Los personajes no me pertenecen son de la gran Rumiko Takahashi. Esta historia, sin ánimo de lucro, está basada en la incompleta "Juegos por Internet" de JessMellark99.
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Capítulo 6: Arrepentimiento
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Estamos en una cafetería, Akari ha decidido tomarse en serio la pausa de una hora para comer en vez de hacerlo en nuestro puesto de trabajo mientras seguimos currando(1), como es habitual.
Mientras degustamos un delicioso plato de sashimi, Akari me está contando su fin de semana romántico con Ryoga. Veo como mueve los labios pero no la escucho, estoy totalmente abstraída. Llevo toda la mañana dándole vueltas a lo que pasó después de que llegué ayer a casa. Como suponía, Shinno estaba dormido o lo parecía porque en cuanto me metí en la cama me abrazó de manera cariñosa y algo posesiva pero no dijo nada y eso hizo aumentar mi sentimiento de culpa. Cuando me desperté esta mañana ya se había ido a trabajar. Me había dejado hecho mi desayuno favorito junto con una nota que rezaba "no olvides que te quiero".
—Desembucha.
—¿El qué? —Estaba tan concentrada en mi drama personal que no se de que me está hablando.
—Venga Akane no te hagas la tonta, llevas toda la mañana con cara de que algo te atormenta…cuéntamelo, te sentirás mejor.
—No sé de qué me hablas —comento haciéndome la loca. No puedo hablarle de esto, si lo hago se convertirá en real y mi angustia aumentará.
—Akane…
—De verdad, te lo agradezco Akari pero no me pasa nada —Mi pierna comienza a moverse de manera nerviosa, ella se da cuenta y alza una ceja con escepticismo.
—Cariño, es evidente que algo te preocupa, te prometo que si me lo cuentas, no saldrá de aquí. Me conoces y sabes que será así. —Me sonríe para transmitirme confianza y eso hace que mis defensas caigan.
—Está bien, anoche me acosté con un hombre.
Abre la boca a más no poder, menos mal que ya había acabado de tragar el bocado que tenía.
—Perdona me he quedado en shock…supongo que habrá sido con el ciber lo que sea del que me hablaste, ¿no? —Asiento con la cabeza—. Caray, nunca pensé que llegarías tan lejos.
—¡Ni yo la verdad! Ahora me siento como la mierda.
—¿Y cómo era?
—Pues lo peor de todo es que no lo sé. Estaba muy oscuro y además me puso una venda en los ojos pero, por lo que pude palpar, era alto y musculoso, de pelo largo…me recordaba a Shinno
—Igual era él y se ha inventado todo esto para vivir una aventura romántica contigo, ¿te imaginas?
—No, no era el. Estoy segura. Él jamás habría… —Y el recuerdo de todo lo vivido anoche me golpea y me enciende a la vez, quedando reflejado en mi cara.
—Ja, ja, ja, por lo que veo mereció la pena. Me alegro de que hayas decidido replantearte tu relación con Shinno aunque debiste cortar con él antes de dar el paso.
—¡No voy a dejarle! Esto no lo había planeado y, aunque estupendo, fue un desliz que no pienso volver a cometer.
Me observa con cara de incredulidad —¿Y él qué opina?
—¿Quién Shinno?
—No mujer, tú amante —El oír esa palabra en boca de otra persona es como un mazazo en el estómago— porque supongo que hablarías después de…
—La verdad es que no hubo tiempo para eso, yo me quedé dormida y cuando desperté él ya no estaba aunque… —Entonces recuerdo una cosa y rebusco en mi bolso el condenado sobre— dejó esto para mi en recepción.
—¡Y todavía no lo has abierto! ¡Por Kami a qué esperas! ¿No te mata la curiosidad?
No espero más, rasgó el sobre y lo pongo boca abajo sobre la mesa. De él cae una llave, igual a la que me dieron anoche, y una carta doblada. La abro con manos temblorosas ocultándola en mi regazo por si alguien lee por encima de mi hombro. La letra es extrañamente familiar, aunque se nota que se ha esmerado por que sea legible.
Akane:
No sabes cuánto tiempo he soñado con una noche como la que acabamos de pasar. Cuánto he anhelado tenerte entre mis brazos. ¡Tienes tanto que entender!…
Ahora que has sido mía no voy a dejar que te escapes, no otra vez. Haré lo imposible para que formes parte de mi vida por lo que quiero que te plantees esto: Voy a reservar la misma habitación y todos los días a la misma hora te estaré esperando. Regresa y te prometo más que solo deseo, te prometo amor.
Espero que algún día puedas amarme como yo te quiero a ti.
S.
Dejo la carta en la mesa totalmente anonadada. Akari la lee y suspira.
—¡Oh, qué romántico! ¿Vas a ir? —No respondo inmediatamente porque en el fondo sé que quiero ir y eso me mata por dentro. Así que, después de un rato, niego con la cabeza— ¿Que significará esa "S"?
—Supongo que es la de SexyMousse, su avatar en la página donde nos conocimos —Me encojo de hombros. Sinceramente me da igual, no quiero pensar en él ni darle más vueltas por lo que agarro la carta y la rompo en trocitos para, de alguna forma, borrar toda evidencia de que lo de anoche hubiese existido. Tengo que olvidarme de él y centrarme nuevamente en mi prometido y en nuestra inminente boda.
Llego a casa tarde y cansada mentalmente, está siendo un día duro entre el trabajo y los remordimientos. Me cambio de ropa y decido empezar a preparar la cena. Siempre he sido una cocinera pésima, por lo que solemos pedir comida a domicilio, pero hoy quiero hacer algo con mis propias manos y el ramen es de los pocos platos que me salen medio decentes…o eso o nos hemos acostumbrado a su peculiar sabor.
Deseo que esta noche sea especial, así que me he animado a poner la mesa en el comedor. He sacado uno de los preciosos manteles de hilo que reservamos para las celebraciones y lo he adornado con unos candelabros y un florido centro de mesa. El conjunto se ve perfecto.
Ahora solo falta que encuentre algo para el postre. En casa no veo nada así que decido bajar rápidamente al konbini de la esquina a comprar unos mochis. No es que sean nada del otro jueves pero por lo menos tendremos algo dulce para finalizar la cena. Además no tengo tiempo para buscar otra cosa, he dejado el ramen al fuego y no quiero despistarme, como es habitual.
Cuando estoy subiendo en el ascensor mi móvil empieza a soñar. Es Yuka que me reclama por no haberla llamado en todo el día para contarle lo de anoche.
—Yuka me pillas algo liada —No me apetece nada hablar con ella y escuchar su efusividad por mi adulterio.
—Pues deja lo que estés haciendo, que seguro que no es tan importante, y cuenta, cuenta…
Suspiro— Está bien, me acosté con él, si. ¿Contenta? —Después de todos estos años de amistad sé que es mejor contarle todo de entrada porque si no se vuelve muy insistente. Además es mi amiga y puedo confiar en ella.
—¡Wow Akane! Sinceramente nunca creí que fueras capaz de engañar a Shinno —dice en un claro tono de burla— y dime, ¿cómo es el tal Crêpe en la cama?.
—Mousse, se llamaba Mousse, y no quiero hablar de eso…
—¡Vengaaaa, no seas así! Quiero detalles, morbo, no seas sosa…no me hagas insistir —El ascensor decelera, estoy apunto de llegar a mi piso, y no quiero seguir manteniendo esta conversación.
—Está bien, qué quieres oír ¡¿que fue el sexo más increíble que he tenido en mi vida?!—grito desesperada porque deje en paz el tema. Las puertas del ascensor se abren y Ranma está justo al otro lado mirándome divertido.
Salgo corriendo con la cabeza gacha y me dirijo a mi puerta ¡mierda!
—¿Akane sigues ahí?
—Yuka lo siento pero tengo que dejarte —¿Habrá escuchado Ranma el final de la conversación? Espero que no porque me moría de vergüenza. ¡Joder, lo que me faltan para que tenga algo más con lo que burlarse de mi de por vida!
Meto la llave en la cerradura. El olor que proviene de la cocina hace que no le dé más vueltas y corro a retirar la olla del fuego. Espero que no se haya estropeado mucho. ¡Mierda, mierda, mierda!
Después de salvar como pude la comida, me voy al dormitorio a buscar algo bonito que ponerme y maquillarme un poco. Quiero verme guapa para cuando venga mi prometido y además así distraigo la mente un rato. Finalmente opto por un vestido cortito con vuelo y escote no muy pronunciado. Resalta mi figura, sobre todo mis piernas, y es lo suficientemente cómodo como para moverme por casa.
Reviso por enésima vez la mesa mientras miro la hora en el reloj. Shinno parece que se retrasa. Cuando estoy a punto de comunicarme con él para saber como va, recibo una llamada.
—Akane soy yo —Su voz suena cansada y algo distante— te llamo porque tengo mucho trabajo acumulado y llegaré tarde.
—¿Y no podrías venir a cenar y luego seguir trabajando desde casa?
—Lo siento pero no tengo tiempo para eso, necesito estar concentrado —responde secamente— No me esperes levantada. —Y cuelga antes de que pueda despedirme.
Me dejo caer abatida en una silla. El día está siendo horrible, el trabajo ha sido agotador, Akari me ha sermoneado de nuevo y ni siquiera voy a poder ver a Shinno para pasar rato con él y expiar mi sentimiento de culpa. Cuando creo que ya no puede empeorar, suena el timbre. Ranma está apoyado en el quicio de la puerta con las manos metidas en los bolsillos de sus jeans y una sonrisa encantadora.
—¿No me digas que quieres más azúcar? —comentó con sorna. Últimamente parece que le ha cogido el gusto a venir a mi casa a molestarme.
—No, hoy no. ¿Puedo pasar?
Me hago a un lado para que entre y cierro la puerta. Ranma avanza hasta el salón y se desvía a la zona de comedor al ver la mesa.
—¿Celebráis algo hoy? No me suena que sea vuestro aniversario —dice mientras coge un cuchillo y empieza a girarlo como si fuese un nunchaku.
¡A veces parece un crío! Se lo quito bruscamente de las manos y respondo a la defensiva.
—No lo es, no, solo me apetecía tener una cena romántica con Shinno —Me encojo de hombros para restarle importancia.
—Creo que intuyo el porqué de esta cena —Se acerca a mí lentamente como un león a su presa y me mira alzando una ceja divertido.
—A ver, sorpréndeme con tu teoría —respondo algo nerviosa, no sé si por su cercanía o porque pueda saber algo de mi infidelidad…no, eso es imposible ¡Akane cálmate!
—Es porque te sientes culpable por lo de la página esa de ciber sexo —Mi rostro enrojece de vergüenza y furia, y no puedo evitar darle un fuerte empujón para alejarlo de mi antes de gritar.
—¡Idiota! ¡Prometiste que no volverías a sacar el tema! —Mi dedo índice se agita de manera acusadora.
—Lo sé, pero es divertido hacerte enojar, prometo no volver a hacerlo —Y pone cara de niño bueno ¡no tiene arreglo!
—Eso ya lo he oído antes —Me doy la vuelta refunfuñando y comienzo a recoger los platos de la mesa.
—¿No acabas de decir que ibas a cenar con Shinnosuke? ¿Por qué los quitas?
—Me ha llamado para decirme que estaba hasta arriba de trabajo y que no le esperase despierta —suspiro.
Ranma me mira sorprendido por mis palabras. Tras un rato en que parece pensativo, sonríe y se acerca quitándome la vajilla de las manos para volver a colocarla en su sitio.
—¡Eh! ¿Pero qué haces?
—¿Me haría el tremendo honor de cenar conmigo, mi querida marimacho? —Y hace una exagerada reverencia que termina guiñándome un ojo y añadiendo— además no vamos a desperdiciar su suculenta cena.
Pongo los ojos en blanco y decido aceptar su propuesta. En el fondo me ha conmovido su gesto.
Nos sentamos a la mesa y, mientras comemos, charlamos como hacía tiempo que no hacíamos. Recordamos nuestra infancia, las mañanas de entrenamiento en el Dojo de mi padre, las tardes de juego en su casa, nuestros padres siempre sentados jugando al shogi, mi hermana mayor en la cocina y la mediana con su calculadora tumbada en el salón, la heladería con sus inmensos helados de chocolate, la vuelta del colegio por la calle que daba al canal…De manera inconsciente, rodeamos la fecha de mi marcha a Ryugenzawa, el momento de nuestra separación, como si eso nunca hubiese existido, como si nunca hubiésemos dejado de ser los mejores amigos. Cuando pasamos al postre Ranma se anima a dar un salto al presente.
—Y ¿qué tal van los preparativos para el gran día?
—Bien, ya tengo casi todo listo. Solo falta decidir un par de cosas, pero tengo tiempo.
—Me alegro —responde algo apagado.
—Por cierto, ¿vas a llevar pareja? ¿o prefieres que te siente en la mesa de los solteros para ligarte a alguna cazafortunas?
Hace mucho que no lo veo con nadie. Antes solía salir en las revistas de cotilleo del brazo de alguna despampanante mujer, nunca era la misma. La prensa le adoraba, era joven, guapo, soltero y acababa de heredar una gran fortuna. Todas las chicas de mi anterior trabajo suspiraban por él y compraban las revistas solo para verlo, por lo que al final yo me enteraba de su vida sentimental sin proponérmelo.
—Pues de hecho he conocido a alguien por internet.
—Amm, ¿por internet? Eso no es seguro Ranma.
—¿Acaso estás celosa? —Puedo ver la burla bailando en sus ojos y en su sonrisa de medio lado— Tranquila, ya la he conocido y es una fiera en la cama —dice de manera insinuante mientras sube y baja las cejas.
—¡Iiiuu! Por Kami no necesito saber esas cosas —Me tapo la cara con las manos. Estoy segura de que me he puesto como un tomate solo de imaginármelo— Lo que hagas con tu putilla de internet, no me interesa.
—Ja, ja, ja. Mira que eres mojigata cuando te lo propones —Noto que le está divirtiendo el rumbo que ha tomado la conversación. Le encanta ponerme nerviosa.
—No soy una mojigata, soy una señorita decente —Él arquea un ceja pero no le dejo abrir la boca— y como saques el tema de la página de ciber sexo otra vez, te voy a dar tan fuerte con el mazo que aparecerás en China.
Alza levemente las manos con las palmas hacia mi, para intentar tranquilizarme.
—Y ni se te ocurra traer a tu "chica de internet" a mi boda.
—De eso no tienes que preocuparte, voy a hacer todo lo posible para mantenerla lo más alejada posible de ella —murmura más como si hablase consigo mismo que conmigo.
No sé qué mosca le ha picado ahora, se ha quedado abstraído con la mirada perdida en algún punto detrás de mí. Me levanto y empiezo a recoger los platos, Ranma me imita como si fuese un robot.
—Por cierto, todavía no me has dicho a qué habías venido…porque a cenar conmigo es evidente que no —Mis palabras parecen sacarlo de su ensoñación y el Ranma seductor vuelve a la carga.
—Bueno, eso ha sido un extra muy agradable. —dice con una radiante sonrisa—. Pues vine para disculparme por cotillear tu conversación de antes. Aunque la culpa es tuya por chillar en un ascensor que has tenido el mejor sexo de tu vida…con Shinno, porque supongo que sería con él, ¿verdad?
—po-por supuesto que si, como se te ocurre… —Y desvío la mirada.
Se genera un silencio incómodo así que decido cambiar radicalmente de tema mientras terminamos de meterlo todo en el lavavajillas.
—¿Te quedas a ver una peli como cuando éramos críos?.
—Solo si es de terror y luego dormimos abrazaditos como hacíamos entonces…¡auch! —Le he dado un codazo en las costillas, no he podido contenerme.
—Muy gra-ci-o-so.
—Ja, ja, ja hacía mucho que no me metía contigo… —Levanto las cejas indicándole que no se lo cree ni él—…venga elige tú la peli.
Decido coger una clásica de artes marciales, estilo Bruce Lee, de las que solíamos ver de pequeños. Y nos sentamos frente al televisor.
Cuando vamos por la mitad de la película noto por el rabillo de ojo que Ranma me está mirando las piernas ¿tendré una carrera en la media? Luego cruza las suyas y vuelve a mirar a la pantalla, aunque se remueve incómodo. Al cabo de un rato se levanta, murmura con voz enronquecida que no pare la cinta y se va corriendo al baño…supongo que le sentó mal el ramen. A fin de cuentas, él no está tan acostumbrado como Shinno a mi comida.
Tarda en volver y me siento mal por él. No se si debo disculparme por haberlo intoxicado, pero él me dedica una gran sonrisa antes de volver a sentarse así que no le doy más vueltas. Terminamos de ver la peli y luego encendemos las luces y nos quedamos un rato comentando las escenas de acción. Aunque haya perdido con los años, las patadas voladoras del protagonista siguen siendo impresionantes.
El tiempo pasa volando y ya es muy tarde, así que acompaño a Ranma a la puerta para que vuelva a su apartamento. Vamos hablando de la fiesta benéfica que va a dar su compañía. Es un evento anual muy esperado en la sociedad japonesa, ya que a ella asiste la flor y nata de la sociedad, la mayoría socios de alguna de las empresas que forman el grupo, así como los empleados y sus familias. Se aprovecha para recaudar fondos en ayuda del oso panda, el animal favorito de la Sra Saotome, y la prensa cubre el evento como si se tratase de una entrega de premios americana.
—Tienes que ponerte un vestido muy sexy para la fiesta, así harás miserables a todos los que no puedan tenerte.
—Sabes que no es mi estilo vestirme sexy, Ranma.
—Eso no es un problema, tú siempre lo eres —Percibo su sonrisa picarona sin necesidad de mirarle. No sé si me está tomando el pelo o habla en serio pero por si acaso…
—Te agradezco el cumplido, pero no es correcto que me digas esas cosas.
—Si que lo es, lo que pasa es que todavía no te has dado cuenta de ello.
Me da un beso rápido en la mejilla y se aleja hacia su apartamento mientras se despide con la mano. ¡Cualquiera diría que se va a China en vez de al final del pasillo!
Cierro la puerta con un suspiro, la velada ha sido maravillosa e inesperada, pero me siento rara y esta despedida me ha dejado intranquila. Me desvisto para darme una ducha relajante mientras la imagen de mi trenzudo amigo y su pícara sonrisa sigue rondándome la cabeza. ¡No tiene remedio! Todavía no me explico como ese chico tímido con el que jugaba de pequeña se ha convertido en este hombre tan seguro de sí mismo como para soltar semejante piropo a la prometida de su socio y amigo.
Cuando me meto en la cama miro mi móvil, hay un mensaje nuevo. Igual es Shinno para decirme que ya viene para aquí y que le espere despierta…pero no.
[Me imaginaba que no vendrías. No te preocupes, igual debo ser más persuasivo. No pienso rendirme. Descansa princesa y sueña conmigo.]
¡Pero qué se ha creído! Está loco si piensa que voy a hacerle caso y encontrarme con él. Así que lo mejor es ignorarlo y seguir con el plan que me he marcado, centrarme en Shinno y en nuestra boda. Cierro los ojos, necesito descansar, tengo que encontrar la paz que alguna vez tuve. Justo antes de que el sueño me venza tres rostros aparecen en mi mente: Shinno, cómo me imagino a SexyMousse y…Ranma.
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(1) En España, currar es un sinónimo coloquial de trabajar. Lo aclaro porque he leído que en argentina significa estafar. No se si se emplea en algún otro país ya que la RAE solo indica estos dos.
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¡Feliz domingo a todos!
Aquí tenéis lo que ponía en la carta misteriosa ¿os lo esperabais?
Este es mi capitulo favorito de los que llevo escritos. Me encanta la dinámica de la "cena de amigos" y las ganas incontenibles de Ranma al que, a veces, le cuesta mantener su fachada. Que porqué no le dice a Akane la verdad, pues eso lo sabréis mas adelante, al igual que tendréis que esperar unos cuantos capítulos más para saber qué hecho marcó tanto a Akane para que se sienta en deuda con Shinno.
Respecto a la longitud de los capítulos, como ya conté al principio, soy novata en esto y esta es la longitud con la que me siento cómoda escribiendo. No quiero forzarme a mas porque tengo muy poco tiempo libre, por no decir que nulo, y lo importante es contar todo lo que quiero y no dejar el fic a medias. En general todos los capítulos, salvo el anterior, cuentan lo ocurrido a lo largo de un día y en cada uno pasan varias cosas que hacen que la historia avance, aunque no siempre lo parezca. Solo dejé como capitulo suelto el primer encuentro físico porque me pareció lo suficientemente importante como para hacerlo y por mantener un poco la longitud de unas 3000 palabras en cada uno.
Por si alguno tiene curiosidad, he previsto que sean 14 o 15 capítulos mas un epilogo narrado desde el punto de vista de él. Tengo ya escrita la sinopsis de todos ellos y solo falta desarrollarlo.
Respecto a la siguiente actualización, me temo que no voy a poder cumplir el plazo de dos semanas que vengo siguiendo hasta ahora. Mis betas me han hecho varias sugerencias para mejorarlo, porque creen que puedo sacar mucho jugo a una escena que describo muy rápido (Lum y su pasión por el drama). Así que, como buena discípula, voy a hacer caso a mis senseis y a arreglar lo que me piden. Lo malo es que no tengo literalmente ni un solo día libre hasta el 7 de febrero, por tanto me retrasaré como poco una semana en actualizar. Lo bueno es que el siguiente (el cap 8) no tuvo tantas correcciones por lo que luego podré volver a mi ritmo habitual...o eso espero. Ya sabéis que la vida adulta que es mortal, sobre todo cuando tienes dos trabajos y uno de ellos ocupa los fines de semana y las noches. Pero no me quiero agobiar porque lo importante es terminar la historia, aunque no sea al ritmo que me hubiese gustado.
Una vez mas os agradezco vuestro reviews, si llego a saber que aumentarían al hacer un capitulo lemon/lime lo habría metido antes je, je. Es broma, pero que sepáis que no va a ser el último ;) aunque, como habréis supuesto después de leer este cap, tendréis que esperar un poco mas.
Nos leemos en unas semanas. Muchos besos.
Luz
