Hola a todos! este es mi primer fanfiction sobre Resident Evil una saga que me fascina muchísimo, decidí hacerlo principalmente con mi personaje favorito que es Albert Wesker y también agregar a un personaje a pedido de una amiga que también me intereso bastante y me resultado decepcionante que no lo hayan aprovechado más que es el de Carla Radames. La historia tendrá algunos cambios a la original para poder situarlo en la misma linea de tiempo. Espero que sea de su agrado y si hay algún error de ortografía prometo corregirlo cuanto antes, tratare de subir los capitulo lo mas rápido posible cuando tenga tiempo libre.
Por último, solo me queda decir que los personajes de Resident Evil son propiedad de Capcom y que esta historia esta hecha sin fines de lucro, solo para entretener.
La imagen de portada pertenece a Fanat08.
Capitulo 1:
Viernes 17 de Mayo, 1996.
Wesker P.O.V.
Albert Wesker, el capitán de los S.T.A.R.S, se encontraba en su oficina cubierto de papeles que consistían en informes que debía hacer respecto a las operaciones que últimamente habían llevado a cabo los equipos Alfa y Bravo. Si bien, cada miembro debía completar su propio informe, como él es el capitán del equipo Alfa tenia que asegurarse que todo estuviera en orden. Como de costumbre, los lentes de sol descansaban sobre el puente de su nariz cubriendo sus intensos ojos azules y su cabello rubio contenía, gracias al gel, cada cabello hacia atrás en su lugar.
Todo estaba transcurriendo como un día normal, hasta que Wesker comenzó a escuchar que las voces fuera de su oficina provenientes de los demás miembros de S.T.A.R.S comenzaron a elevarse, principalmente podía distinguir las voces de Redfield y Vickers festejando por algo que otro de los miembros les había dicho, en ese momento él no se percato de quien comenzó la charla; las voces eran cada vez más fuertes haciendo casi imposible que pudiera concentrarse en los informes, por lo cual, decidió averiguar que estaba pasando y poner fin a tanto griterío.
-¡¿Por qué están haciendo todo este escándalo?!-Cuestiono gritando tras abrir la puerta de su oficina y salir. Observó como todos, principalmente Chris Redfield y Brad Vickers, se tensaron y esquivaron su mirada.
-Albert no los regañes, es mi culpa- Dijo un hombre de cabello rubio y ojos verdes claros de 45 años-Se pusieron de esa forma por mi causa-
-¿Por ti?-Cuestionó con cierta incredulidad hacia su subordinado.
-Me sorprende Sebastian, tú no sueles provocar esta clase de escándalo-
-Capitán-Dijo una mujer de cabello castaño oscuro con una cola de caballo y ojos celestes-Dice la verdad, nos pusimos así por algo que Radames nos comento-
-Ya veo señorita Valentine-A Wesker no le extrañaba para nada que Jill Valentine defendiera a los demás, por lo general lo hacia, lo que si le extraño fue que quien inicio esto se trataba de uno de sus subordinados más respetuosos, Sebastian Radames.
-Radames a mi oficina, el resto a trabajar-Ordenó con voz firme.
-¡Si capitán!-Contestaron al unísono.
Wesker regreso a su oficina con Radames detrás, éste último cerro la puerta una vez dentro y se sentó frente al escritorio de su capitán.
-Te escucho-Le dijo a Sebastian.
-Primero que nada capitán, quiero disculparme por haber ocasionado todo este griterío-Mencionó arrepentido el hombre.
-Segundo, la razón por la cual se pusieron todos de esa forma fue porque les dije que este viernes a la noche haría una especie de fiesta-
-¿Tú, realizando una fiesta?-
-Eso no es propio de ti Sebastian-
-Sabia que te sorprendería-Le contestó al detectar que una de sus cejas se elevo-Es que mi hija volverá a Raccoon después de haber estado trabajando en Nueva York durante casi dos años-
-Consiguió una buena oferta de trabajo aquí y extrañaba a su padre, así que decidió regresar, tampoco soportaba seguir viviendo con sus tíos-Dijo con una carcajada.
-Debí imaginarlo-Contestó Wesker-Vives hablando de tu hija sin duda solo por ella harías una cosa así-
-Es todo lo que tengo-
-Por cierto, estas invitado también. Hemos sido amigos desde que esta unidad comenzó y no habías tenido la oportunidad de conocer a mi hija, ya que me parece injusto porque yo conozco a tu hermana-
-Megan-Albert dijo el nombre de su hermanita en su mente.
-Tienes razón, iré Sebastian-
-Gracias, significa mucho Albert-Ambos se levantaron y Wesker estrecho su mano con la de su subordinado.
-No te preocupes por lo de hoy, por ser tu primera vez la dejaré pasar-Calmo a su amigo.
-De enserio capitán no volverá a ocurrir-
De esa forma Radames volvió a trabajar en su escritorio tratando de terminar el informe, Wesker le dio una última mirada a todos especialmente a Chris para asegurarse de que se pusieran a trabajar y regreso a su oficina para terminar con todo su papeleo. Mientras trabajaba el rubio comenzó a pensar en la hija de su compañero y recordó la foto que él tiene sobre su escritorio cuando ella se graduó de la universidad, en la foto se encontraba una joven de cabello rubio hasta la cintura, con enormes ojos azules y una franja de pocas pecas rojizas que cubría parte de sus mejillas y el puente de su nariz, sin duda una chica hermosa e inteligente, ya que, la joven era toda una genio, se graduó de la universidad a los 15 años con honores teniendo un doctorado en genética, otro en virologia y uno más en patología.
Sin duda para Wesker, resultaba una persona interesante, alguien con un coeficiente intelectual incluso superior al suyo. No podía dejar pasar la oportunidad de hablar con alguien diferente a sus subordinados y sobre todo, una persona que no se encuentra ligada a su actividad ilícita, es decir, a Umbrella.
-No puedo esperar a conocer a esa joven-Pensó el rubio con lentes de sol-Espero que seas todo lo que tu padre habla niña-
Viernes 17 de Mayo, 1966.
Albert se estaba terminando de arreglar para ir a la fiesta de bienvenida que su "amigo" estaba preparando para su joven hija, éste le dijo la hora en la que debía presentarse, aproximadamente a las 19:00 p.m, la dirección no la necesitaba porque ya había ido un par de veces hasta su casa.
Se vistió prácticamente como de costumbre, con una camisa azul noche con las mangas arremangadas, unos pantalones de vestir negros, cinturón y borcegos del mismo color, lo único que no llevaría seria sus típicos guantes de cuero sin dedos y su chaleco de S.T.A.R.S. Mientras se ponía algo de colonia y se peinaba su cabello hacia atrás, escucho que alguien tocaba la puerta de su habitación suavemente.
-Adelante-
-Hola hermano-Dijo alegremente una niña de 11 años que tenía el cabello castaño claro arreglado con dos colitas con broches de mariposas verdes que hacían juego con sus hermosos ojos jade.
-Yo ya estoy lista ¿y tú?- Cuestionó la niña que tenía un vestido blanco con breteles, llegaba hasta arriba de las rodillas con una forma de campana la falda, y usaba unas sandalias lilas.
-Ya casi princesa-Le contesto con un tono suave e incluso dulce, algo totalmente opuesto a él-¿Sabes qué me falta?-
-¡Tus lentes de sol!-Dijo enérgicamente y fue a buscarlos, y se los entrego a su hermano mayor.
-Muchas gracias señorita-Agradeció a su hermana tomando los lentes y poniéndoselos.
-De nada señor-Contestó con un tono divertido y dulce.
-¿Tienes tu mochila?-La niña asintió-Muy bien vamos, no me gusta ser impuntual-
Ambos salieron de su casa, se subieron al hermoso Chevrolet Impala ´66 de color negro, obviamente su hermanita iba en la parte trasera con su respectivo cinturón de seguridad. Wesker es conocido por ser una persona seria, fría e incluso insensible, la única persona que pareciera importarle es solo él, pero no es del todo cierto; aparte de él mismo, la otra persona que le importa más que nada, es su pequeño angelito, su hermana menor.
Básicamente, Albert no tuvo una infancia o una familia normal, su verdadero padre lo entrego a Oswell Spencer para que formara parte del proyecto Wesker y le hizo creer a su madre que lo habían secuestrado, tiempo después cuando él cumplió 17 años, las cosas con su padre estaban muy tensas, pero su madre siempre supo como calmar a su hijo y evitar que se matara a golpes con el hijo de perra que lo había entregado. Al regresar, descubrió que su madre estaba embarazada de la pequeña Megan, al poco tiempo su padre los abandonó y jamas supo nada más sobre el bastardo, cuando su hermana nació a los pocos meses su madre murió debido a una enfermedad degenerativa que era incurable, y él se vio obligado a velar por la seguridad de la bebé y criarla lo mejor que podía, por eso intentaba que ella tuviera una infancia normal, amigos, afecto, etc.
Después de manejar durante media hora, llegaron a su destino. La casa de Sebastian era bastante grande contaba con dos pisos y un patio enorme incluyendo piscina. Se notaba que Radames estaba haciendo un buen uso de su jubilación, ya que, antes de pertenecer a la unidad especial, él estuvo en el ejercito y se fue con baja honorable.
-Bienvenidos-Los recibió con una sonrisa el anfitrión de la fiesta que se encontraba en el porche.
-Hola Meg-
-Hola señor Radames-Saludo de forma educada la pequeña.
-Oye, las niñas de Barry ya están jugando en el patio trasero, porqué no vas con ellas-
-¡Siii!-Con eso la niña le lanzó su mochila verde a su hermano y se fue corriendo a jugar.
-Jajaja, extraño cuando mi niña tenía esa edad-Comentó con cierta nostalgia-Qué bueno que viniste Albert-
-Necesitaba un descanso y era una buena excusa-Le contestó con la misma cara inexpresiva de siempre.
-Venga Al, eres como mi hermano, con confianza-Sebastian instó a su capitán a ingresar a la casa.
-Puedes dejar la mochila de Meg en el sofá-Le señalo al ingresar a la casa, lo primero que se observaba era una enorme sala con una cocina dividida con semimuros y al fondo se veía una escalera que llevaba al segundo piso.
-¿Los demás ya llegaron?-Su "amigo" no necesito contestar, debido a que, de repente se escucharon los gritos de celebración de Redfield, Vickers y Valentine.
-¡Oye Chris!-Se podía oír la voz chillona de Brad-¡¿Tú crees que el señor cara de culo vendrá?!-
-¡Bromeas Brad, lo dudo, el capitán no sabe lo que es divertirse, parece que estuviera muerto todos los días!-
-¡Chris, Brad!-Se escuchaba a Jill regañándolos-¡Basta qué tal si los escucha!-
-¡Jill deja de decir tonterías!¡¿en serio crees que si hubiera venido tendríamos este ambiente tan divertido?!-
-¡Esto se convertiría automáticamente en un velorio!-Finalizó Chris.
El hombre más grande comenzó a reírse sabiendo lo que se venia, Wesker dejo la mochila y decidió darle un susto a sus subordinados. Mientras, Vickers y Redfield continuaban burlándose de su capitán, este apareció detrás de ellos y la cara de Jill se volvió completamente pálida, al igual que Barry, Joseph, Enrico y Rebecca.
-¿Por qué tienen esa cara?-Preguntó Chris al ver la cara de los demás.
-Vaya Redfield y Vickers-Al escuchar la voz frívola detrás de ellos se tensaron y se voltearon lentamente-Por favor, no sean tímidos continúen expresando como mi presencia arruina su fiesta-
Ambos estaban completamente pálidos y sin saber que decir o hacer en este momento, el rubio por dentro estaba sonriendo de su victoria y lo complacía ver a sus subordinados con tanto miedo. De inmediato, Jill intervino para salvar la situación y a sus compañeros bocas flojas.
-Discúlpelos capitán-Dijo la morena con una risa nerviosa.
-Usted mejor que nadie sabe que estos dos tontos tiene la boca muy floja y que no piensan antes de hablar-
-Oye-Dijeron ambos al mismo tiempo.
-Cállense tontos-La morena les dio un pequeño golpe en la nunca.
-Descuiden-Hablo el rubio-Esta vez no voy a regañarlos ni castigarlos, se salvan porque es un evento importante para Sebastian y no voy a ser yo quien se lo arruine-
Los tres miembros de S.T.A.R.S se relajaron y continuaron hablando y tomando una cerveza, Albert se sentó en un sillón al lado de su amigo mientras tomaba algo de agua, frente a ellos estaban Burton y su esposa atentos a como Radames hablaba con total orgullo de su niña. Enrico se encontraba hablando con la joven Chambers y haciendo una parrillada, Rebecca al mismo tiempo besaba a una perrita yorkshire que al parecer era de la hija de Sebastian.
Sus ojos azules se dirigieron hacia las tres niñas que jugaban con una sonrisa enorme en sus rostros con unos peluches y muñecas. A pesar de que su hermanita era algo tímida con los desconocidos, desde el primer momento en que conoció a las hijas de Barry, Moira y Polly, quería jugar todo el tiempo con ellas. Con la otra niña que se llevaba muy bien era la hija de su amigo y compañero científico William Birkin, Sherry era aún más tímida que Meg, lo cual tenía mucho sentido porque ella no fue criada como una niña normal, teniendo en cuenta que tanto su madre como su padre son científicos de Umbrella y prácticamente la ignoran.
Mientras él continuaba perdido en sus pensamiento, Sebastian Radames continuaba hablando de su hija llamada Carla con los miembros de la unidad.
-Por cierto Sebastian-Hablo Kathy, la esposa de Barry era un mujer de cabello castaño oscuro lacio hasta los hombros y ojos cafés-¿Cuándo llegará tu hija?-
-Antes de que Wesker llegara me llamo, estaba esperando un taxi, seguramente dentro de uno 20 minutos estará aquí-
-Siempre y cuando no pase nada en el camino-
-Viejo deja de preocuparte-Mencionó Barry, él es más joven que Radames, tiene 36 años, cabello castaño oscuro, barba y ojos azules-Tu hija estará bien, no te hagas la cabeza-
-Burton tiene razón, después de todo dices que tu hija es una chica muy inteligente y decidida-Habló el rubio tras dejar de lado sus pensamientos.
Carla P.O.V.
La joven Carla estaba ansiosa por llegar a su casa y poder abrazar a su padre, la verdad es que ella no estaba al tanto de la fiesta sorpresa que su padre había preparado. El taxi tardó un poco en encontrar la dirección de su casa, pero a parte de eso no hubo ningún problema, esperaba llegar en 10 minutos. La rubia llevaba su cabello suelto como de costumbre, se puso un poco de delineador negro en los ojos y un labial rosa claro casi idéntico al tono de sus labios; respecto a su vestimenta, eligió ponerse algo cómodo, una camiseta de mangas cortas morada de algodón, unos shorts de jean azul y unas zapatillas de tela negras.
-Ya quiero estar en casa con mi padre-Pensó la rubia. Ella se había perdido el resto del camino mirando por la ventana.
-Llegamos señorita-La despertó de su ensueño el taxista.
-Son trece dolares-Le dijo el hombre, ella le pago y bajo del taxi con su bolso en mano, el chófer se bajo y saco sus maletas de atrás.
-Muchas gracias. Que tenga un buen día-
-Igualmente señorita-
El hombre se marcho y Carla se dio la vuelta para ver la entrada de su casa. Esperaba que su padre hubiera escuchado el sonido del auto para ayudarla con las dos maletas.
Wesker P.O.V
Unos minutos antes de que Carla llegara, a Albert se le ocurrió hacerle una pregunta a su compañero que jamás se había atrevido a hacerle.
-Sebastian-Llamo su atención.
-Si-
-Todo el tiempo que hablas es sobre tu hija, pero...jamás nos hablaste de su madre-Wesker investigó un poco sobre la ex esposa de su amigo, hasta donde sabia ellos se divorciaron cuando Carla era una niña, él gano la custodia completa e incluso saco una orden de restricción contra su ex, pero no sabia los motivos.
-Capitán no creo que...-Jill trato de replicar por la indiscreción del rubio.
-No, está bien Jill-El hombre de 45 años se rasco la nuca algo nervioso.
-Tarde o temprano esta conversación surgiría-
-Cuando Carla tenía aproximadamente 8 años después de que regresé de una misión en Túnez, la noté algo extraña. Ella y su madre siempre tuvieron una relación tensa, debido a que, Barbara la explotaba cuando yo no estaba para que fuera la número uno en la escuela y no la dejaba ser una niña "normal", al principio creí que era por eso-
-Luego, ella se animo a hablar conmigo de lo que estaba pasando-Se quedó callado unos segundos para poder pensar en lo que decía-Ella me miro y me dijo que Barbara era un mujer mala que no me merecía como esposo porque y-yo la...amaba y...-
-Lo siento-
-Tranquilo colega-Dijo Barry con una sonrisa-Tómate tu tiempo-
-Ella me engañaba con su entrenador personal. Creyó que Carla no lo descubriría, después de encontrar pruebas de que era cierto solicité el divorcio y la custodia completa de mi hija, incluyendo una orden de restricción-
-Se nota que tu hija te ama, eres un buen padre-Elogio Wesker manteniendo su semblante serio.
-Wesker dice la verdad-Secundo Jill-Hiciste lo correcto por ti y por tu hija-
En el medio de la conversación la pequeña Megan se acerco silenciosamente a su hermano mayor y le toco el hombro para llamar su atención.
-¿Qué ocurre princesa?-Cuestionó con un tono algo dulce.
-Necesito ir al baño-Susurro.
-No tengas miedo, pregúntaselo a Sebastian, él no muerde-
-Uh, mmmm...¿señor Sebastian?-
-¿Si Megan?-
-¿Me puede decir dónde se encuentra el baño?-A todos los miembros de la unidad les resulto tierno lo educada que era la pequeña Wesker.
-Claro, se encuentra en la sala, es la puerta frente las escaleras-
-Gracias-
Con eso la niña se fue corriendo al interior de la casa. Después de hacer sus necesidades, la pequeña escucho el motor de un auto y antes de volver al patio se asomó por la ventana pudiendo ver a una hermosa joven de cabello rubio, supuso que se trataba de la chica para la cual habían hecho esta parrillada y creyendo que ésta no la vio por la ventana, regreso al patio para avisar.
-¡Llegó, la chica ya está en la entrada!-Avisó con alegría para que todos se preparen para la sorpresa, y se abrazo a su hermano.
-Muy bien todos prepárense que voy a recibirla-
Sebastian se levanto y fue a ayudar a su hija, Albert se levanto del sillón con su hermana en brazos y se alejaron un poco de los demás, bajó a su hermana y ésta siguió pegada a él como si tuviera miedo de la chica que había llegado.
Carla P.O.V
Antes de pasar la reja de su casa, la chica de ojos azules pudo ver rápidamente a una pequeña niña asomándose por la ventana que huyó a penas la vio, comenzó a reírse por la reacción de la misteriosa niña.
-Vaya papá, ¿acaso me hiciste una fiesta sorpresa?-Se preguntó mentalmente mientras sonreía.
-¡Mi niña!-Exclamó su padre tras abrir la puerta principal-¡Qué bueno que ya estás aquí!-
-Hola papá-Inmediatamente soltó las maletas y lo abrazo fuerte.
-No tienes idea de cuanto te extrañe-
-De hecho, si tengo una idea-Dijo con una sonrisa su padre separándose de ella-No vuelvas a dejarme solo por dos años de nuevo ¿si?-
-Lo prometo papá-
-Déjame ayudarte con eso-Su padre tomo ambas maletas y se dirigieron al interior de la casa.
Al ingresar su padre dejó las maletas contra la pared en donde estaba la mesa con un televisor, ella dejó su bolso sobre el sofá y después de eso escucho unos pequeños ladridos, vio a su pequeña yorkshire correr de alegría hacia su dueña.
-¡Kenzi!-La cachorro le dio unos ladridos alegres y cuando Carla se agacho, salto a sus brazos para que la abrazara y la besara.
-Lo se chiquita, me extrañaste, pero mamá promete no dejarte de nuevo-
-Jajaja, estos dos años estuvo muy mimosa y traviesa sin ti-Carla la dejó en el suelo para que ella vaya a comer.
-Ven hija-Su padre llamó su atención-Tengo algo que mostrarte en el patio-
-De acuerdo-Ella le siguió el juego a su padre, pero ya sabia que había preparado una fiesta de bienvenida para ella.
Cuando ambos estuvieron frente la puerta que daba hacia el patio, su padre se hizo a un lado y dejo que ella la abriera y pasara primero. Al hacerlo fue recibida por varias personas con un grito de emoción, a Carla le agrado la cálida bienvenida a pesar de no saber quienes eran estas personas.
-¡Bienvenida Carla!-Dijeron todos al unísono.
-Seguramente son los compañeros de S.T.A.R.S de mi padre-
-¡Wow!, esto...esto es grandioso-
-¡Muchas gracias papá!- Se dio la vuelta y le dio un fuerte abrazo.
-No tienes porque agradecer mi niña-Le dio un cálido apretón y se separo-Se que no conoces a estas personas, pero quería que tuvieras un lindo regreso con una fiesta y una parrillada-
-Descuida papá, es un gesto muy lindo y tierno-
-Ellos son mis compañeros del Servicio de Tácticas Especiales y de Rescate-
-Lo sabia-
-Déjame presentártelos-La llevo más cerca de sus compañeros-El es Barry Burton y su esposa Kathy-
-Es un placer conocerlos-Carla saludo al hombre que parecía ser cercano a la edad de su padre y a su esposa.
-El placer es todo nuestro Carla, al fin podemos conocer a la chica genio de la que tanto le da placer hablar a Sebs-Contestó Barry.
-Y ellas son nuestras hijas, Moira y Polly-Agrego Kathy.
La más grande de las niñas era Moira quien tenía aproximadamente 5 años, tenía ojos castaños claros y cabello castaño oscuro suelto hasta los hombros, Polly que tenía al parecer 3 años tenia el cabello corto con flequillo igual que el de su hermana y ojos castaños oscuros.
-H-hola-Saludo nerviosa la mayor.
-Eres...eres m-muy bonita-Le dijo a la rubia.
-Muchas gracias, tu también eres muy hermosa y por supuesto que tu pequeña hermana también-Les dijo agachándose y tocándoles de forma tierna la punta de la nariz a ambas.
-Este es Joseph Frost-Se acerco a ella un hombre de cabello rubio, ojos cafés y se destacaba por llevar un pañuelo azul cubriendo la parte superior de su cabeza.
-Un placer conocerla señorita-Dijo cortesmente tomando su mano, ella le respondió con un igualmente.
-Estos dos tontos de aquí son Chris Redfield-Señalo a un hombre de cabello castaño oscuro y ojos grises azulados-Y Brad Vickers-
El último joven tenía cabello castaño oscuro peinado hacia arriba, ojos verdes y se acerco con una sonrisa "seductora" hacia ella y se arrodillo para presentarse.
-Es un placer conocer a una joven tan hermosa-Dijo Vickers y todos comenzaron a reírse.
-¡Ouch!-Exclamo cuando una joven de cabello castaño oscuro le dio un golpe en la cabeza.
-Pollo no seas tan baboso, deja a la chica en paz, acaba de llegar por Dios-Era el apodo que el equipo le había puesto a Brad por lo cobarde que era.
-Está bien pero no tenias que ser violenta Valentine-
-Jajaja, disculpalo es un idiota. Me alegra conocerte al fin, me llamo Jill Valentine-
-Descuida, no me molesto su actitud, te lo agradezco de igual forma Jill-Ella estrecho su mano.
-Ellos dos son Enrico Marini, el capitán del equipo Bravo- Enrico tenia el cabello negro, bigote y ojos castaños oscuros-Esta encantadora jovencita es nuestra próxima medico de campo, Rebecca Chambers-
-Seguro se llevaran bien, tiene tu edad-
-¿En serio?-Carla quedo algo aturdida por eso.
-Si es cierto, tengo 17 años, aun estoy en entrenamiento de todos modos-Dijo la joven de cabello castaño claro corto y ojos verdes claros.
-Es bueno saber que tendré alguien de mi edad con quien hablar-Dijo Carla estrechando su mano.
Su padre le presento al resto de los miembros del equipo Bravo, pero hubo un hombre que llamo su atención, estaba más alejado junto con una niña, al verla se dio cuenta que era la pequeña que salió corriendo cuando se asomo por la ventana; el hombre rubio, con lentes de sol y que parecía medir 1.90 aproximadamente, a diferencia de ella que media solo 1.56, al notar su mirada se acerco a saludar.
Wesker P.O.V
Albert estaba escuchando atentamente las cosas que su pequeña hermana le contaba, cuando vio que hizo acto de presencia una hermosa joven rubia, estaba claro que era Carla, la hija de su colega, estaba básicamente igual a la foto de su graduación, pero en su mirada se notaba cierta madurez a diferencia de la foto cuando tenia 15 años.
Mientras ella se presentaba con todos, él simplemente permaneció al margen observando y esperando el momento para presentarse como era debido, no quería acercarse ahora teniendo en cuenta que no quería soportar el circo habitual que hacían sus subordinados, especialmente Vickers cuando aparecía una chica linda. Tal y como pensó, Brad no tardo en hacer el ridículo con la hija de su compañero.
-¿Acaso no tiene un mínimo de dignidad?-Pensó Wesker.
-Es muy bonita-Comentó su hermana-Parece una muñeca-
-Si, lo es-Secundo el rubio-Pero, tú eres la más linda para mi-
-Si, claro-Contestó sarcásticamente la niña, y su hermano la abrazo con su brazo derecho.
El alzó la mirada y vio como la hija de Radames lo estaba observando con curiosidad, posiblemente porque usaba esos lentes o porque era el único que estaba alejado de la reunión social.
-Vamos a saludar Meg-Ambos comenzaron a dirigirse a presentarse con ella.
-¡Wesker!-Exclamó el hombre de 45 años-Ya era hora de que te acercaras, Carla él es...-
-Capitán Albert Wesker-Se presentó interrumpiendo a su amigo.
-Es un honor conocerlo señor-Dijo educadamente Carla-Mi papá me ha hablado mucho de usted-
-El honor es todo mio-Se inclinó y le dio un beso en el dorso de su delicada y pequeña mano provocando que Carla se pusiera igual de roja que sus pecas.
-Tú debes ser la pequeña que dio aviso de mi llegada ¿verdad?-Cuestionó Carla a la pequeña escondida detrás de el hombre rubio.
-Adelante, no tengas miedo-La alentó su hermano.
-Si, hola soy Megan Wesker, soy su hermana menor-
-Encantada de conocerte Megan-Se agacho un poco para poder tocarle una mejilla-Qué dulce que eres-
-Jajaja gracias, tú también pareces ser muy dulce-
Después de las presentaciones, todos se sentaron en una larga mesa a comer la parrillada preparada por Enrico, algunos bebían gaseosas, jugos o agua, y otros como Chris, Jill y Brad se encontraban bebiendo más cervezas. Los miembros de la unidad le contaban algunas anécdotas a la recién llegada sobre algunas de sus primeras operaciones y hazañas.
Cuando comenzó a caer la noche, Barry tuvo que llevar a la pequeña Polly a la habitación de Sebs para dejarla descansar, pues era muy pequeña y no aguantaba mucho sin dormir, mas teniendo en cuenta que estaba jugando con su hermana y Megan desde que llego. El anfitrión de la fiesta se encontraba jugando BlackJack con Valentine, Marini y los demás miembros del equipo Bravo, Kathy estaba jugando con la hermana de Wesker y con su otra hija, en tanto Redfield y Vickers estaban haciendo una competencia para ver quien bebía más cervezas, Chambers y Frost estaban apostando dinero por alguno de los dos.
Albert aprovecho para alejarse del cálido ambiente, debido a que, jamás le había gustado ser una persona social y mucho menos estar en un ambiente tan alegre y festivo, se alejo con un vaso con agua y se quedo en el porche observando el cielo con las estrellas que comenzaban a asomarse.
Carla P.O.V
Si bien a ella le gustaba de vez en cuando estar rodeada de gente para poder hablar, en este caso ya se sentía algo sofocada, después de todo, todos los presentes no la dejaban en paz ni dos segundos, querían saber todo sobre ella. Entonces cuando se dio cuenta que la habían dejado unos minutos de lado, decidió apartarse para estar sola unos segundo aunque sea; noto de inmediato al capitán de su padre alejarse de la multitud, dirigiéndose al frente, posiblemente al porche.
-Al parecer no soy la única que necesita un momento para respirar-Se dijo mentalmente.
-¿Le molestara que lo acompañe?-
Antes de seguirlo tomo una botella de jugo de naranja y unos emparedados, no quería ir a hablar con él sin comida, teniendo en cuenta que ella iba a comer y le parecía grosero no ofrecerle algo también. Con paso decidido lo siguió, al acercarse al porche lo vio apoyado en las barandas mirando hacia el cielo, dándole la espalda. Pudo notar los músculos de su espalda y brazos marcándose en la camisa azul.
-Hola-Llamo su atención con una voz firme y alegre.
-Hola-Respondió dándose la vuelta para mirarla-¿Qué hace aquí señorita Radames?, se esta perdiendo su fiesta-
-Lo se, pero no me gusta estar tanto tiempo rodeada de personas que quieren saber todo de mi y no dan un respiro-
-Al parecer tenemos algo en común-Mencionó el rubio.
-Así que...-Hablo Carla con un tono curioso acercándose un poco más a él-Megan es su hermana-
-Cuando llegue pensé que era su hija-
-Normalmente, todos creen que es mi hija. Nos llevamos muchos años-Wesker observo que ella traía algo de comida.
-Ohh, que tonta, olvide que traje esto-Le ofreció un emparedado que el capitán decidió aceptar para no ser descortés con ella.
-Gracias-
-De nada, creí que no era educado de mi parte venir a hablar con usted comiendo algo y sin ofrecerle-
-Pregunte lo que quiera señorita Radames-El hombre de los lentes de sol se había dado cuenta que ella quería saber más sobre el, después de todo era el único que no había hablando mientras comían sobre quien era.
-No quiero sonar descortés pero...¿qué paso con sus padres?-Preguntó algo tímida-Mi papá me contó que usted prácticamente crió a su hermana-
-Bueno, eso es una historia larga y complicada señorita-Dijo con su típico tono frió e indiferente.
-Resumiendo, usted no es la única que tuvo la experiencia de tener un mal padre. En mi caso se trato de mi padre, cuando mi madre quedo embarazada de Megan el nos abandono-
-Mi madre al poco tiempo de haber nacido mi hermana falleció debido a una enfermedad degenerativa-
-Cuanto lo siento capitán, se nota que usted no es como su padre, quiere mucho a su hermanita-Ella puso una mano sobre su hombro como un gesto de comprensión.
-Descuide señorita...es una herida que sano hace mucho tiempo y si, hago todo lo posible para darle una linda infancia a mi hermana-
-Si no le molesta...-Wesker volvió su mirada a ella-¿Puedo hacerle otra pregunta?-El asintió.
-¿Por qué las gafas?-
-Mi papá me dijo que eran para intimidar, ¿es cierto?-
-Hmph...en parte eso es cierto, pero también las uso porque tengo la vista sensible a las luces muy brillantes-
-Realmente solo las necesito cuando estoy trabajando en la oficina o lugares que tienen demasiada iluminación, pero me acostumbre a ellas y ahora casi nunca me las quito-
-Vaya, no me imagino lo difícil que debió ser al principio. Entonces, ¿de qué color son sus ojos? ¿me puede decir?-
-Para que decírselo señorita, si puedo mostrárselos-Automáticamente se quito los lentes y deslumbro a Carla con unos hermosos ojos azules oscuros.
-¡Wow!-Quedó impresionada con su mirada azul y fría-Son realmente hermosos señor Wesker-
-Por favor señorita llámeme Albert-Solicitó con su típica voz seria-Y mis ojos no son nada comparados con los suyos-
-G-gracias señor Wes...digo Albert...gracias Albert-Dijo nerviosa y con las mejillas sonrojadas.
-Entonces tú puedes llamarme Carla, no me gusta realmente que me digan señorita Radames o señorita Carla. Siempre me resulto algo incomodo-
-De acuerdo Carla-
Carla no sabia porque, pero realmente se sentía muy cómoda hablando con el capitán de su padre, si bien se notaba que era un hombre poco sociable y frió, pero con ella se había abierto bastante e incluso era muy cortes y amable. A pesar de que los otros miembros de S.T.A.R.S le dijeron que no tratara de hablar con él porque era muy frió, serio y gruñón, ella quiso comprobarlo por su cuenta, y se alegro al saber que estaban un poco equivocados.
Wesker P.O.V
A Albert le gusto estar a solas con la hija de su compañero y poder hablar con ella, a diferencia de sus subordinados ella era muy respetuosa y educada. Él no podría decir exactamente que vio en ella para sentirse tan cómodo y hablar aunque sea algo de su vida, ya que, a nadie a parte de su amigo William Birkin le había contado algo de su pasado; tampoco tuvo problema en quitarse sus características gafas frente a ella y mirarla a los ojos.
Mientras comía el emparedado que ella muy amablemente le ofreció, no pudo evitar observarla de pies a cabeza, debía admitir que la joven era muy hermosa, tal y como dijo su hermana, parecía una muñeca con sus hermosos grandes ojos azules, pestañas largas, pecas rojizas, cabello rubio ondulado hasta la cintura ,y sus pequeños y delicados labios con un ligero tono rosa. Respecto a su cuerpo media alrededor de 1.56 metros, era delgada con unas hermosas piernas, no tenia mucho busto ni nalgas, pero aun así era hermosa; no podía negarlo.
-¿Quién diría que Radames tendría una hija tan hermosa?-Se cuestionó mentalmente.
-Es aún más hermosa en persona-
-Yo ya te conté algunas cosas sobre mi-Ella dejo de comer y le presto atención-¿Por qué volviste realmente?-
-La verdad es que no volví porque me quede sin trabajo en Nueva York, sino que en parte era porque extrañaba a mi padre y mucho, al igual que tu que todo lo que tienes es tu hermana, todo lo que tengo es mi padre y realmente no soportaba más estar tan lejos de él, fueron 2 años sin verlo-
-La otra parte, es porque no soportaba más vivir con mis tíos y primos, necesitaba volver a donde tenia mi espacio personal, y no solo eso-
-¿Ah no?-Wesker elevó sus cejas por sorpresa.
-También tuve un ligero conflicto con mi jefe en el hospital de allí, él...-
-Tranquila, tómatelo con calma-Wesker trato de ser amable con ella al ver que le costaba hablar.
-Por favor, lo que te voy a contar no se lo digas a mi padre o se pondrá loco-Le suplico.
-Tienes mi palabra-
-Mi jefe al principio era un hombre bastante amable conmigo, incluso me ayudaba a adaptarme, pero al poco tiempo comenzó a actuar extraño-
-Comenzó a acosarme todo el tiempo en el trabajo, al principio lo soporte hasta que...t-trato...trato de manosearme y-y decidí renunciar para que no llegara a mas, no sin antes darle una buena golpiza-Ella trataba de no llorar frente al capitán de su padre.
-Ese infeliz un día, m-me metió las manos d-debajo de...de la blusa y...-Carla no aguanto y algunas lagrimas comenzaron a caer.
El hombre rubio poso una de sus enormes manos en una de sus mejillas para mirarla, y luego con la otra limpio esas lagrimas que caían de sus bellos ojos.
-Hiciste bien en marcharte de ese lugar-
-Debes creer que...que soy una tonta por no haberlo denunciado-
-Para nada, hay muchas mujeres e incluso hombres que no denuncian este tipo de cosas, y algunos incluso se quedan en ese ambiente-
-Tú fuiste valiente, renunciaste dejandole en claro hace idiota que no necesitabas de su dinero que te valías por ti sola-
-G-gracias-Ella logro calmarse después de escuchar sus palabras.
-Tranquila te aseguro que no le contare a tu padre sobre esto, si es lo que tú quieres-Ella asintió agradeciéndole la discreción-Tu padre dijo que trabajarías en el hospital central de aquí-
-¿En qué área?-La rubia agradeció mentalmente a Wesker por cambiar de tema.
-Me ofrecieron el trabajo en el área de patología, dijeron que con mi coeficiente seria muy productiva en esa área para descubrir enfermedades o condiciones extrañas-
-Trabajare solamente los lunes, miércoles y viernes por suerte-Dijo con una sonrisa.
-Te felicito, ¿de cuánto es tu coeficiente?-Eso a él realmente le había interesado.
-Jajaja, ¿en serio te interesa saber eso?-
-Yo jamás bromeo-
-De acuerdo, tengo un coeficiente de 180, debes creer que soy una nerd-Ella se puso roja y no paraba de reír.
-¿180?, impresionante, ésta joven me supero-Eso sin duda había sorprendido a Albert.
-Para nada Carla, de hecho me impresionas-
-¿De verdad?-
-Por supuesto, al parecer es algo más que tenemos en común, somos dos genios-Dijo con una sonrisa arrogante.
-¿Cuánto?-
-160-Respondió el-Me superaste, felicidades-
-Debí imaginarme que eras muy inteligente, por nada eres el capitán-
-Si supiera la verdad de como llegue a capitán no estaría tan cómoda hablando conmigo-
-A pesar de que me gustaría seguir teniendo una charla productiva contigo, ya es muy tarde y debo llevar a mi hermana a casa-
-Descuida, que bueno que pudiste venir, que tengan un buen viaje-
-Disfruta lo que resta de la noche Carla-
Se despidió de ella dándole un apretón de mano, luego fue a buscar a su hermana despidiéndose como de costumbre de forma fría y cortante con el resto de los miembros de la unidad. Mientras volvía a su casa con su hermana descansando en el asiento trasero, no pudo evitar pensar en la joven hija de su compañero y que le encantaría poder hablar de nuevo con una mujer tan encantadora e inteligente, sin duda era una chica que estaba a su nivel o incluso debía admitir que podría superarlo.
Hola a todos, primero que nada mañana posiblemente suba el siguiente capitulo, resubi el primer capitulo ya que corregí algunos errores de ortografía que encontré. También y lo más importante, quiero agradecer a manu y a evolution-500 por haber leído este primer capitulo, y que les gustara. Lamento que la personas de otros países tengan que usar el traductor, soy consciente de que a veces traduce mal las oraciones o palabras y puede haber inconsistencias en la historia, me encantaria traducirlo correctamente, pero no soy muy buena haciéndolo.
