Disclaimer: The Owl House no es mío.


And I drank up all my money, days get kinda lonely

You're gone and I gotta stay high all the time to keep you off my mind.

—Habits, Tove lo.

Deje la estación de autobuses que había llegado a Carolina del Norte y encendí un cigarrillo, pensé en lo cansado que era estar más de 10 horas sentada en un autobús barato totalmente incómodo. Mi cabeza dolía como si me hubiera embriagado con cerveza barata y mi estómago se sentía vacío ante la inminente hambre. Incluso cuando me las había arreglado para dormir un poco había tenido un sueño donde era golpeada por el padre de Amity.

Las llamadas en mi teléfono resonaban una detrás de la otra. De mi estupido jefe, de Willow, de Gus e incluso de la maldita Boscha. Todos seguían llamando a pesar de que me empeñaba en ignorarlos, no me interesaban sus palabras de condolencias en estos momentos y mucho menos quería escuchar sus lamentos cuando ya era suficiente los míos propios.

Para cuando subí al tren que me llevaría directo a Kill Devil Hills, con Amity aferrada a mis brazos y mi cabeza apoyada en la ventana, dormí.


—Si consigues un novio. —la voz de Amity me sacó de mis pensamientos— Voy a morir.

Ella me miraba de forma seria, parada enfrente de mi pupitre como si estuviera dando la declaración más importante de su vida.

—¿Ah? —espete.

Ella apoyó ambas manos en mi pupitre, su cuerpo se inclinó hacia mi hasta que sentí su rostro demasiado cerca del mio.

—En serio... —murmuró—. Voy a morir.

Yo me sentía un poco nerviosa intentando comprender esta conversación sin sentido.

—No tengo planeado conseguir un novio. —conteste—. Pero, ¿qué sucede? ¿paso algo malo?

Ante esas preguntas Amity retrocedió un poco, su rostro que había estado tan serio ahora se veía melancólico. Ella ya ni siquiera intentaba sonreír.

—No tengo días que no lo sean. —respondio.


Deje la estación de autobuses que había llegado a Carolina del Norte y encendí un cigarrillo, pensé en lo cansado que era estar más de 10 horas sentada en un autobús barato totalmente incómodo. Mi cabeza dolía como si me hubiera embriagado con cerveza barata y mi estómago se sentía vacío ante la inminente hambre. Incluso cuando me las había arreglado para dormir un poco había tenido un sueño donde era golpeada por el padre de Amity.

Las llamadas en mi teléfono resonaban una detrás de la otra. De mi estupido jefe, de Willow, de Gus e incluso de la maldita Boscha. Todos seguían llamando a pesar de que me empeñaba en ignorarlos, no me interesaban sus palabras de condolencias en estos momentos y mucho menos quería escuchar sus lamentos cuando ya era suficiente los míos propios.

Para cuando subí al tren que me llevaría directo a Kill Devil Hills, con Amity aferrada a mis brazos y mi cabeza apoyada en la ventana, dormí.

El sonido del tren acercándose a la estación me levanto de mis sueños. Pensé en todos los buenos recuerdos que he tenido a lo largo de los años con Amity y como es que específicamente recordé ese momento ahora. Observo sus restos aferrados entre mis brazos, abrazados como si temiera perderlos para siempre.

Incluso hoy todavía recuerdo perfectamente la cara de Amity ese día, cuando las clases habían finalizado y sólo quedamos ella y yo en medio de los pupitres vacíos, ella tenía un cutter en su mano y me miraba como si fuera algo completamente normal lo que planeaba hacer.

Y entonces ella se corta.

Un corte delgado pero lo suficientemente profundo como para hacer que la sangre brote de una forma preocupante, ¿que es lo que hice aquella vez? Ah si, yo...

"¡Kill Devil Hills!"

Las bocinas del tren resuenan anunciando el destino.

"¡Proxima parada: Kill Devil Hills!"

Pasó una hora mas de viaje en autobús hasta que finalmente llegue a Kill Devil Hills, la parada de autobuses resultó estar más cerca de lo que esperaba de la playa y el mar. Inconscientemente mi corazón de alguna forma está lleno de emoción. Estamos aquí, Amity y yo, como siempre habíamos querido desde hace mucho tiempo. El sonido de las olas chocando contra la arena, las gaviotas sobrevolando a los turistas, y el olor a sal en el aire.

—¡La playa!

Grite con entusiasmo antes de comenzar a correr con mi amiga entre mis brazos, estaba emocionada de estar cada vez más cerca de mi esperado destino. Una risa de emoción escapó de mis brazos mientras acelera el paso.

Todo fue perfecto y emocionante hasta que un motociclista pasó a mi lado y me arrebató mi mochila.


—¿Te robaron?

—¡Si, así es!

—¿Estas bien?

—¡¿Acaso me veo bien?!

Este tipo con el que había estado hablando los últimos cinco minutos me comenzaba a fastidiar en este momento. No tenía nada, ni mi dinero, ni mis cigarrillos ni mi identificación, a pesar de todo aún seguían llegando más y más dificultades en mi vida, como si perder a mi mejor amiga no fuera suficiente parecía que ni siquiera podía cumplir uno de los deseos Amity a pesar de el largo camino recorrido.

—Para mi... —la voz de este tipo me sacó de mis pensamientos—. Te ves bien.

Este tipo... ¿está buscando pelea?

—¡Ese ladrón tiene todas mis cosas y ahora estoy atascada en este lugar sin un centavo! ¡¿Cómo es eso "estar bien"?!

Estaba realmente me estaba cabreando, quería darle un golpe en la cara pero entonces lo recordé. Las cartas de Amity. Ese ladrón me había robado las cartas de Amity. Mis rodillas cayeron al suelo con impotencia, ni siquiera me importaba el dolor del choque contra el concreto. Las cenizas de Amity frente a mi y mis lágrimas comenzando a caer en mis mejillas, realmente quería golpear al bastardo que me robo.

—Las... cartas... —mi voz se traba al hablar—. Las cartas de mi mejor amiga... estaban ahí dentro...

Sólo podía apretar mis manos en impotencia y coraje, incluso si fuera y buscara era casi imposible que encontrara mi mochila en algún lugar de por aqui. Ah, incluso ahora solo me quedaba caminar con una urna llena de cenizas y al menos dirigirme a la playa.

—Toma.

Pero la voz de este tipo fastidioso volvió a llamar mi atención, este sujeto tomo una de mis manos y dejó un billete de cincuenta dólares sobre la palma.

—Eso debería de ser suficiente para un día, así que... busca un lugar donde quedarte.

Ah, realmente no quería aceptarlo pero, bueno, estoy desesperada.

—Gracias, te lo pagaré. —dije—. Solo necesito tu nombre y dirección.

—No soy nadie. —me dijo, tomando sus cosas antes de comenzar a marcharse—. Nadie que merezcas conocer.

Y se fue, no tuve el valor de decirle que su nombre era visible en su equipo de pesca.


Termine golpeando el tarro de cerveza contra la barra demasiado fuerte, afortunadamente no se rompió y simplemente limpie los restos que caían por mis mejillas. Realmente era lamentable, gastando el dinero que un extraño me dio en un bar barato con mis lamentos en el bolsillo. Aun así, la cerveza era cerveza, incluso si era barata. ¿No es así, Amity?

"Luz, no deberías gastar tu primer sueldo en un lugar como este."

Era amarga pero caía fácilmente por mi garganta.

"Si sigues así, nunca lograrás conseguir un lindo novio."

Eras realmente fastidiosa a veces.

"Si me casara, me gustaría que fuera con alguien agradable."

Si, recuerdo perfectamente la conversación de aquel día y lo mucho que deseaba que pararas mientras mi mirada estaba fija en tu brazo lleno de cicatrices de cortes que tu misma causaste.

"Pero sabes, me conformaría con cualquiera que ame a alguien como yo."

—¡Me tenías a mí... maldita sea!

Exclamé sin poder evitarlo, golpeando con mi puño la barra del bar atrayendo la atención de las personas a mi alrededor.

La cara de todos los viejos estaba sobre mí, con sus caras sonrojadas y sus sonrisas estúpidas por el alcohol.

—¿Estas bien, señorita?

—¿De dónde eres? ¿Viniste aquí sola?

—No deberías beber sola.

—¡Te compraremos una cerveza si te nos unes!

Estos viejos fastidiosos empezaron a inundarme de preguntas incómodas, a decirme cosas que no me interesaban y soltando bromas estúpidas que solo a ellos les parecía gracioso.

—Calma chicos, vamos a meternos en problemas si no paramos ahora, hoy en dia dicen que esto es "acoso sexual" —solto uno de los viejos al final con una risa.

—¡Callense!

Ah, realmente me he roto.

—¡No tengo tiempo para hablar con viejos verdes! ¡No ven que no voy a poder comunicarme con Amity nunca más!

Las lágrimas empezaron a escurrir, termine ocultando mi cara entre mis manos mientras los sollozos escapaban de mi garganta.

—¡Mis recuerdos de ella se están desvaneciendo aun cuando yo sigo aquí, sólo podré recordarla como perfecta aun cuando pensé que ella era un dolor tantas veces...!

Realmente me sentía dolida y traicionada.

Aun cuando ese día me pediste que nunca tuviera un novio en la vida, aun cuando me aferre a ti y evite que te cortaras esa vez, incluso cuando te llame estúpida por creer que yo me enamoraría de alguien.

"Pero si te enamoras de alguien... y comienzas a darle más importancia que a mi..."

Idiota.

"Si me abandonas y desapareces."

Idiota. Idiota. Idiota.

"¡Si me abandonas nunca te olvidare... ¡Por el resto de mi vida!"

Aun cuando yo soy la que ahora nunca podrá olvidarte.

"Si comienzas a odiarme... yo..."

¿Por qué creíste que alguna vez te odiaría?

"¡Morire! ¡Lo juro que lo haré!"

¿De qué diablos estás hablando? Era innecesario hacer amenazas como esas. Amity, tu eres la persona más importante en mi vida.

—Señorita, ¿estás bien?

—La cuenta. —dije ignorando al viejo, tiré los cincuenta dólares en la barra y me fui—. Quedate con el cambio.

—¡Es en serio! ¡Hay reportes de acosadores por esta área!

No importaba realmente, me quería ir. No se que tanto camine pero podía decir con seguridad que estaba cerca de la arena de la playa y al final simplemente me dejé caer en una banca cercana.

Amity se mantuvo aferrada a mis brazos mientras caía dormida.