Una Vida Feliz.

—Oye… feliz cumpleaños.

Toshiro se despertó de golpe, con una mano alcanzando su espada por impulso, hasta que reconoció que la persona que le hablaba era su esposa.

De inmediato su rostro se iluminó y sonrió suavemente.

—Karin… gracias. —Se puso en pie y se acercó a ella, envolviéndola en un abrazo lo mejor que podía, cosa difícil por los barrotes de la celda.

—Te traje un poco de comida, la hizo Yuzu, así que tendrás algo de calidad. —Sonrió con diversión para intentar ocultar la tristeza que siempre la invadía al verlo de esta forma—. Los guardias te la darán después de revisarla.

—Gracias. —Los barrotes estaban lo suficientemente separados para que alcanzaran a darse un pequeño beso—. ¿Y Shimo?...

—Está con mi hermano, convenció a los guardias de dejarte verla por media hora en el patio, pero solo a ella. —Extendió una mano para acariciar su mejilla—. Te extraña mucho, pero está bien. Sabe que saldrás pronto, el próximo año mi hermano logrará convencer a la Central 46, este año estuvimos cerca, solo faltaron convencer a unos cuantos… Estoy segura de que el próximo año… —Sus ojos se aguaron y no pudo seguir hablando por un momento, antes de tomar aire y continuar—. Sé que el próximo año podrás volver a casa.

Él sonrió tristemente.

—Muy bien, tendré paciencia. —También asomó una mano por los barrotes para acariciar su rostro—. Y no te preocupes, sé cuidarme. Estaré bien. Tarde o temprano volveré a casa con ustedes.

Ella asintió, acariciando su mano para luego volver a darle un pequeño beso.

—Se me acabó el tiempo, ya debo volver, no quiero dar una mala imagen para que la Central 46 no tenga más excusas. Ve con Shimo, aprovecha cada minuto.

Él se negó a soltar su rostro por un momento, dándole otro beso un poco más largo, antes de suspirar y alejarse.

Ella se despidió con la voz quebrada y se marchó. Luego dos guardias llegaron a escoltarlo al patio de la prisión, donde pudo ver a su pequeño ángel de cinco años esperando por él.

Su hijita de inmediato le regaló la más grande y hermosa de las sonrisas apenas verlo.

—¡Papi! —Corrió a él con los brazos extendidos, a lo que él la cargó con los ojos aguados, abrazándola con fuerza pero también delicadeza, acariciando sus cabellos blancos con suavidad.

—Hola, cariño. —Besó la coronilla de su cabeza, antes de sentarse en el suelo con ella en su regazo—. ¿Cómo has estado, eh? ¿Cómo va tu entrenamiento?

—¡Muy bien, papi! Ya logró hacer hechizos kido. —Aplaudió con entusiasmo—. Y puedo hacer algo raro, Mamá y mi tío no saben cómo lo hago —le susurró como si fuera un secreto—. Mira. —De repente tomó una gran bocanada de aire y luego lo expulsó en un soplo que se vio de varios colores, aunque solo duro un breve instante.

Toshiro abrió mucho los ojos.

—Es… impresionante. —Sonrió de inmediato, aunque sin dejar de estar confundido—. ¿Puedes soplar reiatsu? Nunca antes había escuchado de algo así…

Quizás fuera una habilidad propia de ella, algo que tendría que ver con su shikai, pero era muy pequeña para llegar a eso. Además, también debía tener en cuenta que era mitad humana… bueno, más bien un cuarto humana, un cuarto quincy, y tal vez un cinco por ciento hollow. La genética de Karin era extraña, y no podían saber qué habilidades heredaría su pequeña hijita.

—¡Es muy fácil para mí! No sé cómo explicar cómo lo hago. —Rio dulcemente—. Solo pienso en hacerlo y lo hago. Hasta el abuelo Urahara se sorprendió.

—Por las dudas, nunca aceptes ningún dulce ni nada de ese tipo. —Rio brevemente—. Bueno, es una habilidad muy interesante, sigue practicándola, sé que llegarás a perfeccionarla y será muy útil. —Revolvió sus cabellos cariñosamente, haciéndola reír.

Esa risa era lo más bello para él… era su motivo para levantarse todas las mañanas, para seguir entrenando, seguir estando alerta a cada momento, seguir dispuesto a defenderse aún en ese agujero donde lo enviaron solo por enamorarse y formar una familia con la mujer que amaba. Sabía que estaba prohibido tener sentimientos por una humana, más si la humana era mitad Quincy, con algo de ADN hollow, además. Lo vieron como un hereje, pero no se arrepentía de nada. Amaba a su familia más que a nada, y nunca se arrepentiría de amarlas.

Para su suerte, Ichigo tenía una gran influencia en la Sociedad de Almas, más importante aún… en los Kuchiki y en los Shihoin. Con dos grandes familias nobles de su lado, también tenía gran influencia en la Central 46, y, a pesar de que no estuvo contento con Toshiro como cuñado, amaba a su sobrina Shimo y por supuesto que también a su hermanita Karin, y correría sangre si alguien se atrevía a hacerlas llorar, y eso se lo dejó claro a todo el Seireitei, por lo que accedieron a poner a tela de juicio el caso de Hitsugaya.

Sin duda lo querían en prisión, porque aparentemente odiaban ver a la gente teniendo una vida feliz, pero Ichigo era demasiado apreciado y demasiado poderoso, así que poco a poco estaban cediendo.

Con ayuda de todos sus amigos, pronto saldría de prisión y volvería con su amada familia. Solo era cuestión de esperar.

Y, si no lo dejaban irse por las buenas, siempre estaba la opción de escaparse por las malas.

Algo era seguro: volvería con su familia, tarde o temprano.

Fin.

Holaaaaa :D

Pequeño OS dramatico para celebrar el cumpleaños de Toshiro bb precioso *w*

Ojala les haya gustado!

Larga vida al HitsuKarin! *O*

No olviden que se les ama mucho!~ :3

Me despido!

COMENTEN! *o*

CELESTE kaomy fueraaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa!