Rey y Reina. Se suponía que eso eran.

Más sin embargo el odio los había mantenido alejado, hasta ese día. Draco había encontrado una calma extraordinaria de la que nunca había sido testigo. En los brazos de Olive se sentía bien y deseaba que esa sensación perpetuara, volviéndose a sentir lleno, pero la chica estaba ocupada con su amigo Theodore Nott.

Draco no lograba alejar de su cabeza aquel momento en el Gran Comedor cuando sus ojos suplicantes se encontraron con los de Olive. Quería transmitirle con aquella mirada que necesitaba ese sentimiento nuevamente aunque ella se veía mas entretenida disfrutando de las caricias de Theo.

No podía reclamarle nada, aunque deseara hacerlo más que otra cosa. Sentía ira e impotencia, la mismo que se arremolino en su ser cuando la vio besando por primera vez a Cedric Diggory. Se mezclaban entre si y conocía la sensación. Una que había escondido por años. ¿Cómo iba a saber él que un simple toque provocara tanto? Más aún viniendo de alguien que juraba odiar. Celos y enojo sin sentido para él y a la vez con todo el sentido.

Camino sin detenerse rumbo a la Sala Común de Slytherin, tratando de despejar su mente de tanto, aquellas cavilaciones consideradas estúpidas. ¿Cómo era posible que un simple abrazo lo dejara de ese modo? Quizá era el hecho de que nunca nadie le había dado un abrazo sincero sin tener que pedirlo, eso tenía sentido. No podía ser otra cosa.

Sus pensamientos eran confusos. No le gustaba sentirse vacío.

Podría olvidarse de ello con una noche placentera con cualquier chica, sin embargo algo dentro de él lo impedía, viendo el sexo como algo aburrido y banal. Noches donde cumplía sus deseos de placer y dejar a las chicas botadas, como si no las conociera después de gemir su nombre. Toda chica que lo había complacido sabía que era así, que nada los ataba a nada. Sexo casual sin más.

Solo con eso se distrajo, contando sin esperarlo con cuantas chicas había estado. Sus devaneos empezaron en su cuarto curso, en el baile de Navidad, cuando las brujas de Mcbeth tocaban las canciones mas empalagosas y el miraba con atención como el vestido de una chica se pegaba a su cuerpo. Pansy Parkinson, su acompañante se había dado cuenta de las intenciones de Draco, aceptando ir con el a su habitación después de varias cervezas de mantequilla y de que propusiera la idea. Esa noche, mientras la fiesta seguía en el Gran Comedor y Snape buscaba entre los carruajes de Beaucbatons algín pillo con esas mismas intenciones, Draco y Pansy aprovecharon la soledad de la Sala Común.

Al ser grandes amigos no comentaron nada de lo ocurrido, lo cual agrado a Draco, no estaba comprometido a nada. Así, noche tras noche se escabullía por los pasillos de Hogwarts con la intención de encontrar a alguien que le negara una noche. Ninguna chica a la que se le propuso le dijo que no. Jóvenes de todas las casas, incluso había tenido a esa asiática que le gustaba a Potter. Aún así se alejó de varias chicas a las que nunca se atrevería a tocar por una u otra razón.

Se alegró cuando llegó a su Sala Común y la encontró vacía. Le gustaba la soledad a ratos, disfrutándola más estando en su elemento, su casa; Slytherin

Sin embargo, el gusto le duro solo unos minutos, bufó cuando la pared que escondía la mazmorra se abrió para dar paso a quienes menos deseaba ver; Theo y Olive. Reían por lo bajo, aunque a Draco le parecía que estaban haciendo un gran escándalo ¿Qué maldita cosa era tan divertida para perturbar el silencio? Ambos observaron a Draco quien tenía el ceño fruncido y callaron. Desaliñados, sudados, el sonrojo en las mejillas de Olive y el agitamiento en ambos le hacía ver que no les gustaba perder el tiempo para verse. Theodore beso a Olive por un largo rato antes de irse a su habitación, cuando eso sucedió, Olive se sentó justo al lado de Draco, suspirando.

-Al parecer ya no te encuentras mal -comentó Draco, intentando esconder su disgusto.

-Fue una buena bienvenida -rio Olive, evitando mirar a Draco a los ojos.

-Últimamente Theo es con quien mas te acuestas ¿Son pareja? -Draco aún intentaba esconder lo que le pasaba, sin entender bien porque su tono de voz denotaba cierta molestia, quizá celos. Olive noto eso, sonriendo pícaramente.

-No, eso de pertenecer a una sola persona es aburrido, prefiero divertirme mientras puedo -contesto Olive con seguridad-. Además Theo... -se detuvo haciendo una expresión que lo dijo todo sin palabras.

-Eso porque no has estado con alguien de un nivel mas alto -nuevamente su voz era de celos.

-No lo necesito, el sexo es solo eso, sexo... Solo se trata de placer y pasar un buen rato.

-¿Entonces no te importa quien sea mientras tengas a alguien entre las piernas? -Draco bufó, sin embargo no podía decirle nada cuando el hacía lo mismo.

-Si lo dices así suena mal, pero si, ese es el punto.

-Creí que tenías estándares -resoplo Draco con sarcasmo y superioridad.

-Malfoy, mi intención es tener a todos los chicos de Hogwarts a mis pies, mañana iré a por Weasley.

-¿La comadreja? Si claro, y yo iré a por Granger.

-¿Es un reto? -pregunto Olive juguetona.

-Tómalo como desees.

-Entonces que sea una apuesta, 24 horas a partir del desayuno de mañana, yo llevo a Weasley a la cama y tu a Granger.

-Pan comido -Acepto el rubio.

-Si yo ganó... Tendrás que hacer lo que yo quiera -dijo Olive sin pensarlo

-Trato -contesto el rubio desinteresado-, y si yo gano -"Me gustaría otro abrazo tuyo" pensó el joven , pero no podía decirle eso sin delatarse-. Ya te diré cuando gane.

-De acuerdo, bueno Draco, iré a dormir entonces -Olive se acercó hacía él con una intención, pero se detuvo antes de besarlo. Era la primera vez que se sentía intimidado por una chica, sus impulsos querían besarla solo por curiosidad mientras sentía como algo dentro de él se encendía. Resistió aquellos deseos.

Olive sonrió, abrazo a Draco por ultima vez ese día, sorprendiendo de nueva cuenta al rubio.

-Me ayudaste mucho en el tren -confesó Olive.

-No hice nada -Draco envolvió a Olive en sus brazos sin pensarlo disfrutando nuevamente de esa sensación que lo llenaba de ¿felicidad?

Si, definitivamente era Felicidad.