Capítulo XVI: Familia
Desde el día en que Lena llegó a su casa, pensando en toda la comodidad que tenía y más importante, la seguridad, Lena deseó tener a Mike, Imra, Josh y el perrito en su casa, que en otro sitio más seguros no iban a estar, por lo que se fijó como meta en rastrearlos para finalmente lograr llevarles junto a ella.
…
Por la noche, después de seis días, cumplida la primera semana del brote o virus zombie…
Kara entró junto a sus pares a la casa, ella buscó a Lena, en un inicio no la encontró, luego si, a cincuenta metros dentro del bosque que estaba al lado de la casa - Lena, no vas a creer esto – dio muy sonriente para luego borrársele de sopetón su sonrisa.
Ante ella, Lena, estaba bañada en sangre, muy golpeada Kara apostaba con muchas nuevas heridas, ella estaba peleando con un hombre bañado en sangre y en igual o peor estado que ella.
…
12 horas antes del mismo día…6am…
Las heridas de Lena habían sanado bastante bien, ella yacía desnuda dormida en su cama, junto estaba su novia en igual estado, solo que ya no dormía.
- Sé que puedes oírme, arriba hermosa – susurró en su oído y Lena siguió durmiendo, por lo que Kara con una sonrisa traviesa, empezó a descender por el cuerpo de su amor repartiendo besos cortos.
- Hmmm – gimió Lena al Kara empezar a devorar su pezón izquierdo mientras le daba atención al otro con la yema de sus dedos para luego seguir por el derecho y repetir la acción con el otro, Kara siguió hasta que los gemidos se hicieron más audibles y los hermosos ojos de su novia se abrieron para mirarle muy enamorada y con esa sonrisa tan linda y brillante que se estaba acostumbrando a ver.
Sus pezones, ambos, estaban muy erectos, tanto que cuando Kara les sopló una pequeñita brisa de aire, aquello causó un estremecimiento en todo su cuerpo - ¿Cómo será si deslizo un bloque de hielo? – pensó y decidió anotarlo mentalmente para otra ocasión.
- Ven, ven – empezó a pedir Lena y ella lo hizo, subió repartiendo pequeñas mordidas para ambas darse después besos deliciosos, muy ricos – juntas – pidió y así se hizo, ambas entrando con dos dedos a la intimidad de su amor, muy excitadas para ese punto como para entrar en juegos previos.
Gemidos y gimoteos inundaron el dormitorio junto a pequeñas maldiciones, ambas pegaron sus frentes, respirando con respiraciones entrecortadas dado lo que estaban haciendo, ambas entrelazando una mano y haciendo el amor con la otra.
Ambas iniciaron un vaivén parecido a un martillo automático, siendo lo excitante el entrar y salir de sus dedos, la curvatura de alguna de ellos, justo en los momentos dónde más lo necesitaba.
- Ahhh, mierda bebé ¡ - exclamó Lena estando a punto de venirse.
- Aguanta, aguanta, estoy cerca – susurró Kara a su oído para luego gemir directamente sobre su oído.
Muchos grititos ahogados, gemidos y maldiciones después, al pasar los minutos ambas vinieron juntas, Kara de estar sobre Lena, se recostó a su derecha, Lena arqueó su espalda, ambos pasando sus espasmos post orgasmo con una mano entrelazada, respirando al igual que su corazón, a mil, éste latiendo a lo loco.
- Me has dejado sin palabras – le susurró Lena girando su cuerpo, para después besarle apasionadamente, Kara recorriendo con la yema de sus dedos toda su columna vertebral.
- Eres hermosa.
- Eso eres tú mi vida – añadió sonriéndole muy bonito poniendo su cabeza entre el espacio de su cuello y su hombro.
- Awww mi amor – Kara le respondió besando su cabeza, ambas se abrazaron con mucha delicadeza y ternura de lo más enamoradas, al pasar los minutos, Lena se recostó en la cama y Kara recorrió con la yema de sus dedos las cicatrices que había dejado sus heridas – hermosas – añadió dándole un beso justo ahí.
- Eso eres tú – replicó Lena y lo repitió Kara, ambas sonriéndose.
- ¿Te ha gustado? – preguntó Kara con ambas sonrojadas.
- Pero que dices, me ha encantado – Lena le miró enamorada - ¿Lo has hecho antes?
- ¿Con una mujer?
- Sí.
- Pues una vez en la universidad, pero no lo recuerdo bien, así que ésta sería la primera vez y la única que quiero recordar con una mujer.
Lena se imaginó a Kara googleando "Como hacerle el amor a una mujer" que las redes ya habían vuelto por horas al menos (aunque ella tenía internet todo el tiempo debido a sus satélites) aquello le invadió de una inmensa ternura, de adoración por ella, por lo que empezó a reír por tanto ¿Amor? y Kara al notar porque se reía su novia, rió también, adorando el sonido que hacía ella y Lena por Kara.
- Ya me siento mejor, no me duele nada – le dijo cuándo Kara tocó su cicatriz con la yema de sus dedos nuevamente y para demostrárselo, Lena recostó a su amor de espaldas y se giró para darle mucha atención a su zona íntima mientras sus piernas y caderas estaban al lado del rostro de Kara que empezó a gemir por lo que le estaba haciendo su novia allá abajo con su lengua y sus labios, que ya mucho había empleado sus dedos, por lo que usó su lengua.
Kara miró las nalgas de su novia, su firme trasero, ella pasó la palma para acariciarlos, dándole una suave palmada que sobresaltó a Lena para luego seguir en lo suyo – eres perfecta – gimió para luego acomodar las piernas de su amor a cada lado de su rostro y empezar a imitar cada cosa que hacía Lena con su lengua.
Una clase magistral, 69.
Alex para ese entonces ya se había despertado y pensando en Kara, se preguntó, si ir a preguntarle que quería para desayunar, ella subió las escaleras y – mierda mis ojos ¡ - gritó asustando a ambas chicas que se miraron como decidiendo si parar o no.
- Tu hermana seguirá enojada no importa si paramos o no – dijo Lena levantando ambos de sus hombros y Kara asintió, aquello era cierto, por lo que siguió comiéndole el coño a su novia, ya después ambas hablarían con ella.
Maguie al escuchar el grito se levantó asustada pensando que había zombies – no, estamos en una casa muy segura – por lo que luego pensó en su siguiente apuesta – amor, ¿Otra vez? – preguntó divertida, habiendo Alex haberse cruzado más de cinco veces ya con esa y Alex asintió por lo que ella soltó a reír a carcajadas al su esposa tener un mal tiempo.
El amor es muy bonito y expresarlo también, muchísimo, sobre todo con la persona que más amas en el mundo.
- Es normal bebé, ¿Recuerdas cuantas veces Eliza nos encontró?
- Dejé de contarla después de la décima, por eso será que se mudó a Suecia – pensativa le dijo siendo consolada después por varios besos de su esposa.
- Es normal amor – le repitió y su esposa puso una mueca y un puchero que ella amó besarlo y hacerlo desaparecer – sólo por eso, haremos tu desayuno favorito hoy, antes de ya sabes – Alex feliz asintió.
El compromiso que tenían por delante, era el ir a por Mike, Imra, Josh y el perrito al refugio dónde estaban en el auto blindado de Lena, el mismo que se parecía a un tanque muy armado, mas era un range rover.
Kara en el transcurso de esa semana había logrado comunicarse con Mike en las pocas horas que la línea llegaba – estamos seguro y la casa es grande – le dijo en un primer momento y Mike al conversarlo con Imra, ella aceptó ir.
El refugio era grande, mas todos los días llegaba más gente, por lo que en cierto punto empezó a hacerse pequeño, el ejército estaba limpiando por zonas y hasta decía que sería seguro pronto llevar a esas personas a su hogar, mas todos seguían asustados, por lo que no querían.
Por ello al Kara decirle a Imra – ven – ella estuvo muy dispuesta. Lena hizo los trámites necesarios y aunque muchos odiaran su apellido, éste seguía teniendo mucho peso, por lo que al decirles a los militares a por ese pedido de llevarse gente, ellos estuvieron seguros, ellos poco a poco conociendo el nombre de Lena muy lejano a sobre su hermano y su apellido.
Lena venía trabajando junto a Alex, Eliza y todo su equipo a por una cura, todavía no la encontraban, pero estaban cerca, ayudaba mucho que tuviera una mente brillante y recursos, aunque limitados, recursos, al fin y al cabo.
- Creo que vamos a traumatizar a tu hermana – susurró Lena sobre los labios de su novia, ambas recostadas en la cama después de un par muy intenso de orgasmos.
- Que aguante, ya suficientes veces la encontré con Maguie – replicó para luego ponerse de pie, coger la mano de su novia y halarle a la ducha.
- Ughhh amor, aún no siento mis piernas – bromeó Lena – ahhhhhh – para luego ser levantada por su novia y hacerle girar un par de veces por lo que gritó y rió abundantemente para luego ambas ir no a la ducha sino al jacuzzy
Una hora después, 7am.
Ambas chicas bajaron a desayunar con sonrisas enormes en su rostro, cogidas de la mano, mano que solo fue soltada al Kara ir a abrazar a su hermana – te amo ¿Sabes?
- Yo también te amo, quisiera ver menos tu culo, pero te amo – soltó y todos rieron, Kara se sonrojó.
- A mí me encanta tu culo, amor – Lena le guiñó un ojo y Kara se puso más rojita, todos rieron y desayunaron en un ambiente de lo más cálido y ¿Familiar?
Ciertamente se sentía como familia – sólo falta Mike, ¿Qué? – preguntó Lena ante la sorpresa de todos.
- Si Lena lo dice, pues perfecto – acordaron todos.
- Iremos las dos – acordó la pareja.
- Yo también quiero ir – pidió Kara queriendo ver con sus propios ojos como era el refugio - ¿Vamos Lee?
- Quiero quedarme, no quiero dejar sola la casa, quien sabe qué pase – y ante la mirada sorprendida de todos añadió – osea nada zombie, pero si estoy buscando contactar con más personas a la par de que estamos avanzando esa cosa con Alex.
- Pero…
- Tiene razón Kar, iremos y volveremos pronto.
- A la par de que le voy a pedir a Eduardo y a Carl que las acompañen – y esa era otra buena noticia, Eduardo le encontró al tercer día, él estaba herido, mas no era nada de gravedad – confío en él con mi vida, podrá cubrirlas si pasa algo, llevarán tres range rover – carros que aparte de ser blindados todos, estaban modificados con titanio y ese material que su abuelo obtuvo de un meteorito, más seguras, imposible.
Eso y que todos llevarían armas y muchas municiones, todos estuvieron de acuerdo, Kara un poco dubitativa, pero de acuerdo – volveré pronto Lee – eso y teléfonos satelitales todos
- Eso lo sé bebé – le dijo con gran sonrisa a Kara, ambas se besaron y se despidieron para volverse a ver más tarde – Eduardo, te llevas mi vida ahí mismo, confío en ti – a su jefe de seguridad que asintió firme y decidido a que el viaje fuera de lo más tranquilo y seguro.
Lena pensó que podían demorar más horas, aunque la distancia no era tan lejos, más en esas condiciones, un viaje de dos horas podía transformarse en uno de cuatro y solo de ida, por lo que, si tardaban todo el día, Lena se dijo a si misma que no iba a angustiarse, confiaba en todas, sobretodo en Alex y su lado sobreprotector con su hermana, como si fuese una mamá oso.
…
El amor le pegó fuerte a Lena, todo el día se pasó pensando en Kara, en sus ojos, su sonrisa, su corazón, sus caderas, sus senos, todo, todo de Kara, su voz, todo y Kara igual, en el auto no hizo más que pensar en ella, en los ruiditos que hacía Lena al hacer el amor, en sus besos ni bien despertar, en el latido de su corazón, vaya que estaba enamorada y eso que cumplían una semana apenas.
El tiempo es diferente para todos, unos pueden tardar décadas, a los que otros pueden tardar días, en casos más extremos, horas y con el tiempo la intensidad también.
A lo largo de su viaje, todos su autos, con cruces blancas enormes a cada lado, como indicó los militares debían ser, siguió su camino viendo caos y destrucción a cada lado, mucha muerte, pero también resistencia, gente defendiendo su vida y lo suyo, su patria, mano a mano de los militares en muchos casos.
Poco antes del mediodía llegaron al refugio, éste lucía tal cuál Maguie dijo que sería, en una zona baja, un ovalo enorme, rodeado de barreras, muchas rejas con muchas capas como una cebolla, mucha presencia militar, unos edificios en medio con casas prefabricadas dónde hospedaban a la gente, otro lugar grande, Kara apostó que sería uno dónde daban medicinas o comida, según veía desde la colina - ¿No están en desventaja al estar en una zona baja?
- No lo sé, probablemente no encontraron otra o alguna forma de algo debe haber – observó Alex.
Maguie en cambio interpretó el refugio como una enorme trampa, los zombies los verían desde cualquier lado, irían ahí, sólo para ser acribillados por los militares desde todos los flancos – mierda, parece que los usaran de carnada – susurró muy pero muy bajo, tanto que Alex y Kara que estaban a su lado, apenas la pudieron oír para poner caras de preocupación inmensa – Shhh, enmascáralo Danvers – les pidió y ellas sí lo hicieron.
Aquello podía ser o talvez no, Maguie no quería estar ahí para presenciarlo. Eduardo hizo el trámite, estableciendo una conversación con un oficial al mando.
- Está bien, no podemos retener a gente que no quiere quedarse, aquello es un riesgo enorme – y si imaginaran que alguno tratara de escapar, eso sí les podría en riesgo ya sea que los zombies los mataran o los militares mismos.
Josh salió corriendo con su perrito persiguiéndoles, que abrazó a Kara ni bien verle soltando risotadas, Imra venía detrás con la mano cogida de Mike – uy, se ve bien – Kara le dijo a su ex y el asintió sonriente mirando embobado a Imra.
Al parecer su relación iba floreciendo y Kara fue muy feliz por ellos, eso significaría no más peleas Mike y Lena - ¿Vamos a casa tía Kar? – le preguntó batiendo sus pestañas.
- Claro amiguito – muy sonriente Kara.
- Ya te conquistó, hace muy bien ese truco – su hermana observó lo de sus pestañas, el nene le sacó la lengua y ella de regreso.
Todos se subieron a los autos, Eduardo lideraba la comitiva, todos los demás en el auto de en medio por más que había otros autos, ellos deseaban viajar juntos así uno cargue al otro, para después terminar el tercer auto con la mano derecha de Eduardo.
Kara intentó llamar a Lena para darle la buena noticia, pero no la encontró por lo que no le dio mucha importancia, Lena era una apasionada de la ciencia cuando se metía en la zona.
Todos condujeron hacia su "Hogar" y en "Familia" como ya lo eran.
…
Lena por su lado trabajó hasta la tarde, posiblemente las 6pm sin problema alguno, tomando un bocadillo por ratos y ya está, todo iba bien, Lena siguió trabajando en su estudio con su computadora y todos los equipos que tenía, un mini laboratorio en sí, de todo había y lo que no, ella se contactaba con algunos científicos que podían hacer ciertos estudios para ella, a la par de ir a la cocina por algo para picar, algún aperitivo.
- Hola – ni bien oyó su voz, Lena que traía un vaso con agua en su mano lo dejó caer, éste impactó en el piso rompiéndose, ambos en la sala de estar.
- Lex, ¿Cuánto tiempo? ¿Mamá? – Lex estaba vestido de blanco, pantalón y camisa, muy lujoso, como siempre estaba acostumbrado a vestir.
- MI MAMÁ dirás, la mía, tu eres una bastarda.
- Bien, la tuya – soltó ella volteando los ojos, tomó distancia de su hermano buscando…
- ¿Buscas esto? – enseñándole el arma, Lena asintió - predecible.
- ¿Dónde está Lilian?
- En una isla paradisiaca, en un búnker por horas, después ya se fue a tomar sol. Hablamos de ti – fastidiado le dijo.
- ¿Así? – preguntó Lena cerca de la isla de la cocina, Lex sonrió a la idiota al ver que su sola presencia metía miedo en ella, apoyándose en el respaldo del sofá.
- Sí – muy sonriente y a juicio de Lena, lo más feliz que lo había visto en mucho tiempo, talvez desde siempre y eso solo traía mucha mierda.
- Cuidado de elaborar – le pidió y Lex sonrió mucho más macabro.
- Acordamos ambos, que tu presencia ya no es más necesaria – él con una cara de póquer, Lena sin saber si estaba mintiendo o no.
- ¿Es decir?
- Es decir – repitió él descargando su arma y arrojándola al otro lado de la sala. Él quería matarle, pensó Lena, aunque no inmediatamente, torturarle antes de todo y nada – feliz casería para mí ¡ - exclamó sonriente con una barra de acero en la mano.
…
Nota:
- Próximo capítulo es el final.
