Prefacio.

Hace dos años estuvo a punto de morir en un incendio, creyó que moriría cuando su novio huyo salvándose así mismo, sin embargo una extraña sombra se abrió paso entre las llamas y fue capaz de llegar a ella y sacarla, el fuego de alguna manera parecía respetarle, casi venerarle. Existen seres ocultos en las sombras, y no todos son inofensivos. Y eso Edward Cullen, un elemental del fuego, lo sabe.

Bella se creyó una chica más del monto, tenía todo lo que podía haber deseado antes del incendio que cambio su vida.

Era capitana de porristas, tenía por novio al capitán estrella de Forks High, y había conseguido entrar a la universidad que más deseaba.

Ella nunca imagino que su familia no era lo que decía ser, y mucho menos su vida no era lo que siempre pensó.

¿Podrá abrazar su destino y cumplirlo junto a Edward Cullen? El hombre que dice ser capaz de controlar el fuego y su alma gemela.

Todos han escuchado hablar de la magia y como esta corre entre generaciones con el fin de preservar el mundo como lo conocemos, al menos eso es lo que dicen los cuentos de hadas que un niño escucha antes de dormir.

Los elementales son seres con poderes afines a la naturaleza, protectores y dueños de la tierra, existen cientos de ellos ocultos en las sombras, se organizan en clanes y protegen sus tierras, son terriblemente celosos con sus posesiones, y no todos son inofensivos, existen elementales de luz y oscuridad.

Aquellos que han decidido proteger a la humanidad, y aquellos que han optado por revelarse sucumbiendo a la oscuridad.

Antes de leer debes de saber que existen cuatro tipos, en el transcurso de la historia se ira explicando más sobre ellos.

Elementales de Aire: Capaces de controlar la dirección de este, su destino.

Elementales de tierra: La naturaleza siempre será su mejor aliada, o su peor enemiga.

Elementales de agua: La vida siempre ha estado a su cargo, de ellos depende darla o quitarla.

Elementales de Fuego: Uno de los más poderosos y peligrosos, rigen al resto de los elementos debido a su temperamento y templanza, son capaces de crear llamas dónde no las hay.