La memoria del corazón elimina los malos recuerdos y magnifica los buenos, y gracias a ese artificio, logramos sobrellevar el pasado.
Gabriel García Márquez.
Recuerdo un destello de luz azul queriendo atravesar mis párpados. Esa luz me obligó a abrir lentamente mis ojos; en mi mente ya había aceptado mi destino, la forma en la que mi vida terminó no fue horrible, ni desdichada. Sacrifiqué mi vida para que mis amigos vivieran por mí. Pero. Al recuperar poco a poco la visita, me di cuenta de que no me encontraba en el infinito paraíso, no claro que no. Me encontraba en una playa. La misma playa que estaba a pocos metros de la entrada del parque de diversiones. No lo entiendo. El Etherion hizo explosión, toda esa magia acumulada reaccionó y se disparó hacia arriba, directamente al cielo. ¿Cómo es que sigo...? Mi visión se agudiza aún más, y reconozco una silueta frente a mí. Reconocería esa mata de cabello desalineado. Es Natsu, y me está cargando entre sus brazos. Él...¿Me salvó de la explosión? Se arrodilla lentamente y me coloca delicadamente sobre la cálida arena.
-No vuelvas a hacer algo como eso-musita. Ahora que lo recuerdo. En mi "Visión del futuro", una gigantesca mano salió de entre las nubes y me sujetó de mi mano con firmeza. Sí. Él me salvó.
-Natsu...-
-¡JAMÁS!-trato de explicarle pero él me interrumpe.
Ahora entiendo que, si me hubiera ido, les causaría mucho dolor a mis compañeros. Estarían muy tristes, enojados, y decepcionados de mí. Así no es como debería comportarse un mago de Fairy Tail. Nosotros compartimos muchas cosas. Somos una familia. Y una familia debe permanecer unida.
-Sí. Nunca lo haré de nuevo-contesto. Lo agarro de la parte de atrás de su cabeza y lo acerco hacia mí, pegando nuestras frentes.
Natsu a final de cuentas me demostró lo que es la amistad; el cariño que le tienes a tus compañeros puede incluso mover montañas. Estuve tan perdida sufriendo por mis pasado que olvidé lo que tenía en mi presente. Me enfoqué más en lo negativo. Lo cuál está mal.
Mis demás amigos aparecieron detrás de nosotros. Podía escucharlos llamándome. Happy voló hasta mí y me abrazó con lágrimas en los ojos, al igual que Lucy, y Shou. Gray no demostraba mucho sus sentimientos, pero sabía que él estaba feliz también. Todos ellos me abrazaron en grupo, haciéndome sentir la persona más querida del mundo.
Todos los asuntos pendientes del pasado se resolvieron esa noche. Aquella historia triste de la niñita que se volvió una esclava de la noche a la mañana, tuvo su final feliz. Ahora podía seguir con mi vida en el gremio, sin ninguna clase de culpa, o miedo, sabiendo que La torre paraíso" y Jellal, habían salido de mi cabeza. Mis amigos tomaron caminos separados, pero los quiero tanto como siempre lo hice, y les deseo la mejor de las suertes.
Y ahora estoy disfrutando de una deliciosa taza de té de manzanilla, sentada en la mesa de madera que adorna mi habitación en "Fairy Hills", leyendo un pequeño libro que me recomendó Lucy la noche anterior. Es bueno, y entretenido, pero no tengo tiempo de terminarlo. Pongo el separador en la hoja donde me quedé y lo cierro delicadamente. Me visto con mis ropas de siempre: Mi camisa blanca sin mangas. La falda azúl que me llega hasta los muslos. Y mis zapatos cafés. Salgo de "Fairy Hills" con intención de ir al gremio. Debo elegir una misión por hacer. Llevo mucho tiempo sin hacer nada y eso no está bien. Debo ponerme activa, para demostrarles a todos que no he cambiado.
Hoy será un excelente día. Seguro.
CONTINUARÁ...
