The love of my life

Summary: Rachel está molesta, Quinn encuentra la forma de contentarla. "Faberry.

Descargo de responsabilidad: no poseo derecho alguno sobre el show y/o sus personajes, sólo la de esta historia que tiene perfecto sentido en mi cabeza y en todo aquel o aquella que decida compartirla conmigo.

Capítulo I: Noción de…

Nota:

- Canción: Otra Noche by Los Angeles Azules ft. Nicki Nicole

Rachel estaba muy enojada con su novia, eran novias, ambas se amaban, pero era como si no lo fueran, no por Quinn y ella, sino ante el resto, para el resto Rachel era el juguete de Quinn, por tanto ella se sentía como si siguieran en la sombra, y yendo por lo oscurito, por eso mismo, ella estaba enojada, cabreada, emputada, lo siguiente, así, bufando como un lindo dragoncito, humo por su nariz, pisoteadas fuertes, puños cerrados a cada lado – Quinn ¡ - gritó ni bien verle en el pasadizo.

- Oh oh, yo que tú, corro – le dijo Santana a su lado, ambas vestidas de porristas. Santana viendo que Rachel estaba furiosa, lo siguiente, una tormenta y un huracán juntos que amenazaba con arremeter contra ¿Quinn?

- ¿Por qué, por Berry? – preguntó ella con gracia, mirándole a su mejor amiga y sin mirar a su novia porque si le miraba se acojonaba y mucho.

- Quinn, ven aquí, ya ¡ - gritó señalando con su dedo al suelo en una orden definitiva.

- Me voy.

- Como que le tienes miedo – bromeó Quinn mirándole con sorna.

- No, sólo soy más inteligente que tú, prego – y con ello se giró para irse con su amor que le esperaba en la puerta de su clase.

- Ya no estoy embarazada, no puedes decir eso ¡ - le gritó a su mejor amiga para luego mirar a Rachel – mierda – gimió, al ver su rostro rojo de enojo.

Quinn suspiró y se le acercó – nena – susurró estando cerca de ella.

- Nena nada, Quinn, nada, carajo ¡ - susurró fuerte entrando en un salón vacío y pidiéndole con la mirada o más bien ordenándole a que pase y ambas dentro, Rachel cerró la puerta con llave.

- ¿Estás enojada amor? – preguntó a lo idiota, Rachel bufó, ella no estaba enojada, estaba lo siguiente – ok, perdón, te amo.

- Te amo, nada, Quinn, NADAAA ¡

- ¿Pero me amas, no? – con su carita de cachorro mojado.

- Claro que te amo, no seas idiota.

- Soy tu idiota, si bien recuerdas.

- Quinn ¡ no me enredes, joder ¡ - renegó soltando pisoteadas y cruzando sus brazos sobre su pecho.

- Me encantas cuando te pones así, eres muy sexy – replicó gimiendo y eso debilitó un poco o mucho, mas no lo dejó notar Rachel, Quinn mirándole así, todo sexy y traviesa.

Rachel suspiró y cerro sus ojos un segundo para no perder el hilo de su pensamiento y de lo que quería decirle.

- Quinn – Rachel soltó con un tono triste y eso pesó mucho en Quinn, por lo que su ánimo cambió de sopetón.

- ¿Por mí? – preguntó preocupada y Rachel asintió poniendo ese puchero que sabía le pesaba más a Quinn, por lo que ella le abrazó y cobijó a su amor en su pecho, besó su cabeza - ¿Qué pasó cielo? - Quinn sobando con una mano hacia arriba y debajo de su espalda, Rachel suspiró – para perder una clase sí que debe s estar muy enojada, mi bebé – intentó bromear.

- Idiota – murmuró Rachel aunque con una sonrisita en su pecho.

- Éxito ¡ - coreó su mente.

Luego de un abrazo muy rico, Quinn con ambas manos cogió su rostro y le besó dulcemente a la par de darle un beso esquimal que trajo esa sonrisa tan preciosa en Rachel que ella tanto amaba – te amo mi vida.

- Yo también te amo Quinn, aunque a veces sea idiota.

- Lo ciento cielo.

- ¿Al menos sabes por qué te disculpas? O ¿Por qué estoy enojada? – preguntó directamente mirándole.

Quinn pensó a 1000 por hora en lo más evidente y detonantes en su diva, en la reina de su corazón junto a Beth, nena que estaba siendo cuidada por su mamá, abu pa la chiquita por todo el fin de semana en un viaje a Frannie en New York.

- Tu actriz favorita no gano la nominación que tenía.

- No, ufff, ni me recuerdes eso – soltó bufando a lo dragoncito, Quinn sonrió embobada por ello.

- Por traficar tocino en tu casa con tu papi al no estar tú en casa.

- Quinn ¡ - gritó mirándole enojada.

- Ups – Quinn cayó en cuenta que no sabía eso y se acababa de enterar por ella misma – oh mierda – gimió rascándose con una mano la cabeza y con una cara de situación cómica que hizo bufar a Rachel y suspirar para luego sonriendo negar con la cabeza.

Ella era vegetariana de corazón, pero Quinn no, y tocino no le iba a poder negar nunca, eso era como oro líquido para ella y pues a Beth de un aniño quitarle el tocino, eso jamás, Rachel amaba tanto a ambas que ella misma les compraba su reserva de la semana para su casa.

- Amor, me puedes decir por qué ¿Por favor? Lo que sea, te prometo arreglarlo o cómpratelo, lo que quieras.

- Quinn que yo no soy interesada y lo sabes.

- Lo sé amor y te amo más por ello, más sabes que si quisieras ir una obra, ir a ver a tu actriz favorita o algo que signifique mucho para ti, no me importa el dinero, tu felicidad es todo para mí.

- Lo sé y te amo – le dijo dándole un beso corto sobre sus labios, para luego sentarse en el escritorio del profesor, en lo que Quinn se sentó en una carpeta.

Unos segundos de silencio - ¿Por qué me miras así? – preguntó ya sabiendo la respuesta de memoria, Quinn le miraba como si fuera su tesoro, su amor, su todo.

- Porque te amo y eres el amor de mi vida, lo más importante en mi vida – dijo Quinn y Rachel lo repitió ambas a la par, siendo esa la respuesta oficial que Quinn le daba cada que le veía mirándole así, toda embobada, con muchísimo amor – Te amo Rach – le dijo con el corazón en la mano – estoy pensando y re pensando Rach, no me imagino que pudo ponerte así de molesta.

- Eso mismo Quinn, que me amas, pero ante todo el colegio no somos nada – cansada le soltó el argumento que traían desde el inicio de su relación.

- Eso es mentira, en Glee todos lo saben, todos nuestros amigos en común lo saben, tus padres lo saben, mi madre lo sabe, todo el puto colegio lo sabe, apuesto que varios de tus vecinos también.

- ¿Entonces por qué siento que estamos en lo oscuro?

- Hoy no hizo mucho sol – intentó bromear pero Rachel no estaba para ello – eres el amor de mi vida Rachel, junto a mi niña.

- Ya, pero ante el colegio no, el estúpido de Brad te invitó hoy a su casa aprovechando que es viernes y cito "Tengo la casa sola" - Quinn intentó decir algo, pero Rachel siguió – hace dos días otro imbécil, Tom te hizo gestos obscenos, ayer Fátima te invitó a "follar como conejos" así lo dijo.

- Todos ellos saben que estoy contigo bebé, pero lo dicen por joder.

- Lo dicen porque no eres clara con ellos, con todos.

- Amor, yo no estoy en el closet, la gente cercana a mi lo saben.

- Quinn es más que salir si ya de por si es un rumor que se habla en todo el pasadizo, sé que tu padre te ha preguntado por él.

- Sí, es así.

- ¿Y qué le has dicho?

- Que me enamorado de una mujer y que le amo, me insultó y me hizo sentir como la mierda, ya lo sabes.

- Lo sé cielo, sólo necesito que me comprendas ¿Entiendes?

Quinn en ese instante se sintió como Finn, si bien sabía que su Rachel estaba enojada, no comprendía del todo el porqué.

- ¿Le dijiste que era yo? – preguntó y Quinn bufó, sí le había dicho que era ella, ya habían hablado de eso mil veces y la respuesta siempre lastimaba ambas, pero más a Rachel - ¿Qué te dijo?

- Él se rió y luego me insultó.

- Por eso estoy enojada.

- ¿Por qué me insultó? Porque eso es normal en él.

- No Quinn no es normal, no te debes acostumbrar a eso, con nadie ya te lo he dicho miles de veces, ni siquiera tomar mierda de mí.

- Tú no me das mierda, tú me amas y yo te amo.

Rachel bufó su amor, a veces era tan obtusa – piensa en ello – le pidió para después salir enojada, ya que quería que Quinn sepa lo que le pasaba sin tener que decírselo.

Quinn pasó todo el día sintiéndose como mierda - ¿Si me disculpo con un acto muy grande y bonito, dejarás de estar enojada? – le preguntó y Rachel se enojó más.

Tres días después…

Ambas se decían "Te amo", hablaban ni bien amanecer el día y ocultarse por la noche, incluso en clases, mas no había besos o caricias y eso estaba consumiendo a Quinn en vida, su amor estaba molesta y no podía descifrar el porqué.

Por lo que, para iniciar el martes, desesperada llamó a su padre, y habló de lo mucho que amaba a Rachel, él se burló y la volvió a insultar como ninguneando a Rachel, como si fuera nada, multiplicándola por cero.

- ¿Por qué actúas así? eres un adulto ¡ Estoy enamorada de Rachel, ¿Entiendes? De Rachel ¡ - le gritó en una llamada a su padre, él se volvió a reír y tratar a Rachel como si fuera nada, como si fuese una repugnante fase por la que su hija estaba pasando.

Quinn terminó hecha mierda con esa reacción.

Para el miércoles…

Ella estaba practicando con las porristas, un imbécil se le acercó a proponerle una noche de sexo, Rachel que estaba sentada en las gradas suspiró y se fue más decepcionada que enojada.

Quinn al ver la reacción de su novia, se dirigió a él, ya que ni le estaba prestando atención - hey, pedazo de mierda ¡ - le gritó al chico con la mirada más amenazante que pudo reunir, el tipo pareció realmente asustado y retrocedió varios pasos - ¿Acaso no sabes que estoy con Rachel, que le amo?¡ - preguntó a gritos incluso a segundos de golpearlo.

- Lo sé, todos lo saben – una porrista que le gustaba el chico, trató de interceder – pero es Berry pues.

- ¿Qué mierda significa eso? ¿Qué coño quieres decir? ¡ - le preguntó a gritos y de lo más enojada. Santana al ver su reacción trato de controlarla, intentó apartarle, mas Quinn le empujó a un lado, varias veces y al no poder ella, fue a por Rachel, Quinn había perdido la razón ante la indignación propia de esa discusión – dime ¿Qué coño, quieres decir? ¡ - le preguntó emputada.

- Fabray contrólate ¡ - ordenó Sue desde las gradas.

- Dime, pedazo de mierda – le amenazó con una voz seca y firme, en la mejor imitación de Russell y para que no corra le sujetó del cuello de su uniforme.

- Fabray, voy a contar hasta tres ¡ - amenazó Sue.

- Tú eres la puta ama y Rachel es basura, eso significa, su relación no puede ser seria, es una broma – apenas susurró el chico para salvar en algo a la chica con la que él creía podía tener sexo si jugaba bien sus cartas.

Y ahí, justo ahí, Quinn se dio cuenta de su más grande error.

Ella era una Fabray, eso y que estaba dando por sentado a Rachel, no porque así lo planease o quisiera, sino por omisión, al ser una Fabray, ella estaba acostumbrada a que le conquisten, no al revés, a tener detalles preciosos con ella, detalles que eran escasos en su relación, al menos los públicos, ya que ella era muy romántica con su novia, cuidándose mucho ella en lo público ante el miedo de la presencia de su padre en su vida.

Ella no le daba el lugar que se merecía ante los otros, ella no le conquistaba como Rachel se lo merecía, y al tener una novia como Rachel, cuyas formas de atención, de adoración, de amor, el dramatismo que corría por sus venas, "hazlo a lo broadway o vete a casa" Quinn entendió que su actuar o sus omisiones hicieran a Rachel sentir como un puñetazo a su ego, a sus inseguridades, a la mierda que recibía de todos.

Quinn al llegar a racionar eso, se sintió devastada, hecha mierda, por lo que en uno de sus actos autodestructivos y con toda la ira que recorrió su sangre, se agarró a golpes, con la porrista y su posible novio.

- Es todo, estás suspendida ¡ - gritó Sue, más a Quinn le importó una mierda.

Rachel llegó corriendo y junto con Puck le pudieron apartar de ambos, golpes dados y recibidos.

- ¿Eres idiota o qué? – preguntó Puck en la enfermería con Quinn sentada en la camilla con un ojo negro y el labio roto – mierda, lo siento – se disculpó para luego salir corriendo al Rachel darle una mirada asesina, en la mejor imitación de Quinn que pudo hacer.

- Y aun así, te ves tremendamente adorable – susurró Quinn a su novia que volteó a mirarle – como si una nena de tres años, regañara a Goliat.

- No mido metro cincuenta – replicó a su amor, acariciando su rostro delicadamente.

- Lo sé mi amor, mides metro y cincuenta y cinco y amo cada centímetro de ti – dijo llorosa y con un puchero tan lastimero.

- Ohhh mi vida, no llores, me harás llorar – replicó emocionada, abrazando a su novia, colocando su cabeza en su pecho, ambas se sostuvieron mientras ambas sollozaban al Quinn empezar y Rachel no poder contenerse.

- Te amo Rach.

- Lo sé, cielo, lo sé, ahora deja de llorar, porque voy a llorar más fuerte – le amenazó con el corazón apretujado y con lágrimas que Quinn limpió con ambas manos.

La enfermera pasó a verlas sin comprender porque lloraban ambas, dado que las lesiones de Quinn eran mínimas comparado a la porrista y jugador de futbol americano, nada que una bolsa de hielo no pudiera curar o los besos de su novia aparentemente – me voy a fumar – replicó ella en su lugar pensando que al menos tendría media hora de ocio.

Canción: Otra Noche by Los Angeles Azules ft. Nicki Nicole

"Y es otra noche llorándote
Y son las cosas que no dije
Y sé que el tiempo no me deja más
Y no me deja verte…" –
le cantó Quinn.

- Amor para, si no hemos roto y no vamos a romper.

- Sin tus besos, sin tus caricias… - empezó a decir y Rachel asintió, aquello había sido un infierno de días para soportar, para ambas.

- Nunca más bebé, nunca más – le consoló Rachel al ver tan afligida a su amor.

- Te di por sentado – Rachel no dijo nada, algo así había pasado – no me di cuenta antes…

- No te diste cuenta, mi vida – añadió Rachel.

- Este colegio está lleno de hijos de puta, yo te amo Rachel, lo nuestro es serio – insistió preocupada de que su amor no lo sepa.

- Lo sé bebé, lo sé – Rachel recostó a su novia aún en contra de lo que ella quería hacer – tienes que descansar, esa perra te golpeó muy fuerte el ojo, mañana se pondrá morado, por suerte o no, ya que no voy a poder verte, te van a suspender 3 días amor, tu ojito se verá mejor para entonces.

Rachel mientras iba hablando iba acariciando el rostro de su amor, ambas luego pidiéndose disculpas.

Quinn por no notar como se sentía su novia.

Rachel por la presión que puso en Quinn, en lugar de comunicarse mejor.

Ambas prometieron comunicarse mejor.

- No creo que, Figgins me vote tres días – pensó ya que la actuación del ciclo, para festejar su cumpleaños sería el viernes y si le suspendía no podría participar junto a Blaine como estaba fijo - me duele un poco la cabeza, mi amor – susurró Quinn y Rachel preocupada le pidió que se levante para después ir a su casa a cuidarle - ¿Y tú clase?

- Me importa una mierda la clase Quinn – Quinn levantó sus cejas en sorpresa, ya que uno, su asistencia perfecta era todo para Rachel y dos, estaba jurando más de lo usual – tú eres todo para mí Quinn.

- Tú también, Beth y tú.

- Lo sé, bebé, tranquila cielo, ya te vas a sentir mejor.

Rachel acompañó a Quinn a su casa, ella le contó lo ocurrido a Judy para que no se enoje y en qué contexto se dio todo – ayyy mis niñas – replicó su madre para luego mandar a su hija a descansar, Beth al verla se recostó a su lado - ¿Yaya, mami? – preguntó señalando su ojo y boca.

- Si mi amor, pero Rachel me va a cuidar y todo estará bien.

- Ach cuida – soltó la nena aplaudiendo para luego dar besos babosos a su ojo y boca para que sane mejor.

- Ohhh mi amor, ricos besos de mi bebé – replicó Quinn dándole besos ruidosos en su cuello y mejillas para escuchar su risita, esa que tanto amaba con locura.

Nota:

- Canción: Otra Noche by Los Angeles Azules ft. Nicki Nicole

- Ésta historia iba a ser un one shot, pero me salió un poco largo por lo que va a ser una historia de dos capítulos.

- Dos capítulos que serán publicados a continuación. ASAP.

- Get ready… the fluff is coming.

- #Always Faberry.