24 horas
Summary: El amor que sientes romperse y alejarse de ti, cuando la muerte ocurre es devastador, más cuando te das cuenta que no se ha roto y sólo ha trascendido para hacer un camino cuando llegues a él… apocalipsis zombie, las 24 horas para sobrevivir son críticas. "Supercorp. AU.
Descargo de responsabilidad: no poseo derecho alguno sobre el show y/o sus personajes, sólo la de esta historia que tiene perfecto sentido en mi cabeza y en todo aquel o aquella que decida compartirla conmigo.
Capítulo I: Luthor.
Advertencia: Escenas que incluyen violencia. Muerte de un personaje.
Martes 27 de enero.
Lena Luthor de 18 años, vestida todo de negro en ropa formal elegante, se encontraba en un llanto incontrolable inconsolable frente al campo santo dónde se encontraba el cementerio, en lo que era el entierro de su abuelo, la persona que más amaba en el mundo entero y quién más le amó en vida.
Sólo ella estaba ante él, junto al personal que hacía descender su ataúd, ningún otro familiar, estando ausente Lex y Lilian Luthor ya que Lionel había muerto hace años al caer de un edificio desde el 50avo piso.
Lena llorando rompía así todo protocolo de que los Luthors son unos hijos de puta imperturbables.
Ella en ese momento, pensaba y repensaba el momento cuando ocurrió la muerte de su abuelo, él no era muy viejo, tenía 70 años, estaba lúcido y en perfecto estado físico con varios trasplantes encima de órganos y sangre, consumiendo múltiples complementos nutricionales, vitaminas entre otros medicamentos más, para ponerlo en orden y en el perfecto estado dónde se encontraba.
Nada deparaba su muerte.
Nada indicó jamás que se encontraba en un estado depresivo o el inicio de alguna enfermedad mental o demencia senil, nada de eso.
El abuelo de Lena era la persona más feliz del planeta, Lena lo sabía, por eso mismo no comprendía su muerte, no comprendía como su abuelo pudo caer desde el piso 111 de la torre Luthor a tempranas horas de la mañana sobre su coche, estando ella en el lugar del conductor y pudiendo así ver como estallo su cuerpo y cerebro sobre el capo del auto despedazándolo en múltiples partes, llegando a tener restos de cerebro sobre su ropa en ese momento.
Lena vomitó todo su ser para luego desmayarse, despertar en una clínica y ni bien parpadear estar enterrando a su abuelo en un sitio que, si bien era elegante y lujoso, no era la cripta familiar dónde todos los Luthors se habían enterrado desde inicios de su familia en el siglo pasado.
Nada de lo ocurrido ese día tenía sentido y Lena lo sabía.
- Él nunca quiso que lo enterraran así, él nunca quiso estar 10 metros bajo tierra y compartir el espacio con 9 muertos más – repetía incesantemente los momentos en los cuáles no se encontraba llorando.
Lilian esa misma mañana le había desheredado, congelando así sus cuentas, todas ellas, eliminando su lugar en el legado familiar, dejándole sin hogar para vivir, sin propiedades y sólo con lo que llevaba con ella, a la par de enterrar a su suegro en ese lugar, ejerciendo su poder para que así fuera, sabiendo que aquello talvez podría suponer la muerte para su "hija" aquella que Lionel tuvo con su amante, siendo él y su padre los únicos que adoraban a Lena con locura.
Lena en pleno llanto, a eso de las 4pm, con el cielo lloviznando sobre su rostro siguió pensado que podía haberle pasado a su abuelo, Lilian no se lo dijo, ella dijo "se suicidó" pero Lena sabía que no podía ser cierto.
Su abuelo jamás dio indicio de ello.
Lena en ese momento ignoraba lo ocurrido a tempranas horas de ese mismo día.
Mientras tanto Lilian Luthor en su mansión recordaba lo ocurrido con su suegro esa misma mañana, aquello que llevó a su muerte.
Inicio de flashback:
Cuando Lionel quiso asignar una rama de su compañía multinacional a Lena al cumplir 18 años, Lilian supo que aquello no podía llegar a ocurrir y misteriosamente, dos años antes de Lena cumplir 18 años, Lionel cayó desde el piso 50 y aunque no murió en el acto, lo hizo en la ambulancia "de modo natural" sostendría Lilian para toda su vida, luego los doctores y enfermeros presentes durante su muerte morirían también un día después en un "accidente de tránsito".
Cuando su suegro, Leo Luthor, quiso hacer respetar lo decidido por su hijo, ella supo en ese instante que su muerte estaba sentenciada.
Ocurrió temprano durante la mañana ese mismo día…
- Mi amor, quédate en el auto por favor – pidió Leo y Lena aceptó con una pequeña sonrisa, ella se puso de pie cuando su abuelo salió para luego sentarse en el lugar del piloto en su audi, agradeciendo mentalmente a su abuelo por ese gesto, ella acababa de graduarse en Inglaterra después de terminar el internado en Alemania, muchas ganas de ver a Lilian no tenía, ella le había odiado desde que su padre le llevó a casa a los 4 años y desde ese momento no lo había ocultado, siendo el día siguiente el día cuando le llevaron al internado, visitándole ahí sólo su padre y abuelo, en ningún momento ella – demoraré muy poco cielo.
- Ok abuelo, te amo.
- Te amo también mi bebé, luego celebraremos tu cumpleaños mi amor.
- Sí abu, aquí te espero – le dijo sonriente, su abuelo le sonrió igual antes de entrar en la torre Luthor.
Leo de estar sonriendo de amor por su nieta, cambió a su muy famosa cara de poquer saludando a todos con educación, subió al ascensor y fue hacia la oficina de su nuera, la vicepresidenta de la compañía, siendo el CEO su hijo.
- Despreciable la jugada que ejecutaste – dijo ni bien ver a su nuera.
- Abuelo…
- Silencio Lex, retírate – le ordenó y él lo hizo no sin antes dedicarle una mirada a su madre que asintió más que nada por evitar gritos o una posible escena, aunque eso nunca se había dado antes.
- ¿Y bien? – preguntó Lilian sentándose en el sillón muy cómodo de su hijo.
- No puedes quitarle su patrimonio o borrar su lugar en su familia, para empezar, no eres una Luthor, sólo te casaste con mi hijo.
- Leo, tú debiste al igual que toda tu generación ya morirte – él bufó por la audacia de su nuera – y ciertamente el que no tiene vela en este entierro, eres tú, mi Lex abrirá caminos inimaginables para la familia y empresa, Lena en cambio es una bastarda.
- Retira lo dicho, ella es una legítima Luthor a diferencia tuya ¡ - gritó el hombre.
Ambos siguieron discutiendo mucho más por muy poco tiempo, cada vez más intenso.
- ¿Ves lo que ocurre allá abajo? – preguntó Lilian poniéndose de pie y mirando por el gran ventanal.
- No caeré en eso, talvez es lo mismo que hallas hecho con mi hijo antes de empujarle ¿verdad?
- ¿Crees que sería capaz?
- Ciertamente lo eres – dictó el hombre de pie a varios metros de ella en el centro de la sala – y Lilian aún si te rehúsas a dejar tal argucia de lado, no creas que no tengo recursos para poner todo en orden nuevamente, como debió de ser desde un inicio.
- Eso sí es posible, mas no fui yo que lo empujé.
- Él no se suicidó, él amaba su vida y a su hija – Leo recordó a su hijo, el amor que sentía por Lena, por las cualidades que tenía, sorprendiéndose gratamente por ella y por todo lo que hacía a detrimento de su hijo mayor que cada vez más lo decepcionaba al optar por un camino dirigido por su madre, por la ambición, por la codicia.
- No fue suicidio tampoco.
- Eso lo sé – acotó con ira no creyendo en ninguna de sus palabras.
- Ella no fue, pero yo sí – interrumpió Lex entrando en la sala, dejando sin palabras y con un leve aturdimiento a Leo por las palabras de su nieto.
Momento que aprovechó Lex para tomarlo de la solapa del cuello y llevarle a un ventanal que estaba a la derecha de Lilian, uno no blindado, listo para cuando ocurriera ésta clase de cosas.
Ambos forzaron en el agarre, lucharon un poco, para Leo fue imposible ganar o arañar a su nieto por el mismo traje que llevaba, un saco muy fino – no se saldrán con la suya.
- Eso ya lo veremos – replicó Lex con gran sonrisa en su rostro acercándose ambos a aquel ventanal.
- Salúdame a Lionel – añadió Lilian mandándole un beso volado, le sostuvo la mirada cuando Lex lo empujó atravez del ventanal y Leo cayó desde el piso 111 aterrizando en la parte delantera del auto, rompiendo sus huesos y articulaciones en varios pedazos, su cerebro en partes tocando el interior del auto al parabrisas romperse y el exterior, quedando como si fuera pate de pato.
Lena atónita vió la mano de su abuelo en su pecho, sangre y partes del cerebro en su torso, sobre su abrigo, dado el frío de esa temporada.
Ella gritó, salió aterrada del auto a trompicones como pudo, vomitó todo su ser sobre el piso y cuando apenas asimilaba lo ocurrido, por todo el horror, se desmayó golpeando su cabeza sobre el asfalto.
Lilian y Lex miraron todo lo ocurrido desde su posición junto a la ventana.
- A sido un caos – susurró Lex de 25 años.
- Tranquilo mi niño, no te vayas a asustar cielo – dijo Lilian besando la cabeza de su hijo.
- Noo – desestimó él – pesadillas no voy a tener.
- Ese es mi hijo – replicó Lilian mirando orgullosa a su niño, él asintió sonriente, para luego cambiar su tono de voz a preocupado, afligido, como si le importara mucho su abuelo, él cogió su celular y llamó al 911 dictándole lo ocurrido con mucha emocionalidad.
Lilian con una llamada a su persona de confianza cubrió todos sus pasos eliminando todas las grabaciones de seguridad, aunque no había ninguna de ese momento y del piso dónde se encontraban, momento después sacó unas gotas para irritar sus ojos y retratar la típica mirada horrorizada que provocaría tal suceso.
Fin de flashback.
Lena siguió llorando confundiéndose sus lágrimas con la llovizna, ella pensando cómo era posible, que las personas que más amaba en el mundo se murieran, su madre cuando tenía 4 años, su padre cuando tenía 16 años y su abuelo cuando cumplía 18 años, justo en su cumpleaños.
…
Ese mismo día, horas antes, 2pm…
- No voy a ir, no voy a ir y no voy a ir, no hay modo que me convenzas – decía Kara de 20 años, asistente en Catco World Wide en su día libre, después de almuerzo con los brazos cruzados sobre su pecho – auuuuu ¡ – añadió después al su hermana darle un fuerte lapo en la nuca.
- Vas porque tienes que ir ¡ - le obligó su hermana de 25 años, Alex Danvers doctora en el hospital del centro, incentivando a su hermana a ponerse de pie y cambiarse de ropa – Maguie no podrá ir, está de turno, pero nos alcanzará ni bien pueda o ya nos avisará según resulte su turno, bien sabes que ninguno es igual.
- Suertuda – murmuró Kara antes de ponerse de pie e ir a la ducha en el departamento de ambas.
¿A dónde tenían que ir?
Al campo santo, a visitar la tumba de su padre ni bien cumplido el primer año de su muerte.
¿La razón por la que Kara no quería ir?
Odiaba los cementerios, desde que, a los doce años, ambos de sus padres murieron en un accidente de auto y Kara tuvo que ver como los enterraban en el cementerio, de ahí se fue a una casa de acogida al no tener más familia, adoptada un mes después por la familia Danvers.
Para Kara estar en un cementerio a tan corta edad, dejando dormir ahí en la tierra a sus padres, fue un shock tremendo, despedirse de ellos y dejarlos ahí, bajo tierra.
Ya de grande entendería mejor todo el procedimiento y la practicidad de tener a todos los muertos en un lugar, acompañándose ellos mismos, sus restos ya que su alma ya no estaba allí.
Más el trauma y el shock ya habían imprimido en su ser lo que significaba estar en un cementerio, la tristeza que había ahí.
- ¿Por qué mamá no tiene que ir?
- Porque está en Suiza en un congreso por el brote de un virus extraño en una aldea lejana, ojalá la cosa muera ahí y no traiga más consecuencias.
- Eso sí – añadió cogiendo su bata favorita.
Media hora después ambas salieron de la casa y una hora después llegaron al cementerio, dónde familiares y amigos se habían reunido junto a un pastor para ofrecer una oración, un par de ellas ante la sepultura de Jeremiah, la llovizna que caía, siendo lo mínimo para ellos.
- Hola papi, perdón por llegar tarde, viste que sacar a Kara de la casa siempre es una lucha – le dijo Alex colocando rosas frescas en una macetera junto a su lápida.
- Perdón papi, Alex sigue quemando el arroz, eso te traía gran sonrisa ¿Recuerdas?
- No es cierto.
- Claro que lo es.
- Shhh – de parte de toda la familia entre risas sueltas, así se inició la misa por su alma.
…
Media hora de misa después, la llovizna se intensificó, mas ninguno se movió de su posición.
- Estoy seguro que algo que ver tiene Jeremiah con esta llovizna.
- Le encantaba la misma – añadió Eliza vía video llamada telefónica y varios rieron asintiendo recordando recuerdos dónde Jeremiah se emocionaba mucho por todos los fenómenos naturales.
"Es como ver magia hecha por Dios" – sostenía él para sus niñas.
Kara asintió siguiendo escuchando al pastor al igual que las otras personas cuando cuatro personas cargando un ataúd entraban por su lateral izquierdo, Lena junto a ellos y ningún familiar más, sólo un pastor a su lado.
- Ella luce devastada – susurró Kara y su hermana a su lado cogió su mano dándole un apretón, recordando como de mal estuvo Kara cuando Jeremiah murió.
La misa siguió, el sonido de dos tractores se escucharon, máquinas, una excavadora y otra parecida a una que iba a vibrar compactando la tierra empezaron a sonar, en lo que era el entierro del ataúd a cincuenta metros de ellos.
Y mientras la misa seguía, Kara al ver a la mujer llorando en una escena de lo más triste que te destrozaba el alma al ser la única ahí, fue a acompañarle.
- Kara no ¡ – susurró Alex mirando como su hermana se alejó de ella y se paró al lado de la mujer, colocando su brazo por sobre su hombro en un gesto que significaba compañía o apoyo.
- Tranquila mi amor – dijo Eliza observando a su niña – Kara está bien y esa mujer no luce peligrosa, más bien destrozada – señaló su madre ante lo sobreprotectora que era Alex con Kara, Alex asintió a regañadientes.
Alex la observó un momento, antes de enfocarse en la misa ignorando el sonido de los motores a su lado.
Kara en cambio estaba al lado de Lena abrazándole de lado, ambas mirando cómo ni bien el ataúd descendió, cuatro placas de cemento fueron colocadas encima del mismo antes de verter tierra con una máquina y compactarla con el otro para después verter más tierra y repetir el ciclo.
- ¿Por qué lo compactan tanto? No es un vampiro, no va a levantarse – dijo Lena entre sollozos.
- Claro que no lo es – añadió Kara mirando la foto del hombre sobre un artilugio de madera que sostenía el cuadro del mismo – mas es el procedimiento, ponen esos pedazos de madera, para señalar dónde está el cuerpo, así cuando se entierre el siguiente, sólo escavarán hasta las mismas y ahí pondrán el siguiente ataúd a la par de que con las máquinas buscan compactar toda la tierra que sacaron de ahí en primer lugar – señaló y Lena le miró como diciendo que no buscaba esa respuesta, que su pregunta era retórica – lo siento – se disculpó Kara, aún así, no le dejó de abrazar.
Un pensamiento en su mente.
"Ésta mujer era preciosa y estaba destrozada, rota"
…
Nota:
- Hola otra vez, gracias por acompañarme en ésta nueva aventura que tendrá tintes apocalípticos, propios de la temática de la historia.
- Aún no sé cuántos capítulos tendrá, ni bien lo sepa, se los diré.
- Déjame un comentario, me ayuda a mejorar.
- Bienvenido otra vez y disfruta.
