YOH!! Aquí Kenjexsaurus con un nuevo capítulo de estos Onee-shots lemon. Y antes que me lo digan, sí, ya parecía que hubiera abandonado estos mini cuentos, y, en realidad planeaba hacerlo. Pero hace poco, mientras vagueaba jugando The Binding of Isaac, se me vino una idea para una serie de un par de capítulos de lemon, donde Sasuke sería mujer y Naruto estaría casado con Hinata. Pero que, no le importaría y tendría sexo con Suki, sin que su esposa se enterara. Obviamente, esta historia contiene infidelidad o, como lo conocemos mejor, Netorare (NTR) así que, si no te gusta la idea de que, Naruto sea infiel, simplemente no lo leas y evite dejar comentarios de odio ¿De acuerdo? Descargo de responsabilidad: Ni Naruto ni sus personajes me pertenecen, son propiedad de Masashi Kishimoto. Oh, y antes de comenzar, me disculpo por si se me pasó algún fallo ortográfico o gramatical y, espero que disfrute del capítulo XXXxxxXXXxxxXXXxxxXXXxxxXXXxxxXXX La Guerra hacía ya un par de años que había culminado. Y lo había hecho con la victoria de Uzumaki Naruto y Uchiha Suki ante Otsutsuki Kaguya. Y gracias a eso, el mundo se sumió en la paz que tanto anhelaba y merecía. Los Kages habían decidido olvidar antiguos resentimientos y decidieron preservar la paz e hicieron una fuerte alianza entre las cinco grandes aldeas para que no se volviese a generar una guerra de tal magnitud como lo fue: "La Cuarta Gran Guerra Shinobi". Y desde entonces, la vida para Uzumaki Naruto fue increíble: Los aldeanos clamaban su nombre y lo respetaban como un gran héroe, obtuvo una novia con la que pronto se casó y, con el tiempo, un par de hermosos hijos. Él no podía pedir más. Y no deseaba nada más... O eso le hubiera gustado decir... Ya que, como todos tenemos nuestros secretos, ya sean inocentes o unos de los que nunca desearías que saliesen a la luz sin importar que, debido a lo oscuros que eran. Naruto no quedaba fuera de esto. Ya que, él guardaba un secreto que deseaba que nunca saliese a la luz. Pero ¿Qué tan oscuro podía ser ese secreto para que alguien como Naruto, quien siempre fue sincero con todos, lo quisiera en la más profunda parte del reino de Yami?... Pues... Su secreto podía ser nombrado en una sola palabra: Infidelidad. Naruto no se enorgullecía de ello, pero, no fue culpa suya: había algo en ella, que lo hacía desearla a ella y solo a ella. ¡Sí! Uzumaki Naruto solo podía pensar en el placer que conllevaba estar en la misma cama con Uchiha Suki. Su compañera de equipo, la mujer que llegó a querer como a su mejor amiga, que se había vuelto algo más que eso. De echo, mucho antes de la guerra... ... En un casi oscuro cuarto de la más grande de las casas del vacío y tétrico distrito Uchiha (Cuarto que solo era iluminado por unas cuantas y pequeñas velas) Los gemidos, gruñidos y suaves gritos de placer inundaban casi todo la habitación, mientras que, Uzumaki Naruto. Actualmente Nanadaime Hokage y Uchiha Suki se enredaban en una guerra de placer. Sus lenguas batallaban y se enrollaban con fiereza. Sus caderas chocaban con una fuerza y velocidades vertiginosas mientras estaban en la famosa posición de perrito, causando unos sonidos lascivos cuando la carne chocaba con la carne. Sonidos que hacía que la excitación de ambos aumentara a niveles insospechados. Ya que, ambos actualmente sucumbían a uno de los muchos instintos humanos: El placer de la carne... Naruto era un hombre de veintiocho años de edad, tenía una altura de un metro con ochenta y cinco centímetros de altura con una piel blanca, aunque poseía el más fino y casi imperceptible de los broceados. Que tenía un largo cabello rubio que le llegaba en la parte trasera hasta el cuello. Que tenía un aspecto lacio semi puntiagudo que tenía la parte del centro tirada hacia atrás y, con un par de largos flequillos hasta el borde de su rostro, junto a un trío de pequeños mechones que cubrían su frente y casi sus cejas. Su rostro que tenía una forma triangular y facciones un poco finas, dándole un pequeño toque afeminado, pero que no quitaba encanto. Además de también poseer unos brillantes y electrizantes ojos azules. Su cuerpo era atlético. Perfecto para la velocidad, agilidad y fuerza: Con músculos compactos capaces de ejercer la fuerza justa y necesaria para enviar de un solo golpe a alguien al reino de los sueños. Usualmente él usaba un chándal negro con unas delgadas rayas blancas en los costados junto al chaleco antibalas verde que se le daba a los jounin, unas sandalias shinobi hasta la parte superior de su espinillera, que estaba envuelta en vendas blancas hasta sus dedos, al igual que en sus brazos. Algo también a tener en cuenta era su túnica como el Nandadaime Hokage y el collar del Shodai Hokage dado por Tsunade Senju cuando le ganó la apuesta de dominar el rasengan. Suki era una hermosa mujer de veintinueve años. Que Tenía una altura de un metro con sesenta y ocho centímetros además de poseer la piel blanca más bella que podía existir. Que era acompañado con un largo y puntiagudo cabello negro azabache hasta la espalda baja con un par de largos flequillos hasta sus pechos y un mechón que se tiraba hacía la derecha de su cara cubriendo su frente. Su rostro era triangular y poseía facciones finas y delicadas, junto a unos hechizantes y profundos ojos negros de ónice. Su cuerpo en pocas palabras era lascivo, con una constitución en su mayoría magra, que tenía la cantidad de músculo correcto y un vientre plano que hacía que sus grandes pechos quedaran como inmensas montañas en el vasto claro que era su estomago, ya que sus pechos era de copa H (No digas nada. Ya que, como dijo Wonka... gozalo), su cintura era pequeña y estrecha, junto a tener unas amplias y grandes caderas y unas largas y esbeltas piernas. Ella usualmente usaba un chándal gris claro junto a un chaleco gris oscuro, unas botas de combate negras y una capa igualmente negra. Junto a una katana en su cintura. Pero lo importante, era que, actualmente ambos estaban totalmente desnudos, sudorosos y jadeantes. Mientras sus ropas estaban tiradas por doquier de la habitación en la que se encontraban... — Ah ung Aha ¿Ya acabarás, Naruto? aha — Suki jadeó mientras se separaba del lujurioso y salvaje beso en el que se encontraban, pero continuaba con su guerra de caderas. Ella no recibió respuesta, aparte de un ligero aumentar de velocidad y fuerza por parte del rubio y un ligero engordar del miembro que la golpeaba hasta lo más profundo de su apretada y chorreante vagina. — ¡Sí! Lo harás — Suki gritó de placer en consecuencia. — hazlo y ¡hazlo adentro! Deseo sentir tu caliente, espesa y deliciosa semilla llenarme entera — Suki gimió mientras continuaba moviendo sus caderas al mismo ritmo que las de Naruto. Quien no dijo nada: Él solo empujaba con todo lo que tenía al sentir su clímax acercarse, haciendo palanca con las caderas de Suki cada que vez que ella se alejaba. Sumiendo a ambos en una nube de placer de la cual no ninguno quería bajar. Hinata nunca hizo que se sintiera así y Naruto no creía que lo hiciera alguna vez... Sí es que la volvía a tocar... Naruto lo dudaba. Él ya no podía pensar en su esposa más. No cuando, con el pasar de los años y luego de tener dos hijos, ya no le hacía caso ni le daba cariño en la cama. Bueno, ni en ningún lugar. Hinata siempre había sido muy tímida. Cosa que se demostró cuando, en su noche de bodas, él tuvo que llevar las riendas de todo. Claro, había sido agradable. Pero Naruto siempre había sido un hombre rudo. A él siempre le gustaba luchar, incluso si esa lucha era por hacer sentir más placer al otro. Y Hinata nunca hizo eso. Ella era sumisa y, siempre acataba todo lo que decían. Algo que, de cierta forma, le molestó un poco, pero, que había aprendido a dejar fluir... — Ah me correré, ¡Me correré por la polla de mi amante casado! ¡Ah! — Suki gemía mientras su interior se apretaba, causando que el placer para Naruto se duplicara y que mueca de placer se hiciera presente en su rostro. Pero no era solo ese detalle de infidelidad que hacía que Suki se excitará más. Ya que: La sola idea de que por casualidades de la vida Hinata Hyuga entrara por la puerta y observara el acto pecaminoso de ambos, la excitaba como nada. La idea de ver su rostro destrozado, al ver a "Naruto-Kun" follarla con tal magnitud no hacía nada más que llevarla al cielo y ella pronto, no pudo retenerlo más y cayó al infierno del placer. Sí, ella siempre había sido mala ¿Y qué? Ser malo también era bueno... — ¡¡ME CORROOO!! — Suki gritó mientras sus jugos explotaban con fuerza y su interior se apretaba, provocando que Naruto hiciera una mueca de placer y lo perdiera. — ¡¡UNNGG!! — Causando que su esperma saliera con velocidad y en gran cantidad, llenando el útero de Suki por completo y causando que un poco escapara al no caber todo. Suki volvió a correrse de tan solo sentir la caliente semilla de Naruto llenarla. — ¡¡No!! lo quiero todo ¡Todo adentro! — Suki jadeó con la mirada perdida y con corazones en sus ojos al sentir como Naruto comenzaba a salir, causando que su esperma igual. Por lo que lo detuvo al enrollar de alguna forma sus piernas en su cintura y empujarlo adentro, mientras ambos jadeaban por recuperar el aire... Cayendo en la cama, Naruto miró el techo mientras sentía como Suki se acostaba en su costado derecho y colocaba una mano en su pecho mientras con uno de sus dedos comenzaba a jugar con este. Y mientras su consciencia comenzaba a bajar de esa nube, Naruto bajó la mirada y vio a la Uchiha. Todo esto volvió a comenzar, cuando ella volvió luego de la batalla con Toneri Otsutsuki hace ya un año atrás. La lucha con Toneri Otsutsuki acabó y Naruto Uzumaki estaba en su departamento mientras veía la tarde. Él sabía que Hinata había sido forzada a aceptar casarse con Toneri por este mismo, pero, ¿Así de fácil lo dejaría? Esa pregunta lo mortificaba más que cualquier batalla. — Ara Ara — El ligero carraspeó de los tacones junto a la suave y delicada sensación de un par de brazos envolverse alrededor de su torso, lo hicieron fruncir el ceño. — ¿El héroe está dudoso? — Una boca se postró tras su oreja y comenzó a morderla con delicadeza. — Suki... Detente — Naruto suspiró un poco tembloroso, mientras su segunda cabeza comenzaba a despertarse por la sensación de los pechos de Suki apegarse a su espalda. — ¿Hoh? ¿Y por qué? — Suki canturreó mientras comenzaba a frotarse de arriba abajo en la espalda de Naruto, a quien su respiración comenzó a engancharse. Deliberadamente, Suki estaba gozando del control que estaba teniendo sobre el rubio. — Yo-yo estoy comprometido con Hinata-chan, y lo sabes, deberás — Naruto jadeó mientras sentía la deliciosa sensación en su espalda. Fue simplemente casi imposible de ignorar... Por no decir que irresistible. Naruto se preguntaba ¿Por qué? Pero nunca halló una respuesta concreta. Él dudaba que lo hiciera. — Fufufu, ¿El lindo e indefenso conejito Hyuga? — Riéndose, Suki dijo mientras sus brazos comenzaban a jugar con el torso de Naruto, moviendo de arriba abajo sus manos, sintiendo su poderoso y fuerte pecho bajo su traje jonin. — Dudo que siquiera que te deje tocarla. No. Dudo que siquiera te haya besado — Suki se rió. — Ella es muy tímida para eso — Suki declaró mientras sus manos comenzaban a descender lentamente. Ella sonrió con satisfacción cuando sintió como este se tensó un poco, le hizo saber que estaba en lo correcto. — No como yo. Que ya te besé e incluso te robé la virginidad — Suki se rió mientras sus manos alcanzaban su premio por encima de la ropa del rubio. Quien había comenzado a jadear incontrolablemente mientras su miembro se volvía duro como roca. — Mi Mi, ¿No recuerdas? Que cuando fuimos compañeros de equipo te sometí y te follé tan fuerte que a penas pude caminar, mi Naruto — Suki ronroneó mientras comenzaba a chupar con fuerza el borde de la oreja de Naruto con un poco más de fuerza. Era sorprendente como su cuerpo más pequeño lograba llegar hasta la oreja de Naruto con tan solo ponerse de puntillas, quien siendo más alto que ella (No es que ella se vanagloriase de ello, pero, ¿Qué podía hacer realmente. Al final, ella ni siquiera le dio importancia) Naruto no dijo nada, ocupado en tratar de contenerse. Al final no pudo. Siempre fue lo mismo, él no podía resistirse a ella. Le fue simplemente imposible, era como ¡Si hubiese algo en ella que se lo impedía! ¿Tal vez el dulce sabor de su ambrosía? Que lo deleitaba cada vez que lo probaba O ¿La deliciosa sensación de su suave y suave piel chocar contra la de él cada vez que la golpeaba durante aquellas innumerables y largas sesiones sexo que tuvieron hace mucho? O ... ¿Por qué simplemente la amaba y él lo negaba con la estúpida idea de su compromiso que nunca quiso y su relación de amistad? — Vamos Naru, se que quieres follarme. Lo sé desde que nos volvimos a ver después de la lucha con el estúpido Otsutsuki. Lo vi en tu lasciva mirada. Y ¿Sabes algo? — Suki ronroneó con un tono un poco meloso. — Yo también quiero follar contigo, así que, ¿Cuál es el inconveniente? — Suki dijo un poco malhumorado mientras se apegaba completamente a él y Naruto pudo sentir la gran zona húmeda que había en su zona baja. Suki estaba excitada. Fue por muchas cosas, pero principalmente por que ella no podía resistirse a él. Ella no podía existir sin verlo bajo ella o sobre ella. Ella no tenía preferencia. Jadeando y jadeando mientras ambos se ahogaban en un mar de placer lujurioso, que los llevaría hasta sus cálidas profundidades. Llenándolos de vida con el delicioso pecado de la carne. Además, la idea de como ahora sería más pecaminoso al su Naruto estar comprometido, duplicaba su excitación miles de veces. — Vamos, Na~ru~to. Incliname... ¡Follame sin piedad! Se que lo quieres. ¡Ambos lo queremos! — Suki dijo ya un poco molesta, pero sonrió cuando lo sintió. Naruto se había se movido rápidamente y la había forzado a ir al suelo, causando que se golpeara la cabeza contra el suelo, haciendo que su visión se volviese borrosa por el golpe. Además, de que, en los bordes de sus ojos se acumularan las lágrimas por el doloroso, pero, excitante placer... Al su vista aclararse, se encontró siendo dominada por la ferviente lengua y boca de Naruto. Quien chupaba sus labios y saliva de manera hambrienta, cosa que se reflejaba en sus ahora brillantes ojos rojos, enviando olas y olas de interminable y electrizante placer por toda su espalda. — ¿Te encanta esto? ¿No es así, Suki? — Naruto preguntó mientras se separaba, ella solo fingió no saber a que se refería enviándole una cara inocente e inclinando su cabeza en falsa confusión. Naruto decidió seguirle el juego. — Te encanta provocarme y excitarme ¿verdad? Porque sabes que soy el único que puede follarte hasta los sesos ¿Verdad? — Naruto gruñó mientras comenzaba a atacar con fuertes mordiscos a su largo y fino cuello, causando que Suki se retorciese y comenzara a maullar de placer y dolor. — Así como yo a ti — — ¡Oh! ... ¡Claro que sí! ¡Ah! ... Me encanta ver ¡Umm! ... Como te resistes... ¡¡UNG!! ... inútilmente a... ¡Umm!! ... mi cuerpo — Suki dijo entre gemidos, gozando del doloroso placer que sentía. — ¡AH! Además... tu lo...dijiste ¡Ah! Que nadie... ¡Hah! ... más que tú... ¡Puede follarme hasta complacerme! — Suki dijo entre gemidos, solo para al final decir rápidamente cuando unas de las manos de Naruto se había dirigido velozmente a su zona V y comenzó a atacarla por encima de la única prenda que vestía en esa zona, que era un short corto de color negro. ¿Qué? ¡Se había preparado! — ¡UNGG! — Suki se retorció mientras sentía sus dedos entrar bajo el short y comenzar a atacar hábilmente su zona más vulnerable. — Tal vez sea cierto — Naruto musitó de forma pensativa mientras se deleitaba con las expresiones de placer de la azabache al haberse alzado de su cuello. Deteniendo su mano, ganando una mirada molesta de Suki, pero, que el solo le envió una sonrisa mientras comenzaba a descender. — Aunque, ¿Qué tal si nos dejamos de tanta cháchara y comenzamos con la diversión? — Sonriendo ante las palabras, Suki no evitar pasarse la lengua por los labios. — ¡Ya era hora! — Luego de decir eso. Tuvieron la buena suerte de que, el departamento de Naruto estuviese por completo lleno de sellos de silencio. Ya que, los gritos y gemidos que en esa tarde hubieron, los habrían delatado... No que a Suki le desagradase la idea, pero, parecía ser que a Naruto sí. ¡El bastardo era muy inocente y "devoto" para ello! Aun así, esa tarde Suki lo disfruto, como no te lo puedes imaginar. Pues Naruto estaba emocionado. — ¿En que piensas? — Suki preguntó con un poco de molestia al ver que este permanecía sumido en sus pensamientos. Nunca le gustó como él, cada vez que finalizaban una ronda y se ponían a descansar para volver a iniciar otra, se ponía pensativo. — No es nada — Naruto negó mientras bajaba la mirada para verla con una suave sonrisa. Causando que Suki la devolviera, aunque de forma más sutil. — Solo pensaba que el clon que hice se le está acabando el chakra y, solo le quedan veinte minutos más — Naruto dijo soltando un suspiro un poco pesado mientras recordaba las grandes pilas de papeleo que debía hacer día a día. — Bueno — Suki asintió de forma solemne mientras se subía sobre él. Causando que Naruto viera de forma hambrienta sus amplios, increíbles y deliciosos pechos. — Todavía queda tiempo para una ronda más — Suki dijo en un tono seductor. — Diablos, sí — Naruto inmediatamente estuvo de acuerdo y, se alzó para tomar entre sus labios los dulces pezones de los increíbles pechos de Suki. Quien gimió ante el acto. — Je, pequeño desesperado, te castigaré por ello — Suki ronroneo mientras llevaba una de sus suaves y finas manos al, de nuevo erecto miembro de Naruto, para comenzar a masturbarlo de forma suave, ganando un siseo de placer de Naruto en su pecho, quien como castigo, comenzó a tratarlo con más rudeza. Comenzando así, una de sus ya clásicas competiciones. En eso siempre había girado la vida de ambos. Ya que competían por todo y, el sexo no fue una excusa para no hacerlo. De hecho, les abrió la puerta a otro mundo de placer mientras competían por llevar al otro al borde. Se demostró cuando, Naruto con un poco de fuerza, ganando un "eep" de Suki, la giró y llevó una de sus manos para comenzar a atacar su húmedo y chorreante tarro de miel. Causando muchos más gemidos maullidos de la azabache. — Maldito, eso es trampa — Suki gimió ante tal acto del rubio, quien se rio mientras se alzaba para verla con la sonrisa depredadora que la Uchiha tanto amaba y odiaba tanto. — En la guerra no existe lo correcto y lo justo, Suki. Lo sabes de sobra — Naruto ronroneó mientras se pasaba su lengua por sus labios. — Y... Ahora se me apetece mi premio por ganarla — Naruto sonrió de forma astuta. — ¿Eh? ¿De qué hablas? ¡Todavía no... HEMOS ACABADOOO!! — Suki no pudo evitar gritar cuando sintió una repentina ola de calor adentrarse en lo más profundo de su húmedo interior, causando que, sus chorros no se hicieran a esperar y, comenzaran a salir como una gran catarata, causando que sus ojos dieran un vuelco y, se fueran hacia lo más oscuro mientras su boca se abría en un grito silencioso con su lengua saliendo expulsada de su boca y que a su vez, su espalda se acorvaba hacia arriba de una forma un poco espeluznante.. — Ja — Vanagloriándose de la expresión que era comúnmente llamada por su ya fallecido sensei como: Ahegao. Naruto sonrió mientras sacaba su mano, causando que, el flujo de chakra que había enviado en un repentino estallido, parase. Causando que, la espalda de Suki cállese a la cama mientras su expresión seguía perdida. — Huh ¿Ya te rendiste como para no poder tomar mi recompensa, Suki? — Naruto preguntó de forma astuta viendo a la ravennette con su sonrisa patentada. — Ya-ya qui-quisieras eso — Suki de alguna forma, se las arregló para jadear y ver al Uzumaki de forma desafiante, quien se rió y comenzó a descender. — Bueno, en tal caso. Supongo que no importa que la reclame ¿No? — Naruto murmuró mientras llegaba a su jardín del edén, con su barbilla apoyada en este mientras veía al jadeante Suki. — E-e-espera, solo dame un momento — Suki murmuró viendo al rubio, quien sonrió con cariño en su dirección. — ¡¡¡NARUTOOOO!!! — Ella solo gritó cuando él, en un rápido movimiento rápido, hundió sus labios en su vagina y, comenzó a tratarla de forma descuidada. Causando que su, espalda volviese a encorvarse. ... En la casa del Hokage. Hinata Hyuga se encontraba viendo por la pequeña ventana de la cocina con una expresión un poco pensativa. Hacía tiempo que, Naruto parecía distante; Ya no estaba en casa casi nada, apenas interactuaba con sus hijos y ni siquiera la buscaba para nada. — ¿Que te sucede, Naruto-kun? — Con una mueca triste mientras bajaba la mirada a sus manos, Hinata murmuró. ... — Ahh, umm. Sí, allí mismo, bebé — Con una sonrisa lujuriosa mientras sentía a su amante lamer y chupar sus labios inferiores, mientras miraba hacia el techo, Suki gemía sintiendo las deliciosas descargas recorrer desde su cálido tarro de miel hasta su espina dorsal. ¡El sexo era Banzai! — Huh, pareces que lo estás disfrutando mucho, ¿No, Suki? — Alzando levemente la cabeza lo suficiente, Naruto le dijo a la pelinegra con una sonrisa petulante, pero que ella ignoró mientras llevaba sus manos a la cabeza del rubio para llevarlo a su tarro. — Muy impaciente, ¿No crees? — Murmuró mientras dejaba que ella bajara su cabeza a su dulce tarro de miel. Suki no respondió, solo se concentraba en disfrutar la deliciosa sensación de la lengua de su amante pasándose arriba y abajo por su labios, mordiendo suavemente su clítoris o metiendo esta directamente dentro de ella. Hasta que, Naruto cansado de hacer lo mismo decidió alzarse e ir directamente al rostro de la mujer, que tenía una mueca perdida. — Jeje, ¿Qué tal si dejamos los juegos previos de lado, Suki? — Con una sonrisa, un tanto orgullosa por llevar a esta mujer con aire de pavo a tales expresiones y amorosa por el aprecio que le tenía, Naruto le preguntó viendo como ella, lentamente bajaba de la nube, pues Naruto le había echo venirse dos veces. Y pronto, en sus cinco sentidos, Suki le miró. — Heh, me molestaría si no lo hicieras, Naruto — Suki declaró viendo la sonrisa divertida que cruzó por el rostro del rubio, que comenzó a acomodar su miembro en su tarro. — Ve despacio, bebé. Todavía estoy sensible por el oral que me hiciste — Suki murmuró con una sonrisa tierna viendo al rubio. — Jeje, está bien — Quien se la correspondió y comenzó a entrar lentamente, causando un suspiro en ambos. Suki al comenzar a sentir esa sensación de estar llena y Naruto al sentir como, inmediatamente, las paredes internas de la azabache comenzaban a apretarse a su alrededor con fuerza. — Aun no entiendo como, después de tanto tiempo, sigues estando tan apretada — Naruto jadeó mientras cerraba los ojos con fuerza. — Solo para ti — En algún momento de sus jadeos, Suki declaró mientras al igual que Naruto, mantenía los ojos cerrados. — Me da asco la idea de entregarme a alguien que no seas tu — Mientras abría los ojos, Suki declaró sintiendo un cálido sonrojo recorrer sus mejillas. Naruto solo le sonrió con afecto y amor. ¿Cómo no hacerlo? Quiero decir, persiguió su culo por todas las cinco naciones por más de cinco años, luchó con ella codo a codo en la guerra e incluso con ella derrotó a una Diosa, era simplemente imposible no llegar a verla con otros ojos. — Me alegra saberlo — Dijo mientras se agachaba y reclamaba los labios de la azabache, que no tardó en corresponderlo. — Me comenzaré a mover — Murmuró entre sus labios y, su respuesta fue la lujuria en los ojos de azabache. Y Naruto comenzó con un suave vaivén. — Ung — Esto causó que Suki echara su cabeza hacia atrás con un suave gemido que calentó el corazón de Naruto y prendió aun más su lujuria, causando que mantuviera el ritmo, causando que Suki meneara sus caderas hacia bajo cada vez que se retiraba. — Na-Naruto — Suki gimió su nombre mientras lo veía con grandes ojos brillantes. Naruto entendió de inmediato el mensaje y comenzó a ir más rápido, entrando y saliendo de su tarro a un ritmo considerable que hizo que la Uchiha se arqueara con placer mientras sus ojos se escondían en la parte superior de su cráneo mientras gemía incoherencias. Pronto, ambos alcanzaron su pico y, con un fuerte gemido. Suki explotó en una gran cantidad de dulces jugos mientras que Naruto la lleno por completo, causando un ligero abultamiento del estomago de la Uchiha. — Ahhh, eso fue increíble — Con una sonrisa satisfecha mientras caía sobre Suki, Naruto murmuró mientras sentía como la Uchiha acariciaba su sudoroso cabello rubio. — Pero, por ahora, debería ir a bañarme antes de que mi clon se quede sin chakra, Suki — Mientras se alzaba lentamente, Naruto le dijo con una sonrisa. — Está bien, estoy segura de que mañana volverás a mi lecho — ... — La cena ya está lista — Con una sonrisa mientras terminaba de colocar los platos en la mesa, Hinata declaró en un pequeño grito que hizo que, sus dos hijos corrieran rápidamente a la mesa en busca de comida. — Hah, así que, ese bastardo no vendrá otra vez — Con molestia al ver que la puerta no se abría para dar paso a su padre, Burrito murmuró con resentimiento al ver las expresiones tristes de su madre y hermana. — Tch, ¿Quien lo necesita? Mejor comamos antes que se enfríe la comida — ... XXXxxxXXXxxxXXXxxxXXXxxxXXX Yyyyy~~, bueno, hasta aquí el primer capítulo de esta mini serie de lemon. Espero que les haya gustado, y si es así, comenta y deja una estrellita que se agradece y me motiva a continuar. Y antes de continuar, deseo preguntar... O mejor dicho, hacer una pequeña encuesta con respecto al segundo capítulo que podría salir en un futuro. Y es: ¿Cómo quieren que se descubra la infidelidad de Naruto? Que, gracias al entrenamiento que, en el canon de Boruto, Sasuke le da a Burrito este vaya a buscarla y se encuentre con la escena y le diga a Hinata y, que obviamente esta destrozada se lo cuente a su padre, se exija el divorcio y bla bla bla. O que, mientras que, en una manera descuidada, Suki haga a Naruto follar con ella en la oficina del Hokage, y que, Hinata preocupada porque, Naruto pasa más tiempo en el trabajo, decida ir a llevarle un poco de comida y los descubra (Ya saben, lo cliché de la mayoría de NaruKushi) y, que se arme la gota gorda. O si se les ocurre alguna otra idea dímela en un comentario y lo consideraré y ya veremos en un futuro y vota según cual te parezca mejor. Capítulo de: 4669 Palabras. Y bueno, sin nada más por decir, me despido y, ¡¡Nos vemos en el siguiente capítulo!! ¡¡¡JA NE!!!