Que me Alcance la Vida…

Capítulo 1: La solución.

Todos estaban expectantes, iban a ejecutar por fin el fusilamiento de él, tres caballeros venían en un carruaje a toda velocidad para detenerlo, la moneda había sido lanzada y la suerte echada.

Muy bien es hora…-dijo el comandante

En donde están…-pensó una de las mujeres que observaban que lo ejecutarían

Uno…-dijo el comandante

No llores-dijo él

Dos…-dijo el comandante

No dejes que eso sea lo último que vea de tí- suplicó él

Tres…-dijo el comandante tristemente

Te amo…-dijo él

No!-gritó ella desesperada intentando entrar

Fuego!- se escuchó la orden simultánea al grito de ella

Dos años antes

Candy estaba totalmente desesperada por que la estaban obligando a casarse con Neal Reagan, no había pasado siquiera dos meses de la partida de Stear a Europa y no había pasado ni una semana de su entierro como para que dijeran que ella debía casarse, no estaban respetando el luto de Stear y eso le molestaba, además ella jamás aceptaría ese trato, ni loca, sus amigos de la misma manera estaban buscando por todos los medios contactar con el tío abuelo William, Archie a pesar de estar triste por la muerte de su hermano buscaba por todos los medios sacar a Candy de ese embrollo, Candy y los otros tres chicos se habían puesto de acuerdo para no regresar y tomar el primer tren a California. Albert por su parte se acababa de enterar del compromiso que pretendían imponer a Candy e inmediatamente se colocó su frac negro y manejó hasta la mansión de Chicago desde Lakewood.

Archie, Annie, y Paty estaban en la fiesta para no delatar a Candy que se había escapado de la mansión minutos antes de iniciar la fiesta, según ellos estaría ya cerca de la estación de tren pero no contaban con que Eliza había descubierto su plan y estaba al tanto del viaje de Candy.

Chicos…y Candy…? No la veo por ningún lugar…-dijo Eliza

Bajará cuando la llamen Eliza-dijo Archie

Ya veo…-dijo Eliza- entonces iré a llamarla porque se le está haciendo tarde-dijo Eliza

Ve con cuidado Eliza-dijo Annie

O será mejor que mandé a alguien a llamarla quizá la tía Elroy quiera ir personalmente-dijo Eliza intentando que confesaran por su propia cuenta en donde estaba Candy

Deberías…-dijo Paty dándole la espalda

Por qué no me dicen que Candy fue a California…!-estalló Eliza

Que Candy qué?-dijo la señora Elroy que pasaba a la par

Que se fue a California, ellos le compraron el boleto de ida…-dijo Eliza

Es eso cierto…-dijo Elroy

No queríamos que se casara con Neal-dijo Archie

Pero Archievald, sino hacemos esto Neal se irá a la guerra-dijo Elroy

No lo hará, tu crees que Neal tiene la misma valentía que tuvo Stear para irse a la guerra, tu crees de corazón… que Neal es un hombre?, dime tía Elroy-dijo Archie

No quiero perder a otro Andley-dijo Elroy

No se preocupe a Neal no lo perderá porque no se enlistará, lo conozco es un cobarde-dijo Archie

Es tu primo Archievald-dijo Elroy

Lo sé, pero no puedo dejar que juegue con el nombre y la voluntad de mi hermano por un capricho, Candy no lo ama! –dijo Archie

Y Candy?-preguntó Neal

Se ha ido…-dijo Annie

Pero… y… me iré a la guerra tía –dijo Neal

Neal no puedo hacer nada, ella se ha ido a California-dijo Elroy

Tía…-dijo Sara Reagan- no se preocupe, Eliza y yo tomamos medidas, dentro de unos minutos nuestros escoltas traerán a Candy de regreso-dijo Sara

Por qué no dejan que Candy sea feliz?-preguntó Paty

Porque no se lo merece-dijo Sara- recuerda Patricia que ella es una huérfana, no merece estar en nuestra posición, ni mucho menos disfrutar de nuestra fortuna-dijo Sara

Y quien dice que no, ella es mucho más digna que todos nosotros para disfrutar de una buena vida y con comodidades o por lo menos de ser feliz, si no la quieren en la familia por lo menos déjenla ser feliz en otro lugar-dijo Archie caminando hasta el centro del salón

Que harás Archievald-dijo Elroy

Acabar con esta farsa-dijo Archie

Archie detente-dijo Neal

Señores… su atención por favor… siento mucho que hayan venido a la mansión de la familia Andley, pero el matrimonio de la señorita Candice White Andley no se llevará a cabo, porque el tío William se opone a la unión-dijo Archie

Que pruebas tienes tu de eso, ni siquiera lo conoces…-dijo Eliza

Estas segura Eliza…-dijo un hombre alto, rubio y vestido con un frac negro entrando por la enorme puerta del salón.

Tía es ese el vagabundo que estuvo viviendo con Candy manchando el buen nombre de los Andley-dijo Neal

Fuiste tu…-dijo Elroy

Es cierto, ella se ocupo de mí cuando perdí la memoria, -dijo Albert

Entonces ella…-dijo Elroy

Tía pero quien es el para decirte que hacer, hechalo ahora mis…-dijo Neal

Silencio!, el es…-dijo Elroy

Déjame presentarme tía… Yo soy William Albert Andley- dijo Albert, mientras todos los invitados exclamaban sorprendidos, al enterarse que al que creyeron un viejo decrépito era un joven apuesto y guapo.

El tío abuelo William es Albert-pensó Archie

Archie… di algo-dijo Annie

Es que… quien lo iba a pensar-dijo Paty

Archie… mi sobrino tiene razón… no puedo dejar que casen a mi hija adoptiva con Neal Reagan-dijo Albert

Pero… mamá…-dijo Neal

Pero… por qué regresaste?-preguntó Elroy

No puedo dejar que hagas con Candy lo que te plazca, por cumplir los caprichos de Neal-dijo Albert

Pero… dijo que…-dijo Elroy

Que se iría a la guerra, tía, con todos esos años que tienes no creo que no te des cuenta que te estaba chantajeando-dijo Albert

Albert…-dijo Archie

Gracias por tomar la palabra Archie, pero dime en donde esta?-preguntó Albert

La mandamos a California-dijo Paty

Muchas gracias por alejarla de todo esto… a que hora sale su tren-dijo Albert

Dentro de quince minutos-dijo Archie revisando su reloj

Aun llego… iré por ella-dijo Albert

Señora Sara…-dijeron sus hombres entrando

Que quieres? Que no vez que se arruinó todo-dijo Eliza

Señora… la señorita Candy jamás llegó al tren-dijo uno de ellos

Que…?-preguntó Archie

De seguro se fue a otro lado…-dijo Paty

De seguro está con el doctor Martín o quizá fue a su apartamento-dijo Annie

Irémos por ella… debo buscarla-dijo Albert con un mal presentimiento

Annie, Paty, Archie y Albert eran perseguidos por muy de cerca por Elroy para intentar hacerlos entrar en razón, cuando en la entrada vieron a un pequeño niño de al menos 10 años intentando entrar a la mansión siendo detenido por los hombres que cuidaban la entrada.

Que pasa?-preguntó Archie

Daniel… deja que entre-dijo Elroy

Si señora…-dijo el hombre dejando entrar al pequeño que se acercó a ellos abrazando un papel en su pecho

¿Que necesitas? -preguntó Albert agachándose a su altura

En donde esta… Archievald Cornwall, la señorita rubia me dijo que hablara solo con él-dijo el niño

Candy…-dijo Annie

Si ella-dijo el niño

Yo soy Archievald… -dijo Archie

Mmm si creo que eres él… Candy te manda esto… dijo que me darían buena propina por traerlo-dijo el pequeño

Aquí tienes pequeño-dijo Albert sacando un billete de su saco entregándoselo al pequeño quien salió corriendo de la mansión

Que dice…-dijo Paty

Archie cayó de pesadamente sobre el suelo y no sabía siquiera como articular palabra, de un momento a otro entró en pánico y comenzó a hiperventilar- Archie… Archie…-dijo Annie preocupada

Albert le arrebató el papel a Archie y leyó las palabras que Candy había plasmado en él en voz alta

"Archie, los Reagan tienen a sus hombres aquí, sabes que desde que Estados Unidos entró en la guerra hay más trenes con soldados y equipo médico que comerciales, agradezco tu ayuda pero he tomado una decisión, iré a Europa, como enfermera de guerra, en este momento está abordando un tren, tengo suerte de haber traído mi uniforme, quizá la tía Elroy haya tenido razón al decir que yo debí de haber ido a la guerra y no Stear, no te sientas mal ni te pongas triste.

Por favor no te preocupes por mí, te prometo que regresaré, te lo juro, recuerda que voy a sanar soldados, personas como Stear que necesitan ayuda… por favor quiero que cuides de Annie y Paty, ellas te necesitan, sigue buscando al señor Albert, cuando lo encuentres dile lo que decidí, sé que el me apoyará.

Annie, Paty, por favor no estén tristes ni lloren, no puedo irme si pienso que están tristes, Annie no te preocupes estaré bien y Paty, por lo que mas quieras no te pongas mal, te prometo regresar, te lo prometo Paty y tu prométeme que seguirás tu propia voluntad sin depender de nadie, lo mismo va para Annie.

Los quiero chicos, hasta pronto."

No… no puedo permitirlo-dijo Albert corriendo afuera de la mansión

Albert espera… iré contigo…-dijo Paty

Está bien… vamos-dijo Albert

Esperen… quiero ir…-dijo Archie

Estas seguro Archie?-preguntó Annie

Si… si, no puedo perderla a ella también…-dijo Archie

Archie no hagan locuras por favor…-dijo Elroy tomando el brazo de Archie mientras este se soltó furioso de su agarre corriendo a la salida de la mansión

Los cuatro iban a toda velocidad a la estación de tren, encontrándose con una estación totalmente abarrotada de personas que abordaban trenes con destino a New York para luego ir a Europa, en su mayoría podían ver hombres vestidos de soldados, médicos y enfermeras, mujeres despidiéndose de sus novios, chicos despidiéndose de sus novias separándose pues ellos iban a pelear mientras que ellas eran parte del equipo médico.

Trataron por todos los medios de abordar un tren pero no lo lograron, los trenes estaban totalmente llenos y solo averiguaron que Candy había ido a New York para zarpar a Europa en cinco días. Derrotados regresaron a la mansión de Chicago totalmente vacía y sin invitados, Archie no aguantó más la frustración y corrió hasta las caballerías mientras se subió al primer caballo que vio ensillado galopando hasta perderse de la vista de todos.

Archie está muy enojado…-dijo Annie intentando seguirlo

Déjalo… está demasiado alterado… luego iré a buscarlo, que les parece si te llevo a tu casa y tu Paty si quieres puedes quedarte aquí…-dijo Albert

Albert me estoy quedando con Annie-dijo Paty- gracias…-dijo Paty

Está bien las llevaré-dijo Albert tomando el auto y dejando a ambas chicas en la casa de Annie, regresando de nuevo a la mansión en Chicago pues necesitaba hablar con su tía, estaba ya más calmado y no la trataría mal, pues de cualquier manera seguía siendo su tía.

William supiste algo de Candice?-preguntó Elroy

Se fue camino a New York, su barco parte en cinco días, quizá aún lleguemos-dijo Albert

Piensas ir a New York?-preguntó Elroy- no quiero que hagas locuras ni Archievald, no quiero que ninguno de los dos…-dijo Elroy

Tía… como pudo decirle eso?-preguntó Albert intentando mantenerse sereno

Yo… lo siento… se me salió, simplemente estaba muy frustrada y en ella descargué mi furia, nunca es decir… jamás pensé que ella tomaría esa decisión, creo que ella es mucho más valiente que Neal y la verdad… quiero que esté bien William… yo no la odio-dijo Elroy

Tía…si yo no la encontrara…-dijo Albert

Piensas enrolarte en la guerra?-dijo Elroy

Si tía… si yo no logro que desista o no logro hablar con ella iré…-dijo Albert

No William no me hagas esto, ya perdí a Anthony a Stear, no me hagas perderte a ti, de seguro que si tu vas Archie querra ir y yo…-dijo Elroy

Tía… perdóname… pero mi decisión es esa… quiero ir detrás de ella, no puedo dejar que se exponga de esa manera-dijo Albert

Pero podrías morir yo…-dijo Elroy

No tía… eso no pasará-dijo Albert

Puede pasar, mira lo que pasó con Allistear, por favor no vayas, no dejes que Archie se exponga-dijo Elroy

Tía… no sé como decirle esto…-dijo Albert

La amas?-preguntó Elroy

Si… la amo-dijo Albert- se que ella jamás fijará sus ojos en mí, aun ama a Terry, la ultima vez que la ví estaba llorando sobre un monton de periódicos que hablaban de él, yo sé que lo ama y el a ella también-dijo Albert

Entonces porque vas?-dijo Elroy

Porque jamás me perdonaría el dejarla ir sabiendo que pude perseguirla, por favor tía… déjame ir-dijo Albert- te prometo que me cuidaré, de todas maneras sabes que me iré, pero no estaré tranquilo si se que por esto a ti te pasará algo-dijo Albert

No te preocupes hijo… te dejaré tomar una decisión, al parecer esa niña tiene embrujados a todos los Andley, todos se enamoran de ella-dijo Elroy

Lo siento tía… perdóname-dijo Albert

Comprendo que jamás desistirás, quizá debo hacerme a la idea que Archie irá también y yo me quedaré sola…-dijo Elroy

Tía… le prometo regresar-dijo Albert

Lo sé hijo…-dijo Elroy- cuida de Archie

Si tía… siempre y cuando esa sea su decisión, puede que quiera quedarse por Annie-dijo Albert

No lo creo hijo…-dijo Elroy

Vamos no se desanime, regresaré con todos sanos y salvos-dijo Albert parándose de su asiento- perdóname pero debo irme a la estación compraré mi boleto a New York

Está bien…-dijo Elroy

Por la noche Albert regresó con dos boletos en mano, uno para Archie y otro para él, partirían al amanecer, Archie vió en uno de sus muebles el boleto y comenzó a hacer su maleta con poca ropa, mientras pensaba en buscar a Candy y quizá comprender de alguna manera lo que su hermano pensaba.

Mientras tanto en la mansión de Annie, Paty comenzó a hacer sus maletas colocando poca ropa, mientras escribía algunas cartas para su familia, para Annie y Archie, había decidido ir detrás de Candy, no podía dejar que su primera amiga diera su vida en la guerra mientras ella se quedaba llorando en Chicago.

Paty… que haces?-preguntó Annie entrando de madrugada a su habitación

Me voy…-dijo Paty guardando unos libros de anatomía básica y primeros auxilios

Pensaste lo mismo que yo…-dijo Annie entrando con su maleta en la mano

Estas segura?-preguntó Paty

Si… no puedo dejar ir a Candy…-dijo Annie

Pero… si te pasa algo?-pregunto Paty

No puedo dejar que Candy siga haciendo las cosas sola-dijo Annie

Pero y Archie…-dijo Paty

El entenderá, mis padres están totalmente dormidos, les dejé una nota sobre la mesa del comedor-dijo Annie

Está bien… yo dejaré mis cartas en el mismo lugar-dijo Paty

Está bien… vámonos, recuerda que ayer nos dijeron que podíamos conseguir lugares temprano en la mañana-dijo Annie

Está bien…-dijo ella cerrando su maleta y tomándola en su mano

Sin pensarlo los cuatro jóvenes abordaron dos trenes diferentes, sin imaginar que su vida comenzaría a cambiar desde ese preciso momento, pues no se enfrentarían a un juego, irían a vivir la crudeza de la guerra, pero algo tenían seguro, encontrarían a Candy y no la dejarían sola en esto, de cualquier manera una vez anotado su nombre en los registros y con el uniforme en sus manos no podían desistir.