Tu número 1

Era como un maldito mundo aparte.

Por fuera, piensas que puede ser lo más parecido a un centro comercial debido a lo enorme que podía ser aunque tal vez, solamente por dentro sea un lugar más, como un centro comercial de toda la vida pero con una temática de hace bastante tiempo, algo que no se pensaba volver a ver y que asistía mucha más gente adulta que niños, cosa que esto era más ambientado para niños precisamente hablando.

¿Tal vez algo que tenga que ver con la nostalgia?

Puede que sea eso.

Últimamente las empresas deciden apelar a aquello. La mera idea es apuntar a un público joven que no vive haciendo otra cosa que alejarse de sus teléfonos o estar en la computadora, algo que siempre los adultos se van a quejar sin importar el tiempo que sea. Pero de alguna manera, esto apunta directamente a los adultos debido a esto de la nostalgia. Como tal, es muy posible que estos adultos traigan a sus hijos, sobrinos, nietos puede ser, para que conozcan lo que alguna vez a ellos les parecía genial de niños.

—Nunca pensé que hubiera mucha gente

—¿No crees que entremos?

—No, no, hermanito. Estoy seguro que entraremos… pero el tema es sabes cuándo precisamente hablando…

—Eso… ¿eso quiere decir que estaremos esperando aquí por horas?

—… no quiero mentirte pero, estoy seguro que tendremos que esperar un largo rato…

Dos hermanos estaban claramente esperando a entrar a este lugar que se iba a abrir hoy, viniendo porque de alguna manera, esto sería un enorme momento en la historia o algo así. Más que nada, el mayor decidió traer a su hermano menor porque este había dicho que iba a haber algo que había jugado en la computadora y que jura que daba demasiado miedo. El mayor no comprendía pero aceptó con tal de hacer feliz a su hermano menor. Había juntado algo de dinero y podía costearse, eso esperaba, la entrada. Si es que había, claro está.

—Pero… ¿podemos entrar?

—Estoy seguro que sí, no te preocupes. Vamos a entrar, todos de hecho —es que, miró a todos lados y veía muchísima gente esperando fuera a la apertura. Estaba realmente impresionado con esta movilidad. Miró su teléfono. Quería ver las redes sociales. No había mucho que digamos de esto. Solo había publicidad dispersa pero tampoco mucho. Algunas personas publicaban que esperaban ansiosos por esto… pero sigue sin entender mucho que digamos—. Raro… pero bueno, supongo que todos están más metidos en entrar que poner tonterías en internet…

—¿No es eso genial? —decía el niño—. Con eso, nadie estará en sus teléfonos ni nada de eso

—Pero que haya mucha gente más no tantos adolescentes… —es que, siente que es un poco raro todo esto. Bah, que se supone que esto es genial y todo eso pero deberían de haber gente de su edad porque, mirando las redes sociales sobre este lugar, pudo ver algunos anuncios y notó cosas raras—. … —para alguien de su edad, estaba seguro que más chicos estarían extremadamente locos al ver estos… ¿robots? Con esos cuerpos—. …wow…

—¿Qué pasa hermano? —preguntó el menor

—No, no pasa nada —replicó con un poco de vergüenza. No quiere que lo vea ahora. Ya cuando entren, tal vez verán cómo es que son y dirá lo que opina. Está en edad para interesarle las mujeres pero…—. Tan solo esperemos a entrar

El hermano menor asintió.

El mayor entonces levantó su cabeza para ver ese enorme nombre así como también esos enormes animales encima del nombre y cómo luces brillaban en ellos. Era el logo básicamente con el nombre abajo. Había una osa, una polla… o algo así, una loba y… ¿una dragona? Pero lo que más le impactó fue otra cosa…

—Oiga, señor —miró a su costado y había un hombre mayor. El mismo parecía que vino con sus nietos. Le miró tras haberle hablado. Él señaló entonces al logo que salía en grande—. ¿No nota nada raro en eso?

—… —el anciano entonces levantó su cabeza. Al ver eso, soltó una pequeña risa de placer, además de sonreír con nostalgia. El muchacho no entendía esto—. Es normal —fue lo que dijo—. Antes había una coneja y una zorra —soltó como si nada. En estos momentos, hizo un beso, como si fuera de perfección o algo así—. Si vieras a la coneja en su momento jovencito, estoy seguro que estarían sin habla. Hehe, tenía un hermoso cuerpo

—¿Había de esto antes?

—Oh, sí, uno que era genial —y hacía algo circular con sus manos—. Figuras perfectas, todo. Una lástima que no esté la coneja, todos estarían encantados…

El anciano comenzó a hablar al joven de cómo entonces los animatrones de hace tantos años atrás tenían una apariencia hermosa, de buen cuerpo y que eran como diosas caminantes. Ahora deseaba que estuvieran de vuelta y de paso, trajo a sus nietos… aunque si no está la coneja, todavía está la osa que también le gustaba. Extrañaba venir aquí. Ahora tiene la chance de volver como antes pero con sus nietos, no sus hijos.

—Vaya… ¿era muy bueno?

—Había mejores lugares pero el sentimiento que te generaba ese lugar… no había nada como eso…

El viejo realmente recordaba aquello y en serio tenía muy buenas memorias. La nostalgia golpeaba muy duro el anciano. Suspiraba y luego miraba a sus nietos. Esperaba que ellos encuentren también un lugar para amar y sentir pertenencia como él lo hizo alguna vez con el viejo local.

El muchacho al ver esto y ver cómo se ponía al hablar del tema, miró a su hermano por unos momentos y se podía ver las enormes expectativas que tenía de esto. Alzaba una ceja. Esta imagen de él le hizo sentirse demasiado bien porque hace rato que no venía estando bien. Sí, realmente estaba contento de ver a su hermano de esta manera.

Una vez más, miró tanto el logo que aparece en el edificio frontal a las afueras así como el título, el nombre, del mismo.

Fredica Fazbear`s Mega Pizzaplex

Un nombre algo raro pero puede estar bien, eso cree.

—¡Hermano!

—¿Qué pasa?

—¡Están abriendo!

Como dijo su hermano menor, las puertas del lugar se estaban abriendo. La larga espera, de algunas personas que estuvieron más de 10 horas según se hablaba, había llegado por fin a su final y todo el mundo tendrá la chance entonces de entrar y ver lo que es este nuevo lugar.

Ambos hermanos comenzaron a caminar… bueno, el menor más que nada tiraba del mayor para poder entrar rápido y de esa manera, no quedar afuera como el resto.

Se reía el mayor de su hermano menor y mostró entonces también una sonrisa y esperaba ver qué podría haber aquí.

Escenario principal

Apenas habían entrado, pudo notar que era muy grande, lo suficiente como para… okey, no hay comparación alguna. Solo puede decir que era enorme y ya. Como tal, podría ser muy fácil haberse perdido de no ser de unos guías que le indicaban por dónde ir…

Justamente eso, eran robots los guías. Aparte, los mismos, apenas entraron, les iban indicando hasta dónde tenían que ir. Todos hacen una larga fila a un costado de la entrada. Algunos estarían indicando a todos que le sigan. Nadie dijo nada, algunos murmuraban entre ellos en cómo los mismos parecían ser raros pero serviciales. Él no comentó nada. Solo escuchaba a su hermanito hablar sobre esto con gran entusiasmo.

Fueron llevados a una especie de auditorio… aunque era demasiado grande. Era como si fuera una especie de lugar donde tocaría una banda. Todos, tanto él como su hermano, estaban muy sorprendidos por ver esto. Fueron tomando lugar que los robots guías iban indicando a la gente y ambos hermanos entonces tomaron lugar uno junto al otro.

—Hay mucha gente, ¿no lo crees?

—Demasiada diría yo —el mayor miraba a todos lados como su hermanito. Es raro ver tanta gente pero bueno, entiende que en una apertura, es normal que haya tanta gente—. Supongo que la apertura tiene algo que ver —le decía. En eso, hizo sentir bien a su hermanito—. Hay mucha gente, siéntate bien ¿sí? —su hermano asintió y se sentó como corresponde—. Ahora, veamos qué van a hacer

—¿Crees que presentarán a alguien?

—Supongo que sí, no sé. Las probabilidades son muchas y…

Las luces se fueron entonces en el auditorio. Toda la gente comenzó a preguntarse lo que sucedía, además de también de escuchar a mucha gente hablar y hablar así como otros gritar y de paso, llorar debido a la oscuridad misma. En lo que pasó ese apagón, tomó rápidamente la mano de su hermano y sintió un pequeño brazalete. Era él, sin duda alguna. Asegurando lo que más importa, por lo demás, puede irse todo al diablo. Iba a tomar a su hermanito y se iba a ir de allí, si así signifique atravesar la oscuridad y empezar dar palizas.

Pero no todo estaba perdido.

Luces comenzaron a aparecer pero no en donde todo el público estaba sino en el escenario, viendo al menos una cantidad variada de luces que iluminaban el mismo, pudiendo ver un fondo bastante animado, así como también algo de humo que salía entonces de allí como forma de dar una especie de misterio. Todos se callaron entonces, mirando al escenario sin entender.

Poco a poco se podían ver figuras allí en el escenario, estáticas. El humo cubría todo y no se podía ver con exactitud entonces quienes eran. Era un completo y enorme misterio para todos. Él y su hermanito estaban sin entender. Claro, que su hermano menor le pidió que le suba a sus hombros para poder ver mejor y no podía ver mejor… pero seguro que mejor que estar en ese asiento lo es sin duda alguna.

El humo se disipaba.

Entonces, la imagen de 4 personas se podían ver… no, no eran personas. Los que apenas conocen esto claramente no tienen idea alguna de lo que eran pero aquellos con cierta edad y con ciertos recuerdos del pasado, mostraron un enorme asombro y parecían que iban a llorar en vez de los niños, algo que algunos niños miraban raro a sus respectivos padres por ponerse de esta manera.

La imagen ya era clara.

Se podía ver literalmente 4 personas allí, paradas.

¡Hola a todos! —al escuchar la voz de una de estas cuatro personas, todos quedaron en silencio. Otros estaban suspirando de alegría muy despacio. Todo el mundo, también, pudo notar claramente que esta persona que hablaba era nada más y nada menos la osa que salía en el logo en la entrada del lugar, mostrando una gran sonrisa—. ¡Gracias a todos por venir aquí! ¡Esperamos a todos que les guste nuestro nuevo hogar y también se sientan parte del mismo!

Las nuevas caras, hablando de los jóvenes que venían, comenzaron a notar entonces que todos los que estaban allí eran los del logo. No, eran LAS del logo. Todas eran chicas lo cual sorprendió a muchos pero se asimiló perfectamente porque en una sociedad del futuro como son ellos, más o menos, mientras más se pueda alabar a mujeres como estas (SIMP), mejor.

¡Les presento a la banda! —señaló a su derecha. Para esto, todo estaba apagado salvo ella, Fredica. Ahora, al señalar, se pudo ver entonces una… ¿loba? Con su guitarra colgando y de brazos cruzados—. ¡La guitarrista principal de la banda, Roxy! —luego de esto, señaló a su izquierda, otra luz entonces, iluminó lo que era una gallina. Muchas personas comenzaron a celebrar porque se dieron cuenta de quién era—. ¡A mi izquierda, Chica, la guitarrista rítmica! —muchos aplausos entonces aparecían. Todos reconocían a Chica. Se llevó enormes aplausos. Fredica mostró una gran sonrisa pero alguien del grupo mostró un poco de celos. Al final, se hizo a un pequeño costado para entonces, hacer que una luz más ilumine al miembro que se encontraba detrás. Desconocidos para todos, comenzaron a ver una figura verde… pero más que nada, esa figura… parecía tener alas—. ¡Y última pero no hay que menospreciarle, Vyper, la baterista de la banda! —tras esta leve presentación, Fredica volvió a pararse en el centro y no dejaba de sonreír—. ¡Yo soy Fredica, vocalista y bajista de la banda! —estaba por seguir ella pero los aplausos y cantidades de gritos que parecía literalmente un recital de rock. Aplausos, gritos, alabanzas, la castaña de Fredica en serio sonreía porque de alguna manera, extrañaba esto. El público, el hacer feliz a los niños que ahora son adultos y también hacer feliz a los niños de esos adultos… era una linda sensación—. ¡Sean bienvenidos! ¡Disfruten de nuestra canción! ¡Esperemos siempre verles!

Comenzaron a tocar entonces.

Fue una sorpresa agradable para todos. La voz de Fredica, además de las melodías que se podían escuchar del resto, de todos, también era perfecto. Todo estaban boquiabiertos.

Todos quedaron fascinados por lo que veían y no podían evitar aplaudir y otros, gritar de alegría.

El hermano mayor estaba sorprendido todavía. Por extraño que parezca, podía jurar que brillos caían de su hermanito. Esto puede pasar porque siempre que él se emocionaba demasiado, se comportaba en serio como un niño de 4 años. Se reía un poco. Mientras esté feliz, él sería feliz sin lugar a duda.

Fueras del auditorio, 30min más tarde

—¿Cuál te gusta más hermano? ¿Te gusta la loba? No es mi tipo pero, se ve bien, toca bien la guitarra. ¿La gallina? ¿Chica? Es muy buena con la guitarra. Todos los adultos parecen amarle por completo. Es raro que los adultos quieran algo así

—Esos animatrones tienen muchos años Nathan.

—¿Eso quiere decir que los adultos ya saben de estos desde antes?

—Entiendo… entonces, ¿qué hay de Vyper? Siempre pensé que Vyper iba con I pero… supongo que todos tenemos nombres únicos ¿no? Me gusta. Nunca pensé ver a una dragona tocar la batería como lo hizo. Aunque… ¿por qué usa ropa negra?

—Una fase, supongo

—Oh… ¿cómo tú?

—Eh… no, no tengo idea de lo que hablas

—Ya sabes, cuando te pintabas de azul el cabello y decías…

—No me lo recuerdes, por favor… vamos, sigue con lo que querías seguir… por favor…

—¿Eh? ¡Oh! Bueno, luego tenemos a Fredica… es… ¿es normal que me sienta raro?

—¿Raro?

—B-bueno… creo que ver este gran cartel de ella… siento… siento que quiero que me abrace y me diga que he sido un gran niño…

El hermano de Nathan, que de momento no se va a decir su nombre, miraba los enormes carteles que había de los animatrones, de los que habían cantado hace rato y que ahora, según los robots guías, estarían descansando un momento para luego poder interactuar con la gente. Era… un poco raro todo esto. El cuerpo que tenían estos robots en las carteleras gigantes que había dentro del edificio… con sus manos en sus bolsillos, miraba detalladamente cada uno.

Tanto Chica como Roxanne, nombres que aparecen debajo de su imagen, solamente llevan prendas cortas. La primera tiene un alternado del rosa mientras que la segunda llevaba algo de color rojo, bordo al parecer, y negro. Chica era blanca con un cabello del mismo color y Roxanne era de color gris con un color de cabello al igual que su cuerpo y un mechón enorme verde. Como ellas, entonces, miró a la dragona. El nombre en serio, sentía que no había imaginación alguna para la misma. ¿Vyper? Es extraño ese nombre, más porque lleva una "y" en vez de una "i"… pero le incomodaba más el hecho que vistiera como si fuera una chica gótica… o de esas que se tiñen y usan cosas oscuras porque es el mejor color para representarles… le daba asco porque le recordó a su pasado de hace algunos años atrás y que puede jurar que ha borrado todo rastro de ello. Su cabello era verde también aunque se notaba algunas puntas negras. Admite que, más allá de la pena que le puede hacer recordar, el diseño de la dragona era muy bueno, más que nada sus alas.

Al final, miró junto a su hermano Nathan a Fredica.

La misma era marrón. Su cabello era del mismo color. Sus ojos eran muy claros y la sonrisa que tenía era cautivadora. Aparte de eso, tenía algunos colores como pegados a su rostro y parte del cuerpo, algo así como el atuendo que llevaba encima. El rojo y el azul destacaban bastante. Como su hermano dijo, el verle le hacía sentir ganas de querer ser abrazado por ella. Era… como algo que te nace al verle nada más. Sentía esas vibras de madre al verle… el tipo de mujer que le gustan.

Porque, vamos, ¿qué clase de ser humano no le van unas buenas MILFS?

—Fredica… —le tomaba la cabeza a su hermanito. Él no dijo nada ante esto. Estaba mirando la cartelera de Fredica también—. Me recuerda un poco a mamá, ¿no te parece? —le dijo a su hermanito—. Es raro…

—¿Eh? —entrecerraba sus ojos un poco—. Creo que se parecen… ¿o es ella? —recibió un pequeño golpe en su cabeza—. ¡Oye! —se tomaba allí mismo y volteó a ver a su hermano—. ¡Eso duele!

—Te lo mereces —contestó—. De ser mamá… —entonces, miró la cartelera una vez más. Se quedó fijo viéndola. Se puso a pensar de hecho esto que dijo. Nathan se quejaba del dolor para mirar una vez más la cartelera—. …sería raro…

Más raro fue voltear a ver ambos hermanos y ver a un grupo de personas que estaban, al parecer alrededor de 20 años, arrodillados frente la imagen de chica y haciendo reverencias como si de una Diosa se tratase.

Ambos miraron con asco esto.

Puede entender el mayor que por tener unos cuerpos que realmente no entiende cómo es posible que alguien les haya creado de esa manera les alaben como algo hermoso y casi rozando lo divino pero, ¿el menor? El menor siente que esto está muy mal. Demasiado mal.

—¿Qué… hacen esos tipos? —dijo Nathan señalando a esas personas—. ¿Por… qué alaban a la imagen de una gallina?

—Son… —estaba buscando la palabra adecuada. Casi dice una muy mala palabra frente a él y lo que menos debe hacer es decir cosas así. Su madre llega a enterarse y le dará una paliza—. …son personas que nunca debes aspirar a ser

—Nunca seré así —el mayor suspiraba entonces. Luego, tuvo que ver a su hermanito que le miraba extraño—. ¡Seré como tú!

—¿Cómo yo?

—¡Sí! ¡Fracasado como dice tu mejor amigo!

Miró a todos lados en este momento. Quería asegurarse que nadie le viera por lo que iba a hacer con su hermanito Nathaniel. Sonreía para mirar al lector.

—Hoy alguien muere

—¿Quién?

—Hehe… ¡tú!

Sin ninguna mala intención entonces, el mayor comenzó a correr al menos que ya sabía lo que ocurría y en respuesta, entre sonrisas y risas, salió corriendo.

De paso, estarían explorando como niños este enorme lugar.

Camerino de Roxanne

Cada animatrónico tenía su propio camerino.

Cada uno de ellos estaban adornados con las cosas que a estos animatrones les gustaban y les describían como artistas de paso. Era una linda imagen de ver puesto que estos camerinos podían observarse a través de un enorme vidrio que daban con el interior del mismo. No se sabe si se podía interactuar de esta manera pero la gente que pasaba y veía, así como la otra que se quedaba, esperaban poder decir algo y que estos respondan.

Habían ya pasado unas horas entonces desde que tocaron esa canción de apertura del lugar.

Hasta entonces, algunas personas tuvieron el placer de interactuar con estos animatrones, además de los otros que rondan por este enorme complejo que ha tardado mucho tiempo en terminarse. Todos estaban boquiabiertos porque la libertad que tenían los mismos para moverse y expresarse, sumado a que en serio sorprendía en cómo habían construido el cuerpo de estas chicas, era de lo mejor que les ha dado este año.

No hace falta decir que cada persona que entraba y que veía todo lo que podía ofrecer este complejo enorme, ya decidían de qué equipo eran, elegir a qué animatron apoyar incondicionalmente y seguirle hasta el fin de los tiempos. Era muy obvio que muchos estaban muy decididos en seguir a Fredica. ¿Razón? Como los hermanos dijeron, la sensación de mujer madura que daba, además que aquellos que le conocieron en persona dejaron sorprendidos por esa actitud protectora, cálida y servicial que tenía. Chica, Roxanne y Vyper tenían sus seguidores pero no se compara a Fredica, para nada.

Pero en estos momentos…

A sabiendas que era consiente que era observada al menos por un par de personas, ella estaba caminando de un lado a otro, con una expresión bastante seria con su guitarra colgando, moviéndose al compás de cómo ella caminaba, giraba bruscamente y maldecía, algo que por suerte, algunos padres tapaban las orejas de sus hijos. La misma, que sería Ronaxxe, todavía sigue sin creer esto.

¿Qué estoy haciendo mal? ¿Qué he hecho mal? ¿Por qué nadie me quiere como al resto? ¿Por qué quieren más a esa maldita dragona de porquería que a mí? ¡Soy la guitarrista principal del grupo!

Algunas cosas dentro de su camerino volaron. La gente que veía esto se asustó porque una de las cosas voló hasta ellos. El vidrio detuvo tal cosa, una maldita silla, por lo que nada malo pasaba entonces. Eso sí, que algunos tenían palomitas de maíz y comían disfrutando de cómo la loba parecía estar enojada por no ser el centro de atención. Roxanne seguía de muy mal humor y se paró de seco para verse entonces en el espejo que tenía allí.

Tenía todo lo que una persona famosa podría tener pero… ¿por qué nadie le daba tanta atención?

¿Qué era lo que tenía el resto?

No quiere admitirlo pero Fredica y Chica tienen mucho más fama que ella. ¿Vyper? Está muy segura que es más importante ella que esa dragona… pero, ¿es posible que hasta ella le supere en fanáticos? No ha visto gente que le siga pero ha visto que las otras tres tengan bastantes fanáticos.

Estaba molesta, muy molesta.

Quería salir y hacer algo como para que la gente tenga en cuenta que ella es la importante de la banda pero… ¿cómo hará eso? Si de hacer algo malo, seguro que no podrá tocar y quedará en el olvido.

No quiere eso, nadie quiere eso. Fue creada para esta razón, el poder ser famosa, aunque de hecho su creación en parte fue para hacer feliz a los niños con sus melodías. No quiere ser una don nadie o ser en términos de fama, la última del grupo.

—Creo que la loba está teniendo una crisis existencial —dijo alguien fuera entonces del camerino, aquellos que miraban por el vidrio—. ¿Un animatron puede tener una crisis existencial?

—¿Supongo? —contestó otro de la nada—. Se supone que estos animatrones están hecho a lujo de detalles que puedes confundírtelo con una persona

—Porque una persona tiene cola y orejas de animal…

—Bueno… la tecnología avanza demasiado… puede que el día de mañana salga una persona con algo así de estúpido… pero con este animatron, Roxanne… ¿estará bien?

—Problemas de fama, nada más —agregó uno que también se sumó a esta conversación—. Si actúa más natural al tocar, tal vez pueda obtener más gente que le siga. Después de todo, cualquier persona seguiría a una hermosa loba con enormes pechos y trasero. Chica es un ejemplo perfecto

—Oh, claro, Chica… ¿dónde está? No la vimos…

—Me es increíble esto pero da clases de gimnasia para bajar de peso… —la persona que habló justamente era un gordo y hace horas que ya perdió demasiado y parecía flaco… o algo así—. …dos horas con ella y ya perdí muchos kilos… no vayan por lo que más quieran

A pesar que fueron advertidos por el gordo que antes era gordo y ahora es flaco, estos dos tipos decidieron entonces ir hasta donde estaba Chica, no expectantes que la gallina blanca estaba más que deseosa de más gente para ayudarles a bajar de peso… algo muy contradictorio de ella porque también promueve que coman mucho y estén muy bien alimentados.

Madrugada

Tal lugar siempre merece estar muy bien vigilado.

Había algún que otro guardia por las noches que patrullaban el lugar para asegurarse que todo esté en orden y de paso, también que nadie se haya escondido para quedarse. En estas altas horas de la noche, siempre puede pasar, incluso en un primer día, que alguien se quede para querer explorar más de la cuenta.

No solo había guardias nocturnos, también los robots que servían de guías ayudaban un poco aunque también tenían una función de estar programados para la limpieza. Al menos de momento porque cuando ya la gente se acostumbre a este hermoso lugar, harán algunos cambios y sacarán guías para hacerlos de limpieza.

Por si no fuera poco, los animatrones también aprovechaban esto y salían. Tenían una completa libertad de hacer lo que gusten mientras no dañen nada tampoco. Ayudaban a vigilar y a llevar niños perdidos a donde corresponde. De día hacen lo mismo pero en un ambiente un tanto más controlado, hacían ellos sus cosas más que nada.

Aparte, como era la primera vez también que iban a salir…

¿Dónde está el resto Chica?

Vyper está volando todavía por las diferentes zonas para asegurarse que nadie se haya colado y Roxanne… creo que no ha hecho mucho que digamos. ¿Estará bien? Supongo que no está acostumbrada todavía a llevar sonrisas a la gente

Tanto ella como Vyper son nuevas, se acostumbrarán pronto a la gente. Aunque ahora mismo tengo una duda… ¿qué es ese olor que sale de ti?

¿Olor? N-no se de lo que hablas, Fredica…

—… Apenas es el primer día Chica…

L-lo siento… yo…

Procura que no se repita, por favor.

Chica entonces, con vergüenza, asentía y bajaba su cabeza para luego irse de allí, no queriendo escuchar ese tono de madre que estaba teniendo. Ambas tienen el mismo tiempo pero Fredica actuaba en serio como una madre. No sonaba enojada, no sonaba molesta, nada de eso. Sonaba decepcionada y eso, a Chica, le hacía sentir rara. Como tal, se alejó de allí para dar una mano alos guardias nocturnos.

Fredica entonces, en un momento de soledad, llevó en vivo sus recuerdos del día de hoy de cómo se había divertido con los niños. Todos parecían muy felices. Adora muchos a los niños y en secreto, al verles muy felices, no podía evitar pensar la mera idea de tener un hijo. Pero, siendo lo que es, duda que pueda tener uno, no, no puede tener uno… aunque raptar uno no sonaba mal… pero rompería una fuerte promesa que hizo muchos años atrás.

Estaba en su mundo. Salió pronto de allí. Se conforma con hacer lo suyo y también, hacer felices a los niños. Eso era y será lo que debe hacer. En eso, notó a Roxanne que tenía una muy mala cara.

¡Roxy! —le dijo entonces. La loba de mala gana se frenó y se volteó a verle—. ¡Roxy! Cariño, hola, ¿cómo estás? ¿Qué se siente haber debutado?

—… —ella hizo silencio. Luego habló—. No me gusta que me digan Roxy

¿Cómo que no? —Fredica respondía con una sonrisa—. ¡Te queda genial! Me recuerdas a mi amiga Foxy que…

¡No me interesa!

Roxy… digo, Roxanne elevó su tono de voz ante una Fredica que se mostró sorprendida pero luego se cruzó de brazos y estaba como toda una madre, enojada porque su hijo le ha contestado mal.

¿Cómo puede ser que te atrevas a levantarme la voz Roxanne? —molesta pero mayormente decepcionada, Fredica le hablaba a la loba que poco le importaba—. Solamente trato de ser buena contigo, apoyarte en tu primer concierto e interacción con humanos

No me importa para nada —de nuevo, contestaba de mala manera—. ¿Por qué debería de escucharte?

Recuerda que tengo más edad que tú, Roxy —le dijo de esta manera. A la loba no le gustaba para nada, más si comparamos que le decía de esta manera por alguien que ya no existe pero que al parecer tiene incluso más fama que ella—. Y también porque me preocupo por ti y por las demás. Sé que es difícil para ti y…

¿Qué sabrá alguien como tú? —no se había prestado atención pero Fredica en serio quería acortar distancias para poder apoyarle una mano a Roxanne. Quería abrazarle incluso pero esta le apartó totalmente, golpeando su mano atrás—. Soy una estrella. ¡Una estrella! —se señalaba a sí misma—. ¡Yo soy la estrella de este grupo! Pronto… pronto demostraré a todos quién es la verdadera estrella, ya verás Fredica… ya verás…

Roxanne se alejó de las cercanías de Fredica. No la quería cerca, para nada. No quería estar a su lado por hoy al menos porque seguro que le iba a hacer algo. No soporta para nada que ella se crea la gran estrella, y por encima de todo, se crea algo así como una madre del grupo y quiera velar por sus cosas.

Ella no necesita una madre, necesita demostrar que es la estrella del grupo.

Aunque en su interior, había enormes dudas si ella vale la pena como guitarrista o no.

Dos semanas después

El lugar fue un éxito.

No se tuvo que esperar hasta dos semanas para darse cuenta que este lugar iba a triunfar y que mucha gente iba a venir todos los días, no. Simplemente al siguiente día, muchas personas vinieron y vinieron, aumentando los visitantes conforme las noticias y rumores iban de boca en boca… y con eso es por redes sociales que comparten, ese tipo de cosas del futuro.

Una osa que parecía ser tu madre y te cuidaba y quería, una gallina que te decía más o menos que comas y comas mucho para luego preocuparse por tu estado físico. Era raro que Chica hiciera esto pero la realidad es que por un lado estaba muy feliz que comieran las pizzas que supuestamente ella había diseñado pero también, el programa para perder peso del mismo era, sin duda alguna, algo muy bueno. No solo en niños sino en adultos como tal. Todos tienen las oportunidades para divertirse y hacer lo que gusten dentro del enorme complejo… mientras esté en las reglas, claro.

¿Vyper? La dragona realmente era una atracción muy rara. Rara en sentido que no muchos sentían esa conexión como con Fredica y Chica. Aun así, tenía su encanto, bastante. Los niños obviamente adoraban a la dragona verde porque podía volar. ¡Podía volar! Esto atrajo a muchos niños sobre todo porque su peso no podía cargar más. Quizás podía intentar pero por seguridad, es mejor no probar. Además de eso, se quedó claro que la dragona resultó ser un animatron… peculiar… pero de los buenos.

Al final, nos quedaba la Roxanne.

Tiene sus fans, sí. Pero siente que todavía está muy atrás del resto. Todas las cosas que ofrecía este lugar eran muchas, demasiado. Se podía hacer mil y un cosas aquí. Todo parece ser más emocionante que pasar el rato con ella. No hay que confundirse. Ella tiene sus seguidores y realmente siente que le tratan como una Diosa pero… ¿por qué se siente muy mal a pesar de esto? ¿Por qué se siente que no es suficiente? ¿Por qué todos parecen amar al resto y a ella les dejan las sobras? Para variar, tiene que tolerar que unos adultos dicen cosas como que había una zorra antes, una que era mucho mejor que ella. Esto le hacía enfurecer más que antes, estando a nada de quebrar su guitarra.

En este tiempo, sí que ha practicado y mucho y ha tenido esos pequeños conciertos con los demás… pero termina siendo apartada, como si lo que hace no es bueno. Miraba con recelo a Fredica y a Chica más que nada. Ellas parecen llevarse toda la atención del mundo. Se llevan siempre los mejores comentarios. Se llevan todo el amor. ¿Ella? Sí, se lleva pero muy poco o casi nada… y no le bastaba, para nada.

¡¿Por qué no puedo mejorar?! —soltaba entonces mientras estaba en su camerino. Seguía como la otra vez. Con el paso del tiempo, entre tanto, ellos tienen la chance de interactuar con la gente, firmar autógrafos, sacarse fotos, ese tipo de cosas. Sin flash, claro. Podrán hacer milagros pero no en ese aspecto. Ella tenía lo suyo… pero ella quiere más—. ¡¿Por qué no puedo ser como ellas?! ¡¿Qué diablos tienen ellas que yo no tenga?! ¡¿Qué es?! —en estos momentos, tuvo que en serio dejar su guitarra. La iba a quebrar y de verdad. Estaba apretando con fuerza su mandíbula. Algo dentro de la misma la podría partir debido a la fuerza que ejercía. Se miraba al espejo de allí y no puede evitar pensar en ellas dos. No se puede comparar con la dragona. Siente que a ella sí le supera… aunque no sabe por cuánto más—. …¿qué tienen ellas? —la ira se había ido. Ahora estaba preocupada por ella misma. Primera vez que muestra esta rara sensación suya. Se llegaba a sentir rara y no le gustaba.

Roxanne, todavía teniendo dentro de ella que le decían Roxy a veces no solo Fredica sino el resto de la banda y algunos humanos, estaba en una pequeña crisis.

Camerino de Fredica

Los hermanos entonces tuvieron la chance de poder entrar aquí.

No sabe el mayor si era suerte o no pero, puede admitir ahora mismo y dentro de su corazón que hizo un poco de trampa para que le elijan a él. No le importaba esto pero su hermanito en estas dos semanas que no vinieron desde que abrieron, estaba muy desesperado de poder volver y no solo eso sino también estar con Fredica ya que le hace sentir como estar con mamá.

¿De verdad te has comportado muy bien querido?

—¡Claro que sí Fredica! ¡Siempre soy un buen niño!

¿En serio?

—¡En serio! ¡Tengo buenas notas en todo! ¡Soy el número uno de mi escuela! ¡Soy el mejor incluso en deportes!

¡Muy bien querido pequeño! —Fredica se agachó lentamente para poder acariciar los cabellos del pequeño rubio de ojos claros que estaba muy feliz de recibir una muestra de cariño como esta, algo que veía un poco el mayor porque al agacharse como lo hacía la osa, podía ver esos pechos que se traía encima—. ¡Debes de seguir así y tendrás un excelente futuro!

—¡Claro que lo haré!

¡Muy bien pequeño! —Fredica se retiró. Se paró recta pero no dejaba de mirar con una gran sonrisa de orgullo al rubio que le miraba con brillos a sus alrededores. Ella se reía ahora mientras veía esta tierna imagen—. ¡Eres mi pequeña superestrella! ¡Sigue así!

Fredica dijo esto y luego vio cómo el rubio pequeño estaba tirado en el suelo con una mano en su pecho. Se preocupó enormemente porque sintió que sufrió algún paro cardíaco y estaba por hacer algo pero vio que ese castaño mayor tomó al muchacho.

—Suele pasarle cuando se emociona mucho —soltó. Puede entender que si Fredica te dice algo así, te desmayarías por el amor que contienen esas palabras. Es más, hasta él se tuvo que tomar el pecho por la ternura que soltó—. No es nada serio. Estará despierto en un rato.

¿No es serio esto?

—No, no es nada serio —replicaba como si nada. En su mente, no había algo como que le estaba hablando muy naturalmente a un animatron—. Estará bien como dije. Simplemente quería venir a verte en estas dos semanas —decía—. Escuchó que decías eso que dijiste a buenos niños… y realmente se esmeró para que digas eso… está feliz… —sonreía a Fredica—. Gracias por hacerlo feliz…

—… —Fredica estaba sin expresarse. Miraba al castaño unos momentos y estaba queriendo analizar su rostro un poco. No lo había visto antes. Sentía que había visto a este chico, también al rubio. Por el momento, se quedó un poco callada y miraba con una sonrisa al par—. Espero volver a verles, pequeñas superestrellas entonces

El mayor tenía a su hermanito en brazos y al escuchar eso, en serio sintió también que le iba a dar un pequeño golpe de presión y se iba a desmayar. Eran palabras fuertes. Le hacía sentir que la quería como una madre. Pero, en serio, le hace recordar un poco a su madre, lo que es extraño.

—Gracias a ti, Fredica —decía el castaño—. Ten un excelente día

Dejaron el camerino.

Al salir, había una fila para que estos entren y puedan pasar un rato con Fredica. Es así con el resto de animatrones. Algunos tienen más, otros menos. Es obvio que el castaño, con su hermanito en su espalda y esperando a que reaccione, caminaba y caminaba por el lugar. Mucha gente en serio se la pasaba muy bien aquí. Todos estaban felices. Todos estaban disfrutando de compañías de amigos… ¿él? Él podría estar con sus amigos ahora pero la familia es lo primero en su vida, más su hermano.

Si tiene que abandonar todo con tal que su hermanito no sepa la verdad de su padre, entonces que así sea.

—Un poco de refresco seguro lo despierta pero… ¿está bien darle un refresco a un niño de 8 años? —claramente no lo estaba pero era la mejor forma de despertarle—. Mamá seguro me matará si se entera… —pero sonreía—. Pero ella no tiene forma de enterarse… ¿no? —se reía de su pequeño plan malvado—. Jo jo… eres malvado Jonathan… —revelaba su nombre mientras pensaba en hacer eso. Aparte, tiene dinero de sobra como para comprar una más y disfrutar en lo que Nathan despertaba—. Bien, es hora de…

Chocó con algo de pronto.

Tambaleó un poco pero terminó cayendo al suelo. Se las ingenió rápidamente para caer él al suelo. Su hermano, obvio, estaba bien. Él solo se había lastimado. Se giró justo a tiempo. Ignorando ahora el dolor, miró que su hermano estuviera bien. Lo estaba. Se tomaba la nariz porque cayó sobre la misma. Con cariño apartó a Nathan. Se levantaba con su mano en su nariz.

—¡¿Cuál es tu problema eh?! —no le importaba si era alguien de 5 metros la persona que le choco, no le interesa—. ¡¿Tienes un puto problema?!

No me hagas perder el tiempo, maldito mocoso

—… —al darse cuenta de esa voz algo robotica, vio entonces que era uno de los integrantes de los animatronicos. De cerca, muy cerca, es obvio que se ven perfectos, perfectas en este caso. El cuerpo perfecto de una mujer tenía. Cuerpo de color gris y un cabello del mismo tino, sí, era Roxanne, sin duda alguna—. … —pero salió de su trance. Miró molesto a la loba—. Oye, que me has chocado y casi has lastimado a mi hermano

¿Crees que me importa humano? —decía entonces. Salió para buscar respuestas. Tenía que cruzar por aquí. Se sacó algunas fotos pero nada más que eso. La gente le miraba pero no se acercaban. Estaba de muy mal humor. Ahora, estaba peor—. Si no quieres que te lastime, será mejor que te vayas de mi vista.

—No —era testarudo él también. Levantó a su hermanito de nuevo. En sus brazos, poco a poco se iba despertando de su desmayo de placer—. Quiero que te disculpes, Roxanne —le decía como si nada también—. Nadie lastima a la persona que más quiero

—… —la loba por unos momentos notó lo testarudo que es. Alzó una ceja. Aun así, más allá de su leve sorpresa, seguía estando enojada. Quería hacerles algo pero, con mucha gente y demás, no podía hacer nada—. Vete de aquí, humano. No quiero perder mi tiempo contigo y hacer algo que seguro me arrepentiré de por vida.

—… —le miró muy molesto—. Vete al diablo tú también, Roxanne.

—¿Eh? —Nathan estaba reaccionando. Vio entonces a la loba—. Oh, oh. Hermano, mira, que es la loba que tanto te gusta

¿Qué?

—No dijo nada —miró con sus ojos abiertos y fijos a Nathan—. CIERRA LA BOCA.

—Pero tienes fotos de esa loba rara que vive con demonios —soltaba—. Pensé que…

—No ha escuchado nada de nada Roxanne —decía muy calmado Jonathan. Miraba una vez más a Nathan muy enojado—. Cállate o nunca más te voy a traer aquí —el pequeño se tapó la boca con ambas manos. No quería eso y como tal, haría caso—. Eh, adiós.

Jonathan entonces se fue rápidamente de allí con un toque de vergüenza que su hermanito dijera eso con naturalidad, más cuando estaba disque discutiendo con Roxanne.

La misma entonces los vio irse.

—… a diferencia del resto, no le importaba que esté muy enojada y me respondía como igual…

Claramente esto le hizo despejar sus pensamientos un poco sobre cómo es que es nada si se la compara con el resto.

Horas más tarde

Ambos ya debían volver a casa.

Jonathan entonces iba con su teléfono como si nada… discutiendo un poco.

—¿Qué? —estaba sorprendido por lo que escuchaba del otro lado de su teléfono—. ¿Qué voy a estar castigo por traer a Nathan conmigo? Mamá, por favor… no empieces con esto de nuevo que estoy tratando de estar en un momento… —hizo una pausa. Su madre, al parecer, seguía diciendo cosas que le hacían tomarse la cara—. No, no, absolutamente no mamá. Esto no se va a discutir, para nada. Antes moriré que decirle la verdad de papá —y su tono fue determinante—. Es un niño y merece una vida de felicidad. Pronto afrontará la verdad y será mejor que espere unos años más… ¿eh? ¿Castigo dos meses por levantar la voz? No, haz que sea un año. ¡Puta de mierda!

Le colgó.

Sabe muy bien que nada bueno le viene después al volver a casa. Le dijo puta a su madre. Estará en peligro, lo sabe muy bien. Pero su hermano es más importante y no quiere que nada malo le pase. Es un niño, no puede para nada enterarse de esto. Es muy pequeño, no quiere que su vida se arruine o tenga traumas y ese tipo de cosas.

—Oye, Nathan, escucha, que lo que dije… —al voltearse para ver a su hermano, preocupado, pasó a estar peor—. ¿Nathan? —miró a todos lados—. ¿Nathan? ¿Dónde estás? —comenzó a desesperarse, casi que estaba a nada de sufrir un ataque—. Nathan, Nathan, ¿dónde diablos estás?

El castaño entonces se adentró de nuevo en el lugar. Estaba muy desesperado en la búsqueda de su hermanito que juraba que iba caminando con él a su lado en todo momento. ¿Cómo puede ser que haya perdido de vista a Nathan? ¿Cómo puede ser tan mal hermano para no prestarle atención?

Si algo malo le pasa… se va a matar…

No tiene idea por dónde había pasado, estaba un poco perdido.

¿Un mapa?

—No, no quiero un jodido mapa —replicó a quien quiera que fuera—. Necesito…

¡Vamos! ¡Acepta este mapa!

—¡Que no!

¡Toma mi mapa! ¡Por favor!

Ahora no solo buscaba desesperado a su hermano, un robot le estaba ofreciendo un mapa y no dejaba de seguirle en todo momento. Lo tenía respirando… si es que podía respirarle en la nuca. Sin importar que corra, este robot no se alejaba para nada y no quería un puto mapa. Quería a su puto hermano de vuelta.

—… —se frenó de golpe entonces. El robot hizo lo mismo—. ¡Dame ese mapa!

¡Muchas gracias!

El robot se fue como si nada. Jonathan miró al robot irse tan fácilmente. Debió de aceptar entonces ese mapa antes y no estar corriendo como un idiota por un largo rato.

De lo que había corrido entonces, no fue consiente que había terminado casi en el mismo lugar, en los camerinos de los animatrones que en estos momentos, ninguno estaban allí… aunque a decir verdad, no fue con todos. Una sola, precisamente esa loba de mierda, estaba en su camerino. Las cortinas que cubren el vidrio para que se vea, estaban tapando todo. Aun así, había algo raro. La puerta estaba… ¿abierta? Se acercó a esa puerta que se usa una tarjeta por lo que vio. Había una tirada de hecho. La miró con dudas. La tomó y la inspeccionó. Miró la puerta una vez más y con dudas, mirando a todos lados, la usó. La puerta se abrió. Abrió sus ojos. Era el camerino de Roxanne… y cuando se asomó un poco, vio que la misma estaba en un debate mental.

¡Vamos! ¡Tú puedes ser mejor que esas malditas perras! —Jonathan miraba entonces por encima de la entrada al camerino de Roxanne. Alzó sus ojos al ver cómo se refería al resto—. ¡¿No puedes ser mejor que ellas?! ¡¿Qué diablos te detiene?! ¡¿Eh?! —se hablaba a sí misma pero notaba las dudas y el miedo también en su voz. Era… era deprimente verle de esta manera. ¿Robots pueden tener este tipo de crisis?—. Yo… yo debo ser mejor que ellas… debo serlo… debo serlo… debo serlo…

No parecía estar bien.

Se alejó de allí. La tarjeta se la iba a quedar. Quizás venga alguna que otra vez a ver si sigue teniendo este problema raro de autoestima.

Aunque, saliendo de allí y estando ahora lejos también, ¿cómo puede ser que una loba como ella no sea querida? Bueno. Ha visto a gente con sus cosas y en redes sociales les defienden a muerte a la loba pero, ¿cómo es que se puede comparar con los demás? Aparte, teniendo en cuenta la loba que él adora y ama de esa serie extraña. Su hermano, en un muy mal momento, casi dice algo que no debe. Tal vez en otro momento, bueno de hecho, sí pero, no cuando quería pelear con esa loba.

—… —se daba cuenta de algo—. ¡Mierda! ¡Mi hermano!

—¡Hola!

—… —casi da un salto del miedo al ver a Nathan hablarle de la nada. Se aguantó ese grito. Miró a un costado por un rato. Su corazón estaba por explotar entonces. Se calmó. Logró calmarse unos momentos—. Nathan… —ahora le miraba—. ¿Dónde te has ido?

—¡Fui a pasear con el dragón! —exclamó muy alegre—. ¡Es genial! ¡No sabes cómo de bien vuela Vyper! ¡Pero también es muy suave! —hacía unas cosas raras con sus manos mientras sonreía—. Ella era muy suave —una vez más, Jonathan golpeó la cabeza de Nathan el cual, el segundo, mostró su desagrado tomándose la zona golpeada—. ¡¿Por qué está vez?!

—Suenas como un pervertido

—Ya te dije que quiero ser como tú

—Yo no sueno así

—… "aY lObItaA dE mI VidaA, tE dEsEEo y qUieRo cO…"

—… —tomó con su mano la cabeza de este como si nada. Estaba apretando. Lo señalaba con su mano libre—. No volveremos nunca más aquí si sigues

—… Tsk, aguafiestas

Con su hermano en su mano, se iba a ir pero…

—…

—… que… carajos… es… esto…

Vyper, la dragona, estaba frente a ellos. Era… era bastante alta. No se puede dar una idea de lo alta que es pero cerca de los dos metros seguro, quizás menos pero sigue siendo alta. Sentada en la batería uno no creería que fuese alta. De lejos tampoco… pero de cerca… Dios mío. El castaño miraba hacia arriba. Verde, cabello del mismo color, una ropa oscura, no sabía si era una dark o una gótica. ¿Dragona Gótica? ¿Culona? No sabe.

Lo único que sabe es que debe de investigar un poco quién de la persona de hacer estos modelos, no solo de Vyper sino del resto. Hermosos cuerpos, grandes traseros con grandes pechos, posiblemente cuerpos humanos o sensación del mismo… la persona que hizo esto… o es un pervertido o es el inventor más grande de todos los tiempos…

Suelta al niño —el tono de voz encima es apagado—. Me has mentido, pequeño Nathan. Esta persona no es tu hermano

—¿Qué has dicho? —esas palabras le ofendieron.

—Hehe… es mi hermano mayor, Vyper —soltó Nathan—. Yo… yo me escapé para ir contigo…

¿Un hermano como tú dices te tendría de esa manera?

—Es que… está mal… si él me cuida… y pone reglas y yo las desobedezco…

—… no entiendo

—Le dije que se quede a mi lado y se fue corriendo. Un niño de su edad no puede andar solo sin un adulto a su lado, en este caso, yo. ¿Qué clase de hermano sería si dejo a mi hermanito solo en un lugar enorme y sin capaz de defenderse?

Vyper solamente se quedó mirando a los hermanos. Más que nada, miraba a Jonathan por las palabras dichas. Se supone que si un hermano mayor queda a cargo, el menor debe de obedecer no solo por el tema de la jerarquía y todas esas cosas, no. Tiene que ver más con una preocupación y un sentido de responsabilidad que debe haber en el mismo. Además, vio cómo ese castaño abrazó al rubio pero luego le reprendía y le dejaba en claro que nunca debe alejarse de él si están ellos dos solos.

Entendía entonces esto. Ahora comprende un poco. Analizó entonces a ambos. Ambos estaban ahora en la base de archivos del lugar. Sí, ambos eran hermanos, eso tiraba el análisis. El amor que daba como hermano mayor entonces el castaño al rubio, entendía, sí. Solamente no tenía a nadie para ello…

Como tal y viendo que todo estaba en orden, abrió sus alas y salió volando de allí, una imagen que generaba fotos y fotos de lo sorprendente que era… eso y la vista desde debajo de sus enormes pechos eran geniales.

—Espero que no hagas esto de nuevo

—Prometo que no haré esto

—Gracias

—Solo si me prometes hacer algo

—¿Qué cosa?

Siguiente día

—No entiendo cómo es posible que haya accedido a esto

—¡Mira hermano! ¡Manejo un robot!

Ten cuidado superestrella. Fredica a veces es algo sensible con los controles. Pero mientras te diviertas, a mí no me importa.

—¡Gracias mami Fredica!

Hehe…

Jonathan, una vez más, trajo a Nathan junto a Fredica a su camerino. Esta vez, no entraron porque hicieron fila u algo. La tarjeta que se había robado le sirvió para entrar. Fredica se sorprendió al tener visitantes pero no le importó porque al menos eran esos dos muchachos de nuevo. Aparte, solamente aquellos clientes importantes pueden tener acceso a algo así.

Nathan estaba dentro de Fredica. Sí, literalmente, había un compartimiento dentro de la osa que podía entrar un niño y hasta manejarlo.

—¡Mira hermano! —decía Nathan desde dentro—. ¡Mira quién parezco!

Nathan comenzó a gritar y a llorar mientras intentaba manejar sin éxito un robot enorme a lo que, como jugando, decía que no podía controlarlo o que no sabía cómo manejar uno, como respondiendo a gente que no está allí.

Jonathan se reía porque por un momento la referencia la comprendió… pero por otro lado, no le gustaba la mera idea que su hermanito estuviese viendo algo así a esa edad. Pero le pareció gracioso de todas formas. Fue muy bueno.

Me alegra ver que te diviertes demasiado… —Fredica no podía tampoco ocultar ese sentimiento raro de haber sido llamada mami. Alguna vez pensó y pensó en tener hijos… pero eso fue hace tantos años atrás… y tristemente, esa persona con la que hubiese deseado tener algo con él, ya no volvió—. …¿qué quieres hacer ahora?

—Mm… —desde dentro, él parecía pensar detenidamente. Había algunas cosas, sí. Pero ahora, estaba que quería seguir—. Creo que quiero salir —Fredica abrió entonces su estómago y le dejó salir. Una vez fuera, se limpió un poco y miró a la osa—. ¿Puedo pedirle un beso en mi frente?

—Nathan…

Hehe, claro pequeña superestrella, lo que sea por un buen niño como tú

Cuando Nathan recibió este beso en la frente por parte de Fredica ante los ojos de un sorprendido Jonathan que no sabe si estar molesto u orgulloso, el niño una vez más hizo unos pasos hacia atrás antes de desmayarse de nuevo. Fredica sentía ternura al verle así. Le daban encima ganas de acurrucarle y darle unos buenos besos de buenas noches.

Tu hermanito es muy tierno —dijo—. Debe de ser agradable ¿no?

—Cuando no se comporta mal, es el mejor de todos —y sonreía—. Bueno. Gracias por cumplirle eso. Pensé que diría que no.

Siempre para hacer feliz a mis niños… aunque… —ahora miró algo seria al castaño—. ¿Cómo has conseguido ese pase? No solo es raro que lo tengas, también es raro que tengas uno que puede abrir cualquier cosa

—…

Recuerda no mentirle a Fredica, cariño —podía notar cómo de tenso se puso—. Si hay algo que no me gusta es que me mientan…

—… —negó por esto—. Estaba tirada, la tomé y me la guardé

Ohh… —y Fredica se mostró muy ofendida—. Muy mal. Robar es muy malo joven. Quiero que me devuelva la tarjeta en este mismo instante —extendió su brazo para que el castaño se la diera. Estaba molesta también. Pero no hizo nada—. Joven, vamos… dame la tarjeta, por favor. No voy a ser amable una tercera vez.

—Pero con esto no podré entrar de nuevo y ver que mi hermano esté feliz…

—… —un buen punto que ella decidió dejar pasar—. Aun así, no puedes usarla.

Por si acaso, Fredica entonces decidió escanear el rostro del castaño. Le hacía familiar un poco, más el niño. Una vez que se encontró que estaban ya en la base de datos archivadas sus rasgos faciales, mostró sorpresa pero más aún al ver la relación entre ellos y quién es el padre. Abrió sus ojos de par en par.

¿Has venido solo tú y él o…?

—¿Hablas de padres? No, no. Ambos nada más. Mamá trabaja y papá… —suspiró. Miró a su hermanito—. …papá ya no está…

—...

—… no quiero decir nada. Apenas él había nacido. Siempre le digo que está trabajando fuera y que no puede comunicarse… que pronto lo hará y traerá también muchas cosas… pero eso nunca sucederá —acariciaba la cara de su hermanito. Inocente y dulce, algunas veces malvado pero siempre dulce. Una sonrisa amarga estaba en su rostro—. No quiero arruinar su infancia

¿Qué hacía tu padre?

—No sé. Mamá me dijo que una vez que él era guardia nocturno o algo así. Y que le conoció porque se quedó una noche allí y le atacaron cosas… no sé —Fredica no olvidaría para nada ese día… pero tampoco va a olvidar que sabe perfectamente de la persona que está hablando—. …luego de eso… no sé. Sé que alguien vino y le ofreció mucho dinero para investigar algo así como un edificio raro…

Sí, ya sabía ella de quién hablaba… y no puede estar más deprimida por esto. Más allá de eso, el hecho que él haya seguido su vida y haya tenido hijos cuando recuerda que sentía que no iba a encontrar a nadie como ella… viejas heridas se volvían a abrir.

—¿Por qué preguntas?

Todo hermano mayor que viene con su hermano menor, siempre vienen porque sus padres no pueden… es lindo ver que haces esto por él

—Lo más cercano a un padre que tiene soy yo —sonaba triste pero había un fuerte orgullo en esto. Aun así, sigue siendo su hermano menor—. No quiero perderlo… y seguro que él no me quiere perder…

—… sí, muérete hermano, muere…

La atmosfera rara y tierna se rompió. Fredica soltó una tierna carcajada con escuchar cómo Nathan decía dormido esto. Jonathan simplemente lo cargó y se despidió de ella.

—Ah, toma la…

Quédatela —el castaño quiso objetar—. Mientras no la uses para nada malo, no me voy a enojar… —el castaño asintió. Prometió no hacer ninguna tontería entonces. Ahora, en su camerino y sin que nadie moleste, fue hasta el espejo para verse. Sonreía y de paso, no pudo evitar limpiarse algunas lágrimas—. …veo que por fin has tenido la vida que querías… te extraño…

Un rato después

¿Usarla para el mal?

Apenas conoce su uso. Puede ahora mismo usarla para lo que quiere puesto que, según Fredica, abre cualquier cosa. ¿Cómo alguien tan tonto dejaría que caiga en sus manos? Menos mal que él es bueno y no es de hacer nada malo…

Bueno, de hecho aprovechó para entrar en uno o dos lugares que solamente el personal puede y que algunos robots le habían dejado en claro pero tras analizar esa tarjeta, ese pase suyo, le dejaron pasar como si nada. Rápidamente entró y salió. Encontró muñecos de los animatrones y simplemente salió de allí muy tenso y nervioso. No quería atraer mucha atención.

Ahora, con algo de ropa y juguetes en una bolsa, caminaba con su hermano todavía en su espalda.

Curioso, decidió no volver a casa sino ver una vez más lo que ha visto ayer.

Hizo lo mismo. Nadie parecía estar allí. Todo bajo control en los alrededores.

¡¿Otra vez?! —parecía que estaba hablando consigo misma, caminando de un lado a otro. Se aseguró que no le vea—. No está importando qué haga, ¡nadie parece pensar que soy más que Fredica! ¡No tienen que amarla a ella! ¡Me tienen que amar a mí! ¡A MÍ! ¡Yo soy la que importa aquí! —es sorpresivo que no haya destrozado nada de nada. Tal vez se dio cuenta que entre más cosas rompe, más vacío este lugar está. Aunque tal vez valga dinero y por eso no hace nada de destrozos… eso cree él—. ¡Quiero ser más reconocida! ¡No puedo seguir viviendo bajo las sombras de ellas! ¡NO! ¡NO! ¡NO!

Roxanne no golpeaba su guitarra contra el suelo. Bueno, de hecho sí. Tenía varias guitarras ahora que veía porque según ha visto en esos espectáculos que hace, suele llevar ahora otras guitarras, tratando de encontrar ese estilo suyo. Ya era obvio que no encontró nada.

Él mismo se pregunta de nuevo. Cada día, los demás tienen más fans. Roxy parece que también pero se queda atrás. Es como la menos preferida del grupo… y todas son amadas para variar las cosas.

Ya había visto suficiente entonces.

Con su hermanito encima de nuevo, con cosas que se había robado, debía irse.

Ya suficiente que está también dándole igual su castigo por su madre por decirle puta. Se va a enojar pero menos mal que su hermano dijo que lo necesitaba para venir aquí. Eso le salvó… pero nada le va a salvar de la paliza que podría llegar a recibir por parte de su madre. No importa, su hermano está feliz.

Antes de irse, claro, pasó a comprarse algo para tomar.

Habían dos atracciones que le trajo mucha atención, algo que tenía que ver con una especie de mundo pirata donde salía una zorra y un lugar para jugar bolos donde sale una coneja.

—"El mundo pirata de Foxy la zorra" —era el nombre del primero y el segundo—, "Bolos de Bonnie" —un nombre común. Pensando seriamente estos nombres, pasó a mirar a los personajes y…—. Ese anciano tenía razón con esa coneja —sí, estaba seguro que era esta coneja—, Mira esos pechos… y esa sonrisa de perra que tiene… —no era muy fan de las conejas de esta manera pero… si hubiese una así… claramente la estaría siguiendo. Ni hablar de ese modelo de Foxy. Se veía muy alegre pero también podía ver el cuerpo que se traía—. …la persona que los hizo claramente tenía un fuerte patrón —en efecto, esa persona sin duda alguna ha creado algo que ha sido el sueño de muchos hombres, algunas mujeres también, de poder tener a su lado—. …y claramente es un hombre de cultura —si tan solo supiera lo que ha hecho esa persona para hacer aquellos animatrones en el pasado…—. Diablos… —sacó su teléfono y por mera curiosidad, teniendo en cuenta los nombres que salían, los buscó. Ah, este lugar tiene conexión a internet. Era como 80 veces mejor que el de su casa. Ahora entiende a esa gente que viene aquí solamente para descargar tonterías—. Veamos… Foxy y Bonnie son sus nombres, vamos a buscar algo de ellas y… obviamente es porno esto.

Dos segundos y ya encontró porno.

Miró a todos lados y guardó la dirección de la página donde encontró cosas de ellas. Con discreción, se fue yendo de allí con su hermano y sus cosas.

Tenía un trabajo… manual para hacer al llegar a casa.

Una semana después

—¡Tienen que creerme! Estos animatrones… estoy seguro que la persona que lo creó… estoy muy seguro que tenía ganas de tener sexo porque no puede ser…

—Entendemos tu punto pero, ¿y si realmente los hizo así con tal que la gente les atraiga? Digo, ¿cómo no atraería una coneja con grandes pechos como un trasero? Esa Bonnie… según pregunté, era alguien que estaba hace años atrás y era muy famosa… una lástima que no podamos verle…

—Amigo, ¿han visto a esa dragona? El nombre me parece una porquería y que hayan aceptado ese nombre, espero que hayan despedido a la persona esa pero, ¿has visto lo que puede hacer? Es increíble. No solo vuela sino que es muy seria ahora con el tema de seguir reglas.

—¿En serio?

—Sí, tuviste que venir ayer. Creo que un chico de 13 años se quiso saltar una fila y se iba a meter dentro de un juego pero ella apareció volando y lo tomó con sus patas. Lo dejó de nuevo en la entrada y le regañó y juro que esto no es mentira pero le tomó con… ¿su mano? De la cabeza y lo levantó un poco del aire y le regañaba. Es más, es como cuando Jonathan regaña a Nathan cuando se comporta mal.

—Hablando del Emperador de Roma, ¿qué onda contigo Jonathan? ¿Acosas a Roxy eh?

—¿Qué?

—Vamos viejo, sabemos muy bien que te gustan las lobas. ¿No tienes un fondo de pantalla de esa… perra?

—Primero, su nombre es Loona. Segundo, no lo sé… digo, Roxy me parece genial y todo pero…

—Sí, no tiene tanta fama con el resto. Aun así, tiene sus seguidores. Ya sabes, los que son como John, furros.

—Oye —el castaño de ojos claros entonces se tomó esto personal. Miró a sus amigos con una sonrisa… estaba molesto pero entre amigos, ¿cómo molestarse?—. A ti te gusta Chica, eso te hace más furro que yo.

—¿Qué?

—Claramente te excita ver a una gallina moverse y moverse para notar cómo tanto su trasero como sus pechos se mueven a la par… —tomó un poco de soda—. Eso amigo, te hace furro.

—No…

—Sí

—No… no… ¡NOOOOOOOOOO!

Los demás vieron ese grito exagerado de él y se burlaban… aunque tampoco pueden decir mucho porque están en la misma situación. Amar a uno de estos animatrones como lo hacen, claramente les hace furros de alguna manera. Eso era como un pecado para ellos pero, ¿qué más da? ¿Alguno de ustedes han visto cómo se mueven esos pechos de los robots? Encima eran robots.

Vino con amigos esta vez.

Su hermano terminó castigado.

¿Razón? De la nada le dijo puta a su madre lo que, bueno, generó su castigo. Él por su parte, solamente decidió salir con sus amigos. Tenía clases y todo pero después de las mismas, obvio que estaría con ellos un rato. Le avisó a su madre que están "estudiando" con ellos. Antes de venir aquí, realmente fueron a casa de uno de ellos para sacarse fotos en caso que pregunten por las mismas. Todo solucionado.

Todos se cubren las espaldas y nadie dice nada de nada, no saben nada, no reconocen a nadie.

Están comiendo pizza. Estaba bastante buena. Era la mejor del día o de la vida de algunos de ellos.

—¿John?

—¿Eh? —Jonathan no le gustaba ser llamado así. Era el nombre de su padre pero cuando se dio cuenta, es obvio que no podía dejar de voltear al escuchar ser llamado así—. ¿Qué pasa?

—¿Es cierto lo de ese pase? —todos se interesaron en esto—. ¿Puedes ir a dónde quieres?

—Ya no más —todos mostraron sorpresa—. Ayer… quise conseguirle algo a la chica que me gusta pero…

—¿Pero…?

Ayer, área del personal

Miró en todos lados. Estaba muy seguro que conseguiría algo por aquí, eso decía en el mapa que ese robot le dio… por la fuerza. Dos horas le estuvo siguiendo.

Sí, el castigo de su madre le dio igual. Simplemente vino aquí rápidamente para buscar eso… y ese robot estuvo en serio dos horas ofreciéndole un mapa. Fue horrible porque hasta en el baño le ofrecía… aparte de papel.

Una vez lejos de ese robot, fue hasta ese lugar que decía que solamente el personal permitido podía entrar. Con este pase, que sigue preguntándose cómo diablos alguien deja caer esto, iba a entrar. Tenía expectativas para ver qué encontraba. ¿Tal vez encuentre cosas buenas?

Alto ahí pequeño —no se dio vuelta cuando escuchó esa voz robótica. Aguantó muy bien el susto así como también muy bien aguantó su trasero para no cagarse encima porque mierda que fue horrible esa voz muy cerca de él—. Esta área es solamente para el personal autorizado… y tú no te ves como un trabajador…

—Eh… —pensaba rápido—. Yo… empiezo hoy. Necesito mis cosas

Haha, ¿con esa voz de niño que tienes esperas trabajar? —decía el animatron que Jonathan podía reconocer por voz, no por quién exactamente era—. ¿Realmente crees que un lugar así contrataría a un joven de tu posible edad? ¿Qué crees que es eso? ¿Una historia mal escrita por pubertos? —su miedo se fue y mostró confusión. Eso… eso fue muy específico… ¿no?—. Por eso niño, te voy a llevar con los de seguridad.

Jonathan fue dado vuelta y ahí vio unos pechos enormes que estaban pegados a su cara. El color rosa lo había reconocido también. Ahora mismo, era Chica el animatron que le había hablado.

Vaya, en serio eres un niño —al hacer un análisis al rostro de este, no solo salió que ya estaba en la base de datos sino que, como Fredica, encontró esto como una enorme sorpresa. Se lo quedó mirando por unos segundos. El color de cabello podría ser muy diferente al que recuerda pero en rostro y ojos… es igual a él—. … ¿John?

—Eh… mi nombre es Jonathan —dijo un tanto nervioso y confundido—. Ese… era el nombre de mi padre

Tu padre… —había un poco de tristeza. Claramente no estaba preparada para una noticia así. Eso sí, sabía muy bien del destino del rubio adulto pero nunca esperó que tuviera un hijo, hijos en este caso porque también sale ese muchacho en la misma base—. …¿por qué viniste hasta aquí?

—… —no iba a mentir ahora mismo. No quería jugársela—. Quería… buscar algo… como para regalar a una chica que me gusta y…

Espera —Jonathan entonces la vio entrar a Chica a ese lugar. Unos minutos después, salió con un regalo en manos—. Esto le gustará

—¿Qué es?

Esa es la mejor parte —decía Chica—. No tengo idea

—Oh… eh… gracias de todas formas…

No hay de qué —ella abrazó a Jonathan. ¿Por qué? Porque nunca más había visto a John y cuando lo hizo, no podía abrazarle para nada. Esto es lo más cercano a poder abrazarle a él, a su hijo. Ahora con esto, sonreía porque esto demuestra que ella ha superado a Bonnie y a Foxy pero… también las extraña—. Procura no ser un niño malo ¿sí?

—…

¿Cómo puede hablar un ser humano con unos enormes pechos pegados en la cara?

No dijo nada como tal.

¿Sí? ¿Puedes prometerlo eso a tu tía Chica? —ella vio que asentía. Se reía porque esto es algo que una vez le hizo a su padre y de la misma manera respondía. Levantó incluso el pulgar y todo. Se reía de nuevo. Lo soltó. Le veía tomar algo de aire—. Ve, haré de cuenta que no he visto nada de esto. Y procura que esa afortunada le guste ese regalo

Jonathan se iba yendo con su regalo en mano. De reojo volteaba a ver a Chica que le saludaba muy feliz. No entendía para nada esto. Pero no se iba a quejar. Simplemente se fue.

Chica sonreía y sonreía

Eres igual a tu padre…

Actualmente

Jonathan no contó esas palabras que Chica le dijo.

Esto se lo guardó para él. ¿Cómo puede ser que ella supiera un poco de su padre? No, ¿cómo puede ser que Chica también le pregunte de su padre? ¿Sabía algo? ¿Cómo puede ser? Primero Fredica y ahora ella… no entendía.

Pero la historia era esta, Chica le perdonó la vida.

—Pensé que Chica venía, te gritaba y te llevaba tirándote de la oreja hasta los guardias —decía alguien del grupo—. ¿Cómo puede ser esto?

—Es porque eres feo —contestó otro.

—Huh, bueno, al menos este feo tiene novia y tú no

—Tu madre no cuenta

—La tuya sí

El resto se reían en lo que trataba de agarrar ese amigo desde el otro extremo de la mesa al que dijo esa fuerte declaración, entre risas. Todo se calmó luego para mirar una vez más al castaño de ojos claros.

—¿Eso quiere decir que si queremos quedarnos toda la noche, podremos?

—No, me dijo que no tiente a la suerte —era mentira—. La próxima vez me pueden sacar esta tarjeta y todo puede irse al diablo

—Insisto en saber si despidieron a esa persona que perdió la tarjeta

—¿Será esa rubia de allí?

El grupo vio pasar a una rubia uniformada. Era una guardia. Ojos verdes, cabello rubio, una cola de caballo que pasaba por su gorra. Era hermosa, sí… pero el cuerpo que tiene… era de infarto.

Todos comenzaron a pensar entonces en esto.

¿Cómo es posible que toda mujer que trabaje aquí tenga un cuerpo radiante y los animatrones estén 10 veces mejores que ellas? Todos acordaron de inmediato que la persona que no solo hizo el modelado de los personajes sino de las contrataciones de personal, definitivamente, era uno de los suyos, un hombre hecho y derecho, un pervertido.

—Oh no

—¿Qué pasa?

—Ahí viene Chica

—¿Qué tiene?

—Tú no sabes pero —eran alrededor de 7 en este grupo. Uno de ellos no sabe qué significaba que Chica viniera a tu mesa al ya terminar de comer—, Chica de alguna manera también te recomienda hacer ejercicios y tener una vida saludable

—¿Ofreciendo pizzas y otras comidas chatarras? —decía ese que no entendía

—Es curioso pero ella ofrece un programa de ejercicios… y… no es lindo…

—¿Eso significa que estamos perdidos? —le asintieron—. Oh, bueno, genial…

Chica apareció frente a ellos entonces con una gran sonrisa.

Todos comenzaron a temer.

¡Hola chicos! —todos respondieron de mala gana, ya sabiendo lo que iba a pasar—. ¡Espero que su comida les haya gustado! ¡Personalmente yo he hecho estas pizzas! —para el que frecuenta a Chica, esta no es su línea habitual—. ¡La casa invita! ¡Gracias por comer aquí y recuerden hacer muchos ejercicios! —sonreía de oreja a oreja—. ¡Tengan linda tarde!

La gallina se fue.

El grupo de amigos miraron detenidamente a Jonathan que, pobre, no entendía nada.

—¿Qué pasa?

—Maldito bastardo —dijo uno—. ¿Por qué nunca nos dijiste que te estás tirando a un robot?

—¡¿EH?!

—Yo sabía que este tipo de cosas eran lo tuyo —uno le rodeó con su brazo entre risas—. Primero eres furro y ahora te coges un robot… ¿y solo para que no paguemos nada? Eres un maldito bastardo con suerte… me gusta.

—Oye, ¿si vamos al campo de golf de Vyper? —decía otro—. Tal vez se la esté cogiendo a ella también y podamos tener juegos gratis.

Todos miraron a este y pensaron que no era muy mala idea. Comida, risas y luego un poco de tilteos en jugar algo que podían jugar como 10 al mismo tiempo en cada hoyo. Era una tarde muy genial.

El castaño no quería esto y por lo tanto, no le quedó otra que hacer esto.

—¡CHICA!

—¿Qué haces?

—Está llamando a la novia, déjalo

Chica volvió. Al ser llamada entonces por Jonathan, paró y caminó de nuevo a su dirección. Esto es algo que el castaño no comprendía porque ella le miraba… con demasiado cariño. No… no entendía esto que digamos.

¿Qué sucede?

Chica actuó natural. Por lo que ve, nadie debe de saber que conoce a este chico. Luego… hablaría con Fredica para ver si sabe de esto.

—… —miró a sus amigos. Mentalmente, pedía disculpas—. Mis amigos están llenos de energía para poder hacer tu rutina de ejercicios —Chica mostró alegría al escuchar esto pero sus amigos comenzaron a negar y a molestarse con él—. Todos buscan perder algo de peso… sobre todo la esfera de dragón de aquí —el pelado, calvo por las risas, se enojó por ser referido de esta manera—. ¿Puedes hacer algo?

¡Claro que sí!

Fue unos segundos pero el castaño veía cómo unos robots se llevaban a sus amigos detrás de Chica que iba también muy feliz por poder poner en acción la rutina que ha pensado y pensado en estos días.

—Mis amigos me van a odiar… —pero en eso, miró su teléfono y la hora—. …pero tengo una loba que visitar…

Durante una semana ha hecho esto.

¿Castigo?

Le daba igual. Venía para tomar algo, comer un poco y luego, ver todos los días a estas horas a una Roxanne en tener una crisis existencial. Esto para él era entretenimiento puro y gratuito porque un vez fue a probar eso de los bolos y ni loco va a pagar 20 dólares para perder contra un anciano, justamente el mismo que le decía que había una coneja. Cuando lo enfrentó, dijo que él tenía el poder de Bonnie y bueno, el resto es historia. Le dieron una paliza… y encima había apostado 100 dólares a que le ganaba fácil.

El punto de todo esto que de todo lo que ofrece el lugar, ver a Roxanne era gratuito… y porque también le gusta y mucho.

Pero cuando esperaba ver a una Roxanne muy molesta por completo, perdiendo su cabeza en todo momento, estando a nada de explotar, no había nadie. Este lugar estaba desierto. Nunca había entrado pero hoy lo hizo. ¿Por qué? Porque como las cortinas siguen tapando su camerino, él decidió entrar. La puerta detrás de él se cerró también lo que le asustó por cómo de rápido se cerró. Guardó ese pase suyo de seguridad. Lo había estudiado, además de las palabras de Fredica, y sí, abre todo.

Este lugar se veía ahora ordenado. El tema es que no veía a la loba. El lugar… no, escuchaba algo así como una especie de llanto robótico.

¡No sirvo para nada! —el llanto le atrajo pero el sonido de una voz quejándose, fue más todavía llamativo—. ¡No puedo ser la estrella! ¡Soy basura! ¡Soy una basura! ¡Soy una perdedora!

Jonathan tuvo en primera plana la imagen de una loba orgullosa como ninguna, llorando, enterrando su cara entre sus piernas y brazos. Estaba escondida detrás de algunos puff donde te sientas y te hundes poco a poco. Se la quedó mirando y más que nada escuchó esos sollozos.

¿Qué quieres? —Roxanne le asustó al decir eso. Tal parece que fue descubierto—. Nadie salvo personal puede entrar aquí… —su tono de voz… aparte de ser algo robótico, sonaba muy… no muy bien. Estaba abatida y lo que menos quiere hacer es tener que decir lo mismo de siempre a los chicos y chicas que desobedecen las reglas—. Por favor, vete.

—¿Qué te pasó viejo? —habló Jonathan—. Toda abatida… no siendo cómo tú eres…

No me toques —Roxy podría estar mirando al suelo triste pero puede sentir que él intentó tocarle un poco. Con eso, pudo sentir también que se había alejado unos pasos de nuevo—. No soy quien crees que soy, humano —negaba. Levantó su cabeza para ver a este humano—. Soy… —pero entonces, reconoció a este humano. Su voz se le hizo familiar. Era con el que chocó, le chocó de hecho, y traía a su hermano. Encima de estar triste, ahora estaba molesta porque se dejó ver de esta manera por un humano que odiaba—. Eres tú… ¿qué haces aquí?

—… vine a verte

¿Verme? Entonces debes de ser tú el que siempre me miraba por la puerta —el castaño miró a otro lado, tenso—. ¿Crees que no me daría cuenta? —decía—. Mis ojos están capacitados para que pueda ver por las paredes

—¿En serio? Oye, eso suena genial

Yo… —Roxy mostró confusión—. ¿Te parece genial?

—Oye, mirar por las paredes y saber quién viene siempre es genial —si tan solo él tuviera ese poder… estaría siempre frente al vestidor de mujeres de su secundaria—. ¿Acaso te parece tonto eso?

¿Qué me sirve mirar por las paredes si de todas formas no puedo usarlos? —replicaba—. Era para ver si hay gente que me sigue pero… todo el mundo o quiere a Fredica o quiere a Chica… —competir con un animatron que te da aires de una MILF y otra que te da aires de una tía, otra MILF, es muy complicado de competir, lo entiende—. Encima ahora todos quieren a esa dragona estúpida… todos los humanos piensan en ella como una hermana mayor… —el castaño se preguntaba si tenía que ver él un poco con esto sobre Vyper. Según sabe, que las cosas que ella hace para regañar o para dejar en claro algunas cosas son las mismas que él usa con Nathan… le era raro—. ¿Cómo puedo competir ahora?

—Pero tienes gente que te sigue y que te adora

¡No es lo mismo! —gritó. Se levantó. La diferencia de altura era un poco. La loba era un poco más alta que el castaño—. ¡Quiero que todos sepan que yo soy la estrella! ¡No quiero que me digan que soy la sombra de dos malditas putas! —Jonathan tuvo que retroceder algunos pasos. Ella estaba a nada de tomar represalias con él—. Yo… —para de nuevo, volver a estar muy abajo en moral y ánimos—. …solo quiero que nadie piense que soy una perdedora… y que todos crean que soy una estrella…

Ah, sí, el castaño podía ver esa depresión.

¿Robots con depresión?

¿Qué sigue?

¿Un hombre poniendo almas de niños dentro de robots?

Pagaría por ver eso.

Pero el punto es que miraba y miraba más y más a la loba. Le hace sentir mal. Tal vez él no ha sido honesto. Debería de demostrar que en serio considera a esta loba como la mejor de todas.

—Oye, Roxanne —le llamó pero ella no prestaba atención—. Oye, escucha… —se aclaró la garganta tras tragar saliva. Miró a la loba. Esta seguía sin mirarle—. ¿Tú te quieres a ti mismo?

¿Realmente crees que voy a querer a una perdedora como yo? No

—Pero, Roxanne, ¿cómo quieres que otros te quieran y adoren si tú misma no te quieres? —no servía para decir tales palabras pero la loba, de pronto, comenzó a mirarle detenidamente por lo que había dicho. Sintió que esas palabras tenían fuerte peso—. Aparte, estoy seguro que mucha gente te ve como una Diosa pero… debes demostrar que eres una ¿no?

—… —cambió de opinión. Lo poco que le conoció era un humano más. Ese pequeño accidente le dejó una mala impresión. El hecho que viniera a verle siempre también le daba un poco de asco porque era un pervertido más… pero esto, tiene razón. Siente que tiene razón, sí—. ¿Eso crees humano? ¿Soy una Diosa? —preguntaba con esperanzas.

Roxanne no estaba bien. Que el castaño dijera que es como una Diosa pero que no actúa como una, fue mucho para ella y más que suficiente para querer más cumplidos.

Jonathan se rascaba la cabeza con nerviosismo.

—Eh… sí… realmente eres hermosa y todo eso —no esperaba confesarse de esta manera. Era muy pronto pero… teniendo en cuenta que Roxanne le estaba mirando con deseos de más cumplidos, tenía que ser franco—. …ven, párate —ella aceptó. En secreto le asustó que le hiciera caso tan rápido. La movió hasta el espejo que siempre tenía allí. Señaló el mismo—. ¿Qué ves allí?

—… veo una perdedora… y a un humano…

—¿Sabes qué veo yo?

¿Qué ves?

—Yo veo a una estrella —dijo muy serio—. Yo veo a una loba que es la Diosa de muchos que nadie quiere admitir por miedo, porque no podrán manejarte nunca, no sentirían que son dignos de tu fama y belleza —se estaba dejando llevar. Esto a Roxanne no le importaba. Le hacía sentir demasiado bien—. Veo a una loba que pronto será la número 1 en los corazones de la gente y que pensarán que eres 10 veces mejor que esa maldita de Fredica o de Chica… o mucho mejor que la puta dragona esa —en secreto se maldecía por llamar así a estas pero en el calor del momento, no puede parar. Tiene que hacer sentir bien a esta loba orgullosa que perdió todo orgullo—. Eres una loba hermosa y perfecta. Todo de ti es perfecto

¿Qué tengo de perfecto?

—Tu cabello, tu cola, tus ojos, todo de ti es perfecto… y debes apreciar que eres perfecta… eres perfecta para todos y siempre será de esa manera, Roxanne.

—…

Roxanne claramente no aceptaría nada de nadie… esto era algo programado en ella en el momento que ha salido a la luz junto con Vyper como nuevas acompañantes de las otras dos. Se suponía que sería orgullosa y muy vanidosa, alguien que brillaría y sería la Diosa en ojos de muchos humanos… pero todo salió mal desde el principio y casi nadie hablaba de ella. Podía tener gente pero, ¿qué son cumplidos vacíos? Su cuerpo puede servir para ser querida pero si no es apreciada por lo que ella quiere, ¿cómo aceptará lo primero?

Los cumplidos vacíos… eran borrados de su mente.

En su base de datos… estas palabras dichas por este chico, se quedaron grabadas por completo y tenía razón. Ella debe entender que primero se debe amar a sí misma y que no puede estar a la altura de los demás porque supera toda barrera posible.

Estaba muy necesitada de palabras de esta manera. Necesitaba que alguien le dijera cosas de esta manera… y realmente encontró a ese alguien que le haya dicho tales cosas. Estaba… sonriendo por primera vez… y de una manera honesta…

—… ¿estás bien? —preguntó mientras la miraba—. Estás… ¿sonriendo? —es que ver en persona a una loba sonreír… es extraño.

Estoy bien, Jonathan —el castaño se sintió feliz porque dijo su nombre pero no tanto al darse cuenta que nunca le dijo su nombre. Ella volteó a verle—. Gracias… por tus palabras… —sonaba… ¿querida? ¿Feliz? ¿Amada?—. Yo… soy la mejor… la mejor de todas… todo de mí… es genial… soy genial… soy… perfecta —se decía a sí misma mientras miraba de nuevo su reflejo en su espejo, tocando su cabello, cola, nariz, todo—. Soy… perfecta… —una vez más, miró al castaño. Se dio vuelta—. …¿eres mi fan?

—Hehe… pensé que con todo lo que dije lo era… —decía como si fuera un chiste—. …¿no?

¿Soy tu favorita?

—¡Diablos! ¡Sí! —tosió al darse cuenta que casi se exalta demasiado—. Eh, sí, eres mi favorita —actuó con naturalidad. Tal vez, estaba en sus venas el actuar de esta manera con los animatrones—. La número 1

¿Soy tu número 1?

—… claro

Tu hermano había dicho que querías a otra loba

—… —miró a varios lados. ¿Realmente estaba presenciando acto de celos? ¿No? ¿Él se imagina esto? Sacó su teléfono entonces para mostrar a qué loba se estaba refiriendo su maldito hermano que no parecía callarse—. Esta es la loba —le mostraba y señalaba—. Se llama Loona.

No parece muy especial —dijo mientras acercaba su vista para analizarla—. Se ve normal.

—Bueno, eso depende de la persona. Yo creo que es la mejor de todas —notó las molestias de Roxanne—. …estás tú también ¿eh? —se relajó. Miró al lector al notar esto—. Pero el tema es que, como dije, es perfecta para mí. ¿Por qué? No sé, simplemente la veo y todo de ella es perfecta… porque supongo que la hicieron para ser de esta manera, como tú

¿Cómo yo?

—Sí. Esta loba es una perra mala… eh, una chica mala, se entiende. Aunque en esos momentos, tiene esos cambios de actitudes que le dan ese toque perfecto. ¿Quién le dice que no a una chica mala que muestra ser muy cariñosa y amable? NADIE

—… ¿yo debería ser de esa manera?

—Tú puedes ser como quieras —le dijo ya guardando entonces su teléfono—. No tienes que ser como los demás, no. TODOS deben ser como tú, Roxanne

Todos deben ser como yo…

La loba se repetía entonces esto una y otra vez. Comenzó a imaginarse a la gente a vestir como ella, ser como ella, tener un cabello como el de ella… una y otra vez se repetía esas cosas. Ya estaban grabadas, no había forma de confundirse, nunca. Con esto, mañana, estará muy segura que será la mejor.

Mañana ven

—¿Eh?

Tenemos un show que dar. Quiero que vengas a verme… y luego vengas aquí…

—Oh, eh, bueno —jugaba con sus manos—. Estaré allí

Bien… bien… —sonreía no muy sanamente al castaño.

—… oh, también otra cosa —la loba alzó una ceja—. Cuando toques… recuerda que también transmites lo que sientes… puede parecer tonto pero, ¿alguna vez pensaste en liberar toda la carga que tengas y dejarte llevar por la música?

No es algo que sea muy tonto. No puedes forzar a la música, no puedes obligarla a hacer lo que quieres, no. La música te tiene que llevar, se tiene que dejar llevar, es la que te guía a los mejores momentos de la vida… o algo así alguien dijo, no tiene idea. Pero es que Roxanne debe dejarse llevar, liberar esa angustia y frustración con su guitarra.

Esto es algo que la loba se guardaba, nuevamente.

—… —Roxanne no dudó ahora. Con todo esto, estaba como nueva. Era como una nueva ella en estos momentos. Teniendo ahora al chico que pareció darle una nueva vida, con su pata, su mano, le tomó del mentón—. Muchas gracias, Jonathan —decía. El castaño por dentro estaba gritando de alegría pero por fuera estaba tenso—. Gracias por tus palabras…

Lo que atinó a hacer entonces Roxanne fue lamer el rostro del muchacho que teniendo en cuenta que es una loba, esto puede igualarse a un beso como muestra de agradecimiento. Algo que Jonathan estaba a nada de desmayarse como su hermanito con Fredica. Aguantó porque ella le tomaba del mentón.

Tan solo espera lo de mañana…

Al siguiente día

El show había comenzado.

Los animatrones habían dado un gran espectáculo. Todos dieron lo mejor de sí pero ahora mismo, la que más destacó fue Roxanne sin lugar a duda. Sus compañeros de banda en serio mostraron asombro al verla actuar de esa manera, tan soltada, tan rebelde, tan… alocada, dejándose llevar también por la música que tocaba y tocaban sus compañeros. Demostró estar a la altura y demostró que era lo que ese chico dijo que era, una Diosa.

Cuando este show terminó, todos estaban eufóricos y muchos ya querían pedirle fotos y demás a la loba que aceptó con gusto, mostrando ese aire de superioridad, ese aire de grandeza, ese aire de fama y de estrellato. Fue reconocida como tal y por encima del resto. Esto es algo que quería, que deseaba y anhelaba.

Miró a la gente que quería tener algo de ella o ser como ella y de lejos pudo ver a ese castaño. Sonreía. Gracias a él fue todo esto. Esperaba seguir de esta manera… pero esperaba que él, viniera hasta ella…

Camerino de Roxanne, horas después

Jonathan entonces vino.

Se escapó de su casa, otra vez.

Las cosas en casa muy bien que digamos no van. Su madre puede que se haya olvidado del castigo pero no es muy tonta, no lo es. Sabe que se escapa y empeora cada vez más su situación… pero, ¿cómo decir que no a una loba como Roxanne? Sería idiota si lo hace.

Entonces entró como si nada.

De nuevo, no había nadie.

—¿Dónde…?

Antes de poder terminar, algo le cayó encima.

Cuando se quiso liberar, fue imposible. Ese algo era justamente Roxanne que estaba encima de él, casi sentada en su regazo, teniendo una sonrisa… ¿coqueta? Su mente se llenó con esas imágenes raras que miraba cuando estaba solo y había una igual a esta… y jura que verlo que vivirlo… es muy diferente…

—Roxanne… tú…

Shhhh…. —la loba entonces clavó un poco sus manos en él. Las uñas largas y afiladas comenzaron a rasgar un poco parte de su camiseta lentamente. Su mirada estaba clavada en sus ojos—. No digas nada, pequeño —rasgaba poco más su camiseta. Ella entonces se sentaba en su totalidad encima de él. Estaba en cuclillas antes—. Debo recompensar a mi fan número uno por hacer que sea querida y amada… dime… ¿soy tu favorita?

—¡Lo eres!

Aunque no sabe si dice esto porque deseaba algo así o porque esas uñas estaba tocando y arrancando un poco de piel.

¿Soy tu número 1? —Jonathan asentía—. Soy tu favorita… tu número 1… —escuchar esto le hacía sentir muy feliz y de alguna manera, le hacía mover algunas cosas más. Sacó sus uñas del castaño. Ahora, sus manos estaban a los costados de la cabeza de este. Se inclinó más. Sus pechos ya estaban a nada de tocar la boca del mismo y su trasero, bueno, su lindo y perfecto trasero estaba ya apoyados en su entrepierna… bah, en su cintura… y que podía sentir algo que chocaba contra el mismo—. ¿Soy perfecta? ¿Soy hermosa? ¿Crees que soy la mejor de todas?

Debe ser la primera vez en la vida de Jonathan que se siente demasiado miedo por cómo había creado una especie de monstruo dependiente de cumplidos a la vez que se sentía muy excitado por este monstruo dependiente de cumplidos.

¿Caliente y con miedo? ¡Qué locura!

Asintió.

Esta vez, Roxanne no le lamió… un poco lo hizo. Esta vez, intentó darle una especie de beso, algo que el castaño no sabía qué hacer… aunque con la poca experiencia que tiene en besos, literalmente este es el primero, y con lo aprendido en esos tutoriales de internet, que eran porno básicamente, correspondió… aunque puede que no sea la mejores de las ideas porque la lengua de ella era larga y él decidió, como todo un héroe tonto, usar su lengua. Ella invadió su boca y sentía que tocó la garganta. Sus manos… sus manos se dejaron llevar y fueron a tomar el trasero de esta. Quería apuntar a sus pechos pero fueron directamente a su trasero. Era suave, demasiado. Asusta que alguien se tomara las molestias de hacer esto muy suave… y la sensación que siente con este beso… el tipo que ha creado esto no solo es un genio, es un Dios.

Roxy sacó su lengua y sacó su boca de la de él. Miró a su pequeño fan número 1. No importa qué tantos fans ahora pueda tener y llegue a tener, este chico, es el número 1 para ella y nunca cambiará… porque lo hará suyo.

¿Listo para un show más… caliente? —tu tono coqueto salió. Sintió esas manos en su trasero y sintió algo que le golpeaba abajo. No dejó a Jonathan que dijera algo. Solamente hizo lo que ella quería. Movió un poco la parte inferior de su atuendo. La vagina que tenía era… algo que desearías comer todos los días. Como tal, apartó también eso que detenía la erección de este, su pantalón. Lo rompió más que bajar la bragueta o bajarlo por completo. Allí, como estaba muy bien posicionada, apenas rasgó esa parte, el pene salió y ya estaba con la punta dentro—. Mm… —esta sensación… es muy buena. Para ella es muy buena pero para el castaño… estaba casi sin palabras ya y sentía que era el cielo mismo—. Espero que estés listo para este show… porque tu favorita… claramente lo va a disfrutar

Bajó por completo entonces.

Jonathan se vino al instante.

Roxanne sintió esto. No esperaba que se viniera tan rápido. Veía al castaño tener algunos espasmos para luego estar sin moverse pero respirando. El hecho que se haya venido tan rápido… le molesto…

—… ¿qué es esto?

—… —él también se dio cuenta de esto—. …oh… perdona… es que…

¿Ya te viniste?

—… ¿alguna vez has visto un Fórmula 1 ir despacio?

¡¿Qué clase…?! —callada, sintió algo que se movía dentro de ella. Sentía algo más duro que antes—. …¿de nuevo?

—Virgen, 16 años, ninguna novia, a solas en su cuarto toda la noche… —le decía—. …aguanto… creo…

—… —las cosas que dijo no entendía mucho pero, sí entendió algo—. ¿Soy tu primera mujer…? —asintió Jonathan de alguna manera—. Hehe… ser tu primera mujer… con la que consideras favorita… realmente debes de estar loco por mí ¿no? —una vez más, asentía. Esto lograba hacer un poco más inestable y feliz a Roxanne. Su ego crecía y su orgullo también—. Entonces… ¿quién soy yo para rechazar un amor como este?

Ahora, comenzó a moverse una vez más, usando el semen que escurría de su vagina como una especie de lubricante como para poder subir y bajar más fácil. No sintió que algo saliera de nuevo al instante, no. Esta vez, lo único que sentía era placer, demasiado. Se enderezó en lo que cabalgaba una y otra y otra vez al castaño que estaba sin habla en todo momento, tratando de mover también sus caderas para que no sea ella la única que hiciera algo. Sonidos sordos de aplausos así como también el sonido raro que hacía al estar teniendo sexo y usando como lubricante tanto lo que chorreaba la loba como el semen que liberó el humano, invadía todo el camerino de la nueva y famosa Roxanne que entre más y más hacían el amor ahora, porque es básicamente lo que están haciendo en estos momentos, ella más parecía estar soltando ese lado salvaje suyo de loba, ya no actuando con razonamiento y teniendo el control sino realmente siendo una loba, loca, lo mismo. Ya era una salvaje, se movía violentamente como una mujer salvaje, mirando fijamente a los ojos del muchacho con deseo y anhelo, tanto que de nuevo le comió la boca. Le besaba, lamía, mordía un poco la cara para dejar un pequeña marca de amor así como también su cuello y hombro, queriendo dejar la marca de su fan número uno.

Como una loba salvaje, montaba más y más duro al castaño que pobre, iba a caminar muy gracioso después de esto… si es que sobrevive, por supuesto.

Al cabo de un rato, sentía de nuevo esa sensación de ser llenada por completo por parte de Jonathan que estaba teniendo de nuevo espasmos… para estar sin energía alguna para seguir… o eso él cree porque podía estar erecto una vez más y todo pero estaba muy cansado.

Sigues duro… —en efecto, estaba duro. No tiene idea cómo. Ya acabó demasiado. ¿Cómo puede ser?—. Parece que tienes un don… como yo… —si el castaño supiera que su padre alguna vez en el pasado tenía una relación así con una zorra… robótica, puede entender la razón de todavía estar muy excitado—. No te preocupes… seguiremos hasta que no puedas más…

Al otro día

Ayer fue una cosa de locos.

Estuvo como horas haciéndolo con Roxanne.

Pasó de ser montado a luego estar sentado mientras ella, de nuevo, le montaba. Sus pechos daban en su rostro una y otra y otra vez. No podía evita chuparlos. La loba claramente hacía eso para que hiciera justamente eso. Quería sentir sus pechos chupados. Eran hermosos y perfectos. Todo de ella es perfecto como ha dejado claro.

Pero también, entre medio de todo, ella siempre buscaba confirmación a sus preguntas. Quería escuchar una y otra vez que le dijera que era perfecta, que era hermosa, que era genial, que era todo. Quería escuchar más de él. Quería simplemente que le dijera que es su Diosa y ella, estaría tan feliz que aceptaría todo de él.

Se volvió muy dependiente, demasiado de sus cumplidos.

En este día, lo mismo pasó.

Hizo su gran show, mucha gente le alababa, querían ser como ella, vestir como ella, todo como ella… y esto a Roxanne le encantaba. Todo el mundo la veía como la estrella ahora. ¿Sus compañeros de banda? Ahora que estaba en la cima, cree que ellos tienen alguna que otra chance de poder comunicarse con ella. Ahora era mejor, más cuando sabes que estás arriba de ellos.

Después del show, no aceptaría a nadie… y es ahí cuando de nuevo apareció el castaño.

Esta vez no lo hicieron sino que Roxanne quería que literalmente Jonathan le comiera por completo. Como tal, le hizo bajar hasta su vagina y enterró su cara contra ella. Respiración, besos y lamidas, una lengua que entraba dentro, hacían que ella estuviera teniendo fuertes espasmos y que sus piernas tiemblen demasiado por este hermoso placer. Que también le diga que su vagina es perfecta, deliciosa, jugosa, la mejor del mundo, más sonrisas ponían en una perdida y enamorada Roxanne que no dejaba de gemir y gemir y pedir que le diga lo mucho que le ama y lo mucho que es para él.

Un día más

Esta vez, Roxanne se bajó hasta su entrepierna para darle una mamada.

Mientras hacía esto, no podía dejar de mirar a los ojos al castaño que tenía los suyos cerrados y su cabeza echada para atrás, también gimiendo de placer y diciendo que era la mejor, que era perfecta en esto, que su boca realmente fue creada para hacer este tipo de cosas. Cada vez que escuchaba esto, se sentía como en el cielo y seguía y seguía chupando el miembro de este chico, de arriba abajo, haciendo que llegue lo más fondo posible. Su larga lengua cubría todo así como su hocico. Esto parecía encantarle al castaño que no paraba de agarrar con fuerza lo que pudiera tener en mano por la sensación de placer que sentía.

No iba a parar hasta que acabara y cuando lo hizo. Le mostró cómo era su favorita por una buena razón y frente a sus ojos, se tragó toda esa carga que había liberado… solo para después, seguir dándole una mamada y hacer que el castaño comience a temblar por cómo no iba a poder caminar luego,

Otro maldito día más

Esta vez lo hicieron de vuelta.

Ella fue tomada por detrás.

Los sonidos de aplausos se escuchaban en todo el camerino y si se quiere, también eran escuchados fuera del camerino así como también los gemidos que soltaba la loba. Las cortinas estaban cerradas porque ahora, con su fama que tiene y que sigue ganando día a día, no puede ser molestada de momento. Debe de descansar y tener su tiempo para ella y ese tiempo para ella es ser follada mientras se miraba al espejo, notaba cómo hacía una cara pervertida y era tomada sin descanso alguno en lo que comentarios como los de siempre entraban a sus orejas y la hacían muy feliz y muy orgullosa, quebrando a la chica pero a la inversa de esas cosas de animación japonesa, haciéndole orgullosa de todo y haciendo que ella es la mejor también en todo.

Sentía cada estocada, sentía que iba profundamente. Sentía… se sentía muy amada. Este amor… no se compara al de sus fans. Puede ver que ahora hay chicas que se visten y actúan a veces como ella. Otros chicos que sueñan con una mujer como ella… todo era color de rosas para ella… pero solamente le importaban que este chico realmente le haga sentir querida y amada.

Ya no había forma de decirlo.

Se había vuelto tan dependiente de él que no podía imaginar no hacer algo así. No podía imaginar un día que venga y no le diga que es perfecta y demás, no puede. No quiere vivir en un mundo así, no sería capaz.

Al sentir que era llenada una vez más, no podía evitar ver cómo él parecía exhausto pero él demostraba que quería seguir y seguir. Quería dejar su marca, decía. Quería decir que ella es de él también y que no quiere que nadie le toque.

Teniendo en cuenta que hasta ahora Roxanne parece que vive y se mantiene a flote debido a los comentarios de este chico, tales palabras fueron demasiado para ella. No lo pudo soportar tampoco, fue mucho. Era como decir que solamente la ama a ella y que solamente tiene ojos para su hermosa figura.

Lo tiró al suelo y se lo montó de felicidad… que puede decirse que lo violó pero si ambas partes se desean, no parece que sea violación…

Una semana después… shit, por favor, termina con esto

—¿Roxy?

¿Sí? —ella se mostraba muy alegre. ¿Cómo no? Este joven le hizo la loba más feliz y más famosa del mundo—. ¿Qué pasa?

—Yo… ¿puedo hacerte una pregunta? —no dudó en asentir Roxy. También, muy cercanos que son, ella no le importaba si le decía de esa manera—. Eh… creo… creo que no podré volver más…

¿Qué?

Un balde de agua fría cayó encima de ella.

¿Qué era esto?

¿Después de casi una semana y algo de sexo apasional me estás diciendo que él no volvería a verle nunca más? ¿Es eso lo que está pasando?

Ya no es que la había usado, no. Ella pensó nada más y nada menos que perdería a su fan número uno, la persona que le dijo que era su favorita. Ya no se sentiría que es la mejor de todas de no ser por él. Ya no sería ella… ya no sería Roxanne la Loba.

Desesperada, saltó encima de Jonathan

¡Por favor! ¡No te vayas! ¡No quiero…!

—¡Roxy! ¡Por favor! ¡Esto es serio! —la loba hizo caso. Estaba muy dócil ante él. Él era su todo más o menos. Por eso, le miraba como… si en serio fuera un perro—. Escucha… por favor… —el castaño, hoy, se veía muy mal—. No puedo venir a verte porque algo pasó con mi hermano

¿Con el pequeño?

—Alguien… no sé. Alguien me dijo que mi hermano vino con mi mamá pero… no tengo idea qué pasó… desapareció —la loba no comprende. ¿Cómo puede desaparecer? Teniendo en cuenta que hay miles de robots que se aseguran que todo esté en orden, es muy raro—. …alguien dijo que mi hermano se fue con una coneja… ¿sabes algo de es?

¿Una coneja? —pensó y pensó—. La única coneja es la de los bolos…

—No, no, era una blanca dijeron —hace memoria de lo único que ha escuchado—. Y estoy desesperado… demasiado… no puedo…

Pero dijiste que yo era tu todo…

—Eres eso y mucho más Roxy pero… —apretó con fuerza sus puños—. Nathan no es solo mi hermano menor… es como mi hijo… lo he criado desde que tengo 8 años junto a mamá… diablos, más que mi madre —estaba comenzando a llorar—. Pensar que alguien raptó a mi hermano… —su ira… en su rostro era visible—. …voy a matar a ese conejo… lo voy a matar…

—… Jonathan…

—Roxy… —le abrazó. La loba correspondió. Era normal que ella esté sentada en su regazo, muy normal, así es—. Tengo miedo que me pase algo a mí pero más a mi hermano menor —soltó. Estaba quebrado su tono de voz—. Por favor… procura demostrarle al mundo lo perfecta que eres… y cómo nadie puedes ser como tú salvo intentar imitarte…

Hablas como si no volvieras…

—Ya es el quinto caso de desaparición aquí en cuestión de días —le decía—. Ahora le tocó a mi hermano… y esto es personal…

—… ¿volverás?

—Volveré… y espero poder ver a la Roxy la Loba que tanto la gente adora ver… y que yo amo ver…

Esto no era una despedida, era una especie de hasta luego.

Roxy no quería que se vaya… pero de alguna manera puede entender esto. Quería ayudar pero él dijo que no, que esto es algo exclusivo de su familia, de su hermano, de lo que él puede un día decir que fue un hijo. No iba a dejar a nadie que se meta, menos su madre.

—Recuerda esto —en eso, el castaño miraba desde la puerta a la loba muy feliz—. Eres mi favorita… y eres la favorita del mundo

Esto fue lo último que dijo entonces.

No quería quedarse, ya no más. No puede quedarse aquí, no puede venir y divertirse como antes con ella cuando su hermano ya ha desaparecido y más por un conejo blanco de mierda. Solo entonces, una vez que encuentre a su hermano y pueda darle su merecido a ese conejo, volverá triunfante con Roxy y sabe que no es posible pero la va a preñar. Nada es imposible en esta vida. Si con 0% para llover al final puede terminar lloviendo, este es el mismo caso.

Roxy entonces, conmovida, asintió y le vio irse.

Se miró al espejo.

Ya pasaron segundos y quería ser acariciada y recibir cumplidos por parte del joven pero, prometió que será fuerte y que será una loba orgullosa, como debe ser.

En eso, entonces, se miró y se miró.

—… eres hermosa Roxy… eres muy hermosa… tu cabello es perfecto… tu cola es perfecta… todo de ti es perfecto… todos quieren ser como tú… todos desean ser como tú… eres magnífica… eres una Diosa para ellos… eres… eres perfecta…

Se dio cuenta que esto puede ser suficiente para ella. Sonreía mientras se decía todas estas cosas y parecía que una nueva voz resonaba en ella al decirse esto… esperaba que un día volviera entonces el castaño para demostrarle que gracias a él, ahora puede verse al espejo y darse cuenta que siempre fue la mejor del mundo…

Es una lástima que Jonathan nunca más volvió a verle.