El vasallo

Graham echó a reír ante las palabras de su compañero de trabajo, pero a Harry no le parecía que fuera divertido, y el detective pudo verlo en sus ojos cuando se topó con ellos. El mago aún tenía su arma en la mano derecha, parecía sujetarse a ella como si fuera su bote salvavidas aunque sabía que la situación era más complicada de lo que él podría resolver por su propia cuenta… quizá más complicada de lo que era capaz de resolver incluso con la ayuda adecuada.

-Tienes que estar bromeando, "H", ¿Cómo puedes dejar de existir?, ¡eso es imposible!-replicó Graham palmeándole la espalda como si estuviera intentando hacerlo entrar en razón.

-¿Tengo cara de estar bromeando?- replicó él a su vez haciendo ademanes con ambas manos.

De la varita de sauco brotaron chispas de color rojo y dorado producto de la propia incredulidad y frustración que se estaba apoderando del muchacho, Graham retrocedió. Harry reparó en que aún tenía "esa" varita en la mano y se apresuró a devolverla al morral empezando a sentirse culpable por haber perdido los estribos y haber usado esa arma en presencia de Lizard.

-¿Qué es esa cosa?- inquirió Graham observando como la varita desaparecía en el interior del morral- ¿es eso lo que Lizard buscaba?

-Eso no importa ahora…- replicó Harry intentando aclarar sus ideas para buscar una solución a su predicamento- Peter, lleva a Grace y Annie a su casa, por favor, que ellas te digan donde es, no está muy lejos… tengo que ir al ministerio… tengo que hablar con mis amigos y rápido.

-No… ¡espera, "H", quiero que me expliques…!- una vez más Harry lo ignoró, incluso habiendo gente a su alrededor se desapareció corriendo con la fortuna de que nadie más que Graham, Annie y Grace estaban observándolo.

Se apareció directamente en la entrada principal al ministerio de magia, entró por las chimeneas y se dirigió casi corriendo a su oficina en la cabina de aurores ignorando el saludo de sus compañeros y sus preguntas respecto a las pequeñas roturas que tenía en su túnica producto de los ataques de Lizard que no había sido capaz de cubrir con el protego. Llegó a su oficina y se apresuró a sacar el libro sobre los girasiglos, que se había dedicado a estudiar cuando tomó el caso.

Intentó encontrar en él algo que hiciera referencia a las anomalías que podían causarse con las intervenciones directas en el tiempo o en su defecto algo que le dijera como había sido Lizard capaz de usar el girasiglos para detener el tiempo de aquella manera… era como si ellos hubieran estado simplemente en un plano diferente, era algo completamente nuevo para él… pero en el libro no mencionaba nada al respecto, fue hasta entonces que sacó el espejo de doble sentido que había tenido abandonado esas dos semanas y lo encendió.

Ron y Hermione estaban con Littlefeet en el ministerio de Australia hablándoles sobre sus recientes descubrimientos (hechos con la ayuda de Ángela Lovewisdom) acerca de la gema y su posible localización; era la primera vez que se reunían con el ministro australiano desde su llegada a ese país y este parecía muy ansioso de saber cuan cerca estaban ellos de encontrar la preciada joya.

Sin embargo, a pesar de que habían hecho valiosos descubrimientos respecto al caso, seguían sin saber mucho acerca del ladrón. Habían hecho indagaciones en los alrededores y habían logrado entrevistar a gente del museo mágico en que era exhibida para averiguar si alguien había hecho preguntas o se había mostrado extrañamente cerca de la gema antes del robo, pero todo parecía indicar que todo había estado muy normal. No había marcas de magia alrededor de la urna y tampoco había marcas de que hubiera sido forzada por la vía muggle, pareciera que se había esfumado en el aire.

La frustración de ambos chicos era tal que incluso habían dejado de disfrutar de su tiempo libre. Hermione estaba irritable y Ron era más brusco de lo normal con el resto de los aurores que trabajaban en conjunto en el caso. Justo en se momento estaban buscando la manera más sutil de decirle a su anfitrión que estaban casi en blanco en ese respecto, por eso agradecieron un poco cuando el espejo de doble sentido se puso frente a Hermione mostrándoles el rostro de…

-¡Harry!- exclamó la muchacha- ¿Qué te ha pasado, estás muy pálido?

-¿Hermione, Ron está contigo?- inquirió él con visible angustia

-Aquí estoy- respondió el aludido acercándose al espejo- pero este no es el mejor momento para hablar, hermano, estamos en una reunión con el ministro Littlefeet, ¿te parece que te hablemos más al rato?-

Le pidió el pelirrojo pues en ese momento el diminuto ministro les estaba lanzando una mirada algo desagradable.

-Lo siento, eso no puede ser- replicó Harry- es más, mejor que escuche: necesito que los dos regresen a casa ya, si fuera posible que tomaran el próximo vuelo, mejor.

Ron y Hermione se miraron con desconcierto.

-Pero, Harry…- exclamó Hermione- aún no resolvemos el caso de la gema, ¡no podemos dejar al ladrón salirse con la suya!, ¿puedes explicarnos por qué es tan importante que regresemos ahora?

-Si- coincidió Ron sonriendo-estas un poco alterado.

-¡Estoy alterado, no un poco, mucho y tengo una muy buena razón para ello!- replicó Harry con vehemencia- ¡voy a dejar de existir!- les explicó dejándolos un tanto descolocados.

- ¿QUÉ? -inquirieron ambos al unísono- ¿Qué significa eso?, ¿Por qué piensas que te vas a morir? -inquirió Ron alarmado.

- ¡No, no me moriré, no me preocuparía tanto si solo fuera a morir: voy a desaparecer!, ¿entiendes?, esfumarme: mejor dicho… si las cosas siguen así… no voy a nacer.

- ¿Cómo? -inquirió Hermione a su vez intentando procesar esa información en su cerebro- ¡¿Cómo que no vas a nacer, Harry?! ¡No juegues con eso, por favor!

- ¡No estoy jugando! ¡enserio quisiera que fuera un juego o una broma pero esto es realmente enserio, MUY enserio, Hermione!

-¡Empieza por explicarnos qué demonios ha pasado!, ¿Qué es eso que amenaza tu nacimiento?- le exigió Ron de mal humor.

-Mi madre…- dijo Harry con voz temblorosa- mi madre está en esta época.

- ¿Qué? -inquirió Ron incrédulo- ¿Desde cuándo?

-Desde hace dos semanas- replicó él con un hilo de voz

- ¿DOS SEMANAS? -inquirieron ambos sin dar crédito a sus oídos

-Si, la trajo Lizard.

- ¿Quién?

- ¡El ladrón!- chilló él- el ladrón de la gema y de los girasiglos se llama Gerard Lizard y me acabo de batir en duelo con él hace unos pocos minutos. También es el asesino en serie. Son la misma persona y fue el quien trajo a Angélica y a mi madre a esta época y he visto la gema también, provocó una extraña reacción en "ese" objeto así que él ya sabe que "lo" tengo, ha intentado arrebatármelo.

- ¡Pero, Harry…! ¿Còmo… ¿¡Dime que todavía lo tienes!- chilló Hermione alarmada.

-¡Claro que todavía lo tengo, Hermione pero ese no es el asunto!, ¿Qué no me has escuchado?, ¡mi madre está en esta época, viene de una época en la que yo todavía ni planeado estoy!, si no hacemos algo pronto no naceré y todas las cosas que he hecho hasta ahora, TODAS incluyendo el duelo final no sucederán.

-¡Pero si tenemos el girasiglos de Braveheart!- replicó Ron que había tardado un buen rato en asimilar lo que su amigo le estaba diciendo.

Intentó meter un poco de sentido a todos los disparates que Harry decía pero su amigo estaba muy alterado y era difícil seguirle el ritmo.

-Yo estaba planeando regresar a mi madre a su época con ese girasiglos desde que sé que está aquí, por eso no me había preocupado tanto pero esa opción ya no es posible.

-¿Por qué?- inquirió Ron al borde de la histeria.

-Por que Lizard tiene también ese girasiglos- respondió Harry mirando a sus amigos con intensidad desde el espejo- ¡lo he visto, he visto el girasiglos que Braveheart me mostró a su llegada a Grimauld Place, estaba colgado del cuello de ese imbécil!, ¿ahora entienden por qué tienen que regresar?, ¡no van a encontrar a Lizard en Australia, ni siquiera estoy seguro de que se encuentre en esta época!, estoy seguro de que vendrá de nuevo a buscarme, no sé porque pero parece demente cuando habla de "ese" objeto y yo necesito buscar una manera de devolver a mi madre a su tiempo antes de que sea demasiado tarde.

- ¿Cómo consiguió ese tipo "nuestro" girasiglos? -inquirió Ron casi pegándose el espejo a la cara.

- ¡No lo sé! -replicó Harry pero parecía que alguien necesitaba hacerle esa pregunta para que su cerebro comenzara a trabajar en la respuesta por que se levantó de su asiento palideciendo de pronto.

- ¿Qué ocurre, Harry?- inquirió Hermione al ver la reacción de su amigo.

-Beaux- respondió él mientras salía de la oficina y se dirigía a zancadas al ascensor para salir de nuevo del ministerio.

-¿Qué?- inquirió Hermione sin encontrarle sentido- ¿Qué con Beaux?

-¡Fue él, Hermione!- le explicó el muchacho casi gritando- ¡fue Beaux!, ¡Beaux le robó el…!, ¿Como pude ser tan idiota?- se reprendió a si mismo sin detener su marcha- ¿es que no te das cuenta?, ¿Cómo pudo Lizard en un principio entrar al sitio en que Braveheart guardaba esos aparatos?, ¡¿Cómo pudo obtener el segundo girasiglos así de fácil?!, ¡Beaux es uno de los sirvientes más allegados a Braveheart, él tenía acceso a su cámara, también la que tenía Hogwarts…!, además él sabía quién era yo, sabía que me interesaría en él si armaba aquel escándalo que hizo… confió en que yo sería lo suficientemente idiota como para caer en su trampa y esperó a que Braveheart se presentara en esta época y me hablara sobre él para que yo lo aceptara en Grimauld Place y así tener acceso al girasiglos que Braveheart custodiaba cuando quisiera… quizá ya lo había robado cuando Lizard trajo a mi madre a esta época… ¡no, espera un momento!

Parecía que Ron y Hermione estaban haciendo un esfuerzo enorme por seguirle el hilo pero en ese momento era lo que menos le importaba: tenía que llegar al fondo de aquello e intentar buscar una solución- ¡eso es!

- ¿Quieres calmarte un poco y explicarte con propiedad?- le reclamó Ron- ¡es un poco difícil entenderte cuando te pones así!

- ¡No puedo calmarme, Ron!, ¿Qué no entiendes en qué situación estoy?

- ¡Lo entiendo!

- ¡Beaux robó el girasiglos cuando yo estuve en el hospital!, aprovechó que todo el mundo estaba…distraído- sentía que le faltaba la respiración- solo tuvo que encontrar distraído a Braveheart, robar el aparato de su cuarto y después entregárselo a Lizard… después de eso lo demás consistía en traer a Angélica y a mi madre desde sus respectivas épocas.

- ¿Para qué?-inquirió Hermione.

-Estoy a punto de averiguar eso- replicó él mientras salía del ascensor donde todos se habían quedado observándolo al ver el extraño humor del muchacho- pero lo que necesito es que regresen a Gran Bretaña de inmediato, ¡no puedo hacer esto solo!- y sin decir más apagó el espejo.

Ron y Hermione se quedaron en shock un momento, Littlefeet estaba plantado en su sitio sin comprender una sola palabra de lo que los muchachos habían hablado con su mejor amigo por medio de ese espejo. Había podido entender palabras o frases sueltas como "los girasiglos", o "vi la gema" pero nada que tuviera un sentido lógico para él.

-Muy bien, señor Littlefeet ahí tiene su respuesta: el ladrón de la gema se llama Gerard Lizard- le explicó Ron en cuanto se hubieron repuesto de la impresión.

-Y no se encuentra aquí en Australia- continuó Hermione- es un mago tenebroso que ha estado actuando tanto en Gran Bretaña como aquí, me atrevería a decir que ya no piensa pasarse por Australia, lo más seguro es que se encuentre en Gran Bretaña…

-¿Y de dónde han sacado eso?- inquirió Littlefeet.

-Harry nos lo acaba de decir- explicó la castaña- y disculpe pero en este momento es mejor que nos deje regresar a casa para hacernos cargo de lo demás: no hay nada más que podamos hacer por el caso en Australia si el ladrón está en Gran Bretaña, ¿no cree?

Él los miró con recelo, después de todo los había tratado como invitados de honor y no le agradaba nada que le dejaran el trabajo a medias, la gema de Sídney era muy importante para la comunidad mágica de Australia, por eso había mandado a pedir la ayuda de los mejores de Gran Bretaña para resolver el caso y aunque ellos habían hecho muchos avances ahora llegaban y le decían que tenían que regresar a su país sin haber resuelto antes el caso por completo.

-No me satisface su respuesta- les dijo- agradezco mucho que hayan venido pero no pienso permitir que me dejen el caso tirado.

-¿Qué no está escuchando?- replicó Ron- ¡no vamos a dejar el caso tirado, Harry Potter nuestro amigo, la persona a la que ustedes esperaban al escuchar que el trío de oro vendría a ayudarles nos ha dicho, y usted lo ha escuchado, que ha visto la gema en Gran Bretaña!, ¿eso no le dice algo?

-Ron, cálmate- le advirtió Hermione- el señor ministro no conoce todos los detalles y es muy comprensible que piense que le estamos dejando el caso tirado.

Ron bufó pero no replicó, dejó que su novia le explicara la situación al ministro australiano.

- ¿Qué detalles?- inquirió Littlefeet mirando de uno a otro.

-Bueno, verá, señor ministro: Harry, Ron y yo investigábamos un caso distinto antes de que nos llamaran a investigar lo de la gema y nos hicieran separarnos- explicó Hermione- un caso sobre uno de los aparatos que pueden ser potencializados con el poder de la gema de Sídney- explicó consciente de que eso podía hacer que los escuchara con mayor facilidad- "el girasiglos" un aparato que sirve para viajar por las épocas y las eras. Nosotros no sabíamos acerca de la gema entonces pero después se nos hizo evidente que los dos casos tenían que ver entre si.

-Si y por eso Harry nos prestó su espejo, para que pudiéramos comunicarnos con él desde aquí si descubríamos algo al respecto y así nos pudiera ayudar con este caso y nosotros ayudarle con el suyo- intervino Ron.

-El ladrón de la gema y "el girasiglos" es el mismo, eso ya lo habíamos deducido desde hace un tiempo- continuó Hermione- no sabíamos quién era pero era evidente que quería la gema para usarla con "el girasiglos".

-¿Y el ladrón está en Gran Bretaña?

-Harry acaba de batirse en duelo con él ahí, por eso estaba tan alterado- confirmó Hermione satisfecha ocultando tras esa tranquilidad la verdadera preocupación que sentía- parece que el tal Lizard quiere modificar la historia de la magia de alguna manera y supongo que comprenderá que tenemos que evitarlo a toda costa, ¿verdad? y para eso tenemos que regresar a Gran Bretaña, recuperar el girasiglos y con él la gema de Sídney- hablaba como si le explicara a un niño pequeño que uno más uno son dos, Littlefeet los observó un momento asimilando lo que ellos le acababan de decir.

-¿y si ese tal Lizard viene hasta acá?

-No lo hará- replicó Ron- ¿Para qué lo haría? Ya ha obtenido de este lugar lo que él buscaba: ya se ha llevado la gema, ¿tienen alguna otra cosa que le pudiera resultar atrayente? -Littlefeet no respondió a eso.

-Por favor, señor ministro déjenos regresar, le aseguramos que haremos cuanto esté en nuestras manos para resolver este caso- le suplicó Hermione.

-Está bien- aceptó él al fin- arreglaré todo para que partan mañana por la mañana, preparen todo.

-Gracias- le dijo la muchacha sintiendo un poco de alivio.

Estaba pensando en la regañina que le daría a Harry cuando lo viera por no haberles avisado de que Lily Potter estaba en esa época, sin embargo había otra cosa

- ¿Podrían ser cinco boletos? -inquirió, Ron la miró entonces:

Se había olvidado por completo de los padres de su novia y de Ángela Lovewisdom aunque pensaba que con esa petición estaban arriesgándose a hacer perder la paciencia a su anfitrión, dadas las circunstancias.

-¿Cinco?- inquirió Littlefeet receloso

-Me gustaría llevarme a mis padres y a mi hermana- le explicó ella con soltura- después de todo ellos están aquí no precisamente por voluntad propia- sentía que estaba abusando de la amabilidad de su anfitrión pero no podían dejarlos ahí.

-Está bien- concedió él después de meditarlo un momento- veré que puedo hacer, pueden retirarse.

Ellos hicieron una leve inclinación y salieron de la oficina del ministro para dirigirse inmediatamente al consultorio de los padres de Hermione para avisarle a estos de que partirían a Gran Bretaña el día siguiente en la mañana. Cuando entraron los dos Granger y Lovewisdom estaban en la hora que los primeros se tomaban como descanso del trabajo (Ángela había optado por ayudarles a los muggles ya que no podía ir por ahí mostrándose en público por la comunidad mágica de su país).

-¿Habéis descubierto algo sobre la gema?- inquirió la heroína

En persona era evidente que la heroína poseía una complexión atlética pero que no por eso dejaba de ser atractiva. Ella hacía esa pergunta cada que veía a la pareja. No había nadie que estuviera más interesado en encontrar esa joya que Lovewisdom, ni siquiera Littlefeet.

-Si- respondió Ron esta vez después de responder miles de veces que no.

Ella se irguió de inmediato y se puso sobre sus pies dispuesta a escuchar lo que le tenían que decir.

-Harry la ha visto- explicó Hermione a su audiencia.

Incluso los padres de Hermione se habían quedado estáticos escuchando las noticias pues estaban entrados de parte de la historia y habían seguido los avances juntro con su hija y su yerno.

-Tenemos que regresar a Gran Bretaña- les dijo a sus padres- el ministro de magia de este país nos está haciendo el favor de ayudarnos con los pasajes del avión: si todo sale bien el vuelo sale mañana.

- ¿Y por qué tanta prisa? -inquirió Jane Granger- ¿Qué no puede su amigo hacerse cargo de todo en lo que ustedes arreglan la cosas aquí?

Hermione negó con la cabeza, pero fue Ron quien respondió

-No, porque Harry desaparecerá si no nos apresuramos- miró a Lovewisdom- hemos perdido el girasiglos y el ladrón piensa alterar el nacimiento de Harry, ha traído a su madre a esta época, si no hacemos algo pronto Harry nunca nacerá

Jane Granger se tapó la cara con las manos mientras que su marido miraba a Hermione como si pidiera que ella confirmara esas palabras. Lovewisdom pareció tan inmutable como siempre, apenas si frunció un poco el entrecejo.

-Vayamos entonces a preparar todo- ordenó con una fuerza sorprendente- no podemos estar perdiendo el tiempo aquí, tenemos que evitar que la gema sea usada d mala manera.

Harry se apareció en Grimauld Place y abrió la puerta casi con furia, Lily estaba en el comedor cuando lo vio entrar con la expresión de dureza en el rostro que nunca le había visto antes. Hasta ese momento solo le había mostrado su lado tierno y amable pero en ese momento no quedaba nada de eso en ese rostro, solo había una mezcla de fría cólera y determinación.

- ¿Dónde está Beaux? -preguntó sin siquiera saludarla.

- ¡Vaya modales que tienes! -le reclamó ella- ¿has estado fuera desde ayer y ni siquiera saludas a tu madre?

Harry suavizó el gesto de inmediato, se acercó y besó la mejilla de Lily a modo de saludo. Después de todo ella no tenía la culpa de lo que estaba pasando

-Eso está mucho mejor- aprobó ella- serás todo un hombre pero no dejarás de ser mi hijo.

-Mamá, ¿está Beaux?

-No, ha vuelto a salir- Harry apretó los dientes.

- ¿Qué pasa?

- ¿El señor Gryffindor?

-Está allá arriba- respondió Lily preocupada- en la biblioteca.

Harry no preguntó más, comenzó a subir los escalones de dos en dos y Lily lo siguió un tanto confundida.

- ¿Qué pasa, Harry?, ¿hay algún problema?

Él no quería hacer que se sintiera responsable así que lo que tenía que hacer era hablar primero con Gryffindor.

Llegaron a la biblioteca y Gryffindor se mostró impresionado de ver a Harry tan rápido en la casa, pues no hacía más de unas cuantas horas que se habían separado en Hogwarts. El cofundador de Hogwarts le interrogó con la mirada y Harry le explicó con seriedad.

-Creo que estamos en problemas, señor Gryffindor, ¿usted ha visto su girasiglos?

-Lo he dejado protegido en mi habitación, sir Harry- respondió él.

- ¿Está usted seguro?

El héroe abrió la boca, un poco confundido y después salió corriendo en dirección a su habitación seguido de los dos Potter. Harry sabía que el girasiglos no estaba en donde el cofundador había dicho, pero eso no evitó que se decepcionara un poco cuando Gryffindor se lo confirmó.

-¡No está!- exclamó con una mezcla de rabia y confusión- ¡tendría que estar aquí, sir Harry, alguien lo ha tomado!

-Lo sé- confirmó Harry con suma seriedad- he tenido un pequeño encuentro con nuestro amigo el ladrón- explicó a los dos presentes que lo miraron con cierta incredulidad- y tengo dos noticias, ambas malas: la primera es que él tiene los tres girasiglos y la gema de Sídney y la segunda es que… eso pone en un predicamento mi existencia.

Lily se llevó las manos a la boca comprendiendo sin que Harry dijera lo siguiente

-Si no te regresamos a tu época, mamá… yo nunca naceré.

- ¡¿Y qué vamos a hacer?!- inquirió la mujer un poco sorprendida.

-Lo primero es deshacernos del traidor.

Miró a Gryffindor, creyendo que lo mejor era que se enterara de su teoría.

-Lizard no pudo haber obtenido el girasiglos directamente de aquí porque a esta casa no entra nadie que no tenga mi consentimiento o el de mis amigos así que alguien debió ayudarlo y esa persona debía tener acceso a esta casa y debió ser un mago… yo pienso que fue Beaux, señor Gryffindor.

- ¿Beaux? -inquirió Gryffindor frunciendo el ceño- ¡ese granuja!, ¡si, por eso ha estado comportándose de esa forma tan extraña, se sobresalta por todo y casi nunca está en casa!, ¡pero esto tendrá que pagarlo!

-No, será mejor que no sospeche que sabemos que fue él- replicó Harry- en este momento seguramente está con Lizard y este le estará advirtiendo que se ha batido en duelo conmigo y que por lo tanto yo conozco parte de su plan, debemos hacer que Beaux nos cuente lo que sabe sobre los planes de Lizard.

-¿Cómo?- inquirió Gryffindor.

-No lo sé- admitió él- pero no nos conviene que Lizard sepa que hemos descubierto a su espía- los tres se quedaron pensando un momento y después Lily exclamó.

-Veritaserum.

Los dos héroes la miraron, Harry se sorprendió de la facilidad con que ella había encontrado la solución

-Suero de la verdad- aclaró a Gryffindor pues el descubrimiento de la veritaserum parecía ser posterior a su época.

-Si, tengo un poco que me proporcionó el ministerio de magia, le diré a Kreacher que lo vierta en la cena de Beaux, y haremos que nos diga todo lo que sabe respecto a Lizard y porque lo ha traicionado a usted, señor Gryffindor y después tendremos que buscar la manera de que Lizard no se entere de que hemos encontrado a su espía…- coincidió Harry alegrándose de que ella estuviera con él en ese momento.

-Es una buena idea- aprobó Lily- pero ¿cómo le haremos para que yo pueda regresar con James antes de que sea demasiado tarde?

Harry se encogió de hombros y negó con la cabeza, en ese aspecto estaba en blanco, jamás se hubiera imaginado que algo así pudiera pasar. Ahora entendía lo que significaba la advertencia de la carta de G.G. "tened cuidado de lo que podría pasaros".

-Encontraremos una solución- aseguró Gryffindor- yo os he metido en este lío y es mi deber ayudaros a resolverlo, sir Harry, lamento haberos involucrado en esto.

-Usted no tiene la culpa, es tan víctima en este asunto como yo y tú también, mamá, no te preocupes, tú no tienes la culpa de nada, que eso te quede bien claro… sobre todo no me arrepiento de haberte conocido aunque sea en estas circunstancias.

Lily sonrió y lo abrazó conmovida.

-Yo también ayudaré- le aseguró- no permitiré que desaparezcas.

Esa noche Harry preparó todo como lo había planeado, le dio la veritaserum a Kreacher y esperó a que Beaux probara su comida mientras cenaban todos juntos en Grimauld Place para entonces poder interrogarlo acerca de los planes de Lizard. Esa noche parecía que el vasallo de Gryffindor estaba especialmente nervioso mientras que Lily se mostraba un poco melancólica seguramente sintiéndose culpable por la situación, Gryffindor tampoco hablaba, esperaba con ansias que Beaux comiera la sopa disimulando a la perfección cualquier atisbo de ansiedad.

Las dos muggles parecían incómodas, no sabían que había pasado pero era evidente que algo había sucedido en su ausencia por que el ambiente se podía cortar con un cuchillo.

-Muy bien, señor Beaux- dijo Harry sonriendo cuando Kreacher se hubo llevado todos los platos de la mesa- platiquemos un poco ¿quiere?, cuéntenos como es que ha traicionado al señor Gryffindor.

-Porque estaba harto de ser siempre opacado por él y sus amigos los cofundadores de Hogwarts-respondió Beaux de inmediato tapándose la boca con las manos con nerviosismo sin poder creerse que estaba hablando de esa manera.

- ¿Ah si?, ¿y que le ofreció Lizard a cambio de sus servicios?, hasta donde yo puedo ver usted sigue sin ser más que un vasallo, lo único que cambió fue su amo- le reclamó Lily con enfado.

-¡Eso no es verdad, él me ofreció ser su socio, su mano derecha!- replicó Beaux incapaz de dejar de hablar- hará que la historia de la magia nos reverencie a ambos como los grandes héroes de todos los tiempos, nos hará más importantes que vosotros, tiene un gran plan para los girasiglos y desde un principio simpaticé con sus ideas-

Gryffindor frunció el entrecejo y apretó los dientes.

-¿Ah, si?, ¿y como pretende hacer eso?- inquirió Harry sintiendo como la rabia comenzaba a borbotar en su interior como lava en un volcán a punto de estallar.

-Los más grandes héroes de la historia de la magia os hicisteis famosos por un hecho en específico cada uno, aunque hayan hecho más de una proeza, una de ellas sobresale por sobre todas las demás- explicó Beaux sonriendo con malicia, su nerviosismo había desaparecido- Lizard es un historiador en su época, así que eso lo sabe mejor que nadie, lo único que tiene que hacer es evitar que vosotros estéis en los momentos cruciales que hicieron de vosotros unos héroes ante la comunidad y nosotros realizaremos vuestras proezas más impresionantes por vosotros para recibir de esa manera vuestra gloria.

-Eso es repugnante- replicó Lily pero Beaux rio.

-Vos no podéis ser tocado, Harry Potter, no podéis ser tocado porque vuestra estúpida madre- miró a Lily con asco- se sacrificó por vos brindándoos una protección inquebrantable, es por eso que vuestro enemigo "lord Voldemort" no os pudo acaba. Además vos habéis hecho más de una proeza importante, por eso sois el más grande héroe de todos los tiempos, sois astuto, lo has demostrado, astuto, carismatico y poderoso… Lizard sabe eso así que en lugar de enfrentaros y arriesgarnos a que vos nos derrotéis haremos que desaparezcáis del mapa, eso es mucho más práctico y mucho más sencillo- Harry apretó los dientes intentando contenerse- podremos reemplazaros en todas vuestras obras y seremos realmente grandes cuando vos no estéis y será vuestra propia madre, aquella que murió por salvaros, a la que le debéis estar vivo, la que provoque vuestro fin, ¿no os parece ingenioso?

-¡Eres un…- exclamó Harry

Se levantó de su asiento con violencia dispuesto a hacerle mucho daño a la persona que tenía enfrente pero Lily lo detuvo simplemente tomándolo de la manga y tirando de él para que volviera a sentarse, Bonnie y su madre sentían que no encajaban en todo eso.

-¿Cómo robaste el girasiglos que teníamos aquí?- inquirió Gryffindor.

-Eso fue simple: solo lo tomé cuando vos no estabais en casa, confiáis demasiado en vuestros propios sortilegios, Godric, pero os olvidáis de que os he servido lo suficiente como para saber cómo burlar vuestras defensas. Lo mismo pasó con la cámara de Hogwarts, le dije a Lizard todo lo que necesitaba para poder entrar a esa cámara y él se encargo de lo demás- Harry y Gryffindor se miraron- ya no importa lo que me hagáis deciros, Lizard me advirtió de que esto podía pasar… ¿Cuál es el fin de saber lo que tramamos si no podréis hacer nada? para detenernos necesitáis los girasiglos cosa que es imposible que consigan ahora, no podréis obtener algo que nosotros tenemos en otra época, ¿o si?- sonrió con satisfacción- les deseo suerte… la necesitarán, sobre todo vos- miró a Harry casi con burla y él le devolvió la mirada más asesina de la que fue capaz- tenéis poco tiempo antes de que os esfuméis de nuestro camino.

-Solo una cosa más- replicó el muchacho- ¿Qué sentido tenía matar a toda esa gente inocente?

-¿Sentido?, ¡si solo ha sido por diversión!- replicó él, Harry había escuchado suficiente, sacó su varita del bolsillo y apuntándole a Beaux en la cabeza lo aturdió mientras los demás presentes observaban a ese hombre con repugnancia.