Para cualquier persona en la calle, un establecimiento no es nada raro, a decir verdad se observa únicamente como un edificio común pero este en sí tenía un letrero que daba cierta sensación de rareza, este letrero en sí decía "Laboratorio de maravillas de transporte a otros mundos" simplemente, un nombre así alejaría a cualquiera y los tacharían de locos. Dentro de este establecimiento empezó a salir humo.

- Profesor ¿está bien? – Habló la asistente de este científico, una chica de cabello castaño largo y usando anteojos.

- ¡Lo logré! Lisa, finalmente está listo.

- ¿Lo consiguió profesor? – Expresó con emoción.

- Claro, mi hermosa máquina de transporte a otros mundos finalmente está hecha.

- ¡Yay! – Los dos comenzaron a celebrar aunque luego llegó la realización a la asistente.

- Espere profesor, me acabo de dar cuenta de algo… no tenemos a alguien con quien probarla.

- Eso es verdad Lisa, necesitamos a un conejillo de indias que acceda a probarla sin peros, pero donde hallaremos a alguien tan conveniente para ese trabajo. – En ese momento tocaron el timbre del lugar, el profesor salió a abrir la puerta.

- Buenas, aquí traigo su pizza. – Un joven de cabello negro, ojos cafés y llevando un rostro aburrido estaba al frente. – Son 10 dólares.

- Claro, en un momento le pago. – El profesor estaba por pagar cuando se dio cuenta – (Un momento… puede que este joven me sea de utilidad, además no es del tipo que parezca que alguien lo extrañe) Pase un momento, debo buscar mi cartera.

- Claro. – El repartidor entró en ese momento, el establecimiento era extraño con muchas máquinas alrededor, el repartidor no le tomó importancia y revisó su teléfono, el profesor por el otro lado sonrió totalmente complacido de que funcionara.

- Joven, ven por aquí, te daré la paga. – Sin sospechar nada, el repartidor entró y fue dirigido a una puerta de metal con el logotipo de "laboratorio"

- No quisiera señalarlo, pero eso es sospechoso. – Expresó este, el científico sonrió.

- Descuida, no será nada mal, más que ello, quisiera proponerte una idea. – Ambos entraron, ya dentro se encontraban más máquinas y la asistente estaba ahí. – Lisa, traje a nuestro sujeto de pruebas.

- ¿Sujeto de pruebas? – Enarcó una ceja el repartidor.

- Ya veo profesor, puede servir.

- ¿Me explica esto? – preguntó el repartidor sin expresar emoción alguna.

- Claro, déjame presentarme, soy el profesor Anthony Grace, y esta es mi asistente Lisa. – presentó a la chica. – El motivo por el cual te traje es porque serás el primero en probar mi preciosa invención: ¡La máquina de transporte a otros mundos! – Lo presentó con emoción, eso sorprendería a cualquiera pero el joven no se veía emocionado. - ¿No expresarás nada?

- … ¿Debía hacerlo? – Eso confundió al profesor.

- ¿Acaso no tienes emociones? – preguntó Lisa.

- … Ah, lo siento, es una condición que tengo, parece ser algo psicológico, pero parece que puedo esconder bien mis emociones y no expresarlas, en otro caso, me dicen que parezco un cascarón vacío.

- Ya veo… es interesante pero ese no es el caso, has sido escogido para ser la primera persona en viajar a otro mundo, podrás vivir grandes aventuras, quizás hacerte un nombre y ser famoso ¿no es grandioso? – El joven no dijo nada. - … Lisa, creo que no está emocionado.

- No importa profesor, ya tomó una decisión ¿no?

- Es verdad, entonces joven… no sé tu nombre.

- Seth Grimwell.

- Entonces Seth… esto es una oportunidad única en la vida, deberías tomarla, seguro lograrás grandes hazañas y…

- ¿Alo policía? Hay algo extraño en…

- ¡Alto ahí! – El científico le quitó el teléfono. - ¿Cómo que ibas a llamar a la policía?

- Es lo normal… son sospechosos.

- Puede ser, pero acaso el espíritu de aventurero dentro de ti no desea cambiar de aires.

- Cambiar de aires… - Seth se puso a pensar, su vida se ha basado únicamente en trabajo y ha sido muy monótona, su personalidad casi vacía tampoco ayuda en mucho. – Esto es seguro ¿no?

- ¡Claro que sí! – Expresó el profesor con una sonrisa. – Te aseguro que vivirás la experiencia más emocionante en tu vida y si no es así, te pagaré una indemnización de millones de dólares.

- ¡Profesor! – Lisa se sorprendió, el profesor hizo ademán de que se callara.

- ¿Qué dices? – Seth se puso a pensar, a decir verdad no tenía nada que perder, seguro obtendría mucho dinero a cambio lo cual le permitiría vivir lujosamente.

- Trato hecho. – Extendió la mano, el profesor sonrió aceptando el apretón.

- Muy bien Seth, acabas de tomar la mejor decisión en tu vida de la que no te arrepentirás, por ahora empecemos con los ajustes. – El profesor se puso a teclear en una computadora mientras Seth fue a sentarse, Lisa le trajo café para beber.

- Todo saldrá bien, es seguro. – Sonrió ella. Al poco que terminó, el profesor se vio complacido.

- Las coordenadas están listas y además tendrás una ayuda adicional en tu viaje, te daré el poder de la imaginación~ - Canturreó.

- ¿Imaginación?

- Claro, tendrás la habilidad de crear todo lo que quieras con solo imaginarlo ¿no es grandioso?

- Es ambiguo. – Respondió Seth. El profesor sonrió por debajo.

- Lo sabrás cuando llegues, respecto al mundo que irás, será decidido al azar, podrías acabar en un mundo de magia medieval o en el espacio con máquinas futuristas.

- Ya veo… ¿Qué sigue ahora?

- Solo entra en esa cápsula y que la magia haga su trabajo. – Seth hizo lo que el profesor dijo y entró, siendo recostado, entonces la cúpula se cerró. – Sentirás algo de nauseas pero es normal.

- Mucha suerte Seth, estaremos en contacto. – Se despidió Lisa. El pelinegro cerró los ojos para esperar mientras el profesor ponía en funcionamiento la máquina, comenzando a ver todo tipo de colores, la mente de Seth se fue apagando y se sentía como que flotaba.

- Espero lo pases bien en tu nuevo mundo Seth, hasta pronto. – Con esas últimas palabras del profesor, todo desapareció de repente y acabó en un estado parecido al coma…


Empezó a abrir los ojos, sentía el suelo, era suave, frío… era tierra, Seth sintió como su mente empezaba a despertarse gradualmente mientras abría los ojos, pudo ver arboles y el sol brillando, estaba como en una especie de bosque.

- Parece haber funcionado… así que no solo estaba siendo un charlatán… - Seth se levantó, su cuerpo le dolía un poco pero nada que no pudiera aguantar, vio que estaba solo en ese paisaje sin nada más alrededor. – Solo espero no haber llegado a un lugar sin civilización, daría flojera construir todo desde cero… es verdad, me dijo que ahora tengo esa habilidad pero como la uso…

Recordó las palabras del profesor, solo debe imaginarlo pero seguía sin entender.

- ¿Puedo imaginar un manual de uso de este poder? – Como tal, se concentró imaginando un manual y en ese mismo instante apareció un pequeño libro en sus manos. – Ya veo… veamos cómo funciona.

"Manual de uso de la habilidad tramposa "imaginación absoluta"

Esta habilidad permite al usuario crear objetos, poderes y todo tipo de cosas con solo pensarlo, una habilidad sumamente tramposa que facilita en todo al usuario"

- Ya veo… eso muy conveniente. – Siguió leyendo.

"El modo de funcionamiento es el tener la imagen del objeto y poder en tu mente y con declararlo o, si quieres ser más alguien con estilo, chasquear los dedos, manifestará esa imagen en la vida real y tendrás todas las funciones de este.

Aquí citaremos unas cuantas cosas que se pueden hacer al respecto y los objetos que puedes manifestar:

- Se pueden manifestar cualquier tipo de objeto existente y que tenga vida útil, incluso puedes imaginar electrodomésticos, autos, aviones, etc. Y funcionarán.

- Puedes imaginar cualquier poder existente en los múltiples universos sea comic, anime, videojuego, etc. La única excepción son poderes que influyan una carga pesada al usuario, por ejemplo, si te imaginas tener la fuerza de Saitama, tu cuerpo no lo resistiría al no tener el entrenamiento y acabarías colapsando muerto."

- Así que no puedo imaginarme siendo un super saiyajin.

"- Puedes imaginar todo tipo de magias y poderes como lanzar rayos y mucho más, pero hay un pero, estos se verán reducidos en su capacidad de un 30% del total, a menos que entrenes tu cuerpo, no sacarás todo su potencial.

- Puedes imaginar mechas de cualquier tipo de anime, la única excepción son los Evas.

- Puedes imaginar armas que tengan arraigados poderes dentro de ellas, sean las zanpakutos de Bleach, los Noble Phantasm de la saga Fate, etc. Pero para usar sus poderes al máximo necesitas subir de nivel."

- Tampoco es que necesite armas así…

"- No puedes imaginar la Death Note, un poder tan peligroso arruinaría el cauce natural del mundo donde estás.

- No puedes imaginar conceptos abstractos como la vida o la muerte, por ejemplo, no puedes imaginar la muerte instantánea de una persona o resucitar a alguien.

- Puedes imaginar modificaciones o talentos en tu cuerpo, sea volverte alguien bueno preparando cocteles o tocar un instrumento como un experto.

- El uso premeditado de esta habilidad puedes causar que ciertas personas se fijen en ti, cuida muy bien donde usarlo.

En concreto, es lo que más necesitas saber, mucha suerte en tu viaje."

- En sí ya tengo la teoría básica, ahora es pasarlo a la práctica… - Seth se sentó en el suelo y empezó a probar la habilidad, primero empezó imaginando algo sencillo, una pluma de color negro, tuvo la imagen en su mente y al estar clara, chasqueó los dedos, esta apareció en su mano. – Oh…

Siguió probando con más cosas, hizo aparecer cada vez más objetos varios que estaban en el suelo, le empezó a agarrar el truco a tal habilidad hasta sentirse satisfecho, al final hizo aparecer una barra energética puesto que tenía que comer algo.

- Ya lo tengo… este poder realmente si es una trampa, debería cuidar donde usarlo… - Se levantó en aquel momento, estirando sus brazos. – He pasado bastante tiempo aquí, estaría bien si busco alguna civilización cercana para obtener información.

- ¿Qué hace aquí un humano? – Escuchó una voz, apareció lo que parecía ser un hombre lagarto el cual llevaba un mazo en su mano izquierda. – jeje, estúpido humano, mira que perderte en el bosque mágico.

- ¿Perdido? No realmente. – Respondió.

- ¿No me tienes miedo?

- ¿Debería? – Respondió de vuelta Seth, el hombre lagarto agitó la cabeza.

- No importa, eres desafortunado de estar aquí solo, seguro podré comerte una vez te mate. – El hombre lagarto fue con todo para atacar a Seth que no se movió para nada. - ¡Eres mío!

*BONK*

De repente una gran sartén cayó sobre la cabeza del hombre lagarto, un gran chichón salió de su cabeza y cayó desmayado.

- La trampa que imaginé de antemano si funcionó. – Se acercó a ver al ahora derribado hombre lagarto, tocando con su dedo a este. – Se siente duro… realmente no es un disfraz, es alguien real… no cabe duda que si estoy en otro mundo.

Con su resolución hecha, ya sabía ahora que no estaba en cualquier otro lugar del mundo, el hecho de tener esa habilidad y el hombre lagarto se lo confirmaron.

- Ahora solo necesito saber más de la geografía de este lugar… veré si puedo imaginar un mapa. – En ese momento apareció en su mano, lo empezó a revisar. – ya veo… este lugar se llama el bosque mágico, que nombre más obvio, si voy por aquí hay una aldea de humanos…

Se puso en camino, guardó todo lo que imaginó en una bolsa y también creó un poder para encoger esta y guardarla en su bolsillo. Empezó su camino siguiendo las indicaciones del mapa, veía muchos hongos alrededor y según decía una guía del mundo donde está, que imaginó más adelante, son venenosos pero no le afectaban a él, ya de ese modo decidió ser precavido e imaginó una modificación para ser inmune al veneno y esporas. Mientras avanzaba fue viendo como cada vez habían menos árboles y hongos, llegando a la frontera del bosque, pudo ver una entrada.

- Esa debe ser la aldea… - Se acercó aunque fue detenido por guardias.

- Alto ahí, debes declarar quien eres. – Respondió uno de ellos.

- Seth Grimwell, soy humano.

- ¿En serio? - Preguntó el otro guardia. – No hay humanos capaces de resistir la total fuerza del bosque mágico, a menos que seas un mago.

- No lo soy. – Mintió con rostro neutro.

- Podría ser un youkai disfrazado igual, venir en la mañana no es muy común para ellos.

- Por cualquier caso, necesitamos revisar tus pertenencias. – Hizo lo que le dijeron, viendo lo que tenía, siendo solo la bolsa encogida. – No parece haber nada raro.

- ¿Qué es esto? – Tenía el celular del pelinegro. – No es algo visto aquí, más bien sería una cosa que estaría en Korindou.

- Es mío. – Respondió el pelinegro, ahí los guardias parecieron entender.

- Ya veo… debes ser un foráneo, que mala suerte tuviste chico, en ocasiones gente de otros mundos acaban en Gensokyo, eso lo podrías arreglar yendo al santuario Hakurei si quieres volver.

- Lo tendré en mente. – Al despedirse de ellos, entró a la aldea. Era bastante normal, gente común llevando kimonos e incluso otras personas con rasgos como cuernos y demás estaban paseándose.

- (Dijo youkai… así que esto tiene una cierta influencia en Japón y el hecho de que pueda entender su idioma debe ser por la habilidad igual…)

Ahora que lo notaba, era el único que iba en contraste al resto de la gente, seguía llevando su uniforme de repartidor lo cual causaba que algunas miradas se posaran sobre él, quizás no era mejor llamar tanto la atención. Fue por un callejón donde nadie veía y entonces se imaginó una ropa japonesa igual a la del resto de la gente, esta apareció ya vestido totalmente, de esa forma salió y ahora se veía igual.

- (Quizás deba obtener información por aquí, seguro alguien debe saber algo…) – Entró a uno de los restaurantes del pueblo, se imaginó el dinero de antemano para pagar por lo que no habría problemas.

- Bienvenido. – le recibió un viejo con barba, como aquellos que se encargan de las tiendas de ramen. - ¿Qué pedirás chico?

- Un ramen de cerdo. – Respondió, el cocinero asintió y empezó a preparar, el pelinegro solo se quedó viendo durante un rato hasta que estuvo listo.

- Aquí tienes joven, disfruta, no encontrarás un mejor ramen en todo Gensokyo.

- Claro. – Tomó los palillos para comer, se imaginó rápidamente la habilidad de comer con palillos y empezó. – Es bueno.

- Jeje, gracias chico, sabes apreciarlo.

- Por cierto, quiero preguntar algo, soy nuevo en este lugar así que quisiera obtener información al respecto.

- ¿Información? Si buscas saber, tenemos a la casa Hieda, ahí se encuentra Hieda no Akyuu quien se encarga de redactar todo lo que ocurre en Gensokyo, pero creo que está ocupada, si buscas saber específicamente de la aldea, tienes a Keine-sensei, ella está en la escuela al oeste de la aldea.

- Entendido, gracias por su ayuda. – Siguió comiendo y al terminar pagó la comida. Ahora con esa información fue al área señalada, logró ver un edificio y niños jugando afuera, en sí era una escuela, de ahí vio a una mujer de largo cabello grisáceo y un vestido de color azul oscuro.

- ¡Sensei! – Los niños saludaban a la mujer la cual les respondía el saludo con una sonrisa.

- Pronto entraremos de regreso a clases, recuérdenlo. – Los niños asintieron, en eso Seth se acercó. - ¿Puedo ayudarle en algo?

- Me dijeron que podría obtener información de usted. – La mujer se sorprendió.

- ¿En serio? Tal parece que no eres de aquí.

- Recuerdo que me llamaron foráneo. – En eso ella soltó un suspiro.

- Ya veo… ¿llegaste a través de un portal aquí? – Preguntó.

- No, de otra forma.

- Pensé que sería ella de nuevo… - Musitó por debajo. – No importa, si lo que deseas es regresar a tu mundo, podría llamar a la sacerdotisa del templo Hakurei, ella es la guardiana de la frontera y seguro podrías regresar sin problemas.

- No quiero eso. – Él negó con la cabeza. – Pienso asentar cabeza aquí.

- ¿En serio? No son muchos casos de foráneos que decidan vivir en Gensokyo, claro que con los youkais es muy peligroso.

- No hay problema. – Respondió Seth, claro que ella tenía dudas al respecto.

- Bien… ya entonces que decidirás vivir aquí, debes comenzar encontrando una vivienda, como la guardiana de la aldea podría ayudarte apenas acabe con las clases.

- Sería bueno. – Asintió él. – Soy Seth Grimwell.

- Kamishirasawa Keine, un gusto conocerte Seth-san. – Sonrió ella. Seth se mantuvo a un lado mientras Keine continuó sus clases, ella era alguien bastante amable y atenta con los niños, algunos tuvieron curiosidad de él pero no hacían nada, al terminar y que estos se fueran, ya solo quedaron los dos. – Entonces Seth-san ¿Qué vivienda buscas?

- Algo tranquilo, solo quiero vivir una vida en paz sin que nadie me moleste.

- Ya veo, aquí en la aldea estarás bien, los youkais no atacan realmente ya que yo me encargaría de todo tipo de problemas que quieran ocasionar, Gensokyo es una tierra mayormente dominada por youkais que son criaturas sumamente peligrosas y hay incidentes pero la mayor parte del tiempo es tranquilo por aquí.

- Eso es perfecto para mí. – Con ello comenzaron a ver los alrededores de la aldea, no es que hubieran casas libres ya que en sí tiene una población marcada y justa.

- Si así lo deseas, podría pedir que construyan una casa para ti. – Sugirió Keine pero Seth negó con la cabeza. - ¿No quieres?

- Les causaría muchos problemas… a decir verdad prefiero estar solo, hace poco estuve en el bosque mágico y…

- ¿Estuviste ahí? ¿No tienes daño alguno? – Empezó a preguntar con preocupación Keine, el pelinegro negó con la cabeza.

- No me pasó nada, soy inmune.

- ¿Oh? ¿Tienes poderes?

- Por así decirlo. – No quiso profundizar al respecto y era mejor que supiera menos, como tal tenía sus razones Keine tampoco dijo nada.

- En el bosque mágico solamente viven magos los cuales pueden resistir el fuerte veneno de los hongos y además buscan ingredientes para sus pociones ahí, conozco a dos personas que viven ahí, si les digo, quizás puedan vigilarte para que no te suceda nada.

- Me parece perfecto, yo me encargo de la construcción entonces. – Respondió Seth.

- ¿Cómo lo harás? No es que una casa surja de la noche a la mañana.

- Me las arreglaré. – Fue todo lo que dijo el pelinegro. Keine no podía hacer nada contra su decisión y de alguna manera, al ver que resistió el fuerte poder del bosque mágico, quizás pueda vivir ahí.

- ¡Keine-san!

- Justamente ahí viene una de esas habitantes. – bajó en aquel momento una chica de baja estatura y cabello rubio, su vestimenta era como uno de esos atuendos de brujas color negro con un gorro, totalmente una bruja como en el folclore popular.

- Hola Keine-san, pensé venir a saludar-ze. – En eso vio a Seth. - ¿Quién es él-ze?

- Se llama Seth Grimwell-san, es otro foráneo.

- Ya veo, un gusto-ze, me llamo Kirisame Marisa-ze. – Se presentó ella, el pelinegro asintió. – Hoy vine por hacer unas compras pero quise saludar, luego iré con Reimu-san-ze.

- Es verdad, Kirisame-san, él pensará en hacer una casa en el bosque mágico así que quería pedirte ayuda para que lo vigiles.

- ¿En serio? Debe tener poderes-ze ¿acaso sabrá usar danmaku-ze?

- No estoy segura, no me ha dicho todo pero por si acaso, no quisiera que muera.

- Entiendo, déjemelo a mí Keine-san, sabe lo confiable que soy-ze. – La peligris tuvo un gotón en la frente.

- Lo hablaré con Alice-san después… - Expresó por debajo. – Cuento contigo Kirisame-san. – Dicho eso, la bruja se retiró. – Solo puedo decirte que tengas una buena aquí Seth-san y evita meterte en problemas.

- Lo haré. – Asintió el pelinegro. Su nueva vida en Gensokyo empezaría y con ello conllevaría muchas cosas de las que no sabía, iban a suceder, todo por querer una vida tranquila, se involucraría en muchos asuntos, así inicia su historia.


Nombre: Seth Grimwell.

Edad: 18 años.

Apariencia: Joven de una complexión sencilla sin nada en especial, cabello negro, ojos cafés, no porta nada demasiado ostentoso encima y prefiere ir con lo más cómodo que se pueda.

Personalidad: Parece alguien ausente, puede verse como alguien privado de emociones pero solamente las esconde bien, no se asusta ni sorprende con nada, nunca sabes si está hablando con sarcasmo o no, parece alguien vacío pero es que solo él es así, tampoco es que le moleste, hará las cosas de la forma más sencilla posible, si es que se puede.


Buenas, aquí comienzo un nuevo proyecto y siendo la primera vez que escribo para Touhou, digamos que me da cierta emoción, en sí esta historia no irá para nada de batallas o algo así, será algo relax y más orientado a la comedia, por eso no habrá nada tipo OP para mi prota y que lo vean así, digamos que es como la versión másculina de Isuzu Sento de Amagi brilliant Park, a tal punto en personalidad, será interesante ver lo que causará un foráneo que no le teme a nada en una tierra llena de youkais peligrosos, nos vemos en el próximo cap. Saludos.