que había tenido que renunciar al hombre que amaba y al fruto de ese amor prohibido para casarse con quien debía.
—Sakura, no los dejé porque no los amara— Aclaró Makoto con voz entrecortada— Lo hice por ustedes, porque son lo que más amo en la vida.
—¿Cómo es que él no sabe?— preguntó Sakura— ¿Por qué cree que soy hija de su ex novia muerta y nunca me ha hablado de que tuvo una relación contigo?
—Mi niña, cuando ayudé a fundar Tokio de Cristal y sus ciudades no creí que me prohibirían ser libre de amar a quien yo quisiera, así que tu padre y yo tuvimos que ocultar nuestro amor de todos— Le respondió Makoto— En ese tiempo, Reika y él ya tenían tres años que habían dejado su relación. Ella se enamoró de un hombre que no era del agrado de su familia y yo de tu padre, sin embargo, como a los cuatro nos convenía, Andrew y Reika ante la sociedad fingían que seguían siendo pareja.
—¿Y es por eso que él nunca menciona que tuvo una relación contigo?
Makoto rió con amargura ante la pregunta de su hija.
—Ni siquiera lo recuerda— Contestó Makoto— Quería que huyéramos los tres juntos. No estaba dispuesto a renunciar a mí y dejarme en Tokio de Cristal, pero Sailor Plut, que siempre fue mi cómplice, le borró los recuerdos de los últimos tres años de su vida, así que cuando despertó, fue fácil que creyera que su relación con Reika nunca había terminado, y como ella por desgracia acababa de fallecer y era muy parecida a mí, fue fácil que creyera que eres hija de ella.
—¡Huyamos entonces! ¡Vámonos de Tokio!— Suplicó la adolescente
—Nos perseguirán, mi niña
—¡Ya no soy una niña!— Se quejó Sakura— Tú tienes poderes, papá no tiene pero sabes que puede defenderse, y yo heredé tus poderes y sé usar armas.
—No tienes experiencia, mi niña— Respondió Makoto— Aún te falta entrenamiento para que sepas controlar tu poder, y no es lo mismo practicar tiro disparándole a las botellas que a personas poderosas que saben esquivar golpes. Nunca has estado en una pelea real y no quiero que lo estés.
—¡Mentirosa! Eso lo dices porque quieres más a tu esposo y a esa estúpida hija que tuviste con él— Gruño la adolescente— ¡Ahora entiendo porque es bien sabido que tu hija a la que si quieres no tiene poderes! ¡Es porque yo los heredé pero aun así la sigues prefiriendo a ella!
—No digas eso, mi niña—Comentó Makoto queriendo acariciar su rostro, pero Sakura tomó su brazos para apartarlo, no sin antes utilizar sus poderes para darle un toque eléctrico.
—Entonces no soy tu niña— Dijo la adolescente— No le diré a papá lo que le hiciste ni que tengo poderes, pero no quiero volver a verte cerca de mí ni de él. ¡Te odio!
Makoto sintió que las duras palabras de su hija se encajaban como dagas en su corazón, y era tanta su tristeza, que no sólo las lágrimas comenzaron a rodar por sus mejillas, sino que también, a causa de no poder controlar sus emociones, una fuerte tormenta comenzó a caer en todas las ciudades de Tokio de Cristal.
FIN
¡Hola! Pues bien, estoy participando en el Angstruary, un evento organizado por ES DE FANFICS donde durante quince días debo publicar un one shot o drabble con distinta temática (aunque todas tristes). Hasta ahora tengo escritos relatos para publicar hasta el tres de febrero, y aunque quiero publicar los correspondientes a los días del cuatro al quince no se si alcance a escribirlos, pero voy a tratar. Eso sí, haré también relatos de las otras chicas.
También les comento, que este one shot era como originalmente comenzaba EL SECRETO DE SAILOR JUPITER. ¡Si!, jaja, originalmente el fic empezaba así, con Makoto viva y obligada a casarse con Neflyte y renunciar a Andrew y la hija que tiene con él, pero el fic se me borró y ahora la historia es como la conocen.
En fin, quizá un día haga de este one shot un long fic, aunque de momento tengo otros que terminar.
A quien pase a leer por aquí, muchísimas gracias. ¿Qué les pareció?
¿Si les dio tristeza?
Edythe
