Muy bien. ¿Como iniciar esto? Creo que sería justo decir que hace años tenía ganas de escribir un fic de Dragon Ball. Pero nunca sentí que tuviera la inspiración o la habilidad para esto, más por el peso que significa la serie para mí, dado que crecí con ella, me siento viejo... Pero tras todo, creo que necesito un cambio de aires. Los que me conocen, saben que vengo de un fandom distinto, pero saben como trabajo. Si publico algo, es porque siento que me gusta la idea y la haré lo mejor que pueda, no me gusta hacer las cosas mal.

Razón por el Cross con MLP. Simple, la verdad fue una idea algo loca que nació de entre todas las que se me vienen a la cabeza. Pero esta tomo fuerza y al escribirla, vi lo que puede pasar. No esperen un fic donde es un cambio tan exagerado, que todo es repentino... Los que me conocen, saben que yo voy a pasos pequeños, para dar lo grande en su momento. Además, de mi trabajo con personajes.

Obviamente, el trabajo con Goku será para mantener su esencia, lo que se vio en Z y la película de Broly, en Super lo hicieron muy infantil, pero es algo que ayuda a ver otra perspectiva. Veamos como avanzamos.

Lo que sería la línea, la idea cubrir todo Z en este fic, de ser posible. Esta historia, más que esperar una gran cantidad de seguidores, lo hago más para relajarme y tratar otros aires. Más tras jugar Dragon Ball Z Kakarot, recomendable. Esto es algo que pueden considerar mi relajo personal, ya que mi otro fic, un poco más y se vuelve un trabajo no pagado.

Por mi parte, daré lo mejor de mí para dar una buena historia a los que la lean. Eso sería todo por ahora, nos vemos.


Dragon Ball Z: La familia Son

Capítulo 1: Encuentro Casual (Destinado)

No era ninguna sorpresa para él ver que el lugar donde creció en su niñez se viera igual de árido. El lugar siempre fue una porquería.

No era sorpresa, a decir verdad. Aquí sólo hay guerreros de clase baja. Él era considerado uno, a pesar de todo lo que había logrado. Pero así eran las cosas y odiaba ello.

Bardock saludo con la mano a cada Saiyajin que lo saludaba. Era respetado y querido entre los que eran de clase inferior como él. Y eso le daba cierta sensación de orgullo y felicidad. Aunque hace años le hubiera dado igual, ella tuvo que cambiar como él veía las cosas.

-¡Hola Bardock, que bueno verte!

El Saiyajin le sonrió a la mujer que trabajaba en la distribuidora de carne. Supone que habrá mucho trabajo, nunca antes habían estado tantos de su raza en el planeta.

Ellos, los Saiyajin, la raza guerrera más poderosa del Universo, estaban acostumbrados a ir de un lado a otro en el universo. No fue hasta que simplemente se vieron bajo el mando de King Cold y de su hijo Freezer, que las cosas se tornaron mal para ellos. Más porque el último mostraba un cierto desprecio hacia ellos.

No ayuda que los soldados de ese bastardo hayan estado preguntando de un lado para otro sobre la Leyenda del Super Saiyajin. El guerrero supremo de su raza, de un poder sin igual. Él mismo había oído de esas leyendas. Pero a veces cambiaba los nombres, Super Saiyajin Dios también era otro modo de llamar al guerrero.

Pero eso confirmaba su sospecha, Freezer planea algo. Y él sabe que es cuestión de tiempo para ver que es, aunque se da la idea. El tipo era un paranoico, aferrado al poder y teme que un Saiyajin se lo arrebate. Era un cobarde sin honor, pero lo compensaba con el poder que tenía.

Pero Bardock sabía que hacer. La pregunta era ¿ella estará de acuerdo?

-Gine, estoy en casa.

El guerrero vio a unos pasos de él a una mujer que cortaba un gran trozo de carne. Distinta a las mujeres de su raza. Ya que todas tenían un físico que estaba hecho para la pelea, ella no. Si no tuviera cola, pasarías por alto que es una Saiyajin.

Gine tenía algo que los demás no. Bondad en sus ojos. Una nobleza que es rara en la raza de guerreros. Y si bien es visto como una debilidad, él vio que es su mayor fortaleza.

-¡Bardock, que bueno que llegas!

Siempre era re confortable recibir un abrazo de ella. Siempre. Ellos era una rareza aún mayor en el planeta.

Los Saiyajin no forman lazos familiares, no. Sólo la familia real lo hace y es más por orgullo que por otra cosa. Pero con Gine era distinto. Él había estado con otras mujeres en el pasado, nunca hubo hijos, pero con Gine era distinto. Ella era única y ambos deseaban estar juntos. Se hicieron pareja, una estable y leal, algo raro y nunca antes visto en el planeta.

Ya tenían un hijo, Raditz, de clase baja como ellos. Y también…

-Hay tantos en el planeta, a este paso nos quedaremos sin… ¿¡Me estas oyendo!? – Sí, Gine era de carácter. La única mujer que lograba tenerlo a raya.

-Lo siento. Tengo algo en mente. ¿Y Raditz?

-Oh, está con el príncipe lejos del planeta. Lo considera un honor.

Ridículo. El príncipe era un niño consentido. Esa era la verdad. Además, su hijo era como el resto de Saiyajines, seguir órdenes. Y eso le daba rabia.

-¿Kakarotto?

-Es raro que preguntes por tus hijos. – Gine sabía que Bardock era, en ocasiones, amable, más con ella. Pero rara vez trata con su hijo mayor y rara vez ve al menor. – Esta en la cápsula de incubación, ya está por salir. Ya tiene 3. ¿Quieres verlo?

Bardock siguió a su pareja a la zona trasera del lugar. Donde vio luego de tiempo a su segundo hijo.

Estaba en esa estúpida incubadora con líquido amarillo, prueba de que es de clase baja. Su cabello y físico eran como los de él, pero su expresión… era la de la madre. Por alguna razón sentía que él había heredado lo mejor de ambos padres. Y eso era raro de pensar.

-Es muy pequeño.

-Si, de seguro crecerá de modo lento. El doctor dice que tal vez a los 17 tenga ese impulso para lograr su altura final.

-Parecerá un niño, aunque sea un adolescente, hasta ese día. Vaya, heredó eso de mí también…

-Jajaja, si. Pero dicen que… es incluso raro entre los de su generación. – Bardock miro a la mujer con duda. – Le pusieron el programa de obediencia y lo rechazo Bardock. No quiso seguir órdenes de asesinato o destrucción, para pelear vieron que su respuesta es rápida. Muy encima del promedio… ni siquiera el príncipe la tiene.

-¿Qué…? Pero es de clase baja.

-Sí. Pero… es un genio a la hora de pelear Bardock. Aprende cosas muy rápido. El doctor me mostró los datos en secreto. Si le muestran al Rey que Kakarotto tiene más potencial que el príncipe, lo mataran.

-Los números pueden cambiarse… - Bardock vio a su hijo y ahora lo entiende. Este niño es como su madre en el corazón, pero tiene el instinto de todo guerrero Saiyajin. Tal vez de un modo sano y que le permita crecer de mejor modo. Por ello… - Robare una cápsula de invasión.

-¿Qué…?

-Mandaremos a Kakarotto lejos de aquí, en la noche.

-¡Espera, sabes lo que dices! ¿¡Mandaras a nuestro hijo lejos sin darle entrenamiento!? ¿¡Que te pasa!?

-Escucha. Frezeer planea algo. Estoy seguro. Lo que quiero decirte, es que debemos tenerlo a salvo. Si me equivoco, voy y lo recojo, sino… al menos vivirá para crecer y ser mejor que cualquiera en este planeta.

-Bardock…

-Gine. Mis presentimientos nunca se han equivocado. Nunca. Y siento que el fin de nosotros como raza está cerca. Por ello debemos salvar a nuestro hijo. Al menos deseo proteger mi legado.

Gine no pudo decir nada… vio a su hijo menor. Ese quien le daba la sensación de ser algo más que cualquier Saiyajin. Y con mucho dolor, asintió.


Bardock y Gine se alejaban del pueblo con el niño y la nave que lo sacaría de aquí. El niño lloraba como nunca y la mujer trataba de tenerlo en calma, él no sabía que pasaba.

-Nunca te tome por alguien quien piensa en sus hijos.

-Conocerte me abrió la mente. Al menos deseo que lo único bueno que he hecho viva.

Gine sabía a lo que se refería. Más de una vez, él había dicho que ella era lo mejor de su vida. Y ahora lo mostraba en el pequeño que ella llevaba en brazos.

Al ver que ya estaban a una buena distancia, Bardock bajo la nave e introdujo las coordenadas. Gine abrazaba a su hijo con fuerza, le dolía pensar que no lo volvería a ver.

Bardock se sentía mal por ver ello. Gine amaba a sus hijos, Raditz fue difícil por su forma de ser. Pero Kakarotto demostraba ser como ella, sólo que con el potencial de un guerrero.

Ella vio a su hijo y le sonrió, le limpió las lágrimas que salían de sus ojos para dárselo a Bardock. Él vio a su hijo menor. No pudo evitar ver que eran idénticos en lo físico, tal vez un día él sea un guerrero superior a él.

-Escucha, te mandaremos a un planeta llamado Tierra. Ahí te quedarás. Tiene seres de un nivel bajo y un excelente ambiente, podrás cuidarte y vivir ahí sin problemas.

-Si todo es una desilusión de tu padre, él te recogerá. Sino… - la mujer no pudo continuar al pensar que esta sería la última vez que vería a su hijo. – Sino, recuerda que debes cuidarte mucho. No olvides nunca que te queremos.

-Y, sigue el consejo de tu padre, si hallas a una chica que te haga sacar un lado que no creías que existía, no la dejes ir. – Gine sonrió a las palabras de su esposo, quien puso al niño en la nave para luego ver como esta se cerraba.

El infante vio a través del vidrio como ambos adultos lo veían y le pedían que se cuide. Cosas como que se cuide de una tal Patrulla Galáctica y que no vea la Luna llena, fueron sus últimas advertencias antes de que la nave se elevara al cielo.

En solo unos segundos, esta emprendió rumbo al espacio y desapareció de la vista de ambos padres. Gine rompió en llanto al ver la nave llevarse a su hijo y Bardock la abrazo, ambos sabían que no lo volverían a ver.


Varios días después, todos los Saiyajin estaban en el planeta Vegeta. El plan era perfecto, Freezer iba a acabar con esa raza tan molestia y asegurarse que ese tal Super Sayajin nunca nazca. Sean leyendas o no, no se iba a arriesgar.

Lo que no espero es que uno de esos monos se atreviera a desafiarlo frente a la nave, como la última línea de defensa entre él y el planeta. Lo admite, es valiente, pero tonto. El emperador solo rio al ver como su ráfaga de energía devoraba al Saiyajin y al planeta, todo se volvió polvo estelar en cuestión de segundos. Al fin podría gobernar en paz…

-¿Hm?

Lo que Frezeer no espero, fue ver en medio de la explosión del planeta algo. La figura de alguien viéndolo… y por alguna razón le dio escalofríos… esos ojos verdes… le dieron pavor. Bah, debían ser cosas suyas, lo mejor será volver a sus asuntos. La Leyenda era una estupidez, además que ya era imposible que aparezca.


Al mismo tiempo, en el planeta Tierra, que se encuentra en la Vía Láctea de la Galaxia Norte. En una pequeña cama, una niña leía con entusiasmo su libro de astronomía.

-Las estrellas fugaces, son en verdad cuerpo celestes que se queman al entrar en la atmosfera. Aaaw, yo que pensaba que mi hermano decía la verdad. – la niña dejo su libro a un lado, siempre se tomaba su tiempo en leer algo antes de dormir sin que sus padres la vean.

Pero no importa, ella no cree en esas cosas de los deseos como su hermano le dice que pasa. Ella es lógica, aun con sus 3 años, era muy lista. Tanto que decían que era una genio. Aunque…

Vio por la ventana de su habitación una estrella fugaz, aunque sabía que era en verdad ahora, por lo que decidió hacer esto una vez y solo una vez, como toda niña que es, tiene sus fantasías y deseos. Se acercó a la ventana y cerró los ojos, deseando con mucho fervor una sola cosa…

-Por favor, déjame hallar a alguien que esté siempre conmigo.

Abrió de nuevo los ojos, vio que el objeto ya se había ido. Por lo que solo le quedaba irse a dormir, mañana supuestamente inicia la escuela, ojalá haga muchos amigos. Twilight Sparkle sentía que iba a ser un nuevo inicio en su nueva vida.


A lo lejos, en una zona llamada Montaña Paoz, la nave que había salido del planeta Vegeta varios días atrás, al fin había abierto su puerta para dejar que el niño Saiyajin salga de esta. Se mostraba confundido y asustado, pero sentía que quedarse aquí no le iba a dar respuestas. A sus 3 años, Kakarotto era más osado que cualquiera de su edad y eso lo llevo a seguir un camino que lo llevaría donde una pequeña casa, habitada por un hombre anciano.

Kakarotto no pensó que eso marcaría su destino, el hombre llamado Son Gohan sería su abuelo y el golpe en la cabeza que tuvo luego eliminaría lo poco que sabía de sus padres y de donde era, dejando un lienzo en blanco marcado solo por ese deseo de lucha que caracterizaba esa raza y una amabilidad aún más rara dentro de la misma.

Kakarotto o Son Goku, como se le conocería casi toda la vida, vivió y creció con su abuelo adoptivo sin saber de su raza, creció solo cuando este murió víctima de una gran bestia. Conoció a Bulma Briefs a sus 12 años y serían amigos toda la vida. Sabría de las esferas del dragón y eso iniciaría su aventura, una que lo llevaría hasta luchar contra Dioses en su adultez.

Esa es la historia que todos conocemos, pero ¿Qué pasaría si Goku opta por hacer una parada sin planear durante su viaje para el Torneo 22 de las Artes Marciales? Una donde, sin querer, cumpliría el deseo de casi 10 años de una niña y hallar ese alguien que sacaría algo más de él.


Era el año 752 de la era del Dragón en la Tierra, en medio de lo que sería un barco, un niño con cola de mono y ropas azules miraba el mar con suma curiosidad. Nunca se cansaba de ver lo que sería tanta agua salada. Será salada por una razón, ¿La gente la usará para ir al baño? Esa pregunta aún carece de respuesta, no porque no quiera saberla, sino porque nadie se ha dignado en explicarle esas cosas.

Goku había seguido su entrenamiento en preparación para el torneo que se le avecina, donde desea ganar luego de quedar en segundo la última vez. Si, sabe que es fuerte luego de vencer a la Patrulla Roja y las peleas con los luchadores de Araña Baba… ¿o era Uraña Baba? Meh, no importa, nunca fue bueno para los nombres complejos.

Había pasado ya casi un año desde que se despidió de sus amigos y que vio de nuevo a su abuelo muerto. Fue lo mejor que vivió luego de años, aún lo extraña. Pero seguirá su promesa para ser el más fuerte y así será… al menos eso le gustaría. No puede creer que se equivocara de barco…

Es decir, ¿Qué culpa tiene él que los nombres de las islas se parezcan? ¿Qué diferencia hay entre la S y C? la isla Canterlot era su destino cuando quería ir a la isla Santerlot para de ahí, seguir la ruta que lo llevaría a una jungla.

-Oh bueno, no importa. – el niño le quito importancia, a sus 14 años, a pesar de su apariencia, sabía que las cosas saldrán bien, lo presiente.

*GROOOOOOOWWL*

Claro… debe comer algo primero…

-Tengo hambre. ¿Cuánto falta para llegar? – él sabía que no estaba en posición de quejarse, pero no puede evitarlo… tiene hambre. - ¡Oiga señor! ¿¡Cuando llegaremos a la isla!?

-Que niño tan impaciente. – el capitán del barco suspiro al ver que el niño era un impaciente, le lleva preguntando eso hace horas y para su suerte, su tortura acabo. - ¡Ya llegamos niño, isla a proa!

-¿Proa? ¿Qué es eso, se come?

-¡Que mires al frente mocoso idiota!

¿Por qué no dijo eso desde el inicio? Goku puso su vista a ¿proa? Y se vio con la gran isla que estaba ahí presente. Al fin, solo espera poder continuar su entrenamiento mientras espera por el otro barco…. Y algo de comer.


-¡Gracias por el viaje!

Goku no presto importancia a la cara de molestia del adulto y se fue a recorrer el lugar, le era un lugar nuevo e interesante. Pero la pregunta del millón era… ¿A dónde va ahora?

Se rasco la cabeza mientras se sentaba en medio del camino ante la mirada incrédula de los transeúntes, que pensaba que hacia este niño tan raro, pero a él no le molestaba esas cosas. No, Goku tenía su forma de ver las cosas, había cosas que él veía como innecesarias, pero que respetaba porque Bulma le dijo que así es el resto de gente, no es tonto. Pero igual… No sabe que hacer ahora, tal vez buscar algún lugar donde quedarse y…

-Oye, parecen que están molestando a la cerebrito de nuevo.

-Genial, veamos. Siempre es divertido ver como termina llorando.

Goku oyó como dos chicos decían eso con malicia. ¿molestar? Deben ser una abusivos que molestan a… ¿cerebrito? ¿Los cerebros pueden ser molestados? No importa, mejor va a ver y se asegura que no pasa nada malo, nunca le gustaron los abusivos. Se puso de pie, limpio su pantalón y camino en dirección donde iban esos 2.


Twilight Sparkle detestaba su vida, detestaba la escuela y a los que se metían con ella solo por ser más lista. ¿Era eso un crimen? No, pero siempre era lo mismo. La usaban para sacar un beneficio para luego ser tratada de este modo, que vil.

Sus libros cayeron al piso luego de que uno de los que siempre se meten con ella, se los tirara cuando iba a su casa. Rayos. Sabía que debió tomar otro camino. La chica vio a través de sus lentes que todos se le acercaban a ver, no quiere llamar la atención, pero justo ahora…

-¿Qué pasa cerebrito? ¿Te fastidia? – Y esa loca debía aparecer, esa envidiosa que la ve como cualquiera cosa. – Así aprenderás a no querer creerte gran cosa.

No era así, ella no se creía la gran cosa. Es solo que le cuesta tener una charla con alguien y por ello se centra en los libros. ¿Eso está mal? Al parecer eso generó su mala fama de presumida, de nuevo.

Twilight sabía que la iban molestar y humillar, la última vez le echaron agua sucia. De seguro hoy será peor. Mas con esos 2 gorilas que esa bravucona tiene de amigos y subordinados. Tomo aire para prepararse para otro día de su vida.

-¡Hey, no la molesten! – ella y todo el mundo voltearon al oír una voz infantil.

En medio del grupo de estudiantes que se formó, salió un niño que no aparentaba más de 9 años, vestía ropas de artes marciales y un báculo en su espalda. Su peinado era raro, pero lo más raro era que tenía una ¿cola de mono? Twilight sentía que su día no podía ser peor, un niño y un fenómeno, tierra trágala.

-¿Qué quieres tú enano?

-Dije que la dejen en paz. Es malo molestar a los demás. – el niño camino al frente de esos bravucones, ignorando la risa de los estudiantes. Twilight debía decir algo, no puede dejar que metan al niño en esto.

-Hey, no te metas. No te ganes mis problemas.

-Obedece a la cerebrito niño. Vete con tu mamá. – uno de los gorilas se acercó al niño y trato de tomarlo del brazo para sacarlo.

Pero la sorpresa de este y el resto fue mayor al ver como no solo este tomaba el brazo del más grande con fuerza, sino que lo lanzaba al aire sin problema alguno. Eso género que todos lo vean con la boca abierta, Twilight sobretodo… eso era imposible, un niño de ese tamaño no puede tener tanta fuerza.

-¿Qué rayos…? ¡Haz algo idiota!

Antes que el otro sujeto reaccione, el niño apareció frente a este, pateo su pierna y lo hizo caer de espaldas. La chica noto como el niño la paso a ver y pudo jurar que tras esos ojos, veía la silueta de un mono monstruoso, ¿Qué era este mocoso?

-Tch, bien. Pero no creas que esto se queda así.

Twilight se sorprendió al ver como uno a uno los estudiantes se empezaron a ir para dejarla sola… se salvó y todo por un niño que era muy raro, pero sabía de artes marciales.

-¿Estas bien?

Twilight se fijó en los ojos de este niño, eran distintos a los de hace poco. Como cambio tan rápido de un modo a otro. Parecía ser otro… Pero al darse cuenta que se le quedo viendo se sonrojo un poco, vaya buena impresión Twilight.

-S-Si. Gracias, pero no debiste meterte.

-¿Por qué? Te estaban molestando. – Twilight empezó a tomar sus libros.

-Porque, es mi problema.

-¿Por qué? – Twilight lo vio con una ceja alzada, este niño…

-Porque yo lo debo de afrontar.

-Oh, entiendo. Pero se veía que no hacías nada.

La chica sintió un fastidio al notar que este mocoso tenía razón… Rayos, se siente tonta. ¿Pero que puede hacer? No puede pedirle a la directora ayuda, no quiere poner en peligro su beca.

-Mira niño…

-No soy niño. Me llamo Son Goku, pero todos me dicen Goku. – el niño, Goku, le sonrió con ternura. Hasta ella debe admitir que se ve tierno.

-Ok, Goku. Tengo un privilegio en la escuela y no lo puedo poner en peligro ¿Entiendes?

-…. No. – Twilight cayó al suelo al oír la respuesta. ¿Era en serio? – Pero, debes evitar que te molesten. Además, ¿Qué es un privi…. Privi…?

-¡Privilegio! ¡Que es algo que yo solo puedo tener!

-Ooooooh. Como mi cola.

-Si como tu… ¿Es de verdad? – Goku asintió a la pregunta. – Vaya, pensé que era un accesorio.

-No lo es. Mira… - Twilight vio con horror como el niño se iba a bajar los pantalones.

-¿¡Que crees que haces!? – la chica evito que este mocoso haga algo tan obsceno en la vía pública. - ¿¡Que no tienes pudor!?

-¿Qué es pudor?

Twilight miraba a este niño como si fuera un alien. ¿Era en serio? No puede ser, nadie puede ser tan ignorante a las normas de la sociedad. Nadie, ni su hermano menor que debe ser de la misma edad que este Goku.

-¿Cuánto años tienes? – Debía empezar por ahí…

-Ahm… tengo… esto… - Twilight miraba incrédula como él contaba con los dedos, no puede ser… este niño era un ignorante… - Tengo 14.

-¿¡Qué!? ¿¡14!? ¿¡Tienes mi edad!? – No podía ser…

Twilight no es la más desarrollada ni alta de su clase o de los de su edad, pero al menos aparenta los 14. Mide 160 cm, lo promedio… este enano debe medir apenas unos 145 cm… Se sobo las sienes, no lo podía creer, su día era ahora peor. Y no ayuda que este niño la vea con curiosidad… y con esos ojos tan puros que no tienen maldad alguna. Rayos, maldice el sonrojo en su cara, estúpidas hormonas…

*GROOOOOOWWWL*

-¿¡Que es eso!? – Twilight miro a todos lados, ¿Una bestia?

-Jajaja, perdón. Era mi estómago.

-… ¿Qué tienes ahí, un león?

-Pues, una vez me comí un tigre.

Es oficial, su día es horrible. Soltó un suspiro, miro a Goku y sabía que no podía dejarlo solo. Al menos le dará algo de comer y luego, que se vaya.

- Por cierto, me llamo Twilight, Twilight Sparkle. Anda, ven. En mi casa hay algo de comer.

-¿¡De verdad!? ¡Gracias Twilight!

Siente que se arrepentirá, ojalá Shinning no meta su bocota.


Goku seguía a Twilight con mucha paciencia. Era una chica rara, ahora si sabe diferenciar a las niñas de los niños, pero se notaba que estaba triste y molesta.

Goku no sabía de esas cosas que su maestro y Krillin parecen saber. Pero según lo visto y aprendido, Twilight era bonita. Tenía un cabello de un color llamativo, como Bulma, morado y rosa, si lo sabe captar. Y sus ojos tras esos lentes son violetas. ¿Entonces por qué da ese aire de baja estima?

¿Será por lo que le hacen? Frunció el ceño al pensar ello, nunca le gustaron los abusivos. Goku sabía que debía ayudarla al menos a ser más confiada.

-Escucha Goku, no menciones nada de lo que viste a mis padres ¿Ok?

-¿Por qué? – En verdad no entiende que tiene de malo.

-Porque no deseo preocuparlos ¿entiendes? Mira, mi hermano se ha ganado algo grande para su futuro y no quiero que esto lo saque de sus planes, mi hermano menor no debe meterse o será otra víctima. Solo no digas nada, por favor.

-Ok. Si me lo pides así.

-Gracias. – Notó como ella sonrió y eso le hizo pensar que ella…

-Tienes bonita sonrisa.

Ver como la cara de Twilight paso a un rojo vivo y ella pasaba a ver a otro lado rápidamente lo confundieron aún más. ¿Dijo algo malo? Las mujeres son muy raras.

Al ver que llegaban a la casa de Twilight, Goku noto que se parecían a las que vio en la Capital del Oeste, sin duda las capsulas eran muy famosas. Bulma debe tener su ego en las nubes… al menos eso es lo que cree como se dicen las cosas.

Siguió a Twilight al interior de la casa, donde ella se quitó los zapatos y él al ver ello, hizo lo mismo. Siguió a la chica hasta lo que cree es la sala y…

-Mamá, ya llegué, traje un invitado.

Goku vio que de un lugar aparecía una mujer muy similar a Twilight, solo que era muy mayor. ¿Quién será?

-Ara Twilight, no sabía que ibas tras niños pequeños. – Mientras Twilight miraba a su madre con enojo, Goku lo hizo confuso ¿De que habla?

-¡No es eso! ¡Estaba solo y con hambre! Le dije que se puede quedar a comer.

-Jejeje, debes calmarte Twilight. A este paso te saldrán canas. – Twilight murmuro una maldición mientras Goku reía, esa mujer era graciosa. – Esperen unos minutos, tu padre y hermanos no tardan en bajar. Ayúdame con la mesa Twilight.

-Bien… Goku, ve televisión si quieres.

-OK.

Vio como Twilight iba a ayudar a su madre, mientras él tomaba el control y prendía el aparato. Aún era sorprendente lo que esta caja le puede mostrar, aún recuerda la primera vez que la vio. Jaja, pensar una vez que creyó que había gente ahí dentro.


Twilight estaba sentada en la mesa, sus padres y hermanos con ella, viendo la masacre de alimentos.

Ella optó por presentar a toda su familia a Goku, más por buenos modales que otra cosa. Su padre Night Light, su madre Twilight Velvet, su hermano mayor Shinning Armor y su hermano menor adoptivo Spike.

Su madre aceptó al niño con los brazos abiertos, viéndolo como tierno y como un muñeco abrazable. Su padre y hermanos lo vieron con desconfianza, más al saber la edad real de Goku, más por la cola creyeron que era un fenómeno. Pero se nota que la inocencia de este niño era tal que desbarata todo lo malo que pueden pensar de él en segundos. No pudo evitar reír al ver como este lograba ganarse a su madre con sus actitudes… Rayos, algo anda mal con ella.

Pero cuando lo vieron comer, se preguntaron donde iba tanta comida. Comía lo de 20 o 30 personas, ¿Cómo no crecía? Twilight veía como este devoraba el ultimo trozo de carne sin más.

-Aaaaah, que bien comí. Estuvo delicioso, gracias Señora Velvet.

-Oh, no hay de que Goku. Al menos alguien agradece mis esfuerzos. – Su madre paso a ver a los 3 varones que viven aquí y ellos solo miraban a otros lados. - ¿Deseas algo más…?

-Mmmmm, no. Debo ser moderado para comer.

La respuesta de Goku hizo que toda la familia caiga al suelo, este niño era un caso. Twilight logro recomponerse y ver a su invitado incrédula. ¿Era en serio?

-Ahm, Goku. ¿Qué haces en la isla? ¿Vienes a inscribirte a la escuela? – Twilight noto como su padre parecía examinar al niño, típico.

-¿Escuela…?

-Si, veras Goku. La escuela de esta isla es especial. La directora es amiga del presidente y tiene muchos contactos. Al graduarte a los 18 y tener buenas notas, tienes un trabajo fijo en el área que deseas. Mi hijo Shinning se unirá al ejercito por sus buenas notas y Twilight desea ser una famosa investigadora.

-Oooooh, ya veo…. La verdad no vine por ello, vine por mi entrenamiento. – eso llamo la atención de todos y de ella también.

Goku les narro que estaba entrenando para el Torneo de Artes Marciales que estaba próximo y que lleva ya un año en este viaje. Además de que la última vez quedó en segundo lugar, sorprendiendo a todos. Pero ella pareció ver la razón de su fuerza, un niño común no es así de fuerte. Pero le sorprendió aún más, saber que el Maestro Roshi era su mentor.

Tanto su padre como hermano mayor se quedaron helados, hasta ella que no sabe de estas cosas, sabe que el Maestro Roshi es una leyenda viviente, el Dios de las Artes Marciales. El cambio radical que Goku recibió fue inmediato… hombres.

Pero le sorprendió más saber que Goku no tenía padres y que su abuelo murió años atrás, dejándolo solo en las montañas. Eso explica su forma de ser… no recibió la educación básica. La chica no quiso mencionar nada, hasta que oyó algo de su interés…

-Espera… ¿Bulma? ¿Bulma Briefs? ¿¡La hija del creador de la Corporación Capsula!? ¿¡Es tu amiga!?

-Si, mejor amiga. La conocí en las montañas.

Twilight normalmente pensaría que le toma el pelo, pero este niño ha demostrado ser veraz en todo lo que hace y dice. Por lo que lo tomo del cuello y le pidió casi en desesperación que la presente, debe saber como se creó esta tecnología.

No le importaba la mirada de su familia o que Goku tenía espirales por ojos, ¡Debe saber la verdad!

….

-No puedo creer que perdieras el control Twilight.

-Perdón…

Twilight suspiro de nuevo, que su madre la regañe es terrible. Pero que hasta sus hermanos y padre, que mal. Sabe que perdió el control, pero no puede evitar querer saber más y más. Está en ella.

-Debes ser paciente. El pobre Goku parecía un muñeco de trapo cuando lo liberaste.

Ugh, eso duele. No quería hacer ello… Pero optó por seguir su castigo, lavar los platos. Más porque Goku se estaba bañando, olía feo.

-Le puse algo de la ropa de Spike. Increíble pensar que tiene 14, no aparenta más de 10.

-Si, yo pensé lo mismo. Es raro. Entrena artes marciales, pero parece un niño. Tal vez esté enfermo o quizás…

-Twilight, ya. A él parece darle igual. Pero por favor, sé amable con él. Sé que no te agrada tratar con extraños, pero al mismo tiempo sé que te agrada.

-¿Que? No es verdad…

-Twilight, no lo habrías traído si no fuera ello. Y no digo nada más, un amigo no sería mala idea.

-Los tengo a ustedes y Cadance…

-No Twilight, ya basta de querer ocultarte en tus libros. No dejes que lo que el resto piense de ti te afecte. Mira a Goku, te trata ya como una amiga. ¿No te alegra?

Twilight le tuvo que dar la razón a su madre, era un sentimiento agradable. Rayos… Mejor lo deja así y se va a dormir, dejaran que Goku se quede aquí hasta que se vaya de la isla, que es en un mes. El barco donde desea ir sale en ese tiempo. Si, un mes y luego no lo volverá a ver.


Al día siguiente, Goku se levantó temprano como era costumbre. Vio sus alrededores y noto que estaba en el sillón donde la señora Velvet le dijo que se quede. Oh bueno, se puso de pie y se estiro un poco para despertar sus músculos. La ropa que ese Spike le dio le quedaba grande… oh bueno.

Busco su propia ropa, se la puso rápidamente para iniciar su rutina diaria de ejercicios y demás. Salió de la casa y comenzó con unas sentadillas y lagartijas, antes de ponerse a correr por todo el lugar. No era mala forma de conocer el pueblo.

En su recorrido, se percató que no había nadie, al parecer nadie madruga. Mejor para él… Necesitaba buscar un lugar donde entrenar sin ser molestado. Si, hora de entrenar como siempre.


¿Dónde estaba ese mocoso idiota?

Twilight estaba furiosa, no puede creer que su único día donde puede dormir hasta donde le da la gana se lo arruinen porque su mamá no sabe dónde está Goku. Esto era el colmo, un ultraje. Se quiere morir…

Ha buscado en todo el pueblo y en todos los alrededores, excepto la playa… bien, si ahí no está, no sabe dónde más ir. Increíble es el pensar que todo su día se volvió de locos por un niño, rayos.

Twilight llego a la playa, se quitó los zapatos para que estos no se llenen de arena y camino descalza, que bueno que lleva shorts y no falda. Pero, en fin, camino por el borde de la isla y espero hallar a su fugitivo invitado y así volver a casa, entrar a su habitación, leer un libro.

-Oh, ahí está.

Twilight al fin vio al mocoso del mal a lo lejos, este veía el mar fijamente. ¿Qué estaba haciendo? No importa, no va a perder más tiempo y...

Vio como Goku tomaba aire y se ponía en una pose algo rara, como juntaba sus manos al lado de su cadera derecha y…

-Kaaa…. Meee…

-¿Qué esta haciendo? – Twilight se acercó más, ¿Era un ritual o qué…?

-Haaa… Meee…

La chica en eso noto como de repente, un destello azul celeste se centró en las manos del niño. ¿Qué era eso….?

-¡Haaaaaaaa!

Vio como este puso las manos al frente y lanzó lo que sea que fuera eso al mar. La energía partió el mar como si fuera nada y elevo el agua varios metros. El viento la obligo a cubrirse la cara y cuando vio de nuevo todo, se quedó sorprendida de ver el agua volver a la normalidad luego de que la energía se fuera… ¿Qué fue eso?

Twilight paso a ver a Goku con sorpresa y algo de admiración, eso fue increíble. E iba más allá de lo conocido por la ciencia. Y antes de poder decir algo, se percató que su mirada era de nuevo seria y profunda, como esa vez. Esa mirada la dejo impactada, esa expresión no era la de un niño, sino la de un guerrero. Sintió que su corazón dio un brinco al pensar que se veía tan genial con esa expresión, pero a la vez le gustaba cuando era infantil y… ¿¡Que tiene en la cabeza!? ¡Son las hormonas, las hormonas están afectando su sistema límbico!

-¿Eh? ¡Hola Twilight!

… De nuevo eso, ese brinco de su corazón. No es justo que pase de una expresión a otra tan fácilmente y que las dos le hagan lo mismo. Maldita deficiencia social, la está haciendo sentirse atraída a un niño. ¡Debe ver a un psicólogo!

-Ho-Hola… - ¡Y debe ser más firme! - ¿Qué haces aquí?

-Entrenar, ya dije que quiero ser muy fuerte.

-Ajá… - Twilight no lo entendía, desea fuerte… ¿Con que propósito? - ¿Por qué?

-Porque me gusta ser más fuerte. Solo siento que es parte de lo que soy y lo que debo hacer.

Twilight lo vio con sorpresa, este niño tan simple parece tener una meta más clara que ella… aunque sea simple.

-Oh, pues bien por ti. – Se sentía tonta. No sabe porque se pone así.

-¿Qué te pasa? ¿te sientes mal?

-No… No… Un poco… - Twilight suspiro para luego caminar a la orilla y sentir como el agua mojaba sus pies. – Es solo que, ¿Podré cumplir mis sueños cuando no puedo tener ni siquiera un amigo?

-Claro que puedes. Todos pueden cumplir sus sueños y deseos. Mi amigo Oolong deseo ropa interior de mujer y la consiguió.

-… No voy a indagar en ello. Pero no es lo mismo, nadie me entiende aquí. Mi vida escolar es horrible. Solo mis padres me entienden y…

-Si no te gusta como son las cosas ahora, cámbialas. Al menos eso es lo que oí una vez al maestro Roshi… aunque hablaba sobre la alfombra de la casa. – Twilight no pudo evitar reír al oír ello, este niño… - Es más, no digas que no tienes amigos. Yo soy tu amigo.

La chica se sorprendió al oír ello. Más de una vez oyó algo similar, solo para que la traicionen… pero con él, sabía que era verdad. Con él… sentía que podía creer en sus palabras. Era raro… Twilight sonrió esta vez de un modo más amplio y Goku se le quedó viendo.

-¿Qué…?

-Jejeje, tienes una linda sonrisa. Te ves más linda cuando lo haces.

Twilight sintió su cara arder de nuevo. Pero esta vez se sentía distinto, le gustaba cuando él le decía ello…

-Anda, mamá hizo la comida. Esta vez más para que tengas más que comer.

-¡Genial!

Twilight vio como Goku la tomaba de la mano y la jalaba para llevarla más rápido a la casa. La chica por su lado no sintió fastidio alguno por el contacto, más bien… se sentía bien. Más ahora que sentía que tenía un amigo.

Ninguno de los dos pensó que ese encuentro, muy casual y que nadie espero, sería el inicio de algo nuevo entre ambos jóvenes, que al inicio no estaban destinados a encontrarse, pero ahora no se podían separar.