[Drabble]

Princesa Brick

—Brick & Momoko A.—

Un momento íntimo entre un chico alto y fornido vestido de princesa… y su irritada doncella.

Advertencias: Un poco de OOC. | WHAT IF.

Disclaimer:

PowerPuff Girls © Craig McCracken.

Demashita! Powerpuff Girls Z © Yoko Kamio.

Princesa Brick © Adilay Fanficker.

Aclaración: Este fic participa en el FLUFFTOBER 2021 realizado por el grupo en Facebook "Es de fanfics".

Día 14: Comb the hair.

Notas:

Como me encanta poner a estos personajes en situaciones vergonzosas jajaja.

Saludos y ojalá disfruten este pequeño escrito.

NO PLAGIEN, NO RESUBAN Y TAMPOCO TRADUZCAN SI YO NO LO HE AUTORIZADO. —Gracias.

•

—No tienes idea de lo mucho que odio esto —masculló Momoko a Miyako.

Ambas estaban vestidas de doncellas para la obra escolar que se estaba llevando a cabo en esos instantes.

—Cierto, yo quería ser la princesa —respondió Miyako con tristeza.

—¿Es en serio, Miyako? —preguntó enojada Kaoru, vestida de árbol. Sí, un maldito árbol.

—Cállense las dos —espetó Butch vestido de príncipe—, ustedes no tiene derecho a quejarse de esta estupidez.

—Nadie te obligó a hacer ese desastre en el laboratorio, soquete. ¿Sabes qué tanto se enfadó mi padre? —insultó Kaoru.

—Nadie te obligó a abrir esa boca y provocarme, estúpida.

—¡¿Qué están haciendo ustedes?! —exclamó la profesora de teatro—, ¡doncella dos! ¡¿No ves que es tu turno?! ¡Sal!

Dando un pisotón, Momoko salió a escena cambiando drásticamente su cara de irritación por una de amabilidad.

—¡¿Dónde estabas, Josefina?! —exclamó una muy enfadadísima voz—. ¡¿Sabes cuánto tiempo lleva mi cabello esperando por ti?! ¡Casi despierto a los murciélagos de afuera con mis gritos, pero tú, ni tus luces!

Cuando ambos pares de ojos se vieron, Momoko hizo una reverencia típica del siglo XVIII y se disculpó con… la princesa.

—Disculpe, mi princesa, ahora mismo atiendo su desordenado cabello.

Las risas del público no se hicieron esperar.

—¡¿Otra vez cambiando los diálogos, Him?! —dijo la profesora desde el lado opuesto al escenario—, ¡Akatsutsumi, tú también! ¡Sigue el libreto!

En cualquier otra circunstancia Momoko habría hecho caso a lo que decía una profesora, en este… ni hablar.

—¿Y cómo es el príncipe? —hizo una pregunta que no debía.

Acercándose al evidente chico alto y fornido usando un ampón vestido rosado, Momoko tomó un cepillo de un pequeño mueble de madera y sujetó el largo cabello rojo natural para empezar a peinarlo.

Mirándose las cortas uñas, la princesa con una evidente voz chillona fingida, respondió con soberbia:

—¿Has oído hablar a un burro?

Y como si Butch quisiera de cierto modo rebelarse también contra esa estúpida obra que los seis estaban obligados a interpretar debido a que necesitaban créditos extras para no reprobar Química debido a un pleito entre los seis que ocasionó una… no letal explosión, hizo uso de toda su voz para fingir el sonido de dicho animal.

De nuevo, el público se rio; la profesora, miró mal al chico que sólo alzó los hombros con una sonrisa pícara. A su lado, estaba Boomer, vestido como un chofer de carruaje, quién también se rio.

Momoko estaba cepillando bien el cabello de Brick Him, sin embargo, él de pronto fingió que ella le había hecho daño.

—¡Auch! ¡Cuidado, campesina! —chilló sobreactuando—. ¡Este cabello vale más que tú considerable peso de ochenta kilos, en oro!

Más risas por parte de la gente; más enfado para la profesora. Cualquiera que viese dicha obra jamás pensaría que su libreto original era una trágica historia de amor que seis adolescentes estaban destrozando adrede por sus ridículos papeles; los cuales, fueron elegidos al azar como parte del castigo.

—Ay, disculpe, es que cepillar paja es demasiado difícil, ¿segura que no quiere que le pida una peluca? Ah, cierto, perdón, se me había olvidado que sólo nos falta empeñar las gallinas para tener algo de dinero —se disculpó Momoko a punto de irse.

—¡Hey, hey! Adicta a los pasteles, ¿a dónde vas? ¿Y mi peineta?

—Seguro me la comí ayer por accidente, su majestad.

En ese momento incluso Brick se rio.

Las escenas del príncipe y la princesa fueron todavía más hilarantes, el que Butch y Brick ya estuviesen acostumbrados a bromear entre ellos no hizo más que empeorarlo todo para la profesora, pero hicieron reír mucho incluso al director de la institución y eso ya era ganancia:

»Eres la mujer más fea que haya visto, my lady. Pero… —Butch hizo una mueca—, creo que si te pongo un saco de papas en la cabeza tal vez pueda hacerte pasar por un loro que habla ante mis padres.

»Oh, qué elocuente eres príncipe de las ranas, digo de las ratas, no, ¿de las ramas?

Al final, por mucho que la profesora se enfadó, el director consideró que la obra había sido todo un éxito por lo que los chicos serían perdonados por el accidente, claro, después de que sus padres hubiesen pagado por los daños.

Una semana después, toda la escuela seguía felicitando a Brick por lucir bien un vestido ridículo en lugar de burlarse. Sí, había uno que otro idiota que lo intentaba, pero un puñetazo cambiaba todo.

Al salir de clases de Aritmética, Momoko alcanzó a Brick y le palmeó el hombro, extendiéndole algo.

—¿Y eso? —preguntó él arqueando una ceja.

—Su peineta, my lady —se rio ella.

Brick también se rio tomando el artefacto, lo analizó por un rato y se lo extendió de vuelta a Momoko.

—No se te verá mejor a que a mí —le sonrió coqueto—, pero te verás linda con él.

Riendo, tomándola de regreso con un leve rubor en sus mejillas, Momoko caminó al lado de Brick en dirección a los otros cuatro chicos que les esperaban para andar todos juntos a sus casas.

—FIN—

¡Espero que les haya gustado y gracias por leer!

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