Muy bien, el día de hoy les doy la bienvenida a todos/as ustedes por pasar a leer esta historia. Aquí prometo que van a pasarlo bastante bien y que los dejaré con el suspenso al máximo en estos primeros capítulos y esas cosas (estoy ensayando para hablar como político ¿Me salió bien?)

Un evento inesperado

Club de entretenimiento, un sitio originalmente abierto de forma irregular y que por un año entero había contado con un número de integrantes inferior al necesario para ser un club como tal. Erigido en la casa del club del té de la secundaria Nanamori, en este club la consigna es pasarlo lo mejor posible haciendo... básicamente lo que a sus integrantes les daba la gana. Y casualmente dos de sus integrantes, llámense Toshino Kyouko y Akaza Akari, estaban en una actividad trascendental para el desempeño ordinario del club.

─ Y con esto... ¡Listo! Tenemos una torre de naipes de Mirakurun ─ celebra Kyouko.

─ Ya teníamos con este como siete intentos. Vaya que es complicado hacer estas cosas ─ Akari hace como si se limpiara la frente con el antebrazo.

─ Es que el día de hoy ha soplado bastante viento. Quiero aprovechar a tomarle una foto antes que sople nuevamente ─ Kyouko saca su teléfono y se pone en posición para dirigir el lente ─. Ya quiero ver la reacción de Yui en cuanto se lo envíe.

─ Pienso que estará animada viendo la foto mientras se recupera de su catarro en casa ─ Akari mira la foto que la rubia había tomado ─. Y sí, se ve genial. Lástima que Chinatsu-chan tuvo que salir un rato a comprar hojas para hacer té.

─ En cuanto vea las fotos se entretendrá. De eso no tengas ninguna duda, Akari.

Akari aprovecha que todavía puede y saca su teléfono para fotografiar la torre de naipes, pero justo cuando iba a presionar el botón sopla el viento y derriba la torre, haciendo que casi todos los naipes se desperdigaran en toda la extensión de la mesa, y uno que otro naipe cae al suelo. Akari se pone a hacer pucheros al ver que había perdido su dorada oportunidad para tener sus propias instantáneas de aquella obra que a ella y Kyouko les había costado unos cuantos intentos y algo de tiempo.

─ No importa, Akari. De todos modos ya tenemos las fotos, que era lo imprescindible en nuestra operación "Naipe de Babel".

─ Pero yo quería sacarle también una foto ─ Akari se pone a jugar con la punta de sus dedos ─ ¿Y de dónde sacaste aquello de "Naipe de Babel"?

─ Es una larga historia, en caso de que te animes a oírla.

No era como si Akari o Kyouko tuvieran mucho más que hacer, así que Akari accede a que Kyouko le contase cómo fue que se inspiró para ese nombre, cuando empieza a sonar el teléfono de Akari, a lo que ésta revisa que le había llegado un mensaje de parte de Chinatsu, la cual les dice que iba a la casa de Yui para cuidar de ella, y que por lo tanto quedaba la pelirroja comisionada para cuidar del bolso de Chinatsu hasta que se vuelvan a ver.

─ Pues... parece que ahora sí nos quedamos solo nosotras dos, Kyouko-chan. Y de paso tendremos que hacer nosotras mismas el té.

─ Bueno, puede que no hagamos el té como lo hace Chinatsu-chan, pero tampoco es que seamos unas inútiles para esto, ¿verdad?

Estando ambas determinadas a intentarlo, se dirigen a la cocina para ver con qué contaban para proceder a hacer el té ellas mismas. Sólo habían unas pocas hojas, aunque consideraron que eran suficientes, aparte que se veían lo bastante bien para intentar usarlas. Kyouko enciende el fogón mientras que Akari llena la tetera con agua para luego ponerlo sobre el fogón, y de ese momento, cuando podían esperar a que el agua calentase lo suficiente, Kyouko tuvo la idea de ir a buscar lo que sea en el armario de la casa del club. Akari no había tomado en cuenta aquello, pues prefería dar una mirada al estanque, y es que le parecía algo bonito contemplar a los pájaros posarse en la orilla a beber. Fue un minuto bastante grato, cuando oye a Kyouko pegar unos gritos de emoción.

─ ¡Mira esto, Akari! ¡Es un tarro de caramelos!

─ ¿Qué? ¿Caramelos? ─ Akari se acerca interesada, no sin antes apagar el fogón por precaución ─ ¡Es increíble! ¿Quién habrá guardado estos caramelos?

─ No lo sé, pero no fue muy inteligente de su parte dejar esto guardado en nuestra guarida secreta ─ Kyouko entonces procede a abrir el tarro de vidrio.

Una vez abierto el recipiente, Kyouko pone un plato sobre la mesa y deposita allí todos los caramelos que tenía. Eran muchos, pero sólo habían de dos colores: rojo y azul. Eso a Akari y Kyouko les pareció extraño, y es que ni siquiera había uno solo que fuera de otro color, ya fuese morado, o amarillo, o verde. Tal vez la dueña de los caramelos no gustaba de los caramelos rojos y azules, y por ello los habría guardado en territorio ajeno.

─ ¿Crees que la dueña del tarro se pueda preocupar si nos llevamos los caramelos? ─ señala Akari.

─ ¿Dueña? ¿Qué te hace creer que sea una dueña, Akari?

─ Pues... aquí no hay chicos. Es poco probable que se fuera a infiltrar uno para dejar ese tarro aquí, Kyouko-chan.

─ Pues tienes razón. Bien razonado ─ Kyouko mueve un poco el plato para ver cómo se movían los caramelos ─ ¿Qué te parece si probamos uno?

─ ¿Eh? Pero no sabemos de quién es. Está mal comernos lo que es nuestro.

─ No pasará nada, Akari. No veo cómo alguien puede elegir este sitio para guardar caramelos, aparte de nosotras. Y ahora elige un caramelo.

─ Hee... Elegir un caramelo... ─ Akari no es capaz de apartar la mirada de los dichosos caramelos ─ Lo siento, Kyouko-chan, pero es que no consigo elegir un color sobre otro. Los dos tienen un color bonito y parecen deliciosos... ¡pero no está bien, Kyouko-chan!

─ ¿Te parece bien si nos comemos un caramelo rojo? Pareciera que hay más de ese color.

─ No estás escuchándome, Kyouko-chan...

Kyouko toma un caramelo y se lo lleva a la boca sin pensárselo dos veces, mientras que Akari se la queda mirando unos segundos, como si esperase a que pasara algo.

─ Mmm, sabe a fresa. Akari, toma uno, que verás la grandiosa sensación que te deja.

─ Bueno, parece que no tengo otra alternativa ─ Akari toma un caramelo rojo y se lo lleva a la boca, y de inmediato nota el sabor ─ ¡Es verdad! Sabe a fresas, y el dulzor del caramelo pareciera que hace fiesta en mi boca.

─ ¿Lo ves? No pasa nada si sólo probábamos un carame... ─ de pronto Kyouko siente un extraño mareo que la hace tambalearse, pese a que estaba sentada ─ ¿Qué es esto? ¿Es acaso un terremoto cósmico o algo?

─ ¿Te sientes bien, Kyouko-cha...? ─ Akari también se siente mareada y se lleva una mano a la cabeza ─ ¿Q-qué está pasando?

Kyouko y Akari hacen un esfuerzo por volver a estabilizarse, pero el mundo parecía dar vueltas alrededor de ellas cada vez a mayor velocidad. Era algo demasiado extraño. Tratan de desplazarse, pero incluso andar a gatas resultaba un reto demasiado grande para ellas, quienes terminan por desplomarse y notar que todo se estaba oscureciendo. Ni siquiera habían tenido tiempo de pensar en qué las tenía de esa manera...


Más tarde

─ ...kari... ¡Akari!

Unas palmadas de parte de Kyouko consiguen que Akari abriese los ojos. No tenía idea de nada. Era como si estuviera reseteada, aunque sus recuerdos iban organizándose rápidamente, hasta que...

─ ¿Dónde... estamos?

─ Pues... pienso que estamos en la casa del club, o eso parece ─ Kyouko mira a su alrededor, y pronto se siente algo desconfiada ─. No... No veo el armario, y tampoco están nuestras cosas ni las de Chinatsu-chan... ¡y ni siquiera están los caramelos! Tal vez aquello se trataba de una trampa...

─ ¿Una trampa?

─ Sí... ─ Kyouko se pone de pie y mira hacia la puerta corrediza ─ Tal vez dejaron esos caramelos a modo de cebo para secuestrarnos y llevarnos a un sitio lejano para convertirnos maids cosplay para algún sujeto enfermo y aburrido de la vida, y al parecer hemos caído en la trampa.

─ ¡Por eso no debíamos comernos esos caramelos, Kyouko-chan! ¡No sabíamos de dónde habían salido para que nosotras nos los encontráramos por casualidad! ─ Akari empieza a lloriquear mientras manifestaba su miedo ─ Ahora nos encontramos perdidas, y a saber con qué clase de persona nos vamos a topar si tratamos de salir de aquí...

─ Akari, no deberías alterarte tanto...

─ ¿Y cómo debería sentirme, Kyouko-chan? ─ Akari se levanta alterada, cosa nada normal en ella ─ Aquí estamos en serio peligro. Necesitamos encontrar una manera de escapar...

─ ¿Se puede saber a qué vienen todos esos gritos?

Kyouko y Akari se asustan al escuchar aquella voz, pero se llevan una sorpresa al ver que se trataba de una chica, posiblemente de unos 18 o 19 años, castaña y con los ojos cerrados, igual que Akane precisamente por los ojos, además que su peinado también se parecía un poco. Si no fuera precisamente por el detalle de que sea castaña, Akari habría llegado a llamarla onee-chan por accidente, y es que no le veía ningún otro detalle importante.

─ ¿Quién eres tú? ─ dice finalmente la pelirroja, claramente de forma precavida.

─ Oh, vaya con mis modales. Mi nombre Akane, un placer conocerlas.

─ ¡Hasta en eso se parece! ─ suelta Kyouko, pero pronto trata de rectificar al ver que Akari y la extraña castaña se la quedan mirando ─ Ehh... Sólo estaba pensando en unas cosas mías.

─ Bueno, el caso es que es bueno que las dos estén bien. Las encontré hace como una hora tiradas en el parque y tuve que llevarlas a mi refugio para que así estuvieran a salvo ─ empieza a relatar la castaña ─. Y por cierto, esos uniformes que ustedes tienen puestos no los he visto jamás ¿A qué escuela van?

Kyouko y Akari no responden. A ellas se les hacía raro que esa chica no tuviera idea de que ellas son estudiantes de la secundaria Nanamori, siendo que la escuela, si bien no era lo más grande sobre la faz de la Tierra, sí era una escuela bastante referenciada en la ciudad de Takaoka. Todo el mundo en esa ciudad conocía la secundaria... pero justo allí es que Kyouko y Akari empezaron a engranar ideas, y ambas corren a la puerta corrediza para abrir y contemplar por ellas mismas lo que tanto se temían.

No reconocían absolutamente nada de lo que había afuera, al menos no dentro de la ciudad que ellas muy bien recordaban. Era como si...

─ ¿Estamos en otra ciudad? ─ dice Kyouko.

CONTINUARÁ...


Sí, este es el primer capítulo de esta historia de acción y locura a más no poder. Akari y Kyouko ya están atrapadas en un sitio que no tienen ni idea de dónde queda, y encima su primer contacto es una chica rara con muchas semejanzas con la onee-chan de Akari ¿Cómo podrán Akari y Kyouko proceder? Pues habrá que esperar. Espero que este comienzo les haya gustado, y pronto nos volveremos a encontrar, en el segundo capítulo de esta historia.

Hasta otra