Scorpius era un niño encantador, algo tímido, pero eso no impedía que pudiera conocer gente o que no pudiera hablarle a alguien. Así que cuando llegó a la casa con un folleto sobre un campamento de verano, Draco aceptó a que fuera. Ahora tenía solo un problema, él estaba ahí en medio de su sala sin nada que hacer.
Decidió que lo mejor era salir de la casa y comprar ls víveres que faltaban. No podía seguir alimentando a su hijo con comida rápida. Así que lo mejor era llenar la alacena y el refrigerador.
Draco llevaba una lista de las cosas que debía comprar, leche, huevos, harina, jamón, queso, pollo, verduras, frutas... Pero como ya debería saber nada de lo que planea se hace o bien la vida solo le da cosas inesperadas, así que el que estuviera frente a la sección de juguetes era algo que no había planeado y eso podría ser solo el preámbulo a algo a lo que no estaba preparado.
Había terminado en una jugueteria viendo algunos juguetes que podría enviarle a su pequeña sobrina, aunque no estaba muy seguro. Daphne no había visto con buenos ojos la decisión de Astoria de casarse con Draco en un inicio, después se enojo cuando decidieron irse a Francia a vivir, lo había visto como una declaración de guerra. Si bien,des pues de un tiempo empezaron a llevarse bien y mantener el contacto a pesar de la distancia. Con la muerte de Astoria este contacto empezó a ser más esporádico entre ellos. Pensó que eso también le había pasado con varios de sus antiguos amigos de Hogwarts, s e habían alejado por una u otra razón. Draco no era muy bueno para mantener relaciones. Así que quizás está era una buena oportunidad para restablecer la amistad. Sabía de sobre que Daphne y Theo amaban a Scorpius y Scorpius extrañaba a sus primas y tíos. Incluso el mismo Drcao no podía negar que amaba a sus sobrinas.
De repente un grito y un golpe a sus piernas lo sacaron de sus pensamientos. Cuando volteo a ver que fue lo que ocurrió. Vio a una criatura con el cabello rojo, lacio y mal peinado que se sobaba la nariz, supuso que por el golpe.
- Mierda, duele
Draco hizo una mueca al escuchar maldecir a la niña y la observó con mayor detenimiento, llevaba un pantalón de mezclilla y una playera blanca.
-Lily, que te dije de salir corriendo- escuchó a una mujer decir. Otro mierda se dejó escapar de la niña, Lily al parecer. La niña al fin lo miró. - ¡Lily! Señor lo sien...
La frase murió ahí. Draco observó a la mujer frente a él, no estaba preparado para toparse con esa mujer en esa tienda específicamente.
