Capitulo 50
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Cregan alzo su espada y la bajo.
Los norteños atacaron con fuerzas.
Frente a ellos el ejército enemigo.
Cinco mil hombres.
Detrás de este.
Nido de águilas.
No dudaba en atacar con todo lo que tenía.
Una serpiente y un lobo atacaban con él.
-Aura de fuego - dijo él.
Su espada estallo en llamas.
Ataco a todo lo que se acercaba.
Un mar de flechas pasaba por arriba de el atacando ambos lados del campo de batalla.
Edmure, Torrhen y Lyana dirigían a las otras compañías en su ejército con fuerza.
-Ataque rápido- dijo Cregan.
Golpeo a una decena de hombres.
Estos caían y se incendiaban.
Cregan siguió su ataque sin piedad alguna.
Los caballeros del valle atacaban a caballo.
Pero sus norteños con lanzas les impedían el paso.
Eran fuertes
Cregan lo admitía.
Esta vez se prepararon.
Y no hay factor sorpresa que les ayude.
Pero eso no intimido a sus norteños.
Torrhen y sus gritos de guerra.
Edmure con su perfecta sincronización.
Lyana y su habilidad.
Todos presionaban al valle de forma excelente.
Cregan lanzo otro golpe que decapito e incinero a un soldado.
Y sintió el familiar brillo de llegada al cuarto blanco.
Se dirigió al ordenador.
Felicidades has subido un nivel.
Tienes puntos suficientes para subir
de nivel una de tus habilidades.
El hombre cabeceo y salió del cuarto para seguir con su ataque.
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Cregan suspiraba algo cansado.
Llevaba dos días peleando.
Solo descansando unas horas y comiendo poco.
Los ejércitos se dividían las tareas.
Nido de águila era una fortaleza muy fácil de defender.
Pero ni llegaron aun a esta.
El ejército los paraba relativamente bien.
Lyana tuvo que obligar a Torrhen a descansar también.
El Umber no paraba de atacar.
Pero las cosas cambiaban a su favor.
Mas del treinta por ciento del ejército enemigo fue eliminado.
El resto crearon una pared defensiva de hombres frente a Nido de águilas.
Estaban ganando tiempo.
Mientras los otros ejércitos del valle se dirigían ahí.
Cregan sabía que no podía vencer si no tenían nido de águilas antes que lleguen.
Sabía que el valle no peleaba por Aegon.
Peleaba por los Arryn.
Una vez estos se rindan, el valle se rendiría con ellos.
Era simple.
Pero tomar nido de águilas resultaba más difícil.
Una cosa era defender una fortaleza desconocida como lo fue en los ríos, pero acá en el valle los caballeros de las águilas tenían ventaja.
El hombre negó y salió al campo de batalla.
Ya descanso lo suficiente.
Rápidamente se uñó al ataque.
Remplazo a Lyana quien ahora se retiraba a dormir algo.
El ataque no paraba de noche, ni de día.
Ahora eran altas horas y antorchas eran llevadas por soldados para alumbrar el ataque.
No detuvo a Cregan con su espada de fuego.
Esta atacaba con fuerza la pared de caballeros del valle.
-Rompedefensa- dijo el al atacar.
El ruido de vidrios romperse se sintió.
Y una llamarada exploto frente a él.
Su espada en llamas la creo lanzando a decenas de caballeros fuera de sus caballos.
Ataco nuevamente con fuerza.
El valle seria tomado.
El ganaría.
-Ataque fuerte- dijo él y lanzo otro ataque.
Un sonido de caída se escucho.
Un grito de un soldado.
Un relincho de un caballo.
Los norteños vieron que la presión causada por Cregan y su escuadrón surtían el efecto desasado.
Toda la fila de caballeros se desmoronaba.
Y el hombre siguió su ataque no paro.
Destruiría la pared de caballeros.
Sintió una luz y llego al cuarto blanco.
Fue al ordenador.
Felicidades has subido un nivel
tienes suficientes puntos para subir
cualquiera de tus habilidades.
Cregan Stark
Nivel 19
Puntos de habilidad: 7
Titulo: Rey del norte/Señor del invierno
Salud: 2900/2900
Mana: 2650/2650
Atributos físicos: Bajos
Atributos mágicos: Bajos
Atributos espirituales: Bajos
Habilidades: 3
Artes físicas: 6
Invocaciones: 4
Magia negra: 3
¿Desea gastar los puntos de habilidad obtenidos
para alguna de estas habilidades?
SI/No
Cregan presiono que sí.
¿Qué habilidad deseas obtener?
Artes físicas
Invocaciones
Magia Negra
El hombre presiono invocaciones.
Ha seleccionado magia de invocaciones
¿Deseas gastar cinco puntos de habilidad
para obtener magia de invocaciones a nivel 5?
SI/No
Contuvo un grito al sentir como sus manos ardían, sus pies se enfriaban, su cuerpo parecía ser golpeado por golpes eléctricos, sintió su piel como si cambiara de forma, su pecho le dolía como si su corazón quisiera salirse.
Tardo varios minutos en calmar todo el dolor.
Habilidad Adquirida.
Habilidad Invocaciones
Nivel 5
Invocar tiburón
Invocas un tiburón, este obedece todo comando.
Gasta 150 de mana.
El hombre alzo una ceja.
-En el agua útil, acá…No- suspiro este y salió del cuarto.
El vio como los hombres embestían con más fuerza y les siguió el paso.
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Cregan lanzaba ataques desde sus maquinas de asedio.
Sus auras y habilidades en las piedras.
Podía ver la pared de nido de águilas desmoronarse rápidamente.
Con el ataque frontal perdió a muchos hombres.
Pero redujo más y más el ejército enemigo.
Ahora era ellos quienes atacaban y los norteños defendían las maquinas.
Mientras que Cregan atacaba con las lanzarocas.
Torrhen atacaba a los ejércitos con Lyana.
Edmure tenía un muro defensivo de hombres rodeando las maquinas.
Cregan esperaba que nido de águilas se rinda o las puertas caigan.
Y no faltaba mucho.
Sabía que pronto los ejércitos enemigos llegarían.
Debían vencer en el día de hoy.
Por eso atacaba más y más.
-Majestad queda solo una roca- dijo un soldado.
Cregan maldijo.
-No hay opción, no podemos traer más, ponla le daré todas las habilidades que pueda, además atacaremos la muralla no las puertas- dijo él.
El hombre cabeceo.
Cregan vio como cargan el lanzarocas.
-Tiene que funcionar- musito él.
Vio cuando la cargaron.
Le daría todo a esa hermosa roca.
Se acerco y la toco con sus manos.
-Rompedefensa…Aura de fuego…Ataque rápido…aura maldita- susurraba y la roca brillaba, mientras que Cregan se sentía casado.
Apretó el gatillo.
La roca salió volando destruyendo el lanzarocas por la presión.
Voló a gran velocidad, el aura de fuego y maldita daban una imagen de fuego violeta esta dio en la muralla.
Y un segundo después esta exploto como si se tratara de un explosivo.
Cregan vio como se venía abajo una parte de esta y una luz lo cegó.
Llego al cuarto blanco.
Felicidades has llegado a nivel 20,
en este nivel evolucionan tus atributos físicos y mágicos
a alto nivel.
Tienes puntos de habilidad suficientes para mejorar una
de tus habilidades.
Cregan alzo una ceja gracias a la evolución de atributos seria más poderoso físicamente y mágicamente.
Salió del cuarto y vio a los caballeros del Valle tratar de parar su ejército de entrar tapando el hoyo en la muralla con sus cuerpos.
Pero Cregan ya estaba listo.
No había más rocas.
Una maquina fue destruida.
Pero.
-invocar escorpión de hierro- dijo él.
El escorpión apareció frente a él.
-Invocar lanza de hierro- invoco él y esta apareció en su mano y otra y otra.
-Aura de fuego - dijo y estas se prendían fuego en las puntas.
Las coloco y disparo al hoyo en la muralla.
Explosiones pasaban por cada lanza que golpeaba.
Los cuerpos de los caballeros del valle volaban por los aires por las explosiones.
Los norteños gritaban con júbilo ante eso.
Más y más caballeros caían.
Hasta que unas campanas se oyeron.
El valle se rendía.
Cregan suspiro.
-El valle fue difícil- admitió el.
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Cregan puso a salvo a los Arryn pero interrogo al Lord.
Este le dijo lo que sabía.
Aegon dio la orden.
El valle no lanzo grandes caballeros a los ríos.
Que era verdad.
Un par de pequeños herederos, nada más.
Cregan le dio la razón.
Y logro una pequeña victoria en el valle.
Estos aceptaron no intervenir en la guerra.
E ignorar las cartas de Aegon o Rhaenyra.
Si lo hacían el vallen no seria tocado y ningún cargo seria levantado contra ellos.
Además devolverían a todos los prisioneros.
Los Tully querían ganar territorios por el hecho de que ellos fueron atacados, pero Cregan los persuadió de que mas rápido es mejor, hasta que acaben con los dragones.
Edmure a regañantes acepto.
Cregan termino con el valle y sus ojos estaban ahora fijos en el oeste.
La casas Lannister especialmente.
Eran los más ricos de todo Poniente.
Y tenían unidades militares considerables.
Era lo siguiente a seguir.
Sabía que tarde o temprano, Aegon o Rhaenyra enviarían a sus jinetes de dragón.
Quería tener grandes territorios, impedir el flujo de recursos y soldados antes que eso pase.
Por ahora estaba bien.
Pero esta era una guerra rápida.
No podía perder el tiempo.
-Vamos al oeste- ordeno él.
Sus hombres cabecearon.
-Muy bien división, quiero a los soldados y lords de los ríos apoyando la campaña contra la tormenta, los demás apoyaran la campaña contra el oeste- termino él.
Edmure cabeceo.
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Rhaenyra reía con felicidad ante la caída del valle.
Un punto menos para Aegon.
Y ella podía recuperarlo en un tiempo cuando sea coronada en la ciudad central de los reinos dragón, el nido de dragón.
Esta sonreía con satisfacción.
Incluso la mala noticia que Daemon no pudo encontrar a los hombres de hierro en el cabo de ira no la hacía enfadar.
En su perspectiva un golpe en contra Aegon era mejor.
-debieron unírseme a mi Stark, hubiéramos hecho historia- musito ella.
Parecía haber olvidado que ella ataco primero y era enemiga.
Pero esta estaba demasiado concentrada en su propia satisfacción para notar eso.
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Aegon golpeo la mesa.
La caída del valle era un golpe bajo.
Ahora el oeste estaba solo.
Podía mandar hombres claro.
Pero los necesitaba ahí.
No podía dejar su centro de poder desprotegido.
Rhaenyra podría tomarlo.
Su única opción era enviar a Aemond, pero esta tenía la misión de seguir persuadiendo a los Lords de unírsele.
Aegon maldijo a los Stark.
-Me atacan…a mi…El verdadero Rey, tomare sus territorios, matare a los Stark, serán siete reinos los que gobernare- prometió el.
Su madre Alicent Hightower lo escuchaba nerviosa.
Sabía que atacar los ríos era mala idea.
Los Stark.
Ella creció con sus historias.
De cómo Antigua y su casa sufrió en sus guerras.
Con Theon
Con Torrhen
Esta esperaba que las historias se equivocaran.
O si no ella y sus hijos pagarían.
-El invierno está llegando- pensó ella.
Era el dicho de los Stark.
Pero para los Hightower era una frase que se les decía a los niños cuando se portaban mal, era un mal presagio.
Desde la época de la conquista se decía eso.
Su madre le decía eso de niña.
Ella se lo decía a sus hijos cuando se portaban mal.
No muchos entendían el porqué.
Hasta ahora al menos.
La mujer suspiro y miro a su hijo.
A su rey.
-Espero que no estés equivocado Aegon- pensó su madre.
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FIN DEL CAPITULO