La batalla comenzó. Draco perdió de vista a Fred. ¿Dónde estaba? ¿Cómo esperaba que lo protegiera si no podía siquiera verlo? Estaba desesperado, quería encontrarlo. Se sentía perdido.
Los hechizos volaban por doquier, no sabía ni quién ni a quien los lanzaba. No le importaba, quería encontrar a Draco. Había escuchado a Ron reclamarle a Harry el salvarlo del fuego maldito. Pero ¿qué había pasado? Por fin lo vio. Corrió a él.
- Draco
- Fred, yo, Fred te extraño.
- Estoy aquí - se abrazoron - ¿Qué pasó?
- Vincent, él empezó el fuego. No pude detenerlo. Gregory, él casi muere. Yo, si no fuera por Potter habríamos muerto.
- Draco, lo importante es que estás aquí. Estás aquí y vas a sobrevivir. Eres un sobreviviente. Por favor no dejes que te mate. Júrame que vas a vivir.
- Tú también vas a vivir - parecía angustiado. Fred le sonrió. ¿Esa era una despedida?
- Draco, me hiciste feliz, soy feliz al estar a tu lado, conocerte ha sido lo mejor. No me arrepiento de nada. Quizás solo de haberte empujado a quedarte y no huir juntos. Pero quiero que seas feliz, necesito que vivas para que seas feliz y sonrías. Quiero que el mundo vea tu sonrisa.
- ¿Fred? Por favor, - sollozó - tú también vas a vivir. Tendrás tu negocio de bromas y harás feliz al mundo con ello. Tú serás feliz. Por favor
- Si, si sobrevivimos vamos a viajar por el mundo. ¿Te parece?
- Claro. Te llevaré a recorrer el mundo.
Se besaron. Si ese era el último beso lo recordaría siempre. El miedo se instaló en su corazón. Ambos se vieron una última vez y se volvieron a besar. Regresaron a la batalla.
Era un caos. El olor a muerte estaba en todos lados. Un grito a lo lejos llamó su atención.
-¡No! ¡Fred!
No era cierto, quiso acercarse, quiso correr, gritar o algo. Se quedó inmóvil. 'No ha pasado nada malo, no ha pasado nada malo', se repitió en su mente, 'Fred sigue vivo, Fred sigue vivo' . La guerra aún no acababa. Sabía que la muerte era algo esperable, pero no Fred, él debía vivir.
Silencio. Voldemort cayó. Lo pudo sentir. Su marca se desvaneció, no se borro, seguía ahí siendo un recordatorio de todo. Pero al menos no estaba tan visible como hace unos minutos. Miró a su alrededor. No sabía quién buscar. A sus padres, a Fred. Quería saber si sus seres queridos estaban bien. Vio un manchon rojo a lo lejos. Se acercó un poco.
- ¡Fue culpa de los Mortifagos. Fue tú culpa. Fue culpa tuya, Malfoy!
Alguien lo vio cuando estaba acercándose. No supo quien fue. Ni le importaba, ahí en los brazos de Molly estaba el cuerpo inerte de Fred. Se fue. Corrió. Lloró. No sabía a dónde ir. Se sentía horrible. Él era el culpable de todo.
- Ellos no lograron la tomar este lugar. Su cariño y amor protegió esto. Draco, lo siento mucho. Fred me contó un poco de esto. Siento haber invadido su lugar. Él siempre estará aquí. En tus recuerdos, en tu corazón.
- ¿Luna?
Lloro en su hombro. Se aferro a la luz que era Luna. La había hecho en la mansión. Lo hacía ahora. No importaba nada. Solo quería dejarse ir.
Después de la guerra, encontró a sus padres. Se fueron a casa y esperaron su juicio. Su terminaba en Azkaban no le importaba, lo aceptaría. Nada podría ser peor que haber vivido junto a Voldmeort. Su corazón ya estaba roto, que muriera en una celda fría era lo de menos.
- Draco Malfoy es absuelto.
Nunca supo cómo pasó. Harry declaró a su favor. Supuso eso fue lo que lo salvo. Le estaba agradecido. Después de los juicios no lo vio. Se fue directo a su casa. Pasaría un año de arresto domiciliario, le permitieron acabar sus estudios pero lo haría desde las ruinas de su mansión.
Un año después, en cuanto pudo preparo maletas para irse de ese lugar. Empaco pocas cosas. Entre ellas el cuaderno encantado.
Antes de irse decidió despedirse y pedir perdón algunas personas. Fue con el señor Ollivander, con Dean y con Luna. No le fue mal. Pensó ir con los Weasley, pero no se sintió con el derecho ni con la fuerza para aparecer ante ellos. Escribió unas cartas y decidió despedirse de Potter en persona.
- No. No quiero saberlo.
Quizas lo esperaba, lo entendía y lo aceptaba. No era lo que quería peor al menos se iría con menos culpa. Se dirigió al cementerio, dejó unas flores y unos chocolates rellenos de frambuesa.
Mando algunas cartas y se fue de Inglaterra.