La flor que crece en la adversidad es la más bella de todas.

Las mujeres chinas eran sumisas, no iban a la guerra y ni siquiera podían elegir ellas mismas a su futuro marido. En China una mujer no era nada. Pero las mujeres hunos eran iguales a los hombres. Mulan x Shan Yu

Lo personajes de la película Mulan no me pertenecen.

Basado en la historia de Whitetigerwolf ''El permiso'' por lo que Shan Yu en mi historia será conocido inicialmente en este historia como Battar.

La historia seguirá la trama original de la película, lo que quiere decir que nada de lo que ocurre aquí alterara de que ocurrió en la película a excepción del final XD claro.

Al principio de este fic Mulan tiene 10 años, 14 años al momento de casarse con Shan Yu y 15 al regresar con sus padres. Pero tengan en cuenta que era completamente normal para niñas casarse y tener hijos a esta edad en esa época, no solo en Europa, también en Japón y China.

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La obediencia era una palabra que debía describir a la mujer en todo sentido. Una Dama que quisiera brindar honor a su familia debía, sin ninguna objeción de por medio, ser obediente a su padre y hermanos varones si tenía, para después en un futuro obedecer a los deseos de su esposo.

Una Dama jamás deberá abrir la boca en presencia de un hombre porque una mujer no habla, una mujer no opina y una mujer no piensa, a no ser que así se le pida. Si ella quiere dar honor tiene que ser perfecta...llena de gracia, educada, paciente, cortés y gentil...pero especialmente debe ser devota a su marido.

Estar en desacuerdo de los deseos de su esposo o estar en contra de la orden directa de un hombre será deshonroso para su familia, y si la falta es grave podría manchar el nombre familiar de manera permanente, esto no deberá suceder nunca.

Una mujer nace para complacer a los hombres, debe ser una hija ideal, una prometida perfecta, una esposa modelo y una madre ejemplar...nada más...Una mujer no sale adelante por su cuenta, no aspirará a altos cargos, no logrará grandes cosas y jamás será digna de nada. Porque es una mujer.

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Esa había sido una mañana común, su madre Fa Lin abrió la ventana de su habitación para que fuese el sol con sus cálidos rayos el que la despertará, pero la pequeña niña simplemente hizo una mueca de incomodidad, frunciendo las cejas y se cubrió completamente con las sabanas ocultándose entre ellas mientras se volvía hacia el otro lado, tratando de ocultarse de la luz solar.

La mujer sonrío maternalmente mientras se acercaba lentamente hasta su hija, se veía tan linda cuando dormía pero ya era hora de que despertará. Por lo que se paro frente a su cama tomando la manta entre sus manos y la desarropaba, dejándola al descubierto, pero la niña se negó a moverse. Lin sonrío a la par que la meneaba gentilmente sujetándola del hombro haciendo que la niña finalmente se despertará con expresión somnolienta en su joven rostro, se froto un ojo con su puño mientras emitía un suave bostezo.

-Mulan debes levantarte, ya es muy tarde-Dijo Lin mientras doblaba las sabanas sobre la cama.

-Eh...¿Tarde para que?-Pregunto Mulan estirándose perezosamente emitiendo otro sonoro bostezo.

-Recuerda que iremos a la casa de Mai para...-La mujer no pudo terminar ya que Mulan prácticamente salto de la cama y corrió hacia el baño.

-¡Es cierto! ¡Lo había olvidado!-Chillo la niña desvistiéndose para darse una ducha. Lin no pudo evitar sonreír ante lo despistada que podía ser su pequeña a veces, tanto así que se le olvidaba el día que irían a visitar a su mejor amiga. Cuando salió, con ayuda de su madre Mulan se vistió con un lindo kimono floral y ato su largo cabello en un moño alto. Cuando se vio frente al espejo sonrío contenta.

-Vamos. Tú padre nos espera-Dijo Lin extendiendo su mano hacia su hija quién la tomó con alegría.

Cuando llegaron a la casa de la familia Chang, Mulan estaba muy emocionada por ver a su querida amiga por lo que tenía una sonrisa que no se le quitaba con nada. La casa estaba muy bien cuidada con un precioso diseño asiático, un patio espacioso y hermosas plantas decorando el lugar de estilo oriental.

-Bienvenido a mi humilde hogar Fa Zhou-Saludo Yo, el padre de Mai haciendo respetuosamente una pequeña reverencia junto a su esposa.

-Agradezco tú hospitalidad Chang Yo-Dijo Zhou imitándolo junto a Lin quién le indico a Mulan hacer lo mismo. Yo se enderezo y desvió su mirada hacia sus dos invitadas.

-Señora Fa, Mulan-Dijo en modo de saludo inclinando levemente la cabeza a lo que Lin respondió de la misma manera. Mulan le dirigió una mirada impaciente a su padre quién sonrío antes de dirigirse hacia el otro hombre.

-Yo ¿Puede mi hija Mulan ir a jugar con tu hija Mai mientras nosotros hablamos?-Pregunto cortésmente Zhou.

-Por supuesto. Mai se encuentra en el patio trasero-Dijo Yo haciéndose a un lado mientras le indicaba a la niña que podía pasar. Mulan embozo una sonrisa y fue rápidamente a buscar a su amiga. La encontró sentada en el jardín jugando con un par de muñecas de trapo, Mulan sonrío y se acerco a ella dando grandes pasos.

-¡Mai!-Exclamo captando la atención de la otra niña quién volteo a verla.

-¡Mulan!-Dijo la pequeña mientras su rostro se iluminaba al ver a su amiga, se levanto y la abrazo efusivamente, siendo correspondida por la Fa -Que bueno que viniste. Mira me compraron estas muñecas-Dijo Mai mostrándole los juguetes -Juguemos a la casita con ellas-Propuso.

-¡Si!-Exclamo Mulan y ambas comenzaron a jugar.

Hasta que a Mulan se le ocurrió ir a su casa para buscar más juguetes para acompañar a las muñecas, pero Mai tenía dudas al respecto no quería ser castigada, aun así Mulan insistió tanto que la otra niña termino aceptando. Así que mientras los padres de ambas hablaban pasaron silenciosamente por la sala hasta la puerta, abriéndola silenciosamente para no ser descubiertas en el apto y salieron a la calle.

-Mulan ¿Estas segura? Nuestros padres podrían enojarse porque salimos sin su permiso-Dijo Mai preocupada mientras se frotaba las manos nerviosa.

-Tranquila, iremos y regresaremos sin que se den cuenta-Tranquilizo Mulan restándole importancia con la mano. En ese momento tres niños algo mayores que ellas, pasaron a su lado jugando a las espadas tumbando a Mai en el proceso -¡Hey! ¿Qué les pasa?-Grito Mulan molesta mientras ayudaba a su amiga a levantarse, uno de los niños se giro hacia ella con el ceño fruncido.

-Callate ¿Quién te crees para regañarnos?-Espeto el niño molesto de que una insignificante niña les hablara de aquella manera. Entonces notó las muñecas que ambas traían, sonriendo málevolamente les arrebato las muñecas y salio corriendo.

-¡Hey!-Grito Mulan yendo tras él seguida de Mai que le pedía que se detuviera.

El niño corrió rápidamente intentando perder a las niñas pero sin éxito, por lo que al llegar al borde de la aldea tiro la muñeca hacia unos arbustos y se alejo con una sonrisa en el rostro. Mulan frunció el ceño y se adentro al bosque buscando las muñecas pese a que Mai le pedía que no lo hiciera, se tardaron varios minutos que parecieron eternos y al fin las encontró.

-¡Las encontré!-Exclamo Mulan alzando las muñecas victoriosa.

-Si, si, que bien. Ahora volvamos, nuestros padres se enojaran-Dijo Mai preocupada.

-Tranquila, estas exagerando-Dijo Mulan con una sonrisa y ambas emprendieron camino de vuelta pero cuando salieron del espeso bosque se encontraron con un panorama que no se esperaban. Ambas abrieron los ojos a su máximo punto sin poder creerlo.

Varios guerreros hunos estaban atacando la aldea, mucha gente corría y gritaba, se podían escuchar a los niños llorando junto a los gritos de los adultos. Mulan y Mai intercambiaron miradas asustadas, Mulan asintió con la cabeza dándole una mirada de ánimo a su amiga que ya comenzaba a temblar del miedo, Mai asintió con menos determinación.

Entonces se miraron una vez más antes de correr hacia la casa donde se encontraban sus padres, tenían que buscarlos porque su mente infantil creía firmemente que estarían a salvo una vez estuvieran con ellos, corrieron rápidamente esquivando a varias personas en el proceso junto a algunos caballos, logrando distinguir la casa a algunos metros adelante. Una sonrisa apareció en el rostro de Mulan pero antes de llegar se toparon con un guerrero Huno quién las miro directamente y ambas temblaron parando abruptamente.

Envaino su espada y rápidamente corrió hacia ellas y aunque intentaron correr él las alzo sin ningún esfuerzo tomándolas con sus brazos sujetándolas firmemente de sus vestidos y las coloco sobre su hombro llevándoselas consigo como si fueran dos sacos de papas, ambas gritaron y patalearon, pero sin éxito. Mai derramo varias lágrimas de miedo mientras que Mulan lloro de impotencia.

El Huno las llevo con sus compañeros, había un carruaje tipo jaula con varios niños y niñas encerrados, estos estaban chillando y llorando sonoramente, sus miradas estaban plagadas de miedo, entonces el Huno las tiro dentro del carruaje sin delicadeza, siendo rápidamente confinadas hay dentro.

-¡No! ¡Déjenos ir!-Grito Mulan aferrándose a los barrotes pero la ignoraron cruelmente.

-¡Mamá! ¡Papá!-Grito Mai derramando lágrimas asustada.

Entonces el carruaje comenzó a avanzar, ambas vieron con horror como su aldea se comenzaba a ver cada vez más lejana y en poco tiempo ya no fue visible, solo bosque y camino. Los niños gritaban y lloraban, pero Mulan trato de mantener la calma consolando a su amiga que se veía aun más asustada que ella.

Algunas horas después los Hunos les dieron agua pero más no comida y cuando lloraban mucho los mandaban a callar. Todos los niños temblaban visiblemente, Mulan soltó un profundo suspiro abrazando a su amiga contra ella, Mai parecía no poder parar de llorar, su destino era incierto y eso daba mucho miedo, incluso Mulan estaba aterrada.

Pero para alegría de los niños secuestrados en el camino fueron interceptados por una tropa Han quién enfrento a los Hunos que los tenían cautivos, muchos de los pequeños cantaron victoria muy pronto cuando algunos soldados abrieron las jaulas logrando sacar a varios niños, Mulan sonrío aliviada cuando vio a Mai siendo bajada en compañía de un soldado Han.

Pero cuando este se volvió hacia ella con la intención de sacarla una espada atravesó su pecho salpicando mucho sangre, los ojos de Mulan se abrieron con un gran horror ante la horrible imagen, pronto el soldado estaba muerto sobre el piso y detrás de él había un Huno que volvió a cerrar la jaula encerrando nuevamente a Mulan junto a otros niños que se habían quedado rezagados, y los Hunos en su escape se los llevaron.

-¡Mulan!-Grito Mai viendo como se llevaban a su amiga.

-¡Mai!-Grito ella igualmente al ver como uno de los Hunos que seguían combatiendo tomo a Mai alzándola sobre el hombro y se la llevaba con él -¡Mai!-Grito nuevamente pero la figura de su amiga había desaparecido entre todo el caos de la batalla.

Mulan callo de rodillas, temblando visiblemente mientras lágrimas inundaban sus blancas mejillas, se tapo el rostro llorando sonoramente. Algunas horas después llegaron a lo que Mulan pudo decir que era la aldea de los Hunos, estos los dejaron en un pequeña casa hecha de madera, la cual parecía un tipo de cárcel improvisada.

En ese lugar permanecieron por un par de días en los que solo les proporcionaban algo de comida y poco agua, todos estaban sucios y asustados, las condiciones no eran las más adecuadas especialmente porque no tenían un baño. Pero mientras algunos niños ya habían aceptado que morirían hay Mulan se negó a perder la esperanza.

Debía haber alguna manera en la que pudiera escapar, la que fuera, si lograba salir de hay y corría al bosque con algo de suerte podría encontrar algún batallón de reconocimiento Han y estos la llevarían a la seguridad de su hogar, con sus padres. Decidió escapar, por lo que penso en todas las maneras posibles en las que podría hacerlo, cuando vio la peineta que otra niña tenía en su cabello una idea brillo en su cabeza.

Tomando el objeto la utilizo para forzar la cerradura, tardo varios minutos en lograr que esta se abriera, siempre con el miedo de ser descubierta, cuando finalmente escucho el click indicando que estaba abierto su corazón dio un vuelco. Con emoción se volvió hacia los demás.

-Es el momento, debemos escapar-Les dijo.

-¿Estas loca? Nos matarán-Dijo un niño.

-Puede que esta sea nuestra única oportunidad, tenemos que hacerlo-Insistió Mulan.

-Eres un tonta, si quieres ve tu, pero nosotros nos quedaremos aquí. Alguien vendrá a salvarnos-Dijo el niño. Mulan frunció el ceño.

-Claro que no, solo podremos ser rescatados si salimos de aquí. De lo contrario jamás nos iremos-Dijo seriamente para luego volverse hacia el resto -Vamos, no tenemos mucho tiempo-Dijo Mulan intentando tomar la mano de la niña de la peineta pero un niño le golpeo la mano, apartándola.

-Eres una niña ¿Qué puedes saber tu de que es lo mejor? Yo digo que nos quedemos y esperemos la ayuda-Dijo el niño.

-Pero...-Iba a objetar Mulan pero el niño le dio un empujón nada suave.

-Si quieres vete, pero nadie ira contigo-Le dijo él. Mulan frunció el ceño y volteo a ver a los otros, todos parecían estar de acuerdo con aquel niño o estaban demasiado asustados para hacer algo.

Entonces decepcionada decidió que escaparía sola. Enseguida caminó sigilosamente hacia la entrada, abrió la puerta lentamente y sacó la cabeza para cerciorarse de que no había moros en la costa. Al confirmarlo, salió y cerró la puerta tras de sí, despacio para no hacerla sonar. Todo estaba oscuro, al parecer ya era de noche, pero era difícil saberlo ya que el cielo estaba muy nublado a causa de la fuerte lluvia que estaba cayendo.

Tomo una gran bocanada de aire observando momentáneamente las gotas de agua golpear el suelo. Y luego la carrera por la vida comenzó. En todos los lugares que pudo, se fue escondiendo para no ser descubierta. En la esquina de una cabaña tuvo que retroceder para ocultarse, porque dos guardias pasaron caminando. Cuando escucho que ya se habían alejado, siguió su camino.

Su corazón latió rápido cuando vio la entrada a solo unos cuantos metros frente a ella, una sonrisa de emoción se asomo en su rostro y salió corriendo lo más rápido que le permitieron sus piernas pero fue detenida abruptamente cuando una mano sujeto violentamente su cabello negro tirándola hacía atrás.

-¿A donde creías que ibas pequeña?-Se burlo un Huno sonriendo sádicamente. Este se veía muy joven, no debía pasar de los quince años de edad.

-¡AH!...¡Déjame!-Grito Mulan forcejeando con todas sus fuerzas para que la dejará ir.

-Ah...veo que eres luchadora-Dijo en tono divertido. Entonces Mulan tiro la cabeza hacia atrás, golpeando el rostro del Huno con mucha fuerza haciendo que callera al suelo embarrándose con barro, el chico se enojo.

Mulan corrió nuevamente pero el Huno corrió tras ella tomándola bruscamente del brazo deteniéndola, ella trato de soltarse pero él simplemente apretó más su agarre haciendo que chillara por el dolor en su brazo. Rápidamente él la tiro al suelo, haciendo que su rostro quedaba enterrado en el barro, manchando su kimono completamente.

Luego él la tomó por el cuello y la levantó, lo suficientemente alto, para ponerla frente a sus ojos. La niña experimento la cruel sensación de asfixia. Desesperadamente busco inhalar aire pero fue inútil, por lo que comenzó a patear con mucha fuerza logrando darle un certero golpe en el estomago provocando que la soltara, cayendo duramente contra el suelo.

-¡Pequeña estúpida!-Gruño el Huno. Dispuesto a golpearla pero antes de poder hacerlo recibió una fuerte patada de Mulan en su pierna que lo hizo caer nuevamente.

Apretó la mandíbula molesto observándola con ira, se levanto y antes de que ella pudiera levantarse la golpeo, dándole una patada en las costillas que la hizo rodar por el suelo. Mulan intento levantarse pero él le pego la cara contra el barro impidiéndole levantarse, por un momento penso que moriría ahogada por el lodo.

-Aki déjala-Dijo tranquilamente una voz detrás de ellos.

-Esto no te incumbe. Largate...-Gruño Aki aplastando con más fuerza su rostro contra el suelo, Mulan chillo.

-Recuerda con quién estas hablando-Dijo el recién llegado llegando hasta ellos para propinar una fuerte patada a Aki que lo hizo caer lejos de ella, Mulan inhalo aire profundamente apartándose del barro tosiendo varias veces -Ahora vete-Ordeno el Huno a Aki, que lo miro con enojo y de mala gana se fue cojeando del lugar. Entonces el nuevo se giro hacia la niña en el suelo -Lo que hiciste fue muy valiente o muy tonto...¿Podría saber como lograste escapar?-Cuestiono seriamente.

-A-Abrí...la cerradura...con una peineta-Murmuro Mulan recuperándose del anterior ataque.

-Eso fue muy ingenioso-Comento seriamente el mayor, la pequeña estaba empapada por el agua y el barro, estaba sumamente sucia y se podía notar que tenia hambre -Oye, tú…-Dijo con voz fría, no midiendo la severidad de la misma.

Mulan levantó el rostro, asustada. Pudo entonces el azabache contemplar su rostro con más atención. Pequeño, de tez blanca, un poco sucia, pero lo que más resaltaba de esa carita, eran aquellos enormes ojos negros. Examinándola bien, parecía el rostro de una muñeca de porcelana, un tanto sucia y descuidada.

-Ven conmigo-Ordeno en tono autoritario comenzando a caminar pero Mulan no se movió -Ven conmigo. Te aseguro que preferirás mi compañía que la de mis camaradas-Dijo a lo que ella dio un salto, se levanto y lo siguió. Él la guio hasta una casa muy bien dotada donde la presento a una amable anciana que los recibió una vez entraron.

-Abuela, encontré a esta niña Han tratando de escapar, es fuerte y decidida, quiero que la atiendas-Dijo el joven.

-Oh que bueno, ven mi niña-Dijo la mujer amablemente y Mulan aunque algo temerosa, la siguió.