Capitulo ambientado en el episodio 44 y 45 del anime.


El extraño cuarteto conformado también por un dragón de dos cabezas, caminaban por una zona espesa niebla lo que hacía que Karin se preguntaba en que zona estaban. El lugar en la que se encontraban le preocupaba un poco, sobre todo porque Rin estaba energética y parecía estar "jugando a las carreras" con Jaken.

—¡Ya gané! —exclamó Rin feliz.

—Tonta, esto no una competencia —dijo Jaken intentado recuperar el aire.

Al llegar donde esos dos se habían detenido, Karin frunció al escuchar al pequeño demonio; no le gustaba como le hablaba a Rin.

—Acepta tu derrota, sapo —se burló ella para molesta.

—¡Tu, cállate!

—Miren, Sr. Jaken, Srta. Karin —dijo Rin llamando la atención de Jaken y Karin—. El Sr. Sesshomaru tenía razón, encontramos un demonio muerto.

El rostro de Karin palideció al ver la cabeza de ese demonio, aun no se acostumbraba a esas clases de cosas y eso que ya hacía semanas que se encontraba allí.

—¿Quién pudo haberlo matado? —preguntó Jaken.

—Fue Inuyasha —se escuchó la voz de Sesshomaru mientras aparecía entre medio de la niebla.

«Típico, tenía que hacer una aparición con estilo». Pensó Karin rodando los ojos. «Espera, ¿dijo Inuyasha? Entonces ellos estuvieron por aquí.»

—Aunque puedo asegurar que también salió lastimado de esta terrible batalla —mencionó él mientras agarra la cabeza de aquel demonio sin mucho esfuerzo, al mismo tiempo, que Rin gritaba.

Por otro lado, Karin ahogo una exclamación preocupada. Esperaba que todos estuvieran bien, antes de que ella fuera a su época le había advertido a Miroku que los cuidara mientras ella no estaba. Claro que cuando volvió, Kaede le había informado que hacías días que ellos estaban desaparecidos.

—Vámonos —ordenó Sesshomaru mientras seguía su camino.

—¿Piensa llevarse es cabeza? —Jaken miraba confundido a su mano.

A todo eso, los gritos de Rin no dejaban que Karin pensara con claridad.

—Silencio, Rin, no grites /Silencio, Rin, por favor —dijeron el demonio y la sacerdotisa al mismo tiempo, haciendo que esta última lo mirara con disgusto.

«Perfecto, ahora estamos sincronizados.»

—Está bien —contestó Rin inmediatamente.


Tres días después, Karin se encontraban cuidando a Rin mientras ambas estaban sentadas cerca de una pequeña hoguera.

Gracias a que Miroku le había enseñado un poco detectar la presencia de los demonios, desde hacía un buen rato que sentía la presencia de uno entre los árboles. Aun su entrenamiento con sus poderes estaba en proceso, su puntería era buena y hasta el momento podía lanzar flechas cargadas de energía espiritual. Ahora intentaba de poder crear un campo de protección, ya lo había hecho antes, pero aún no era tan fuerte como se esperaba y solo podía mantearlo por un corto periodo de tiempo. Sin embargo, aquel demonio no sabía eso y si este no era tan poderoso, no sería tan tonto para enfrentarse a una "sacerdotisa".

«Espero que esto funcione». Karin cerro los ojos intentando concentraba mientras rezaba que sus poderes no les fallaran en ese momento.

—¡Wow! Srta. Karin, ¿Cómo hizo esto? —escucho a Rin teniendo un tono de emoción en su voz.

La joven azabache abrió los ojos, notando como un campo de energía violáceo las rodeaba, a su vez que sonreía orgullosa. Sin embargo, su sonrisa no duro mucho al a ver a distancia como Sesshomaru se acercaba junto con Jaken y Ah-Un.

—¡Sr. Sesshomaru! —Rin se levantó de su lugar y fue corriendo hasta este con intención de darle la bienvenida.

—Rin, no te muevas —advirtió Sesshomaru mientras la niña se detenía abruptamente. Luego atravesó el campo de protección de Karin causando que desapareciera y que esta lo maldijera por lo bajo.

Con gran salto, Sesshomaru, se dirigió en la dirección donde se encontraban los árboles y con sus garras los destrozo. Karin se levantó de su lugar y se congelo al ver tal escena, considerando de ahora en adelante ser cuidadosa con las palabras que usaba cuando hablaba con Sesshomaru. En ese momento, entre los árboles apareció una mujer de cabellos oscuros y ojos rojos.

—Ese aroma parece el mismo de aquel hombre que traía puesto una piel de mandril y le entrego un brazo humano donde llevaba incrustado uno de los fragmentos de la perla —mencionó Jaken mirando con desconfianza a aquella mujer.

—En resumen y para que lo sepas, su nombre es Naraku —informó Karin recibiendo una mirada fulminante por parte del sapo—. Désolé (Lo siento), es que hablaste mucho.

—Cállate y deja de hablar raro —Jaken la miro fastidiado—. Por culpa de aquel hombre, estuvimos a punto de pasar a mejor vida aquella vez. El amor bonito casi fue devorado por el veneno de ese brazo —Karin contuvo una carcajada—, y aquel monje agresivo casi me mata a golpes, me da tanto coraje recordarlo.

«Bien hecho, Miroku». Karin asintió con aceptación lo que había hecho su amigo.

—Este aroma se me hace conocido, el cual tiene un gran parecido con el de Naraku, ese bastardo que me tendió una trampa —Sesshomaru miro de forma inmutable a aquella mujer.

—Tu eres, Sesshomaru, el hermano mayor de Inuyasha —hablo la mujer con confianza.

«Que valiente, igual, yo también le dije lo mismo». Karin miraba interesada la escena que sucedía en frente de ella.

—Te ves tan frágil y delicado —mencionó ella.

«Yo que tu no diría eso». Pensó la azabache.

—Soy Kagura el espíritu que manipula los vientos y soy una extensión de Naraku —se presentó ella.

—¿Extensión?

—Así es —afirmó Kagura—, y también la cabeza de demonio que le entregaste a Kaijinbo para que te forjara una nueva espada; los colmillos que usaste eran de Goshinki quien era otra extensión de Naraku.

Ante lo dicho por Kagura, Karin se encontraba incrédula que esa mujer les diera información tan fácilmente. Parecía sospechoso y, a la vez, intrigante.

—Y eso que importa —contesto Sesshomaru indiferente—. ¿Solo has venido a contármelo? No tiene sentido.

—¿No puedes detectarla? —insinuó Kagura abriendo su abanico y escondiendo la mitad de su rostro—. La espada Tokijin que fue creada con los colmillos de Goshinki está cerca de aquí —dicho esto hubo una ráfaga de viento y esta se alejó subida en una pluma gigante.

«¿Qué clase de drama barato es este?». Se quejó Karin mientras se ubicaba al lado de Sesshomaru mientras miraba como Kagura se alejaba.

—Que actitud tan altanera, parece una mujer de lo más vulgar —despotricó Jaken.

—En mi opinión personal, pienso que le gustas —sonrió Karin insinuante notando como Sesshomaru la miraba—. Eso es bueno, aunque tenga una actitud psicópata sigues atrayendo a las mujeres.

—Mi amo no necesita de ninguna mujer.

En ese momento, Sesshomaru intento agarrar el brazo de Karin, cansado de que esta se comportara tan insolentemente. Sin embargo, un brillo violáceo fue rodeada por esta y sintió un ardor en su mano soltándola inmediatamente.

Por otro lado, Karin, dejo de respirar al ver que su muerte estaba a la vuelta de la esquina y que no debía tomar tanta confianza con Sesshomaru.

—Rin, ya puedes moverte —dijo él mientras miraba a Karin con un brillo peligroso en sus ojos.

Karin aprovecho el momento en el que Sesshomaru había hablado, para mirar a Rin y acercarse a esta, porque había notado el brillo en los ojos ámbar de Sesshomaru; y no era bueno.

—Rin, no tienes que tomar tan literal las palabras de Sesshomaru —dijo ella acercándose a la niña con una sonrisa nerviosa.

«No sé porque mis poderes reaccionaron de forma inconsciente, pero la próxima vez no la cuento.»


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¡Hasta el próximo capitulo!