Hola queridos lectores, bueno esta es una historia que ya habia tenido pensado en escribirla, pero decidi mejor sacarla despues ya que aun no aterrizaba bien la idea. Algunos de ustedes en los comentarios en "Entre el pasado y el futuro" preguntaban que si esa historia era un "Elsaanna" yo les respondi que no pero que en un futuro escribiria una, bueno, pues aqui la tienen. La verdad no se muy bien el rumbo que esta historia tomara, tratare de actualizarla seguido, claro tardara mas en comparación a mi otro fic jeje. En fin espero que si les guste y que me digan que tal les parece :D
Aclaraciones:
-Elsa y Anna no son hermans en esta historia.
-Es todo un universo alterno.
-Algunas actitudes de los personajes aqui, tendran cierto parecido con su verdadera forma de actuar.
Todos los personajes de Disney y Pixar que aparecen en esta historia, corresponden a sus respectivos creadores. El único fin de esta historia es el de entretener
Ventisca en un día de verano.
Todos merecemos una segunda oportunidad, empezar desde cero, dejar atrás todo aquello que nos atormenta. Para Anna Sunshine eso era lo que mas necesitaba, comenzar otra vez, que la vida le diera una segunda oportunidad tanto para ella como para su familia. Anna es esa chica pelirroja de 20 años, que siempre tiene una sonrisa para cualquier cosa, una actitud infantil, algo inmadura, pero que siempre esta dispuesta a sacrificar todo por las personas que ama.
Mirando por la ventanilla del auto, Anna observa los edificios de Arendelle, la ciudad a la que su padre había sido transferido, era un lugar tranquilo por lo que ella había investigado, una ciudad no tan grande que se encontraba cerca montañas que le daban el aire de una ciudad de cuentos de hadas, en verano el clima era perfecto ni muy caliente ni muy frio, pero según los habitantes de Arendelle la mejor época es en invierno cuando llegan las nevadas, este lugar era perfecto para que todo empiece de nuevo. Su familia solo consistía en ella, su padre Anders y su madre Caroline, ella era hija única aunque eso nunca le importo porque toda su infancia y parte de su adolescencia con su prima Merida que la consideraba casi su hermana. Había mucho que hacer, no solo era llegar a una nueva ciudad, si no que seria también una nueva escuela, casa, ¿habrá nuevos amigos? No seria fácil pero Anna estaba decidida a cambiar.
Por fin había llegado a su destino, su nueva casa. Era una casa ni muy grande ni muy chica, de dos pisos, color crema, con un pequeño jardín al frente y un barandal blanco. Anna bajaba del auto con su mochila y su maleta, miraba con atención su nuevo hogar, era muy, muy diferente a su antigua casa. Al entrar junto con sus padres a la casa, notaron que era mucho mas amplia de lo que parecía. Justo al entrar había una sala muy amplia que tenia una puerta que daba a un jardín, a la derecha por un pequeño pasillo estaba la cocina, del lado izquierdo estaban las escaleras que daban a la planta alta de la casa. La casa ya estaba amueblada por lo que no había mucho que hacer en cuanto a cambios, quizás algunos arreglos pero no tan drásticos, el toque hogareño se lo darían con el tiempo.
"Anna tu padre y yo bajaremos el resto de las cosas, porque no subes y conoces tu nueva habitación"- decía su madre Caroline.
"Segura mamá, ¿no quieres que les ayude con algo"- respondía Anna
"No hija estamos bien, anda ve fue un viaje largo"
"Esta bien mamá, si necesitan algo solo llámenme ¿ok?"
Su madre asintió para después ir con su esposo para ayudarle a bajar el resto de las cosas. Anna miro por un momento a sus padres que bajaban las maletas y otras cosas del auto, una sonrisa se dibujo en su rostro al ver a su familia. Subió las para llegar al segundo piso, había un espacio algo amplio de lo que parecía ser una zona común y casi al lado derecho de las escaleras estaba la puerta del cuarto de sus padres, al fondo había un pasillo donde estaban dos puertas, una era la del baño y la otra de su nueva habitación.
Anna abrió la puerta de la que era su nueva habitación, no era por demás decir que era perfecta, tenia una ventana que daba hacia la calle que dejaba entrar de lleno la luz del sol, ahí había una cama tamaño matrimonial, closet, un pequeño tocador, la pelirroja dejo sus cosas en el suelo para tirarse sobre la cama. Miraba todo a su alrededor, había mucho que hacerle a aquella habitación para que se pareciera a su antigua habitación. Los minutos comenzaron a pasar mientras Anna desempacaba sus cosas y las guardaba en su lugar, apenas serian las 3 de la tarde y no había mucho que hacer, aun faltaba de instalar internet en la casa por lo que Anna decidió salir a conocer el vecindario.
Anna decidió arreglarse un poco para salir, su cabello siempre peinado con dos trenzas, unos jeens, convers naranjas y una playera color azul cielo. Al bajaba las escaleras para encontrarse con sus padres en la sala, ya habían terminado de meter todas las cosas.
"Mamá iré a dar una vuelta, para explorar el vecindario"- decía la pelirroja.
"Esta bien hija pero no te alejes mucho"
"Mamá no tengo 8 años se me cuidar sola"- Anna giraba sus ojos, su madre a veces la seguía tratando como una niña pequeña.
"Solo es una advertencia hija, ve con cuidado"- Cristine sonreía al ver a su hija.
"Hazle caso a tu madre Anna, si encuentras un lugar interesante nos avisas ¿de acuerdo?- decía su padre.
"Si papá, no se preocupen estaré bien"- Anna se despedía de sus padres sonriendo como solo ella sabia.
Anna comenzó a recorrer la zona donde ahora vivían, era una bastante agradable, había muchos arboles, casas muy bonitas e incluso una pequeño parque que había visto cuando venia en el auto. Las calles estaban un poco solas, era comprensible ya que era sábado, por lo que se podían escuchar los pájaros cantar, a lo lejos unos niños jugando y un sin de cosas mas. Todo este nuevo ambiente a Anna le tranquilizaba y mas cuando pudo saborear el olor a chocolate, si había algo que Anna le encantaba mas que nada en este mundo era el chocolate, su curiosidad por saber de donde provenía el aroma la llevo a descubrir una pequeña cafetería llamada "Coffe & Love". El nombre era peculiar pero a Anna no le dio importancia y decidió entrar y comprar un chocolate caliente antes de seguir explorando.
"Hola bienvenida, ¿qué vas a tomar?- preguntaba la cajera.
"Hola, ¿me podrías dar un chocolate caliente mediano?, por favor"- respondía Anna.
"Yo también quiero uno por favor" una tercera voz se escucho detrás de ella.
Anna volteo para ver de quien se trataba. Una chica rubia platino estaba justo atrás de ella, parecía un poco mas que ella tanto de estatura como de edad aparentemente, luciendo una trenza perfectamente hecha, su piel casi pálida resaltaba con la luz del sol que apenas dejaba unas ligeras pecas en su rostro muy parecidas a las de Anna, llevaba unos lentes de armazón algo grueso, todo esto luciendo una blusa color azul rey muy elegante. Su vista se cruzo por unos instantes con la de Anna.
"Con mucho gusto, en un momento les preparo su pedido" termino por decir la cajera.
La chica rubia solo asintió levemente y se fue a sentar en una de las que había. Anna también hizo lo mismo aunque, por alguna extraña razón no dejaba de mirar a aquella chica, que estaba sentada casi frente a ella. Anna la observo con un poco mas de detalle, pero solo ella solo miraba su celular sin nada mas, no parecía prestarle atención a nada mas. De pronto el corazón de Anna casi se sale cuando esa chica volteo a mirarla, Anna solo desvió su mirada también a su celular aparentando que no la estaba observando, la pelirroja volvió a mirar hacia donde estaba la rubia platino, esta había vuelto a mirar su celular ¿había sido imaginación de Anna o en verdad aquella chica se percato de su mirada?.
Para su buena suerte, las bebidas ya estaban listas. No pasaron ni 10 minutos pero se sintió como si hubiera sido una eternidad, la rubia tomo su bebida, pago y salió del lugar sin decir mucho. Anna también pago por su bebida aunque ella se quedo un poco mas en el lugar, preguntándose que había sido todo eso, no era como si le molestara pero vaya que era raro.
Anna miro la hora y no faltaba mucho para las 6 de la tarde, ya había caminado bastante y no quería falta a la primera con cena con su familia en la nueva casa. Durante el camino de regreso a casa, en su mente seguía aquella rubia platino que había visto en la cafetería, ¿viviría por aquí? ¿también le gustara el chocolate? ¿cuál era su nombre? Todas esas preguntas y mas le llegaban, cuando sin darse cuenta ya se había pasado de su casa. Ya estando en casa, al abrir la puerta el aroma de la comida de su madre era simplemente absorbente, muchas veces Anna mencionaba que su madre era la mejor cocinera del mundo y no es que lo era pero su comida era perfecta.
La pequeña familia se sentó en el comedor para disgustar de la rica cena, había pasado mucho desde la ultima vez que los tres se sentaban a comer juntos.
"Y bien Anna, ¿qué tal te pareció el vecindario?"- preguntaba Anders, su padre.
"Es muy agradable, encontré una pequeña cafetería que sirven un chocolate delicioso"- Anna sonreía al recordar el sabor de aquel chocolate.
"Si estaba increíble y también…"- la pelirroja pausaba al recordar a aquella chica.
"¿También qué?"- pregunto su madre al notar la pausa.
"Que…también deberían de ir un día conmigo, si eso, mamá a ti te fascina el chocolate también como a mi, aunque creo que eso es imposible porque no eh conocido a nadie que le guste el chocolate tanto como a mi"
"Se escucha divertido Anna, me da gusto que este nuevo hogar te guste"- decía su padre.
"Si Anna, Arendelle es una ciudad que nos tiene mucho que ofrecer"-
"Lo se, espero que todo vuelva a ser como antes"
"Veras que hija, y no olvides que el lunes inicias en tu nueva escuela, me han dicho que Arendelle School tiene muy buen nivel"- comentaba su padre.
La cena transcurrió de lo mas normal, entre platicas sobre la nueva escuela para Anna, el también nuevo trabajo de su padre. Anna se fue a dormir temprano, pensando en todo lo que pronto vendría, escuela, tareas, maestros, amigos nuevos, no era como si la escuela le fascinara pero estaba ansiosa por que todo empezara, pero justo antes de quedarse dormida, en su mente la imagen de una rubia platina aparecía ¿quién era ella?.
El despertador comenzó a sonar justo a las 7 de la mañana del lunes, era el primer día de Anna en su nueva escuela. Anna se despertó de golpe, su cabello desaliñado a mas no poder, incluso aun con baba en la cara. Salió corriendo de su habitación para ir al baño a darse una ducha y alistarse.
"Genial Anna Sunshine, bonita manera de comenzar" se decía así misma cuando se miraba al espejo peinando su cabello con sus clásicas dos trenzas. Una vez lista bajos a la planta baja donde su padre ya la esperaba, la escuela quedaba de camino a su trabajo por lo que decidió llevarla. Su padre al ver a su hija tan apurada le recordó que aunque cambiaran hasta de planeta Anna seguirá con el problema de levantarse temprano. Todo el trayecto Anna trato de aprenderse el camino para no tener que depender de su padre para que la llevara a la escuela. La escuela se encontraba cerca del centro de la ciudad, por lo que Anna pudo divisar muchos locales coloridos, algún que otro edificio, pequeños parques y el centro comercial. Logro divisar el antiguo fiordo y la playa, que aunque las playas de Arendelle no era precisamente cálidas, durante esta época del año algunas personas les gustaba nadar un poco.
"Listo hija, hemos llegado"- decía su padre.
"Gracias papá, te prometo que ya me levantare temprano"- Anna le daba un abrazo a su padre.
"Quiero creer que si Anna, bueno me tengo que ir, da lo mejor de ti ¿entendido?
"Si papá lo hare, nos vemos en la tarde"- con un beso en la mejilla Anna se bajaba del auto.
Había muchas personas que entraban por la puerta, cruzar el estacionamiento de la universidad y por fin llegar al edificio principal. Anna llevaba una hoja con información de donde era su facultad, la facultad de comunicación. Ella estudiaba la misma carrera en su antigua escuela, por lo que no hubo mucho problema de que pudieran revalidar algunas materias y así avanzar de primer a tercer semestre.
La pelirroja caminaba por las pasillos tratando de buscar donde era su salón, hasta que por fin lo encontró justo cuando la campaña había sonado. Todos ya habían entrado y ella solo se quedo ahí afuera del salón, era en definitiva que los nervios la habían traicionado. Cuando sintió la presencia de alguien a su espalda, un hombre algo mayor, con un enorme bigote blanco, regordete, que llevaba unos cuantos libros en su brazo.
"Oh hola querida, tu debes ser la nueva alumna"- pregunto el hombre.
"Ah si mi nombre es Anna, pero ¿cómo supo que yo era…"
"Conozco a mis alumnos querida, soy el profesor Maurice, además de que la directora Malefica me informo de su llegada, pero ven pasa para presentarte"
"Oh no, no, creo que sea necesario"- decía Anna nerviosa.
"No seas tímida ven"- y jalándola del brazo, ambos entraron al salón.
El resto de los alumnos voltearon al ver que es profesor había llegado pero no llego solo.
"Alumnos, les presento a una nueva compañera, ella se integrara conozco en este semestre"- decía el profesor.
"Me llamo Anna Sunshine, es un gusto en conocerlos a todos"
"Bueno, mmm… hay un lugar vacío a lado de Rapunzel, puedes sentarte ahí" el maestro señalo a una chica rubia.
"Muchas gracias"
Anna camino hasta donde estaba esa chica llamada Rapunzel. La pelirroja tomo su lugar y comenzó a prestar atención al profesor, aunque este tuvo que salir por un momento del salón.
"Hola, Anna ¿verdad?"- pregunto Rapunzel a Anna.
"Hola si soy Anna, tu debes ser Rapunzel"-
"Asi es, bienvenida a Arendelle School"
"Muchas gracias"
"Oye y ¿por qué te cambiaste aquí?"
"Es una larga historia"
"Tenemos tiempo el profesor Maurice, suele salir y no regresar casi una hora después"
"Oh bueno, aun así creo que es algo larga, pero puedo decir que vine aquí para iniciar de nuevo"
"Interesante, bueno este lugar es perfecto para eso"
"Si eso espero porque…"
"Hola chicas ¿qué tal?- un chico rubio, alto y con cuerpo atlético se había acercado"
"Hola Kristoff, mira Anna, te presento a Kristoff Bjorgman un bueno amigo"
"Hola Kristoforo"- al decir esto Rapunzel hecho a reír.
"Es Kristoff"
"Upps lo siento"- Anna también reía para disculparse.
"En fin ¿qué es lo que pasa Kristoff?"- pregunto Rapunzel.
"Ah si venia a decirte que Flynn pregunta ¿cuando será el día que le aceptes una cita"
"Dile a tu amiguito Eugene, que no pienso salir con el y que si sigue insistiendo lo volveré a golpear con mi sartén"
"Tranquila no es para que te enojes"
Las clases continuaron sin ningún contratiempo. Anna paso la mayor parte de las clases platicando con su nueva amiga Rapunzel con quien compartía muchas cosas, también Kristoff de vez en cuando se unía a la platica de las chicas. La campana volvía a sonar anunciando que ya era del descanso. Rapunzel invito a Anna a la cafetería, a lo que la pelirroja acepto con gusto, Kristoff también las acompaño y los tres se dirigieron a la cafetería. Al llegar ahí, no les fue difícil encontrar una mesa vacía ya que un chico de cabello negro, de baja estatura, los saludaba y haciéndoles señas de que se acercaran.
"Hey les guarde una mesa"- decía el chico saludando a todos con un abrazo, excepto a Anna.
"Muchas gracias Olaf"- respondió Rapunzel.
"¿Quién es ella?"- pregunto Olaf mirando a Anna.
"Oh, mira ella es Anna, es nueva en la escuela"
"Hola soy Olaf y adoro los abrazos"- Olaf abrazaba a Anna con mucho entusiasmo.
"El gusto el mío Olaf, eres simpático"- Anna sonreía por el gesto del chico.
Ahora los cuatro comenzaron a platicar, teniendo a Anna como centro de atención, preguntándole sobre ¿de donde venia? ¿cuál era su edad? ¿sus gustos? y demás. Anna se sentía muy cómoda ahora con sus nuevos compañeros, incluso comenzaron a planear alguna salida fuera de la escuela. Entre risas y comentarios, la actitud de Anna cambio en un instante cuando, justo en la puerta de la entrada de a la cafetería, una rubia platino entraba junto con otras dos chicas.
Esa chica no podía ser otra, era aquella chica que había conocido el día que había llegado. No había duda alguna que si era ella, Anna no dejaba de mirarla, era una extraña coincidencia que la volviera a ver "así que estudia aquí esa chica" pensaba Anna al ver que aquellas chicas se sentaban en una de las mesas de la orilla de la cafetería.
"Rapunzel ¿puedo preguntarte algo?"- decía Anna a Rapunzel.
"¿Qué paso Anna?"
"Esa chica de la esquina, ¿quién es?"- señalaba Anna discretamente en la dirección donde se encontraba aquella chica.
"¿Por qué quieres saber"
"No, solo es curiosidad"- Anna reía tímidamente ante la pregunta de la rubia.
"Su nombre es Elsa"- Olaf se había adelanto a Rapunzel.
"Olaf ya te he dicho que no escuches otras conversaciones"-
"Yo solo le dije quien era nada mas"
"Lo que sea, bueno como aquí mi pequeño amigo dijo, esa chica se llama Elsa, Elsa Blizzard"
"Oh ya veo"- contestaba Anna- "Y ¿esas otras chicas"
"La del cabello castaño es Bella y la rubia de su lado derecho es Cenicienta"
"Las tres son chicas muy populares, aunque eso a Elsa parece no importarle mucho"- apuntaba Olaf.
"Se ve que la conoces muy bien Olaf"- decía Anna.
"Si ella es mi prima jeje"
"Wow eso si no me lo esperaba"
"Si muchas personas no lo creen pero es verdad"
"Pero ¿por qué?"
"Bueno ella es muy reservada en su circulo social, conmigo solo habla cuando se reúne la familia, pero casi siempre suele estar junto a sus "amigas" y ya"
"En fin ahí lo tienes Anna"- decía Rapunzel.
Ahora Anna sabia algo mas sobre aquella chica, Elsa, el resto del tiempo en la cafetería Anna no dejo de mirar a aquella rubia platino, que igual y como había pasado en la cafetería de cerca de su casa, mirando su teléfono.
Cuando el timbre sonó para indicar que todos volvieran a sus salones, Anna trato de esperar saber cual era la facultad donde ella estudiaba, la universidad era algo grande y ofrecía bastantes carreras, "¿Turismo? Así que estudia turismo" decía Anna en su mente al ver que Elsa se dirigía al área donde esta la facultad de turismo y relaciones.
El día por fin terminaba, el primer día de clases había acabado y no le fue tan mal. Hizo nuevos compañeros, tiene clases interesantes, pero sobre todo pudo saber la identidad de aquella chica. Antes de salir Anna le pido a sus nuevos amigos, su numero de celular y Facebook para seguir en contacto y ponerse de acuerdo si en algún momento llegaran a hacer algo. Kristoff se ofreció en llevarla a su casa, aunque era un gesto lindo por parte del rubio, Anna le dijo que prefería caminar y después tomar un taxi o el autobús de regreso a casa. Todos habían terminado de despedirse y Anna comenzó a caminar entre los autos que del estacionamiento para llegar, por venir distraída choco con la puerta de un "Cabrio" azul que se había abierto. Anna cayo al suelo sintiendo un fuerte dolor en el estomago por el golpe.
"Fíjate por donde…"- la pelirroja no pudo terminar su frase, ya que al alzar la vista veía a la persona que bajaba de ese auto, era Elsa Blizzard.
"Discúlpame, fue mi culpa, no te vi ¿estas bien"- preguntaba Elsa ayudándola a pararse- "¿Estas bien?"
"¿Quién? ¿yo? Oh si estoy bien, no me paso nada, soy de huesos duros"- Anna reía torpemente, era claro que si le había dolido el golpe.
"¿Estas segura?"
"Si no te preocupes, además yo iba distraída pensando en mil y unas cosas que no me fije cuando abriste la puerta, digo la pude notar cuando ya tenia medio cuerpo estampado en ella ,espera ¿qué?, quiero decir estoy bien"
"Oh ya veo…permíteme presentarme mi nombre es Elsa, Elsa Blizzard"
"Yo soy Anna, Anna Sunshine"
"Un gusto en conocerla señorita Anna"- respondía Elsa muy educada.
"Oye, vamos no tienes porque ser tan formal, solo dime Anna"
"Muy bien, Anna, siento haber golpeado con mi puerta, pero me tengo que ir, ¿segura que si estas bien?"
"Si descuida puedes irte con cuidado"
"Esta bien, nos vemos, Anna"
"Nos vemos, Elsa"
Al terminar esto la Elsa entro en su auto y salió de la por la puerta de la universidad. Anna aun permanecía en el mismo sitio donde había ocurrido todo, su corazón se agitaba al recordar los ojos azules de Elsa, mirándola fijamente. Para ser su primer día en esta nueva escuela y en esta nueva vida había sido muy pero muy interesante.
