Amor secreto

Pobre Ukyo. Su amor es tan grande que no puede decirlo.

Es que fue criada en el seno de una famila católica apostólica y romana, con los valores religiosos más grandes de todos.

Su familia se caracterizó siempre por ser la tipica familia ejemplo de los valores eclesiásticos.

Padres casados por el historico sacerdote de la parroquia "Nuestra señora de Fátima", hija bautizada y enviada a catecismo desde pequeña, educada en colegio privado religioso.

Siempre los iban a ver. Padre y madre junto a su pequeña hija Ukyo los domingos en la misa.

El tiempo fue pasando y la pequeña fue madurando. Terminó sus estudios y se dedicó a aprender cocina, que era lo que le apasionaba.

Rezaba un rosario todas las noches antes de dormir y oraba por ella y su famila.

Resulta que un día el viejo cura de la iglesia falleció, un hombre entrado en años que sucumbió ante la inevitable vejez.

Pero fue al otro domingo de misa cuando comenzó el infierno de amor de Ukyo.

Sentada en el primer banco junto a sus padres (Como siempre), la chica estaba con su vista hacia abajo leyendo el folleto matutino del templo divino que le daba la bienvenida al nuevo Padre del lugar.

Fue al escuchar su voz... su dulce voz, que quedó obnubilada.

-Hermanos y hermanas, bienvenidos a la casa de Dios (Dijo el nuevo párroco) Mi nombre es Ranma Saotome, y estoy muy alegre de llegar a esta comunidad hermosa que me recibió tanto con sus brazos como con su corazón abierto...

Ukyo nunca había sentido algo parecido en su vida. Era una chica de 20 años que jamás había tenido, siquiera, la experiencia de tomar de la mano a algún chico. Jamás había sentido interés romántico por ninguna persona... hasta que vio sus ojos.

Quedó deslumbrada ante aquel hombre que tenía en frente.

Ojos celestes como el cielo, cabello revoltoso que le culminaba en una trenza...

Simplemente quedó maravillada ante ese tipo.

Prosiguiendo con la misa, el nuevo cura dijo:

-Antes que nada, quisiera dar bendiciones a cada uno de los presentes (Haciendo un gesto con su mano) y decirles que vengo en mandato de Dios a acercarles algunas propuestas que el Padre Haposai me dejó encomendadas. Verán... tuve la suerte de conocerlo. El fue maestro mío... y casi que podría decir que fue mi mentor. El mismo pidió por mí para que lo remplazara. El era consciente de su avanzada edad y por eso me dejó una lista con distintas propuestas que a el le hubiera gustado llevar adelante en nuestra iglesia y con su comunidad... actividades que lógicamente el ya no podía realizar. Asi que al finalizar esta misa, los invito, a quienes quieran sumarse, al nuevo equipo de actividades...

Poco le importaba a Ukyo lo que el estaba diciendo. Estaba concentrada en su boca.

La veía articular palabras y esa extraña sensación que nunca había experimentado crecía dentro de ella.

Suenan las campanas, concluyó el sermón y los fieles que vuelven a sus hogares...

Esa fue la primera vez que lo vio... pero el peso del pecado se agiganta cuando pasan los meses.

El nuevo párroco era una persona joven que se adaptó a la vida en ese pueblo.

Tenia 25 años y era normal verlo en la semana vestido sin su típica sotana.

Iba por la calle vistiendo zapatillas, jeans, remeras de bandas de rock.

Hasta lo vieron jugando torneos de futbol para el equipo del barrio, junto a los otros jóvenes vecinos de la iglesia.

Era normal verlo de vez en cuando en algún bar tomando una cerveza o fumando un cigarrillo de vez en cuando.

Pero llegaba el domingo y su deber eclesiástico lo cumplía al pie de la letra.

Muchos se sorprendieron al principio.

Un cura haciendo esas cosas?

El siempre explicó que "la iglesia debe ir al pueblo y no al revés... además, Dios no castiga a alguien por fumar un cigarrillo o tomar una cerveza, sino por hacerle el mal a los demás".

Pobre Ukyo. Su amor es tan grande que no puede decirlo.

Todos los domingos se va a la iglesia y en el primer banco ella se sienta.

Cuando el sacerdote dice la misa... una luz se enciende en sus mejillas.

Espera con ansias el momento en que el padre reparte una por una las hostias, es su momento favorito del día... para poder tocar con su boca apenas un poquito de la piel del hombre del cual se enamoró.

Pero eso solo le genera más y más preocupación.

Al llegar a su casa se encierra en su habitación y se tira en su cama tapándose la cara con la almohada intentando sofocar su grito de sufrimiento.

Ella vive enamorada, se muere por el... y el no sabe nada!!!

Todo lo que siente quisiera gritarlo, pero no se atreve.

Ella le pide a su Dios que haga que lo borre de su pensamiento o que le de su amor.

Ese sentimiento que tiene guardado dentro la llevó a cometer actos que, según su educación, eran aberrantes.

Perdida en su mente una noche, sin darse cuenta, fue bajando sus manos hacia su zona íntima. Nunca lo había hecho antes, pero pensar en él la empujaba a hacerlo.

Empezó a explorarse y a darse placer prohibido por culpa de su amor secreto.

Siempre estuvo convencida de que la tentación es obra del diablo... pero como podría ser obra del diablo esto que le pasaba?

Se dormía llorando pensando en que nunca iba a poder tener a ese hombre en su vida... y se despertaba de la misma forma, en llanto, por los pecaminosos sueños que la invadían en su descanso.

Un domingo se levantó muy temprano... era momento de ir a la misa nuevamente.

Se quedó sentada en la cama durante un largo rato mirándose al espejo y empezó a hablarse a ella misma.

Ukyo: Por qué? Por qué tuviste que enamorarte de él? Está mal... muy mal lo que estas haciendo Ukyo. Te anotaste en esos grupos de la iglesia solamente para... verlo. Para hablarle, para estar cerca suyo. Es imposible evitarlo... te quedás estupefacta al verlo, al escucharlo. Sabes muy bien que no te interesaba hacer esas cosas en la iglesia... pero igual te inscribiste en todos los grupos comunitarios solo para acercarte a su cuerpo. Ukyo, reacciona... ya no se puede seguir asi.

Su padre llamó a la puerta para decirle que era hora de ir a misa.

Subió al auto en el asiento trasero y hacia allá fueron.

El cura tenía la costumbre de recibir a los fieles en la puerta de la iglesia y saludarlos uno por uno con un apretón de manos y una bendición en la frente.

Ranma: Ukyo... bienvenida a la casa de Dios.

Le dijo y le dio la mano.

Ukyo: Pa-Padre Ranma... Gracias...

La chica cerro los ojos e inclinó un poco hacia adelante su frente para sentir el pulgar de aquel hombre darle la bendición correspondiente.

Se sentó como siempre en el primer banco de todos junto a su familia.

Al concluir la misa...

UKYO: Papá... yo... me quedo un rato más... vuelvo después a casa... si?

Fue raro para sus padres esa petición pero no objetaron nada.

Cuando la gente salió de misa, ella se quedó rezando... sin ninguna prisa.

Llena de ternura y con prudencia, lo miraba sin que el pudiera darse cuenta.

-Santa María, madre de Dios, ruega por nosotros pecadores...

Decía con el rosario en sus manos... y el corazón galopando.

-Padre nuestro que estás en los cielos...

Seguía diciendo, con su respiración cada vez mas agitada... y el corazón galopando.

Se levantó del asiento, puso una rodilla en el suelo y se persigno tres veces.

Al querer emprender su caminata hacia la salida, lo vio.

Lo vio caminando por un costado con su mochila.

Ella no quería espiarlo... pero su tentación era más grande.

Lo siguió hacia una puerta que daba a la parte trasera de la iglesia.

Ella se apoyó contra el marco de la puerta que había quedado semi abierta... desde ahi ella podía verlo, pero el a ella no.

El cura se quitó la sotana y la colgó. Luego se sacó su remera y los pantalones.

El tipo pensaba que estaba solo. Se estaba cambiando de ropa porque había quedado con otros muchachos de la cuadra de ir a jugar un partido de futbol.

Pobre Ukyo... si algo le faltaba para explotar su cabeza era ver el cuerpo semi desnudo del hombre que amaba de forma prohibida.

Le sacudió todo su mundo ver el abdomen marcado, sus brazos torneados y sus piernas fuertisimas.

Inmediatamente la lujuria la invadió.

Estaba muy metida en sus pecaminosos pensamientos que no se dió cuenta de que Ranma había terminado de cambiarse y se dirigía a la puerta en la que ella misma lo observaba.

Para disimular, la chica decidió golpear, como si apenas hubiera llegado.

Toc toc toc

Ranma: Si? Quien es?

Ukyo: Padre... disculpe... soy Ukyo.

Ranma: Aaah Ukyo... pasa tranquila.

La chica cruzó la puerta y lo vio sentado atandose su calzado deportivo. Tenía puesto un short negro y una remera de la selección Argentina.

Ranma: Que se te ofrece?

Ukyo: Disculpe que lo moleste padre pero... es que... yo... (Estaba improvisando) Quería confesarme y... bueno... yo se que la misa terminó pero... disculpe... mejor vuelvo la semana que viene, veo que está con compromisos.

La chica quiso dar media vuelta e irse corriendo del lugar, pero la mano de ranma la detuvo apretandole la muñeca muy suavemente.

Ranma: No... espera... a ver... mira, voy a ir a jugar al futbol con los muchachos pero el partido empieza dentro de una hora. Si no te importa que esté vestido asi... podemos hacerlo ahora.

Ukyo quedó boquiabierta ante esa respuesta.

Ukyo: Ha.. hacerlo ahora? que quiere hacer conmigo ahora?

Ranma levantó una ceja y con expresión de asombro le dijo

Ranma: Querías confesarte... no?

Ukyo: Si...

Ranma: Entonces vamos...

El párroco se levantó del asiento, agarró su mochila y encaró hacia el lugar.

Ella se apoyó contra la pared y lo dejó pasar, con la cabeza agachada siguió los pasos de su hombre percibiendo el aroma de su perfume... ese aroma que la enloquecía.

El cura se sentó en su lugar correspondiente.

Ranma: Vamos a hacerlo...

Le dijo nuevamente.

Ella estaba estática en el pasillo de la iglesia.

Gira su vista y ve una estatua de la virgen María. La toca y se persigna, luego se dirige al confesionario aunque su alma esté limpia de pecados.

Pero así es feliz aunque sea un rato al estar asi... cerca de su amado.

Ukyo: Perdoname padre, porque he pecado.

Ranma: Cuál es el pecado que te aqueja?

Ukyo: Padre... tuve... tengo... pensamientos impuros. Y no los puedo sacar de mi cabeza.

La chica lo veía a través de la pequeña cortina... separada de el rejilla de por medio.

Ranma: Pensamientos impuros hija?

Ukyo: S...si (Dijo tapandose la cara de verguenza)

Ranma: Dejame preguntar... Son pensamientos impuros o crees que puede ser otra cosa?

Ukyo: Padre... que? Que me está diciendo?

Ranma: Hija... será amor lo que estas sintiendo?

Ukyo: Yo...(no sabía que decir, respiraba muy fuerte... y su corazón galopaba) Creo... (La chica estiró su mano hasta tocar la rejilla que lo separaba de aquel hombre, y con su dedo comenzó a dibujar la silueta de su rostro) Creo que me enamoré, padre... pero al final es lo mismo.

Ranma: Tranquila hija... dejame decirte que no es lo mismo.

Ukyo: Cómo que no?

Ranma: Estarías pecando si esos pensamientos fueran por alguien que no está en tu corazón. Si es amor, hija mía... no hay por qué sentirse culpable de nada.

Ukyo comenzó a llorar en silencio ante esas palabras.

Ukyo: Pero padre... usted no entiende... este amor que siento está mal... no puede ser correspondido jamás. No tiene perdón de Dios lo que siento.

Ranma: Por qué hija?

La chica derramaba lágrimas que recorrían sus mejillas. Apoyó la palma de su mano contra esa rejilla que la separaba de él y casi susurrando le dijo.

Ukyo: Me... me enamoré de usted... Padre...

Sintió que su alma se liberó... pero al mismo tiempo quedó prisionera de sus palabras

-Oh...

Fue lo único que salió de la boca del cura al escuchar esa confesión...

Ella vive enamorada, se muere por el y el no sabe nada.

Ella todo lo que siente quisiera gritarlo pero no se atreve.

Ella le pide a su Dios que haga que lo borre de su pensamiento... O que le de su amor!!!!


Buenas buenas gente!!!!

Esta canción es de un groso de la musica local. El señor Carlos "La Mona" Jiménez.

El rey del cuarteto en la Argentina.

Si bien no es un artista de rock, es muy muy muy respetado por su trayectoria dentro del ámbito rockero... a tal punto que la banda KAPANGA tiene varias de sus canciones grabadas en version rock/ska.

Este tema es de La Mona pero lo conocí por Kapanga asi que les recomiendo que lo escuchen. Es hermosa canción.

Personajes pertenecientes a la gran Rumiko

canción: Amor secreto

Conjunto: Kapanga

Nos vemos la proxima!!!!!