Naruto No me pertenece

Neue Chance

Capítulo 1: Universos múltiples.

Elena Callen sabe que esta jodida cuando abre los ojos y no está muerta. El recuerdo del horrible accidente de tránsito donde había estado involucrada, la hace gimotear ante el dolor de todo su cuerpo. No había sido su culpa, ella viajaba en trasporte público para su trabajo de medio tiempo, cuando un coche impacto contra el autobús donde viajaba, este hizo una secuencia de choques con otros automóviles, ella sintió su cuerpo volar y antes de saberlo todo se volvió negro. No había sido su primer accidente automovilístico, pero si el más serio de todos ellos, ya que sabe que debió sufrir fuertes heridas.

Incluso la muerte hubiera sido una posibilidad.

Pero el blanco que le rodeaba y el aroma de medicinas, le indico que estaba dentro de un hospital.

Se incorporó con dificultad en la cama, sintiendo todo su cuerpo doler ante ese simple movimiento, con una mano extendida con algunas vendas, toco su magullado rostro y sintió ganas de vomitar. Su estómago parecía retorcerse en hambre, pero al mismo tiempo en dolor, pero se contuvo ya que odiaba la sensación de vomito. Arrojo las sabanas sobre ella para inspeccionar sus heridas, pero indiferentemente de la horrible bata en su cuerpo, no había tantas vendas en sus piernas como había temido.

Era doloroso, pero no tanto como pudo ser.

Algo no parece tener sentido.

Se estiro un poco sobre su cuerpo, sintiendo dolor en varias articulaciones, antes de gimotear un poco al ponerse sobre sus pies. Al menos aún puede caminar, piensa quitándose los cables que la unen a la maquinas extrañas que no recuerda ver. Probablemente le regañen los médicos, pero ella nunca fue buena con hospitales. Se pregunta vagamente la ubicación de su familia, en especial de sus padres, deberían estar ahí con ella, medita mientras camina en dirección a la puerta para llamar alguna enfermera.

Su familia siempre ha estado ahí cuando algo malo sucede.

Detiene sus pasos cuando pasa por una ventana, su reflejo la hizo detenerse confundida antes de voltear a verse bien. La ventana deja ver bien su rostro, el cual es muy similar al que siempre ha visto en el espejo, pero hay dos factores que antes no estaban ahí, su cabello era demasiado largo (aunque sigue siendo castaño oscuro) hasta media espalda y sus ojos parecían diferentes, con tonalidades de color azul, en lugar de los castaños a los cuales había estado acostumbrada toda la vida. Además, que parecía mucho más joven de lo que recordaba.

Toco su rostro confundida, el reflejo hizo rápidamente sus mismos movimientos.

¿Qué está pasando?

Piensa preocupada antes de jalar su mejilla, pero al sentir dolor, supone que la idea de un sueño puede ser descartada. Debe verse ridícula, ya que la puerta se abre y una enfermera aparece, esta parece alterada de verla de pie antes de guiarla rápidamente a la camilla nuevamente. Se deja hacer confundida, Elena no entiende que está sucediendo y cada vez todo parece más irreal.

¿Por qué se ha visto tan joven?

Elena tiene 25 años, una vida bastante relajada en muchos términos. Ha terminado su carrera universitaria hace dos años, pero por el momento solamente tiene trabajos de medio tiempo mientras busca un empleo más estable. Tiene dos padres amorosos, varias hermanas mayores, sobrinos, una tranquilidad y estabilidad a la cual está acostumbrada. Incluso si a veces la gente suele asumir que tiene menor edad, por una piel bien cuidada y su apariencia algo infantil (ser de pequeña estatura, delgada y tener pechos no tan grandes) jamás se había visto tan joven desde que fue adolecente.

No entiende que ha sucedido, mira a la enfermera que parece haberle preguntado algo, pero no sabe si quiere contestar algo o si puede contestar algo.

—Taketori-san—vuelve a llamar la enfermera, Elena gira el rostro confundido.

¿Hablaba con ella?

—Taketori-san no debe levantarse, ha estado en medio de un accidente y debe descansar—musita está empujándola de regreso contra la cama.

La palabra "accidente" la hace sentir tranquila, es como algo que la ata a la realidad, tal vez la enfermera solamente se ha confundido con otro de los heridos. Esta coloca una mano sobre su rostro y si no estuviera tan confundida, podría jurar que irradiaba una luz de color verdoso que la hace bostezar. Con un extraño sueño en todo su cuerpo, deja que la inconciencia le llene. Tal vez sus ojos se han visto diferentes por la luz del sol, tal vez no ha visto bien y su cabello definitivamente estaba por sus hombros.

Si, solo ha sido un extraño suceso aleatorio.

Cuando vuelva a despertar todo será como antes.

Esto es confuso por los medicamentos, probablemente, sus padres y familia estarán ahí cuando vuelva a despertar.

.

Nada vuelva a la normalidad cuando despierta, piensa horrorizada cuando al despertar y jugar con su cabello, este sigue siendo tan largo como temía. Ella jamás ha dejado el cabello tan largo, siempre lo usaba corto por ser práctica. Piensa que ha estado demasiado tiempo inconsciente para que crezca de esa forma, pero contrario a lucir mayor por el tiempo en coma, parece que ha rejuvenecido. Tiene muchas dudas en su mente, por eso cuando el doctor llega, prefiere mantenerse en silencio para escuchar que ha sucedido, cuando esta pregunta por si recuerda el accidente, ella niega algo confundida.

¿Por qué siguen llamándole Taketori-san?

Eso es como llaman a las personas japonesas, ella es de América muchas gracias.

Oyone como se presenta el medio de cabecera, una mujer de cabellera corta de color azul opaco, parece tranquila mientras revisa unos papeles que deben ser de ella. La ve confundida al notar que está escrito de forma extraña, no parece el abecedario al cual está acostumbrada y siente una extraña sensación sobre su espalda.

¿Dónde está ella exactamente?

Pero como siempre ha sido reservada incluso en sus preocupaciones, prefiere tener una sonrisa tensa en su rostro en espera que alguien le explique qué sucede.

—Hubo una falla en una cocina de gas del sector residencial, específicamente en su conjunto de departamentos y cuando exploto, hubo varios heridos. Vino con algunas quemaduras de primer grado y huesos rotos, pero la mayoría han sido soldados correctamente, tiene un golpe serio en la cabeza, pero al revisarlo no parece que presente algún problema y le estaremos monitoreando—explica antes de dejar los papeles de lado y acercarse a su cabeza.

¿Fuga de gas?

¿Qué sucedió con el accidente en la carretera?

También quiere preguntar por su familia, si saben si ella esta despierta o si vendrán pronto para llevarle a casa, tal vez la han confundido de persona. Piensa de forma preocupada al tiempo que la enfermera con una mano en su cabeza, parece tocar una protuberancia que le hace encogerse un poco.

Eso dolió.

—Deberá estar en revisión unos días, pero pronto podrá volver a su trabajo como si no hubiera pasado nada—dice la doctora con una leve sonrisa.

Quiere hacer preguntas, pero se siente algo confundida, asiente tímidamente mientras esta se marcha. En medio de la cama del hospital, abraza sus rodillas confundida. Por dicha siempre ha sido alguien que disfrute dormir, por lo que cuando cae en un sueño pocos minutos después, no se siente mal en lo absoluto.

Cuando despierta nadie está ahí.

Su familia no está ahí nuevamente.

El vacío en su corazón se siente pesado.

.

Tiene una visita dos días después de despertar, es un chico que nunca ha visto en su vida, con el cabello corto de color negro, grandes ojos castaños y parece ser un joven de 17 años aproximadamente. A diferencia de los doctores y enfermeras, tiene ropas que parecen extrañas de describir, un pantalón oscuro y una camiseta verde, lo extraño son sus zapatos, parecen ser unas sandalias, casi parecen ser botas pero que dejan ver sus dedos de frente al descubierto.

Que poco sentido de la moda.

—Hikari-chan, me alegra ver que estas mejor—dice el chico casi abalanzándose sobre ella, frunce el ceño confundida.

Todos parecen referirse a ella con un nombre diferente, incluso cuando ha pensado en negar ser esa persona, no quiere hacerlo. Claro que es su primer instinto, pero ella no es tan idiota para decir algo de lo cual todos parecen seguros, en medio de un hospital. La última vez que negó estar herida en uno, cuando claramente tenía sangre en su cabeza, paso internada una semana, motivo de su odio por los hospitales.

Sonríe levemente cuando el chico toma asiento a su lado, pero no la abraza, por dicha, no es buena con el contacto físico a desconocidos.

—Si—musita en voz baja queriendo que se largue, pero al ver a la enfermera marcharse, supone que es su mejor forma de información.

Lo ve intensamente y este parece sonreír, tiene un hoyuelo en una de sus mejillas, parece un chico muy confiable. Algo idiota también adivina en su mente, no es común acercarse a personas tan brillantes que no sean sus familiares o conocidos de años, pero supone que puede hacer el intento para averiguar que está pasando aquí.

—Estábamos preocupados cuando sucedió todo, pero no te preocupes Yamada-san entiende que no puedes trabajar en este estado, también has perdido tu apartamento, te ayudare a encontrar uno apenas salgas de aquí, puedes quedarte con Ruri-chan y conmigo—dice rápidamente con una sonrisa, no sabe quién es Ruri—Ruri-chan estaba tan preocupada, pero sabes que tiene mucho trabajo en la academia últimamente, pero promete venir mañana a visitarte—comenta este con tranquilidad.

Asiente vagamente, antes de desviar su mano a su cabeza.

Durante un segundo una imagen llega a su cerebro. La imagen de una chica de cabellera rubia y grandes ojos castaños aparece con un parpadeo, vistiendo ropa algo extraña que no reconoce haber visto antes. Se sorprende ya que es la imagen de alguien que nunca ha visto en su vida.

¿Qué está pasando?

—¿Estas bien Hikari-chan? —pregunta el chico a su lado preocupado.

Sisea un poco, pero asiente antes de apartar su mano, es experta en fingir que algo no le duele. Su madre siempre fue alguien bastante resistente al dolor, entonces al tenerla como modelo a seguir, siempre aprendió a soportar algunos niveles de dolor. Su familia siempre suele asustarse cuando llora de dolor, ya que al no ser algo común en ella, significa que el dolor debe ser insoportable.

Ahora le duele la cabeza, pero lo puede tolerar.

—Sí, solo un pequeño dolor, nada de qué preocuparse—musita rápidamente a la defensiva, el chico parece fruncir el ceño, antes de asentir inseguro.

—El Doc dijo que puedes tener dolores de cabeza durante algunos días, incluso aunque uso ninjutsu médico, tuviste un buen golpe en la cabeza—explica el chico preocupado.

Ella se detiene, gira el rostro confundido al chico.

—¿Ninjutsu medico? —pregunta sin entender porque el termino le suena demasiado familiar, tal vez han creado un tratamiento médico del cual ella no conoce, no suele estar muy al tanto de los avances médicos.

El joven parece verle más preocupado.

—¿Estas segura que estas bien? —le regresa otra pregunta, que ella no contesta en esta ocasión.

Siente un extraño frio recorrer su cuerpo, porque ella siente que el termino es muy familiar, pero la idea que se ha formado es incluso ridícula en su cabeza. Elena en realidad es bastante amante de las series extranjeras, sobre todo las japonesas que destacan mucho entre anime y manga, desde que tiene menos de 5 años ha visto anime con sus hermanas mayores, incluso cuando estas lo han dejado, ella sigue viendo series japonesas.

Para ella la serie de Naruto no es ajena, la conoce y le ha visto algunas veces, incluso leído su manga una ocasión. Elena en realidad disfruta de la escritura, es su pasión secreta que tiene muy bien escondida, por lo que aparte de haber tragado libros toda su vida, ha entrado al mundo oscuro de fanfiction. Sabe mucho más sobre la serie debido a los fanfic que otros escriben que de la serie en sí misma, incluso ella ha escrito sobre la serie en algunas ocasiones.

Entonces la idea de Ninjutsu médico, le recuerda demasiado a la serie.

¿Alguna broma?

¿Pero de quién?

Ella ha mantenido muy en secreto su apasionada vida de fanfiction de las personas que conoce, nadie tiene porque saber que ella le gusta escribir sobre fanfiction, aunque algunos saben su amor por el anime. Pero Naruto no es su seria favorita ni de cerca, si alguien quisiera hacerle una broma debieron elegir otra serie.

Esto si es una broma, si no lo es, no quiere ni pensarlo, su parte lógica no le deja meditar sobre la situación.

—¿Cómo se llama la ciudad dónde estamos? —pregunta sin importarle lo estúpido que suene, la mirada del joven le hace entender que es una mala pregunta por sus niveles de preocupación.

—Hikari-chan…estamos en Konoha, nuestro hogar—contesta el joven con preocupación.

Elena ríe sin humor, si esto es una broma, es de muy mal gusto.

.

El chico que ha hablado con ella se llama Aki-algo, no le moleta recordar el apellido que ha dicho ya que tiene otros problemas. La doctora Oyone ha entrado rápidamente cuando Aki ha informado sobre que algo está mal con su cabeza. No sabe cuánto decir y cuando no, pero en un acto de estupidez o inteligencia, ha comentado las pocas cosas que recuerda del anime de Naruto, lo que le ha valido que no la vean como un loco. A pesar que piensa que sus respuestas serian erróneas, parece que es lo correcto a decir. Comenta sobre el Hokage, sobre la vida ninja, sobre las cinco naciones y vagamente sobre algunas cosas que puede recordar de su vida viendo anime. Pero cuando le preguntan sobre ella, admite no recordar mucho.

Amnesia disociativa.

Dice la doctora, pero Elena teme que sea más que eso. Ya que prácticamente ha olvidado la vida de alguien que no es suya, su nombre en este cuerpo es Taketori Hikari, lo cual es irónico, ya que, aunque se ve físicamente igual a su anterior vida, no recuerda nada del cuerpo de esta.

Aki intenta darle una explicación de esta vida, para que entienda algunas cosas. Aparentemente ella tenía una familia, numerosa como en su anterior vida, que murieron en el evento llamado 10 de octubre hace 7 años. A pesar que nadie lo dice en voz alta, si es el mundo de Naruto (como aun no acepta creer del todo) puede darse una idea de lo ocurrido. Ruri e Aki son hermanos mellizos quienes fueron huérfanos también por lo ocurrido ese día, así que se conocieron en un orfanato y han sido amigos desde entonces.

Ruri es una chunin que está estudiando para ser maestra de la academia, mientras que Aki quien también es un chunin trabaja en la Biblioteca de Archivos de Konoha con ella. Para su sorpresa se supone que ella también es un ninja, pero que no ha hecho misiones desde hace mucho tiempo, claramente solo había estado en la academia para sobrevivir, pero según comentan no parece que hubiera destacado en nada. Aunque ser un chunin debería significar algo, ya que estuvo en el equipo con Ruri e Aki.

Pero no lo hace.

Mientras Aki habla sobre su vida, siente que le están leyendo el archivo de la persona equivocada, ya que ella no recuerda nada. Cuando comento tímidamente que no reconocía las letras de la hoja frente a ella, la doctora pareció más curiosa por su caso. No sabe cómo explicar que esta vida no es de ella, que sus memorias no tienen nada que ver con lo que sea que forme este mundo.

Tal vez este en coma en su mundo original y su mente haya creado todo este mundo como un escape de la realidad.

—La dejaremos descansar, enviare un dictamen a tu jefe, trabajaremos en tu caso con un Yamanaka, pero por el momento deberemos dejarle descansar—explica Oyone cuando ve su rostro perdido en las explicaciones de Aki.

Este parece claramente alterado, pero asiente prometiendo volver mañana.

Sola en su habitación, mira el techo sintiendo un extraño vacío en su interior, si de alguna extraña y fantasiosa manera, todo esto es real, significa que no solo ha perdido a su familia de su anterior vida, sino que también ha perdido a la de este mundo. Se hace un ovillo en la cama mientras abraza una almohada, por algún motivo siente la soledad pegar con fuerza y este cuerpo parece añorar algo que no recuerda. No es alguien que llore fácilmente, pero este cuerpo parece si serlo.

Las lágrimas bañan su rostro.

Se siente perdida.

.

Ruri es una chica bastante bonita, piensa Elena cuando le conoce, su rostro parece el de una muñeca y su cabello rubio parece de una modelo. Esta parece al tanto de su situación, ya que se presenta amablemente cuando la conoce, haciendo que la situación sea menos incomoda. Kato Ruri, es el nombre de la chica, quien parece tan joven como lo es ahora Elena. Se siente confundida de atender al nombre de Hikari, pero jamás revela que tiene otra vida en su interior o recuerdos de otro mundo. Aun se niega a creer que esto es real, todo parece más bien producto de su imaginación, incluso aunque no físicamente, Ruri se parece a su mejor amiga en su otra vida.

Esta habla sobre cuánto le gustan los niños, como su mejor amiga hizo en otro mundo y sobre la idea de ayudarle pase lo que pase. Aki y Ruri parecen de acuerdo con que viva con ellos en su hogar, diciendo que era mejor que estuviera rodeada de un ambiente familiar.

Acepta, sobre todo porque no tiene un lugar al donde regresar.

Un miembro del clan Yamanaka hizo algo de su truco de magia, que la dejo a ella confundida cuando este no pudo ingresar a su mente. Según lo que comento la doctora, parecía tener un sello en su mente, algo que autoimpuso ella misma para bloquear sus recuerdos. Entonces la terapia de exposición podría ser su única salida para recuperar su anterior vida. No muy segura si eso podría ser posible, simplemente asintió aburrida cuando le sellaron la salida, con el deber de regresar cada viernes para un chequeo.

Es cuando sale del hospital, que tal vez acepta un poco, que está en un buen sueño o está en otro mundo, en el mundo de Naruto más específicamente. No solo los edificios son totalmente diferentes a lo que alguna vez pudo observar, la montaña con cuatro rostros tallados en ella, fueron suficiente para hacerla sentir mortificada, mientras Ruri la guiaba de la muñeca por la aldea. Ella no pudo más que ver en todas direcciones incrédula ante las personas, con ropas extrañas, algunos con cabello en tonalidades poco comunes y niños corriendo por los tejados.

Quiso vomitar, Aki tuvo que cargarla en su espalda el resto del viaje. Cuando pasaron por lo que identifico con unos ninjas, que tenían perros a su lado (clan Inuzuka si no se equivocaba) y uno de los perros hablo, ella termino desmayada en la espalda de su amigo mientras gritaban su nombre.

Sí, mucho para la terapia de exposición.

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Elena comienza aceptar el nombre de Hikari con algo de pesar un mes después de su regreso. A ella le gustaba el nombre de Elena, porque su madre tenía el mismo nombre en el otro mundo donde ella había tenido su anterior vida. Pero con un mes en este cuerpo, ha comenzado a tener diferentes teorías conforme el tiempo pasa, sobre todo porque ha comenzado a tener recuerdos de este cuerpo. No son muchos y apenas son pequeñas imágenes de personas que ahora están muerta, como pequeños momentos con Ruri e Aki. La mayor ventaja es que parece que tiene recuerdos suficientes para entender el idioma en este mundo, sobre todo sus textos, además de algunos conocimientos del chacra.

Es raro para Elena/Hikari sentir el movimiento de energía de esa forma en su cuerpo, también es extraño que su mente tenga recuerdos de lo que vivió este cuerpo, cuando ella claramente no es el alma que usualmente lo habitaba. Ruri e Aki parecen ver con buenos ojos los pequeños recuerdos que han regresado, al igual que la doctora quien le ha permitido volver al trabajo. No es un trabajo muy difícil, más que todo sería como archivar documentos y entregarlos a los ninjas que llegan a pedirlos. Antes su trabajo consistía en transcribir o hacer algunas copias de documentos, pero Yamada-san el encargado de la biblioteca, le deja ir poco a poco.

No sale mucho de la casa de Ruri e Aki, incluso aunque quiere tener un departamento propio como en su anterior vida, dado que tiene poco conocimiento de este mundo, deja que ambos amigos de esta vida acaparen su presencia. Cuando pasen algunos meses volverá a buscar departamento y hacer una nueva vida, si esto no es un producto de su imaginación inducido por el coma, supone que ocupa ser auto independiente.

Eso hasta que piense en que hará. Si este es el mundo de Naruto, tiene información muy importante en su mente como para no hacer nada, tiene conocimiento del futuro como pasado de esta historia, dado que solamente hay cuatro rostros aun en la montaña de los Hokages, supone que esta entre el tiempo del nacimiento de Naruto al interludio de cuando Tsunade se hace cargo de la villa.

Pero no quiere pensar en eso por el momento, quiere acomodarse con su actual posible vida, antes de intentar solucionar la de otros.

Ha leído en su anterior vida como Elena sobre personajes que mueren y rencarnan en otros mundos, aunque siempre había pensado que solo eran cuentos de ciencia ficción, ahora que está en medio de uno, parece mucho más problemático de lo que había leído. El conocimiento podría ser su mejor arma como su mayor debilidad, no quería pensar que haría alguien si pudiera saber que hay dentro de su mente, sin duda una bendición que el clan Yamanaka no pudiera entrar.

También tenía la teoría sobre universos múltiples, era la única explicación para que en este cuerpo se viera exactamente como en su anterior vida. Viendo su reflejo en el espejo durante este mes, podía ver a la Elena de 16 años que alguna vez fue, con la diferencia de que tenía el cabello largo, sus ojos tenían algunos destellos azules y su cuerpo parece un poco más tonificado. Elena solía hacer ejercicio en su anterior vida, pero Hikari tenía cuerpo de un ninja, tal vez no el ninja más fuerte, pero si alguien que puede luchar…algo. Elena había practicado un poco artes marciales, al menos para adjuntar a este conocimiento.

El cuerpo de Hikari guardaba memoria muscular, lo había probado cuando Aki se acercó por su espalda y casi lo envía volando. Pero no tenía idea de cómo hacer ningún ninjutsu, su elemento parece haber sido el agua, pero tampoco recuerda cómo utilizarlo o como subir por las paredes.

Era patética, no podría defenderse de alguien si intentara atacarle. Entonces prefiere ocultar el conocimiento en su cerebro, pasar desapercibida hasta que tenga alguna idea de que hacer. Si algún tipo como Danzo o Akatsuki ponen sus ojos en ella, está segura que moriría en esta segunda vida. No quiere ni pensar en Orochimaru, ese tipo siempre le dio escalofríos.

Pero regresando al tema de que se parece demasiado a su anterior vida, incluso con su adorable metro sesenta (era un jodido enano en este mundo) tiene la teoría de universos múltiples. Ha jugado anteriormente con esa idea en sus historias, universos diferentes pero que tienen algo en común. Tal vez en su anterior vida como Elena compartió el alma con Hikari, entonces cuando ambas sufren un accidente, de alguna forma sus almas se intercambiaron. Según recuerda el cuerpo de Hikari estuvo una semana en coma antes que ella entrara a este cuerpo, posiblemente cuando Hikari murió, Elena tomo su lugar.

¿Hikari estaría en el cuerpo de Elena?

No sabe si esa posibilidad existe, si ambos están intercambiando su cuerpo, si incluso ella sobrevivió a su anterior accidente en su otra vida. Lo duda, piensa cuando algunos recuerdos también de su anterior vida han nublado su mente, no lo hizo cuando despertó, pero ahora recuerda estar atrapada en medio del autobús, con su parte inferior destrozada, escuchando la ambulancia y otros gritar, recuerda el dolor y a un paramédico tomando su mano mientras ella llora asustada porque no hay esperanza de sobrevivir.

Si, ella murió en su anterior mundo, entonces está ahora en este cuerpo y en este mundo.

Elena ahora es Hikari.

Gimotea tirando su cabello, ha estado frente a un espejo por al menos media hora, pero no entiende mucho más sobre qué hacer ahora. Su vida había sido buena anteriormente, no era la vida de un multimillonario, pero había tenido una familia, mascotas, amigos, amor de ellos, tal vez había sido una solterona en el momento que murió, pero había besado algunos chicos.

Su frente se sombreo de azul, era virgen en ambos mundos. Esta segura que una de las amigas de Elena le habría regañado por morir virgen, pero no era tiempo para pensar en eso ahora.

Moja su rostro con el agua del baño, toma un pantalón oscuro y una camiseta sin mangas de color verde, junto esas ridículas sandalias ninja. Tiene muchas quejas mentales para ellas, no son prácticas, puedes perder un dedo y se te ensucian los pies. En la entrada de la casa Aki le espera para ir juntos al trabajo, Ruri se ha ido hace media hora.

Siente la mirada preocupada de su amigo en su espalda, que ignora para salir de este departamento, ella ha estado durmiendo en la misma habitación de Ruri. Viven cerca de la biblioteca de archivos, por lo que su camino no ha variado mucho en el último mes. Konoha es gigante, mucho más de lo que había reconocido en el anime que vio en su vida anterior, si bien tiene algunas imágenes de este cuerpo, se perdería totalmente si vagaba sola por el lugar. Era una ofensa, Elena había sido muy buena en conocer su ciudad anteriormente y viajar sin supervisión, pero ahora Aki era como su niñero personal.

Bufo con ambas manos en sus bolsillos viendo el camino con molestia.

Incluso con Aki y Ruri, sentía una extraña sensación de pérdida como de soledad al ver en el camino algunas familias. Elena siempre fue alguien bastante casera, no sale mucho y solo con amigos cercanos, siempre la pasa con su familia, e incluso juega siempre los viernes en la noche algún juego de mesa desde siempre.

—Hoy deberíamos comprar algunos dangos para la noche—dice Aki con una sonrisa a su lado.

Asiente vagamente, tampoco es muy amante de esta comida, ella nunca fue amante de la comida asiática (excepto por el Sushi, eso era tocar el cielo) extrañaba el sabor de su comida en su anterior vida. Por suerte este cuerpo acostumbrado a comer este tipo de comidas, parecía feliz ante la idea de probar un poco de dango. Era como si su cerebro y cuerpo fueran entidades aparte, como si fuera difícil coexistir en este mundo, pero ella pensaba hacerlo, pensaba tomar el control completo del cuerpo.

Viendo por el escaparate de una ventana, no noto la piedra en su camino y cayo de frente, haciendo que Aki se alertara y algunos transeúntes se rieran. A pesar de la obvia humillación, no se incomodó cuando se puso de pie y se sacudió el polvo de su ropa, Elena había sido alguien torpe que suele caerse todo el tiempo, parece que comparte eso con Hikari.

Aunque luzca como una adolecente de 16 años, dentro de su mente tiene 25 años y caerse no parece tan humillante como podría ser. Tal vez la edad no tiene nada que ver y ella simplemente no se avergonzaría de algo así en ningún mundo, Aki le ve preocupado, pero le resta importancia con un movimiento de mano, siguen su camino.

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—Ocupo los informes de la misión 3426—dice una voz frente a Elena/Hikari que la hace saltar un poco.

Han pasado dos meses desde que esta en este mundo, cada vez parece más lejana la posibilidad de que esto sea su imaginación inducida por el coma, y más cercana a que este mundo sea real y ella cayera de alguna forma en este. Yamada-san su encargado, al ver su mejor (aunque sus recuerdos aún son muy vagos de este cuerpo y parecen ajenos) le ha vuelto a dejar a cargo de la recepción para entregar los informes a los ninjas.

Este mundo carente de aparatos electrónicos como recuerda, es sumamente aburrido. Ella solía pasar horas entre video juegos y páginas web, pero este mundo no conoce ni uno ni el otro, así que le dejan mucho tiempo libre para aprender el funcionamiento de esta biblioteca, como la mayoría de las ubicaciones importantes.

Ruri y Aki la felicitan como Yamada-san por demostrar que aún tiene una rápida memoria y aprendizaje, no sabe si eso es por su anterior vida o por la actual, en ambas siempre fue buena en memorizar cosas. Los informes generalmente son entregados a jounin, la mayoría de ellos quienes parecen conocerla vagamente lamentan sobre su pérdida de memoria, a lo cual ella se encoge de hombros. Hay muchos ninjas que no suelen salir en el mundo de Naruto tan a menudo, así que no reconoce ni la mitad.

Hoy quien ha llegado es un ANBU, pero por su estatura, no parece ser mayor que ella, es más, parece ser muy joven. Lo mira detenidamente, antes de encogerse de hombros, este mundo es retorcido y hace que los niños crezcan demasiado rápido.

Salta de su asiento para ir a la parte trasera, donde recuerda que están esos informes, el chico ANBU le sigue tranquilamente. Sube una escalera cerca del final, donde al mover un poco entre las carpetas, aparece el número que el chico ha solicitado. Con cuidado de no caerse baja de las escaleras, pero en el último escalón termina enredando los pies y cae de frente contra el suelo. El ANBU parece correr alterado donde ella, pero se levanta rápidamente ignorando el poco de sangre que sale de su nariz.

—Tranquilo esto es común, torpeza hereditaria o algo así—admite cuando se pone sola sobre sus pies y alegre que el archivo estuviera intacto.

Yamada-san es muy amable con ella, pero su rostro cambia cuando alguien hace algo a sus preciados archivos.

Desde su punto de vista, incluso con la máscara, puede sentir cierta incredulidad y preocupación del ANBU, que le hace sonreír. Son humanos después de todo, aunque también son asesinos. En este cuerpo no tiene recuerdos de haber asesinado a nadie, cuando le pregunta a Aki sobre el asunto, este admite que nunca asesinaron a nadie, que se convirtieran en Chunin había sido mera suerte de los tres en esos exámenes.

Cuando salen de la sala de archivos, puede ver que hay otro ANBU que parece estar esperándolos. A diferencia del chico de cabello negro, este tiene el cabello alborotado y gris, además de parecer de su estatura. Parpadea un poco pensativa, antes que a su mente llegue la respuesta.

Kakashi Hatake e Uchiha Itachi habían estado en ANBU. No puede asegurar que sean ellos al 100%, pero tiene una seguridad de 70% que podrían ser ellos. Entonces no está en la época donde Naruto es un genin, no ha visto a muchas personas, sobre todo porque Aki le protege mucho del mundo exterior, pero tal vez ahora que lo piensa, Naruto podría ser un niño ahora. Si este era Itachi y estaba en la aldea, no había sucedido la masacre.

Tuerce un poco los labios al imaginar que la masacre va a suceder. Quisiera hacer algo, pero ir en contra de Danzo significaría pintarse una diana en su espalda, además que no cree que alguien le creería, todo suena muy loco en su mente y es ella quien lo está viviendo.

—Te están esperando en el cuartel—habla lo que parece ser Kakashi, con voz tan carente de emociones que la hace estremecerse.

Siempre había visto al ninja de cabellera plateada como un sensei que, aunque bastante vago (por claros motivos) quería bastante a sus alumnos. Después de todo habían sido su ultimo lazo en formar, pero con quienes lucho contra una semi diosa en el fin del mundo. Vagamente se preguntó cómo se sentiría el hombre si revelaba la ubicación de Obito, probablemente la mataría por decir su nombre.

Aunque tuviera una máscara como Itachi, se encogió ante la presión de su mirada.

—Ocupo que firmes unos documentos ANBU-san y luego serás libre—hablo viendo al menor de la sala, aun parecía tener una sensación preocupada en su ser mientras firmaba sus documentos.

Ella limpio distraídamente la sangre saliendo de su nariz, cuando los papeles estuvieron firmados, le entrego el archivo al chico con tranquilidad. No es que ella fuera muy fanática de Itachi (como muchos otros de los fanáticos de redes sociales) pero siempre le había parecido una historia muy triste.

Cuando Kakashi camino fuera del lugar, noto como Itachi le daba una última mirada que ella correspondió con una sonrisa y una leve agitación de su mano en forma de despedida. Este hizo una reverencia antes de desaparecer de la nada frente a ella.

Ser ninja se veía tan genial, claro que ella era la única persona en la tierra que terminaba en este mundo sin recordar cómo ser un ninja. Suspiro antes de volver a los archivos que debía reescribir por parte de Yamada-san, Aki apareció minutos después con dos cajas de comida y su estómago gruño, fueron a comer lo que Ruri había preparado.

Esta tenía la mano de una diosa en la cocina.

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Luego de dos meses y dos semanas, Aki por fin le dio vía libre para que ella pudiera explorar la aldea por su cuenta, ella había saltado emocionada al saber que tendría libertad y espacio para ella sola, si bien su amigo parecía con dudas, Ruri le había aplaudido emocionada. Hikari había sido alguien igual de independiente que Elena, entonces era cuestión de tiempo para que volviera a las calles con libertad, sin ataduras y alguien que respirara en su cuello por cualquier pequeña cosa. Si bien sus memorias parecían haberse congelado y sin regresar, ella comenzó a decirse Hikari en su mente. No tenía nada en contra de Elena, esa era su identidad dominante ya que la de Hikari había muerto, solo dejando algunos recuerdos en su cuerpo, pero pensar en ella como Elena, era doloroso.

Porque era un recordatorio de todo lo que había perdido. En la soledad de la noche recordaría a su familia, sus hermanas, sus sobrinos y sus amigos, era tan doloroso y sabe que no podrá dejarlo ir fácilmente, no quiere dejarlo ir, pero tampoco puede vivir de la autocompasión por más tiempos.

Piensa que un primer paso para seguir adelante, es asumir que ahora ella es Hikari. Su cuerpo solo le ha dejado algunas pocas cosas, el conocimiento básico de este lugar como el idioma que reconoce como japonés, imágenes de personas que fueron parte de la vida de Hikari (aunque la mayoría de recuerdos con ellos están desaparecidos) y un leve conocimiento ninja, sigue sin poder subir por los árboles, pero al menos tiene conocimientos de defensa personal. En todo lo demás es Elena, con el conocimiento de este mundo por su vida pasada y gustos de su anterior mundo. Es complicado, ya que ambas en cierta forma son el mismo ente, pero para resumir es Elena quien pilotea ahora la nave de Hikari.

Entonces cuando le permiten salir sola a la calle, con salario en su bolsillo, ella no aprovecha más para despedirse mientras corre fuera de esa casa. La idea de buscar departamento viaja por su mente, pero se dice que esperara tener cuatro meses en este cuerpo antes de buscar su independencia. Prefiere caminar por la zona comercial para comprarle algo a Ruri e Aki, que, si bien son sus mejores amigos en este mundo, han hecho mucho por ella y quiere compensarlo de alguna forma.

Termina en una librería, buscando algunos libros para leer en sus tiempos libres. Al ver la falta de novelas interesantes, piensa que tal vez ella pueda recrear algunas de las que conoce de su anterior vida. No sería infligir derechos de autor, ya que en este mundo no existen, tal vez le den un salario extra para aprovechar. Se ríe al ver los libros de ICHA ICHA, que compra sin importar que el vendedor ve de reojo.

Hikari sabe que es el porno, su anterior vida como Elena tuvo acceso a internet, así que el porno no es algo nuevo para ella. Incluso piensa que ICHA ICHA es algo bastante suave con todo lo que ella conoce de su vida pasada, que, si bien nunca puso en práctica, si está en su cabeza. La idea de escribir porno también pasa por su mente, en esta sociedad tan conservadora, ella podría ser una nueva revolucionaria para el público.

Jiraiya-sensei tenga cuidado, piensa algo divertida.

Con una sonrisa divertida y cuatro libros para su colección, sale de la librería silbando emocionada. Tiene la idea de preguntarle a Yamada-san sobre publicaciones de libros, cuando un alboroto llama su atención. Parece venir en su dirección y cuando gira el rostro, nada más ve una pequeña mancha amarilla que la empuja y hace caer sobre su trasero, apenas logra sostener los libros contra su pecho para que no salgan heridos.

En el suelo gira su rostro molesto sobre la persona que le ha empujado, solo para que sus ojos se agranden al ver a un niño que también ha caído por el golpe. Es pequeño, casi similar a lo que fue su sobrina en su anterior vida, entonces le calcula d años. Su cabello rubio ya era un indicador familiar, pero sus grandes ojos azules y mejillas marcadas, indican que ha chocado con el protagonista de este mundo.

Bueno, este choco con ella para ser precisos.

Tres hombres que venían detrás del niño, no parecen tan amistosos y la hacen tensarse en el suelo. Uno de ellos agarra a Naruto por el cuello, quien se queja y luce algo asustado por la forma en que el hombre parece despreciarlo. Parpadea confundida cuando ve como los tres hombres parecen regañarlo, gritando algo sobre una broma a sus tiendas y sobre que era un monstruo que merece un castigo.

Los recuerdos de Hikari parecen confundidos, la historia de Naruto inicia principalmente cuando el niño es un genin, entonces si bien es despreciado por la aldea, no hay ataques tan frontales como lo que está viendo ahora. Solo hay personas que hablan y que lo evitan, pero cuando uno de los hombres le da una cachetada al niño, hace que algo dentro de ella se encienda antes de poder evitarlo.

Está dividida, Hikari se da cuenta, está dividida entre su cuerpo y su mente. El cuerpo de Hikari parece disfrutar lo que está sucediendo, una parte de su cuerpo parece recordar que ese niño es el causante del 10 de octubre y de que su familia este muerta. Después de varias semanas desde la última vez, tiene recuerdos vividos de la vida de este cuerpo, donde se ve como la anterior Hikari había odiado a ese niño como el resto de la aldea, despreciándolo y hablando mal del niño, el causante de su soledad y que llorara en las noches por su familia muerta. Una parte de ella se siente feliz de ver al mocoso contenedor del zorro sufrir.

Pero su mente está en contra de esas emociones, indiferentemente de que hubiera hecho, que alguien lastime a un niño siempre le ha parecido despreciable en su vida pasada. Los niños como adultos mayores, generalmente no se pueden defender y cuando alguien los lastima, saca la peor parte de ella. No le gusta la injusticia, nunca le ha gustado que otros se aprovechen de los débiles, siempre se mete en problemas por defender a los demás. Ver ahora como tratan a un niño, indiferentemente de quien sea, hace que sus ojos vean rojo.

Ignora su cuerpo, porque su mente siempre ha sido más fuerte, los libros caen sin importarle al suelo mientras se levanta y le da un puñetazo al hombre que había pegado al niño. Hay un jadeo colectivo a su alrededor cuando este cae de costado, al tiempo que ella se pone frente a Naruto con los brazos en sus caderas y tiene una mirada asesina.

En su vida pasada su madre siempre fue una mujer estricta, seria y amorosa, que le enseño a defenderse de ser necesario. Su padre por otro lado, era la parte más pacífica y tranquila de la relación. A pesar que muchos piensan que salió a su padre, por su forma amable de ser naturalmente, sabe que se parece mucho más a su madre. Es más, alguien introvertido (como su madre) que extrovertido (como su padre) y además de eso tiene la mirada de muerte de su madre, que asusta a cualquiera.

Los otros dos hombres parecen sorprendidos de su arrebato, pero ella sigue molesta cuando los ve.

—¿Qué le hacen a este niño? —pregunta con tono oscuro, ignorando los murmullos que comienzan alzarse a su alrededor.

El niño le sigue viendo desde el suelo, con ojos incrédulos y una mejilla roja, que hace que su furia comience a ganarle a los recuerdos de su cuerpo. Si bien agradece a la anterior Hikari, por tener fantasmas de su mente en su cuerpo, para saber el idioma de este mundo y algunas otras cosas, lo detiene de golpe. No quiere saber nada más de este cuerpo y su vida pasada, sobre todo si era una persona que había admirado la violencia a un niño.

El hombre en el suelo se levanta viéndole con molestia.

—Mira mocosa no te metas en lo que no te importa, ese monstruo se merece eso y más—gruñe el hombre que hace que algo dentro de ella se retuerza de molestia.

La patada que le dirige en el rostro, es de su memoria muscular, disfruta ante el sonido como la sensación de la nariz rota que envía al hombre volando. Los otros dos hombres se abalanzan sobre ella, pero para su fortuna son civiles que puede manejar con facilidad con los leves recuerdos que tiene de ambas vidas, enviándolos a volar con hombros dislocados, haciendo que golpeen el suelo de forma grotesca.

Un hombre que no había visto, se abalanza sobre ella por la espalda, haciendo que caiga al suelo con su peso sobre ella. Parece querer inmovilizarla, pero ella se parece a un animal salvaje que con un codo en su mandíbula lo envía a volar sobre su trasero. Su mano viaja a la bolsa de su pantalón, donde saca un kunai con que retiene al hombre en el suelo, con ella sobre sus caderas y la kunai en su cuello.

Puro instinto, piensa sorprendida de sus movimientos.

El hombre le ve en el suelo incrédula, pero ella le escupe en el rostro de forma insolente, antes de con un puñetazo noquearlo.

Se pone sobre sus pies, viendo a los cuatro hombres en el suelo, viéndole con distintos grados de incredulidad. Pero su mirada de muerte obliga a que ninguno se ponga de pie. Camina tranquilamente hasta el niño rubio, que sigue en su posición viéndola asombrada, cuando se arrodilla algo agitada por el ejercicio, puede notar la mejilla del niño aun roja.

Su rostro se ensombrece, esos bastardos. Quiere dar media vuelta para patearlos un poco más, pero cuando voltea lista para seguir la lucha, un ninja aparece frente a ella. Sus ojos se abren ya que no es un ANBU, por sus ropas puede notar con temor, que es un hombre de la policía de Konoha, un Uchiha. Se tensa un poco cuando este ve a los hombres inconscientes antes de darle una dura mirada.

Ella levanta el mentón, no está para nada arrepentida de lo que hizo.

—Señorita ocupo que me acompañe al cuartel de la policía militar de Konoha—dice el hombre con calma y ella siente una vena hincharse en su frente.

Hikari no fue buena con las autoridades, ni en esta vida ni en la anterior, por lo cual lo ve con furia.

—Bien, pero debe llevar a esos bastardos también—gruñe señalando a los hombres, ganando más murmullos de los aldeanos, a los que ella les lanza miradas envenenadas, poco le importa—estaban atacando a un niño, lo cual, por algún extraño motivo, nadie detuvo, ni ustedes, así que, si me van arrestar por hacer su estúpido trabajo, al menos deben llevarse a esos idiotas—masculla estúpidamente, sin importarle sus consecuencias.

Los murmullos aumentan, el hombre frente a ella parece verle molesto y ella se cruza de brazos ignorando que probablemente, Aki y Ruri la iban a matar cuando descubrieran que paso.

Este hace una señal, algunos hombres aparecen de la nada para llevarse a los hombres inconscientes y heridos. Con una ceja arriba de parte del hombre, Hikari se siente incómoda, pero camina para recoger sus libros, aprovecha ese momento para caminar al lado de Naruto, quien sigue en el suelo sin terminar de creer que ha pasado. El hombre de la policía parece verla exasperante y ella bufa por bajo antes de acercarse al niño.

No es buena con los niños, apenas fue una buena imagen para sus sobrinos en la vida pasada, pero quiere asegurarse de algo cuando se agacha a la altura del niño.

—¿Estas bien? —pregunta rápidamente viendo su mejilla intensamente.

El niño parece en alguna especie de ensoñación, pero termina asintiendo algo distraído, lo cual le hace suspirar. Le da una leve sonrisa que hace al niño parecer un poco más incrédulo.

—Me alegra escuchar eso, ten cuidado de regreso a tu casa—le dice antes de ponerse de pie y seguir al hombre de la policía.

Los murmullos le siguen todo el recorrido, ella los ignora.

.

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Fugaku Uchiha claramente le odia, piensa Hikari de forma aburrida cuando es pasada de una celda bastante pobre hasta al cuarto de interrogatorio, como si hubiera hecho algo malo. Incluso cuando cuenta su historia varias veces, diciendo que solamente estaba ayudando a un niño, esos estúpidos Uchiha la han visto de mala manera, lo que la hace querer golpear los barrotes cuando vuelve a ser encerrada en una celda. Le han leído su historial médico, han comentado en voz baja sobre que tal vez sea su falta de memoria lo que la hizo actuar de esa forma. Pero ella furiosa les dijo que si recordaba quien era Naruto Uzumaki, que era el portador del zorro y eso la ha hecho ser nuevamente un blanco.

Hasta ahí va la idea de ser un ciudadano fantasma que nadie note.

Pero eso la puso furiosa.

¿De verdad tratarían a un niño así?

En medio de la celda pensó vagamente en otros niños de la historia, que no solo sufrirían de bullying, los portadores de las bestias tenían vidas duras. No es como si ella pudiera hacer algo, si bien pudo luchar contra civiles con relativa facilidad, luchar con un ninja significaba el final de su camino. Su cuello colgaría antes de terminar la semana con lo estúpida que había sido, pero no se arrepentía. Todos merecen una muestra de amabilidad una vez en la vida, Naruto merecía muchas más por todo lo que ha sufrido.

Vio al final como Fugaku llegaba a la celda para abrirla y dejarla irse, apenas salió de este, los brazos de Ruri la envolvieron en un abrazo. El líder del clan Uchiha le dio una mirada, casi retándola a decir algo, pero ella solo lo vio mal, pero aprendió que era mejor quedarse callada. Ambas tomaron asiento en la banca en silencio, Ruri preguntándole que había pasado, pero ella sin saber que decir.

—Oto-san—llamo alguien que hizo levantar la mirada.

Incluso sin su máscara o trajes ANBU, pudo distinguir a Itachi Uchiha por sus ojeras algo prominentes para ser un niño. Su corazón se retorció al ver que podría tener entre 13 y 14 años, era tan solo un niño que era parte del cuerpo de ANBU. Este le dio una mirada que claramente la reconocía, pero entre todo parecía confuso de verla ahí, ella aparto la mirada algo avergonzada.

—Itachi—gruñe Fugaku aparentemente con molestia.

Quiere patearlo por ser un culo con su hijo mayor, pero ya está en suficientes problemas, se limita a cruzarse de brazos molesta ante la mirada curiosa de Ruri.

—Oka-san te está esperando para la cena, me envío temiendo que algo podría estar sucediendo—dice el chico de forma diplomática y casi ajena a su padre, aun le ve de reojo, ella mira a Fugaku quien parece rascarse el cabello molesto.

—Dile que estaré en una hora o dos, tengo papeleo que hacer por culpa de una molestia—habla viéndola directamente a los ojos.

Su temperamento hierve y quiere levantarse para decirle unas cuantas cosas, pero las manos de Ruri la detienen contra la silla, haciendo que su sonrisa se tense. No es un ninja y probablemente la metan dentro de la celda, de nuevo, pero quiere lanzarse sobre ese hombre para partirle el rostro.

Itachi alza una ceja en su dirección, antes de parecer pensar seriamente en algo, antes de suspirar e irse con tranquilidad.

Unos minutos después salen del edificio y nota que es de noche, ha pasado varias horas en ese lugar y esta de mal humor. Aki las espera afuera del lugar, corre a su lado pareciendo preocupado, pero ella los ignora en pos de seguir su camino con los libros en su bolsa. Si bien la idea de luchar contra villanos le había atraído de la historia de Naruto, también había odiado mucho la infancia de sus personajes, un mundo tan vacío y que trata mal a sus niños. Tiene la necesidad de patear algo.

Cuando llegan al departamento se arroja sobre el sofá de forma cansada, ocupa una ducha larga o dormir 10 horas, cualquiera de las dos. Pero cuando ve a Ruri e Aki verla fijamente, sabe que tiene que dar varias explicaciones antes de poder hacer algo, incluso con el hambre que tiene ahora. Rápidamente explica la situación, sin poder dejar de insultar y blasfemar contra los tipos que golpearon al niño, no le importa ir a la cárcel, la próxima vez que los vea piensa patear sus traseros de nuevo.

Pero en lugar de apoyarle, ve como tanto Ruri como Aki intercambian miradas preocupadas.

—Bueno ese niño…es el causante del 10 de octubre—musita Ruri de forma algo nerviosa viendo a otro lado, eso hace que ella deje de ver el techo cansada, para darle una mirada calculadora a su amiga.

Esta parece no querer verle, parece demasiado nerviosa y a su lado Aki no tiene un mejor rostro, su ceño fruncido tampoco le dan buena espina.

—Hikari, por culpa de ese niño tus padres murieron, tanto tu como nosotros perdimos a nuestra familia—intenta explicar Aki con calma, como siempre que quiere explicarle algo que no entiende de este mundo.

Pero se equivocan, ella entiende este tema demasiado bien. El sueño, cansancio y hambre pasan a segundo plano, mientras su ceño se frunce de forma incrédula.

¿Ellos están del lado de la aldea?

—Yo no vi a ese niño destruir la aldea, fue un zorro de nueve colas de gran tamaño—gruñe ella de forma incrédula, quiere que se retracten, que no vayan hacer lo que está pensando que van hacer.

Ruri se encoge del miedo ante el recordatorio, pero Aki le ve seriamente.

—Que vas a saber tú, no recuerdas nada—escupe las palabras con obvio resentimiento, que por algún motivo hace que duela su pecho.

Una mano se posa sobre su corazón, sin entender porque de pronto se siente algo triste y arrepentida, pero es su cuerpo que caya de forma inmediata, este cuerpo ahora es de ella, no piensa vivir bajo las emociones que alguna vez lo gobernaron, solo con las suyas propias. Siente que entiende algunas cosas, desde la forma en que Aki siempre parece preocupado por ella, como siempre está atento, busca tenerla en su radar.

No es buena para el romance, pero puede ver indicios en otras personas, entonces supone que Aki tal vez la quiere a ella, o al menos quiso a la dueña de este cuerpo anteriormente, siendo reciproco por su anterior portador, eso le da a entender las emociones que ahora quiere sentir y que se niega a dejar gobernar. Pero ese cuerpo ahora le pertenece a ella, y aunque aún siente anhelo por el chico, también quiere dejarles en claro que no apoya la violencia contra un niño inocente.

Se siente furiosa de repente.

—No ocupo recordar todo para saber que lo que hace esta aldea está mal, ese niño no ha hecho nada malo y aun así nadie parece notarlo, lo tratan mal, hablan de este, es solo un niño maldita sea—gruñe al final pateando el suelo de forma invisible.

¿Por qué nadie hace nada?

Todos parecen ignorar al pequeño y tratarlo tan mal, sabe que algunos pocos lo van apoyar, pero parece tan poco. Escupe en su mente al Hokage por esta negligencia, que más que ayudar al pequeño, solamente lo hace ver como una paria con el resto de la aldea. Incluso si le da dinero y lo deja estudiar en la academia, ese mocoso ocupa una mano amiga, un apoyo materno, ocupa una familia como cualquier niño normal.

Aki parece bufar con una mano sobre el puente de su nariz.

—Hikari no entiendes nada, ya aprenderás, toma un baño o duerme, pero será mejor que te alejes de ese niño—masculla Aki de forma tajante que le hace sentir que algo golpea su estómago.

Gira a ver a Ruri para ver si ella piensa igual, esta solo juega con sus manos escondiéndose de su mirada, pero sin parecer arrepentida por el trato que le han dado al pequeño.

Ha.

Así que de esa manera van a ser las cosas. Toma rápidamente la bolsa con sus libros, saca dos de ellos que arroja de forma grosera a Aki, quien apenas puede atraparlos, aunque uno golpea su frente, lo cual no le hace arrepentirse en los más mínimo. Son los libros que había comprado para ellos, uno de cocina para Ruri y uno de aventuras para Aki, no quiere esos libros.

—Tomen esos regalos que eran para ustedes, no pienso quedarme ni un minuto más con personas que lastiman niños y sobre todo de alguien que dice que va ser maestra, me da pena que clase de ejemplo le darás a esos niños—gruñe a Ruri quien parece encogerse ante su tono frio y tiene lágrimas en sus ojos, Aki parece incrédulo pero su mirada lo detiene—vete a la mierda—le gruñe a Aki que se congela en su lugar, antes de tomar sus otros tres libros y salir del departamento furiosa.

No quiere nada de lo que Ruri le ha dado, piensa cuando comienza a caminar molesta por las frías calles de la aldea. No es que ellos sean sus amigos, fueron los amigos de esta persona antes que ella tomara el control, incluso aunque su pecho parece arder por como los trato, se sujeta los brazos con fuerza y comienza a caminar de forma molesta. Son dos personas que apenas si recuerda, no está atada a ellas, piensa solamente adelantar su idea de vivir por su propia cuenta.

Esta aldea está mal, piensa con molestia, todo está mal.

Se detiene en medio de una calle vacía viendo al cielo, esa noche parece que será más solitaria que las anteriores, acepta antes de comenzar a caminar en busca de un refugio para esa noche. Nuevamente está sola en este mundo, por lo que será mejor que se adapte pronto a esto.

Pero no piensa seguir las reglas de las demás personas.

No, Elena Callen, ahora conocida como Taketori Hikari, no piensa dejarse llevar por los juegos retorcidos de los demás. Ella va hacer su propia vida a su manera, le guste a quien le guste.

Continuara…

Esta es una idea para un nuevo isekai, Elena en realidad está basado mucho en mi persona y es una forma de cumplir mi sueño frustrado de estar en el mundo de Naruto. Si bien pienso que no soy suficientemente importante para cambiar el mundo de Naruto como me gustaría, pienso que podría hacer pequeños cambios.

Este capítulo es más que todo introductorio, pronto verán interacciones de Hikari/Elena con el resto de los personajes de Naruto. En especial con el rubio, con quien tomara una imagen de hermana mayor/madre que el niño ocupara. Ya que veo de esa forma a Naruto, como un niño al cual cuidar y proteger. También va a interactuar con el resto de su generación, como con los jounin de la aldea.

Y quien sabe, tal vez se enamore o algo, pero es que como no hacerlo con hombres tan guapos dentro de esta historia.

Nota:

Por si no lo saben en mi perfil tengo un link de mi página en Facebook donde publico mis actualizaciones y donde chateo con los chicos sobre temas de anime, manga, juegos, libros, series…etc por si alguno quiere comunicarse conmigo o visitar un rato para conocerme mejor.

Sayonara sexys lectores.