What happened baby?
Summary: Lena se enferma, Kara la cuida. #Supercorp, AU.
Descargo de responsabilidad: no poseo derecho alguno sobre el show y/o sus personajes, sólo la de esta historia que tiene perfecto sentido en mi cabeza y en todo aquel o aquella que decida compartirla conmigo.
One shot
Lena, talvez la mujer más poderosa del planeta, CEO de LCORP y doce empresas más, varias de ellas de biotecnología, medicina y energías limpias, billonaria, genia, filántropa, con una humanidad desbordante, un corazón enorme lleno de nobleza que pocos podían apreciar al ella tener sus paredes muy altas y reforzadas, con una mano firme, en fin, una presencia poderosa e impactante, en ese momento se veía como – una rata mojada – Alex murmuró a su novia, ambas en la isla de la cocina, Lena en el sofá recostada les miró con su entrecejo marcado – oh vamos pequeña Luthor, sabes que me encantan las ratas, son muy lindas, sobre todo las blancas.
- Ajam, esas que matas para tus experimentos – replicó con voz ronca.
- Ok, cambio la proposición, como una gatita muy hermosa, empapada.
- Mejor - murmuró Lena estornudando, la pareja le miró sonriente y con mucha calidez, pensando cómo reaccionaría Kara ni bien llegara del trabajo, ambas pensando que Kara al igual que ellas se iba a derretir de amor por la propia imagen de Lena, ya que no era nada común como se dejaba ver ella, en ese momento.
Lena estaba con su polera de la universidad, un pantalón de chandal suelto, con una cara de situación tremenda y una expresión de lo más adorable.
Lena estaba resfriada, muy resfriada, con su voz ronca, su nariz roja como Rodolfo, ella muy tierna, re tierna, dando una imagen tan pero tan preciosa e idílica, incluso cuando su pecho sonaba como un motor.
- Quien diría que eres la implacable Lena Luthor – acotó Maguie antes de tocar su cabeza con una mano.
- Que no soy un cachorro – replicó el cachorrito humano que era Lena, gimiendo.
La pareja después de despedirse la dejaron en el departamento de Kara y se fueron a sus trabajos, siendo imposible quedarse aún más, debido a lo importante de sus deberes ese día, un jueves por la tarde, un choque múltiple había ocurrido en la plaza, por lo que era imperativo cubran sus puestos siendo Alex doctora, neurocirujana, en realidad, en el hospital del centro, y Alex detective en jefe de la policía.
Ambas tomaron el ascensor, ambas sin acordarlo escribiéndole a Kara.
De Maguie para Kara: Lena tiene la cara tan roja que me da miedo le estalle un vaso sanguíneo.
De Alex para Kara: tu novia tiene fiebre, creo que ese virus ocasional finalmente le alcanzó.
Kara ni bien leyó los mensajes, siendo las 6pm y todavía quedándole dos horas de trabajo, se excusó con lo que pudiera para correr hacia su departamento, no queriendo dejar a su novia sola por más que ella al comunicarse con la pareja, ésta le aseguró que le habían dejado unas pastillas con un mate caliente y varias películas tiernas en la televisión a la par de caricaturas por si le apetecía, es decir que le habían dejado bien cuidada y que no se preocupara, Kara no podía parar de preocuparse, que su novia se enfermara no era normal, Lena tomaba múltiples vitaminas y complementos nutricionales ya que al ella estar viajando constantemente, pues se cuidaba mucho más para no pescar nada y enfermar a su nena.
…
Kara llegó en media hora, apresurándose para no dejarle sola por más que la pareja le aseguró que ella estaba muy bien.
- Ohhh mi vida – susurró Kara al entrar a su departamento, intentando hacer el más pequeñito ruido posible.
Ante ella una imagen preciosa, de lo más hermosa.
Su novia estaba riendo con una caricatura del conejo Bugs Bunny reproduciéndose en la televisión, en medio una toz suelta cada tanto – mi amor, ¿Estás bien, cielo? – preguntó dejándose ver y Lena ni bien verle puso un puchero de lo más adorable.
Y ella negando con la cabeza en un tono de lo más lastimero dijo – nooooo – enfatizando mucho su puchero – la comida sabe a cartón, estoy ronca, los oídos me silban y tengo los pies fríos – soltó gimiendo.
- Ohhh mi amor – y en cambio a lo que la reacción natural de casi todos pensaran que su novia estaba haciendo un berrinche, exagerando o algo peor, Kara se derritió de amor por ella, ya que para Lena, CEO de LCORP y doce empresas más, varias de ellas de biotecnología, medicina y energías limpias, billonaria, genia, filántropa, expresarse así y dejarse ser vulnerable ante ella, era inmenso, sin palabras para definir su sentir, Lena había recorrido un mundo de distancia, ella no se dejaba ver ante nadie así, salvo para su familia, la cuál era conformada por Kara (el amor de su vida), Alex (Su posible cuñada, Lena se sonrojaba ante ese pensamiento ya que significaría que Kara fuera su esposa, pronto ASAP), Maguie (su compinche para todo) y Eliza (Su mamá, ella la quería así, ambas se querían mucho y Lena se sentía muy honrada por ello) y nadie más que ellos - ¿Te he dicho que te amo hoy? – preguntó dulcemente sentándose a su lado y con una mano acomodando un mechón de cabello detrás de su oído.
- Sólo cinco veces – replicó con un muy adorable puchero.
- Oh, mi error, te amo demasiado mi niña bonita – susurró en su oído para luego repartir besos en su carita.
- No, te vas a enfermar – Lena quiso empujarle para que se cuide, mas no tenía fuerza alguna, Kara se derritió aún más de amor por su novia, pensando que incluso en ese estado, se preocupaba más por Kara que por ella misma.
- Ya me enfermé la semana pasada Lee, así que tengo anticuerpos.
- Bueno – replicó ella y con eso, se dejó besar en los labios por su amor, ambas gimiendo por el beso, por más que fue muy dulce y delicado.
- ¿Qué ves, corazón? – preguntó Kara separándose de ella, sólo para sentarse en el sofá y poner los pies de su Lee sobre su regazo para darle un masaje y un beso en su pie, Lena frunció en el entrecejo por el gesto por más que su pie estaba muy limpio al ella salir de la ducha hace poco – te amo – acotó Kara y Lena sonrió muy bello para después dejarse cuidar por su amor, Kara sobando con ambas manos su pie, y soplando aire cálido para calentar sus muy lindos pies.
Lena rió un poco más al ver las caricaturas, siendo ese su placer culposo para cuando se sentía mal y en ese estado estuvo poco menos de 15 minutos hasta que empezó a toser y su pecho a hacer ruidos muy roncos.
- No mi amor, no te puedes quedar aquí – osea en la sala de estar, sobre el sofá – vamos al dormitorio, cielo – pidió levantándose, Lena hizo un gesto por ser movida de su muy cómodo sofá, Kara le dio un dulce beso que cambió su expresión a una muy embobada para luego cargarle estilo novia de camino al dormitorio – un segundo mi amor – le pidió poniéndole de pie mientras cambiaba las sábanas de unas frías a unas mantas mullidas, muy suavecitas y de lo más abrigadoras – ahora sí – le pidió y Lena estiró sus brazos para dejarse cargar y por más que había poco menos de un metro de distancia entre la cama y ella, Kara le cargó – no pesas nada, mi vida.
- Dices las cosas más lindas, cielo – Lena repartiendo un beso en su cuello, Kara gimió ante la acción, dejándole muy lentamente sobre la cama, Lena volvió a toser, con lo que Kara se sentó a su lado, buscó en la mesita de noche en el segundo cajón y sacó una crema expectorante que le iba a calentar y le iba a ayudar para que respire mejor, se la puso en la palma de la mano y empezó a frotarle – gira mi amor – le pidió y Lena lo hizo dándole su espalda para frotarle sobre los pulmones para luego hacerlo en el frente – uyyy sin bra – añadió sobando entre el valle de sus pechos, para luego cubrir ambos de sus senos, amasándolos, Lena levantó una ceja en interrogación – sólo para que no te enfermes más.
- Ajam – asintió Lena risueña, con una carita tan preciosa y esa nariz muy rojita como la de Rodolfo, gee, su novia era tan hermosa y Kara estaba en las nubes, re enamorada de su amor, del amor de su vida, todo ella incluido el sonido de motor que estaba haciendo su pecho, Kara frunció el ceño, su pecho no debería sonar así.
- Te amo mi Lee – añadió Kara para luego darle un muy rico beso y seguir aplicando la crema en sus manos para luego frotarle los pies, ya que por los pies entra el frío, le solía decir su madre, por lo que Kara lo daba de hecho. Lena gimió ante aquel acto de amor.
Kara luego empezó a cantarle una canción de cuna que le cantaba su madre para cuando se enfermaba y en poco tiempo, al mirar a su novia sonrió muy bello, al darse cuenta que ya se había dormido, ella siguió masajeando sus pies hasta que ellos se tornaron más cálidos, con lo que le cubrió con una manta mullida, para luego ir al baño, lavarse las manos, ponerse el pijama y aún ni siendo temprano, ni siquiera las 8pm, recostarse a dormir con su amor, siendo ella la cuchara grande – te amo – susurró besando su nuca y Lena lo repitió suspirando, Kara se detuvo a escuchar sus pulmones, alegrándose cuando no escuchó ni un solo ruido más, al menos por el momento.
Ambas durmieron acurrucadas.
Lena durmió delicioso al tener a su amor abrazándole, cuidándola e invadiéndole con ese olor embriagador, su olor, vainilla con jazmín y Kara también, al ver que su amor estaba descansando, ambas muy enamoradas
…
De eso hasta que Lena en la madrugada se levantó, le dolía el pecho, el pulmón, la cabeza y su novia no estaba a su lado, con lo que se marcó el entrecejo en su linda carita – hey hermosa – susurró su novia entrando al dormitorio, con una taza de chocolate tibio en una mano y en la otra una inyección.
- ¿Una inyección? – preguntó poniendo una cara tan pero tan tierna que causó risas en Kara a la par que le arrulló y le robó un beso para tranquilizarle.
Lena odiaba las inyecciones, prefería evitarla si podía.
- Sí, no dejabas de toser y tu pecho de sonar como un ronroneo y aunque adoro todos los ruiditos que haces, el que suene así tu ser, me preocupa, además que pareces con dolor – Lena levantó una ceja interrogante, aquella que en casi todos los escenarios debilitaría su ser, Lena era jodidamente sexy cuando quería, excepto en ese momento lo de debilitar su voluntad, ya que sexy seguía siendo y multiplicado por mil – hablé con Alex y me consiguió una inyección, quiso ponértela hace poco, pero seguías durmiendo y has dormido muy poco en estos días, por lo que dije que yo lo haría una vez que despertaras.
- ¿En el brazo?
- En tu nalga bebé, más arriba realmente – y mientras hablaba Kara se sentó a su lado y le ayudó a Lena a tomar un sorbo de su chocolate con malvaviscos en ello.
- Todo es un truco para ver mi culo – murmuró ella lo cual causó diversión en Kara.
- No necesito trucos para verlo, mi amor, adoro tu colita, bebé.
- Listilla – murmuró sobre la almohada y Kara volvió a reír con mucho amor por cómo se estaba portando su nena, demasiado adorable para su propio ser.
Kara le ayudó a bajarse su pantalón de chandal y no solo un lado sino a sacárselo, lo cual le dio más curiosidad a su novia – no vas a sentir la inyección, te lo prometo.
- No veo como – replicó para luego gemir y de estar boca abajo, girar su cabeza para mirarle.
Kara había levantado su cola, para poner su culito al aire y empezar a comérsela desde atrás, desde ese ángulo – mierda Kar – gimió su amor, Kara fue lento y pausado, preguntando por momentos - ¿Te sientes bien? – pregunta tonta en otro ámbito, más en esa situación una preocupación muy real, Lena tenía la nariz tapada y respiraba por la boca en ese momento, ese pequeño detalle de preguntarle, la enamoró mucho más, su amor le estaba cuidando a la par de expresar su amor en todas las formas, eso era hermoso.
Lena asintió, claro que estaba bien, se sentía genial.
Al pasar los minutos y al tener la plena atención de Kara, su lengua y dedos talentosos justo dónde lo necesitaba, Lena llegó murmurando el nombre de Kara sobre la almohada.
Kara hizo lo suyo, se deslizó hacia arriba, se desnudó, ayudó a su amor a desnudarse también según un gesto que ella hizo señalando que quería eso, para luego acurrucarse.
Segundos pasaron, momentos que atesoró Kara en su memoria al ver a su amor recuperarse de ese grandioso orgasmo, atravez de espasmos y gemidos.
- ¿Cuándo me pondrás la inyección, amor?
- Ya te la puse.
- ¿Con tus dedos? – preguntó mirándole traviesamente, Kara rió y robó besos deliciosos de su novia, muy cortos sobre sus labios, ya que estaba respirando por la boca, pero muy largos por el resto de su cara, en sus ojos, en su nariz, en su cuello, en la línea de su mandíbula, en fin, en cada centímetro de la superficie de su rostro.
- No Lee, estabas recuperándote del orgasmo y en ese momento cuando más relajada estabas, te la puse, no sentiste dolor, ¿Verdad?
- No – pensativa observó viendo que su novia era una jodida genia, vaya forma de ponérsela.
- ¿Y cómo te sientes ahora?
- Más enamorada de ti.
- ¿Te duele algo, el pecho, la cabeza, algo?
- No me duele nada, me siento infinita realmente.
- Y yo me siento así cuando estoy contigo – añadió Kara para luego ambas besarse dulcemente, Lena devolviéndole a su amor el turno a su novia pasados cinco minutos y es que por más que estuviera muy enferma, hasta agotada, Kara era su adicción y sin hacerle el amor, no iba a poder dormir.
Por lo que ambas relajadas pudieron volver a dormir, Lena recostada en su pecho, con su cabeza sobre el corazón de Kara, para así con el sonido de sus latidos, como sonido ambiental, poder dormir, esta vez, muchas más horas y con un sueño constante hasta despertar horas después.
…
Temprano o más bien no, por la mañana…
- Hmmm – murmuró Kara despertando por el movimiento de la cabeza de Lena en su cuello, quien se acomodaba para seguir durmiendo más cómoda.
Kara sonrió hermoso apreciando toda la situación, ambas estaban desnudas y acurrucadas en su cama, Lena sobre su pecho, Kara besó su cabeza y escuchó suaves sonidos de su Lee, ya no aquel sonido de motor ni percibió esa vibración anormal de sus pulmones, que en una noche no se iba a curar, ni con una inyección solamente, más iban por buen camino y eso le puso feliz, eso hasta que vió la hora en su reloj despertador – mierda – gimió viendo que era más de las 9am, de un viernes – Cat me va a matar.
- No no – repitió Lena con los ojos cerrados, acomodándose aún más.
- Que sí Lee, Cat Grand es conocida por ser implacable, nada de medias tintas.
Al oir la preocupación en la voz de su amor, Lena se explicó - tu teléfono sonaba y sonaba, lo contesté, le expliqué todo, no estuvo contenta, pero no te va a despedir, soy dueña de CatCo World Wide después de todo.
- ¿Entonces encontrará otra forma de hacerme pagar por este día libre?
- Más o menos que sí – murmuró en su cuello, sólo para añadir después – shhh sueñito.
- Sueño amor – acotó Kara besando su ojito, se obligó a relajarse, tenía un día libre, ya pagaría por ese día después, por el momento, se dijo a sí misma que iba a estar muy presente dónde se encontraba, iba a pasar el día entero junto al amor de su vida, aquello le trajo mucha paz mental y una enorme sonrisa.
Su Lee era todo para ella junto a su familia y si tomarse un día libre iba a lograr que su novia adicta al trabajo se cuide más, a la par de cuidarla ella, Kara pensó que no podía ser mejor, con lo que cerró sus ojos y siguió durmiendo.
…
Cerca del mediodía, Alex y Maguie al no recibir respuesta por sus llamada y mensajes, fueron a ver la pareja, no es que dudaran de que no estuvieran bien, ellas sabían que sí lo estaban, pero por si acaso decidieron ir a checarlas y talvez almorzar juntas.
Ni bien entrar, vieron y escucharon aquello que les hizo sonreír de sobremanera.
Kara estaba sentada en el sofá, Lena recostada en él, con su cabeza en el regazo de su amor, ambas con ropa muy cómoda y mullida, ambas reían por la comedia que estaban viendo en la televisión con Kara deslizando trozos de manzana o uvas en la boca de su Lee, a la par de ella comerlas.
Alex pudo mirarlas, ambas se veían bien, la nariz de Lena seguía roja, pero ya podía respirar mejor y no tenía escalofríos como el día anterior, se veía muy feliz.
Kara acariciando por partes su carita, moviendo un mechón de cabello detrás de su oreja antes de besar todo su rostro, empezando por sus ojos y su nariz, Lena riendo por ello, en un ambiente de lo más amoroso, ambas mirándose muy embobadas y enamoradas.
La pareja se miró en silencio comunicándose tal cual, decidieron dejarlas envueltas en la burbuja de amor que habían creado y se retiraron.
…
Tres días después Lena se sanó y Kara se enfermó por segunda vez.
Lena la cuidó esta vez.
Fin.
