El salto cero a una galaxia muy muy lejana

Capítulo 1: Una calamidad anunciada

Sabíamos que venían, Shepard nos lo advirtió por mucho tiempo. He incluso Hackett y Anderson están arriesgando sus cuellos por el después de haber causado un desastre en Bahak.

¿Y que quiere que haga señor? Shepard tuvo que hacer lo impensable para detenerlos. Ninguno de nosotros es Shepard, y no creo que alguien pueda ocupar su lugar en el frente.

Estos eran los pensamientos no solo de estos soldados de la alianza, pero de muchos otros incluso de civiles. Aunque algunos descreditaban al héroe que había comprado valioso tiempo, logrando tirar a la basura el esfuerzo y sacrificio de muchos. La galaxia estaba en caos, los batarianos demandaban su cabeza, Cerberus estaba enojado con su traición, la Ciudadela ya no lo reconocía y la Alianza lo puso en juicio.

Pero no todos habían ignorado su aviso desde la batalla en la ciudadela contra el Soberano hace más de 2 años desde comandos, mercenarios, corporaciones, criminales y otros; todos se preparaban para la llegada inminente de los segadores. Desde intentos de escape como la Iniciativa Andrómeda, sacar ventaja como Cerberus u otros como los Espectro preparaban sus arsenales para la batalla que se avecinaba.

Así pues llego un día como ningún otro y todo empezó cuando la estación Arcturus, la capital de la Alianza de Sistema, la organización que representaba a la humanidad fue atacada. El enemigo atravesaba el relé con sus naves una a una, se esperaba que atacaran pronto pero no tan pronto; los segados habían tomado a los humanos por sorpresa los almirantes desplegaron a sus fuerzas de las 3 flotas para plantar cara y expulsar al enemigo.

-La quinta se mueve a interceptar, cruceros muévanse. Hay que tenemos que golpear rápida y contundentemente; transferiré mi acorazado a la tercera para mayor poder de fuego ¿Cuento con la tercera para dar el tiro de gracia?- Hackett pregunta a sus similar de la tercera, pero es interrumpido por quien dirige la 2ª.

-La segunda interceptara al enemigo, pudimos con los turianos en Shanxi y con los segadores no será diferente - Su almirante pregonaba para animar a sus tropas

-No te adelantes demasiado, sería mejor que me concretáramos los acorazados para mayor poder de fuego- Decía desde la tercera su almirante.

- No es necesario, tú ataca a distancia y nosotros los debilitaremos para que tu termines el trabajo- Con confianza respondía la segunda

Y así el intercambio de disparos comenzó la segunda al frente, la quinta seguía detrás para forzar a la segunda y la tercera esperando la oportunidad para dar el golpe que eliminara a los enemigos. Y parecía funcionar al inicio. Los segadores desplegaron sus naves pequeñas sus oculus y la alianza respondió enviando sus cazas tridentes.

Desde la estación se observó a las 2 fuerzas enfrentarse, las evacuaciones y los protocolos se activaron. Pero pese al peligro había un orden porque parecencia que la estrategia de las fuerzas de la marina podría hacer frente al enemigo y tal vez hasta por un momento se creía posible ganar. La alarma de Shepard tal vez era demasiado exagerada, el enemigo podría ser vencido; pero pronto la ilusión se acabó.

Los Segadores, sus fuerzas innumerables, su tecnología más avanzada y su poder de fuego devastador. Y con una sola ronda de fuego muchas naves cayeron, tal vez los cazas podrían enfrentar a sus equivalentes pero uno a uno más segadores llegaban y con ellos más fuerzas.

De que servía si podía vencer en uno a uno si otro tomaría su lugar, pero no, así no era. El enemigo era poderoso y la memoria de la primera batalla contra un segador regreso. Al primer segador, el Soberano, aquel segador requirió la fuerza combinada de la quinta para derribar a uno y ahora entre tres no podían detener al enemigo.

No importaba si pedían refuerzos de la primera o su se reagrupaban con la cuarta en la tierra, el enemigo era numeroso, las bajas se acumulaban, el almirante de la tercera había caído, y entonces las líneas colapsaron, el caos se desato en la estación todos querían escapar y los pocos que mantenían la cordura optaron por enviar mensajes con sus últimas palabras ¿Y la razón? Es que los segadores se estaban abalanzado sobre ellos a toda velocidad.

Y desde su puesto el almirante Hackett vio como sus flotillas eran destruidas una a una, además de como la segunda era separada de la tercera y la quinta. – ¡Almirante Hackett requiero ayuda nos están diezmando!- Era el almirante Drescher exclamaba por apoyo.

-Kastanie, no puedo. Los segadores están atacando a la Logan por darte fuego de apoyo y Nitesh cayo. A este paso perderemos las 3 flotas, lo siento pero debo pedirte que cubras la retirada mientras los segadores los destruyen hare que las otras dos se retiren.- Hackett solicitaba tratado de mantener la mayor seriedad posible

Al almirante Kastanie esta solicitud le cayó de manera imprevista, pero Kastanie Drescher no era incompetente, reconoció la situación y acepto la solicitud. –Entendido Steven, te daré tanto tiempo como sea posible. Apresúrate en lo que los segadores están atacando la estación y a mis fuerzas; Kastanie fuera-

Y así Hackett ordenó la retirada, mientras al mismo tiempo la estación era destruida llevando se consigo a más de 45,000 personas desde visitantes, civiles, diplomáticos, fuerza de seguridad, parlamento e incluso al primer ministro.