El chico de mis sueños 3
Me levante del sillón, después de analizar las posibilidades que tenia de frente, al fin estaba consciente de todo el camino que recorrí yo sola para sentirme segura de mí, me fui a dar un baño, prepare la tina, incluso aromatice el agua caliente, lave mi cuerpo y me dispuse a relajarme con la tina, no saldría de ahí hasta que el agua estuviera fría, claro que no estaría sola, mi teléfono de baño estaría conmigo, a máxima potencia.
Unos minutos increíblemente satisfactorios más tarde, Sali de la tina completamente laxa, sin un peso encima, me coloque mi camisón, el más sexy que tenía, estaba lista para dormir, mi cerebro estaba excitado y soñoliento, era como después del sexo, estando a la expectativa de un nuevo roce que te haga vibrar o lista para dejarte llevar al maravilloso mundo de los sueños.
Desperté en el campo, olía a pasto fresco, flores, la brisa era fresca y el calor del sol tenue, el clima perfecto, yo vestía con un vestido blanco adornado con un lazo azul a la altura de mi cintura, usaba un sombrero a juego con mi vestimenta, solo que su lazo era diferente, el del sobrero era rosa pálido, una ráfaga de viento lo alzo y sin poder evitarlo lo hizo volar, yo alzaba los brazos intentando agarrarlo, pero todo esfuerzo era en vano.
Hasta que me rendí, lo veía navegar por el cielo, apartándose de mí, fue entonces que vi su silueta a lo lejos, cada vez más definida, como si estuviera aproximándose a mí, el ambiente cambio, ya no era alegre, más bien melancólico, como si supiera que había ido a despedirme, me obsequio una flor, ligeramente lila, ligeramente blanca, sus ojos lo decían todo, no había necesidad de hablar, me suplicaba que no me fuera, pero estaba segura de mi decisión, no podía vivir de sueños, debía volver al mundo real por difícil que fuera tener que despedirme.
Alcé mi brazo para poder tocar su rostro con mis manos, en esta ocasión fui yo quien lo beso, quería que entendiera que ahí en mi mundo de ensueño, él sería el único para siempre, que cuando estoy dormida no existe nadie más, solo somos él y yo, escondidos de todos y amándonos con locura, el correspondía a mis besos con excesiva dulzura, coloco sus brazos alrededor de mi cintura atrayéndome a él, me abrazaba con fuerza, yo quería que supiera que jamás lo olvidaría, así que ¿Por qué no? Me deje llevar.
Intensifique el beso, él supo perfecto que pretendía, coloco sus manos en mis nalgas, apretando con fuerza, juro que podía sentir su bulto en mi entrepierna, como si de verdad fuera real, estaba haciendo presión contra mi cuerpo, sin pensarlo más, solo actuando, me impulse para poder brincar y abrazar su cadera con mis piernas, él me cargaba sin dejar de besarme, de alguna forma terminamos contra un árbol, ¿camino? ¿corrió? ¿el árbol germino tan pronto? ¡que importa! Es solo un sueño.
Metió una mano en mi escote, liberando mis senos, exponiéndolos para su deleite, no se decidía por besarlos o morderlos, no dejaba de observarlos, mi excitada respiración, hacia que mi pecho se alzara rítmicamente, haciendo más difícil que él tomara una decisión, entonces opto por devorar ambos al mismo tiempo, metía ambas puntas en su boca, mordisqueando lo justo para hacerme permanecer en completo balance en esa línea que divide, el dolor del placer, después como si se tratara de un animal hambriento, paseaba su lengua entre uno y otro, recorriendo el camino que los dividía y juntándolos para desaparecer la brecha, misma que volvía a su lugar solo cuando introducía su lengua entre ellos, sus manos se agasajaban sosteniendo mis pechos, paseando por mi cintura, no podía dejar de pensar en que necesitaba que me arrancara los calzones y me tomara ahí mismo, contra el árbol, fue como si en vez de pensarlo lo hubiera gritado, él levanto la vista de mis pechos, limpio los rastros de saliva de su boca, su mirada era de un pervertido dándose un festín, la misma mirada que seguramente yo también tenía, sin dejar de abrazarlo con las piernas, él me recargo con más fuerza contra la madera a mi espalda, sus manos viajaron presurosas a mi entrepierna, con dos dedos me penetro, de una sola vez, si esto estuviera pasando en mi vida cotidiana, seguramente habría gritado con gran placer, se entretuvo ahí un rato, mientras manipulaba sus dedos dentro de mí, besaba mi cuello, mis senos, mi boca, recargo su frente en la mía, la mirada que tenía había cambiado, ahora era de súplica, brillaba la lujuria al fondo de sus ojos, pero la mirada que me lanzaba era una súplica completa, tan solo asentí con la cabeza y entonces…
Pude dejarme llevar por el enorme torrente de satisfacción y perversión que guardaba, él sencillamente aparto mi prenda intima y entro en mí, en completa totalidad, llevando a mi subconsciente a un nuevo nivel, en mi entendimiento, había estallado en miles de millones de pequeñas partículas increíblemente gloriosas, había sido una gran explosión, un nuevo big bang y me había vuelto a formar en ese cuerpo etéreo que habitaba en mi ensueño, sus embestidas eran largas y profundas, lentas, rítmicas, continuas, no terminaba de salir cuando ya estaba de nuevo dentro de mí, en completa profundidad, sus besos eran el elixir de mi existencia, tan magnifico, delicioso, perfecto.
Jamás experimente tanto placer, no había sido consciente, nunca, de que se podía ser tan feliz, al terminar me dejo bajar, con cuidado, me trataba con tanta dulzura y amor, que de verdad en ese momento recordé, ¿y si es un recuerdo de una vida pasada? Lo vi sonreír, tal pareciera que me podía leer la mente, él negó con la cabeza, yo negué, pero con duda y entonces el negó afirmándolo, no, no era un recuerdo de una vida pasada, entonces ¿si podía leer mi mente? Me gire para verlo, pero él no me ponía atención, se había recostado en lo que parecía arena, iba descalzo la casi nula corriente del riachuelo que estaba frente a nosotros alcanza a mojarle los pies, me recosté a su lado, de inmediato me abrazo, pasando su brazo por mis hombros, como lo hacen las parejas que llevan toda una vida amándose, devolví el gesto, recostándome en su pecho.
En aquel sueño pareciera que habían pasado días, lo estuvimos haciendo a cada rato, de todas las formas, en algún momento pensé que eso era influencia de lo que me había dicho Ukio, nuevamente él sonreía burlonamente, está bien, teoría descartada, pero seguía siendo un misterio como lográbamos comunicarnos sin decir una palabra.
Mis ojos empezaban a moverse, la luz del sol, que se filtraba por mi ventana, me anunciaba un nuevo día y el chico de mis sueños no aparecía, comencé a angustiarme, ¿seria acaso que de verdad no volvería a verlo? Gire sobre mis talones, no había rastro de él, pero si estaba mi sombrero, sobre el agua, esperando a ser recogido. Desperté.
Por primera vez no fue despertada por el molesto sonido de la alarma, en vez de eso la suave caricia del calor del sol de medio día me pedía que abriera los ojos, nunca me había permitido dormir tan tarde, quise regresar al fantástico mundo de los sueños, pero me fue imposible, sencillamente mi cerebro estaba a todo lo que daba, si iba descansar por tantos día debía ponerme al día con las labores del hogar, termine por levantarme a desgana una hora después, me premie con un tazón de cereal, no tenia ánimos de salir a comprar comida y mucho menos de ponerme a cocinar, leche bien fría y mi cereal favorito, fue mi desayuno, limpie y recogí la cocina, sus gavetas y almacén, estufa, refrigerador, todo, metí ropa a lavar, sacudí, barrí, limpie los pisos, acomode mi ropa limpia, cuando termine de todo lo que estaba haciendo, me di cuenta de lo tarde que era, ya estaba oscureciendo, que rápido se me fue el día, revise mi celular, había unos pocos mensajes, un par de correos, mil notificaciones en mis redes sociales, mismas que casi nunca revisaba, respondí solo los mensajes personales, le informe a Ukio de bien que dormí y que tan tarde desperté, no le conté nada del sueño ese era un recuerdo solo para mí.
Sali a cenar a un puesto de fideos, mientras esperaba a que me sirvieran revisaba y respondía los correos, en su mayoría eran reportes del día de los pasantes, todo iba de acuerdo al plan de trabajo que les deje, si continuábamos bajo esa marcha, a fin de semana llegaríamos al plazo establecido, confiaba en mi equipo, seguro lo lográbamos sin inconvenientes y entonces podría tomar mis merecidas vacaciones. termine mi cena y volví a casa, no me había dado cuenta de lo cansado que fue recoger mi casa hasta que me di un baño, puse una serie y me quede dormida antes de terminar si quiera el primer capítulo.
Él ya estaba esperándome en mi oficina, todo estaba vacío, no había nadie más en todo el edificio, tan solo él, esperándome sentado en mi silla con una gran sonrisa, repetimos nuestra sesión maratónica se sexo increíblemente espectacular.
Yo quería hablar con él, pero no salían palabras de mi boca, aun así, pasar tiempo ahí con él era tan relajante, como me gustaría encontrar algo así con alguien real.
Para la mañana siguiente me reuní con Ukio, ya sé que se supone que no debíamos hablar de trabajo, pero tanto ella como yo teníamos que ir dándole forma a lo que nuestros pasantes nos enviaban, al terminar nuestra junta "no oficial" que más bien era un desayuno, fuimos de compras, si me iba a ir de vacaciones terminando el proyecto necesitaba comprar un buen traje de baño, algo de ropa para la playa, calzado, ella compro ropa para la oficina, estuvimos nuevamente ocupadas, no quería llegar a casa y volver a dormir, por que sería mi despedida, no me permitiría volver a soñar con él, si eso volvía a ocurrir estaba más que segura de que ya no me permitirá escapar de mi "enamoramiento" y eso solo me orillaría a terminar mis días sola, rodeada de gatos, suspirando por un "amor" que no existía. Así como lo deje entrar, debía dejarlo ir.
La retuve tanto como se dejó, pero ella también debía ir a descansar, se fue entrada la noche, mi ansiedad por ir a soñar no me dejaba cerrar los ojos, creo que aun estaba despierta cuando escuche nuevamente su voz, me estaba llamando y de pronto estaba yo a su lado, riendo, nostálgica, sabia que ya no volvería a verlo, incluso él lo sabía, nos besamos e iniciamos la despedida, sus tacto sobre mi cuerpo era gentil, suave, de un momento a otro era yo la que lo cabalgaba completamente desnuda, que increíble es soñar, era tan real que incluso detalles como verlo cerrar sus ojos con fuerza mordiéndose los labios debajo de mi me hacían sentir enamorada.
"no me quiero ir"
Y entonces el sueño cambiaba, ahora era él quien estaba sobre mí, besando mi cara, tratando de decirme que estaba bien, que todo estaría bien.
"solo dame tiempo"
Necesitaba tiempo para hacerme a la idea de no volverlo a ver, otra vez el sueño cambiaba, caminábamos sujetándonos de las manos, por un canal, un canal tan conocido para mí, el mismo por el que andaba cuando me dirigía a la escuela, pero en mis sueños él me acompañaba, estaba a mi lado, sujetando mi mano.
"espérame, quiero encontrarte"
Si quería volver a verlo, debía encontrar la forma, seguramente él sí era real, su rostro, sus manos, su forma de ser no podían ser solo idealizaciones mías, pero ¿Dónde buscar a alguien que ni siquiera conozco?
Me dio un beso en la puerta de entrada a la casa de mi papá, en mi sueño mis ojos picaban por llorar, pero él no me dejaba, era como si su propia energía no me lo permitiera, como si se adueñara de la mía para calmarla y consolarla, yo de alguna forma sabía que al cruzar la puerta ya no lo vería más en mis sueños, los dos sabíamos que el camino llegaba hasta ahí.
"pronto voy a encontrarte, iré por ti, lo prometo, tan solo espérame"
¿Qué? Fue la primera vez que lo escuche hablar, que vi su boca moverse y emitir sonidos, nunca antes había ocurrido, no mientras soñaba, tan solo escuchaba mi nombre, pero nunca él había hablado conmigo, desperté antes de que el sol saliera y no pude volver a dormir.
Habían surgido tantas preguntas y no tendrían respuesta, maldije mi suerte, al escuchar mi alarma decidí que debía levantarme, ya era hora de volver al trabajo, me arregle y me fui a la oficina, mis compañeros que ahora no debían ir, no estaban, los pasantes ya estaban en sus puestos cuando llegue, Ukio llego poco después, venia con dos vasos de una cafetería conocida, me dio uno y me dijo "a darle"
Al terminar la semana, todo salió a la perfección con el proyecto, sin ningún error, los clientes nos felicitaron y agradecieron nuestro trabajo, mis jefes estaban más que satisfechos y nos dieron un gran bono a cada quien, yo repartí el mío entre mis pasantes y yo, para que las cosas fueran justas, ellos se esforzaron tanto como cualquiera. A pesar de que llegue siempre con una sonrisa bien pintada en mis labios, me sentía decaída, estaba tan inquieta por las noches que no dormía, opte por volver a tomar pastillas para dormir y con eso deje de soñar, él ya no venía más a nuestros encuentros fuera de la realidad. ¿Cómo era posible que lo extrañara tanto?
Akane a mi oficina, ¡ahora!- dijo mi jefe asomando su cabeza por la puerta de mi oficina
¡voy! – grite sobresaltada
Dos minutos después estaba cerrando detrás de mí la puerta de la oficina de mi jefe
¿Descansaste bien?
Sí
Excelente, ¿te iras de vacaciones?
Quería preguntarle si la oferta seguía en pie, porque si es así me gustaría tomarle la palabra- antes de que mi jefe pudiera responder, golpearon a su puerta, pidiendo permiso para entrar.
Adelante- dijo mi jefe
Escuché como giraban la perilla, unos pasos que se detuvieron antes de llegar al escritorio, el olor que percibí se me hizo familiar, pero no recordaba de dónde.
Buenas tardes, lamento interrumpir, pero necesito una respuesta ya mismo, mañana salgo de viaje, es imprescindible para mí y mi compañía saber si ustedes podrán hacerse cargo del proyecto de publicidad o si debo buscar otra agencia
Señor Saotome, no interrumpe nada, justo ahora estoy con la jefa del departamento, estaba por explicarle lo que necesita
Excelente, podemos explicarle los dos
Me puse de pie, para saludar correctamente al invitado de mi jefe, apenas giré sobre mis talones, mis ojos se clavaron en los suyos, un azul electrizante me devolvió la mirada. Nadie dijo nada, el silencio reino por toda la habitación, se podría escuchar incluso el trazo de la una pluma sobre una hoja si alguien estuviera haciendo un dibujo de la escena.
¿ya se conocen? – pregunto mi jefe
¡no!- respondimos los dos al mismo tiempo, media sonrisa, ladeo sus labios
Oh permítanme presentarlos, él es Ranma Saotome, nuestro anterior cliente lo refirió con nosotros y bueno el señor tiene el tiempo contado, necesitamos explicarte su proyecto y saber si podrás hacerte cargo, señor ella es Akane Tendo jefa del área de publicidad y diseño
Mucho gusto- nuevamente dijimos los dos al mismo tiempo y ambos nos reverenciamos completamente sincronizados, mi jefe alzo una ceja, para cualquiera esto sería casi cómico.
Ranma Saotome tomo asiento a lado de mí, entre los dos comenzaron a explicarme de que iba ese nuevo proyecto, era bastante complejo, incluso podría requerir que viajáramos al extranjero, les asegure que yo podría hacerlo, mi jefe pregunto que, si quería tomar mis vacaciones antes o después, Ranma cuestiono que a donde me dirigía, no había pensado en eso y tan solo por decir algo, dije Australia, fue lo primero que se me ocurrió.
Australia era la primer cede a la que se dirigía él para empezar a maquilar su plan de expansión de su empresa. Claro con razón me vino tan pronto a la cabeza ese destino, lo acababa de escuchar.
¿de verdad? Yo ya tengo un departamento allá, este año debo estar yendo y viniendo muy seguido, si quieres con todo gusto podría llevarte en mi jet y dejarte quedar en mi departamento, así te ahorras muy buen dinero y disfrutas más de las atracciones de allá y sus restaurantes y demás cosas- decía como si nada, como si me estuviera ofreciendo un bolígrafo
No se preocupe, no podría aceptar tal ofrecimiento, es demasiado ventajoso de mi parte
Tranquila, si aceptas el proyecto, estarás viajando para allá muy seguido también, lo menos que puedo hacer es ofrecerte mi casa, si ya vas a ir de vacaciones, conócelo de una vez
Es muy amable de su parte señor Saotome, Akane no seas mal educada y piénsalo, nuestro cliente solo está siendo amable.
No necesitaba pensarlo, mi yo interior gritaba que sí, claro que sí, confiaba en él aun con los ojos cerrados, pero parecería una loca si respondía de inmediato que sí. La chica que llevaba el almuerzo para mi jefe había tocado a la puerta, como él debía llevar una dieta especial no salía a comer, pero me parecía de mala educación no dejarlo comer en paz, tomando eso como excusa.
¿Le parece bien si le respondo en un rato? Jefe disfrute su comida, al terminar el almuerzo ¿les parece bien si nos volvemos a reunir?- me puse de pie, avanzando a la puerta
Por su puesto, Saotome ¿gusta acompañarme?
No se preocupe, yo iré a otro lado, nos vemos en una hora- dijo Ranma despidiéndose de mi jefe y corriendo a la puerta para alcanzarme
Con mucha discreción veía como ya tenia medio cuerpo afuera de la oficina y seguía volteando a verme, yo ya estaba por el elevador, presionando una y otra vez los botones, las manos me sudaban, no era posible, ¿Cómo es que el chico de mis sueños se manifestaba en mi trabajo? ¿estaba soñando? No, esto no era un sueño, ninguno de los dos dejo de lanzarse miradas durante la reunión, yo no podía dejar de verlo, era exactamente igual, incluso mejor, este era de carne y hueso, una de sus manos toco la mía y pude sentir su calor, real, no solo intangible como en mis sueños, este si era real.
Las puertas del ascensor se abrieron, entre presurosa, comenzaban a cerrarse cuando su mano se interpuso, entro y apretó el botón para cerrar las puertas, ninguno de los dos decía nada, como en mis sueños, verlo de perfil era extraño, porque era exactamente igual, hasta su sonrisa burlona estaba ahí.
Esto sonara raro, me disculpo por eso, pero ¿nos conocemos? – pregunto sin verme, en realidad jugaba con sus dedos
No recuerdo haberte visto antes- dije segura- no así- eso ultimo fue más un susurro para mí
Exacto- grito, me sobresalte al escucharlo- no así, es como si te conociera de otro lado, como si ya te hubiera visto antes
¿Cómo en un sueño?
Sí, como en un sueño
Ambos sonreímos por lo ilógico o mágico del momento, esa era la primera vez que nos veíamos y aun así sentíamos que ya nos conocíamos bastante bien desde hace bastante tiempo. Almorzamos juntos desde entonces. Todos los días.
Fin
¿ oh no?
Hello volví con un nuevo fic, es algo fantaseoso, espero les guste, este es dedicado con mucho cariño para Kyao, me parece que llegue a su final, pero no estoy segura.
De todas formas ya iré escribiendo más si me llega más inspiración, de momento esto es todo, lindo día, besos.
