Fred supo que Draco sabía. Cuando cruzó mirada con él y lo vio furioso. Fred sólo sonrió. Le dio esa sonrisa matadora que lo sacaba de cualquier apuro. No sirvió mucho. No con Draco. Lo vio tomar camino y antes que pudiera adelantarse el rubio se despidió de su equipo y les prometió verlos en la torre para festejar. Tomó la escoba y se fue lo más rápido a la casita. Por suerte el enojo de Draco parecía haberle hecho olvidar que sabía volar.
- Si esto es una broma Weasley puedes ir metiéndote la bludger por donde no te da el sol.
- Un hola antes ¿no, mon chéri ?-la mirada de Draco lo hizo dejar de sonreír y tomar esto más seriamente - no es mi estilo para bromas. Va en serio.
- Golpeaste a tirarme. Eres un Gryffindor. Un Weasley. Tu hermano me odia, lo odio. Odio a tu familia. Te odio. - la voz de Draco se iba descomponiendo cada vez más. Fred sólo lo abrazo.
-Puedes odiar a mi hermano todo lo que quieras, pero no a mi. Draco, se quien eres y yo quise, quiero y empecé con esto porque me dio la gana. No hubieras caído, pudiste hacer una maniobra para salvarte y si no, no te hubiera dejado caer. Nunca lo haría. No te lastimaré, mientras tú no me lastimes. Te prometo mi fidelidad.
Draco sabía que ese chico no le mentía. Sabía que desde el principio él conocía su identidad y tenía razón: él comenzó con todo.
- No es tu estilo de broma, demasiado trabajo para ti. Mucho tiempo.
- Parece que conoces mi trabajo
- No es lo mejor, pero es... decente
- ¿Y? A todo esto ¿Cómo sabes donde no me da el sol, Malfoy?
- Pendejo
- Esa lengua, ¿seguro que tu educación te permite decir eso? - Draco se río, se retiro un poco para mostrale el dedo medio y volvió al abrazo. - por cierto si tú me metes la bludger no me quejo, mon amour.
- Pervertido
Después de un momento de silencio ambos se separaron. Draco sacó de su bolsillo una cajita que agrando y se la tendió a Fred. Dentro venía una nota y unos trufas rellenas de frambuesa. Fred sonrió agradecido y coquetería.
- ¿Sabías que iba a ganar?
- Ni sabía que eras tú, idiota- ambos sabían a que se refería la pregunta. Draco tomó la mano de Fred y se encaminó al árbol. Fred entendió y se adelantó un poco para sentarse recargándose en el árbol y acomodó a Draco entre sus piernas. Volvieron a abrazarse - Quería ganar. He entrenado duro. ¡Me gané mi puesto! - Fred le susurro que lo sabía- Quería demostrarle a los estúpidos Gry... A todos que sé jugar. Quizás no soy muy legal, ni mi fama y ni mi forma de juego. Pero lo gane. Me gusta. - Fred, supo a quien se refería. Sabía lo que habían dicho sus compañeros- Pero hablamos de Potter. Tiene una suerte y un maldito don para ganar. Había preparado una nota por si ganaba, pero era casi imposible. Sabía que no iba a ganar, pero en el fondo quería hacerlo. Yo...
- Draco. Sé que amas jugar, te he visto jugar. Las fotos - Draco asintió-has practicado con el equipo desde el año pasado, eres bueno. No tienes que demostrarle nada a nadie. Si ellos no quieren verlo, que les den. Tú sabes la verdad. Pero te conozco y si quieres presumir y demostrar lo que quieras, adelante. No te voy a detener. Además no puedes odiarme por tener la suerte del maldito don Harryesco de ganar.
Ambos rieron, con ello. Fred aceptaba a Draco. Lo aceptaba con su mala personalidad. Con su manías y odios. Y Draco aceptaba a Fred. Con todo y su retorcido humor, con sus malos hábitos. Draco sabía que le entregaría a ese ser humano todo sin dudar.
- Dijiste que así sabía mejor la victoria, pense que podría hacer menos amarga mi derrota.
- Entonces no hay que desperdiciar nada. Además puedes decir que estamos cebrando mi victoria.
- Es la victoria de Potter, tú sólo estabas ahí. Además no creo que celebrarte sea lo mejor para tu ego.
- Hablo Draco Ego Malfoy. Debe ser cierto entonces.
- Aprendes rápido, mon chéri idiot
- Claro, mon chéri maître.
Teminaron los chocolates y se quedaron un poco más de tiempo sin decirse nada, viendo el paisaje.
