Empezamos ya con la recta final de esta historia O.O

Atentos a todo lo que está porvenir. Muchas gracias por leer y comentar este fic.


Capítulo XVI

- Será imposible camuflar esta nave, Chewbacca, así que tendremos que entrar por las malas. Lo bueno es que Keydly llevaba un localizador oculto. No tendremos problemas para saber exactamente dónde está cuando nos acerquemos al Steadfast. Tú irás por ella mientras yo los ataco. Seré tu distracción.

El wookiee gruñó al percatarse de lo arriesgado que era ese plan para la integridad del joven. ¿Por qué de un momento a otro parecía que ya no le importaba su propio bienestar?

- Solo ve por ella y luego elige cualquiera de sus naves para huir. Ya sabes las coordenadas de Exegol. Yo... Yo los alcanzaré después.

Chewie lo observaba intrigado. Conocía a Ben desde que nació, por lo tanto, no le fue difícil percatarse de que el joven planeaba otra cosa antes de ir donde se escondía supuestamente el Emperador y sus laboratorios. Sin embargo, no alcanzó a preguntárselo, ya que varios cazas TIE comenzaron a perseguirlos en cuanto lograron visualizar el Steadfast.

No podía negarlo: Ben era la copia exacta de Han al pilotear, incluso mejor, lo cual jamás se lo mencionaría a su mejor amigo para no dañarle su ego. Para ayudarlo, el wookiee destruyó varios TIE con los cañones de la nave.

- ¡Esa es la nave de Kylo, no la destruyan!-solicitó el Almirante Hux, desde su puesto de autoridad- Déjenlo entrar. El Emperador lo quiere vivo.

- A sus órdenes- respondieron los oficiales y stormtrooper involucrados, suspendiendo el fuego.

Phasma se dirigió al hangar principal junto con su ejército. Allí guiarían los TIE al Grimtaash y ella misma atraparía al "favorito" del Emperador.

Kylo se dio cuenta del abrupto cambio de actitud. Eso no era normal. De hecho, nadie le disparó cuando aterrizó, aunque lo esperaban decenas de stormtroopers apuntando hacia la rampla de su nave. Chewie tomó el rastreador y salió disimuladamente por una compuerta posterior. Sin embargo, su enorme estatura no lo ayudó a pasar desapercibido mucho tiempo. El escándalo del wookiee no le importó a la capitana, quien seguía concentrada en su objetivo.

- Ríndete, Kylo. El Emperador tendrá compasión de ti- le ofreció Phasma

- No necesito la compasión de nadie- contestó con su voz mecanizada, provocando pavor en los soldados que lo rodeaban.

- De la mía, sí. No sobrevivirás al ataque de todo este ejército.

- No dirías eso si me conocieras.

Ante su arrogancia, Phasma dio la señal para que lo atacaran, aunque aquello contradecía las órdenes de Hux. Observó con espanto cómo todos los tiros de bláster quedaron inmóviles para luego ser devueltos a su origen, matando a quienes los dispararon. Cayeron 30 stormtroopers al mismo tiempo.

Kylo hizo lo mismo una y otra vez. Después mató a otros con su sable. Phasma conocía lo hábil y poderoso que era, no obstante, nunca lo vio actuar con tanta brutalidad. Había algo extraño en él y solo entonces comprendió porqué el Emperador veía en Kylo tanto potencial.

La capitana hizo otra seña para que detuvieran el fuego. Había perdido casi a 100 soldados en breves minutos, algo que jamás había contemplado en toda su vida.

- ¿Te rindes?- se burló Kylo de la mujer

- Si su hija no quiere tomar su lugar, tú podrías hacerlo- le explicó, acercándose un poco más

Kylo rio desdeñosamente. Lo que menos quería en su vida era ser el consentido de Darth Sidious.

- Prefiero matarlo y destruir toda su gloria, incluyéndote- la amenazó

- Si ella no acepta, tomará su vitalidad. Él nunca va a morir.

- Eso lo veremos.

Entonces empujó al resto de los soldados utilizando la Fuerza, quedando solo la capitana de pie. Su ataque se centró en Phasma, mientras escuchaba a una de las lanzaderas despegar. Dentro de ella sintió la marca en la Fuerza de Keydly, lo cual corroboraba que Chewie había tenido éxito en su misión. Sonrió de solo imaginar a cuántos stormtroopers noqueó el wookiee en su camino.

Phasma le hacía justicia a su título: era la que mejor peleaba de todos los soldados, pero jamás sería una digna rival para Kylo. Cuando él le arrebató su blaster F-11D, se defendió del sable de luz de Kylo con su extensa lanza. Con esa misma arma quiso atravesarlo, sin éxito. Aquel hombre era sumamente rápido y adivinaba sus movimientos.

Al ver que su superior estaba en aprietos, uno de los stormtrooper disparó hacia el hombro derecho de Kylo. Aquel dolor desató por completo su enojo; esa rabia que venía reprimiendo hacia su familia, hacia sí mismo, hacia Rey, hacia su destino, hacia el Emperador y todo lo que él involucraba...

Pensando que ahora tenía la ventaja, Phasma golpeó la mano de Kylo y este soltó su sable. Recordó que el Emperador lo quería vivo, por lo tanto, creyó que una herida grave en la pierna sería suficiente para contenerlo.

Caso error. Cuando lo intentó, su cuerpo no obedeció. La presión en su anatomía comenzó a aumentar y sintió cada parte de su metálica armadura incrustarse en su carne. Los stormtroopers vieron horrorizados cómo su superior caía muerta presa de la desfiguración del metal.

- Díganle a Armitage Hux que él será el próximo.

Kylo recogió su sable, indiferente a las miradas de los presentes, quienes desistieron de atacarlo con tal de salvar sus propias vidas. Calmadamente se subió al Grimtaash y lo encendió. Colocó las coordenadas con su nuevo destino y partió. Debía conocer la verdad antes de enfrentar a Palpatine.


- General Hux, el Almitante Griss y la Capitana Chesille Sabrond que se encuentran en Exegol necesitan hablar con usted urgentemente- informó uno de sus oficiales

Todavía impactado por la horrenda muerte de Phasma, Hux encendió los hologramas con un pésimo presentimiento.

- ¿Qué acaba de suceder en el Steadfast?- preguntó seriamente Griss

- Kylo mató a Phasma y liberó a la prisionera. Escaparon en naves distintas y ahora intento rastrear a ambas.

- ¡Eso déjalo para después! ¡Necesitamos refuerzos!- exclamó Sabrond, aturdiendo a Hux

- De la nada están apareciendo decenas de naves aliadas a la Resistencia, incluyendo los Jedi. El Emperador está indignado, porque tu plan falló- añadió Griss

Armitage entró en pánico. Si el Emperador se llegaba a enterar que la fuga de información había salido del mismo Steadfast y que por eso la Resistencia conoció sobre Exegol, su muerte era segura. Disimuló por completo su agonía y respondió con voz firme:

- Llevaré todas mis flotas a Exegol de inmediato. Si averiguan cómo esa escoria rebelde se enteró de la ubicación del planeta, avísenme.

- ¿Por qué estás nervioso, Armitage?- escuchó una tétrica voz en un holograma a sus espaldas.

- Emperador... yo... Es por culpa de Phasma. Ella desobedeció mis órdenes y Kylo la mató. Creo que ahora también va hacia Exegol y de seguro que entre los Jedi estará la joven que busca.

- Así es. Siento el odio de mi hija acercarse a mí. Y Kylo… Me hubiera gustado estar presente para saber cómo pasó.

- Kylo es más despiadado de lo que creíamos- tembló su voz

- Tal vez lo que sucedió parezca un error, aunque yo creo que es una jugada del destino. El Lado Oscuro se está alzando con gran poder y ni Luke Skywalker ni Leia Organa podrán impedirlo- murmuró satisfecho Darth Sidious

- Tenemos todo listo para atacar, Emperador- comentó el Almirante Griss

- Destruyan todo y tráiganme a mi hija.

- A sus órdenes.


- No lo hagas, Ben- le aconsejó la silueta brillante de su abuelo.

Él sostenía en la mano el accesorio que siempre llevaba amarrado en la cadera: la cinta azul con el antiguo idioma jedi.

- Lo di todo. Si sigo así, nunca romperé el silencio- contestó con pesar

- No te rindas ahora. Lo que pasó fue precisamente por esto, porque te dejaste llevar por el odio. No permitas que el Lado Oscuro controle tus acciones.

- No quiero esconderme más. Estoy cansado de reprimir lo que siento.

- ¿Y crees que él hará que te sientas mejor? Es demasiado riesgoso. Tratará de manipularte, como lo hizo conmigo.

-¿Manipularme o decirme la verdad?

Anakin Skywalker lo miró afligido. La impotencia lo envolvió, pues el joven ya había tomado una decisión.

- No dejes de creer en lo que tu madre te enseñó. Esa es la verdad.

La silueta desapareció al mismo tiempo que Ben comenzó a recitar:

Cuando se escapa el día,

Cuando la estructura cae,

Mientras se quema el suelo,

Podremos escalar alto

Aunque no podemos volar

Construiremos y las heridas sanarán.

De un momento a otro, Mortis apareció frente al Grimtaash. Descendió y aterrizó directamente a un costado del Pozo del Lado Oscuro. El calor en ese lugar lleno de lava era asfixiante, incluso sin el casco puesto. No solo eso: podía percibir el peso que ejercía sobre él la densa esencia del lugar, llamándolo.

- Sabía que volverías -lo saludó sonriente el Hijo, sin ocultar su verdadera apariencia.

- Dime todo lo que sabes- le solicitó a la defensiva

- ¿Estás seguro?

- No te atrevas a jugar conmigo- lo amenazó, colocando la hoja blanca de su sable frente al rostro del Hijo- No toleraré que me mientas tú también.

Al instante, la apariencia del Controlador de la Fuerza Oscura cambió, convirtiéndose en el reflejo de Kylo. Ben reconoció esa apariencia fría, ya que así el Hijo se le presentó cuando se vieron por primera vez. El mismo traje, pero completamente de negro; sus mismos rasgos, pero todo era tétrico. ¿Era otra versión de sí mismo o su verdadero "yo"?

Se dio cuenta que la cicatriz en la mejilla derecha era casi idéntica a la que Rey le hizo accidentalmente mientras entrenaban.

- ¿Cómo supiste lo de la cicatriz?- preguntó mientras apagaba su sable, aunque no deseaba conocer la respuesta.

- Ella te la provocó y no fue la única herida que te hizo.

Entonces alzó la mano hasta colocarla sobre la cabeza de su invitado.

Se vio a sí mismo en un planeta nevado. ¿Era un planeta? El suelo temblaba tanto que apenas podía quedarse en pie. Rey respiraba agitada, mientras sostenía ¿el sable de Luke? Estaban peleando y ninguno daba su brazo a torcer.

De pronto, sintió el horrendo dolor del corte en su carne y este no cesaba. No, esta vez no estaba su madre para curarlo. El daño fue a propósito y Rey lo abandonó allí, dejándolo a la deriva con el rostro quemado. El suelo comenzó a partirse y oyó a lo lejos su voz, gritando:

-¡Serpiente asesina! ¡Eres un monstruo!

Entonces el escenario cambió y vio guardias con armaduras rojas muertos en el suelo de una nave. Ahora él tenía en su poder el sable de Luke. Estaba frente a Rey, aunque se mantenían lejos uno del otro.

-Es tiempo de dejar que todas las cosas mueran: Snoke, Skywalker, los sith, los jedis, los rebeldes... Deja que todo muera, Rey

-No tienes que hacer esto... -sollozó la joven

-¡No! ¡Todavía sigues aferrándote! ¡¡Déjalo ir!! Únete a mí, por favor.

Y ahora estaba empapado. El agua le escurría por cada zona de su cuerpo, aunque eso no le impedía caminar firme sobre aquellas ruinas. Rey lo contempló furiosa antes de atacarlo nuevamente con el sable Skywalker. Si bien ella se esforzaba por tratar de vencerlo, él llevaba la ventaja. Rey cayó agotada por la batalla que no conseguía finalizar.

¿Por qué ahora escuchaba la voz de su madre, llamándolo? Lo que jamás imaginó ocurrió: quien había elegido como esposa, ahora le daba una estocada mortal en su abdomen. Aquel dolor era abismal, aunque no tan horrible como la decepción que sintió. ¿Quién era esa mujer en realidad? ¿Por qué lo rechazó? ¿Por qué lo mató?

El Hijo bajó su mano, mostrándose de nuevo con su verdadero rostro y cuerpo. Luego tocó el hombro derecho de Kylo y, utilizando la Fuerza, detuvo la gravedad de la herida para que esta no limitara su desempeño en sus futuras batallas.

-Ella me insultó- murmuró impactado por todo lo que acababa de contemplar en las visiones-. ¿Me odia?

- Así es. Ella te condenó y fue la responsable de tu muerte.La culpa no le permitió vivir en paz, por eso intervino el tiempo y el espacio. Pero ya es muy tarde para arrepentimientos, ¿verdad?

Ben retrocedió abrumado. Cada imagen en su mente se plasmaba en su ser como una realidad absoluta. Negó con la cabeza, pues no podía aceptar que la mujer que alguna vez amó, y que seguía amando, lo lastimara de esa manera tan cruel.

- Sé toda la verdad, pero para ti está fuera de tu alcance- añadió mirándolo fijamente

- ¿De verdad soy… un monstruo?- murmuró angustiado.

- Probablemente, pero no te asustes por ello. Tómalo como un cumplido. Palpatine no es el único interesado en ti en ese sentido. El Lado Oscuro es el que te reclama, Kylo. La Luz se está rompiendo a través de la Oscuridad que tienes debajo, puedo sentirlo- sonrió satisfecho

- Tú lo supiste todo el tiempo. Desde la primera vez, cuando llegamos aquí...- susurró tan agobiado, que no podía moverse de su lugar.

- ¡No sigas escondiéndote! ¡Revela lo que eres! Tienes la daga, úsala. Este es el momento de demostrarle al Emperador quién domina a quién -lo motivó el Hijo

- Rey también es una Palpatine- mencionó con rencor

- Ella debe pagar por lo que te hizo. No lo reprimas más- lo aconsejó con firmeza- Ella no te ama, solo intentó arreglar los errores que cometió en su realidad. Ella jugó contigo, te rechazó y asesinó. ¿Quién dice que no lo hará de nuevo? Pero yo puedo ayudarte. Juntos acabaremos con todos aquellos que le causan sufrimiento al universo y eliminaremos a quienes te dañaron a ti.

-Yo… yo creí que ella…

- Puedo ver cómo te envuelve la tristeza, el rencor, el desamor... Estás roto, Kylo. Usa esos sentimientos a tu favor y destruye a todos tus enemigos.

Sin darse cuenta, Kylo comenzó a llorar por la frustración. En las pocas escenas que revivió, percibió que él también la quería, aunque no era la mejor versión de sí mismo, y a ella no le importó.

¿Cómo fue que su vida pasó de ser tan feliz a ser así de miserable? Rey era todo para él: significaba libertad y amor desinteresado. ¿Por qué su familia lo engañó de esta manera? ¿Cómo ella podía ser tan descarada? Ese mismo odio que vio en Rey en medio de las olas, ahora se reflejaba en sus propios ojos.

- Tu propia familia te ha mentido. Luke Skywalker teme lo que puedes llegar a ser. Dime ¿quién es el enemigo ahora, Ben Solo Organa Skywalker?- preguntó suspicaz

- No sé qué creer. Es como si tuviera una vida a la cual no puedo volver- explicó aturdido por la melancolía

- Déjalo todo atrás, cruza tu límite. Enfréntate a la verdad: eres parte de la Polarización en la Fuerza. Tai y tú, pero serás más fuerte. Usa tus emociones: cada herida te hará más poderoso. ¡El dolor aviva tus dones, aprovéchalo! Viviremos en las sombras y ganaremos. ¡La victoria es nuestra!


El Halcón Milenario se sacudía con frecuencia y brusquedad al acercarse cada vez más a Exegol. Han estaba concentrado en aterrizar ileso, mientras el resto de las naves atacaba a sus oponentes en la atmósfera del oscuro planeta. A la par, los jedis descenderían para encontrar y deshabilitar los laboratorios del Emperador.

- Tenemos que esperar a Ben, él tiene la daga de Mortis- le explicó Rey a sus suegros

- Chewie me avisó que viene en camino con Keydly, pero no sabe hacia dónde se fue Ben- se frustró Han- ¡Sabía que teníamos que decirle la verdad! De seguro se escondió en algún planeta a hacer sus berrinches.

- ¿Cuál verdad?- quiso saber la castaña

- No son berrinches, Han. Es peor que eso- comentó Leia, entristecida- Creo que nosotros mismos lo llevamos a esto.

- Llevarlo a ¿qué?- cuestionó su esposo

- A preferir la Oscuridad antes que la Luz- reflexionó sin poder evitar su quebranto interno.

-No digas tonterías. Mi hijo no se dejará influenciar tan fácilmente.

- ¡Ben me lo prometió! ¡Él destruirá al Emperador! Quizás ya viene en camino con su ubicación bloqueada y por eso no sabemos dónde está -explicó Rey.

- No dudo de los objetivos de Ben, pero Leia habla de otra cosa.

El suelo de Exegol se estremeció y los bombardeos aéreos se oían cada vez más fuerte. La gran cantidad de aliados convocados por la General Organa y Lando Clarissian eran casi tan numerosa como las flotas del Emperador. Incluso así, no podían confiarse.

Rey enfocó su vista en una gran montaña rocosa que se encontraba frente al Halcón, pero resultó que no era una montaña.

- Es el templo Sith, debo entrar. El Emperador esta allí, puedo sentirlo- se alteró la joven

- Espera que Luke dé la señal. Se supone que ahora están destruyendo los laboratorios- le aconsejó Leia

- Sé cómo entrar.. yo...- se aturdió de pronto

- Ya has estado aquí antes, ¿cierto?- le preguntó su suegra

- No estoy segura- admitió- Solo sé que debo entrar, pero no quiero.

- Entonces espera la señal. Palpatine desea capturarte. Es peligroso enviarte sola- ordenó Han

Sin embargo, varios destructores estelares comenzaron a disparar contra el Halcón. Aquella nave llamaba demasiado la atención estacionada en la superficie de Exegol. Era necesario retomar el vuelo lo antes posible.

- Me bajaré ahora e iré con Luke. Ustedes vuelvan al combate aéreo- informó Rey, apretando el botón que abría la compuerta de la nave antes de que esta se elevara demasiado

- ¡No seas imprudente, niña!- la corrigió su suegro

-¡ Soy tan impulsiva como Ben!- les sonrió antes de saltar a tierra

- De verdad son tal para cual- murmuró el piloto del Halcón, mientras destruía otras naves que amenazaron su trayecto- ¿Por qué no usas la Fuerza para comunicarte con Ben?- le pidió a su esposa- El Grimtaash no me responde.

No obstante, Leia yacía con la mirada perdida en algún lugar del universo. Tampoco se movió del asiento de copiloto.

- No puedo ubicarlo. No hasta que salga de allí- contestó ella

- ¿Salir de dónde?

- Mortis.