Disclaimer: los personajes de Twilight son propiedad de Stephenie Meyer. La autora de esta historia es Lily Jill, yo solo traduzco con su permiso.


Disclaimer: This story is not mine, it belongs to Lily Jill. I'm just translating with her permission. Thank you, Lily Jill! ❤️


Summary completo: Algún día llegaría el momento dónde todo tendría sentido. Ella despertaría y encontraría las respuestas que desesperadamente ansiaba, un significado a todas las sombras. Ella emergería de las oscuras aguas, estirándose en busca de la luz que la seducía hacia el borde, y allí encontraría lo que le esperaba. Lo que siempre había estado debajo de la superficie con una mano extendida. A él.


Capítulo 1

Su nombre es Mary.

Es una afirmación que ella se repite a sí misma una y otra vez. A veces, las palabras se repiten una y otra vez en su mente. Otras veces, ella las dice en voz alta para escucharlas. Ella espera que una de estas veces hará que el viento las sople a lugares muy lejanos.

Cuatro palabras simples, en serio. Simples, pero pesadas.

Lo suficientemente pesadas para traerla aquí a la cima de una colina. Es un tipo de acantilado, supone ella, observando el agua abajo de ella.

Ella ha estado aquí antes.

A pesar de la proximidad del borde peligroso y rocoso y las fuertes aguas debajo, es un lugar pacífico. Hay barandales de metal y carteles, advertencias sobre los aparentes peligros que se aproximan. Usualmente, todos los visitantes prestan atención y actúan con cautela mientras son capaces de apreciar las vistas que los rodean.

Usualmente.

No ella.

No Mary.

En cambio, ella se sienta sobre el barandal con vista a ese acantilado, los carteles de advertencia detrás de ella. Tiene cuidado dónde ubica sus pies, cuidado con no dejar que las piedras contribuyan aún más a su caída. Estas ya han hecho suficiente daño; la sangre cae suave y lentamente de los cortes y rasguños que dejó la belleza de la naturaleza sobre la tierra. Ella no puede sentir las abrasiones, de todos modos; el frío de la brisa de invierno ha hecho que sus pies descalzos se entumezcan con el pasar de los minutos.

El tiempo corre, pero aún así se detiene. Cada minuto cuenta, pero nada importa ya. Ella se pregunta por un momento si algo, no solo su tiempo que se acaba, alguna vez importó en su patética y pequeña vida.

Una ráfaga de viento la golpea, volando su cabello en furiosos nudos sobre su rostro, pero ella no se esfuerza para reacomodar los mechones. Ella los deja permanecer allí, bloqueando su vista del borde y del mar furioso debajo. Si no fuera por el sonido, ella casi podría olvidar por completo que se encontraba cerca de una masa de agua; la combinación de las profundidades ónices debajo de ella y el cielo oscuro por encima amenazan la seguridad de su visión.

Ella no quiere que un solo paso mal ubicado sea la causa de su caída.

Aún.

El frío viento y el ambiente severo no hacen nada para detener la verdadera razón de su visita al acantilado esta noche.

Nada sobre esta noche la haría cambiar de parecer.

Mary suspira hacia la noche vacía, nadie a su alrededor para escucharla. Se pregunta por qué no pensó en venir aquí antes; se pregunta por qué le ha llevado veintitrés años de su miserable existencia para poder decir que finalmente ha tenido suficiente—que nada vale la pena el dolor que sintió, el dolor al que se aferra, cada día de su vida.

Esta noche, el dolor finalmente terminaría.

Con nadie atándola a este solitario y cruel mundo, ella no guarda arrepentimientos en su corazón; ningún arrepentimiento hacia ella o alguien más mientras se prepara para despedirse de este mundo.

Su mano, sin embargo, enterrada en lo profundo del bolsillo de la sudadera gris que ella ama demasiado, sostiene un frasco llenado recientemente con píldoras. Cada espacio en el frasco, de arriba abajo, contiene una promesa de terminar su sufrimiento.

En un punto de su vida este lugar, este espacio, en particular, fue un lugar de consuelo. Mary incluso podría decir un momento de felicidad. Pero, para ser honestos, ella no estaba familiarizada lo suficiente con la palabra como para llamarlo así cómodamente.

Con los años, venir al acantilado para escapar la pesadilla que vivía era el único momento en que ella sentía algo más que dolor. Inutilidad. Vergüenza.

Tiene mucho sentido que aquí sea donde todo termine. A veces, cuando su cabeza estaba despejada, venir aquí arriba trae una sensación de claridad con la que ella raramente ha sido bendecida. Las telas de araña desaparecen, el fuego en su corazón disminuye de un furioso infierno a un fuego lento, y una breve paz invade su cuerpo.

Así es cómo ella quiere sentirse cuando finalmente esté lista para irse. Ella quiere ser envuelta en paz.

En silencio.

En tranquilidad.

Ella quiere marcharse pacíficamente, completamente opuesto a cómo vive su vida. Si su vida fuera un tornado, su muerte sería como sumirse en un sueño profundo.

Cuando el tiempo llegue.

Ella no está lista aún.

Con el frío contra su mejilla y la tierra mojada deslizándose entre sus dedos, ella quiere pasar estos últimos momentos sintiendo la belleza de la naturaleza por una vez.

Por ahora, ella quiere sentir el entumecimiento en los dedos de sus pies lentamente subir por su cuerpo hasta que realmente no pueda sentir más. Mary quiere que el frío de su corazón iguale la frialdad del aire a su alrededor. El agua se agita furiosamente debajo de ella, el agua sola trae una sensación helada que repiquetea en sus huesos y la hace aferrar sus brazos alrededor de sí misma.

Ella está temblando, pero no de miedo. Ella piensa que es más por lo que está sintiendo en el momento.

Una aceptación.

Un cierre.

Un final.

¿Es emoción lo que hace temblar sus manos como las hojas que bailan alrededor de sus pies en la oscuridad?

Como la felicidad, la emoción es una sensación que siempre la ha evadido. Años atrás, cuando ella era lo suficiente tonta como para creer que su vida cambiaría, ella se aferró a esa emoción en particular, emoción, cerca de su corazón y la dejaba escapar cada viernes, y solo los viernes, antes de darse cuenta.

Este solo emergía de camino a casa desde la escuela, presentándose a todos en el exterior como un movimiento de sus brazos o un saltito en su andar. Aparecía en sus labios en lo que podría ser interpretado como una pequeña sonrisa, pero de nuevo, nadie podía estar realmente seguro ya que Mary solo dejaba escapar esas sonrisas los viernes.

Esto fue antes de que fuera lo suficientemente grande para saber mejor—antes de que ella supiera que nada en su vida alguna vez se consideraría digna de emoción; cuando ella era aún lo suficientemente joven para creer que este momento oscuro y complicado en su vida sería corto.

Cada viernes después de la escuela, sin importar dónde vivían en ese momento, Mary echaba un vistazo por el rabillo de su ojo, hacia la esquina, para ver si el coche de su madre se encontraba en la entrada.

Siempre lo estaba.

Lo que quería decir que Mary pasaría el fin de semana escondida en un armario cerrado, tratando de volverse invisible hasta que tuviera colegio de nuevo el lunes por la mañana. A veces, funcionaba—si ella había planeado con el tiempo suficiente, ella podía meterse en el armario sin ser percibida con todas las necesidades que necesitaría por dos días. Ella emergería el lunes por la mañana, su ausencia aún desconocida, y retomaría exactamente dónde lo había dejado.

Sin embargo, algunos viernes, ella doblaba en la esquina, y la entrada estaba vacía. Solo esos días, Mary sabía que tendría el fin de semana para ella misma. Ella no tendría que compartirlo con su madre o cualquiera de sus invitados.

Mary era callada y se mantenía en silencio, por lo que sus secretos se mantenían escondidos de aquellos que importaban. Lo último que ella necesitaba era que su oscuridad fuera demolida por personas que pensaban que podrían ayudar pero que realmente solo empeoraban las cosas exponencialmente.

Todos esos años escondiéndose en el armario la hicieron una experta en vivir una vida invisible. Ella era un fantasma sin una muerte, viva pero con propósito. Ella vivió en sus propias sombras por tanto tiempo que es imposible para ella recordar un momento cuando no estuviera persiguiendo la teórica luz al final del túnel.

Esta noche, es diferente.

Ella puede ver la luz al final del túnel—el que ella siempre solía perseguir. Pero esta vez, ella estira su mano con esperanza de poder tocarla. Esta vez, ella ha aprendido cómo llegar a la luz. La ha aceptado. Ahora sabe que para que la oscuridad se aleje, ella simplemente debe dejarla atrás.

Dejar la oscuridad atrás también significa dejar todo lo demás en su vida. Mary no está asombrada de no obtener nada cuando intenta contar sus bendiciones con sus dedos.

Nada.

Le ha llevado veintitrés años tomar esta decisión, y si fuera honesta, son veintitrés años demasiado tarde. Ella sabe que cuando abra el frasco enterrado en su sudadera, el mundo dejará de dar vueltas. El viento seguirá soplando, el agua seguirá agitándose, el fuego seguirá ardiendo.

La vida de nadie se detendrá. Ningún supervisor llamará para preguntar dónde se encuentra y por qué no ha ido a trabajar. Ningún familiar llorará por ella; la han abandonado hace mucho tiempo.

Por años, ha estado sola. Solo Mary y su pequeño departamento desaliñado en una parte sospechosa del pueblo a la que nadie va a menos que viva allí o se encuentre en la búsqueda de su próximo subidón. Al final, todo funcionó para ella.

El frasco en su bolsillo repiquetea mientras ella se mueve sobre el barandal de metal, recordándose de enviar un vacío gracias al cielo por su vecino de arriba que le dio las píldoras, sin hacer preguntas, después que ella le diera una rápida mamada en el estacionamiento compartido del edificio. Ella se había limpiado la boca con sus manos cuando él terminó, lista para sacudirse y dejar toda la evidencia de él y esta vida tras ella.

El sonido de las píldoras adentro del frasco trae una inhalación de sus pulmones, lentamente, así ella puede apreciar el último trago de aire tan fresco que momentáneamente detiene su decisión de dejar este mundo atrás.

Por un instante.

Tan rápido como el vacilo comienza, la imagen de su madre aparece; un recuerdo que nada en esta vida, ni siquiera el aire más puro y más fresco que trae este acantilado, podría quitarle la vida que esa mujer le hizo vivir.

Ella era solo una niña. Su inocencia arrebatada antes que Mary supiera que era algo a lo que podría haberse aferrado por el tiempo que ella pudiera.

Ya no.

Su mano tiembla mientras gira la tapa, revelando pequeñas pastillas, la respuesta a la plegaria que ella le había rogado a Dios desde que era una niña escondiéndose en ese puto armario.

Por favor, haz que se detenga.

Se detendría esta noche.

Ahora.

Una píldora se transforman en dos. Dos en cuatro. Cuatro se transforma en el frasco vertido sobre una boca ansiosa.

Una botella invertida se transforma en su cuerpo desplomado, cayendo sin palabras sobre la tierra abandonada debajo de sus pies de la misma manera que ella vivió su vida.

Sola.

Y más tarde, cuando ellos encuentran su frío cuerpo sin vida, también encuentran un débil latido proveniente de alguna parte helada de su corazón.

—¿Quién es ella? —pregunta uno de ellos mientras corren junto a la camilla hacia el hospital más cercano. La combinación de luces fluorescentes y la muerte asomándose por sus huesos la hacen casi tan pálida como las sábanas sobre las que descansa.

Charlie Swan, el joven oficial de policía a cargo de este pueblo, se aclara la garganta y mira al paramédico que le habla.

—Su nombre es Mary.


¡Hola! Gracias por darle una oportunidad a esta historia.

Como ya comenté en el grupo, viene con muchas advertencias, posibles detonantes emocionales, mayormente en los primeros capítulos. La historia de Mary no es linda, sabremos más de ella con el pasar de los capítulos. Tiene 30 capítulos, aunque la autora planea subir outtakes y por supuesto que tiene final feliz.

Para que no se confundan en adelante, les cuento ahora. Vamos a leer sobre cuatro personajes: Mary, Masen, Bella y Edward. Habrán capítulos con POVs alternados. Cómo se relacionan los cuatro, es para que ustedes vayan sacando sus conclusiones, aunque en un punto de sabrá.

Espero leerlas :)

PD. Como siempre, un día después de actualizar, se subirá adelanto en el grupo.