Cheng se mantuvo impacible, su rostro estoico ocultaba el malestar que pronto se extendía por todo su cuerpo, tenía que salir de ahí sin levantar sospecha, algo complicado teniendo en cuenta quienes eran sus acompañantes

Respiró lo más calmado que pudo, su cuerpo oscilo con precipitarse al piso, por lo que elegantemente recargó los codos en los apoyabrazos, juntando sus manos de manera estratégica, para recargar en estás su barbilla, dando la idea de estar verdaderamente interesado en aquello que los mayores discutían, tenía que aguantar un poco más, no tenía que ser tan difícil.

El Alfa de cabellos blanco miraba fijamente al frente, nunca una reunión se extendió tanto tiempo, los dos betas que venían en representación del Clan Jian parecían imperturbables, muy bien entrenados, o eso fue antes de que Cheng se acomodará.

Era increíble como con una simple acción lograra que dos hombres betas dieran un respingo, una pequeña risa nació en su garganta, y fue sustituida por una pequeña y falsa tos, no importaba si se trataba de un Alfa, Beta u Omega, el mayor de los He lograba intimidar a todos a su alrededor.

La tos falsa de Qiu, hizo que el cuerpo de Cheng sufriera un escalofrío, recordando que aparte de los dos betas que se encontraban al lado de la pantalla, un Alfa estaba acomodado en un rincón detrás de él, su mente comenzó a turbarse, aún tenía tiempo, era imposible que él supiera algo, los peores escenarios pasaban por su mente, mientras su rostro permanecía estoico.

Cheng escuchó a su padre llamarlo por su nombre, por lo que sus ojos enfocaron la pantalla plana, donde él y el señor Jian parecían esperar alguna respuesta de su parte, no tenía la menor idea de que habían dicho, después le pediría a Qiu un resumen, con toda la neutralidad que pudo reunir, asintió lentamente, esperando que esa reunión llegará a su fin.

Sintió una mirada sobre él, así que sus ojos enfocaron al beta que se mantenía al lado izquierdo, éste al notar la intensidad de la mirada del mayor de los He, giro su rostro dejando ver un casi imperceptible sonrojó, que Cheng atribuyó a la vergüenza, dicha acción del beta ocasionó otra tos falsa en Qiu.

Cuando su padre le autorizó para retirarse, He Cheng se levantó, las piernas le temblaron, amenazando con derrumbarse, pero no podía permitirlo, el echó de que la llamada finalizó no era una escusa para quedar expuesto ante ese par de betas, mucho menos frente a un Alfa, aunque esté fuera Qiu.

Obligó a sus piernas a moverse, se detuvo en el umbral de la puerta, dándole una mirada furtiva a Qiu, para luego reanudar su marcha, saliendo por fin de aquella habitación.

Al momento que Cheng puso un pie fuera de la habitación, quiso correr, pero se deshizo de esa idea apenas se formó en su mente, tenía que mantener la calma, Qiu al igual que el par de betas podían pensar que él con sus sentidos de Alfa más desarrollados, detectó una amenaza y la visita podía verse extendida, algo que en su actual condición no podía permitir.

Los años de trabajar con el Alfa mayor de los hermanos He, le dieron la experiencia para saber exactamente que hacer sin una orden de por medio, por lo que solo con esa mirada entendió perfectamente el mensaje.

Cruzó sus brazos dándole una mirada ambos betas, si bien él no tenía aquella aura de peligro que cubría a todos los He, seguía siendo un alfa, por suerte para ellos, el par de betas entendió perfectamente el mensaje de que ya no eran requeridos, por lo que con premura salieron de la habitación, ninguno de ellos quería desafiar un alfa, mucho menos si éste estaba afiliado a los He.

Cheng soltó el aire que no sabía estar conteniendo, lo sentía cada vez más cerca, si pudiera mantener el control hasta llegar a su cuarto estaría bien, las sirvientas estaban fuera de la casa, y Qiu al no tener nuevas órdenes se iría después de asegurarse que aquellos betas estuvieran fuera del territorio.

He Cheng dio un respingo, su vientre dolió, y el calor comenzaba hacerse presente.

Desanudo la corbata al igual que desabrocho la parte superior de su camisa, tenía que aguantar, no podía desplomarse a mitad del pasillo, se negaba a quedar expuesto en un estado tan lamentable, tenía que llegar a sus supresores.

Una oleada de calor lo embargó, haciendo que su semblante estoico flaqueara, el calor agitaba su respiración mientras aquella punzada era cada vez más frecuente, haciéndolo querer encogerse, un quejido de dolor salió de sus labios y su cuerpo impacto contra la pared, en un intento de mantenerse erguido.

El dolor se intensificó a tal grado que terminó tendido en el piso, sus orejas se manifestaron, al igual que su cola que incomodaba contra el pantalón, el neutralizador de aroma dejó de hacer efecto, y su propio aroma se manifestó, nunca había llegado tan lejos, siempre estaba pendiente de su celo, y tomaba medidas de protección, pero esta vez, se había adelantado.

El olor a menta se sentía desconocido, solo en su primer celo lo había percibido, pero había sido hace tanto tiempo que ya ni lo recordaba, lo único que recordaba a la perfección eran los cuidados de una omega de avanzada edad, que era la encargada de la servidumbre, ella lo cuido en su primer celo, y se encargó de instruirlo, para que nadie, ni siquiera su padre se enterara de su condición.

Para el patriarca de los He, al igual que para el resto de los clanes, He Cheng era un Alfa, igual de peligroso que las cabecillas de cualquier clan.

Su interior comienza a humedecerse, sacándolo de sus pensamientos, se retuerce en su sitio, el pegajoso líquido escurre desde su entrada dilatada, mojando su ropa interior en el proceso, su miembro erguido es presionado contra la tela del apretado pantalón, haciéndolo soltar un quejido lastimero.

Su mente comenzó a nublarse, sus feromonas se vuelven más intensas intentando atraer algún Alfa, el inyectarse los supresores pasó a último plano, ahora lo único que ocupaba sus pensamientos giraban en torno a sentir la satisfacción que solo podría darle un alfa.

Estando en óptimas condiciones, aquellos pensamientos serían desechados al instante, todos los alfas que conocía estaban ligados con el trabajo, y aunque alguien le llamaba poderosamente la atención, y su aroma lo erizara de pies a cabeza, no podría estar con él.

Sabe que Qiu protegería su secreto con su vida, pero no es suficiente, la lealtad era una cosa, y ser correspondido otra.

Aquel albino admiraba a He Cheng, no a He Cheng Omega, sino a He Cheng Alfa, capaz de doblegar a todos a su voluntad, a su parte Omega no la conocía.

Y estando en un estado de lucidez, jamás permitiría que él conociera ese lado, no quiere ver la decepción plasmada en el rostro de aquel alfa cuando sepa la verdad.

No soportaría ver cómo por sus secretos, las personas que quería terminaban alejandose de forma indefinida, ya pasó por ese proceso una vez, hace años con He Tian, y ahora no quiere repetir lo mismo con Qiu.

O esos serían sus pensamientos si su lado racional estuviera en control.

OoOoOoO

Qiu miro la pantalla del teléfono regresando al interior de la mansión, aún tenía que discutir con Cheng su nueva misión y esperaba que esto no tuviera nada que ver con cuidar algún omega.

El mocoso de los Jian era una patada en los testículos, siempre pegado a ese beta, ignorando deliberadamente sus órdenes.

Mientras el Omega de He Tian estaba pasando por los cambios de humor, si de por sí ese niño cambiaba radicalmente su estado de ánimo, ahora con el embarazo era millones de veces peor.

El Alfa detuvo sus pasos de forma abrupta, un dulce aroma de menta inundó sus sentidos embriagándolo, su boca se le hacía agua, y sus instintos comenzaban apoderarse de él, por lo que en un intento por mermar la necesidad de correr a donde se encontraba ese omega, llevó su camisa hasta su nariz, inhalando su propio aroma.

¿Acaso alguna de los empleados omega entró en celo? No, por la reunión que sostenían hoy, Cheng prefirió tomar sus previsiones, dándoles a todos los empleados el día libre, eso solo significaba que el mayor de los He trajo un Omega a la mansión.

De manera inconsciente, sus colmillos se hicieron presentes, y sus puños se apretaron con fuerza solo en pensar esa posibilidad, el olor a menta se intensificó, traspasando así su pobre barrera, su cuerpo se erizó e inicio su andar de forma acelerada, un poco más y corría en cuatro patas.

Al llegar al final del pasillo, Qiu se detuvo en seco, el cuerpo de su jefe de encontraba tendido en el piso, la confusión dio pasó a la compresión, seguido de la estupefacción al percibir que aquel dulce aroma que lo estaba desestabilizando, a tal grado de querer marcar a su emisor, venía de su jefe... Su jefe que hasta hace unos minutos era un alfa...

Esto no podía ser cierto, esto debía ser una jodida broma sin gracia.

Continuará.

Primero que nada, gracias a los que llegaron hasta aquí, ese fic fue creado por mi molestía a que esta pareja nunca tenga un final feliz, así que pensé hacerles una historia donde sean felices.

Se suponía que sería una historia de un capítulo, pero, como quiero meter romance sin ser forzado, veamos que sale.

Tengo tiempo que leo Omegaverse, pero es la primera vez que escribo uno, también es mi primer fic en este fandom, pero por algo se empieza.

¿Por qué hice a Cheng Omega? Esto es debido a la ironía del asunto, él se ve tan serio, tan peligroso y fuerte, sería totalmente irónico que fuera Omega. Veo ambos personajes como versátiles, aunque mayormente Qiu mordiendo la almohada, pero quise variar mi manera de verlos y esto fue lo que salió.

Espero que disfrutarán el capítulo.

Nos estamos leyendo.

Angel sin Luz/Blekk-Universe.