Capítulo 1. La oportunidad viene en papel.
Traducción oficial de "For he Love of Pikachu" de PokeMaster64. Ni la idea, ni la original del trabajo me pertenecen. Todos los créditos van para el autor. La traducción y adaptación al español es mi único aporte.
Desde hace mucho que leí esta historia llena de acción, drama, romance y aventuras. Estoy muy feliz de que el autor original me haya dado permiso de adaptarla al español (y su secuela y otras historias más) para que ustedes puedan disfrutarla tanto como yo la primera vez que la leí.
Espero les guste y le den su apoyo tanto al autor original (para que siga trayendo sus maravillosas historias) y me apoyen también, para seguir traduciéndolas para ustedes.
Era una agradable y tranquila tarde en la maravillosa región de Sinnoh. Los Starly dormían en sus nidos. Los Bidoof correteaban y jugaban cerca del arroyo. Tres personas caían desde el cielo. El… espera, tres personas caían desde el cielo.
Había, de hecho, tres personas cayendo desde el cielo, teniendo una aparatosa caída, milagrosamente, sobreviviendo al impacto. Salieron de debajo del suelo del suelo. Dos de ellos eran humanos, mientras que el tercero era un Pokémon. Era el Equipo Rocket, la malvada pandilla que robaba Pokémon, pero fracasaba miserablemente.
Jessie, James y Meowth se levantaron tosiendo tierra. Entonces, Jessie comenzó a despotricar.
–¡Esto es inaudito! Otra misión fallida para atrapar al Pikachu de ese tonto. Esto se está haciendo cansino.
James comenzó a desempolvarse.
–Bueno, en retrospectiva, estábamos algo cortos de dinero y no pudimos costear el aislamiento necesario para el robot.
Jessie tomó a Jemes por el cuello comenzando a sacudirlo violentamente.
–¡Esa no es excusa para no esforzarse lo suficiente para obtenerlo!
Meowth se desempolvó también.
–Relájate Jess, no necesitas reventarle la cabeza a James. –Jessie soltó a James y ve giró hacía Meowth.
-Esto es en gran parte tu culpa. -Meowth estaba completamente en shock y furioso.
-¡¿A qué te refieres con que esto es MI culpa?!
-Se supone que tú guardarías el dinero, pero decidiste gastarlo a nuestras espaldas para tu beneficio.
-No era mi culpa que estuviera hambriento, y no habría estado hambriento si de no ser porque cocinas como un Loudred en la cocina.
-¡¿Y eso qué se supone que significa?!
-¡Significa que cocinas horrible!
Los dos estaban tan enojados que se podían ver chispas saliendo de sus ojos, mientras, James se levantó, sin poder sentirse incómodo en esa situación. Es cierto que ellos tendían a pelear bastante, pero se volvió molesto desde las últimas veces que salieron volando. Después de verlos pelear por un par de minutos, James dijo:
–En realidad fue culpa de todos.
Jessie y Meowth voltearon a verlo confundidos
-¿Qué quieres decir? –Dijeron al unísono.
James se encogió de hombros. –Bueno, ya teníamos a Pikachu atrapado en la jaula a prueba de electricidad. Creo que estábamos tan entusiasmados de haberlo atrapado que no vimos cuando uno de los Pokémon de esos bobos se las arregló para entrar en el robot. –Jessie y Meowth se quedaron pensando sobre de lo que les acababa de decir, entonces, comenzaron a recordar lo que había pasado cuando atraparon a Pikachu esa mañana.
-Flashback-
El Equipo Rocket acababa de capturar a Pikachu en una jaula aislante y estaban huyendo en su robot. El aparato era enorme, pintado completamente de color azul con el logo del Equipo Rocket estampado en el frente.
Ash, Dawn, Piplup, Buneary y Brook perseguían a los villanos.
-¡Equipo Rocket, regrésenme a Pikachu! –Gritó Ash.
Jessie le sacó la lengua.
–No lo creo, bobo. Pikachu irá directo con nuestro jefe y no habrá nada que puedas hacer al respecto.
Ash gruño.
-¡Pikachu, usa Impactrueno!
Pikachu asintió.
-¡Pi-ka… chuuuuuuuuuu! –Lanzó su ataque, tras el cual no sucedió nada.
-Crees que somos tan tontos para para no ponerlo en una jaula a prueba de electricidad –Se burló James, mientras Pikachu gruñía -. Meowth, a toda máquina.
-Meowth, claro que sí –Pisó el acelerador y el robot comenzó a duplicar su velocidad.
El grupo se detuvo al ver cómo el robot se alejaba cada vez más.
-Rayos, ahora nunca podremos atraparlos –dijo Dawn.
-Debe haber una forma de alcanzar esa máquina –dijo Brook.
De repente, Dawn notó que algo faltaba.
-Chicos, ¿dónde está Buneary?
Ash y Brook voltearon a todos lados para percatarse que, efectivamente, el Pokémon conejo había desaparecido.
-¡Pi-plup! -Piplup señaló con una de sus aletas en dirección del Equipo Rocket, viendo cómo Buneary estaba sobre la máquina y entraba en ella por una conveniente ventila cercana.
-¿Qué está haciendo buneary? –preguntó Dawn.
-Debe estar tratando de salvar a Pikachu –sugirió Brook.
-Pues, espero que lo logre… -dijo Ash.
Por su parte, el Equipo Rocket se encontraba cantando una alegre tenada. "¡Tenemos a Pikachu! ¡Vamos a ser ricos, yo-ho!"… cantaban tan mal, que Pikachu no pudo evitar taparse las orejas por el dolor de cabeza.
Por el rabillo del ojo, Pikachu pudo ver cómo la ventila del aire se abría. Buneary apareció sigilosamente de ella guiñándole el ojo tiernamente.
-¡Pika! –Exclamó susurrando, feliz de ver a Buneary y algo avergonzado por el guiño.
Buneary saltó encima de la jaula e intentó abrirla. Sin embargo, la tarea resultó ser más difícil de realizar, más aún, intentando no hacer ruido.
Meowth volteó hacia la pantalla que tenía enfrente, alcanzando a ver a Buneary en el reflejo. Meowth se sorprendió y gritó:
-¡Chicos, el Buneary de la torpe está aquí!
Se giraron, sobresaltados de verla ahí dentro.
-¡Rápido, atrápenla! –Gritó Jessie.
James y Meowth asintieron y los tres saltaron sobre Buneary.
Actuando velozmente, Buneary disparó un Rayo de Hielo, congelándolos en su lugar. Entonces, cogió la jaula en la que estaba Pikachu y usó Puño Mareo para escapar por la ventana. Aterrizaron a salvo y Buneary llevó la jaula con los demás.
¡Pikachu, estás bien! –Exclamó Ash al abrir la jaula. Pikachu saltó hacia los brazos de Ash y lo abrazó-. Buneary, gracias por salvar a Pikachu.
-¡Pi-ka, Pika! –Le agradeció también Pikachu, haciendo que Buneary se sonrojara y cubriera su rostro con su esponjoso pelaje, riendo nerviosamente muy fuerte.
-¡Ahora Pikachu, usa Impactrueno!
-¡Pi-ka… chuuuuuuuuuu! –Lanzó su ataque eléctrico hacia el robot y con un estallido, el robot se hizo pedazos.
-¡El Equipo Rocket ha sido vencido otra vez! –Gritó el Equipo Rocket mientras desaparecían el aire con un pequeño brillo por un segundo.
-Fin del Flashback-
Jessie y Meowth volvieron a la realidad luego de su retrospectiva.
-Oh claro, ahora lo recuerdo –dijo Meowth.
-Por supuesto que lo recuerdas. Sucedió hace solo quince minutos –dijo Jessie golpeándolo en la cabeza.
-Mi punto es debimos ser más cuidadosos. Debimos tomarnos nuestro tiempo para planear todo antes de intentar atrapar a Pikachu –explicó James.
-¿Y cómo se supone que sabríamos que la Buneary de la torpe iba a meterse en el robot? –replicó Jessie.
-Personalmente, no me sorprende –dijo Meowth frotándose la cabeza-. Esa Buneary está enamorada de Pikachu. Yo habría hecho lo mismo si una hermosa Skitty o una Meowth hembra estuviera en problemas. –Una vez más Jessie lo golpeó en la cabeza, exasperándolo-. Quieres dejar de golpearme en la… ¿huh? Chicos, miren.
Ellos miraron a la distancia como un ave volaba hacia ellos. Tenía una cabeza emplumada de color blanco, el cual se extendía semejándose a una barba; y un pico amarillo. El resto era plumaje rojo con un pequeño punto aparentando un botón. Llevaba consigo una especie de saco.
-Es el Delibird del Equipo Rocket –dijeron al unísono.
-De De –gritó aterrizando frente a ellos, solo para ser acosado por el trio.
-Hey, Delibird, ¿no traerás algo de comida ahí, verdad? –preguntó Meowth.
Delibird sacó algo de su saco: una carta.
-¿Qué es esto? –chilló James. Meowth tomo la carta y Delibird alzó el vuelo inmediatamente.
-Espera, ¿no tienes porlo menos algo de comida para compartir? –Jessie comenzó a perseguirlo. De repente, tropezó con una roca y calló de cara al piso. Para cuando se levantó, Delibird se había ido. Jessie suspiró pesadamente.
-Meowth, ¿Qué hay dentro? –preguntó James.
-No lo sé, déjame ver –Meowth sacó una de sus garras y abrió el sobre-. No puede ser, es del jefe –Jessie se acercó, intrigada-. Veamos que dice-. Entonces, empezó a leer la carta con la voz del jefe.
Queridos Jessie, James y Meowth.
Estoy muy decepcionado con sus avances. Siguen sin capturar a ese Pikachu, no han atrapado ningún otro Pokémon y solamente gastan sus cheques en tonterías. Debería cortarles los fondos y despedirlos en este instante. Sin embargo, dado a que he estado de muy buen humor últimamente, les daré una última oportunidad. Dentro de este sobre encontrarán un cheque con cien grandes. Úsenlos sabiamente o de lo contrario…
Firma,
Giovanni.
El Equipo Rocket se quedó atónito por la cantidad de dinero que ahora tenían. Jessie tomó el cheque y comenzó a bailar alegremente.
-¡Sí! ¡Somos ricos! Vamos por algo de comer –antes de que Jessie pudiera correr al restaurante más cercano, Meowth araño su cara y le arrebató el cheque.
-Un momento, Jessie. Oíste lo que dijo el jefe: "Úsenlo sabiamente o de lo contrario…" No podemos simplemente gastar este dinero en comida.
-Meowth tiene razón –concordó James-. Podemos usar el dinero para finalmente atrapar a Pikachu.
Jessie suspiró.
-Está bien. ¿Pero en qué vamos a gastarlo? Aún con aislamiento, ellos encontrarán la forma de destruir nuestra máquina.
-Buen punto. ¿Qué sugieres que hagamos entonces, Meowth? –Preguntó James.
Meowth comenzó a pensar y pensar en la mejor forma de "invertir" el dinero. Entonces, comenzó a recordar lo sucedido la última vez. Luego de unos minutos, una bombilla apareció sobre su cabeza.
-¡Lo tengo! Y es a prueba de tontos.
-¿En serio? ¿Qué es? –Dijeron Jessie y James al unísono.
-Acérquense y se los digo –Ellos obedecieron y Meowth comenzó a susurrar para que nadie más los escuchara. Una vez terminó de contarles su plan, unas siniestras miradas se plasmaron en sus rostros mientras reían maniáticamente.
-Ten cuidado, Pikachu. Luego de ésta semana, estarás bajo una administración nueva.
Hasta aquí el primer capítulo. Espero les haya gustado.
Un abrazo y un beso.
Recuerden apoyar al autor original.
