01

—¡Quiero el divorció! —sentencio. Sus palabras habían sido contundentes y frías

—¿Que?

—Ya me oíste. No puedo vivir más jugando al matrimonio feliz, cuando ambos sabemos que no es verdad.

Lágrimas gruesas empezaron a deslizarse por el rostro de la pelirosa y pensó que jamás había sentido un vacío tan profundo en su corazón. Es que simplemente no podían ser ciertas sus palabras, no cuando había pasado muchas cosas juntos, no cuando tenían una hija que se movía entre sus brazos tratando de entender por qué su madre lloraba tan intensamente.

—Lo siento Sakura—susurro bajando el tono de su voz y pasándose una mano por el cabello negro frustrado por cómo había sucedido todo. Él también se sentía abrumado por lo que acababa de decir, pero la verdad es que jamás había sentido algo más cierto y lo lamentaba.

Llevaba días pensando en cómo decírselo para que fuera menos duro el golpe. Él sabía que ella lo amaba como el primer día, pero el simplemente no se hacía en un matrimonio, él prefería los viajes largos y la compañía desinteresada. Tan solo Sakura lo viera entendido desde el principio.

—Yo no te obligue a casarte conmigo—apunto Sakura poniendo a su hija en la cuna.

—Lo sé

—Nada más, no hay más explicación

—¿Qué quieres que te diga?

No sé talvez que le dijera como es que había cambiado de opinión respecto a su "fallido matrimonio" o quizá que sin ningún miedo le reprochara que esto no era lo que había pensado el día que había decidido casarse con ella. Era muy posible que su malestar se debiera a que había resultado embarazada muy pronto, pero él se había puesto muy feliz al saberlo. La verdad es que no sabía que había cambiado, pero no quería perderlo, quería mantenerlo a su lado aún que sea por responsabilidad.

—Tienes una hija conmigo.

—Créeme que no lo he olvidado —dijo agotado.

Sarada empezó a llorar haciendo que Sasuke se acercara a ella y le acariciara el cabello en un gesto tierno. Un gesto amistoso lejos de ser fruto de amor entre dos personas.

—Creo que ya no te amo.

Más lágrimas cayeron por los ojos de Sakura. Lágrimas silenciosas y llenas de dolor. Cómo podía mantener a una persona a su lado, el cual ya no la amaba. Era duro, pero no lo podía aceptar, quizá con el tiempo el cambiara de opinión, pero él había hecho muchas promesas, ella nunca lo había obligado a nada.

—¿Entonces todo fue una mentira? —pregunto atacando por otro lado.

No pudo evitar recordar cómo había comenzado su relación, siempre pensó que Sasuke había sido muy callado con respecto a sus sentimientos, pero ella creyó que eso solo era parte de su carácter pero ahora simplemente podía concluir que nunca sintió por ella lo que alguna vez dijo que sentía.

—Al principio fue muy real, pero...

Sasuke se había callado por un momento, no sabía cómo comunicar lo que sentía. No sabía en qué momento sus sentimientos por ella se volvieron tan confusos pero lo único que tenía claro hasta el momento es que tenía que poner distancia entre los dos. Quería volver a sentir esa libertad a la que estaba acostumbrado sin que nadie le pidiera explicaciones de sus acciones. Amaba viajar por el mundo, eso era el motor de su vida, pero ahora.

—Esto se volvió rutinario y...

—Y te has aburrido, debí saberlo y debí mandarte a la mierda desde el principio. Fui una estúpida, pero sabes que está estúpida aún te ama.

Ese era el último has bajo la manga, si estaba confundido. Sasuke bajo la cabeza, era duro escuchar esa declaración de su parte después de todo lo que le había dicho, después de todo lo que había hecho.

—Yo ya no siento lo mismo Sakura.

Sakura se lanzó a su pecho y lo golpeó fuertemente, no con la fuerza que tenía, pero la verdad sea como sea sentía que se lo merecía. Los golpes impactaban contra su pecho, pero él sabía que se estaba conteniendo a sí misma para no romperle las costillas. Tan solo las cosas fueran diferentes pensó, pero hasta él se había sentido confundido por lo que acaba de decir. Ella siguió varios minutos así hasta que simplemente se deslizó hacía el suelo, llorando, sintiendo como el mundo que siempre había creído, un cuento de hadas, simplemente se hacía pedazos como un vidrio. No sabía si podía arreglarse después, pero lo que sentía era tan real y tan doloroso. Sasuke había sido el único hombre que había amado y el ahora simplemente la había dejado de amar.

—Siempre estaré agradecido contigo por todo, pero esto será lo mejor para los dos.

Sasuke ayudo a levantarla y la cargo llevándola hasta el sillón como lo había hecho cada vez que ella se quedaba dormida después de una jornada de excesivo trabajo en el hospital, habían pasado muchos momentos juntos y eso jamás lo olvidaría. Ella un temblaba, pero ya no tenía más lágrimas que derramar, solo permanecían los espasmos.

—Nunca fue suficiente.

—No te atormentes el problema soy yo y mi naturaleza libre.

Todo era tan inconcebible que era duro caer en la cuenta que su matrimonio estaba a punto de desarmarse como un castillo de arena, pero ella saldría adelante sin él. Lo haría por Sarada y jamás volvería a confiar en sus estúpidas palabras. Jamás volvería a caer.

—Vete Había sido solo un susurro, pero lo había escuchado más que claro.

—¡Vete! —repitió esta vez con más fuerza e hizo que la soltara.

—Sabes que no regresaré.

Sakura cerró los ojos, quería retroceder en sus palabras, pero eso no cambiaría la decisión que ya había tomado su esposo.

—Ya no importa.

Sasuke suspiró antes de caminar hacia la habitación que compartía con Sakura para sacar sus pocas pertenencias. Minutos después salió caminando hacia la entrada.

—Adiós Sakura.

—Solo vete —susurro Sakura tirando un cojín hacia el con rabia.

Sasuke lo tomo en el aire antes que le diera en el rostro y lo coloco sobre la mesa de la entrada donde además dejó las llaves del departamento. Una última mirada jade contra azabache antes de dejar su hogar para siempre.

Esa primera noche fue la más dura, ya estaba acostumbrada a dormir sola por todos esos días que Sasuke estaba en las misiones. Algo que para ella era tan fácil como ponerse una de sus camisas y dormir en su lado de la cama, donde persistía ese olor característico de él, pero ahora ese olor estaba próspero a desaparecer y la parte del armario que le pertenecía a él estaba vacía. Las lágrimas regresaron con más fuerza y se dejó caer sobre su lado aún vestida.

El suave llanto de su niña la hizo regresar de su lamento, se sintió estúpida, ella estaba lamentándose, auto compadeciéndose mientras Sarada estaba desatendida. La tomó en sus brazos para atenderla y la vio detenidamente, era tan pequeña y hermosa, tan parecida a su padre, prácticamente era su viva imagen, la arrulló entre sus brazos hasta que volvió a dormirse nuevamente, su pequeña Sarada se convirtió en su nueva razón para vivir, en su razón principal para vivir.

¿Por qué pasó eso? ¿Acaso hizo algo mal?

Si antes estaban "felices".

"Felices" cuando habían decidido casarse.

Flash Back…

La felicidad que sentía en esos momentos era inmensa, ¿La razón? Sasuke le permitió acompañarlo en su viaje, llevaban unos cuantos meses viajando, la relación entre ellos fue evolucionando hasta convertirse en más que ex compañeros de equipo, se convirtieron en amigos y de ser amigos fueron evolucionando a algo más…

Estaban en el bosque bajo el cielo estrellado y la luz de la luna llena, recostados debajo de un árbol después de una larga caminata.

Sasuke-kun –susurró la pelirrosa.

Dime.

¿Eres feliz?

A tu lado lo soy, me das una paz que pensé no volver a sentir jamás –admitió el pelinegro.

Sakura se acurrucó entre sus brazos, deseando jamás separarse de su amado.

Hay veces en las que me pregunto si estoy soñando.

Sasuke la vio intrigado.

Hemos pasado por varias situaciones difíciles y me es difícil creer que todo esto es real.

Sakura cerró los ojos para después suspirar, estaba perdida en sus pensamientos recordando todo lo que habían pasado para llegar a ese momento.

Lo que la sacó de sus pensamientos fue sentir los labios de Sasuke sobre los suyos sorprendiéndola momentáneamente, pero de inmediato correspondió al beso.

¿Se sintió real? –preguntó Sasuke al romper el beso.

Aún tengo dudas –respondió ella con una sonrisa.

El pelinegro le dedicó media sonrisa antes de volver a unir sus labios con los de ella en un beso más apasionado, pronto comenzaron las carisias y la ropa comenzó a estorbar, fue una de las tantas veces que se habían entregado uno al otro, sabían que no era solo algo físico, era amor lo que ambos sentían.

Tengo que confesarte algo… Sasuke-kun.

Él la miró atento.

Te amo, siempre lo hice y siempre lo haré, tú tienes mi completo apoyo para todo lo que decidas en la vida, no tienes por qué estar solo yo estoy contigo…

Eso conmovió al último Uchiha, así que le dio un corto beso para después inhalar profundamente y decir algo que ha querido desde hace mucho tiempo.

Cásate conmigo.

Sakura lo miró sorprendida, no se esperaba eso, sus ojos se estaban cristalizando.

Sé que es repentino, pero lo he pensado bastante y me di cuenta de que no hay nadie más con quien quiera pasar el resto de mi vida, eres la mujer con la que quiero renacer mi clan, eres la luz en mi oscuridad, eres mi vida.

Era oficial, estaba llorando, pero de felicidad, nunca se imaginó que Sasuke le dijera esas cosas tan lindas.

También sé que te he hecho pasar por situaciones difíciles y que te he hecho llorar, no puedo prometer que todo será miel sobre hojuelas, pero te prometo que haré lo que este a mi alcance para tus lágrimas de tristeza se transformen en lágrimas de alegría que todas las adversidades que se nos presenten las afrontaremos juntos…

Sakura definitivamente sentía que su amor se hacía más y más grande, se dio cuenta de que Sasuke se estaba sonrojando e intentando encontrar más palabras para decirle, se estaba avergonzando ¿y cómo no hacerlo? Si había dicho más de dos palabras juntas y más allá de sus acostumbrados monosílabos, así que decidió no alargar más la vergüenza de su amado y lo interrumpió con un beso.

No me tienes que decir más Sasuke-kun –dijo Sakura con una sonrisa.

Entonces, ¿Qué me respondes?

Ella lagrimeando y con una enorme sonrisa comenzó a asentir sin poder emitir ningún sonido, pero encontró fuerzas para decir…

Sí, una y mil veces sí.

Sasuke la besó sellando el compromiso, algo que ambos deseaban desde lo más profundo de su ser.

Te amo –susurró la peli-rosa.

También yo a ti –contestó el pelinegro con una media sonrisa.

Fin Flash Back…

El recordar ese día le rompía el corazón…

Tantas palabras de amor vacías…

Tantas promesas rotas…

Tantas ilusiones dispersas…

Todo había sido como un sueño, un cuento de hadas donde la plebeya se convierte en princesa y por fin estar con su amado príncipe azul. Fue una idiota al pensar que ella… una plebeya peli-rosa sin ninguna habilidad especial más allá del perfecto control de chakra y habilidad del ninjutsu médico estaría toda la vida como una princesa al lado del príncipe hipócrita, cubo de hielo, mentiroso y traicionero Uchiha.

Los recuerdos quisieron atormentarla esa noche, a su mente llegó el día que se casaron…

Flash Black…

No había sido nada extravagante como en los cuentos de hadas, pero eso no importaba, lo que importaba era que se tenían el uno al otro, lo que sí la puso un poco triste fue que no tendría a su familia y amigos para compartir ese bello momento, pero, por otra parte, se casaría con el hombre que ama, al que ha estado esperando su vida entera.

Habían decidido casarse en una pequeña capilla de un pueblo donde se habían hospedado, el sacerdote les pidió que intercambiaran sus votos.

Yo, Sakura Haruno te tomo a ti, como esposo y me entrego a ti para serte fiel, acompañarte en las alegrías y en las penas, en la salud y en la enfermedad, te acompañare en el camino que decidas escoger y todas tus cargas las cargaré contigo, tú ya no estás solo.

Yo, Sasuke Uchiha te tomo a ti, como esposa y me entrego a ti para serte fiel, acompañarte en las alegrías y en las penas, en la salud y en la enfermedad, no habrá más llanto en tu vida, te haré sentir la mujer más feliz del mundo, todas tus lágrimas serán de felicidad, te amo.

Ambos mostraban una sonrisa, lo mejor de sus vidas estaba por comenzar.

Los declaro Marido y Mujer, puede besar a la novia –finalizó el sacerdote con una sonrisa.

Así ambos compartieron un beso sellando ese pacto de por vida, nada los podía separar, se amarían incluso más allá de la muerte.

Y sobra decir que la noche de bodas fue más que estupenda…

Fin Flash Back…

Otra ilusión vacía, promesas rotas, dejándola con el corazón hecho trizas, completamente destruido, fue una idiota.

Debió haber visto las señales…

Flash Back…

Llevaban meses viajando nuevamente, los primeros meses de matrimonio se podrían definir como un sueño hermoso del que no se quiere despertar jamás, bien dicen que cuando entras en la etapa del matrimonio todo cambia, pues ahora cuentan uno con el otro, pero últimamente ha notado a su esposo algo ausente, como preocupado, a lo mejor era algo muy personal y no quería preocuparla, antes como compañera y novia le daría su espacio, pero ahora era su esposa él debía decirle lo que lo atormentaba para apoyarlo.

Lo vio pensativo, ahí en la entrada de la cueva donde se refugiaban, ese día llovía demasiado, no ningún rayo de sol en todo el día, cuidadosamente se acercó a su esposo y lo abrazó delicadamente por la espalda.

¿Te sucede algo cariño? –preguntó ella.

Él evitaba mirarla, no quería que sus miradas se encontraran.

No es nada –dijo él de manera seca.

¿Estás seguro? –preguntó ella de manera dudosa.

Sí.

Cariño, sabes que puedes contarme lo que sea, si puedo ayudarte en algo… -fue interrumpida.

Dije que estoy bien Sakura –sentenció él de manera firme.

Ella se sorprendió, tenía tiempo de no escuchar a Sasuke de esa manera, le dolió que él no quisiera compartir lo que lo atormentaba, pero asumió que debe ser algo muy grave para que no lo quiera compartir con ella. Deshizo el abrazo, pero le dio un beso en la mejilla y le dijo.

Recuerda que yo estaré para ti siempre cariño.

Ella regresó al fondo de la cueva intentando comprender la actitud de su esposo, que cada día era más extraña.

Fin Flash Back…

¿Cómo pudo ser tan estúpida?

Sintió a la pequeña Sarada removerse entre sus brazos, la arrullo suevamente poniéndola en una posición más cómoda que vuelva a dormirse, el ver a su pequeña niña dormir entre sus brazos le tranquilizó el alma, eso le hizo recordar el día más feliz de su vida, el día que se enteró que sería madre.

Flash Back…

Esta vez se habían quedado en una posada de un pueblo pequeño para descansar un poco, desde hace unas pocas semanas se le hacía más difícil moverse con facilidad por el bosque, se cansaba constantemente, lo poco que podían comer lo vomitaba y los constantes mareos tampoco ayudaban mucho, así que su esposo había tomado la decisión de descansar en ese pequeño pueblo.

Nunca le había pasado eso, definitivamente tenía que averiguar lo que le sucedía, empezó a analizar sus síntomas…

Vómitos…

Mareos…

Cansancio…

Empezó a pensar, ¿Qué podría ser? Hasta que se dio cuenta de algo importante…

No había tenido el periodo.

¿Podría ser posible?

Un poco emocionada concentró chakra en la palma de su mano, respiró profundamente antes de dirigir esa mano a su vientre usando toda su concentración en detectar algo, aunque sea lo más mínimo para confirmar sus sospechas.

Y ahí lo sintió…

Un pequeño latido…

Un pequeño punto de chakra casi indetectable, una vida nueva, fruto del amor que se tenían ella y su esposo. El sueño de ambos se estaba cumpliendo, el clan Uchiha estaba renaciendo finalmente.

Escuchó que la puerta de la habitación se abría dejando ver a su esposo, estaba igual que hace semanas, distante, pensativo y frío, pero estaba segura que con esta maravillosa noticia se alegraría y alejaría todas sus preocupaciones.

Sasuke-kun, debo decirte algo –dijo ella un tanto emocionada.

Yo también tengo que hablar contigo –dijo él de manera firme.

Antes de que lo hagas, es muy importante que me escuches, sé que has tenido algunos problemas y que tal vez no quieras contarme lo que te pasa porque es algo muy personal y quiero darte tu espacio, todo este tiempo he tenido algunas complicaciones en mi salud, pero no es nada grave –dijo ella al ver la preocupación en el rostro de su esposo –y me examiné, quiero darte la noticia de que muy pronto ya no serás el ultimo Uchiha –terminó de decir con una sonrisa.

Sasuke ensanchó ligeramente los ojos intentando procesar lo que había dicho la peli-rosa, al ver la confusión de su esposo ella tomó su mano y la colocó en su vientre para que lo sintiera.

Aquí está cariño, nuestro hijo –dijo ella con una sonrisa y lágrimas de alegría saliendo de sus ojos.

Todo lo que haya querido decirle Sasuke en ese momento quedó en el olvido ya que el pelinegro le dio un abrazo que ella correspondió gustosa.

Sakura… Gracias… -susurró Sasuke.

Ella sintió algo raro en él, como si hubiera sido forzado lo que quería decirle, pero ella ya conocía a su esposo, le costaba expresar sus sentimientos, pero así era él y así lo amaba.

Y ahora su amor estaba dando frutos.

Fin Flash Back…

Colocó a la pequeña Sarada en su cuna nuevamente, viéndola fijamente le acarició su pequeña cabecita y le susurró una promesa.

―Te prometo que seré la mejor mamá que pueda ser, que seré fuerte para protegerte, eres el motor de mi vida y nada ye lastimará en tanto yo este respirando mi niña.

Y ese era un juramento que no estaba dispuesta a romper.

Los rayos del sol brillaban con más intensidad anunciando definitivamente el nuevo día, pero para Sakura significaba un nuevo comienzo, un nuevo capítulo, una nueva vida…

Inspeccionó toda su ropa y esta tenía el símbolo Uchiha en su espalda, algo que tendría que cambiar a partir de ese día, por suerte aún conservaba su antigua ropa con el símbolo Haruno le serviría por unos días en lo que conseguía ropa nueva.

Fue al baño y se miró en el espejo, había cambiado tanto…

Su cabello rosa ahora estaba un poco más largo como cuando era niña y estaba enamoradísima de Sasuke, sus ojos verdes ahora no mostraban ese característico brillo de amor que los hacía resaltar y que estaban rojos e hinchados por el llanto mientras que su rostro aún tenía los rastros de sus lágrimas.

Se lavó el rostro tratando de borrar los rastros del llanto y no verse demasiado patética, fue por unas tijeras que tenía en su habitación, tomando un mechón de su cabello se decidió a cambiar completamente.

No más amor unilateral…

No más promesas vacías…

No más cuentos de hadas…

No más ilusiones…

No más Sasuke…

Decidida comenzó a cortar su cabello con algo de rabia como si quisiera descargar todo su enojo y frustración en esa acción, nuevamente tenía el cabello corto, satisfecha con el resultado guardó las tijeras y tiró toda su ropa con el símbolo Uchiha y se deshacía de todo lo relacionado con Sasuke salvo por una foto de él y la del equipo 7, Sarada tenía derecho a saber sobre su padre y aunque no se lo mereciera Sasuke también tenía derecho a tener contacto con su hija, escuchó como tocaban la puerta insistentemente.

Ese día no tenía ánimos de ver a nadie, no mientras estaba organizando su nueva vida, con pesadez abrió la puerta y ahí vio a otra persona especial en su vida, aquel que consideraba su hermano.

― ¿Qué haces aquí tan temprano Naruto?

El rubio no había cambiado mucho, estaba muy cerca de convertirse en Hokage y eso la ponía contenta, aunque seguía siendo un poco torpe en algunas cosas, pero sabían cuál sería el tema de esa conversación.

― Solo quería saber si te encontrabas bien.

Ella lo invitó a pasar para poder charlar más a gusto.

― Sasuke se fue de la aldea por una misión esta mañana –dijo el rubio.

―Pensé que se había largado anoche.

― ¿Te comentó algo?

―Solo me dijo que se largaba otra vez.

Naruto notó extraña a su amiga, hasta que notó su ropa con el símbolo Haruno.

―Sakura-chan, ¿Por qué tu ropa es diferente?

No se había puesto a pensar que tal vez la noticia de su divorcio le afecte un poco a su amigo ya que este estaba de lo más feliz cuando volvieron casados y con Sarada en brazos.

―Sasuke me pidió el divorcio anoche –dijo la peli-rosa sin interés.

― ¡¿Qué?! –exclamó sorprendido el rubio.

―Lo que escuchaste.

―Pero, Sakura-chan ambos se veían tan felices…

―No Naruto, YO era la que estaba feliz con nuestro matrimonió, pero Sasuke estaba agobiado y encadenado, me dijo que "el amor se acabó", pero sinceramente pienso que nunca me amó realmente, solo se sentía forzado a corresponderme ya que pasé la mayor parte de mi vida amándolo como una idiota.

Naruto veía como Sakura contenía las ganas de ponerse a llorar, se estaba haciéndose la fuerte.

―Pero él simplemente quiere… ser libre –dijo finalmente Sakura.

―No puedo creerlo Sakura, antes de que ambos se fueran él se veía tan decidido de estar contigo, se miraba que te amaba, que iba enserio contigo.

―A veces las cosas no son como nosotros quisiéramos Naruto y sinceramente ya me cansé.

― ¿A qué te refieres?

―A que no voy a esperar más por un amor en donde la única que aporta soy yo, no me voy a desvivir más por un idiota y no voy a caer en ilusiones tontas.

― Pero, ¿Y si Sasuke volviera y te dijera que te ama?

―Dije que no voy a caer en más ilusiones estúpidas Naruto, Sasuke no me ama, nunca me amó, lo que él buscaba era compañía, la obtuvo y ya se aburrió de ella, lo que Sasuke ama es… su libertad y yo no soy nadie para impedírselo.

―Eres su esposa.

―Pero dejaré de serlo cuando firme el divorció, además no soy solo yo, tengo que velar por el bienestar de mi hija y no voy a descuidar eso por estar llorando por un idiota.

―Sakura-chan, él es el padre de tu hija tiene derecho a estar con ella.

―Ese es un asunto a parte, no tengo pensado intervenir en la relación de padre e hija, si Sasuke quiere mantener contacto con Sarada es libre de hacerlo, pero respecto a todo lo que hay entre él y yo, murió.

―Sarada los unirá por el resto de sus vidas.

―Es lo único que nos une…

Naruto suspiró derrotado sabiendo que nada de lo que le diga la hará cambiar de opinión, era tan testaruda y Sasuke era igual, en cuanto lo viera le daría una paliza por haber jugado de esa manera con los sentimientos de la peli-rosa, pero ahora solo importaba el bien de Sakura, ella lo que más necesitaba en esos momentos era el apoyo de todas las personas que la querían para poder salir adelante junto con la pequeña Sarada.

Se acercó a ella y la abrazó fuertemente, la sintió tensa.

―No tienes por qué contenerte, desahógate.

Eso le dio a Sakura la libertad de poder llorar otra vez, pero ahora si tenía consuelo y eso es lo que necesitaba ella, alguien que la abrazara y le dijera que todo iba a salir bien.

―Sabes que cuentas con mi apoyo, estoy para cualquier cosa que necesites.

Sakura agradeció enormemente tener un amigo como él, sino estaba segura de que se perdería en su dolor, Naruto se retiró tiempo después, solo era cuestión de tiempo para que toda la aldea se enterara de que ella y Sasuke Uchiha habían tonado la decisión de divorciarse.

Escuchó a Sarada llorar nuevamente, esta vez necesitaba un cambio de pañal y desayunar, una vez la pequeña Uchiha estuvo calmada y bien alimentada la cargó en sus brazos un largo tiempo con el sol iluminándola dándole un aire muy hermoso.

―Saldremos adelante juntas mi niña.

Si Sasuke quería perseguir su libertad, pues bien por él, ella también buscaría su libertad, buscaría ser libre de este amor que la estaba destruyendo completamente.

Era hora de comenzar una nueva vida…

Sin él…

CONTINUARÁ…