Ronald Weasley, presa fácil para Olive.

Era uno de esos chicos que nunca habían siquiera besado a una almohada y darían lo que fuera por hacer esa mínima acción, al menos eso intuía Olive con tan solo verlo esa mañana.

Aunque lo había estado observando por más tiempo que esa simple mañana, desde hacía unos meses pegó su ojo en él, pero claro eso había sido después de que su padre muriera y se suponía que ella estaba de luto. Cuando miraba a Weasley se daba cuenta de que el chico no estaba tan mal, alto, delgado, pelirrojo, tenía cierto toque atractivo lo cual hacia a Olive preguntarse el porque no tenía novia.

El también la observaba, lo había notado el curso pasado, el chico se la comía con la mirada, aún estando en el Comedor no dejaba de mirarla discretamente mientras ella ignoraba lo que el hacía dándole a entender que nunca tendría oportunidad con ella.

Cuando levantó la mirada el pelirrojo ya estaba concentrado en sus amigos y en comer.

-¿En serio Olive? -pregunto una rubia sentándose a su lado-. ¿Weasley será tu nueva víctima?

-Daphne sabes que ella nos llama presas -Blaise Zabini se sentó frente a las chicas fingiendo estar ofendido-. Aunque no se si es mejor que víctimas

Olive sonrió ante la llegada de ambos, si bien no sabía que tipo de relación tenían, era reconfortante no desayunar sola.

-Cálmate, Zabini -dijo Olive terminando su segundo plato de huevos fritos.

-No es justo que nos trates como objetos -Zabini fingió entrar en llanto.

-Blaise por favor, ¿que tu no haces lo mismo? -inquirió Daphne mientras le picaba las costillas.

-Es diferente respondió el.

Su conversación fue interrumpida por Snape quien entregaba los horarios, verificando los TIMOS obtenidos a los alumnos de sexto año para autorizar sus materias.

Olive recibió el suyo rápidamente, cuando Snape autorizó sus perfectos TIMOS de las materias que debería llevar si aún deseaba estudiar Medimagia, y claro que Olive aún lo deseaba, Había sido un sueño desde que su padre le rompió el brazo y ella no pudo arreglarlo por si sola, prometiéndose que si volvía a alguna situación similar ella misma no tendría porque pedir ayuda a nadie más.

Revisó con una simple hojeada su horario, tenía una clase libre después del desayuno. Levantó la mirada encontrándose con los ojos del pelirrojo quien desvío la mirada apenado. Granger había salido corriendo seguramente a su primera clase, pero sus amigos se quedaron ahí un poco más, después de cinco minutos se levantaron de la Mesa y comenzaron a Andar lentamente, eso sólo le indicó a Olive que ellos igual tenían tiempo libre.

La chica se levantó de su asiento, tomó un último sorbo del jugo de calabaza y se dispuso a irse del Gran Comedor.

-Suerte -le grito Daphne con una sonrisa.

Olive salió hacia los pasillos aguantando las ganas de decirle a Daphne que no necesitaba suerte, bueno era Olive Hawk y a esas alturas no había nada verdaderamente imposible para ella. Sabía que era poderosa pero después de tantos años escondiéndose tras lágrimas se sentía poderosa.

Sacó de su bolsillo una pequeña nota, tratando de divisar a los chicos de Gryffindor entre los alumnos de primer año que buscaban apresuradamente sus aulas para no llegar tarde, no fue difícil encontrarlos por la inconfundible cabellera de Weasley, además que los alumnos más pequeños se detenían a cuchichear sobre Harry Potter "El Elegido"

Bueno su plan no era tan difícil si lo planteaba, pero rara vez se veía a Ronald Weasley lejos de Harry Potter y viceversa. Si Weasley no le lanzara miradas coquetas y apenadas, Olive pensaría que quizá escondía un romance secreto con el niño que vivió. Corrió hacía ellos decidida con lo que haría, algo simple, tiraría a Ron al suelo, le pediría perdón, le daría la nota y listo, cosa simple. Chocó con Ron como lo planeo haciendo que ambos cayeran al suelo, el contenido de la mochila de este se regó por el suelo mientras sobaba su cadera.

-¡Fijate por donde andas! -exclamó Ronald enojado sin ver a su agresor.

-Lo siento -dijo ella con tono inocente mientras Harry le tendía una mano educadamente para ayudarla a levantarse.

Al oír su voz, Ron la miró rápidamente mientras se ponía rojo. Olive le dio una sonrisa que parecía ser sincera e inocente, lo que aumento aún más el sonrojo en su rostro.

-N-no importa -balbuceo Ron tratando de parecer normal.

-Claro que importa -exclamó Olive, agachándose a recoger las cosas de Ron-. Por Merlín soy tan torpe, no sabes como lo siento -se disculpo de nuevo, no se sorprendía a si misma por lo buena que era mintiendo, de todas maneras eso parecía estar en su sangre, inclusive siempre tachaban a los Slytherin de mentirosos así que ¿Qué más daba?

-En serio, no importa -volvió a decir con apremio, procurando de que la chica no se siéntese mal por ello-. Fue un accidente.

-Tal vez tengas razón, pero aún así me siento apenada -Olive le dio el último libro y luego se levanto nuevamente, colocando en su mano la pequeña nota, Ron levanto una ceja intrigado al sentir el pedazo de pergamino rozar sus dedos-. Me tengo que ir, perdón otra vez -dio una sonrisa acompañado de un guiño sutil para responder la duda en la cara de Ron antes de salir corriendo nuevamente, esta vez hacia la sala común de Slytherin.

Sonrió para si, lo había logrado, no sabía si su plan daría resultado, pero la primera fase estaba completa, lo único que tenía que hacer Ron era leer la nota y presentarse en la Sala de Menesteres, y como él chico no paraba de mirarla nunca, entonces no ignoraría la cita.

Se tumbó en uno de los sofás, recuperando el aliento tras su pequeña victoria, no había nadie mas que unas cuantas chicas de séptimo que la saludaron antes de regresar a lo suyo. Olive no se sorprendió, a veces recibía saludos de sus compañeros mayores cuando estaban tramando algo, como Olive era prefecta siempre era bueno tenerla de su lado cuando se trataba de romper las reglas, de igual manera Olive solo castigaba a los alumnos menores que eran los que de verdad causaban problemas, los alumnos de séptimo solo podrían meter bebida de contrabando, pero ahora con Sortilegios Weasley como la mas reciente novedad tendría que estar más atenta a los artículos de broma que pudieran alterar el orden.

-¿Puedo acompañarte? -Olive escucho una dulce voz susurrarle al oído, no tenía que voltear para saber quien era y lanzar una sonrisa al aire.

-Claro, Theo.

El asintió mientras se sentaba a su lado.

-No te vi en el desayuno -comentó el con un poco de tristeza.

-Llegaste muy tarde -contestó Olive a la ligera-. Tuve que hacer algo después de eso, ya sabes, la ocupada vida de una reina.

Ambos rieron de su comentario, todos sabían que a veces Olive no tenía tiempo para sus amigos, la realidad era que no tenía ningún amigo, aún después de un año donde había apartado su coraza de pequeña afligida le costaba hacer amigos, así que si no estaba acostándose con alguien se encontraría haciendo sus deberes para seguir siendo una de las mejores alumnas de su generación, pero tenía respeto, poder, era rica y hermosa, que le importaba a los demás con quien se juntaba o con quien dejaba de hacerlo.

-Olive... -Theo pronunció su nombre en un susurro como si se debatiese en hablar o no.

-¿Qué ocurre? -pregunto Olive dándole su entera atención.

-Bueno, no me parece agradable que solo nos hablemos en las noches -balbuceó Theo, tratando de que sus palabras sonaran coherentes-. Bueno solo para tener sexo.

-Theo, ese era el trato -le recordó Olive, después de Cedric no quería tener nada que ver con el amor resolviendo eso con tantos chicos-, ambos sabemos que no pasara de ello.

-Ya lo se, pero no... -Theo suspiro-. Solo quiero conocerte mejor, como un amigo, es todo.

Olive lo miró atónita, lo mas parecido que tenía a amigos era a Daphne y Blaise, aunque seguía confundida sobre lo que en realidad significaba Olive para ellos, aunque sólo se hablasen ocasionalmente. Pero sería diferente un amigo de verdad. Sin pensar mas ella asintió, con la esperanza de tener a alguien en quien confiar.Ronald Weasley se sentía cansado después de las clases de ese día. Lo que había pensado sería el año perfecto donde no tendrían todas sus clases y contarían con más momentos para descansar no era más que una falsa ilusión. Y aunque estaba cansado de las clases, lecciones y tareas, no podía dormir aún, no con Hermione apurándolos a hacer sus deberes.

Dio un bostezo, estirándose con cansancio, una pequeña nota cayó de su bolsillo al levantar los brazos. Harry la tomó para dársela y Ron la miró angustiado, había recibido esa nota hacía horas en la mañana de Olive, decidió guardarla para leerla en soledad, olvidándola por completo hasta ese momento del día. La desdobló cuando comprobó que sus dos amigos se enfrascaban en sus libros buscando la teoría de los hechizos no verbales, leyendo los delicados trazos que era la letra de Olive Hawk:

"Te espero en la Sala de Menesteres a las 10:00 pm, ve solo y no comentes nada"

Ron leyó la pequeña nota tres veces, consternado. No sabía si era prudente ir, pensó que quizá sería una trampa... Tratándose de ella era mejor arriesgarse, le gustaba.

Miro la hora en su reloj, 9:48. Había leído la nota muy tarde, claro la cita era a las 10. Iría, de eso ya no tenía duda, ahora solo necesitaba una excusa para sus amigos, guardando la nota en su bolsillo.

-¿Qué era? -pregunto Harry, el también estaba cansado y se negaba a concentrarse en sus deberes.

-¿Qué? -contestó Ron como si no supiera de que hablara.

-La nota -esta vez habló Hermione-. ¿Algo importante?

-Cosas de Quidditch -dijo, sabiendo que Hermione perdería el interés de inmediato, y así sucedió mientras el fingía revolver en su mochila-. Maldición, olvide mi libro en el aula de Snape, iré a buscarlo.

-Déjalo -dijo Hermione-. Haremos el ensayo mañana, además pasa del toque de queda, van a pillarte.

-Solo diré que soy prefecto -bufó Ron-. De cualquier manera no necesito su permiso.

Las miradas anonadadas de sus amigos lo seguían cundo Ron se dirigió al agujero del retrato pero no dijeron nada más. Harry sabía que su amigo podía irse sin necesidad de preguntar y Hermione no tenía ánimos para discutir con el.

Ron corrió hacia la Sala de Menesteres con toda la velocidad con la que sus pies se lo permitieron, se sintió aliviado de no encontrarse a nadie que entorpeciera su camino, en menos de cinco minutos estuvo frente al tapis que escondía la Sala. Se recargo en la pared esperando que no lo descubrieran, había llegado tan lejos como para que Filch lo atrapara en ese momento, esperando que Olive llegará pronto.

Escucho un susurro que no entendió y al instante tenía una venda en los ojos. Se altero por eso mientras sentía una presencia acercarse, se alteró mas hasta que sintió el contacto de unos labios con los suyos y un perfume que embriagaba sus fosas nasales. El se había preparado para todo, menos para eso.

La persona que estaba con el lo empujó suavemente hacia atrás haciendo retroceder sobre una puerta donde antes estaba la pared. Siguió su camino en reversa hasta que tropezó y cayó en algo cómodo, una cama.

Sin pensarlo se quito la venda para encontrarse con los ojos que había estado observando aquella mañana. Olive estaba a horcajadas sobre el, observándolo con una sonrisa pícara. Lo besó nuevamente y esta vez Ron respondió a aquello tomando sus caderas, sería una noche larga.Despertó con alguien acariciando su espalda desnuda, movimientos suaves y un tanto torpes, pero le agradaba aquello.

Olive se incorporó un poco encontrándose con Ron sentado y pensativo. Olive se acostó en su regazo mientras observaba al pelirrojo y este comenzó a acariciar su cabello.

-¿Qué hora es? -preguntó Olive dando un bostezo, de verdad que fue una noche larga. Weasley había llenado sus expectativas, no tanto como lo hubiese hecho Theo pero no podía quejarse

-Aún es muy temprano -contesto Ron sin dejar de acariciarle el cabello, ahora con torpeza-, debemos regresar.

Olive asintió dando otro bostezo sabiendo lo que vendría después, el mismo discurso que todos los chicos le habían dado, o que ella tendría que dar, no quería otra experiencia como el chico de Ravenclaw de hacía un año, uno de sus primeros encuentros que dejo al pobre chico obsesionado con ella por lo que los gemelos Weasley, al verla esconderse en un aula para evitarlo, tomaron la iniciativa de probar uno de sus productos dejándolo calvo y a Olive en detención.

-Olive... -comenzó a decir Ron con lentitud, como si las palabras que diría a continuación la lastimasen-. Lo de anoche, no lo esperaba, fue algo grandioso y me gustaría repetirlo -Olive se estiró para besarlo y este respondió-. Pero, esto no es lo que quiero, no me malentiendas, me gustas pero no puedo ser tu novio, yo... creo que me gusta otra persona.

-Te entiendo -dijo Olive de manera tan casual, sorprendiendo a Ron.

-¿De verdad?

-Claro, que esto se quede así -Ella sonrió mientras se ponía de pie para vestirse-. Cuando nos volvamos a ver, apenas si nos conocemos

-¿A donde vas? -inquirió Ron al verla irse de su lado.

-Tu lo dijiste, debemos regresar -Olive terminó de vestirse y le dio un último beso-. Te veo después.

Ron se quedó ahí otro rato, no esperaba que aquello lo tomara tan bien, sonrió porque estaba feliz. Al igual que ella hizo, se vistió y salió de vuelta a su Sala Común y a su dormitorio. Apenas amanecía cuando entró encontrándose a sus compañeros despertando entre estiramientos y bostezos.

-¿Porqué despiertas temprano, Ron? -pregunto Neville extrañado, Ron siempre era de los últimos en despertar

-No seas tonto -le dijo Dean con una sonrisa pícara-. No se apareció aquí en toda la noche

-¿Dónde te metiste?- Harry miraba con intriga a su amigo, según el solo había ido a recoger su libro, se dio cuenta que era mentira cuando regresó a su habitación con la mochila de Ron en mano y su libro dentro de ella.

-Olive Hawk -contesto Ron con una sonrisa y todos entendieron de que hablaba.

-¡No puede ser! -exclamó Dean.

-Eres el primero de nosotros que lo logra -dijo Seamus a lo que Ron sonrió más.

-Ella no es un objeto -respondió Neville, incomodo por el rumbo de la conversación.

-No dirás lo mismo cuando sea tu turno -reclamo Seamus con un deje de celos.

-Ella no es un objeto -repitió Neville sonrojándose para después ignorarlos.

-¡A Weasley vamos a coronar! -cantó Seamus y Dean le siguió, sin prestar atención al comentario de Neville.

-¿Qué tal fue?

-¿Cómo es ella?

-Danos detalles.

Los chicos invadían de preguntas a Ron y este no sabía como explicar.

-Solo les diré que la chica es una diosa -con eso Ron dio vuelta hacia el baño dejando a sus amigos con la duda.

Harry había mantenido su distancia al igual que Neville, sin sonreír. Entendía la fascinación de todos los chicos por Olive Hawk, era bonita, era inteligente y según hablaban en los pasillos y lo que acaba de confirmar Ron, era una buena compañía. Claro el mismo había salido en las noches de quinto esperando tener suerte. Meses después de esa conversación, se alegraría muchísimo de no haberla encontrado.