Los personajes no me pertenecen, yo solo los tomo prestados para jugar con ellos y divertirme escribiendo, hago esto únicamente con motivos de diversión y nada de lucro. Esta historia es un UA de Ranma ½ , tomando de inspiración mis series de Tv favoritas, espero la historia sea de su agrado y si no lo es pues no la lean. 3

Capítulo 3

AKANE

Cuando Akane era pequeña, le atraían en exceso todas las cosas que no estaban catalogadas como femeninas, su padre era un fanático de las artes marciales, tanto así que en algún momento de su vida tuvo un dojo donde daban clases a todo el que se les pusiera enfrente, a todos menos a ella. ¿La razón? Su madre pensaba que no eran actitudes de una señorita, conforme fue creciendo más discutía con su madre sobre su comportamiento, y de cómo sus actitudes causaban vergüenza a la familia Tendo.

Akane sentía mucho enojó hacia su madre ya que nunca la dejaba ser ella misma "Siéntate derecha" "arréglate el cabello" "no pelees en la escuela" "así no se debe comportar una señorita" Esas eran solo algunas de las frases que su madre le repetía constantemente, ella no lo sabía pero con cada comentario lastimaba el espíritu de su pequeña provocando una enorme rebeldía en su hija.

Un día tras un pleito con su madre Akane tuvo un arrebato y se cortó el cabello a la altura de sus orejas, su madre al verla dió el grito en el cielo al ver como su hija había acabado con su femineidad y solo atinó a darle una fuerte cachetada para después ponerse a llorar como si Akane hubiera cometido suicidio, después de mucha presión su madre convenció a su padre de que lo mejor que podían hacer para que Akane dejara atrás esos comportamientos impropios de una señorita era enviarla a estudiar a un internado solo para mujeres, donde la enseñarán a comportarse como toda una dama de la alta sociedad y así lograría ser la mujer que su madre siempre quiso y así lo hicieron la inscribieron al internado y ella vivió ahí todos sus años de secundaria.

Pasado un tiempo su madre enfermó y murió dejando a Akane sola con su padre, intentaron salir adelante pero su padre no soportaba el dolor de la pérdida de su esposa, por lo mismo quiso cambiar de aires, alejarse de esa casa que le provocaba tanto dolor mudándose a un pequeño departamento en Tokio y con esto Akane tuvo la oportunidad perfecta para dejar el internado e ir a una escuela mixta donde no debía quedarse toda la semana y por ende pasaría todas las tardes conviviendo con su padre creando una relación mucho más estrecha entre ellos. Su padre la entendía, la quería, la aceptaba, la hacía reír y por supuesto que la consentía, el muy en el fondo sabía que su esposa había exagerado en la manera de educar a su pequeña, así que él hizo un gran esfuerzo para que Akane pudiera ser quien ella quisiera cuando quisiera.

Akane había estado tanto tiempo en ese horrible internado que no había tenido la oportunidad siquiera de besar a un chico, además de que le daba miedo debido a que en el internado las otras niñas se burlaban de ella por ser tan masculina y ruda, provocando muchas inseguridades sobre su cuerpo, fue tan así que nunca supo en qué momento su cuerpo se había desarrollado hasta que le empezaron a llover pretendientes en su nueva escuela, ella estaba cansada de que pensaran que no era atractiva, los comentarios de que era fea la zumbaban todos los días en los oídos "fea", "fea", "fea", por eso cuando escuchó el mínimo cumplido hacía su persona, proveniente de la boca de un hombre, ella no pudo resistirse, quería conquistarlos a todos, tenerlos a sus pies, que le rogaran, que la desearan. No quería ser una tonta sin experiencia entonces fuera quien fuera ella aceptaba gustosa la invitación de salir a una cita, poco a poco esa inocencia que la caracterizaba se fue perdiendo, si la oportunidad de tener sexo llamaba a su puerta, ella aceptaba gustosa, le encantaba sentirse la mujer mas sexy del planeta y tener el control de cuanto hombre se le ponía enfrente y así Akane se volvió todo un icono sexual en su escuela de Tokio, pero claro que eso no duraría por siempre y la verdad es que hace unos meses su padre le dijo que no le había agradado del todo el ajetreo de Tokio, que ya estaba viejo y necesitaba vivir en un lugar más tranquilo, sin tanto alboroto, nada de vecinos molestos, así que nuevamente se mudaron a un lugar mucho más tranquilo, su nuevo hogar estaba en Nerima.

Akane terminó viviendo en una casa un poco vieja y que había estado abandonada por largos años, nada que una manita de gato no pudiera cambiar, la casa quedaba frente a una casa muy grande y lujosa de una familia que se veía que tenían mucho dinero, casa en la cual vivían una adorable y divertida chica pelirroja de ojos azules y su odioso hermano…

-o-

Las primeras semanas en Nerima para Akane habían sido duras, aún no tenía tantos amigos, tampoco había salido mucho debido a las terribles cargas de tarea que había tenido en la escuela y aunque su amiga Ranko era muy divertida no siempre estaba disponible para salir con ella. Usualmente cuando Akane se aburría trataba de explotar al máximo su hobby de escribir, a ella le fascinaba pensar que en algún momento podría convertirse en algo más que un pasatiempo, pero justo ese día no había inspiración, se tumbó decepcionada en su cama cuando en ese momento le llegó una notificación de Tinder, la abrió y era una invitación a salir con un chico que había hecho match ese mismo día "Kumon Ryu", un chico bastante alto, ojo verdes, cabello castaño rizado, buen cuerpo…

"¿No veo por qué no salir con él?"

platicaron un poco por la aplicación y finalmete quedaron de verse ese mismo día, Akane comezó a prepararse para su cita, se puso frente al espejo, probandose uno de sus conjuntos más sexys, negro con mucho encaje y un arnes sujeto a su cuello, para ella verse en ropa interior era algo que le ayudaba muchísimo para subirse el ego y no estar nerviosa en sus citas, comenzó a juguetear con su cabello imaginando si debía usar una coleta alta o mejor dejarlo suelto, "eso lo decidiría después", comenzó a rociarse su perfume favorito en todo el cuerpo para luego pasar a maquillarse, se puso una sombra de ojos duo cromática y los labios muy rosados, cuándo llegó la hora de ponerse su ropa se decidió por unas medias de red negras, botas negras, una linda falda rosa y un crop top rojo, al estar lista se dispuso a salir por la ventana de su cuarto, aprovechando la enredadera que colgaba de esta, dió un pequeño brinco, subió a su bicicleta y por fin se fue desapareciendo en la obscuridad de la noche, pero lo que no imaginó era que un par de ojos azules al otro lado de la calle fueron testigos del espectáculo que dio frente a su ventana.

Akane tristemente no logró llegar al lugar de la cita dado que se perdió al no conocer mucho la zona y ser pésima descifrando los GPS, terminó llegando a unas calles bastante oscuras y solitarias lo cual no le dio mucha confianza y además había personas que no le daban tan buena espina entonces decidió escribir a su cita para mejor cancelar.

-o-

Ryoga había tenido una cita con Ukyo, habían organizado una noche de películas, pizza y cervezas pero Ryoga no se sentía tan de buen humor, primero los comentarios que le había hecho Ranma sobre ella no le gustaban para nada y lo hacían dudar de si era buena idea iniciar un noviazgo con ella, la otra razón era que el entrenamiento en el club de artes marciales escolares donde competían con otras escuela y demás, obviamente Ranma era el capitán, lo tenía muy estresado ya que también tenía talento y era muy bueno y aún así nadie lo notaba tanto como a su amigo, él quería ser el capitán, su amigo ya había competido en otras ocasiones incluso fuera del país, no era justo, Ryoga también quería ser notado además de que si su talento se reconocía podría brindarle la oportunidad de ser candidato para muchas becas universitarias y el de verdad necesitaba una beca o de otra manera no podría continuar con sus estudios una vez que terminaran la preparatoria, era mejor que se resignara, nunca sería mejor que su mejor amigo, ¿Que podría hacer?

Él también era talentoso en las artes marciales o ¿no?

-Estas distraído… dijo Ukyo mientras se ponía a horcajadas de Ryoga y lentamente se metía el dedo índice del chico a su boca y lo chupaba suave y despacio...mmmm por que no te relajas.

-Ukyo espera, es que ahora no quiero, no estoy de humor

-deja que yo te ponga de humor, solo déjate llevar…

Ukyo comenzó a besar el cuello de chico y a acariciarle el abdomen mientras ella movía las caderas de adelante hacia atrás mientras soltaba pequeños suspiros y veía directamente a los ojos del apuesto chico, déjame que te consienta y poco a poco se levantó la blusa.

-Ukyo que tal que viene tu padre, estamos en tu casa, no sé si sea el momento.

-Qué tierno eres poniéndote nervioso pero no te preocupes, nadie vendrá, a mi padre no le importa en lo absoluto.

Y así fue como Ukyo y Ryoga volvieron oficial su relación, al parecer los deseos carnales se hicieron un poco más fuertes que las dudas e incertidumbre que el chico pudiera sentir en esos momentos, ellos continuaron disfrutando de sus sudorosos cuerpos sobre el sillón de la sala de Ukyo, entregándose el uno al otro.

Ukyo…

Ryoga…

-o-

Akane, Shino, Ranko y Yuka salieron de la escuela y se dirigieron rápidamente a sus bicicletas, pronto tomaron un desvío hacia un mirador que estaba muy cerca, Shinnosuke quería ser fotógrafo y Yuka deseaba ser modelo profesional, así que siempre buscaban lugares para tomarse fotos ayudándose mutuamente y pues mientras más personas los acompañaran a su shooting pues mucho mejor así podrían pasar un rato divertido con su amigos mientras ellos hacían lo suyo. Akane y Ranko platicaban y reían amenamente mientras disfrutaban de la vista, a Akane le pareció que Ranko intentaba decirle algo importante pues no dejaba de verla de una manera muy intensa, pero cuando le pregunto a su amiga ella negó con la cabeza y aseguró que todo era efecto de la marihuana que habían fumado momentos antes. Un clic y un flash las sacó de su conversación, voltearon y era Shino tomandoles fotos

-¿Puedo tomarles fotos a ustedes también?

Las dos son muy lindas, creo que saldrían muy bien…

-Si, claro-dijo Akane levantándose rápidamente del pasto, tú solo dime qué hacer.

Estuvieron toda la tarde posando para él, en varias de ellas Akane lucia endemoniadamente bien, al parecer le resultó muy fácil posar, en algunas salía de espalda otras mirando a la cámara, varias fotos riendo con Ranko, otras fotos era de ellas junto a Yuka tiradas en el pasto, otras abrazadas, cuando Shino les dio una dirección un tanto inusual…

-Tengo una idea para las fotos pero si no se sienten cómodas no hay problema no las hagamos-dijo Shinno

-Sabes que yo hago lo que me pidas Shino-dijo Ranko acercándose a su amigo dándole un sensual beso francés, lo cual desconcertó un poco a Akane pero no dijo nada, Shinno le susurro algo al oído y Ranko se desabrochó un poco la blusa y Shino no paro de tomarle fotos.

-No esperarás que yo haga lo mismo o sí?

-No tranquila aquí dejamos que cada quién actúe y haga lo que sienta.

-Vamos Akane soy yo Ranko, siéntete en confianza, después Ranko se le colgó del cuello a Akane mientras Shino tomaba la fotografía, Yuka solo observaba y fumaba de un inmenso porro.

-Oh por Dios, la última fotografía salió increíble.

-Oh Akane lo siento, pero es que las mejores fotos son las que no se planean, Ranko le guiño el ojo a su amiga mientras le mostraba la foto.

-jajaja Ay Ranko, tienes razón, parecemos modelos reales.

-Vaya en esta foto incluso parece que son pareja- dijo Yuka riendo.

El grupo de amigos salió a toda velocidad en dirección a casa de Ranko, querían pasar las fotos a la computadora e imprimir algunas, prendieron otro porro como de costumbre y pasaron una tarde de lo más agradable, Akane le pidió a Shino que la dejara llevarse una que otra foto que le habían gustado, su amigo no tuvo ningún problema en regalarle una que otra foto, después de esto Akane salió de vuelta a su casa, cuando estaba a punto de cruzar la calle un imbécil en un auto deportivo por poco la atropella, provocando que Akane regresará unos pasos y cayera al suelo tirando sus cosas, levantó la vista y vio a un par de ojos azules que la miraban con desprecio y una risa burlona de oreja a oreja.

-Vaya nunca te fijas por donde vas?

Akane se molesto por el comentario del odioso hermano de Ranko se levantó lo más rápido que pudo, recogió sus cosas que estaban regadas en la banqueta y se fue a su casa sin mirar atrás, echando humo por las orejas.

¿Pero quién se creía ese tonto aventandole el carro de esa manera?

"Ranma, ¿por qué eres tan idiota?"

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Hola muchas gracias a todos por sus comentarios, me da gusto que les este gustando la historia muy pronto las cosas irán agarrando más forma, poniéndose más intensas y ya veremos si las teorías que están creando en su cabeza son las correctas o no.