Y OBITONTO COMIÓ DE ESA FRUTA… 3

3- Esto ya es imparable...

Kakashi se puso duro bajo esa estimulación, él mismo estaba meciendo sus caderas contra ese fuerte cuerpo que tenía encima buscando estimularle... Y consiguiéndolo con facilidad. Obito era su punto débil y sabía que teclas tocar para hacerle reaccionar.

Obito llevó una de sus manos a agarrar la base de ese duro pene y levantando un poco la cadera lo colocó en su entrada... Miró a su pareja con deseo y travesura, y aunque le vio negar con alarma en sus ojos, solo le sonrió más...

–Espera... No pued...–Intentó avisar el Hatake.

... Y se dejó caer haciendo que el grosor del peligris invadiera su apretada entrada.

–¡Aargh! –Gimió adolorido mientras apretaba sus manos en puños y cerraba los ojos. Eso había dolido mucho.

Enseguida Kakashi se sentó abrazándole, sin romper la unión entre sus cuerpos, tampoco podría porque el Uchiha le estaba apretando el miembro horrores.

–Tonto impulsivo... ¿No podías esperar y hacerlo lentamente? –Besó su rostro y acarició su espalda, buscando que se calmara. –Sht, relájate… Respira Obito.

Intentó consolar a su pareja que temblaba un poco entre sus brazos. Él como pasivo, y también como ávido lector de pornografía, sabía lo dolorosa que podía ser esa invasión sino te preparaban bien y relajaban tus músculos anales.

–Esto duele...

–Mira que sabes que yo tenía, o tu mismo tenías, que prepararte antes, tonto. Si tu siempre me estimulas con juegos previos y usas tu lengua y dedos para aflojar mi entrada antes de penetrarme... Y ahora haces esta estupidez.

–Es que... ¡Es que lo necesito! –Se meció un poco jadeando por la necesidad que sentía.

–¡Obito! –Alarmado le sujetó por las caderas para parar todo movimiento –Detente... No tengas prisa.

–¡No! No quiero parar... Ya estoy bien –Mientras le sujetaba el rostro a Kakashi y le besaba, meciendo sus apresadas caderas todo lo que su pareja le permitía –Por favor...

¿Obito suplicando? Estaba muy extraño... Todo era muy raro, empezando por ese lubricante que había sentido que el azabache segregaba y que notaba en sus muslos saliendo de la entrada del otro hombre, también olía un poco a sangre, señal de que ese cabezota impulsivo se había causado un desgarro anal.

–Obito te he hecho daño, tendríamos que detenernos y si otro día quieres ser el pasivo... Lo haremos con calma. ¿De acuerdo?

–¡No! ¡Lo quiero ahora Bakakashi! –Su tono autoritario no admitía palabra en contra.

Pero Kakashi no era uno de los ninjas bajo el mando del Uchiha, era su pareja y no temía llevarle la contraria, ni discutir y pelear con el terco pelinegro.

Su intento fue en vano... Kakashi se vio atado a cada dosel de la cama y, también amordazado por unas ramas que usó su dominante pareja. Maldito el día que esa momia de Madara unió células de Hashirama con su Uchiha. En realidad no pensaba eso, pues gracias a esas células Obito estaba vivo y sanaba a un ritmo increíble de las heridas... Lo que le convertía en un "intrépido héroe" en las difíciles misiones anbu, según el Uchiha claro; él creía que era un descerebrado impulsivo.

La cuestión era que si le preguntaban ahora mismo... Bueno, quizás estaría enojado porque llevara esas células en un 50%... La otra mitad de él, la menos sensata (vamos la que usaba su cabeza inferior para pensar, o sea su pene) se sentía demasiado excitado como para estar en contra de ser atado y usado de esa forma por un dominante, aunque con rol pasivo, Obito... ¿He recalcado ya que era un ávido lector de pornografía de todo tipo? Vamos que estaba muy cachondo con la situación, una fantasía hecha realidad. Eso si no pensaba con su parte racional que veía que al azabache le ocurría algo grave, o que podría ser grave sino era tratado y analizado cuanto antes en el hospital de Konoha por un especialista.

–Mmmmm mmmm mmm – ¿Se estaba quejando o esos eran gemidos? Ni él mismo se aclaraba.

–Sabes que me excita que estés a mi merced... –Se inclinó y mordisqueó la nuez de adán del peligris. –Ahora cállate y déjame usarte. Te dejaré seco cariño.

Y le guiñó ese ojo tan oscuro y que brillaba con lujuria, antes de empezar a cabalgarlo con unos movimientos tan sexis, tan llenos de lujuria, fuerza, elasticidad...

Era lo más malditamente excitante que había contemplado en la vida y por eso el sharingan brillaba observando todo lo que hacía su pelinegra pareja sin perderse ni el más pequeño y minúsculo detalle.

–Mmmm...– Traducción: "Oh siiii...".

Esa era una visión sublime... Obito era tan excitante... Si, definitivamente todos esos "mmm" que salían de su boca eran gemidos y jadeos de su parte. Lo que tuviera el Uchiha, lo que le estuviera aquejando para que actuara así de necesitado y caliente, podía esperar a mañana... Total seguro que las células de Hashirama evitaban que le ocurriera algo malo... Esperaba que fuera así, necesitaba creer que sería así... Cruzaría los dedos si pudiera, pero su traviesa pareja le había atado, y muy bien atado, todo sea dicho. La verdad es que ahora mismo era incapaz de pensar en nada más que en Obito subiendo y bajando por su dura polla y, como esos extraños fluidos que estaba produciendo, dejaban la piel de su miembro brillante y muy mojada, antes de volver a ser engullido por esa golosa entrada apretada. Esa visión era demasiado, estaba seguro que sino estuviera acostumbrado ahora mismo tendría una hemorragia nasal, y es que ver su pene desaparecer dentro del Uchiha y al ocurrir esto ir notando la presión de esa musculatura anal, le provocaba un gran placer, una enorme excitación y le hacía ponerse aun más duro si eso era posible.

Obito montó a su pareja en varios ritmos para desesperarle, llevarle hasta el límite, sentir como se tensaba bajo su cuerpo y como intentaba levantar su cadera, como jadeaba entrecortado por culpa de esa mordaza en su boca. Le excitaba mucho verle tan a su merced, saberse con el control aunque fuera él, el que tenía enterrado en su caliente interior el miembro del Hatake. Rodó las caderas y se friccionó de delante hacia atrás, encontrando como de esa forma su próstata era presionada de forma continuada, entreabrió la boca mientras cerraba los ojos y gimió roncamente. Siguió haciendo ese movimiento, a la vez que subía y bajaba las caderas de forma rápida y muy leve hasta que llegó a un intenso orgasmo. Su pene liberando su esencia encima de los marcados abdominales de Kakashi, pero no se detuvo hasta que no sintió como el semen del peligris inundaba su muy mojado interior. Suspiró satisfecho y se dejó caer encima del cuerpo del otro, la mordaza retrocedió al hacer retraerse la rama y así le pudo besar, y de paso le daba descanso a la mandíbula del Hatake.

Kakashi le devolvió los besos y tras varios segundos sin que el Uchiha hiciera nada más por liberarle, le preguntó, sin apartar los labios de la piel del cuello de su terca pareja.

–¿No piensas desatarme, Bobito?– Su azabache negó mientras sonreía, también besándole, en su caso en su hombro y subiendo hasta su cara– ¿Y eso?

–Aun no he terminado contigo, Bakakashi. Te he dicho que te dejaría seco... Y lo pienso cumplir.

Esas palabras lejos de asustarle o crearle problema, le excitaron.

–¿Y por eso no me piensas desatar? Porque no estoy en contra de que me uses hasta que ninguno de los dos podamos más...– Alguna otra vez lo habían hecho, siendo él el que terminaba desmayado tras tantas veces que Obito le hacía el amor.

–Por ahora me gustas más atado...– Y le sonrió con ese descaro que poseía, esa sonrisa como si nunca hubiera roto un plato cuando todos sabían que no era cierto, que Obito Uchiha había roto toda la vajilla.

Y tras esas palabras, le besó, un simple toque de labios antes de volver a mover su cadera hacia su cuerpo mientras profundizaba el beso. Con esa estimulación suave y constante su polla no tardó en endurecerse en ese mojado interior que le presionaba de forma intermitente al jugar el azabache con sus músculos anales para estimularle. Jadeó sin reprimirse y mordió sin poder controlarse.

–¿Te gusta? Esto me lo haces tu a mi y me encanta, he pensado que te gustaría sentir su efecto cuando eres tu el que lo recibe.– Susurró entre suspiros el Uchiha sin dejar de hacer eso.

–Si... Me gusta... No pares, cariño.– Jadeó.

Y Obito obedeció, pues si... A veces era capaz de seguir órdenes, sobretodo cuando estas concordaban con su plan. Y además de apretar su musculatura interna empezó a mover su cadera a un ritmo rápido y constante, el chapoteo acompañando cada estocada.

–Más... Más despacio... Vas a hacer que me corra si sigues así.– Gimiendo ante cada estimulo placentero.

Pero esta vez el Uchiha no le hizo caso y continuó con ese vertiginoso ritmo y esa presión en su sensible pene hasta que llegó y liberó su semilla de nuevo en ese interior mientras soltaba un gemido de satisfacción. El Uchiha se incorporó, pues hasta ahora había estado besándole, chupándole y mordiéndole mientras movía la cadera contra su pelvis con ese rápido ritmo; no dejó que su pene abandonara su mojado interior y empezó a masturbarse sin dejar de observarle con descaro hasta que un nuevo chorro de semen salió y le embadurnó los abdominales, acompañando la corrida anterior en esa misma zona.

–Espero que te recuperes pronto... –Y volvió a mecerse con suavidad.

–Obito... Ah, ah... Suave, esta sensible y duele si eres tan brusco.– Pero todo y eso, lo sentía muy bueno.

¡Maldito Uchiha! Realmente quería agotarle y dejarle seco. Era un insaciable y padecía de hipersexualidad (la mayoría de las veces), aunque él era igual no se iba a engañar, solo que tenía más control o lo hacía ver, porque vamos que se pasaba el día leyendo porno malo escrito por Jiraiya. Y ahora ahí estaba la prueba, estaba duro como un tronco, dispuesto para que Obito volviera a hacerle llegar a un nuevo orgasmo. Y en eso estaba, disfrutando del nuevo movimiento iniciado por su pareja cuando este se detuvo y lo vio levantarse un poco liberando su pene. Iba a quejarse hasta que vio el pequeño hilillo de semen suyo salir de esa enrojecida entrada. Su pene pulsó ante tan sugerente imagen. Le encantaba. Y aun le gustó más cuando el Uchiha maniobró su cuerpo y le dio la espalda, mostrándole una visión perfecta de esas redondas y firmes mejillas de su culo y esa espalda tan fibrosa que poseía, con fuertes músculos a cada lado de su columna vertebral. Y la vista mejoró cuando poco a poco la entrada de Obito volvió a acoger su pulsante polla. Y Obito volvió a iniciar el movimiento cabalgando su pene y haciendo que volviera a correrse.

En la siguiente vez se tumbó encima de su cuerpo, su espalda contra su pecho y volvió a ordeñar su miembro hasta que alcanzó el clímax.

Y así estuvieron durante horas y horas, la luz se coló al fin por su ventana y ambos cayeron agotados, él antes que el Uchiha que parecía poseído por esa fuerza sexual arrolladora.

Y cuando despertó, ante los insistentes toques en su puerta, ya estaba desatado de cualquier ligadura creada por su pareja con ramas que controlaba.

Fue para levantarse y gimió algo adolorido ante el movimiento de balanceo de su pene contra sus muslos. Estaba tan escocido y tan rozado. Colocarse la ropa interior fue un suplicio pero tenía que hacerlo, por suerte los pantalones del uniforme ninja eran anchos y no presionaban de más en su pobre zona intima, además que eso ya lo hacían los malditos calzoncillos... Pero si se los quitaba y dejaba que su pene y testículos fueran por libre aun sería peor. Caminó hacía la puerta con las piernas arqueadas, intentando que ninguna parte de sus muslos tocase mínimamente sus partes afectadas.

–Ya voy... Ya voy...– Rezongó. Y por fin llegó a la puerta y abrió.– Itachi...

–Kakashi-taichou, venía a despertarles pues es algo tarde y ya han a servido el desayuno. Les he conseguido traer esto para que lo compartan.– Le entregó un recipiente con comida.– Y también esto, creo que puede serles útil. Les espero abajo, capitán.

Cuando cerró la puerta y volvió a la cama, vio que Itachi le había dado una pomada calmante y regeneradora a base de Aloe-vera, enrojeció. Itachi les había oído...

"Pues claro que les había oído, estaban puerta con puerta y las paredes en esos sitios solían ser finitas."

–¡Mierda!

–¿Ka-Kakashi?– Obito abrió los ojos y se los frotó soñoliento.

–Tenemos que irnos. Volver a Konoha. Itachi nos ha traído el desayuno.– Mientras se había bajado los pantalones y la ropa interior, con mucho cuidado, y estaba aplicándose la pomada.

–¿Qué haces?– Obito tenía una ceja levantada y una sonrisa de burla bailaba en sus labios.

–¿Tu que crees? Me dejaste el pene en carne viva, bestia.

–¿En serio? ¡JAJAJAJAJAJA!– Intentó incorporarse y...– ¡Au! Duele, duele, duele

Obito se quejaba con lágrimas en los ojos mientras llevaba su mano hacia la retaguardia, o sea a sus nalgas.

–Eso por reírte...– Ahora era su turno para burlarse, sobretodo porque la crema le había dado cierto alivio.

–No te rías y ayúdame.

Resulta que tenía el ojete rojo y también muy irritado de tanto sexo. Al final el Hatake tuvo que ponerle cremita en su ano. Y si, también le alivio bastante... Vamos al menos lo suficiente para incorporarse y caminar algo encorvado, al menos al principio pues enseguida las células de Hashirama hicieron su magia y Obito ya quedó como nuevo. Le miró y liberó un ligero gruñido pues él aun caminaba algo abierto de piernas, en cambio el muy capullo de su pareja se estaba pavoneando y burlando de que él estaba en perfectas condiciones.

Y así, el grupo de tres pudo volver a su aldea, con un Kakashi escocido que caminaba raro pero caminaba, que ya era mucho tras la fiesta nocturna que se pegaron con su pareja. Un azabache divertido pues una vez más demostraba que él era superior a Bakakashi, si la rivalidad no moría por mucho que se amasen. Y un Itachi divertido por esos dos superiores y algo muerto de sueño, también culpa de esos dos, que no le dejaron dormir en toda la noche por culpa de sus juegos sexuales nocturnos... No sabía como no terminaba traumado al estar junto a esos dos, si fuera otro tipo de persona seguro que ya habría abandonado anbu.

–Obito-taichou, no debería reírse de Kakashi-taichou, él no posee sus mismas características para sanar. Además fue su culpa que él este algo indispuesto.– Y sonrió de forma inocente.

–Itachi-san, siento las molestias que te hayamos podido causar esta noche... Bueno, mejor en toda la misión– Porque también había aguantado sus peleas, sus bromas sexuales, sus roces... Se merecía un monumento ese chico.– Hablaré con el Hokage para que te de unas merecidas vacaciones.

–No es necesario, Kakashi-san. De verdad... Y no se preocupe, tampoco tenía mucho sueño.– En realidad si lo tenía, pero no quería hacer sentir mal a su capitán.

–¿Que dices de que somos molestias? Nosotros le enseñamos para que después lo pueda aplicar con Shisui, o... ¿Sería mejor decir que se lo cuentas a Shisui para que él te lo haga a ti?– Obito empezó a picarle las costillas al otro Uchiha con el codo de forma suave– ¡Eh, eh...! Venga no seas tímido.

Y el pobre Itachi enrojeció... Pues eso era verdad, o más o menos.

–¡Obito! No todos los Uchiha son unos pervertidos como tú...– Y fue por golpearle en la nuca, un capón en toda regla... Que atravesó a su pareja como si nada mientras este reía con diversión– A veces odio tu técnica, Obitonto.

–No digas bobadas. Primero los Uchihas somos unos pervertidos, la diferencia es que yo lo reconozco abiertamente y los demás van de modositos, así para disimular.– Itachi aquí volvió a enrojecer mientras desviaba la mirada– Y segundo, disfrutas mi habilidad como esa vez que...

Y ahí iban otra vez con sus piques sexuales y sus historias subidas de tono. Todo el camino a la villa fue así, al llegar se despidieron de Itachi agradeciéndole su buen trabajo.

–En realidad tendría que agradecernos él a nosotros... Porque ahora tiene mucho a practicar con Shisui, ¿Eh? ¿Eh?– Empezó a picar al Uchiha más joven, a lo que Itachi había reído en circunstancias mientras enrojecía.

–Discúlpale, Itachi... Una roca se le cayó en la cabeza y lo dejó medio tonto.– Mientras se llevaba a su pareja a rastras.

–¿Cómo te atreves Bakakashi? ¡Maldito! Esa roca de la que hablas me cayó por salvarte a ti, desagradecido.– Y aunque se iban alejando cada vez más, Itachi seguía oyendo los gritos de su "pariente", como le gustaba hacerse llamar a Obito.

...

–Tendríamos que ir al hospital– Le comentó a su pareja al llegar a su hogar y deshacerse de armamento, uniforme y cosas varias.
Estaba preocupado por lo que le ocurrió anoche a Obito, aunque lo disfrutó muchísimo.
–Estoy bien, ya sabes que no necesito ir a hospitales.– Mientras se estiraba y le sonreía despreocupado.
Y tan terco como era su Uchiha fue imposible convencerle. Y eso que estuvo batallando con él durante horas y horas. Pero nada, él era astuto y podía convencer a otros, pero el azabache era el rey de la tozudez y no hubo manera.

Eso si, estuvo observándole minuciosamente durante un par de días para asegurarse de que estaba bien y... Nada. Todo había vuelto a la normalidad, Obito seguía entrenando fuerte, seguía teniendo un vicio malsano por los dulces, seguía atacándole cada noche para follar... Y si, él volvía a ser el pasivo, no se quejó pues su pene seguía algo adolorido esos primeros días y aun le quedaban zonas con fuertes rozaduras, además que le gustaba como le daba placer el azabache.

Pero, y siempre hay un pero… Su pareja comenzó a tener ciertas actitudes que le dejaron algo confundido, eso le ocurrió meses después por eso.

Un par de mañanas vomitó justo al despertarse de la cama. Si, en cuanto abrió el ojo y se incorporó, lo vio abrir su mirada alarmado, llevarse la mano a la boca y saltar de la cama hacia el baño. Era tanta su urgencia que en uno de esos días, ni buscó la puerta, simplemente atravesó la pared para estar ya en el lavabo.

Que un día que le sucediera tuvo pase... Dos bueno, pero cuando eso se repitió una semana... Ahí ya se preocupó en serio.

Y al fin pudo convencerlo de ir juntos al hospital... Mediante su mejor táctica para engañarle, usando su mejor soborno: sexo y dulces; las dos golosinas favoritas del Uchiha. Fue como al final terminaron en la sala médica.

Un reconocimiento, análisis de sangre, ojos abiertos al máximo por parte del médico, fruncimiento de cejas, frotarse los ojos, volver a leer los diferentes resultados, salir de la sala, volver con un compañero de profesión que pasó por las mismas fases, volver a salir para buscar otro compañero... Repetir pruebas otra vez pues según los doctores los resultados estaban errados... Volver a repetirlas una tercera vez diciendo que esta vez debían ser los de otro paciente. Pedirles que volvieran de aquí unos días alegando que las máquinas estaban rotas pues los resultados no eran viables...

Al final llamaron a la mejor ninja médico del mundo shinobi, Tsunade Senju, porque no había manera de saber que le pasaba al joven Uchiha.

Y cuando esta fue a la aldea, revisó las más de veinte pruebas que le hicieron a Uchiha Obito. Rompió todos los resultados y mandó llamar a la pareja... Para volver a hacer las mismas pruebas, pero haciéndolas ella personalmente.

–¿Es en serio? Me habéis sacado tanta sangre que me vais a dejar seco... Por no hablar de lo de mear en un bote y solo os ha faltado pedirme que os de una muestra de esperma. –Girándose hacia su pareja –Esto es una tontería y una pérdida de tiempo... ¡Me largo!

–Añado otra bolsa de tus chucherías favoritas y otros dos botes de galleta y te compraré tu pastel favorito.– Lo sobornó con voz monótona mientras seguía leyendo su librito, aunque en realidad estaba muy atento a todo a su alrededor. Especialmente a la cara concentrada y taciturna de la rubia, que intercambiaba opiniones susurrantes con otros médicos especialistas en algo, según parecía... Aunque no tenía claro en que era ese algo.

–Mmmm... ¿Y lo otro?

Kakashi enrojeció y asintió. Sabía que Obito le hablaba de ese jueguecito sexual que quería hacerle. Por suerte su pareja no había gritado lo que era ese "lo otro", había sido muy discreto esa vez. Obito sonrió grandemente por su victoria y se dispuso a ser bueno, unos minutos más.

Kakashi al ver su gesto torció la cara y rodó los ojos. "Maldito Uchiha manipulador" y encima parecía ajeno a todo eso que estaba sucediendo, cuando era su salud la que estaba en juego. Él en cambio estaba preocupado por su azabache pareja.

El golpe de la sannin contra la mesa logró hacer saltar a Obito un poco, él pudo disimular que le sorprendió el fuerte movimiento que no se esperaba. Por respeto guardó su librito, sino ya se imaginaba lo que Tsunade le podría hacer...

–Eso de las chuches, las galletas y el pastel... Olvidaos.

–Pe-pero...

–Desde ya están prohibidos. –Hizo callar al caprichoso Uchiha. Minato y, sobretodo Kushina los tenían demasiado mimados a sus alumnos, sobretodo al pelinegro.

Kakashi se dispuso a intervenir antes de que su pareja dijera algo que hiciera cabrear a la irascible mujer, sobretodo al verle ese puchero y esas cejas fruncidas en inconformidad. Obito no soportaba que alguien le prohibiera hacer algo, sobretodo si ese algo era relacionado con los dulces... El sexo también entraba en ese algo que no iba a permitir que le dijeran que no podía hacer.

–¿Que sucede, Tsunade-sama?¿Es grave? ¿Obito se pondrá bien?

La mujer parpadeó asombrada al ver tanta preocupación en alguien como Kakashi Hatake, realmente el muchacho amaba mucho al otro joven.

–No es grave... O sea no es nada mortal. Tranquilo. –Le dijo al peligris, pues el Uchiha seguía molesto por su prohibición de dulces y parecía ni molestarse en saber sobre que le sucedía.

–Y sino es grave, ¿Por qué no puedo comer los dulces que Bakakashi me ha prometido para estar aquí aguantando esta mierda?

–Es por tu seguridad, Bobito.

–Bah, que estoy bien... Esto ya me tiene harto. –Se fue por levantar.

–¡Siéntate! Aun no he terminado.– Ordenó con firmeza.

El Uchiha se dejó caer de nuevo en la silla con un gruñido y se cruzó de brazos. Era claro que creía que no debía obedecer a Tsunade, aunque se quedaría porque la respetaba como la leyenda que era.

–Disculpe –Kakashi se disculpó por su pareja mientras le daba un capón por su descaro. Esta vez el Uchiha no lo "esquivó" con su técnica.

–Verás te prohíbo los dulces porque ahora mismo por tu condición no son adecuados ni seguros para ti y...

–¿Y?– Kakashi interrumpió a Tsunade en su preocupación y él fue interrumpido por su bocazas pareja.

–Bah, Tsunade yo estoy bien. Es Bakakashi que exagera porque vomito un poco por las mañanas, pero el resto del día he estado perfecto y he entrenado y realizado mis misiones con la misma capacidad de siempre.

–Las misiones también acaban para ti, Obito.

–¡¿QUÉ?! ¿Estás loca vieja?– Se levantó el Uchiha con molestia. Ya eran dos de las tres cosas que más le gustaban que esa mujer le prohibía. Dulces, entrenar y las misiones y... Abrió los ojos con temor, como se atreviera a decirle que follar tampoco lo tenía permitido le daba algo.– Sólo falta que también quieras que no tenga sexo con Bakakashi.

Tsunade se levantó con una vena en la sien y con ganas de matar al descarado y bocazas Uchiha por llamarla vieja. Luego se calmó, un poco solo, al recordar los resultados en su mesa. Con un gruñido se sentó de nuevo mientras rezongaba, aunque una chispa de humor creció en su interior por esos mismos resultados. El poder soltarle tal noticia a ese maleducado y arrogante Uchiha, sería una delicia para ella. Además de que ese extraño caso médico sería lo más novedoso y asombroso en su larga trayectoria médica. La emoción la carcomía. Tenía ante si la gallina de los huevos de oro, si descubría el motivo sería un gran avance médico para todos en el mundo, especialmente las mujeres que se librarían de una gran responsabilidad. Y las parejas de hombres, como la que tenía delante. Sonrió con emoción, olvidando toda molestia inicial. Obito se sentó ante esa espeluznante sonrisa de la mujer, se miraron con Kakashi y a la vez apartaron un poco sus sillas con temor, eso les estaba dando miedo...

–Se han terminado tus misiones porque estas embarazado. Y...– Pero no pudo continuar con lo que iba a decir.

Silencio en la sala ante ese bombazo por parte de uno de los dos, Kakashi sólo parpadeaba más rápido de lo normal. En cambio el Uchiha... Había empezado a reír como descosido.

–No... JAJAJAJAJAJ... No sabía so... JAJAJAJAJAJA... sobre su faceta có-cómica JAJAJAJAJAJAJA.

Más ella no se reía, dejó que ambos jóvenes asimilaran esa información a su ritmo, aunque esperaba que fuera rápido porque ya se estaba hinchando de las ruidosas carcajadas del Uchiha, que terminaron cuando el azabache empezó a toser. Le pasó una botellita de agua.

–No estoy bromeando... Se han realizado las pruebas más de 10 veces hoy, todas ellas realizadas y analizadas por mi misma.

–Eso no... Te has equivocado... Soy un hombre.– Remarcó lo obvio.

–¡Yo no me equivoco! Soy una eminencia en medicina e incluso he usado mi chakra para estar aun más segura. –"Porque no me creía que eso fuera cierto" se reconoció a si misma.

Y al Uchiha se le salió el alma por la boca después estar largos minutos quieto cual estatua mirando fijamente a la mujer e incluso usó su sharingan con ella. No mentía, lo pudo comprobar. Ahí fue cuando quedó shockeado.

Tsunade en un primer momento se alarmó, pero el Uchiha solo se había desmayado tras tan impactante noticia, además ese golpe contra el suelo fue al resbalar de la silla y de espaldas, su vientre estaba en perfecto estado y fuera de peligro.

Miró a Kakashi que seguía como ido, movió su mano ante su cara no consiguiendo ninguna reacción. Suspiró sonoramente, también se había desmayado. Parece que les tenía que dar más tiempo a ambos hombres. Esto iba para largo... Tendría que tener paciencia.