Hola!

Vengo aquí con una nueva historia totalmente nueva. Mi nuevo y fuerte amor por She-ra tenía que ser plasmado, pero mi amor eterno por el Korrasami también, así que un crossover entre estas dos es la respuesta!

Ando trabajando desde hace unos días en este proyecto, que ya tiene 20 capítulos con guión, para que no pase lo mismo que con Poder...

Esta basado en un universo futurista dentro del mundo de avatar, así que todo llegará. Los que ya me han leído saben que no me gusta sacarme cosas de la manga, así que todo (o casi todo) tiene un por qué y un cómo.

Espero que este mundo les atrape tanto como a mí.

Verán palabras o términos "futuristas" (según yo) algunos son de mi invención y otros más de otros autores mejores que yo.

Disclaimer: La Leyenda de Korra Y She-ra y las Princesas del Poder, no me pertenecen. El siguiente trabajo es sin fines de lucro, lo único que gano con esto es sacar las voces de mi cabeza XD


Capítulo 1

Bienvenidos a Luna Brillante


─ Hola, Adora ─ Catra lucía su chaqueta de fibropiel negra favorita (la única que tenía, de hecho) sobre un top holgado blanco y un pantalón rojo desgarrado. Su cabello grueso y salvaje se acomodaba suelto sobre sus hombros y tras sus orejas negras. Iba descalza, como siempre. Y el accesorio que más le disgustaba a Adora, un collar de fibropiel negra también, con unas cadenitas remachadas cada tanto, y una sola piedra azul oscuro engarzada en un solo círculo en el centro con unas nervaduras, a modo que la circunferencia quedaba separada un par de milímetros de la piedra. Un adorno que lucía desde hace unos meses y que era delicado y rudo a la vez, Adora no dejaba de pensar "mascota" cada vez que lo veía. Catra la saludaba sentada desde lo alto del saliente de una de las columnas.

─ Hola, Catra ─ Aunque su voz sonaba ligeramente irritada, sus ojos azul pálido no dejaban de brillar ─ ¿No piensas entrar a la clase? ─ Un barullo se empezó a formar a su alrededor.

Catra saltó sin esfuerzo los cuatro metros que la separaban del suelo, cosa a la que nadie prestó atención. Se acercó a Adora y su cola se movía suavemente con forma de "S" a izquierda y derecha.

─ A Entrapta no le molestará que pierda una clase o dos ─ Le dijo con su usual voz suave y acariciadora. Adora era la única que no se enteraba que ese tono Catra solo lo usaba con ella.

─ Es la profesora Entrapta, y no puedes seguir perdiendo clases, Catra ─

─ ¡Oh! ¿Acaso la gran Capitana se preocupa por mí? ─ Ahora su tono era bribón e insolente, pero suave.

─ Déjala en paz ya, Adora, no se puede razonar con ella ─

─ Hazle caso a Chispitas, Adora ─ Cómo la irritaba cuando la arremedaba.

El barullo iba creciendo conforme los pasillos se iban llenando de estudiantes de secundaria y preparatoria. Estaban a punto de empezar el quinto y penultimo periodo de clases de la "mañana", que ya era mediodía. Al menos para personas como Catra. Durante la tarde se impartían más clases, se realizaban las actividades de los clubes y las deportivas. El pasillo estaba lleno de gente de todo tipo, ni Catra con sus orejas y cola, ni Glimmer con su cabello destellante eran de lejos de lo más extremo en cuanto a apariencias peculiares.

─ ¡Hola, Adora, Glim! ─

─ Hola, Asami ─ Saludó con gusto Glimmer. La chica de largo cabello quebrado y negro le dio solo una mirada de reconocimiento a la felina.

─ ¿Quieren ir a comer más tarde con nosotros? ─ Se refería a su novio Mako, capitán de los Hurones de Fuego, y algunos amigos más.

Catra se alejó sin decir nada más y cuando unos pasos ya las separaban, se volteó sin dejar de caminar y le lanzó un beso insolente a Adora, que puso cara de molestia, pero se ruborizó. Glimmer gruñó. Asami se río, un poco.

─ Ni siquiera entiendo por qué le hablas ─ La pelimorada se cruzó de brazos ─ Es horrible. No respeta a nadie, se la pasa en detención, solo nos molesta, es insoportable y se cree super por estar en el Club tecnológico ─ Asami se río más y Adora la fulminó con la mirada.

─ ¡Wow! ¿No están hablando de mí, verdad? ─ Bow llegó con varios libros en los brazos.

─ ¡Bow! No, tú sí eres genial ─ Glimmer se le lanzó al cuello al abrazarlo.

─ Glim sólo nos decía... ─

─ ¿Entonces te vemos en el Dragón Jazmín, hermana? ─ Adora tomó por los hombros a Asami y la interrumpió.

─ Sí, acabando el último periodo ─

─ Perfecto. Le avisaré a la Horda que empezaremos un poco más tarde ─

─ ¡Yey, Capitán! ─ Glimmer estaba emocionada. Comida deliciosa, el entrenamiento empezaría después. Una tarde increíble. Catra y las preguntas que había hecho y lo que Asami iba a decir ya se le habían borrado de la mente.

Asami se despidió con un movimiento de la mano. Ella tenía que ir a otro de los cinco edificios que componían el campus para tomar su clase de música, al menos para estudiantes de su grado. Había más edificios para los profesores residentes y los alumnos que no eran originarios de Ciudad Avatar. Todo el mundo en el pasillo se detenía para contemplarla. Era alta, era hermosa, tenía el cabello más perfecto, el novio más guapo, heredera de una vasta fortuna, presidente del Concejo Estudiantil, miembro honoraria del Club Tecnológico y campeona casi invicta del Club de Combate Mixto categoría Pure Power, su elegante conjunto de saco y falda tipo lápiz, atraía la mirada de todo el alumnado y profesorado. La Etoile de Luna Brillante.

Adora, por su parte, traía un pantalón de mezclilla gris pizarra, su chaqueta roja preferida y tennis blancos.

─ Vamos ya a la clase ─ Y casi se llevó a rastras a Bow y Glimmer al salón de la profesora Entrapta. Eran sus mejores amigos en el mundo, aunque tenían poco tiempo de conocerse. Ellos y su hermana mayor, Asami.

─ ¡Bienvenidos a la clase de tecnología! ─ La profesora Entrapta se desplazaba por encima de todos usando su largo cabello prensil. Adora no podía entender cómo todos los días podía mantener esa actitud, pero le agradaba ─ ¡Hoy veremos el magnífico tema del electromagnetismo aplicado a nuestra vida diaria! ─ Todos ya se habían puesto en sus lugares ─ ¿Quién puede dar ejemplos? ─

─ ¡Los trenes! ─

─ ¡Los SatoVEM*! ─

─ ¡Las plataformas de Pro control! ─

─ ¡Hornos! ─

─ ¡Telecomunicaciones! ─

─ ¡Motores! ─

─ ¡Escaneres médicos! ─ Adora participaba activamente en todas las clases que podía.

─ ¡Excelente! ─ Entrapta hizo unos movimientos con las manos y la pared inteligente empezó a mostrar imágenes de todo lo que habían mencionado terminando en un gran collage ─ Hay muchas aplicaciones para esta tecnología y una de las más explotadas actualmente es el transporte, tanto privado como público. ¿Quién puede decirnos cuál es el principio activo en los trenes y...? ─ La clase rápidamente degeneró en las matemáticas y la física involucrada en esos fenómenos, no todos eran capaces de seguir al detalle el conjunto de cálculos y formulas, pero se confiaban porque la profesora Entrapta tenía una curiosa forma de evaluar.

Bow era el mejor del curso en esta clase, seguido de cerca por Adora, que amaba las matemáticas y la física, pero no tenía un talento tan natural como Bow o la profesora... Le encantaban este tipo de materias porque con puro trabajo duro y esfuerzo podía mejorar, no había más. Glimmer ya añoraba sus pastelitos en el Dragón Jazmín, pero tomaba apuntes aburrida.

─ ¿Otra vez faltando a clases, Gatita? ─

─ ¿Y tú qué? ─ Catra se cruzó de brazos.

─ Yo no tengo ya cuatro faltas. Además a Tenzin no le molestará ─

─ Este es apenas la cuarta, ¿sí? Y a Entrapta tampoco la molesta ─

─ Sí, pero solamente tienes una más en el trimestre y apenas vamos a la mitad ─

─ ¿Y a ti qué más te da... ? ─ La profunda y oscura mirada azul se clavó en su heterocromía. Tuvo que morderse la lengua. Todavía le costaba trabajo controlarse ─ ¿Korra? ─

─ ¿No querrás que te castigue de nuevo, verdad, Gatita? ─ La de mirada azul se le acercó y la sostuvo por el cuello sujetando la piedra del collar. Catra se relajó completamente y su cola se movía tranquilamente, a pesar del tono íntimo y ominoso de Korra.

─ No, por supuesto que no, Korra ─

Estaban ya solas en los pasillos y Catra escuchó unos pasos a lo lejos, sus orejas se movieron solas y Korra la conocía tan bien que sabía que eso significaba que estaba escuchando algo que ella todavía no alcanzaba a percibir, pero si no decía nada, era porque no eran problemas. La morena agarró su cola y comenzó a acariciarla y apretarla un poco, lo que relajó todavía más a Catra.

─ Entonces hablarás con Entrapta para recuperar la asistencia con algo extra ─

─ Está bien ─ Y estaba a punto de empezar a ronronear cuando la soltó.

─ Buena chica ─ Korra le susurró al oído ─ Entonces al rato nos divertiremos ─

─ ¡Korra, Catra! Deberían de estar en sus clases ─

─ Hola, Vee ─ Korra saludó a la monitora en Jefe, Kuvira. Alumna de tercer grado de la preparatoria y encargada de la Brigada de Disciplina.

─ Hola, Korra ─ Suspiró ─ ¿Qué voy a hacer con ustedes? ─

─ ¿Qué tal si vamos a la biblioteca y no dices nada? ─ Catra tenía la mirada baja y estaba un poco sonrojada. Kuvira achicó los ojos.

─ Si no las veo ahí en mi ronda, las mandaré a detención ─ Les dijo muy seria y después sonrió ─ No llegues muy tarde, Catra ─ Ella solo le asintió.

Se fueron entonces por su camino. El campus era enorme, techos altísimos aunque hubiera segundo y hasta tercer piso en ocasiones. El arquitecto de la Academia Luna Brillante era un entusiasta de los templos Aire antiguos y las mega construcciones del antiguo Reino Tierra, por eso las dimensiones y el estilo amplio y despejado de los edificios, además de algunas torres como en el viejo Templo Aire del Sur.

─ ¿Y qué vamos a hacer aquí hasta que se termine el periodo? ─

─ Tú vas a estudiar para el examen de biología y yo iré a entrenar ─

─ ¿Qué, me vas a dejar? ─

La morena la acorraló contra la gran puerta de madera oscura y le acarició la mejilla, para subir hasta su oreja.

─ Recuerda nuestro trato, Gatita ─ La felina de nuevo bajó las orejas con placer ─ Te veo más tarde... Y no olvides entrar a la última clase ─

Korra se alejó tranquilamente con rumbo al gimnasio. Catra suspiró, tomó un segundo la piedra azul con sus dedos y entró de mala gana a la biblioteca y se puso a estudiar para su examen de la siguiente clase. Le molestaba mucho que la profesora de biología hiciera micro exámenes cada semana.

─ Catra... ¿y Korra? ─

─ Ella fue a entrenar, pero yo estoy estudiando, ¿ves? ─ Le enseñó de mala gana los apuntes que había hecho.

─ Está bien, Williams. No sé te ocurra faltar a tu siguiente clase ─ Le sonrió.

─ No, monitora ─ Catra también le sonrío... un poco.

─ Bien ─

Entonces Kuvira se alejó para seguir con su ronda y poder entrar a su siguiente clase. La verdad es que disfrutaba de la soledad de los pasillos y como todos se hacían a un lado cuando veían quién se acercaba y si eso no bastaba, la bandana de metal verde en el brazo adornada con un loto repujado en corte transversal era motivo mayor. Las bandanas de sus compañeros monitores eran plateadas. Trabajaba estrechamente con la presidente del concejo, al ser la encargada de la disciplina en todo el campus.

─ ¿No te parece que Catra se ve mucho más relajada? ─ Estaban ellas dos solas sentadas en una de las grandes mesas ovales de la cafetería del campus, El Dragón Jazmín. La mitad del asiento estaba pegado a la pared y la otra mitad eran bancos. La decoración era suave, con paneles de madera clara por todos lados y grandes lamparás que bajaban sobre cada mesa con luz amarilla y suave, muy clásico e íntimo, a diferencia de muchos lugares actualmente. Todos los asientos estaban tapizados en colores que representaban a las Cuatro Naciones Primigenias, índigo, el verde oliva cálido, un gris solo un tono más claro que el de la pizarra y rojo granate sin pulir, contrastando fuertemente con los paneles de madera. Asami prefería esta cafetería por sobre las otras tres disponibles, y a pesar de su popularidad, la gente la dejaba en paz en este lugar, por estar en las otras cafeterías.

─ ¿Qué? ¿Por qué dices eso de repente? ─ Sacó a Adora de su ensoñación sobre planear los siguientes entrenamientos.

─ Solo se me ocurrió ─

─ Creo… Parece que sí… Pero no me gusta como se junta con Arashi ─ Fruncía el ceño mientras miraba como Glimmer molestaba a Bow mientras esperaban las ordenes.

─ Creo que es ella la que ha servido para que Catra se relaje ─

─ ¿Ah, sí? Entonces bien por las dos ─ a Asami le divertía cómo su hermana se ponía siempre que mencionaban a Catra.

─ … ¿No piensas contarle a tus amigos de tu historia con Catra? ─

─ Es… Es-Es un tema delicado, ¿OK? Tú lo sabes… ─ La pregunta la tomó totalmente desprevenida.

─ Está bien. Solo te preguntaba. Tendré más cuidado cuando estén ellos… ─

─ Eres la mejor hermana qué pude tener… ─ le sonrió con cierta culpabilidad y pena.

─ Soy la única que hermana qué tienes, te pudo ir peor ─ Y aunque lo dijo con la mejor intención de hacer una broma, la mirada azul se puso triste.

─ Por lo menos yo pude tener una hermana... ─

Asami sabía que la historia de su hermana con la felina no era sencilla. Y que alguien le explicara si era cierto qué Korra tenía algo que ver con el cambio reciente en Catra, porque no lo entendía. Solamente sabía que desde que ellas dos se juntaban a finales del año escolar pasado, había dejado de tener encima un montón de papeleo por culpa de las dos. Se las veía caminando por los pasillos juntas, o Catra se sentaba en las gradas del gimnasio, alejada de todos, viendo y al final esperando a Korra para irse juntas después del entrenamiento.

Glimmer y Bow regresaron con los demás cuando ya tuvieron todas las ordenes listas. Ahora ya estaban todos sentados, se saludaban y trataban entre sí. Un grupo muy variopinto. Mako y su hermano, Bolin, llegaron junto a Opal, una chica tímida de primer año. En una mesa del otro lado del establecimiento, estaban Perfuma y Scorpia tomando un helado flotante, se reían y platicaban. Bow miraba interesado a Perfuma.

─ Así que estás disfrutando del paisaje ─

─ Solo estoy viendo ¿No tienes alguien más a quién ir a molestar? ─ Korra se río.

─ Ay, gatita, cuándo dejarás de negar lo evidente ─ Si sus orejas no fueran peludas, estarían rojas, pero solo las sentía calientes, y al final su cola la delataba al quedarse quieta.

─ No sé de qué me estás hablando. Yo no niego nada ─ Agachó las orejas y enroscó la cola alrededor de su cintura para que dejara de delatar sus emociones.

─ Cómo quieras... Es mejor para mí ─ Se le acercó más, subiendo a la última grada y se sentó a su lado. Adora estaba en su uniforme rojo de entrenamiento y usaba rodilleras negras en ambas piernas, gritaba indicaciones a sus compañeras y todos se estaban divirtiendo. Glimmer hacía gala de sus habilidades para acertar los tiros más lejanos.

Korra vestía su usual chamarra sin mangas de mezclilla azul, por como lucía, parecía que ella misma se las hubiera cortado (arrancado), y sus largos brazaletes azules. Unas botas pesadas cafés y su pantalón holgado negro. Una pesada mochila la acompañaba.

─ ¿Ya terminaste de entrenar? ─

─ Sino no estaría contigo, Gatita ─

─ ¿Por qué me llamas así? ─

─ Porque Scorpia no deja de hablar de su nueva mejor amiga, la gata montesa. Es pegajoso ─ Catra rodó los ojos al recordar a la gigantesca chica de 17 años que había tomado por pasatiempo abrazarla cuando se veían.

─ Me sorprende que esa montaña de músculos haya logrado entrar al equipo ─ Sus codos descansaban sobre sus rodillas, y sus garras negras de los pies arañaban un poco el asiento delantero.

─ Tiene el promedio mínimo para poder participar en los torneos y esa montaña de músculos nos va a ayudar mucho ─

─ Cómo si necesitarás más ayuda, Arrasadora* ─ Korra le devolvió la mirada sonriente. Catra se sonrojó, rara vez Korra se mostraba tan relajada, incluso con ella. Se veía realmente linda y diferente.

─ Scorpia es genial, solo hay que pulirla ─

Escucharon unos gritos de las gradas más bajas cuando los demás vieron llegar a Asami Sato. La mirada de Korra inmediatamente recuperó su apatía habitual y Catra odió a los que gritaron.

La genial Asami Sato vestía su gi de entrenamiento blanco y se dispuso a entrenar con los muñecos y costales.

─ Arg, la señorita perfecta ya llego ─

─ Vámonos ya... Tenemos cosas pendientes ─

Asami vio desde lejos como ellas dos se iban de ahí en cuanto ella llegó. No entendía qué le pasaba a Korra. Antes eran tan amigas... Pero había tomado un rumbo qué no podía seguir. Ella tenía responsabilidades qué le importaban. No como a la morena. Se enfocó en el entrenamiento mientras Adora también terminaba el suyo. Por hoy podrían volver juntas a casa. Eran finales de la primer mitad del trimestre y las cosas estaban tranquilas.

Korra llegó con Catra a su motoVEM en los aparcamientos del campus, a lo lejos pudo observar el lujoso y clásico modelo negro de Sato. Su motoVEM era azul metálico y los asientos eran de fibropiel* caoba. La encendió y el motor eléctrico ronroneó. Acomodó su mochila en el soporte trasero y Catra subió tras ella con su morral colgado de lado. Rápidamente se alejaron y tomaron la segunda vía aérea para dirigirse al área residencial donde Korra vivía con sus padres.

Catra tenía las manos amarradas en la espalda con un sencillo nudo alondra, estaba hincada en el centro de la habitación de la morena, con la cola bien sujeta a la cintura. No tenía permitido moverla. Una música suave y repetitiva empezó a sonar por toda la habitación y se permitió dar una hojeada. Korra se había quitado la chamarra y las botas. Su musculosa azul oscuro contrastaba con el top blanco de Catra. Traía un pañuelo en la mano.

─ Vamos a ocupar esto, mientras te acostumbras a no moverte y obedecer ─ Catra levantó bien las orejas y Korra le ató el pañuelo a modo de que no podía ver y no le lastimaba las orejas. De inmediato se alteró un poco, y perdió el control sobre su cola. La morena la tomó entre sus manos y la acaricio gentilmente ─ Hoy estás muy nerviosa ─ Siguió acariciándola ─ ¿Alguna razón en particular? ─

─ No... No es nada ─

─ Tienes que ser honesta o no llegaremos a ningún lado, Gatita ─ Con sus manos volvió a poner la cola alrededor de la cintura de la felina.

Catra permaneció en silencio. Korra suspiró.

─ Entonces lo haremos del modo difícil, tienes que relajarte... ─ Incorporó a Catra guiándola con sus manos, se sentó sobre la cama y puso a la felina a modo que su vientre y muslos quedaron sobre su regazo. Catra tenía que hacer un esfuerzo por mantener el equilibrio, Korra la ayudó haciendo contrapeso sosteniendo sus piernas por la parte de atrás de las rodillas. El codo de Catra tocaba de vez en cuando un seno de Korra por la posición de sus manos atadas a la espalda ─ Cuenta ─ Y Korra azotó rudamente su palma abierta sobre el trasero de Catra.

─ UNO ─ Una caricia suave reemplazó al siguiente golpe.

─ ¿Cuántos serán? ─ Catra gimió.

─ Los que consideres necesarios ─ Un nuevo azote.

─ DOS ─ De nuevo una caricia.

─ Tienes que aprender a soltarte y ser sincera... Por lo menos conmigo y a solas ─ Azote.

─ TRES ─ Korra empezó a intercalar golpes con caricias, y el dolor sumió a Catra en un trance donde solo existían las caricias entre azotes, y su voz contando. Si titubeaba solo un poco, en vez de una caricia, recibía otro azote. Pronto el dolor y el placer se entrecruzaron. ─ VEINTE ─ Korra tenía la mano pesada de la peleadora estrella del Club de Combate Mixto categoría AG. Catra odiaba que la tratara con la ropa puesta... siempre terminaba hecha un desastre y Korra la obligaba a estar así hasta que la llevaba a su casa. La casa hogar Etheria.


Notas finales: (siempre olvido los asteriscos)

*VEM: siglas para Vehículo ElectroMagnetico
*Fibropiel: Piel creada en granjas a través de cultivos celulares bioimpresos

Eso sería todo por ahora.

¿Pensaron que por ser un drama estudiantil no iba a tener contenido hot? muajaja muuy por el contrario.

¿Que opinan de esta nueva historia? Ya tengo casi listo el siguiente capitulo así que esperenlo en pocos días.