Los personajes y la historia no son míos, pertenecen a Masashi Kishimoto y Caridad Bravo Adams respectivamente. Un día me puse a ver una telenovela con mi mamá y de ahí salió esta loca idea xd Pasatiempos ya saben, espero que sea de su agrado y si no, gracias por leer de todos modos nwn

CAPITULO I

Itachi Uchiha era un joven de veintiséis años que acababa de hacerse millonario a partir de la inversión que hizo en restaurar un viñedo en un pueblo remoto a las afueras de Tokio y que poco a poco tomó presencia en el país con los vinos que fabricaba. Él había trabajado mucho y desde abajo para poder lograr una gran suma de dinero y tener una posición respetable en la sociedad japonesa todo esto con el objetivo de contraer matrimonio y mantener feliz a su novia Saiko y para demostrar a su padres, de quienes se emancipó a muy temprana edad, que podía forjarse un nombre propio y capital sin necesidad de ocupar la fortuna que poseían. Él había conocido a Saiko cuando empezó a elaborar sus planes para adquirir el viñedo, en ese tiempo pasó medio año con la familia Uzumaki ubicada en Tokio la cual estaba compuesta por Minato un hombre de negocios muy conocido en la ciudad y el cual contaba con múltiples bancos en el país; su esposa Kushina quien se dedicaba arduamente a mantener un perfil respetable ante la sociedad y su hijo Naruto quien se encontraba estudiando en el extranjero desde hace años. El matrimonio también había adoptado a un par de niñas las cuales eran primas y quienes perdieron a sus padres en diferentes circunstancias: estaba Saiko cuyos padres sufrieron un accidente automovilístico y quedó huérfana a los 6 años y por otro lado se encontraba Sakura a la cual su madre la había abandonado pues no pudo soportar más tiempo al lado de su padre que tenía problemas con el alcohol, este finalmente falleció por un coma etílico cuando Sakura tenía la misma edad que Saiko. Ambas se criaron juntas después de que la familia Uzumaki las adoptara, Kushina sin embargo siempre tuvo más simpatía por Saiko puesto que el matrimonio Uzumaki fue más apegado a los padres de ella y miraba con malos ojos el proceder de la madre de Sakura y el vicio que llevó al padre de esta a la muerte. Itachi conoció a la peculiar familia cuando estaba buscando generar un capital aceptable para poder empezar a echar a andar el viñedo, en ese aspecto Minato le ofreció su ayuda y apoyo dándole un empleo temporal y añadiéndole un préstamo más que suficiente para empezar el proyecto el cual Itachi pagaría una vez que la producción de vino diera sus frutos. Durante el medio año que pasó cerca de los Uzumaki, Itachi convivió con Saiko y Sakura, ambas chicas se encontraban en la flor de su juventud, las dos con dieciocho años recién cumplidos en ese entonces; Sakura era una mujer vibrante, espléndida, coqueta y muy simpática; encantaba a todo aquel que la conocía, era temeraria y resaltaba en todo lugar debido a su tono rosado de cabello, Saiko por el contrario era alguien sumamente reservada y recatada, siempre pensando en el qué dirán pues al ser educada por su tía Kushina adquirió costumbres que se suponían debían ser dignas de una Uzumaki y en aquel tiempo en un esfuerzo de Kushina por volver un poco a Sakura más como la forma en que era su prima decidió enviarla al extranjero a una escuela de modales por lo que Itachi pasó la mayoría de su tiempo con Saiko de quien finalmente se terminó enamorando y comenzó una relación a escondidas ya que la chica no quería anunciar nada hasta que este tuviera el suficiente dinero y reconocimiento para poder ser merecedor de casarse con ella y que sus tíos adoptivos no tuvieran ninguna objeción con eso.

Había pasado un año desde que dejó aquella casa sin embargo su relación con Saiko continuo con encuentros furtivos y visitas de un día en algún lugar privado, en ese momento estaba esperando poder verla otra vez ya que en la última ocasión en que se vieron ella le contó sobre un negocio que tenía en puerta y quería llevar a cabo para obtener su propio dinero como él pero para eso requería una fuerte suma de dinero que él le dio sin dudar pues quería complacerla en todo, además le reveló la mejor noticia de su vida: iba a ser padre, Saiko tenía un mes de embarazo. Emocionado como estaba sólo esperaba la confirmación de parte de ella para poder alistarse y prepararlo todo para pedir su mano mas lo que recibiría ese día iba a ser todo lo contario a lo que imaginaba. Uno de sus empleados, Suigetsu, fue hasta su despacho para entregarle una carta urgente que había llegado de Tokio, Itachi muy emocionado abrió la carta esperando que fuera la respuesta que tanto esperaba pero no resultó serlo, la carta decía lo siguiente:

Itachi:

Sólo quiero que sepas que lo he pensado mejor y no me voy a casar contigo, la verdad es que nunca sentí nada por ti sólo fue una simple atracción. Nunca hubo un embarazo, me equivoqué, además me voy a casar con quien sí me interesa y me hace sentir lo que tú nunca me hiciste sentir así que espero que te quede claro que no quiero verte nunca más ni saber nada de ti. Por cierto el negocio que te mencioné no se pudo lograr y tu dinero se perdió.

Por favor ni se te ocurra aparecerte por aquí, sólo me traerías problemas, mejor compórtate como el caballero que siempre dijiste ser y olvídalo todo.

Adiós.

S.

Cuando terminó de leer la carta estuvo un momento en shock, no podía ni quería creer lo que decía esa carta. Su primer impulso fue querer salir corriendo a donde ella se encontraba para aclararlo todo pero por lo que decía la carta era verdad sólo le llevaría problemas, hasta en ese momento tuvo consideración con ella. Dejó la carta en su escritorio y salió del despacho directo a la barra de bebidas que tenía en el salón y de ahí no se movió.

Después de un tiempo sus empleados estaban preocupados por él, Suigetsu, su hombre de confianza lo trató de retirar de la bebida en más de una ocasión, por otro lado Karin, que era otra de sus empleadas más leales se empeñaba en llevarle comida que él simplemente rechazaba. Sumido en la depresión como estaba, ambos empleados temían que Itachi cometiera un acto contra sí mismo por lo que se dieron a la tarea de contactar a algún familiar, sin embargo sólo sabían que tenía un hermano del que siempre hablaba pues al parecer la relación con sus padres no era buena. Ambos buscaron entre sus cosas algún número o dirección a donde comunicar el estado de su patrón, al parecer el hermano menor del joven Itachi, Sasuke Uchiha, vivía desde hace tiempo en Inglaterra por lo que no perdieron más tiempo y decidieron enviar una misiva urgente para que viajara cuanto antes a Japón para ver a su hermano. En cuanto Itachi se enteró aceptó la buena intención que tenían Suigetsu y Karin con él por lo que él mismo escribió el mensaje para que su hermano lo visitara cuanto antes pues tenía la idea de que quizá él sabría qué hacer y cómo sacarlo del hoyo en el que había caído.

-0-

Eran las siete de la mañana en Londres, Inglaterra, un joven de cabello azabache y ojos como el carbón acababa de tomar una ducha y alistaba sus cosas para empezar su primer día como jefe de la empresa Uchiha UK, la cual pertenecía a su familia. El joven había recibido su educación casi totalmente en el extranjero, sus padres, que vivían en Japón pero viajaban constantemente alrededor del mundo, sólo lo tenían a él como heredero (luego de que su primogénito cortara relación con ellos después de una fuerte discusión con el patriarca de la familia) así que lo enviaron a Inglaterra exclusivamente para que tuviera una formación académica acorde a los negocios familiares ya que llegado el momento tendría que saber cómo hacerse cargo de todo. Esa mañana había estado teniendo un presentimiento extraño sin embargo lo alejó pensando en que era el simplemente aceptar que su vida sería desde ese momento una constante e interminable molestia por velar por los negocios de sus padres, pese a que estaba acostumbrado prácticamente desde el día de su nacimiento aún no lo asimilaba del todo. Bajó con calma las escaleras de su departamento rumbo al garaje del edificio en el que convivía con más jóvenes que iban a la misma universidad que él, pronto también tendría que mudarse del lugar, iba pensando en cuánto cambiaría su vida desde ese día cuando en el descanso de las escaleras tropezó con un rubio de ojos azules.

-¡Sasukeee! Qué bueno que te encuentro.- dijo muy animadamente el chico, era Naruto Uzumaki su ahora ex compañero de clase con el que había cursado varias materias en la universidad y entablado cierta amistad a pesar de tener personalidades totalmente opuestas.

-Hum- contesto el pelinegro a modo de saludo- ¿por qué lo dices?- preguntó mientras lo rodeaba para seguir bajando los escalones.

-Espera, esto es importante- Naruto dio media vuelta siguiendo a su amigo- ayer llegó esta carta dirigida a ti- dijo mientras rebuscaba en el bolsillo de su pantalón- me parece que es urgente.- le extendió el sobre con un sello rojo muy visible.

Sasuke tomo el sobre viendo la información de su procedencia y al darse cuenta de dónde provenía se detuvo en seco.

-¿Por qué no me entregaste esto antes?- preguntó molesto mientras abría el sobre y desdoblaba el papel.

-Ahhh bueno, verás, lo que pasa es que estaba muy ocupado por mi mudanza ¿ya te conté que finalmente regreso a Japón? Tengo que empezar a ocuparme del negocio familiar como tú entonces tenía que dejar todo listo para cuando…- empezó a explicar rápidamente pero se detuvo al ver que su amigo no le prestaba más atención.

Sasuke había empezado a leer la carta que contenía la letra de su hermano Itachi, ansioso pasó sus ojos por cada renglón de esta sin entender del todo el contenido, Itachi le pedía urgentemente que fuera a verlo pues era algo de vital importancia, había surgido un problema con el asunto que le había contado hace tiempo. La última vez que tuvo contacto con su hermano fue meses atrás, si bien desde la pelea de Itachi con su familia a Sasuke le tenían determinantemente prohíbo volver a hablar con él siempre se las ingeniaban para no perder el contacto, en el fondo los hermanos se querían y no estaban dispuestos a romper el lazo de amistad y hermandad que los unía desde siempre. Ellos mantenían contacto a partir de cartas dado que los lugares en los que frecuentaba estar Itachi era raro recibir alguna señal satelital, prefirieron mantener la comunicación por ese anticuado medio para evitarse intentos fallidos, sumado a que él prefería esconderse del mundo hasta que tuviera lo que quería conseguir. Lo último que supo de su hermano era que por fin había podido posicionarse dentro del negocio de la vinatería al adquirir su viñedo y empezar una venta exitosa de su producto además de contarle que había encontrado, luego de mucho tiempo en soledad, a la persona con la que quería compartir su vida. Itachi por fin tenía el capital suficiente y la posición social que tanto buscó por su cuenta al igual que una compañera que aparentemente lo hacía feliz y venía de buena familia, en el fondo Sasuke esperaba que todos estos elementos dieran pie a una reconciliación de la familia con su hermano, razón por la que esperaba una carta donde le comunicara sus próximas nupcias en vez de ese llamado urgente. Se quedó estático por un momento… Recordó el mal presentimiento que tuvo al iniciar el día, pero negándose de nuevo lo retiro sacudiendo su cabeza, seguramente no esperó más y decidió casarse antes de que sucediera cualquier otra cosa manteniendo en anonimato todo y sin invitar a nadie incluso a él o podría ser que tuvo algún problema con su negocio y necesitaba ayuda… ayuda que no pediría a nadie más que a él. Considerando todas esas posibilidades entre otras más dobló la hoja que tenía en sus manos y la metió de nuevo en el sobre, fuese lo que fuese no iba a quedarse con la duda y asistiría al llamado de su hermano pues sabía que Itachi también lo haría por él si se lo pidiera, sin dudarlo. Dio media vuelta y subió a prisa los escalones hasta su departamento.

-Hey, espera ¿qué sucede?- Naruto fue detrás de él apresurando el paso para que no lo dejara fuera.

Una vez dentro Sasuke empezó a preparar sus maletas lo más rápido que podía, Naruto se había quedado en la puerta sin saber qué estaba pasando, seguramente la carta debía contener una mala noticia.

-Oye Sasuke… disculpa por no haberte entregado antes la carta…- empezó pensando en que la había regado de verdad y llegando hasta donde estaba su amigo.

Sasuke se detuvo en su quehacer y lo vio de reojo, suspiro y mantuvo su expresión seria pero no del todo molesta, no tenía tiempo de empezar una discusión con su amigo respecto a que cuando un papel dice urgente debe entregarse en el momento sea cual sea la condición.

-No importa, de verdad espero que no sea nada grave pero tengo que irme cuanto antes, mi hermano necesita mi ayuda- dijo seriamente y reanudó lo que estaba haciendo.

-¿Itachi? ¿Qué no estaba muy feliz con su viñedo y próximo a casarse?- preguntó sorprendido.

-Así es pero al parecer surgió algo, no explica qué pero requiere que vaya cuanto antes.- Sasuke había terminado de llenar sus maletas y ordenar todo lo que necesitaba para su viaje.

-Entiendo… pero ¿no se supone que hoy iniciarías tu trabajo en la empresa de tu familia? ¿Qué pasará con eso?

-Mi hermano es más importante que cualquier otra cosa- contestó entre dientes con fastidio, justo en ese momento no tenía interés en alguna otra cuestión.- además puedo avisar que decidí tomarme un tiempo de descanso entre la escuela y el trabajo, después de todo mi madre lo sugirió al saber que no tendría ningún día libre entre la graduación y al iniciar mi primer día en la empresa.- explicó rápidamente.

-Ya veo, siendo el caso sabes que cuentas conmigo- dijo Naruto recobrando el ánimo- además si es que vas a regresar a Japón puede que te vea de nuevo ahí, recuerda que te estaba contando que finalmente tengo que volver, mis padres también quieren que inicie en el negocio familiar y me pidieron que fuera cuanto antes.- continuó con una sonrisa mientras posaba sus dos brazos tras su cabeza en una actitud despreocupada.

Sasuke sonrió levemente, no esperaba necesitar la ayuda de su amigo pero si fuera el caso le agradaba contar con alguien aparte de sus padres en su estancia en ese país, pero no iba a demostrarlo.- No creo necesitarte para nada, pero en cambio si llegara a requerir los servicios de un banco no dudes en que acudiré al de tu familia.- dijo con cierta sorna.

-Oh vamos Sasuke, la verdad es que me da mucha curiosidad conocer el viñedo de tu hermano, al menos una vez allá podría ir a darme una vuelta y conocer por fin al famoso Itachi Uchiha…- empezó a quejarse Naruto.

-Eso ya lo veremos después, andando, tengo prisa.- respondió Sasuke con su típico tono irritado y empujando a Naruto fuera de su apartamento con las maletas, cerró con seguro su puerta, después mandaría a alguien para desalojar todo lo que faltaba. Continuo el camino fuera del edificio acompañado de su amigo que no dejaba de pedirle la dirección en la que estaría cuando arribara a Japón.

-0-

En la hacienda Itachi se encontraba bebiendo su segunda botella del día, no podía con ese dolor, ni siquiera se había sentido así de mal cuando tuvo la discusión que rompería los lazos con su familia definitivamente. Él había luchado intensamente por no seguir las normas familiares, por buscar su lugar, encontrar a la persona a la que él decidiera amar por voluntad propia y hacerse de su propio dinero y justo cuando pensó que lo había conseguido todo resultaba que solo fue una mentira. Habían pasado varios días desde que había enviado la carta a su hermano y no había obtenido respuesta sin embargo sabía que él llegaría tarde o temprano aunque quizá, por el estado en el que se encontraba, esta vez Sasuke llegaría tarde. Cada vez se le hacía más difícil no reaccionar, tomaba para intentar olvidar pero sobre todo para no estar en condiciones de hacer nada, sólo que olvidaba que en ocasiones el alcohol te da ese empujón que no puedes dar en pleno uso de tus facultades. La desesperación sólo aumentó con el paso de los días y ese en especial se sentía más miserable, no iba a soportarlo un minuto más, tomó todas las cosas que tenía de Saiko y las juntó en una caja; había una foto que le entregó cuando se separaron y él fue a vivir a esa hacienda para empezar a echar a andar el viñedo, estaba un dije en forma de S con una cadena de plata que le había dado como "muestra de su amor", varias de las cartas que le había mandado cuando estaban distanciados… Todo eso ya no importaba, tomo alcohol de la misma botella de la que estaba bebiendo y dejó caer el líquido sobre esas cosas, después encendió un cerillo y lo tiró dentro viendo como rápidamente las cartas eran consumidas por el fuego.

-Señor Uchiha…- dijo una voz detrás de él, era Suigetsu que como cada mañana iba a revisar cómo se encontraba su jefe, al ver el fuego se alarmó- ¡¿pero qué está haciendo?!- grito mientras corría a ver qué era lo que se estaba quemando, al mirar la foto y las cartas no le pareció raro- señor, no puede hacer esto aquí, el fuego podría expandirse.- Fue directo por el florero más cercano para arrojar el agua que contenía.

-Déjalo- pronunció con voz grave Itachi- ya no importa. ¡No importa si todo se quema, no importa si se quema la casa, yo, el viñedo, todo!- se le quebró la voz al final y se giró hacia la cantina para sacar otra botella y comenzar a beber.

-Nos importa a nosotros, señor- replico Suigetsu mientras apagaba el fuego con el agua del jarrón- no puede seguir así, una mujer lo dejó pero no es el fin del mundo. Usualmente uno se pone un par de botellas y al otro día uno busca a la siguiente.-Suigetsu miró la caja chamuscada por el fuego, y sacó lo poco que quedaba de aquella foto, sólo quedaba la parte en la que se podía apreciar el collar con la letra S colgando del cuello, mismo que se encontraba en la caja caliente por las llamas; sacó el collar, el pedazo de la foto y los puso en el escritorio.

-No importa nada, nada…- siguió diciendo Itachi entre trago y trago con voz quebrada- ¿qu- qué haces?- le preguntó molesto mientras veía como Suigetsu sacaba lo que quedó de su purga de objetos.

-Pues esto fue lo que "sobrevivió", oiga puede que todavía valga algo ¿no cree?- dijo sosteniendo el collar por la cadena.

Itachi se acercó a él, mirando el objeto fijamente pensó en todas las veces que vio a Saiko quitarse ese collar antes de estar con él, en las promesas, las muestras de afecto, en todo y no podía creerlo, no estaba dispuesto a creerlo al menos no si no venía de su boca. Ella se había quedado clavada en su corazón como nunca nadie antes, por ella encontró otro motivo para salir adelante con sus planes y le regresó la sonrisa que algún día creyó perdida para siempre. De repente tuvo la esperanza de que la carta fuera una mentira o algo diseñado por alguien para evitar su felicidad, sabía que no estaba bien porque la esperanza si era en vano lo haría sufrir el doble del infierno que ya vivía pero no estaba dispuesto a aguantar más. Rápidamente fue hacia los cajones de su escritorio, rebuscó en ellos como pudo para encontrar la llave de su auto, cuando la encontró salió tambaleándose y chocando con los muebles.

-Señor, deténgase no puede ir así- Suigetsu intentó detenerlo pero fue impedido de un empujón. Itachi iba lo más aprisa que podía y aún ebrio contaba con la fuerza suficiente para que no lo detuvieran. Llegó a su auto y arrancó velozmente, aunque le causara problemas a Saiko ya no dejaría las cosas así, debía saber la verdad. Perdóname Sasuke, fue su pensamiento antes de salir disparado pues sentía y sabía que quizá aquello que estaba haciendo por impulso y en ese estado no saldría del todo bien, en el fondo de su corazón lo que le importaba más que Saiko era su hermano y aun así no pensó dos veces si lo que iba a hacer aclaraba todo y le traía de nuevo su felicidad perdida.

Suigetsu se levantó como pudo después del empujón y escuchó el rechinar de las llantas del auto de Itachi cuando partía, temía que nada saliera bien y si algo pasaba no sabría qué hacer.

-¡Karin!- gritó dirigiéndose a la entrada.

-¿Qué pasa? ¿Qué sucedió?- pregunto Karin saliendo de la cocina y caminando rápidamente hacia su dirección.

-El señor Uchiha salió- respondió mirándola con preocupación- iba muy alterado y borracho…

Karin lo miró con la misma preocupación- Tenemos que hacer algo, decirle a alguien más…- dijo con preocupación.

-Se supone que su hermano viene en camino- dijo Suigetsu con pesimismo- sólo esperemos que no haga alguna tontería o le pase algo.- Ambos suspiraron con frustración.

-0-

Después de trece largas horas debido a una pequeña demora en su vuelo, Sasuke al fin había llegado a Japón, era de noche y a pesar de que le urgía llegar a donde se encontraba Itachi prefirió descansar unas horas pues el transporte hacia donde se encontraba el viñedo de Itachi salía al amanecer, de todas formas el viaje hasta allá no era muy largo, a lo mucho dos horas en tren, lo realmente difícil sería adentrarse a la zona boscosa y pedir indicaciones de cómo llegar a donde se encontraba la casa, por suerte contaba con un conocido cerca del área a quien podía recurrir.

A penas dieron las siete en punto de la mañana Sasuke se levantó, trataría de tomar todo con calma diciéndose a sí mismo que todo estaba bien que cualquier problema que pudiera tener Itchi lo resolverían entre los dos. Se dio una ducha, organizó nuevamente sus maletas y fue rumbo a la estación donde abordaría el tren que lo llevaría hasta su destino. Pasadas dos horas de viaje pudo dirigirse hacia la capital del poblado, afortunadamente ahí todavía contaba con las amenidades de la tecnología. Había citado a su conocido en un café para que lo acompañara y no tuvo que esperar mucho para que apareciera.

-Sasuke Uchiha- escuchó que lo llamaban y levantó la vista hacia el sujeto. Era un hombre nada agraciado, alto y fornido con semblante serio. Sasuke se levantó de su asiento para hacer una leve inclinación.

- ¿Tú eres Kisame?- preguntó

-Soy yo… ¡Vaya! llegué pensando en que tardaría en reconocer al hermano de mi amigo pero son como dos gotas de agua por eso te reconocí al instante- comentó con humor, al parecer su apariencia sólo era una fachada- sólo que debo decir que Itachi sin lugar a dudas se ve más anciano.

Sasuke torció un poco los labios para disimular la sonrisa.- Kisame, es un gusto. Supongo que el trabajo ha sido demasiado para él.

-No tienes idea, desde que llegó no ha hecho más que trabajar día y noche, transformó el lugar de pies a cabeza, bueno, es un decir pero ya lo verás.- Sasuke asintió, comenzaba a sentir cierta urgencia por llegar y sumado a la apuración que tenía por ayudar a su hermano también tenía pegada la curiosidad por saber qué clase de sitio tendría Itachi como nuevo hogar. Sin perder más tiempo se retiraron del café y fueron por fin rumbo a la casa de su hermano.

Una vez alejados del centro, Kisame llevó a Sasuke por un sendero sumamente irregular, durante el camino se asombró por la inmensidad de los árboles que abundaban en todo el sitio pero sobre todo por la increíble vista de las montañas, sin duda Itachi había planeado muy bien dónde quería pasar toda su vida y no lo podía negar, tenía el mejor sito. Después de manejar al menos otros 15 minutos llegaron al extenso terreno que le pertenecía a su hermano, por fortuna Kisame contaba con un jeep para trasladarse por el terreno sino hubiera terminado terriblemente cansado por la larga caminata. Kisame le señaló parte de la extensión del viñedo de su hermano, le explicó más o menos cómo se llevaba a cabo el proceso, por dónde se encontraba la bodega, la fábrica, todo. Pasado el lugar en que se producía el vino Sasuke por fin pudo divisar la casa, un tipo de hacienda, que era sumamente grande a decir verdad, no podía creer que Itachi eligiera eso, más allá de las necesidades del viñedo nunca imaginó que su hermano prefiriera un lugar tan extenso se preguntaba si no lo sentiría demasiado solitario, vacío y deprimente como la residencia de sus padres. Kisame estacionó el jeep y descendieron con calma hasta llegar a la puerta cuando Sasuke iba a tocar con el puño Kisame le hizo un gesto para que fijara en lo que le señalaba, se percató de una campana. Claro, difícilmente escucharían cuando toquen la puerta siendo una casa tan grande, pensó, entonces comenzó a jalar de la cuerda para hacer sonar la campana. No pasó mucho tiempo cuando por fin atendieron, quien los recibió fue un joven de aspecto muy excéntrico para su gusto, tenía el cabello blanco y usaba una playera sin mangas, tenía un rostro cansado y sus ojeras eran notorias pero al ver a Sasuke sus ojos se abrieron en seguida por asombro.

-¡Tú debes ser Sasuke Uchiha!- dijo.

-Así es, vengo a ver a mi hermano Itachi, recibí una carta hace unos días- contestó.

-Y yo lo acompañé hasta acá para mostrarle el camino.- mencionó Kisame haciendo notar su presencia, él que ya había estado más de una vez en el lugar y conocía a Suigetsu muy bien.- Él es Suigetsu, uno de los empleados de tu hermano- explicó a Sasuke pues el aludido se encontraba todavía sorprendido por la visita.

-Estaba por presentarme- comentó Suigetsu haciendo un mohín, luego abrió completamente el portón para dejarlos entrar al vestíbulo – adelante señor Uchiha, Kisame.- miró con los ojos entre cerrados a este.

Sasuke entró a la casa y notó el aspecto tan rústico, sin duda al estilo que más le quedaba a Itachi, se giró para ver a Suigetsu- ¿Podrías avisar a mi hermano que he llegado?- pidió esperando verlo en ese intante, ya había esperado demasiado.

Suigetsu dio un respingo y su expresión se tornó nerviosa.- No puedo señor…- dijo en voz queda y bajando la mirada. Sasuke lo miró extrañado.

-¿Por qué no puedes?- preguntó.

-Pues…- no había considerado que le sería difícil explicar la situación una vez estando frente al hermano de su jefe, sabía que debía dejárselo a Karin en vez de que ella lo convenciera a él- Pues verá…- vaciló por un momento.

-¡Ya explica de una vez por qué no le hablas a Itachi!- exclamó Kisame con impaciencia.

Itachi no está…- murmuró Suigetsu, su gestó cambió a uno más nervioso e incómodo.- la verdad es que no esperábamos que tardara tanto en venir.- levantó la vista hacia Sasuke quien lo miraba sin expresión alguna lo que le alteraba más a lo ya posible.

-¿A caso salió?- preguntó Kisame confundido, que el supiera su amigo no le había avisado de algún viaje y no lo había topado durante su estancia en el centro del poblado. Suigetsu sólo se limitó a negar con la cabeza.

-¿Qué le pasó?- preguntó Sasuke sin rodeos y con voz dura.

Suigetsu se sorprendió ante sus palabras pero tomó aire y se armó de valor para relatar lo que no tenía idea de cómo decir con tacto- Itachi… el señor Uchiha- se corrigió- bueno, él… falleció…

Kisame frunció el ceño y se quedó estático por un momento.

-¿Pero qué estás diciendo?- preguntó con cierta burla en el tono- ¿cómo puedes decir eso?- volvió a preguntar con gesto severo pero al ver que Suigetsu no cambiaba su expresión de seriedad no pudo evitar abrir más sus ojos del asombro.

Sasuke callado y aun lado de Kisame mantenía la misma expresión de impacto. Itachi… muerto… No podía creerlo, hace tan sólo unos meses intercambiaron noticias uno del otro, se encontraba bien, próximo a casarse y con un negocio que estaba resultando un éxito. No podía ser posible sin embargo la persona que le estaba diciendo que su hermano había muerto no cambiaba esa expresión de seriedad. Lo creía, en el fondo lo sabía, lo intuyó desde el momento en que leyó la carta de su hermano que algo andaba mal más no podía aceptarlo en el momento.

-¿Por qué?- preguntó Sasuke mirando a Suiguetsu a los ojos- ¡¿Por qué?!- gritó al no obtener una respuesta inmediata- ¡¿Qué fue lo que le pasó a mi hermano?! ¡Responde!

-El señor Uchiha tuvo un accidente de auto- se apresuró a explicar Suigetso- había estado tomando por varios días y esa mañana tomó el auto y salió como alma que lleva el diablo, intenté detenerlo por el estado en que estaba pero no pude.- relató con cierta pena- En la carretera perdió el control y chocó de costado contra un árbol haciéndolo dar vueltas de campana. El auto se incendió. Lo siento- dijo con sincero dolor en la voz.

-Mi hermano no toma- dijo Sasuke secamente tratando de contenerse- ¿por qué debería creerte?- preguntó aún con expresión seria, seguía luchando internamente por el dolor que emergía por la noticia.

-Lo que pasa es que su novia lo dejó- respondió sin embargo el mismo se dio cuenta de que su respuesta sonaba demasiado absurda.- Mire, venga conmigo- le pidió a Sasuke que lo acompañara. Llevó a Sasuke y Kisame hasta el cuarto que Itachi usaba a modo de oficina. Una vez dentro Suigetsu se dirigió hasta el escritorio y les mostró los restos de la caja que había quemado Itachi días antes.

-¿Qué es eso?- preguntó Kisame.

-Las cosas que el señor Uchiha quemó de su novia- explicó- hace unas semanas recibió una carta que venía de Tokio, al parecer era de su novia que le decía que lo suyo había terminado. La verdad no sé muy bien cómo estuvieron las cosas pues el señor Uchiha desde ese momento empezó a beber y no paró, la mayoría del tiempo estaba ebrio, no comía, Karin y yo intentamos animarlo o hablar con él pero se negaba. La mañana del accidente primero había puesto todas las cartas que se intercambiaron, una foto y un collar en la caja y les prendió fuego, esto fue lo que pude rescatar.

Sasuke se acercó a ver los objetos, sólo había un montón de cenizas, la parte de una foto en la que el rostro de la persona había sido consumido por las llamas y un collar de plata con el dije de la letra S. Apretó su mandíbula, tenía demasiadas preguntas aglomerándose en su cabeza sin contar que el dolor lo empezaba a superar y quería respuestas lo antes posible. Volvió a mirar a Suigetsu tratando de mantenerse firme a pesar del dolor que estaba experimentando.

-¿Y la carta que le mandaron? ¿También la quemó?- preguntó como pudo.

-No señor, esa la guardó aquí, nadie más que él la ha leído, se lo aseguro.- Suigetsu fue rápidamente hasta uno de los cajones del escritorio y sacó un sobre amarillo que le entregó a Sasuke. Este lo tomó y sacó la hoja que contenía, empezó a leer y mientras más avanzaba sus dedos apretaban el papel cada vez más fuerte dejándolo muy maltratado pero sin romperlo.

-Es una…- masculló, intentó respirar profundamente. No podía creerlo ¿esa era la persona de la que su hermano le había hablado? En realidad parecían dos personas totalmente distintas, no creía que Itachi pudiera haber estado con alguien así ¿cómo era posible? Todo por lo que su hermano trabajó tan arduamente, todos los sueños y planes que le había confiado se habían desvanecido por culpa de esa persona. No sentía que podía contener más su enojo, su dolor, de un manotazo tiró todos los objetos que estaban en el escritorio- ¡Maldita! ¡Maldita sea!- bramó sin mesura, se paseó en círculos tomando su cabeza entre las manos.- ¡¿Cómo pudo hacerle esto?!- preguntó a todo pulmón mientras golpeaba sus puños contra el escritorio.

Suigetsu y Kisame se miraron ambos sorprendidos, era comprensible, había perdido a su hermano y, desde el punto de vista de Kisame, de una forma que parecía hasta inútil. Los dos sentían una inmensa curiosidad por saber qué tenía esa carta para haber provocado esa reacción en Sasuke y sobre todo, en cierto sentido, la muerte de Itachi, pero no era un buen momento para preguntar, ya habría más tiempo para las respuestas. Kisame miró a Suigetsu y le hizo una seña para que lo siguiera fuera de la habitación, Suigetsu captó en seguida y cerró la puerta tras de sí dejando a Sasuke pasar su dolor a solas.

-No puedo creerlo- dijo con molestia Kisame- Itachi era un gran amigo para mí casi… como un hermano, no puedo creer lo que ocurrió.

-Lo imagino, cuando escuché el auto del señor Uchiha salir tan deprisa sabía que no acabaría nada bien- comentó Suigetsu con tristeza- cuando nos avisaron que habían encontrado su auto quemándose no supimos que hacer o a quien recurrir, sabíamos que su hermano estaba en camino pero no cuándo llegaría.- continuó mientras ambos caminaban por el pasillo para volver al vestíbulo, aún se podían escuchar las maldiciones que profería Sasuke-

-Es una gran pérdida, sin duda- Kisame suspiró cansado- pero ahora tenemos que ayudar a Sasuke en lo que decida que hará- dijo cruzando los brazos- después de todo Itachi no tenía a nadie más que a él.- Suigetsu sólo asintió.