Capitulo ambientado en el episodio 44 y 45 del anime.
Cuando Sesshomaru iba a buscar la espada Tokijin, Karin prácticamente le rogo que la dejara acompañarlo prometiéndole que se comportaría y haría todo lo que él quisiera como si fuera su sirviente. El nunca respondió a su pedido, pero le indico que su subieran en Ah-Un; suponía que el haberse arrodillado tragándose su orgullo había servido de algo.
En el transcurso del viaje, la situación fue incómodo teniendo en cuenta que Sesshomaru viajaba parado en Ah-Un y ella sentada. Para cuando llegaron a lugar de destino, este salto del dragón y aterrizo con elegancia en el suelo. Karin se encontraba incrédula, ese loco demonio había saltado metros hacia abajo y seguía intacto. Por otro lado, ella no esperaba encontrarse con su hermana y el resto, pero suspiro aliviada al ver que todos estaban bien.
—Ah-Un —llamó ella al dragón—. ¿Puedes dejarme en el suelo? Yo no puedo hacer ese salto suicida como tu amo.
Cuando Ah-Un la dejo en el suelo, se ubicó al lado de Sesshomaru. Había prometido en comportarse y de mantener las apariencias.
—¿Qué estás haciendo aquí? —preguntó Inuyasha mirando con fastidio a su medio hermano.
—¡Karin! —exclamó Kagome preocupada al ver que su hermana mayor estaba con Sesshomaru. Tanto Miroku y Sango junto con Shippo mirando también con preocupación. ¿Cómo, Karin, había llegado a estar al lado de Sesshomaru?
—Lo mismo quiero saber, solo he venido por este espada —contestó Sesshomaru con serenidad viendo que aquel hibrido se encontraba a la defensiva—. Después de que mataron a ese demonio, se usaron sus colmillos para esta arma y, al parecer, busca como vengarse de ustedes.
—¿Qué dices? —Inuyasha frunció el ceño.
—¿Acaso sabe que Tokijin está hecha con los colmillos Goshinki? —inquirió Sango.
—Eso significa que… —Miroku fue interrumpido.
—Sí, yo fui quien le pidió a Kaijinbo que forjara esa espada —revelo Sesshomaru.
—Sesshomaru, no te acerque a la Tokijin —advirtió Totosai—. Si tienes contacto con las energías malignas que guarda esa arma quedaras poseído como Kaijinbo.
Karin quien se encontraba en silencio en todo momento prefirió en intervenir.
—No seas tonto, Sesshomaru, con solo un chasquido causaría destrucción en menos de un segundo. Nunca se dejaría controlar por una simp… —notó que Sesshomaru la miraba de reojo— poderosa espada como Tokijin —se sonrojo de vergüenza por haber dicho eso en frente de todos.
—¡¿Qué hiciste con Karin, Sesshomaru?! ¡¿La secuestrarse no es así?! —exclamó Inuyasha.
La joven de ojos azules se colocó detrás de Sesshomaru para que este no la viera y comenzó a hacer señas a su hermana y amigos para que entendiera que estaba bien. Luego miro a Inuyasha haciéndole señas para que se quedara callado mientras este la miraba confundido.
En ese momento, Sesshomaru se acercó a la espada y la agarro sin ningún problema mientras las energías malignas desaparecían al instante. Y aunque la mayoría se encontraba sorprendido por ese hecho, Karin solamente rodo los ojos porque ya presentía que eso iba a pasar. Lo siguiente que paso que no pudo evitar, es el pequeño intercambio de palabros de ambos hermanos y como Sesshomaru decidió atacar primero a Inuyasha con su nueva espada.
Ante la pelea infantil de ambos hermanos, Karin aprovecho para acercarse rápidamente a su hermana y el resto.
—Karin —Kagome se abalanzó hacia su hermana para darle un abrazo y lo mismo hizo Shippo.
—¿Estas bien? —preguntó Miroku seriamente.
—¿Cómo es que te encontraste con Sesshomaru? —preguntó Sango.
—Estoy bien, no soy tan tonta para dejarme secuestrar —contestó Karin—, y en otro momento les contare como estoy viajando con él, es una historia un poco larga.
Kagome frunció el ceño mirando a su hermana mayor.
—Sesshomaru es peligroso —advirtió ella.
—Si no me decías, ni cuenta me daba —dijo Karin con sarcasmo mientras recibía un golpe en el brazo de su hermana menor—. Sin embargo, ahora me preocupan más esos dos —señalo a Seshomaru e Inuyasha.
Ante la pelea de espadas, el grupo cuestionaba que Inuyasha ganara por la forma en la que no podía blandir su espada con facilidad. Por otro lado, Karin se mordió el labio nerviosa, se estaba conteniendo por gritarle a Sesshomaru que parara, pero sabía que no era una mejor idea y que le había prometido comportarse.
De pronto, Sesshomaru hizo que la espada de Inuyasha saliera volando dejando a este indefenso. El corazón de Karin se detuvo y estaba lista para detener la pelea, pero Miroku la detuvo mientras negaba con la cabeza, no era lo ideal que ella interviniera.
De repente la apariencia de Inuyasha cambio levemente, y eso hizo la joven de ojos azules se sorprendiera un poco. Esa clase de aspecto lo había visto con Sesshomaru, cuando se encontró con él por primera vez. Esos ojos rojos eran escalofriantes y no entendía la causa de la apariencia del hibrido.
Totosai indicó a Kagome que se llevaran rápidamente a Inuyasha mientras que el escupía fuego por la boca causando una franja que separaba a ambos hermanos. Kagome con un abajo dejo inconsciente a Inuyasha mientras el resto lo cargo aprovechando el momento para alejarse.
Miroku miro a Karin y ella entendió esa mirada, por lo que dijo que no podía volver con ellos.
«Ahora solo tengo que esperar que el fuego se apague». Pensó ella viendo como todos se alejaban.
Cuando el fuego se apagó, Karin diviso la suelta de Seshomaru en frente de ella. Este parecía pensativo y su rostro inmutable como siempre. Estaba curiosa, el tranquilamente podía haber seguido al grupo, pero, sin embargo, no lo hizo.
—¿Sabes? Quiero justificarme que en ningún momento hice nada —se defendió ella.
Los ojos ámbar de Sesshomaru se fijaron en ella, como si recién ahora notara su presencia.
—No digo esto con intención de ofenderte. Pero, ¿Por qué no te olvidas de Colmillo de Acero? —Karin notó como Sesshomaru fruncía el ceño levemente—. ¡Espera aun no me mates! Lo que quiero decir es que ya eres muy poderoso sin ninguna espada y ahora con Tokijin, los demonios deben pensarlo dos veces antes de enfrentarte. ¿Sabes cuál es la diferencia entre tu e Inuyasha? —Sesshomaru no contestó—. Él no puede revivir a los muertos, puedes matar a cualquiera y revivir al que consideres conveniente; eres como un dios. Puedes burlar a la muerte, no cualquiera hace eso. Estoy segura que años atrás, si Inuyasha hubiera tenido a Colmillo Sagrado, Kikyo estaría vida. Sin embargo, actualmente su primer amor revivió siendo un ser hecho de barro y huesos, sinceramente es una situación lamentable.
«Acabo de caer bajo, por contarle las desgracias de Inuyasha. Solo espero que esto lo convenza un poco.»
El silencio se hizo presente y como Karin tenía miedo que Sesshomaru tomara sus palabras como ofensas, corrió hacia Ah-Un que no estaba muy lejos de ella y lo abrazo.
—Por las dudas, protégeme —le pidió en susurros al dragón.
Nunca se percató que cierto demonio tenía una sonrisa ladina muy imperceptible.
¿Y que les pareció? ¿Algún Reviews?
¡Hasta el próximo capitulo!
